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DONACIÓN PICASSO,
1970
DOSSIER DE PRENSA
DE LA EXPOSICIÓN
PICASSO.
LOS CUADERNOS
«Je suis le cahier» [Yo soy el cuaderno] es la frase maestría del artista en todas las técnicas, reúnen un
que en 1907 Picasso escribió en uno de los cuader- total de más de 1.300 dibujos.
nos vinculados a Les Demoiselles d’Avignon y que se Los cuadernos presentan diversas medidas, for-
conserva en el Musée national Picasso-Paris, una matos y encuadernaciones, y en ellos puede obser-
identificación que muestra la gran importancia que varse el modo en que Picasso trabajaba los retratos,
concedía a ese laboratorio de ideas que constituyen el paisaje, las esculturas, además de algunas incur-
los carnets de dibujo. Así pues, este proyecto supone siones en obras de Velázquez y Goya. En todos ellos
una oportunidad única para sumergirnos en la inago- aparecen los temas que le preocupaban, tratados
table curiosidad del genial artista. con precisión a pesar de la inmediatez, trabajando el
¿Cómo llega la imagen a la obra? ¿Cómo llega al detalle y proyectando la energía y la espontaneidad
espíritu del pintor? ¿Cómo se produce la génesis de que caracterizan su obra.
ese acto? Si adentrarse en la obra de Picasso ya es Agradezco profundamente al personal del mu-
en sí apasionante, poder disfrutar del momento ini- seo su implicación en este proyecto, que culminamos
cial de su proceso creativo es un auténtico lujo. Los con esta publicación. Su rigor científico y espíritu de
cuadernos que se muestran en la exposición ponen trabajo transversal y en equipo me llenan de orgullo.
de manifiesto la gran importancia que tenía para el
artista poder jugar y experimentar para encontrar
soluciones plásticas y compositivas.
Picasso nunca dejó de dibujar, representando
del natural a las personas y su entorno, rostros, rá-
fagas de vida. Por su propia naturaleza, los cuader-
nos implican el predominio de los apuntes, esbozos
y trazos diversos. También se registran aquí distintas
anotaciones, direcciones, itinerarios o encuentros,
como diarios íntimos alimentados día tras día. De una
gran fecundidad, estos diecinueve cuadernos, tes- Emmanuel Guigon
timonios de la vivacidad y rapidez del gesto y de la Director del Museu Picasso de Barcelona
En un acto de generosidad sin precedentes, en 1970,
PICASSO.
LOS CUADERNOS
Picasso donaba a la ciudad de Barcelona doscientos
treinta y seis pinturas, mil ciento cuarenta y nueve
dibujos, diecisiete cuadernos, cuatro libros de texto,
dos grabados, cuarenta y siete obras de otros artis-
tas y objetos diversos que habían estado custodia-
das por tres generaciones familiares: su madre, doña
María, su hermana Lola y sus sobrinos Vilató-Ruiz. El
espléndido regalo incluía diecisiete cuadernos con
un total de novecientos dibujos que, junto con el
Carnet català adquirido en el 2000 y el Carnet de La
Tauromaquia adquirido en 2018, son el motivo y fun-
damento de esta exposición.
Es difícil saber el número exacto de cuadernos,
ya que Picasso los conservó siempre consigo y no
era partidario de prestarlos para exposiciones. Y,
aunque los consideraba algo íntimo y secreto, per-
mitió que algunas páginas fueran reproducidas en el
catálogo general de Zervos, algún carnet completo
en una edición de lujo de Berggruen y autorizó tam-
bién a Gustavo Gili a realizar la edición facsímil de
algunos de ellos. Fueron, por tanto, las joyas des-
conocidas de la inmensa producción del artista casi
hasta el final de su vida. Con la donación al museo de
Barcelona en 1970, se descubrieron los cuadernos de
juventud, pero no fue hasta la dación al Estado fran-
cés —tras la muerte del artista— cuando se descu-
brieron ciento cincuenta y ocho cuadernos de todas 1951, adquirido por el museo parisino en 1992 (MP
las épocas, que fueron repartidos entre sus here- 1992-1) y el llamado del «Facteur Cheval» (MP 1009-
deros y el Museo Picasso de París1, que se reservó 13), también adquirido por el Musée Picasso; lo que
treinta y dos de ellos. Tras el fallecimiento de la viuda nos da un total de 189 documentados y con probabi-
de Picasso, Jacqueline, ingresaron en el museo pari- lidad se acerca a los doscientos.
sino veinticuatro nuevos cuadernos, a los que se han Si, para un artista, el cuaderno de dibujo es una
ido sumando otros adquiridos mediante compra o herramienta fundamental para plasmar sus dudas,
donación. ensayos y soluciones, para Picasso estos están, ade-
Pero retrocedamos. El impacto del descubri- más, íntimamente ligados con su obra; son la parte
miento de la enorme cantidad de álbumes tras el más íntima de su creación; un laboratorio de ideas en
reparto de la herencia del artista llevó consigo la los que plantea —y encuentra— las soluciones plás-
organización de una exposición, en 1986, donde se ticas y compositivas que aparecen en sus pinturas.
exhibieron algunos de los pertenecientes a algunos Pierre Daix4 resalta que en la mayoría de los cua-
de los herederos, bajo el título «Je suis le cahier»,2 dernos se observa una cierta disciplina, un estudio
que tuvo lugar sucesivamente en la Pace Gallery de pormenorizado de los temas que le preocupaban,
Nueva York, la Royal Academy de Londres y el Musée como los ballets, las bañistas o la tauromaquia,
des Arts Décoratifs de París (1986-1987). Para ello, exceptuando los de juventud, en los que toca gran
se editó un catálogo3 en el que se reproducía una variedad de temas que van desde el retrato fami-
selección de dibujos de los carnets expuestos y se liar hasta las academias, del paisaje a la caricatura,
elaboraba un repertorio de un total de 175, inclu- del estudio para una obra al apunte espontáneo,
yendo los pertenecientes a los herederos, los del sin mantener un orden concreto, empezando por
Musée Picasso de París y los del Museu Picasso de cualquier página, sea por la mitad, el principio o el
Barcelona. La cifra, aunque imponente, no reflejaba final, y saltando de hoja sin seguir un orden lógico
la totalidad de los cuadernos, ya que no estaban preestablecido.
contabilizados doce de los veinticuatro álbumes de
la dación de Jacqueline Picasso (que entraron en el
Musée Picasso en 1990), el cuaderno de Vallauris, de
LOS CARNETS DEL MUSEU PICASSO Escuela de Bellas Artes de La Llotja de Barcelona,
entre 1895 y 1897 (MPB 110.912, MPB 110.914, MPB
De los diecinueve cuadernos propiedad del Museu 110.921, MPB 110.918, MPB 110.911 y MPB 110.915);
Picasso, diecisiete forman parte de la donación que un tercer grupo formado por cinco cuadernos rea-
el artista efectuó a la ciudad de Barcelona en 1970. lizados en Madrid entre octubre de 1897 y mayo de
Estos últimos aparecen reseñados en el libro de 1898 (MPB 110.924, MPB 110.917, MPB 110.916, MPB
Glimcher entre los veintiún primeros realizados por 110.922 y MPB 110.920) y los tres últimos, que corres-
el artista, que abarcan el período de 1894 a 1900. ponden al cambio de siglo y al primer contacto de
Todos ellos guardan una unidad, ya que forman parte Picasso con las vanguardias artísticas (MPB 110.926,
de su período de formación y juvenil. Los que no per- de Horta y Barcelona, 1898; MPB 110.925, Barcelona,
tenecen a la donación de Picasso están más aleja- 1899 y MPB 110.910, París, 1900).
dos en el tiempo, aunque también se vinculan con el Yendo un poco más allá de la mera coincidencia
resto de la colección; el Carnet catalán o Carnet de temática, al observar el conjunto de los cuadernos
Gósol, de 1906, por el emplazamiento geográfico de descubrimos el interés de Picasso por poner de
su ejecución, situado en Cataluña, y el Carnet de La manifiesto sus recorridos habituales, sus excursio-
Tauromaquia, de 1957, por la amistad del artista con nes y sus desplazamientos urbanos. Por ejemplo, en
Gustavo Gili, una de las personas relacionadas con la el primer álbum, el de 1894 en La Coruña, nos narra
creación del museo en 1963. con sus dibujos el recorrido desde su casa hasta la
Aun manteniendo la unidad que les confiere la playa de Riazor, del mismo modo que hace en Horta,
etapa juvenil, podemos dividir los cuadernos del desde el pueblo hasta la ermita de San Salvador, y
Museu Picasso en diversos ámbitos, según crite- en el Carnet Catalán, en que bosqueja su repentina
rios cronológicos y temáticos: un primer grupo de salida de Gósol y el complicado trayecto hasta París.
tres álbumes infantiles, dos del período coruñés No obstante, lo más importante es que en estos
(MPB 110.919 y MPB 110.923) y otro del tránsito de cuadernos juveniles, como en los cuadernos en
La Coruña a Barcelona (MPB 110.913); un segundo general, es donde mejor apreciamos el sistema de
apartado donde se incluirían los siguientes seis car- trabajo de Picasso: el rigor sistemático cuando se
nets, que coinciden con el período académico en la enfrenta a grandes obras o intenta resolver proble-
mas compositivos, intercalado con obras ligeras y
con caricaturas; la variedad de géneros y motivos; la
multiplicidad de técnicas; la espontaneidad y el apa-
rente desorden, el salto de un tema a otro, la repe-
tición si es necesaria; el contraste de lo académico
con lo intuitivo; las páginas repletas de trazos al lado
de otras en blanco. En definitiva, la disciplina y el tra-
bajo duro y constante, salpicado de esa genialidad
que lo hizo único.
De estos cuadernos presentes en la exposición
se desprende una constelación temática tan diversa
como repetitiva. Los dibujos y bocetos se relacio-
nan con obras únicas, cuya vinculación trazarán los
ensayos que conforman esta publicación. Así, vemos
que hay temas que se mantienen en todos los cua-
dernos, mientras que otros aparecen y desaparecen
en un momento dado, lo que nos da una idea de los
intereses del artista en cada momento. Es muy ilus-
trativo, por ejemplo, observar que en los primeros
cuadernos se presentan numerosos retratos de la
madre y, poco a poco, estos van menguando, hasta 1 Brigitte Léal, Musée Picasso. Carnets. Catalogue des dessins, vol. 1.
desaparecer en 1897, mientras que los del padre se Paris, Réunion des musées nationaux, 1996, p. 9.
2 Título de la portada de un cuaderno del período de Les Demoiselles
mantienen hasta final de siglo. d’Avignon, propiedad del Musée Picasso de Paris (MP 1860), que no
participó en la exposición. Ibid., p. 16, nota 7.
3 Arnold B. Glimcher y Marc Glimcher (eds.), Je suis le cahier.
Pace Gallery, Nueva York. Londres, Thames & Hudson, 1986.
Malén Gual 4 Pierre Daix, Le Nouveau dictionnaire Picasso. Paris, Robert Laffont,
Comissaria de l’exposició 2012, p. 159.
Picasso. Los cuadernos Precio:
INFORMACIÓN
GENERAL
Del 18 de diciembre de 2020 Entrada general (exposición temporal
al 4 de abril de 2021 + colección permanente): 12€.
exposición temporal: 6,5€.
Rueda de prensa:
Jueves, 17 de diciembre, Entrada reducida:
a las 11 h. Exposición temporal + colección
permanente: 7 €.
Inauguración: Exposición temporal: 4,5€.
Jueves, 17 de diciembre, (Personas de 18 a 24 años,
a partir de las 18 h. de 65 años en adelante, persones
en el paro o poseedoras de la tarjeta
Lugar: rosa reducida, y los poseedores del
Museu Picasso, Barcelona carnet de Biblioteques de Barcelona.
Montcada, 15 – 23, 08003 Barcelona Condiciones especiales: consultar
Tel. 932 563 000 la web).
LA EXPOSICIÓN
una herramienta fundamental para plasmar sus
dudas, ensayos y soluciones, para Picasso estos
cuadernos están, además, íntimamente ligados a su
obra y representan su particular pulso con la vida; son
la parte más privada de su creación, como un diario
íntimo en el que recoge sus ideas y pensamientos,
un laboratorio donde plantea —y encuentra— las
soluciones plásticas y compositivas que aparecen
en sus pinturas.
Resulta difícil saber el número exacto de cuader-
nos de Picasso, ya que este los conservó siempre
consigo y no era partidario de prestarlos a exposi-
ciones. Fueron las joyas desconocidas de la inmensa
producción del artista, casi hasta el final de su vida.
En el libro-catálogo de Glimcher Je suis le cahier,
se contabilizaron 175 cuadernos, una cifra que,
aun siendo imponente, no refleja la totalidad de los
cuadernos, y actualmente se han documentado 190.
De esos 190 cuadernos, presentamos 19 en esta
exposición, 17 de los cuales —todos ellos del período
de infancia y juventud, realizados en La Coruña,
Málaga, Barcelona, Madrid, Horta y París— forman
parte de la generosa Donaciónn que el artista realizó
a Barcelona en 1970, y los 2 restantes —el Carnet
catalán y el Carnet Pepe Illo. Tauromaquia— fueron
adquiridos con posterioridad y completan nuestra
colección.
Diego Velázquez Pablo Picasso
El bufón Calabacillas Copia de El bufón “Calabacillas” de Velázquez
Álbum de Madrid, Málaga y Barcelona,
1635-1639 1895-1896
Óleo sobre lienzo
Madrid, 16 de abril del 1895
Museo Nacional del Prado Lápiz grafito sobre papel
12,2 x 8,1 cm
MADRID
MÁLAGA
donde el joven Pablo empieza sus estudios en el
instituto de segunda enseñanza y en la Academia
de Bellas Artes. Los dos primeros cuadernos de
LA CORUÑA ⁄ dibujo fueron adquiridos en La Coruña, quizás en
el establecimiento de Manuel Roel en la calle Real,
inaugurado en 1892. Ambos son casi idénticos, con
tapas de cartón recubiertas de tela con una orla mol-
deada en relieve y la palabra álbum grabada en tinta
dorada. Los dibujos fueron realizados en 1894 y 1895,
aunque solo unos pocos están fechados. En ellos
se representan fundamentalmente paisajes, escenas
costumbristas y retratos de sus familiares.
El 14 de abril de 1895 regresan a Málaga para pasar
el verano antes de instalarse definitivamente en
Barcelona. Durante el viaje paran en Madrid y apro-
vechan para visitar el Museo del Prado. Picasso copia
dos obras de Velázquez en las hojas de un nuevo
cuaderno, probablemente adquirido en Madrid, que
completa con dibujos realizados durante el verano
en Málaga, sobre todo estudios para el óleo Viejo
pescador, y acaba con algunos apuntes académicos
a su llegada a Barcelona en otoño del mismo año.
Pablo Picasso Pablo Picasso
El viejo pescador Estudio para Viejo pescador
Álbum de Madrid, Málaga y Barcelona,
Málaga, 1895 1895-1896
Óleo sobre lienzo
83 x 62,5 cm. Málaga, 14 de agosto de 1895
Lápiz grafito sobre papel
Donación Josep Sala i Ardiz. 12,2 x 8,1 cm
Museu de Montserrat, Abadia de Montserrat
Museu Picasso, Barcelona
Donación Pablo Picasso, 1970
La familia Ruiz Picasso llega a Barcelona el 21 de sep-
BARCELONA
tiembre de 1895, donde se instala definitivamente.
El primer año tiene su domicilio en la calle Reina
Cristina número 3 y el otoño de 1897 se traslada
a la calle de la Mercè número 3, ambos inmuebles
muy cerca de la Escuela de Bellas Artes de la Llotja,
donde Pablo cursa sus estudios entre 1895 y 1897.
Don José será profesor de la escuela hasta 1913. Los
cursos en La Llotja constituyen un período decisivo
en el perfeccionamiento de su formación.
De este período se conocen seis cuadernos de
diversos formatos y dimensiones, realizados fun-
damentalmente en Barcelona, aunque encontra-
mos algunos dibujos, más libres, del período vera-
niego en Málaga, en los que se aprecia el proceso de
aprendizaje de Pablo. Los dibujos muestran la acti-
vidad académica, dominada por la copia de modelos
al natural y estudios de composiciones históricas y
religiosas. Paralelamente, encontramos una serie de
retratos de familiares y paisajes urbanos que le sir-
ven para ejercitar la pintura al aire libre y evadirse de
la rigidez académica.
Pablo Picasso Pablo Picasso
Primera Comunión Estudio para Primera Comunión y otros croquis
Álbum de Barcelona, 1896
Barcelona, enero-marzo de 1896
Óleo sobre tela Barcelona, 1896
165 x 117 cm Tinta a pluma, aguada, lápiz Conté y lápiz
grafito sobre papel
Museu Picasso, Barcelona 18,1 x 12,7 cm
Donación Pablo Picasso, 1970
Museu Picasso, Barcelona
Donación Pablo Picasso, 1970.
Entre octubre de 1897 y mayo de 1898, Picasso se
MADRID
instala en Madrid para ampliar sus estudios en la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se
inscribe en las asignaturas de dibujo del antiguo y
ropaje y de paisaje. El modo en que se desarrolla la
enseñanza le resulta desalentador y pronto aban-
dona las clases y se lanza al conocimiento directo de
las obras de los grandes maestros en el Museo del
Prado, como explica en la correspondencia con su
amigo Joaquim Bas.
Los cinco cuadernos que el Museu Picasso con-
serva de este período madrileño ponen de mani-
fiesto sus intereses del momento. En primer lugar, el
estudio de la pintura de la escuela española, espe-
cialmente Velázquez y Goya, de quien copia algunos
caprichos y escenas de tauromaquia. Paralelamente,
su tendencia libre y espontánea de la observación
del entorno se refleja en numerosos paisajes del
Retiro y la Moncloa, de algunos pasajes del Madrid
antiguo y en los detalles de sus domicilios, así como
de escenas callejeras y sus personajes castizos.
La estancia en Madrid acaba de una manera ful-
minante al caer enfermo de escarlatina y tener que
regresar precipitadamente a Barcelona.
Francisco de Goya y Lucientes Pablo Picasso
Bien tirada está Bien tirada está.
Copia del Capricho núm. 17 de Goya
c. 1797-1798 Álbum de Madrid, 1898
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril
21,9 x 15,3 cm Madrid, enero-marzo de 1898
Sanguina sobre papel
Museo Goya. Colección Ibercaja – 17,3 x 10,6 cm
Museo Camón Aznar. Zaragoza
Museu Picasso, Barcelona
Donación Pablo Picasso, 1970
HORTA DE SANT
JOAN Y GÓSOL
TAUROMÁQUIA
Anna Maria Torra fueron a ver a Picasso con la inten-
ción de retomar e impulsar el proyecto que el padre
del editor había propuesto al artista en 1927: ilustrar
La Tauromaquia de Pepe Illo para las Ediciones de
la Cometa y que había caído en el olvido. Esta vez
Picasso aceptó y así comenzó una grata colabora-
ción profesional y cálida amistad. Gustau fue pre-
sidente de la Asociación de Amigos de los Museos
de Barcelona y tanto él como su mujer estuvieron
muy implicados en el proceso de creación del Museu
Picasso.
El otoño de 1957 Picasso regaló al editor un
pequeño cuaderno, con una cubierta de tela con
estampado floral, lleno de escenas y texto alusivos a
La Tauromaquia de Pepe Illo. Los dibujos del carnet
están directamente relacionados con el libro ilus-
trado. Las aguatintas al azúcar que lo ilustran son de
mayo de 1957, pero la edición final se realizó en 1959.
La punta seca de la portada también es de 1959. A
diferencia del libro ilustrado, cuyos grabados siguen
el relato de la corrida, en el carnet las suertes del
toreo se van mezclando sin orden establecido.
Pablo Picasso Pablo Picasso
Toros en el campo Citando al toro con la capa
Carnet “Pepe Illo. Tauromaquia”
Cannes, mayo de 1957
Aguatinta al azúcar con mordida a mano sobre Cannes, 24 de diciembre de 1957
cobre, estampado Tinta a pincel sobre papel
34,9 x 50,6 cm 9,4 x 13,6 cm (doble pàgina)
Lápiz grafito, tinta a pluma, lápiz Lápiz grafito, acuarela, tinta a plu- Lápiz Conté, lápiz grafito y lápiz Lápiz grafito, tinta a pluma, lápiz
Conté y carboncillo.Tapas color ma, lápiz Conté, aguada, clarión. rojo. Cubiertas de arpillera de Conté y carboncillo. Cubiertas
siena. En la cubierta se lee ALBUM Cubiertas de tela de color rojo color beige, con portalápiz de la de arpillera de color beige, con
en letras doradas. donde se lee «ALBUM» en letras misma tela. portalápiz de la misma tela.
doradas de molde.
Lápiz Conté, tinta a pluma, Tinta a pluma, lápiz grafito, Lápiz grafito, tinta a pluma y óleo. Lápiz grafito, lápiz Conté y tinta
acuarela, lápiz grafito y aguada. aguada, lápiz Conté y acuarela. Cubiertas de color azul verdoso a pluma. La encuadernación
Cubiertas de color azul verdoso donde se lee «SKETCHES» en es moderna.
donde se lee «SKETCHES» en letras de molde doradas.
letras de molde doradas.
Lápiz Conté, tinta a pluma, Lápiz grafito, lápiz Conté, Tinta a pluma, sanguina, lápiz Lápiz grafito, sanguina, acuarela,
trazos de clarión. La encuaderna- sanguina, mina sepia, tinta Conté, lápiz grafito, acuarela, mina sepia, tinta a pluma, lápiz
ción es moderna. a pluma y pastel. gouache, mina sepia. Cubiertas Conté. Cubiertas de arpillera fina
de arpillera fina de color beige, de color beige.
con numerosas manchas de tinta
y suciedad. Reentelado de 1984.
Tinta a pluma, mina sepia, san- Lápiz Conté y lápiz grafito. Lápiz Conté. La encuadernación Lápiz Conté, lápiz azul
guina, lápiz grafito, lápiz Conté, Cubiertas en rústica de color es moderna. y tinta a pluma.
acuarela y pintura con partículas beige, con estampación de color
de purpurina. Cubiertas de arpi- siena «THE PUBLIC SCHOOL/
llera de color beige. DRAWING BOOK/REEVES &
SONS LTD/LONDON». En la
cubierta final, marca impresa:
«REEVES & SONS LTD LONDON/
ARTISTS COLOURS».
Lápiz grafito, lápiz Conté, pastel, Tinta a pluma, lápiz negro y lápiz Tinta a pincel sobre papel.
acuarela, lápiz rojo, lápiz azul grafito. Cubiertas apergaminadas Cubiertas de tela con inscripción
y lápiz negro. Cubiertas de en tonos beige i negro. En la con- manuscrita a tinta a pincel.
color beige. tracubierta se lee una inscripción:
A la Chope montmartre/rue Grange
Batelière.