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Deseos de Aventuras

Toda mi vida me he ilusionado con la idea de una aventura, de vivir y experimentar aquello
que siempre recordare con alegría y nostalgia. Me es difícil recordar muchos aspectos de mi
vida, pues estos se han quedado en el presente, presente que ahora es el pasado que muchas
veces duele recordar, pero que otras, te centras tanto ellos que deseas tener mas. Mi vida, es un
mar de emociones y sentimientos. Algunas veces debemos navegar en las turbulentas aguas de la
experiencia, otras, solo debemos pensar como sobrellevar la tormenta que la vida nos pone en los
infinitos caminos que recorren un mundo entero.
Sin duda, hay experiencias en mi vida con las que no puedo dejar de pensar en devolver el
tiempo, en ese preciso instante en el que todo era felicidad. Recuerdo un primero de julio del
2017 cuando mi padre nos sorprendió a todas con la noticia de un viaje; recuerdo haberme
emocionado, pues seria mi primera vez viajando en avión. La incertidumbre y la emoción no
daban espera en mi, el tiempo pasaba y el día se acercaba. Llego el día; para mi madre era
inevitable sacar una fotografía; mis hermanas con su emoción, no podían con ella; mi padre tan
feliz por nuestras sonrisas, se llenaba de orgullo; yo, aunque no demostraba mi felicidad, por
dentro mi mente no dejaba de pensar en aquella aventura. Fueron tres maravillosas horas de
viaje; sin duda alguna ,el cielo desde arriba es de las cosas mas bella que mis ojos han deleitado.
Al llegar, ya nos encontrábamos en Cancún (siempre había sido el sueño de mi madre conocer
una parte de México). No sabíamos que hacer primero; el mar era uno de mis anhelos. Me
encantaba ver a mi hermana menor con dos años en ese entonces, disfrutar de la arena con sus
juguetes, al ser tan pequeña, mis padres debían cuidarla; mi otra hermana odiaba que la arena
estuviese en todas partes de su cuerpo, yo simplemente no quería salir del agua y soñaba con
quedarme allí para siempre; me causaba mucha ilusión imaginar que era una criatura del mar.
Todo era paz y tranquilidad y así fue durante una semana, una semana corta pero desde luego
inigualable; la unión en mi familia se fortaleció aun mas, me encantaba ver como cada uno
disfrutaba de los momentos agradables y de los pequeños detalles.
Me causa gracia y alegría, recordar aquel día en el hotel en el que se encontraban muchos turistas
de distintas partes del mundo, uno de ellos (proveniente de EEUU) converso con mis padres,
ellos hacían todo lo posible por entenderle, al igual que el señor. Al final de su charla el se
despidió con una hermosa frase dirigida hacia nosotros “beautiful family”, mis padres,
sencillamente dijeron gracias sin saber lo que significaba; no soy experta pero en ese momento
sabia lo que significaba y al decirles a mis padres, también les causo tanta alegría que era
suficiente para mi. Estos pequeños momentos con mi familia, cada día me llenan de felicidad;
fue una aventura que vivimos juntos y me encantaría experimentar otra juntos.
A veces pienso que somos pequeños organismos con la habilidad de crear y destruir, parados
en este maravilloso mundo que tiene tantas cosas por ofrecer. Pensar en una aventura y desearla
con tu alma desde este planeta, sería como ver una hormiga en su diminuto mundo viviendo de
su cotidianidad; aun así, solo me reconforta saber algún día tendré mi propia aventura y podré
contársela al mundo entero, o a mi familia, por supuesto.

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