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Ataxia

Objetivo:
-Perder el miedo a la caída.

-Mejorar la coordinación en miembro superior e inferior.

-Mejorar el equilibrio: control del tronco.

-Marcha estable.

Terapia de ejercicios:
Ejercicios de fortalecimiento.
La terapia física para la ataxia de Friedreich incluye ejercicios de fortalecimiento de baja intensidad que
apuntan a prevenir la inmovilidad y preservar la funcionalidad de las extremidades superiores e
inferiores. Se debe tener cuidado para evitar la fatiga durante estos ejercicios; deben repetirse con menos
frecuencia con pesos bajos y separados por períodos de descanso suficientes.

Los ejercicios de fortalecimiento para los músculos de la cadera y los hombros ayudan a mantener la
postura y la función de los brazos y las piernas. Los ejercicios de fortalecimiento de la espalda baja y el
tronco ayudan a reducir el dolor causado por la escoliosis (curvatura de la columna vertebral) y mantienen
el control del tronco.

Ejercicios de estiramiento.
El estiramiento de los músculos de las piernas y el arco del pie son importantes para los pacientes con AF
debido a la presencia típica de deformidades en el pie llamadas pes cavus. El estiramiento de la columna
ayuda a relajar los músculos tensos que resultan de la escoliosis. Si el paciente está en una silla de ruedas,
también puede ayudar a estirar los isquiotibiales y los músculos de la cadera para evitar las contracturas
(acortamiento permanente de un músculo).

 Ejercicios de coordinación (entrenamiento de la marcha)


Se recomiendan ejercicios de coordinación para pacientes con ataxia para facilitar la propiocepción
(sensación de movimiento, posición y equilibrio), que se pierde en la FA. En los ejercicios de coordinación,
se recomienda al paciente que «observe» su movimiento, ya que esto le dará retroalimentación al cerebro
y le proporcionará entrenamiento en la marcha. Puede ayudar si los pacientes observan sus pies mientras
caminan para mejorar la colocación de los pies y poder ver dónde están sus pies. Un espejo puede ser útil
durante estos ejercicios para obtener retroalimentación visual.

Las actividades de coordinación pueden incorporarse a las tareas funcionales diarias, como cocinar, hacer
manualidades, escribir o bailar, con instrucciones para que el paciente observe su movimiento siempre
que sea posible.

El terapeuta a menudo usa un dispositivo apropiado para garantizar la seguridad durante el entrenamiento
de la marcha. Los enrolladores son útiles porque se deslizan suavemente y la mayoría de ellos tiene un
asiento para descansar. Es importante mantener la locomoción doméstica y el peso sobre las piernas,
incluso si el paciente tiene que confiar en una silla de ruedas para la movilidad.

 Ejercicios de equilibrio.
Los ejercicios de equilibrio pueden ayudar a mejorar o mantener el equilibrio y la estabilidad al sentarse,
pararse, caminar y moverse. El paciente debe estar entrenado para evitar el riesgo de caídas y debe recibir
instrucciones para hacer estos ejercicios frente a un espejo o para enfocar los ojos en un objeto inmóvil
mientras los realiza. También puede ayudar si el paciente se concentra, o piensa en mantenerse estable, al
mismo tiempo que piensa en pensamientos positivos sobre el desempeño de la tarea o el ejercicio.

 
Acondicionamiento.
Los ejercicios cardiovasculares también deben ser enfatizados para pacientes con AF. El ejercicio
moderado generalmente no está contraindicado para los pacientes con AF, ya que las anomalías cardíacas
no son de naturaleza oclusiva o esclerótica. Una bicicleta estacionaria puede ser útil ya que el paciente
puede sentarse en una base estable mientras hace ejercicio. La natación u otros ejercicios acuáticos
también son beneficiosos y fáciles de realizar, ya que los déficits de equilibrio y coordinación tienden a ser
menos evidentes y limitantes en el agua.

Ejercicios para mejorar la ataxia.


Decúbito supino (tumbado boca arriba):

· Aproximar y separar la pierna con la rodilla estirada, arrastrándola por la cama, sin elevarla.

· Llevar el talón de un pie (dcho), hacia la rodilla de la pierna contraria (izda), y desde esa
posición, arrastrar el talón (dcho), por la pierna (izda), hasta llegar al pie izdo).

· Con las rodillas flexionadas, y los pies apoyados sobre la cama, llevar el talón, hacia distintas
posiciones, que el fisioterapeuta, u otra persona, marque. (Los distintos puntos, pueden estar
colocados en el espacio, o en la pierna contraria.

· Doblar una rodilla arrastrando el talón por la cama, sin levantarlo de la misma, mientras la otra
rodilla permanece estirada. Según vamos estirando la rodilla, iremos doblando la contraria. (Tanto
para doblar como para estirar, el talón permanece apoyado en la cama).

· Con las rodillas dobladas, y los pies apoyados en la cama, Llevamos una de ellas hacia
separación, hasta contactar la parte externa del muslo, con la cama. Según vamos llevando ésta
a la posición inicial, la contraria, se dirige a contactar la parte externa del muslo, con la cama.
(Una pierna va hacia aproximación, a la vez que la otra va hacia separación).

· Doblar ambas rodillas al mismo tiempo, y desde la posición flexionada, separar las rodillas (no a
la máxima abducción). Volver a la posición de partida y extender las piernas.

Sedestación (paciente sentado):

· El fisioterapeuta marca varios puntos fijos con la mano ( en el espacio, o en el suelo), y el


paciente debe tocarlos con la punta del pie, de forma precisa.

· El fisioterapeuta marca varios puntos móviles, y el paciente debe seguirlos con la punta del pie,
sin separar ésta, de la mano del terapeuta.

· Llevar el talón de una pierna (dcha) hasta la rodilla de la pierna contraria (izda), y deslizarlo a lo
largo de la tibia (izda), hasta llegar al suelo. No despegar en ningún momento, el talón de la
pierna.

· Colocando los pies un poco para atrás, y paralelos el uno al otro, impulsar su tronco hacia
adelante hasta ponerse en bipedestación extendiendo bien las rodillas. Colocando la espalda
bien recta, y con la mirada al frente. (intentarlo sin apoyarse con las manos).

Posteriormente, volver a sentarse, de forma lenta y controlada.

· Levantar una rodilla y la otra alternativamente hacia el pecho. En esta posición, debe
mantenerse unos segundos, y posteriormente, volver a apoyar el pie en el suelo, primero el talón
y luego la puntera, de forma lenta y controlada.

Bipedestación:
· Carga del peso sobre un pie y otro alternativamente para tomar conciencia del apoyo unipodal.
Primero con la ayuda de un espejo para un mejor apoyo visual, y después sin éste. (intentar
hacerlo sin ayuda de las manos).

Ejercicios de reeducación de la marcha:

1-Deambulación lateral con ayuda de las paralelas. Comenzar con pasos más cortos, y continuar
por unos más largos.

2- Deambulación hacia delante:

· Elevando bien las rodillas, y apoyando primero el talón y después la puntera.

· Elevando la rodilla para llevar el talón de una pierna hacia la rodilla contraria; de esta forma,
dejar arrastrar el talón a lo largo de la tibia, hasta llegar al suelo donde apoyaremos primero el
talón y luego la puntera.

3- Deambulación hacia atrás: apoyando primero la puntera y después el talón.

4- Deambulación sobre marcas específicas señaladas sobre el suelo.

5- Deambulación sorteando obstáculos, en terrenos lisos, más rugosos sería interesante caminar
sobre distintos espesores de arena…). Una vez que esté superado, podemos caminar portando
objetos. En todo momento, intentar mantener la posición erguida, con la mirada hacia el frente.
Es muy útil, el apoyo visual con un espejo.

6- Deambulación por una rampa.

7- Subir y bajar el peldaño de una escalera.

8- Realizar giros, hacia un lado y otro. Al principio, sin marcar unos límites concretos, y después,
sin salirse de los límites marcados por el fisioterapeuta.

EXTREMIDAD SUPERIOR: (en distintas posiciones)

· Llevar cada dedo, hacia un punto fijo marcado en el espacio, por el fisioterapeuta, de forma
precisa y directa. Se puede realizar también, llevando el dedo, a puntos concretos de la cara del
paciente (nariz, boca, oreja derecha…).

· Colocar un aro, en distintas posiciones, e intentar introducir cada uno de los dedos, por el
mismo, sin tocarlo. Se añadirá dificultad colocando cada vez un aro más pequeño.

· El terapeuta coloca algún objeto, en distintas posiciones, y el paciente debe cogerlo, con las
distintas pinzas manuales: pulgar-índice, pulgar-medio… Este ejercicio, puede complicarse, en el
momento en el que se soliciten los músculos abdominales, colocando el objeto bastante arriba,
para que eleve el tronco, o hacia los lados, de manera que tenga que girarlo.
MARCHA TABETICA

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