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GOLPE

DE ESTADO EN BIRMANIA
EL TIEMPO febrero 2 de 21

Birmania fue escenario el lunes de
un golpe de Estado, con vehículos
blindados en las calles y
manifestaciones de algunos
partidarios del ejército, una toma del
poder sin violencia ni presencia
militar masiva que, sin embargo,
puso fin en pocas horas a la joven
democracia en el país.

"Es extremadamente
estremecedor", "no quiero un
golpe militar", se podía escuchar en
las calles de Rangún, la capital
económica con más de cinco
millones de habitantes.

Todo ocurrió en pocas horas. Poco después de las 3:00 de la madrugada (hora local,
Colombia tiene una diferencia horaria con Birmania de 11 horas y media), testigos
detectaron interrupciones en las telecomunicaciones y el acceso a internet.

Según un parlamentario aliado de Aung San Suu Kyi (nobel de Paz detenida por el
ejército), su familia intentó salir para tener información sobre lo que estaba
ocurriendo. "Las fuerzas de seguridad les dijeron que se fueran a casa, que los
soldados estaban ante el edificio" donde viven los parlamentarios, dijo el diputado
que no quiso identificarse por temor a represalias.

Unas horas más tarde, los militares llevaron a cabo una ola de detenciones, entre ellas
la de la jefa de hecho del gobierno civil, Aung San Suu Kyi, y del presidente de la
república, Win Myint.

El ejército bloqueó los accesos alrededor de Naypyidaw con tropas armadas y
vehículos blindados, mientras los helicópteros sobrevolaban la ciudad. En Rangún, los
soldados del Tatmadaw, el nombre oficial de las fuerzas armadas birmanas, tomaron
el Ayuntamiento y bloquearon el acceso al aeropuerto internacional.

A continuación, los militares declararon, en su cadena de televisión Myawaddy TV, el
estado de emergencia durante un año y designaron a sus generales en puestos
claves, poniendo fin de forma abrupta a diez años de transición democrática.

Ahora, Min Aung Hlaing, el todopoderoso jefe del ejército, concentra los poderes
"legislativo, administrativo y judicial", mientras que otro general, Myint Swe, fue
nombrado presidente interino, un cargo principalmente honorífico.


El motivo esgrimido por los militares para justificar el golpe, el tercero desde la
independencia del país en 1948, es el "enorme" fraude electoral, según ellos, en las
elecciones parlamentarias de noviembre, que ganó ampliamente la Liga Nacional para
la Democracia, en el poder desde las elecciones parlamentarias de 2015.

Presintiendo el golpe, Aung San Suu Kyi, que pasó 15 años bajo arresto domiciliario
en su país, dejó un mensaje a la población antes de ser detenida en el que les instaba
a "no aceptar" la toma de poder militar.

Un llamamiento de Madre Suu que podría tener eco en la población, que la venera, a
pesar de que internacionalmente ha sido muy criticada por su gestión de la crisis de
los musulmanes rohinyás. Varios birmanos con los que pudo hablar
la AFP expresaron su decepción.

"Esperaba un futuro mejor", dijo un hombre de 64 años que hacía cola para comprar
comida, mientras el país está siendo duramente golpeado por la pandemia de
coronavirus, con más de 140.000 casos y 3.000 muertes. Pero no todo el mundo se
siente angustiado, y en las calles de Rangún se vieron pasar varios camiones a gran
velocidad con partidarios del ejército, ondeando banderas y cantando himnos
nacionalistas.

Los militares han prometido celebrar nuevas elecciones "libres y justas" una vez
que se levante el estado de excepción, que debería durar un año. Pero algunos
birmanos siguen siendo pesimistas.

"Me temo que dure más tiempo", dijo el realizador Lamin Oo, de 35 años. "Por el
momento, todo está en calma en mi barrio de Rangún, pero tenemos que prepararnos
para lo peor". En 1988, unos 3.000 civiles fueron asesinados por los militares en una
sangrienta represión de las manifestaciones contra el Gobierno.

La comunidad internacional rechazó el golpe de Estado en Birmania. António
Guterres, secretario general de la ONU, fue uno de los líderes que ha expresado su
condena a los hechos.

¿Cómo comenzó la crisis?
Desde hace semanas, el ejército sostiene que ha habido irregularidades en las
elecciones generales de noviembre pasado, las segundas desde el fin de la dictadura
militar en 2011. Las ganó por una mayoría abrumadora la Liga Nacional para la
Democracia, que ya estaba en el poder.

La LND (Liga Nacional para la Democracia) obtuvo el 83 por ciento de los 476 escaños
en el parlamento, pero el ejército afirma haber descubierto 10 millones de casos de
fraude electoral y ha pedido a la comisión electoral que publique las listas electorales
para verificarlas, lo que esta no ha hecho.

El martes, en rueda de prensa, el portavoz del ejército no descartó que los
militares tomaran el control del país. Los temores aumentaron aún más el
miércoles después de que el jefe del ejército, el general Min Aung Hlaing, sin duda el
hombre más poderoso de Birmania, dijera que la Constitución podría ser "revocada"
bajo ciertas circunstancias.

¿Y ahora qué?
El ejército declaró el estado de emergencia por un año, con generales en los puestos
principales. Myint Swe, quien dirigía el poderoso comando militar de Rangún y actual
vicepresidente de Birmania, se convierte en presidente interino por un año, un cargo
principalmente honorífico.

El control "legislativo, administrativo y judicial" recae en Min Aung Hlaing, que ahora
concentra casi todos los poderes. Este golpe, condenado por la comunidad
internacional, no es el primero: desde su independencia en 1948, Birmania ha estado
gobernada por regímenes militares durante casi 50 años.

Ya hubo dos golpes de Estado, en 1962 y 1988. ¿Cómo reaccionará la
población? Aung San Suu Kyi, muy criticada a nivel internacional por su gestión de la
crisis de los musulmanes rohinyás (cientos de miles de ellos huyeron de la violencia
del ejército en 2017 y se refugiaron en el vecino Bangladés), todavía es venerada por
una mayoría de birmanos.

Rechazo internacional Naciones Unidas

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó "firmemente" el
domingo el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes
políticos. "La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos
y judiciales a los militares (...) representa un duro golpe a las reformas democráticas
en Birmania", añadió.

China
China llamó el lunes a todas las partes implicadas en Birmania a "solucionar sus
diferendos" en el marco legal y constitucional. "Esperamos que todas las partes
implicadas en Birmania solucionarán sus diferendos en el marco de la
Constitución y de las leyes para mantener la estabilidad política y social",
declaró Wang Wenbin, un portavoz de la diplomacia china.

Estados Unidos
El presidente de EE.UU., Joe Biden, amenazó este lunes con sanciones a
Birmania tras el golpe de Estado y pidió a la comunidad internacional que hable con
"una sola voz" para hacer que los militares birmanos "cedan inmediatamente" el
poder.

En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Biden anunció que ha pedido a su
Gobierno que revise "inmediatamente" si debe volver a imponer las sanciones,
levantadas en la última década a medida que Birmania avanzaba hacia una incipiente
y frágil transición democrática.

"Durante casi una década, el pueblo de Birmania ha estado trabajando
constantemente para establecer elecciones, un gobierno civil y la transferencia
pacífica del poder. Ese progreso debe ser respetado", aseveró el mandatario
estadounidense.

Si la democracia no se respeta, Biden aseguró que "tomará las acciones que sean
adecuadas", pero no especificó si está evaluando algo más allá de posibles sanciones,
un asunto que tampoco clarificó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda
de prensa diaria.

Asimismo, el presidente estadounidense urgió a la comunidad internacional "a unirse
en una sola voz" para presionar a los militares birmanos para que "cedan
inmediatamente el poder" y liberen a los activistas y funcionarios detenidos, entre los
que figura la jefa de facto del Gobierno, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

El gobernante también pidió a la comunidad internacional que presione al Ejército
birmano para que levante todas las restricciones sobre telecomunicaciones y no
emplee violencia contra civiles.

EE. UU., resaltó Biden, "está tomando nota" de quienes apoyan al pueblo birmano y
prometió que trabajará con sus aliados para apoyar la restauración a la democracia y
el Estado de Derecho, así como para exigir responsabilidades a los responsables del
golpe de Estado.

Las máximas autoridades de la Unión Europea condenaron este lunes el
golpe. "Condeno con firmeza el golpe en Birmania. El gobierno legítimo debe ser
restituido, en línea con la Constitución del país y la elecciones de noviembre",
apuntó en un tuit la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, publicó en Twitter un
mensaje similar pidiendo a los militares "que liberen a todos los detenidos
ilegalmente en operaciones en todo el país".


El jefe de la diplomacia de la UE, el español Josep Borrell, también condenó el golpe y
lamentó la "tentativa de los militares de revertir el deseo de los ciudadanos de
Birmania".

"El presidente Win Myint, la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y todos aquellos
que han sido arrestados deben ser liberados de forma inmediata e incondicional",
señaló Borrell.

Francia
Francia pidió que "se respete el resultado de la votación birmana" y dijo que el
Gobierno está analizando la situación "con sus socios en el marco de las instancias
internacionales", según el portavoz del gobierno, Gabriel Attal.

Reino Unido
El primer ministro británico, Boris Johnson, condenó el golpe y exigió la liberación de
los "dirigentes civiles". "Condeno el golpe de Estado en Birmania y la detención
ilegal de civiles, entre ellos Aung San Suu Kyi", escribió Johnson en Twitter.

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