Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CLASE 3
LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD
1
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Erik Erikson –
2
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Es así en que en cada fase o edad del desarrollo, la persona debe afrontar y
dominar problemáticas cuyos modos de resolución se definen
culturalmente. El tránsito de una fase a la otra se podrá dar tan pronto
como la persona esté preparada desde lo biológico, desde lo psicológico y
desde lo social. La transición será posible realizarla adecuadamente
cuando se logra cierto grado de madurez y desarrollo apropiado.
3
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Para tal fin es necesario que presentemos un cuadro que desarrolla el autor
con la finalidad de tener una visión clara y completa de la totalidad del ciclo
vital con sus correspondientes antítesis críticas (o crisis psicosociales), los
estadios y modos psicosexuales, los radios de relaciones significativas, las
fuerzas básicas y la posible patología básica.
Así tenemos:
2– Anal, uretral,
Niñez muscular Autonomía Personas voluntad compulsión
temprana (retentivo VS. parentales
1,5 a 3 eliminatorio) Vergüenza –
años duda
4–
Edad Industria Vecindad, Competencia Inercia
escolar Latencia VS. escuela (inacción)
6 a 12 Inferioridad
años
4
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
5- Grupos de Repudio
Adolescen Pubertad Identidad VS. pares. Fidelidad (adolesc.
cia Confusión de Exogrupos. crítico,
12 a 21 identidad Modelos de oposicionista,
años liderazgo rebelde)
6– Partícipes en Amor
Juventud Genitalidad Intimidad VS. amistad, sexo, (fusión de Exclusividad
21 a 27/28 Aislamiento competencia y identidades (insatisfacción
años cooperación sin temores) )
7– Generatividad Trabajo
Adultez Procreatividad VS. dividido Cuidado Actitud
28 a 65 Estancamient y casa rechazante
años o compartida
8– Sabiduría
Generalización Integridad Especie (sensación de Desdén
Vejez de los modos VS. humana- plenitud, de (desprecio)
65 años en sensuales Desesperanza Mi especie asunción de
adelante lo hecho y de
lo no hecho)
5
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Podemos citar a modo de ejemplo los casos estudiados por el Dr. Spitz en
relación a lo que él denominó “depresión anaclítica y marasmo” en donde
podemos apreciar algunas relaciones con lo descripto por Erikson en relación
a esta polaridad.
Esta confianza básica en tanto fuerza, ayuda a iniciar nuestras vidas con
“algunas seguridades” y obrará como soporte y como estructura
fundamental sobre la cual se irá construyendo la identidad, en especial la
identidad “sana”.
6
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
A esto señalado recién, debe sumársele que a esta edad todos los niños
normales caminan y por ende “andan buscando donde tocar”, es decir que
necesitan empezar a conocer el mundo que antes sólo lo veía a la distancia o
se lo contaban o se lo acercaban. Ahora debe aprender a dominar la marcha
y a utilizar el espacio, explorarlo y conquistarlo sin temores.
Entonces nos encontramos con niños que controlan esfínteres y que además
caminan, es decir que ha cambiado significativamente su relación con el
agente maternante a tal punto que el radio de relaciones significativas se
encuentra extendido a las personas parentales.
7
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
La autonomía no sólo tiene que ver con el desplazamiento sino que también
se relaciona con el NO, con las normas sociales, con el bien común, con el
YO social, con el deber ser.
Es tal vez por esta razón que a esta edad ocurran los denominados
“berrinches” en donde el niño estaría diciéndonos que no quiere aceptar la
norma social de “no comer chocolate en este momento”, por ejemplo. Este
mismo NO es el que a esta edad comenzamos a utilizar los padres con
nuestros hijos que empiezan a andar, desplazarse y “tocar lo que no deben”,
tanto es así que cuando vemos que se va desplazando hacia algún objetivo
que consideramos “peligroso” le decimos o gritamos NO, que es una
herramienta que nos permite reprimir a distancia. Recuerden a Spitz cuando
propone el tercer organizador de la vida psíquica, el NO gestual y simbólico.
8
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Por ejemplo, supongamos que nuestro Carlitos está haciendo sus primeros
pasos en el control de esfínteres, se encuentra en esta edad y justo hoy su
mamá se encuentra en un mal día y “explota” por encontrar el colchón de la
camita mojado, entonces a modo de castigo-aprendizaje coloca el colchón
en el balcón no sólo para que se seque sino que además le dice a Carlitos
“ahora se van a enterar tus amiguitos que te hiciste pis en la cama”.
Veamos algo acerca de la fuerza básica de esta edad que es la voluntad, sin
ella no podría el niño haber soportado haber hecho tanto esfuerzo para
aceptar la sociedad con sus normas, para internalizar a la cultura,
entendiendo a la voluntad como una fuerza absolutamente positiva.
9
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Entre estos años el niño entra en la trama conocida como edípica por tener
que resolver el triángulo de interrelaciones recíprocas entre él y sus padres o
mejor dicho, con el progenitor del mismo sexo. Es por estas razones que el
niño demanda amor en exclusividad y se ve obligado, en esta etapa, a
renunciar a las fantasías y deseos incestuosos con el progenitor del sexo
opuesto para poder así pasar a identificarse con el progenitor del mismo
sexo.
Es decir, que son los padres quienes van a “transmitir” la cultura y las
normas a sus hijos y depende de cómo sean estos padres, será la forma o
manera en que se graben en nuestra conciencia los modelos fundamentales
a seguir durante el resto de nuestras vidas. Este proceso, en realidad, durará
toda la vida.
10
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Erikson aquí afirma que el conflicto de esta edad está planteado en términos
de:
Sin duda que la posibilidad de que esto ocurra guarda estrecha relación con
un sustrato fisiológico que es la posibilidad del control de esfínteres y de la
marcha, o sea, que ahora el niño empieza a volcarse más hacia el mundo
exterior, hacia el conocimiento, el descubrimiento.
La culpa se encuentra relacionada con todo lo que tiene que ver con el
drama edípico, con las identificaciones, con la estructuración del aparato
psíquico, con la presencia y acción del Súper YO.
11
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Por eso es de suma importancia que en esta etapa las madres comprendan
que sus hijos deben ir al jardín de infantes pues facilita el ejercicio de la
iniciativa y permite el desprendimiento dando lugar a la formación de la
propia identidad y del sentido de lo social.
Es de tal importancia esta cuestión que por efecto de la culpa se puede dejar
de hacer todo tipo de cosas y acciones con el objeto de dejar de sentir los
reproches internos provenientes del Súper YO, es algo así como: “mejor no
hago nada así no me molestan y me castigan”, o dicho de otra manera: “al
final quieren que crezca pero cuando tomo la iniciativa para ser yo mismo,
me reprochan”.
Así planteadas las cosas, cada familia o cada tipo o modalidad familiar
pueden conformar diversos tipos de vínculos de la siguiente manera:
12
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
13
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
El mundo de sus pares pasa a ser tan importante como el mundo de los
adultos y estos pasan a constituir los nuevos referentes y modelos para el
proceso de identificación y construcción de la identidad, estos pasan a ser
referentes extrafamiliares, comienza a haber “otros” a quien mirar, imitar,
copiar.
14
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Todas estas cuestiones deben ser tenidas en cuenta sobre todo al evaluar el
ingreso del niño a la escuela primaria.
15
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
HIJOS PADRES
ambivalencia y desprendimiento
crítica hacia las hijo-niño
figuras parentales
16
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
17
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Ya es sabido que los adolescentes oscilan entre avanzar hacia una imagen
cultural de la adultez y una regresión hacia actitudes y modalidades de
etapas anteriores. Por esto la representación de roles y la facilitación de esta
tarea juntamente con las incursiones en la fantasía, pasan a constituir el
modo más apropiado y “saludable” de manejar la difusión de la identidad.
Llegamos a la sexta de las edades que propone Erikson en las ocho edades.
Haciendo una sutil y práctica diferencia en esta edad adulta la divide, para
un mejor entendimiento, en juventud, que se equipara con el adulto joven a
la que seguirá la adultez propiamente. No es casual que hagan esta
diferenciación, muchos autores hacen referencia a una adolescencia cada
vez más prolongada desde lo social, en tanto que Erikson lo pasa a llamar
“juventud o adulto joven”, dando a entender que todavía le falta un poco
para ser un adulto completo.
Debe la persona enfrentarse con una nueva tarea de crecimiento, con una
definición más clara de la propia identidad. El adulto tiene la posibilidad de
vivir y compartir situaciones de intimidad o por el contrario, evitarlas
18
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
19
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Dice Erikson que el hombre maduro “necesita sentirse necesitado”, por eso,
la posibilidad de transformarse en adultos generativos implica
necesariamente tener que asumir los roles de procreación tanto en lo
biológico, psicológico, social, económico, etc., para ser adultos completos,
esto nos conduce necesariamente a la siguiente de las edades que propone
este autor.
Tal como señalamos recién, en esta edad aparece como importante todo
aquello que tenga que ver con confirmarle al adulto que es un ser que
“sirve”, resultan muy importantes las relaciones vinculares
fundamentalmente aquellas que se apoyan en la generatividad, esto es,
relaciones que le permitan al adulto “generar”. La persona continúa así
instalada en una situación de productividad.
20
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
21
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
Este arribo puede llevarse adelante desde una actitud de integridad yoica o
desde la desesperación (aquí podemos ver la antítesis propia de esta edad).
Como vemos esta manera de arribar a la edad coincide exactamente con las
polaridades del conflicto, debemos aclarar que desesperación se asocia con
desesperanza. Si recordamos la primera de las edades señaladas por este
autor, aparecía una fuerza básica en ese momento que era la esperanza,
como la fuerza que le iba a permitir al bebé empezar su vida con “algunas
certezas” dentro del caos propio de la situación de neonato y que esta
esperanza surgía particularmente por la relación que establecía cada niño
con su madre.
22
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
La integridad yoica implica la aceptación del propio y único ciclo vital. Esta es
una tarea de balance que deberá realizar el anciano y que le permitirá
reconocerse como sujeto productor de su propia vida e historia, como dueño
de lo que es, esto a su vez le muestra a dónde ha llegado, qué ha hecho y
que no, cómo es como ser humano y persona, cuánto ha aprendido y se ha
adaptado al proceso de socialización, cuan integrado está a la cultura a la
que pertenece y cuánto de ella ha podido transmitir a sus congéneres.
Es así que reconocerá sus propias experiencias vitales que sustentan a la vez
su propia identidad, que apoyada en la confianza (recordemos la antítesis
positiva de la primera edad donde aparecía la confianza básica), le permitirá
al anciano incorporar ahora la problemática de la muerte con todo lo que
esto significa para cada cultura y cada persona en particular.
23
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
24
Lic. Carlos Smachetti Psicología del Desarrollo 2
25