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APARATO LAGRMAL.

ANATOMÍA DEL SISTEMA SECRETOR.

Glándulas lagrimales o dacriogládulas.

Sistema hidráulico que se inicia en las glándulas que las producen y el sistema que
las desagua.

Glándulas de secreción mucosa:

• Células epiteliales.
• Células caliciformes.
• Criptas mucosas de Henle y Manz.

Glándulas de secreción acuosa o serosa:

Glándula principal (Galeno, Rosenmüller) Glándulas accesorias (Krause, Wolfring,


Ciaccio).

Glándulas de secreción lipídica o sebácea:

• Glándulas de Meibomio.
• Glándulas pilosebáceas de Moll y Zeiss.
• Glándulas pseudosudoríparas.

Tanto la glándula principal como las accesorias tienen una distribución topográfica
específica.

Glándulas de secreción mucosa.

La secreción mucosa forma la capa más profunda de la película lagrimal.

Funciones: capacidad de lubricar la córnea y facilitar el parpadeo; cubrir la capa


epitelial superficial, uniformizar la uniones celulares y hacerla completamente lisa;
bajar la tensión superficial de la capa acuosa y hacer que se extienda
uniformemente; degradar algunos componentes lípidos y servir de arrastre para
eliminar detritus y cuerpos extraños.

Conjuntamente con las células epiteliales mucíparas, también llamadas células


caliciformes, tienen una alta concentración en el tercio nasal de la conjuntiva y de la
carúncula, una concentración de media a alta en el fondo de saco inferior, una
concentración media o baja en la conjuntiva palpebral y una baja concentración en
el tercio lateral de la conjuntiva bulbar. Prácticamente no se encuentran alrededor
de la conjuntiva del limbo esclerocorneal.

Las criptas mucosas de Henle se localizan en la conjuntiva tarsal, especialmente en


su mitad lateral, en la conjuntiva bulbar media y en los fondos de saco. Es una
invaginación de la mucosa conjuntival y con gran capacidad para producir moco.
Las células caliciformes se forman en estrato basal y van ascendiendo a medida
que maduran, hasta llegar a la superficie donde se abren y vierten su contenido
mucoso. Una vez vacías y empujadas por las que vienen detrás son expulsadas a
la cuenca lagrimal, donde son arrastradas y eliminadas. Son unas vacuolas que se
cierran y se abren expulsando su contenido, formado por glucoproteínas.

Tienen una población de más de un millón de unidades y una producción de 2 a 3


ml al día.

No se ha identificado una inervación para este tipo de glándulas; la vasodilatación,


la irritación local y el parpadeo estimularían la secreción. Últimamente se ha
descubierto un polipéptido segregado por la glándula principal que en contacto con
las glándulas mucínicas provocan su secreción.

Glándulas de secreción acuosa o serosa.

La secreción serosa está nutrida por la glándula principal y las glándulas accesorias.

Glándula lagrimal principal.

Se aloja en la fosa lagrimal del frontal, situada en la parte superior y externa de la


órbita; está dividida por la expansión de la aponeurosis del elevador del párpado
superior, formando dos porciones: la orbital (GI. de Galeno) y la palpebral (GI. de
Rosenmüller).

Compuesta de un estroma y un parénquima. El estroma está envuelto en una


cápsula lobulada que contiene el parénquima, vasos, nervios, linfáticos, linfocitos y
células plasmáticas.

El parénquima es secretor exocrino, formado por unidades celulares funcionales,


llamados lacrimocitos o células secretoras lagrimales. Los lacrimocitos se agrupan
alrededor de un canal central, se unen entre sí por medio de los microvellosidades,
formando los accinis.

Los canales de un grupo de accinis desembocan en un colector común que a su


vez forman un lobulillo y estos lobulillos forman un lóbulo. Los varios lóbulos
constituyen las porciones orbital y temporal. Los pequeños ductos desembocan en
6 a 15 canales que llevan la secreción al fondo de saco superior.
Glándulas accesorias

Las glándulas accesorias suman un total de 30 a 50 y en su conjunto representan


una décima parte de la glándula principal. Histológicarnente y funcionalmente son
similares. La glándula de Krause localizadas en el fondo de saco superior, en
número de 10 a 30, en menor número (2 a 5) en el 1/3 externo del fondo de saco
inferior y de 1 a 3 en la carúncula. Son formaciones de tipo accinotubulosas.

Las glándulas de Wolfring-Ciaccio están formadas por pequeños accinis situados


por encima del borde superior del tarso. Hay entre 10 y 20 glándulas en el párpado
superior y 2 a 5 en el inferior.

La secreción de ambas glándulas es similar a la producidas por la glándula principal.


El estímulo secretorio es humoral y no se ha demostrado una inervación
parasimpática. Producen funda- mentalmente lacrimación basal.

Glándulas de secreción lipídica

Glándulas de Meibomio

Son glándulas sebáceas intratarsales, en número de 25 a 35 en el párpado superior


y de 23 a 28 en el inferior. Tienen una longitud entre 4 y 8 mm, siendo más grandes
las del párpado superior y desembocan en el borde libre del párpado, por detrás de
las pestañas.

No tienen una inervación específica y son estimuladas por factores humorales;


aumentan la secreción con la vasodilatación local, lo mismo que con descargas de
andrógenos. Sus canales no son contráctiles y la expulsión de la grasa se hace por
medio de la repleción de las mismas y por la presión que ejercen los bordes de los
párpados cuando se cierran.

Tienen un gran contenido de lípidos y el 90% son ésteres del colesterol y el 10%
restante son ácidos grasos, alcoholes alifáticos y glucolípidos.

La función principal de esta glándula es formar una capa grasa que impida la
evaporación; al mismo tiempo aumentar la barrera hidrofóbica para impedir el
desbordamiento de las corrientes lagrimales de la superficie cutánea del párpado
inferior.
Glándulas de Zeiss

Son glándulas pilosebáceas holocrinas que evacuan su secreción en el interior de


los folículos de las pestañas y de la carúncula. Hay dos glándulas por cada folículo
y el número total, entre los dos párpados, es alrededor de 200. Vacían, la mayoría,
su contenido dentro del lecho del folículo y algunas directamente en el borde libre.

Tampoco tienen una inervación específica y son estimuladas por la vasodilatación


y por procesos hormonales. Secretan un sebo compuesto por ácidos grasos libres,
triglicéridos, diglicéridos, monoglicéridos, ésteres y parafina.

Glándulas de Moll.

Son glándulas sudoríparas o pseudosudoríparas apocrinas, situadas en el borde


libre de los párpados y de la carúncula y unas se abren en los folículos de las
pestañas y otras en el borde libre de los párpados.

Tienen una inervación simpática adrenérgica y feromónica.

Lo mismo que la GI. de Zeis parece ser que entran poco en la formación de la
película lagrimal y tienen fundamentalmente una función impermeabilizadora.

Un individuo normal segrega un promedio de 1,5 litros de lágrimas al día, de esta


cantidad la glándula principal produce, con mucho, la mayor proporción.

ANATOMÍA DEL SISTEMA EXCRETOR.

El sistema excretor está formado, además de los párpados y del músculo orbicular,
por los puntos lagrimales, canalículos superior e inferior, saco lagrimal, conducto
nasolagrimal y numerosas válvulas.

Puntos y canalículos lagrimales.

Situados en la unión del 1/6 externo con los 5/6 de los bordes palpebrales internos
superior e inferior ,en la porción más interna del borde palpebral. Ligeramente
inclinados hacia adentro con la finalidad de ponerse en contacto con el río lagrimal
para el comienzo de la salida de la lágrima.

Cada canalículo comienza en el punto lagrimal, tienen un diámetro aproximado de


0,3 mm, toman una dirección vertical de aproximadamente 2 mm y un trayecto
horizontal de 8 mm., uniéndose en la pared lateral del saco formando el canalículo
común. Los canalículos están rodeados por fibras musculares elásticas, músculo de
Horner, en todo su contorno, menos en la cara posterior que sólo está cubierto por
la conjuntiva.
El saco lagrimal está alojado en la fosa lagrimal, formada por el hueso frontal y la
rama ascendente del maxilar. Está cubierto por el tendón cantal medio y por las
fibras del orbicular que se insertan a ese nivel.

El conducto nasolagrimal pasa a través de un canal abierto en el hueso maxilar,


con una dirección posterolateral, desde la fosa lagrimal al meato inferior, formando
un ángulo de 15 con la vertical Es importante recordar este dato para orientar la
sonda en el momento
de la exploración, la sonda suele coincidir con la cabeza de la ceja.
El conducto tiene una longitud promedio de 12 mm., se abre en la cara superior del
meato inferior y está coronado por la válvula de Hasner.

Hay gran cantidad de válvulas que existen en todo el trayecto de la vía excretora,
todas juntas contribuyen al flujo normal de la lágrima, del ojo a la nariz, impidiendo
al mismo tiempo el reflujo de las mismas.

Las válvulas de Bochdalek, situadas en las porciones verticales de los canalículos,


no son propiamente unas membranas que se abren y se cierran sino que cierra el
conducto, como si fuera un esfínter, en el momento del cierre palpebral.

Las válvulas de Foltz son repliegues mucosos situados en la ampolla lagrimal,


donde el canalículo se convierte de vertical a horizontal. Según Foltz, estos
repliegues aparecen cuando se cierran los párpados y desaparecen cuando se
abren. Hay también algunos de estos repliegues a nivel de las porciones
horizontales de los canalículos

La válvula de Rosemüller se sitúa a nivel del canalículo común, antes de su entrada


al saco lagrimal.

La válvula de Beraud o de Krause se sitúa a mitad del conducto nasolagrimal y sus


función está dividida. Unos autores piensan que simplemente es un lugar donde se
remansa la lágrima durante un tiempo y otros opinan que es un estrechamiento del
conducto para impedir el reflujo lagrimal hacia el mar lagrimal.

La válvula de Taillefer también es un estrechamiento de la mucosa que muchos


autores ponen en duda su existencia.

La válvula de Hasner, más conocida por este nombre, recibe también los nombres
de Bianchi y de Cruveilhier. Se sitúa al final del conducto lacrimonasal y se dice que
durante la vida fetal permanece cerrada y en el momento del primer lloro se abre
por presión positiva del conducto. Es la válvula que deber ser abierta más
frecuentemente en los niños, por medio de un sondaje.
ESTRUCTURA DE LA PELÍCULA LAGRIMAL

Se puede decir que la película lagrimal es la sexta capa de la córnea y es


extremadamente compleja. Sus funciones principales son:

• Mantener lisa la superficie corneal, necesaria para la óptica ocular.


Humedecer el polo anterior del ojo (córnea y conjuntiva).
• Evitar la evaporación excesiva.
• Acarrear los detritus celulares y los metabolitos.
• Contribuir a la oxigenación corneal.
• Contribuir a la deshidratación corneal, por ser hipertónica.

La mucina hace que la superficie hidrófoba del epitelio corneal se convierta en


hidrófila permitiendo el intercambio metabólico. Es parte importante de la
nutrición corneal
Es bacteriostática, bactericida y produce inmunodefensas.

El film o película lagrimal está compuesto por tres capas: lipídica, acuosa y mucosa.
Las lágrimas son una secreción mixta compuesta principalmente por una secreción
seromucosa y poco contenido en secreción sudorípara.

Capa externa o lipídica

Formada por ceras y por ésteres del colesterol. Tiene un espesor de 0.05 μ a 5 μ,
dependiendo del momento del parpadeo. Está formada por la secreción de las
glándulas de Meibomio, de Moll y de Zeiss.

Las glándulas de Meibomio están situadas en el espesor de los tarsos, en número


es de 25 a 35 el párpado superior y de 20 a 25 en el inferior. Sus bocas se colocan
detrás de la línea gris del borde palpebral

Las glándulas de Moll son sudoríparas de tipo glomerular y los canales excretores
se sitúan entre las pestañas.

Las glándulas de Zeis son sebáceas, situadas alrededor de las pestañas y su


contenido lo vacían junto al folículo.

Sus funciones son: mantener lisa la superficie corneal favoreciendo la óptica ocular,
evitar la excesiva evaporación acuosa de la lágrima, mantener una viscosidad
continua que contribuye a la uniformidad del espesor de la película lagrimal, unirse
a la capa mucoide a nivel del limbo corneal, mantener la capa acuosa, encerrada
entre dos capas protectoras, que aseguran la humedad y la tersura de la película
corneal comprendida entre los párpados.
El llenado y la presión del borde del párpado superior exprime las glándulas de
Meibomio, dado que estas glándulas ni se contraen ni tienen inervación propia

Capa intermedia acuosa o serosa

Es la capa más importante de la lágrima. Formada por agua en la cual están


disueltos iones de sal inorgánica como el Na, K y CI, glucosa, urea, enzimas,
proteínas y glicoproteínas. Está producida por la secreción de la glándula principal
y accesorias. Tiene un espesor de 6μ a 10μ dependiendo del momento del
parpadeo.

Las glándulas de Wolfring se localizan en los borde periféricos de los tarsos y en los
fondos de saco. Las de Krause se agrupan en mayor número en los fondos de saco
superior y en menor número en el inferior y tienen una estructura histológica igual a
la glándula principal.

La glándula principal y de Galeno producen principalmente secreción refleja y está


localizada en la región temporal y superior a nivel del reborde orbitario.

La secreción basal está producida por las glándulas accesorias de Wolfring, Krause
y Ciaccio, desprovistas de inervación, y su producción asegura, en gran medida, la
humedad normal del ojo. La experiencia ha demostrado que cuando hay una
ablación parcial o total de la glándula principal produce una queratoconjuntivitis
seca, lo cual demuestra que la secreción basal es insuficiente para mantener la
humedad indispensable para la salud del ojo.

La capa acuosa puede subdividirse en dos porciones, una más superficial, donde la
dilución de los elementos que la componen es baja y otra capa más profunda, donde
la concentración es más alta.

Las funciones de esta capa son: humedecer la córnea y la conjuntiva; transportar


los anabolitos y catabolitos que llegan y salen del lecho corneoconjuntival; por ser
hipertónica contribuye a la deshidratación corneal permitiendo salir el agua del
estroma y mantener la córnea transparente.

El contacto de la capa acuosa con la capa lipídica y mucínica produce un


intercambio acuoso, por su composición de moléculas hidrófobas o hidrófilas,
debido a la interacción lípidos-agua y mucina-agua.

La cantidad de secreción acuosa es variada dependiendo de las circunstancias y de


los autores que la investigan, la cantidades son la producción mientras se está
despierto: 0,5 a 2,2 ml
Capa interna mucínica o mucoproteínica

Formada por mucopolisacáridos y glucoproteínas. Secretadas por las células


caliciformes y por las glándulas pilosebáceas de Henle y de Manz que producen las
glicoproteínas de peso molecular elevado, las de peso molecular menor son
secretadas por la células epiteliales. Tiene un espesor de 0.02 μ a 0.05 μ.

Es una capa muy delgada que se adhiere a las microvellosidades de la superficie


de las células epiteliales corneales, a la interfase de la unión intercelular y a las
mismas irregularidades de la superficie celular. La capa mucosa se prolonga dentro
de la capa acuosa por medio de unos filamentos formando una verdadera red que
se entremezcla con su parte posterior y la sujeta.

La mucina conjuntival está formada mayormente por glicoproteínas que permite


explicar las variaciones del volumen y viscosidad del moco en función de su
hidratación.

Las funciones de la capa mucínica son:


Retiene la capa acuosa sobre la superficie corneoconjuntival. Lubricación corneal
para facilitar el deslizamiento palpebral.

Mantiene liso el film lagrimal, parte importante del dióptrico ocular.


Protección mecánica por el deslizamiento de los párpados. Acción bacteriostática
de las glucoproteínas.

TIPOS DE LAGRIMACIÓN.

Hay tres tipos de lagrimación: basal, refleja y psicógena. Cada una tiene una función
específica y su funcionamiento depende de las necesidades del ojo. Hay, también,
una interacción neurogénica y funcional entre las glándulas lagrimales y las
salivares, de aquí que se hacen transposiciones de algunas glándulas salivares a
los espacios subconjuntivales o se transpone el conducto de Stenon para
humedecer el ojo seco.

Innervación.

Es importante conocer el mecanismo de acción de la producción lagrimal a través


del la inervación de la sus glándula secretoras.

En general la regulación neurogénica de la secreción lagrimal proviene del cortex


límbico, de la corteza frontal, del tálamo óptico y de la región hipotalámica. Desde
estos lugares salen las fibras que se conectan con los núcleos y vías
lacrimosecretoras simpáticas y parasimpáticas.
Los estímulos palpebrales provenientes de la piel, pestañas y cejas, la estimulación
de la córnea por el aire, humedad y presión, junto a los estímulos hidrosensores de
sistema excretor, llegan al bulbo espinal, al núcleo lagrimal y de allí, pasando por el
hipotálamo terminan en los diferentes cortex cerebrales.

Los estímulos luminosos provenientes de la retina, llegan al mesencéfalo occipital y


se unen al resto de los estímulos siguiendo el núcleo lagrimal, hipotálamo y cortex.

El cortex envía su respuesta a todas las glándulas lagrimales, pasando previamente


por el asta intermedio lateral cérvicio dorsal y, desde allí, pasando por el ganglio
cervical superior para terminar en la respuesta lagrimal adecuada a cada situación.

El control nervioso de la secreción lagrimal proviene del trigémino, del facial y de las
fibras cervicales del simpático que llegan a la glándula lagrimal hasta llegar al nervio
lagrimal.

La producción refleja puede ser de origen sensorial periférico, estimulando el quinto


nervio craneal (córnea, conjuntiva, piel y nariz) teniendo lugar a través de las fibras
aferentes de la rama del oftálmico del trigémino. Las vías de los reflejos de origen
sensorial central (retina, luz o psicogénica) no están perfectamente definidas
aunque está involucrado el lóbulo frontal, los ganglios basales y el hipotálamo.

El lagrimeo reflejo se produce por estimulación del trigémino por medio de las fibras
parasimpáticas preganglionales, originadas en la calota protuberancial, cerca del
núcleo facial. Pasan por el nervio intermediario del facial, continúan por el ganglio
geniculado para llegar al nervio petroso mayor, por fuera del ganglio de Gasser. Se
unen con el nervio petroso profundo y forman el nervio viridiano, las fibras
preganglionares se juntan con el ganglio esfenopalatino y con las fibras
postganglionares que terminan en la glándula lagrimal a través del nervio
zigomático, rama del nervio maxilar del trigémino.

Los impulsos aferentes son conducidos por el nervio lagrimal procedente de la rama
oftálmica del trigémino. Los impulsos eferentes se dirigen a la glándula por las fibras
parasimpáticas (colinérgicas) del nervio facial, también hay impulsos eferentes del
ganglio esfenopalatino, a través de los nervios orbitarios ascendentes.

Al mismo tiempo es una glándula de secreción refleja, estimulada por reflejos


físicos, químicos, luminosos, psíquicos, etc. y produce, también, secreción basal y
emocional. Hay muchos casos de ablación de la glándula principal que convierten
al ojo en un ojo seco; demostrando que las glándulas accesorias no son suficientes
para mantener por sí solas la humedad ocular, incluso las resecciones parciales de
la glándula lagrimal alteran la producción, casi total de las lágrimas, pues si se
reseca el lóbulo posterior se lesiona la inervación y si se reseca el lóbulo anterior o
palpebral, se lesionan los conductos de salida del lóbulo posterior.

La secreción acuosa cambia con la edad, disminuyendo a medida que se envejece.


Mientras la secreción refleja de la glándula principal está controlada por el
parasimpático, la secreción básica está regida por el simpático que controlan las
glándulas situadas en los párpados y en la conjuntiva

Lagrimación basal o peripatética

Es la secreción lagrimal que mantiene el ojo húmedo cuando no hay estímulos


externos ni internos anormales o excesivos.

En la lagrimación basal intervienen las glándulas accesorias, las células


caliciformes, las criptas mucíparas de Henle, las pilosebáceas y las glándulas de
Meibomio.

Este tipo de lagrimación comienza a funcionar, en los fetos, entre el 6 y 7 mes de


vida intrauterina. Los recién nacidos no vierten lágrimas, sólo tienen una lagrimación
basal suficiente para humedecer la córnea y la conjuntiva. La lagrimación refleja
comienza a las 4 semanas de nacido, teniendo variaciones individuales.

Lagrimación refleja

La lagrimación refleja se produce cuando la glándula lagrimal principal es


estimulada por el arco reflejo del trigémino. El estímulo puede originarse en
cualquier parte del cuerpo. Es variable la aparición de este reflejo pues en algunos
niños comienza a funcionar a las dos semanas después del parto y en otros puede
aparecer más tarde, esto explica el porqué el niño recién nacido cuando llora no
lagrimea. Es frecuente observar este fenómeno que puede prolongarse hasta las
primeras 8 semanas. .

El mecanismo de producción de la secreción refleja es siempre el mismo,


independiente de cuál sea el origen del estímulo, pues la respuesta viene dada por
el sistema parasimpático que actúa sobre las glándulas lagrimales principales y
accesorias y por el simpático para las glándulas de Krause y Wolfring.

Los estímulos pueden ser:

Oculares directos, oculares reflejos, nasales, bucales, faríngeos y esofágicos,


óticos, dolorosos.

Secreción total: la cifra promedio admitida mundialmente es de 21,5 mm en 5


minutos, en individuos sanos y en edades comprendidas entre 20 y 40 años.

Lagrimación refleja psicogénica

La secreción psíquica se desarrolla entre el 2 y 4 mes de nacido.


Este tipo de lagrimación es producido por un estado anímico que puede ser patético
y/o estético.

COMPOSICIÓN DE LAS LAGRIMAS

Características físicas

Humedad: 98% de agua y su peso es de 1,004 a 1,005. Evaporación: 2,2 a 3,7


ml/hora/cm2
pH. alcalina: 7,3 y 7,7, con variaciones normales que van de 6,5 a 7,5.

Osmolaridad: Medida con micrométodos, promedio que oscila entre 302 a 310
mOsm/l.

Viscosidad: 0,3 dina/cm.


Conductibilidad térmica: Coeficiente K de la fórmula de Fournier es 2 144. 10-5.
Índice de refracción: 1,336 a 1,337 (próximo al de la córnea). Conductancia: 0,5.
10-5 mho
Tensión superficial: 40 a 43,2 dina/cm.
Temperatura: 30 C y 35 C; con los ojos abiertos desciende 1 C, y con los ojos
cerrados sube 0,5 C.

Características químicas

Gases:
Oxígeno. equivale a una atmósfera de 7,7% de oxígeno a una presión de 55 mm.
Hg., equivalente a una presión de 120 a 130 mm. Hg.
Co2: 27,5 mm. Hg.

Electrolitos:
Na: 134 a 170 mM/l = 3.2 g/l.
K: 20 a 40 milimoles/l. mM/1=585 mg/l.
Magnesio. 20.5 mg/l.
Ca: 28.4 mg/l. Hierro: 0.86 mg/l. Cobre: 1,35 mg/l.
Zinc y manganeso: Trazas.

Aniones:
Bicarbonatos: 26 mEq/l. ClNa. 130 mEq/l 8-10 g/l.
Fosfatos: 8- 1 0 mEq/l

Compuestos orgánicos:
Urea: 4-7 milimoles. Amoníaco: 50 mg/l. Glucosa: 0,5 milimoles.

Acidos Orgánicos:
Pirúvico.- 41 mg/l. Cítrico: 6 mg/l.
Láctico. 1,25 milimoles.

Vitaminas:
Ac. ascórbico: 1,4 mg/l. B12: 250 m/l.
B2: Trazas.
Retinol: 16 ± 2 m/l.

Acidos Aminados: 50 mg/l.


Colesterol: 0,1 a 0,8 milimoles.
Proteínas totales: 6 a 10 mg/l.
Proteínas séricas:
Albúmina: 50 mg/l
Inmunoglobulina G. 3 a 5 mg/l.
Haptoglobulina: 1,04 mg/l.
Alfa -2- macroglobulina: 0,63 mg/l.
Inmunoglobulina A: 100 mg/l (±50 a 200 mg/l).
Inmunoglobulina E: Trazas.
Inmunoglobulina M: 1,84 mg/l
Transferrina o Siderofilina. 15 mg/l.
Alfa -2- antitripsina: 26 mg/l.
Beta -2- microgiobulina. 10 mg/l.
Alfa -1- antitripsina: 1-20 mg/l. Zinc-Alfa -2- glucoproteína: 10 mg/l.
Lactoferrina: 1,45-2 g/l. Proteínas del complemento:
C3: 3,12 mg/l.
C3: Convertasa. 1,1 mg/l
MECANISMO DE ELIMINACIÓN LAGRIMAL

El mecanismo de eliminación de las lágrimas está en continúa discusión. Son varios


los factores que entran en juego y no hay uno solo que sea la única causa. De todos
ellos el parpadeo parece producir la mayor proporción de drenaje, pues se elimina
hasta un 75% de la producción total y el 25% restante se elimina por evaporación.
La clínica lo comprueba pues en las lesiones del canalículo superior la epífora no
existe o es mínima, en cambio cuando la lesión es en el canalículo inferior la epífora
es abundante.

Saco lagrimal.

Lester Jones hizo la disección cuidadosa de las estructuras que rodean la fosa
lagrimal y que explican, en parte, el mecanismo de la salida de las lágrimas. Se
ponen de manifiesto las inserciones de los tendones de las porciones preseptales y
pretarsales del músculo orbicular. Forman un anillo alrededor de la fosa lagrimal y
al producirse los mecanismos de apertura y de cierre ensancha o cierra el saco,
acortando o alargando el canalículo lagrimal; todo ello junto se comporta como una
verdadera bomba aspirante-impelente.

Al cerrarse los párpados se produce un ensanchamiento del saco lagrimal por


contracción del orbicular. El ensanchamiento sacular produce una presión negativa
intrasacular que atrae, hacia él, las lágrimas acumuladas en el fondo de saco
lagrimal. Se acortan los canalículos ayudando el paso de las lágrimas.

Los párpados comienzan a cerrarse por su parte temporal y terminan su movimiento


en la parte nasal, empujando las lágrimas hacia los puntos lagrimales. La aposición
mecánica de ambos párpados ocluyen los puntos lagrimales reforzando la presión
negativa del saco, causando un mayor vacío. Así todo el sistema excretor está lleno
de contenido acuoso.

Cuando se abren los párpados el tarso se eleva, se relaja el orbicular y su inserción


a nivel de la fosa lagrimal, se estiran y se ensanchan los canalículos y las paredes
del saco se contraen. Todo ello crea una presión positiva intrasacular empujando
las lágrimas al meato inferior.

Parpadeo.

El cerrar los párpados, en el momento del parpadeo, crea sobre la lágrima una
fuerza positiva determinada por la presión externa de los párpados sobre el globo
ocular y empuja la lágrima hacia los puntos y canalículos. Una vez en los canalículos
es músculo de Horner ayuda al fluir de la lágrima.
Al cerrarse los párpados hay un desplazamiento lateral de los puntos lagrimales,
movilizan el río lagrimal que está en el mar lagrimal y lo empujan hasta los
canalículos. Es conocido que los puntos, superior e inferior, no coinciden y no se
superponen al cerrarse los párpados, el superior está ligeramente desplazado hacia
la parte temporal. Con el parpadeo se produce un desplazamiento horizontal
contrapuesto de ambos puntos que movilizan la lágrima hacia el canto interno.

Al cerrar los párpados la lágrima es empujada hacia abajo, sobre todo hacia el
ángulo externo donde se sitúa la cisterna lagrimal y, al cerrarse se unen los
meniscos superiores y los inferiores y son empujados hacia el canto interno. La capa
acuosa arrastra la mucina degradada y la lipídica para ser expulsadas en su
conjunto.
Al abrir los párpados el río lagrimal asciende arrastrado por la succión del menisco
superior uniéndose a la capa lipídica. A nivel del canto externo se acumula la lágrima
que proviene de la glándula y es la lágrima que continuamente está nutriendo al río
lagrimal que se va eliminando por evaporación y por gravedad.
Al mismo tiempo al cerrarse los párpados producen una fuerte presión sobre el
globo ocular y la contracción de la porción pretarsal del músculo orbicular exprime
el contenido lipídico de las glándulas de Meibomio.

Evaporación.

La evaporación directa de la lágrima contribuye a la eliminación de la capa acuosa,


no siendo un factor determinante a no ser que el individuo esté en corrientes de aire
o aire acondicionado.

La lágrima basal se elimina casi íntegramente por evaporación y cuando hay


hipersecreción es la evaporación nasal. Este proceso se efectúa por la corriente
aérea nasal cuando pasa por la desembocadura del canal nasolagrimal, creando
una baja presión, una vez drenada la lágrima en la fosa nasal. Esta corriente,
también, aspira por vacío, la lágrima que está en el conducto lacrimonasal y,
además de humedecer el aire aspirado por la nariz, moja la mucosa y evita que se
seque. Se calcula que en una atmósfera exterior del 40% de humedad, un 8% de la
producción lagrimal es eliminada por evaporación. En ojos secos la evaporación es
casi el doble, lo mismo que cuando el grado de humedad es menor.

Gravedad.

Se arguye que la simple presión de un liquido que se acumula en una región y tiene
un punto de salida, lógicamente tiende a salir por la simple gravedad. A esto hay
que agregar que la vía lagrimal actúa como un sifón acodado y cuando se acumula
la lágrima en el lago lagrimal el peso de la columna del conducto descendente es
superior al tramo ascendente y de menor peso y por lo tanto la lágrima sería
succionada hasta el meato inferior. A todo esto hay que agregar, y está demostrado,
que el paso es más rápido y con más volumen cuando la persona está sentado o
de pie que cuando está acostada.

Capilaridad.

La capilaridad se basa en la propiedad de algunos líquidos de caminar por un tubo


por medio de las fuerzas moleculares de superficies antagónicas de cohesión y
adhesión.

La cohesión o tensión superficial es la fuerza de atracción de dos moléculas de un


liquido. La adhesión es la fuerza de atracción de un liquido con las paredes que lo
contienen.

La unión de la gravedad, capilaridad y el parpadeo juntos forman en conjunto más


determinante.

Válvulas lagrimales.

Hay algunos autores que estiman que las válvula lagrimales no influyen en la
expulsión lagrimal, otros dicen que también juegan algún papel, pero no hay duda
que cada una de ellas contribuye al empuje de las lágrimas hacia el meato inferior.

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