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ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN EL
TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

MÓDULO 1. CLASE 3

Salud - Enfermedad.

Concepto de salud- enfermedad

Partimos de la definición de la Organización Mundial de la Salud que nos dice


que la salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social y no
solamente la ausencia de afección o enfermedad.

Los conceptos de salud-enfermedad son determinados cultural y socialmente.

Según Parsons salud es el estado en que un individuo posee la capacidad óptima


de rendimiento para el cumplimiento eficaz de los papeles y tareas para los que
ha sido socializado.

Según esta definición, una persona sana es aquella capaz de rendir en forma
óptima, de acuerdo a las expectativas “normales” que se tienen con respecto a
su papel y a su actividad en la sociedad.

A lo largo de la historia el proceso salud-enfermedad ha sufrido una serie de


transiciones a medida que el hombre lo ha concebido dentro de su entorno. En
la era paleolítica la concepción fue mágica, donde todo lo atribuían a lo
sobrenatural siendo los actores principales los brujos. Tiempo después en Grecia
surge lo natural siendo la salud una necesidad para los seres vivos. Desde la
antigüedad clásica surge la concepción de lo ideal o utópico, difícil de medir y de
existir. Los métodos fueron básicamente la elaboración de modelos de salud
inalcanzables...

Aparecerá luego la concepción somato fisiológica que se acerca al concepto de


salud como ausencia de enfermedad. Los métodos empleados en esta
concepción serán la exploración del cuerpo, exámenes de signos y síntomas y
análisis varios.

A inicios del siglo XVIII surge la concepción psicológica que utilizará como
método la exploración psicológica y psiquiátrica individual y grupal.
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Posteriormente, la concepción sanitaria retoma la salud como un estado positivo


y colectivo. Estudia la transmisión social de la enfermedad basándose en la
prevención. Se ocupará de las medidas profilácticas desarrollándose en el
método científico. Puede decirse que las disciplinas que caracterizan esta
concepción son: la medicina preventiva y social, la sanidad y la salud pública.
Utilizará métodos de trabajo como las encuestas sanitarias y ambientales,
realizando programas de salud basados en la epidemiología brindando
educación sanitaria a través del fortalecimiento de la prevención individual.

La última concepción es, la denominada político legal, cuya característica es la


salud como derecho y obligación universal, teniendo reconocimiento legal y
participación estatal en los derechos del hombre. Sus métodos de trabajo están
basados en la legislación que trata de seguridad social y que derivan de
programas políticos y sociales.

Concepto de salud mental:

Diferentes definiciones:

1. Salud mental o estado mental es la manera como se conoce el estado de


equilibrio entre una persona y su entorno socio cultural. Este equilibrio garantiza
su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar el bienestar y
una mayor calidad de vida.

2. Salud mental como estado de bienestar emocional y psicológico en el cual el


individuo es capaz de hacer uso de sus habilidades emocionales y cognitivas y
de responder a las demandas ordinarias de la vida cotidiana.

3. Salud mental como estado de relativo equilibrio e integración de los elementos


conflictivos constitutivos del sujeto, con crisis previsibles e imprevisibles,
registrables subjetiva u objetivamente. (crisis previsibles: la adolescencia, edad
media de la vida), crisis imprevisibles (enfermedades, separación, muerte de un
ser querido).

Dos aspectos en salud mental

1- Qué es la salud mental.


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Es aquello que cualifica el estado de la vida mental y de su funcionamiento en el


nivel individual. Hace referencia a vivencias psicológicas y emocionales que
explican la experiencia subjetiva de las personas. La idea de salud mental evoca
enfermedad mental.

2- Cómo se preserva

La salud mental no es algo que uno tiene sino algo que uno hace o construye.
Se puede hablar de factores de riesgo en salud mental, por ejemplo: desempleo,
rigidez en las actitudes, poco o nulo apoyo familiar, desacuerdos graves en la
pareja, enfermedades crónicas o invalidantes, etc. Se puede hablar también de
factores que disminuyen el riesgo: adaptación social; actividad; calidad de lazos
afectivos; expectativas y opciones de educación y trabajo; autoestima adecuada

etc.

La salud como modelo bio pisco social. Es un concepto integrador.

Salud mental y salud pública

La salud mental es una especie del género Salud, es un subsistema del sistema
global denominado Salud Pública. Aunque históricamente parece surgir como un
quehacer de la psiquiatría, se puede decir que se fue constituyendo como un
espacio a partir del aporte de distintas áreas de la ciencia: Sociología,
Antropología, Psicoanálisis, Psicología, Neurología entre otras. Como ya vimos
existe cierta distorsión entre la enfermedad como hecho clínico y la experiencia
subjetiva que se puede tener de ella. Las características clínicas de una
enfermedad pueden presentar cierta regularidad en los diferentes casos, pero
las experiencias fenomenológicas de padecerlas o sentirlas son diferentes.

Por eso nuestro lugar como agentes de salud está por un lado en conocer las
clasificaciones nosográficas, pero también comenzar a aprender a escuchar, a
ver no solo al acompañado sino también al medio en el que se encuentra inserto.
Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta que los Acompañantes
Terapéuticos deben poseer una importante capacidad de observación de las
situaciones en las que se encuentra su acompañado. Esta observación no se
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circunscribe solo a las manifestaciones verbales del paciente sino también a todo
otro tipo de manifestación que se presente tanto en él como en su entorno.

La salud mental es algo que todos deseamos para nosotros mismos. Cuando
hablamos de felicidad, paz, tranquilidad, goce o satisfacción estamos hablando
de salud mental, aunque no lo sepamos. La salud mental es algo que tiene que
ver con la vida cotidiana de toda la gente (salud pública). Tiene que ver con la
forma en que las personas armonizan sus deseos, ambiciones, capacidades,
ideales, emociones e ideas para hacer frente a las exigencias de la vida. Está en
estrecha relación con:

 ü como se sienten con respecto a sí mismas.


 ü como se sienten con respecto a los demás: relación individuo-medio.
 ü la forma en que se enfrentan a las exigencias de su propia vida: tiene que
ver con cómo se actúa frente a las situaciones conflictivas o de estrés.

No existe una línea divisoria que separe a las personas con salud mental de
aquellas que no la disfrutan. Hay muchos grados de salud mental. No hay una
característica que por sí sola pueda considerarse como evidencia de buena salud
mental, ni la falta de alguna como evidencia de enfermedad mental. Además,
nadie posee todos los componentes de la buena salud mental en forma
permanente. La salud, en definitiva, es tan abarcativa porque comprende
muchos aspectos, desde ahí mismo es que ha llegado a definírsela como un
concepto biopsico-social, un concepto integrador.

Normalidad y anormalidad

Parte de la confusión y no entendimiento de ciertos conceptos en psicología y


psicopatología se debe a que, por un lado, se estudian hechos
(comportamientos, bioquímica cerebral, etc.) que corresponden a las Ciencias
fácticas, y por otro se estudian entes ideales (ideas, pensamientos, etc.) que
corresponden a las Ciencias formales (Que estudian símbolos). Son planos
distintos y al tratar de conjugarlos, sin tener en cuenta esto, se produce la
confusión conceptual.

Pero a su vez, si separamos estrictamente los planos, caemos en un dualismo


metodológico. Si bien la conjunción plena no es posible y la separación estricta
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nos llevaría a nuevos tipos de errores, una alternativa es mencionar desde qué
plano (fáctico o formal) estamos analizando la cuestión.

Porque si nos limitáramos estrictamente al plano formal invariablemente


modificaríamos algunos conceptos con lo cual confundiríamos símbolos (yo, ello,
etc.) con hechos: terminaríamos hablando de entes ideales como si tuvieran
existencia real, concreta.

Si trabajáramos sólo con hechos mensurables, propios de las ciencias fácticas


nos veríamos obligados a abandonar el estudio de esencias humanas que
corresponden al terreno formal, con lo cual el análisis se tornaría incompleto.

En el análisis de los conceptos de normalidad/anormalidad se puede observar


de qué manera juegan estos planos. Existen dos criterios básicos de los cuales
derivan los conceptos de normalidad vigentes:

1) El criterio estadístico: establece como normal al "hombre promedio", a aquel


que por sus características se aproxima a la media aritmética de las
características del grupo a que pertenece. Es un criterio cuantitativo y "realista",
basado en hechos de observación, ya que tiene en cuenta cómo el hombre ES
(y no cómo "DEBE SER").

Es decir que si un individuo tiene una conducta semejante a las conductas


mayoritarias de su comunidad es NORMAL. Está "adaptado". Y aquellos que se
alejan del promedio (como en los extremos de la curva de Gauss) son
considerados ANORMALES.

2) El criterio normativo: tiende a considerar al hombre NORMAL a aquel que se


asemeja a un MODELO de perfección humana, que reúne las características
DESEABLES (ideales) de acuerdo a un sistema de valores imperante.

Establece cómo el hombre normal "DEBE SER", es decir, es un criterio


axiológico, para el cual la normalidad es una condición cualitativa.

Por ejemplo, algunos autores resumen las cualidades deseables de una persona
adulta "madura" en externas e internas (existe disparidad de criterios en cuanto
a equiparar los conceptos de normalidad, salud y madurez).
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Características externas:

 ü Aceptación de la realidad: Tener una percepción objetiva de deseos y


fantasías.
 ü Armonía y adaptación: en lo social, laboral y familiar.
 ü Independencia: poseer criterios propios, capacidad de lograr sustento
económico, alcanzar un adecuado nivel de relación heterosexual.
 ü Tolerancia: a las propias frustraciones, fracasos y limitaciones y a las
diferencias e imperfecciones de los demás. - Responsabilidad: por el
resultado de nuestras acciones y por las personas que están a nuestro
cuidado.
 ü Expresividad: capacidad para comunicar los propios sentimientos e ideas.
 ü Creatividad: como expresión de iniciativa, plasticidad y libertad.

Características internas:

 ü Capacidad de "Insight": darse cuenta de las propias posibilidades,


motivaciones y limitaciones. Aceptarse como se es.
 ü Manejo de la ansiedad y agresividad.
 ü Aceptación de la variabilidad de las circunstancias (buenas y malas).
Satisfacción con la vida.
 ü Capacidad para establecer relaciones afectivas estables y satisfactorias.
 ü Continuidad, consistencia y unidad de la personalidad.
 ü Capacidad de estar solo: tolerar sin angustia los períodos de soledad.

El devenir histórico de los conceptos salud-enfermedad

Hace 45 siglos el pueblo Asirio Babilónico creía que la ENFERMEDAD era una

IMPUREZA MORAL o espiritual provocada por los dioses como réplica a una
transgresión moral. La "culpa" (del latín culpa: falta, pecado) se buscaba en la
BIOGRAFIA del enfermo.

Para los griegos la enfermedad también era de origen divino, pero la impureza
ya no era moral, sino FISICA, y por lo tanto TRATABLE con baños purificadores.

Esto fue un salto conceptual enorme ya que, si la enfermedad era causada por
los dioses y significaba una impureza del ALMA, el hombre no tenía acceso a
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ella (cosa de los dioses), es decir, no podía ser curado por otros hombres, sólo
por el perdón de un dios. Pero si la impureza estaba en lo físico, (cosa de los
hombres), un hombre que conociera las leyes de la naturaleza (physis) podía
curar a otros.

Los griegos pensaban que la naturaleza (physis) se guiaba por leyes, que tenía
un ORDEN, una armonía (idea pitagórica). Así, si conocían las leyes propias de
la naturaleza del organismo, la fisiología, cuando un hombre enfermaba otro
hombre podía ayudar, acompañar a la naturaleza en el proceso de restitución de
la armonía (la salud). Cuidar al otro, hacer medicina (del griego medein: cuidar
a).

El trípode del concepto de enfermedad:

El concepto de enfermedad deriva de tres ideas básicas:

1) Intrínseca: es generada por un DESEQUILIBRIO interno del individuo.

2) Extrínseca: es generada FUERA del individuo y éste la incorpora.

3) Mixta: el individuo presenta una PREDISPOSICIÓN que lo sensibiliza a ciertos


agentes externos.

Médico /enfermo: vivencias

El "sentirse mal" es algo concreto para el enfermo, para él la serie de síntomas


que experimenta, una vez superados sus conocimientos para neutralizarlos ("Yo
solo no puedo solucionarlo"), lo obliga a consultar a alguien que el reconoce
como más idóneo para ayudarlo en el trance (religioso, brujo, curandero, familiar
líder, médico, etc.). La salud es el bienestar, que le permite recuperar su nivel de
acción habitual. Los grados de sintomatología van de la simple 'molestia',
superada con prestarle poca atención, a la 'incapacidad' que concentra la
máxima atención en el síntoma. El grado de atención que el individuo utiliza para
sus síntomas depende de factores como: sensibilidad, inseguridad, experiencias
de sintomatología de cuadros similares (ej: dolor parecordial en anginosos), etc.
es decir la manera particular con que la persona vivencia el miedo generado por
el síntoma (de la hiposensibilidad a la hipersensibilidad).
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El síntoma, salvo muy pocas excepciones, es desagradable, subjetivo,


intransferible, poco comunicable (entre otras cosas por las características
enunciadas arriba), genera inseguridad y en consecuencia, miedo. Existen
estados de euforia patológica, o groseras fallas en la evaluación del estado
interior (como en las psicosis, oligofrenias, etc.) en los que, el "síntoma" (como
vivencia subjetiva), no existe, y la valoración de la distorsión es realizada por un
observador.

En estos casos, desde luego, al no existir el "sentirse mal", tampoco existe la


necesidad de ayuda. El enfermo valora de acuerdo a su grado de "sentirse mal"
y de su Incapacidad, la enfermedad.

Para el médico la enfermedad es algo que "tiene" el otro. No se da en el plano


de su sentir, sino en el plano de la lógica: la enfermedad es un conjunto de
síntomas y signos que responden (o no) a un patrón, ubicable en la clasificación
nosológica, que es de su conocimiento. Es un trabajo intelectual asociativo,
relacional, donde los síntomas (conocidos y transmitidos por el enfermo:
concretos para el enfermo, subjetivos para el médico), los signos (observados
por el médico, concretos para el médico, a veces conocidos por el enfermo) dan
como resultado un cambio de nivel (de lo concreto a lo abstracto) que le permite
al médico rotularlos como "una" enfermedad (en la mayoría de los casos). La
impenetrabilidad en el otro (el hiato Yo-Otro), hace que este paso sea el único
posible, y que el médico sólo se maneje con conjeturas y suposiciones, dando
lugar a la posibilidad de error.

El médico, por lo general, modifica la enfermedad, la concretiza, la personaliza,


la extrae de la persona y la convierte en un ente viviente, con el cual "debe
enfrentarse"; por eso se refiere a "la catatonía", "el cáncer", la "esquizofrenia",
etc. Esto, que es operacional, cómodo para resumir frases como "la Sra. tal que
padece síntomas compatibles con lo que por convención se llama Catatonía...",
se convierte con el uso en una distorsión conceptual: separar la enfermedad del
paciente.
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¿Qué es la discapacidad?

Entre otras definiciones: es la disminución de una capacidad en algún área


específica.

Se deben diferenciar dos conceptos:

1. Deficiencia: es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función


psicológica, fisiológica o anatómica.

2. Discapacidad: es la consecuencia de una deficiencia sobre las actividades


físicas, intelectuales, afectivo-emocionales y sociales.

Definición de la O.M.S de la discapacidad:

“Es la pérdida de la capacidad funcional con déficit en un órgano o función que


trae como consecuencia una disminución en el funcionamiento intelectual y en
la capacidad para afrontar las demandas cotidianas del entorno social”.

¿De qué hablamos cuando hablamos de discapacidad?

 ü Puede ser definitiva o recuperable o compensable (mediante el uso de


prótesis u otros recursos)
 ü Disminución de una capacidad
 ü Consecuencia de una deficiencia (sobre actividades físicas, intelectuales,
sociales, etc.).
 ü Pérdida de una capacidad funcional
 ü Distintos grados: Leve, moderada, severa y muy severa.
 ü Evolución: Progresiva, Estacionaria, Regresiva.
 ü Puede ser congénita o adquirida.

De todas estas características dependerán las reacciones psicológicas del


individuo y su familia.
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Evolución histórica del concepto de discapacidad

Básicamente hay que hablar de dos modelos que aún hoy conviven y reflejan el
devenir histórico de este concepto.

Modelo tradicional: Según este modelo las personas con discapacidad siempre
han tenido un lugar preestablecido dentro de una comunidad.

En la antigüedad, en la edad media y en el renacimiento las personas con


discapacidad sufrían una doble marginación, tanto orgánica-funcional como
social.

Entre los siglos XV y XVI aparecen los centros de aislamiento pasando a ser los
discapacitados sujetos de asistencia. Será recién en el siglo XIX que la persona
con discapacidad se transforma en objeto de estudio psico-médico-pedagógico.

Podría decirse que se inicia una mirada que involucra a varias disciplinas (inicios
de la interdisciplina).

Modelo de rehabilitación: Este modelo surge en el periodo que transcurre entre las
dos guerras mundiales, ante la necesidad de rehabilitar a la mayor cantidad de
discapacitados posibles para que pudieran reintegrarse al trabajo y ser
socialmente productivos. Se le otorga, entonces, un papel muy importante a la
rehabilitación profesional por lo que la persona con discapacidad dejará de ser una
carga para la sociedad... Surge de esta manera el rol del rehabilitado y la idea de
que las personas con limitaciones podían hacer uso de sus potencialidades.

Para ir pensando en el autismo…

La definición del autismo más aceptada y utilizada a nivel internacional es la de


trastorno del desarrollo. Esta es una definición correcta, precisa y acertada,
pero… ¿Este trastorno conlleva directamente una discapacidad?

El autismo se desarrolla y condiciona de manera diferente a cada individuo, de


ahí que se hable de espectro del autismo, dentro del cual se encuentran
personas con grados severos y personas con grados más leves de autismo.

Partiendo de esta base, la respuesta a la pregunta que hoy nos planteamos “¿Es
el autismo una discapacidad?” La respuesta es no para todos los casos, aunque
sí para la mayoría.
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Para determinar el grado de discapacidad de cada persona, sabiendo que ésta


puede ser intelectual o física -puesto que la discapacidad social aún no se
reconoce a nivel oficial en muchos lugares-, es necesario llevar a cabo una
valoración específica que analice las necesidades educativas, sanitarias,
sociales, laborales, de autonomía personal, etc., tanto de la persona en concreto
como de su entorno. Por supuesto, esta valoración debe tener un seguimiento
periódico que considere el agravamiento o la mejora de la persona, de modo que
este grado se vaya adaptando a lo largo del tiempo.

Por otro lado, el papel de las administraciones públicas también es necesario


tenerlo en cuenta pues, desde ellas, es desde donde a nivel “oficial” se admite la
presencia o no de una discapacidad de cara a que la persona, y/o su familia,
reciban las correspondientes prestaciones económicas y/o los servicios de
apoyo que se requieran en cada caso.

No obstante, e independientemente de que a la persona con TEA le sea


reconocida o no la discapacidad -pongámonos por ejemplo en la situación de
una persona con Autismo de Alto Funcionamiento a quien, en la práctica, no se
le ha reconocido este grado ya que, en teoría, puede ser totalmente autónoma
aunque evidentemente, puede presentar también complejas dificultades en
diversos niveles prácticos-, lo fundamental es trabajar la autonomía personal, y
esto se debe hacer desde la edad más temprana posible ya que el objetivo
siempre y en todos los casos es alcanzar la máxima autosuficiencia de la
persona, su máxima funcionalidad, calidad de vida, dignidad, inclusión y, por
supuesto, su máxima felicidad.

De aquí nos surge una segunda pregunta “¿Cómo trabajar la autonomía?”

La respuesta es a través de una intervención global y establecida en función de


las características individuales de cada persona, en la que intervengan
profesionales de todas las áreas que se requieran: psicoterapeutas,
fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, maestros, neurólogos, psicólogos,
acompañantes terapéuticos, etc.

Sin olvidar el papel de la familia, a quienes recomendamos siempre seguir las


pautas que estos profesionales les deben proporcionar.

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