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Historia de Vincent Van gogh

Fue muy constante en dos cosas, en su relación con su hermano y en su amor por la pintura, a
partir de que, a los veintisiete años, decidió ser pintor. Con el fin de prepararse para ello,
empezó por copiar dibujos de un pintor a quién admiraba: Jean-François Millet.

Como para él no era fácil comunicarse con los demás, escogió el camino del arte para expresar
sus sentimientos. Los temas que en esa época trató fueron los relacionados con mineros y
campesinos, por quienes sentía una gran simpatía, pues eran gente trabajadora y sufridora.

En esos días le escribió a su hermano la siguiente carta: "Querido Théo: Estoy copiando dibujos
y creo que si los vieras no los encontrarías tan mal. Si ya tienes los que te pedí de Millet, el
pintor que tanto me gusta, envíame los en cuanto puedas. No te preocupes por mí, si logro
continuar dibujando me sentiré bién. He interrumpido mi trabajo para escribirte y tengo prisa
por continuarlo, de manera que me despido. Te mando un fuerte y cariñoso abrazo. Vincent”.

A Vincent le gustaba copiar la naturaleza, pero -como él decía- "no lograba ponerse de acuerdo
con ella". Así pues, optó por crear una naturaleza propia utilizando sus colores y su
imaginación. Sin embargo, podría decirse que a Van Gogh, más que la naturaleza le interesaba
la atmósfera. Captar en sus pinturas la transparencia del aire, las partículas de luz, se convirtió
en su mayor ambición.

A este respecto le escribió a su hermano: "Mi querido Théo: Es todo un reto pintar la
atmósfera, pero he descubierto que cuando uno realmente quiere hacer algo, lo logra". Van
Gogh fue siempre un hombre solitario y su naturaleza autodestructiva le condujo años más
tarde al borde de la locura. Padeció epilepsia hereditaria y en una crisis de locura se cortó el
lóbulo de la oreja

En su etapa de Provenza realizó numerosos paisajes e interiores, donde resalta la pincelada


sinuosa, como El olivar y El campo de trigo amarillo, y multitud de retratos, que constituyen lo
más característico de su obra y de los que es muestra representativa Autorretrato con la oreja
cortada.

Finalmente, en el asilo de Saint-Remy ejecutó algunas de sus mejores obras, con un estilo cada
vez más exaltado, como Autorretrato y Los cipreses bajo la luna. Cuando tenía treinta y tres
años, Vincent, con la ayuda de Theo, se fue a vivir a París.

En esa ciudad, visitó todos los museos y entabló relación con varios pintores, con quienes se
desvelaba bebiendo ajenjo y platicando sobre su tema favorito: la pintura. Así pudo ampliar
sus conocimientos pictóricos, lo que se reflejó en su técnica.

Empezó a utilizar un trazo grueso y vigoroso, añadió a sus pinceladas puntos, rayas y pequeños
cuadros y, sobre todo, adoptó los colores puros. El paisaje de vivos colores le cautivó, y realizó
del mismo unos doscientos cuadros hermosísimos, incluidos los Girasoles y la Noche estrellada

Para recobrar sus fuerzas, decidió irse a vivir a un lugar más tranquilo y con mejor clima.
Escogió una tibia y luminosa región del sur de Francia que le ofrecía, además, una gran riqueza
de colores. Ahí se deslumbró con el dorado resplandor del sol, el intenso azul del cielo y el
brillo de las estrellas que alumbraban la noche. Al recorrer los campos iluminados por el
amarillo-naranja de los girasoles y por el oro viejo del trigo maduro Van Gogh volvió a sentirse
niño y se apoderó de él una gran alegría de vivir. Todo esto se reflejo en sus pinturas.

Sus vigorosas pinceladas hacían que los objetos representados en ellas parecieran dotados de
movimiento, como si estuvieran animados por intensas emociones. Su paleta de pintor se fue
llenando de colores vivos, y en ella mezcló el verde con el rojo, el azul con el naranja, el violeta
con el amarillo. Su colorido guardaba poca relación con la realidad, pero !eso que importaba!,
era su creación. No fue un pintor reconocido en vida, pero alcanzó gran celebridad a partir,
sobre todo, de la exposición retrospectiva de 1891 en el Salón de los Artistas Independientes.

En la actualidad sus cuadros alcanzan cifras récords en las subastas de arte. A pesar de haber
tenido una carrera de sólo 10 años (1881-1890) su obra fue muy productiva: alrededor de 871
pinturas, de las cuales 463 las realizó durante los últimos treinta meses de su vida, tiempo en
el cual trabajó con ferviente frenesí.

Expresionismo

Corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más
que la representación de la realidad objetiva. El movimiento expresionista apareció en los
últimos años del siglo XIX y primeros del XX como reacción frente a los modelos que habían
prevalecido en Europa desde el renacimiento, particularmente en las anquilosadas academias
de Bellas Artes. El artista expresionista trató de representar la experiencia emocional en su
forma más completa, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna y de
las emociones que despierta en el observador. Para lograrlo, los temas se exageran y se
distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.

porque a través de sus obras expresa sus sentimientos y emociones, representando la


naturaleza interna despertando emociones en el espectador. Además sus trazos exagerados y
la utilización de mucho color intensifica la expresión mostrando la realidad de una forma muy
personal:

En la pintura Jarro con doce girasoles, pintado en agosto de 1888, Van Gogh buscaba el
espíritu del simbolismo. La meticulosidad de las flores contrasta con la caótica situación de las
hojas así como la pastosa aplicación del color que, delante del fondo azul claro, consigue que
el cuadro tenga un significado que va más allá que la simple reproducción de las flores. Expone
la imaginación del artista y su gran fuerza expresiva y esta fuerza exigía un gran delirio de
sentimientos.53

Durante este mes de agosto realizó cuatro pinturas sobre girasoles: primero con tres flores,
después con cinco, hasta llegar a la de los doce girasoles sobre un fondo azul, y otro con
quince girasoles sobre fondo amarillo.

Antes de la llegada a Arlés de Gauguin, le envió un autorretrato, con el título de Autorretrato


como un bonzo, cuadro en el que es evidente su identificación con el japonismo, ya que se
retrató con la cabeza rapada al estilo bonzo.54
Gauguin fue el que impulsó a Van Gogh para que pintase lugares históricos de Arlés y así
trabajaron juntos y pintaron la serie de vistas de Alyscamps. Escogieron diferentes motivos,
Gauguin pintó un paisaje con un encanto pintoresco y más bien refinado, mientras que Van
Gogh escogió un paseo enmarcado por altos álamos que tenían un color amarillo puro que
contrastaba con el verde-azul del cielo. En cambio el color empleado por Gauguin era mucho
más tímido. Se pintaron mutuamente, Gauguin pintó de perfil a Van Gogh y éste pintó a
Gauguin de espalda

Van Gogh necesitaba siempre copiar in situ, fuesen paisajes o un modelo. Su


temperamento exaltado quiso demostrarlo por la vía del color

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