La habitación en Arlés (octubre 1888)

Contexto
Vincent Willem Van Gogh (1853- 1890) fue un pintor neerlandés y uno de los
principales exponentes del postimpresionismo. Pintó unos 800 cuadros y realizó más de
1600 dibujos. No alcanzó fama durante su vida pero su trabajo se hizo extremadamente
popular postumamente. Su estilo distintivo de pintura, caracterizado por colores llamativos
y pinceladas expresivas, tuvo una profunda influencia en el arte del siglo XX.

Su estadía en París significó para el autor una época de estudio, renovación y

experimentación. Allí se vinculó con artístas como Lautrec, Pissarro de quien aprendió los
conceptos impresionistas de la luz y Seurat quien lo acercó al puntillismo, técnica que
más tarde Van Gogh calificó como “un gran descubrimiento”. Esto marcó un cambio en su
obra, ya que abandonó el uso de los colores oscuros, propios de su etapa holandesa, y
comienzó a dominar la técnica de dividir tonos y el uso de gamas claras. En esta etapa se
especializó en el retrato y el paisaje. Además, comenzó a utilizar las pinceladas
ondulantes y los amarillos, verdes y azules intensos que terminaron por caracterizar su
gran obra.

En 1988 se trasladó al sur de Francia (después de su experiencia en París) a

buscar la intensa luz y los colores vibrantes de Arlés. Aquí pinta unos 150 cuadros a lo
largo de un año, siendo de los más populares “Los Girasoles”, “Autorretrato” y “La
habitación en Arlés”, del que luego pintaría dos copias más. La primera se encuentra en el
museo Van Gogh de Amsterdam y la realizó en octubre de 1888 en un tamaño de 72x90
cm. La segunda versión es en el mismo tamaño y se conserva desde 1926 hasta la
actualidad en el Instituto de Arte de Chicago. La tercera versión es de tamaño más
reducido, 57,5x 74 cm, y desde 1959 forma parte de la exposición permanente de Museo
de Orsay en París.

Durante esta época también compartió algún tiempo con el pintor Gauguin en la
famosa “casa amarilla”, una convivencia que finalizó con el holandés cortándose el lóbulo
de la oreja izquierda. Sobre este acontecimiento existen varias teorías pero hasta hoy
sigue siendo uno de los grandes misterios del mundo del arte.

La habitación en Arlés

Influenciado por el arte oriental, pintó en capas planas y libres como los
grabadosres japoneses (Ando Hiroshige y Hokusai). Utilizó perfiles gruesos y subrayados,
colores intensos y planos con ausencia de sombras. Además de la representación
figurativa, se pueden observar detalles que dan algunas pistas de su necesidad de
tranquilidad y aislamiento. Esto se puede apreciar en las dos puertas bloqueadas, una por
la pata de la cama y la otra por una silla. Esto intensifica la idea de que era un lugar de
descanso y desconexión.

En una de sus cartas a su hermano Theo, Vincent le explicó que quería expresar
la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio mediante el simbolismo de los
colores. Esto lo hace utilizando lila claro para las paredes, rojo cálido apagado para el
suelo, amarillo cromo para silla y cama, verde limón para almohadas y sábanas, la manta
roja sangre, la mesa de higiene anaranjada, la palangana y la jarra azules y verde intenso
para la ventana.

Análisis formal:

En primer plano se sitúa la cama que pareciera que avanzara hacia afuera del
cuadro. Este efecto se acentúa por la utilización de colores cálidos. A la izquierda el
primer plano se va alejando, para ello utiliza líneas de fuga marcadas en el piso de
madera. Con esto consigue arrastrar la mirada hacia el fondo de la habitación donde se
halla la silla más pequeña. Aquí el punto de vista vuelve a situarse en el primer plano,
gracias a la posición oblicua de la mesa, la silla y el ángulo de la ventana entornada. De
esta forma consigue que la habitación no este quieta.

Conclsuión:
La perspectiva genera inestabilidad y los colores son demasiado intensos para
transmitir la paz a la que él se refería.