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AZULEJERAS REUNIDAS
A V E N I D A I T A L I A , 60 TELF. 52 05 93

VILLARREAL (C a s t e l l ó n )
 :$krí‘ iíSifl:' RàiS.ïíe,• Andreas Baader y Gudrun Ensslin, militantes, de la. Fracciófi del Ejército Rojo (R.Á.F.j;:^
^■Suicidan:' en-1asrceldas de lá prisión dé Stamheing (Alemania). /: ' , . ;>*:

' -...l.AS Í>ÉMOCRACIAS . RURGÜMS a I

Q l K I i O Y •FX ÍS J Fj V T N OCCIDENTli, TiSj
TAN- IODAS A T ’Ñ RASO :DIT.jKASCISM(|i
KXIS ÍlGKI/(¿AÍRf Ai. y KXlSA E f T J ’O D ^ í l
SODC CÓXf A M E M A ^ R L E S ' OAKRAN
RR E i I Y IT. DES Í;R(>ZARA;N . .
' Y • AN D R RAS R A A r) F-R

SUMARIO
Recordando un mes, Benigno Camañas
Entrevista a Xirinach, A. Zarzo, J. Sánchez y J. A.
Bargües.
Italia - España: Contra la represión a los marginados,
J. Valenzuela
Algunos no creen en los Centros de Protección de
Menores, A Zarzo 13
Información jurídica: Los derechos del acusado, A.
Goitre_______________________,________________18
El F.A.G.C.: Algo más que homosexuales, B. Cama-
ñas y A. Zarzo_______________________________ 20
Los “quemados” de la Izquierda, E. P. Marro 27
Alemania contra la prensa alternativa_______________ 30
Les primeres jornades de la dona al P.V. 31
Más de cien años de exhibicionismo,/. Seté___________ 33
Detrás de los evolucionarlos, L. J. M. 38
Las Centrales Sindicales del P.V. y la marginación,
J. Sánchez y A. Zarzo_____________________ Al
Culturales 47
Puerto de Sagunto: Capitalismo, explotación y ba­
rrios, A. Morcillo 52
D ire ctor:
José Antonio Bargues
Coordinación:
_5 Equipo Redacción
Colaboradores:
7 F. Arias, E. Bogani, G. Díaz Mauriño, A. Esteban,
S. Fernández, V. Franch, G. García, A. García
Valdés, IV!. Gómez-Beneyto, P. Guillem, J. A.
11 Loren, J. M. Llopis, J. V . Marqués, J. Mengua!, B.
Moltó, Muñagorri, R. Pérez Cabanes, J. Sánchez,
J. L!. Seguí, A. Senent, J. Valenzuela, A. Zarzo,
B. Camañas, A. Goitre, J. Carvallo.
Portada e ilustraciones:
Escapulari-o, Ana Torralva
F otografía:
Ana Torralva
N U E V A D IR EC C IO N :
Redacción y A d m in istra ció n : Visitación, 15
Valencia-9. Tel. 365 50 36. Publicidad: Jo­
sé Arna! (exterior), Dolores Madrid (Valencia)
E dita: Domus Pacis
Coordinador técnico: J. G. Cort
Fotocom posición: Foco-Berthe, Costa y Borrás, 13 -
Tel. 377 66 58. Im prim e : Cooperativa Artes Grá­
ficas San José, Camino Viejo de Godella, s/n.
LA REV ISTA NO SE ID E N T IC A NEC ESA R IA M E N ­
TE CON LAS OPONIONES EXPRESADAS EN ELLA .

CO NSTITU ­
CION. ..
Se rompió el maleficio. Primero
parcialmente, luego en su totalidad,
el borrador de la Constitución ha
llegado a la opinión pública. Al
parecer esta filtración ha sido contra
la voluntad de los autores.
En lugar de dar explicaciones al
pueblo del oor qué se mantenía ocul­
to, los grupos parlamentarios se han
puesto nerviosos y buscan a un
culpable de la indiscreción.
Los parlamentarios han olvidado
que son portavoces de la opinión
popular —al menos para eso han sido
elegidos— y hurtan a la opinión
pública sus posturas politicas. La
marginación a que se somete a toda
una población hace poner en tela de
juicio la famosa soberanía popular,
merced a la cual fueron elegidos.
El ciudadano de a pie es soberano
hasta que concede el voto, después
5
N o v ie m b re ^
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121-244
queda en un rincón hasta cuatro años para hacer de su vida, destino y
más tarde.
Antes de las elecciones fueron
cuerpo, el uso que le plazca. Es el
mínimo derecho que toda persona
numerosas las promesas y compro­
misos que los diferentes partidos
debe tener.
políticos hicieron ante los grupos
marginados. Ha pasado medio año y
aun está por ver la sinceridad de tales
H A MUERTO
afirmaciones. Al menos en el borra­
dor no se prevee una solución para
UNA M UJER.
¿ Quién
los intereses y necesidades de estos
sectores sociales.
es
...y NAVIDAD el culpable?
No le vamos a pedir su benéfica Hace pocos días, en la prisión de
ayuda y buena voluntad caritativa ha­ Basauri, M .a Isabel Gutiérrez Velas­
cia los marginados, como es típico en co prendió fuego al colchón de su
toda fiesta navideña. No le pedimos celda. En el mismo lugar, sin recibir
que siente a un pobre a su masa. ayuda ni ser atendida por nadie,
Mientras come turrón —si la crisis murió abrasada. Estaba encarcelada
se lo permite— esperamos que re­ a causa de la Ley de Peligrosidad
capacite y conceda a homosexuales, Social que en uno de sus párrafos
presos sociales, prostitutas y a todos dice: “ Serán declarados en estado
los grupos marginados en general, el peligroso y se les aplicarán las co­
respeto que todo hombre merece rrespondientes medidas de^eguridad.
6
y rehabilitación quienes habitual­
mente ejerzan, promuevan favorez­
can o faciliten la prostitución...” . Al
parecer, las medidas de seguridad
queestán destinadas a la moral social,
no sirvieron para Isabel.
El silencio más absoluto ha caído
sobre la noticia. La manifestación y
encierrodeprostitutasy COPEL, por
el suceso, no han tenido la más
mínima transcendencia.
Pacto de la Moncloa, Constitu­
ción, medidas económicas... pero la
Ley de Peligrosidad Social no hay
quien la mueva. Las prostitutas tam­
bién votaron, pero eso se les olvida a
los partidos a la hora de hacer su
política.
Para que se hable de ellos, los
presos tienen que automutilarse. En­
tonces, sí. Entonces la prensa bien
pensante recoge una noticia vendible
al sadismo social instituido.
L'n régimen democrático no puede
dejar y mantener una ley basada en la
arbitrariedad, en la sospecha. Una
ley que reprime al individuo y su
comportamiento natural (como es el
caso de los homosexuales). Una ley
en la que la moral dominante se da la
mano con el poder judicial, olvidan­
do las garantías ciudadanas. Una ley
en la que todos cabemos y por la cual
todos podemos ser castigados.
LA COORDI­
NADORA DE
MARGINADOS
EDITA SUS
INFORM ES
La Coordinadora de Grupos Mar­
ginados de Madrid ha editado “ Gru­
pos Marginados y Peligrosidad So­
cial” , una información sobre su
realidad en relación con la sociedad.
La Coordinadora nació en Marzo
del 77, a raiz de una convocatoria del
PHAR, e integra en la actualidad a
diez grupos. De ellos seis hablan en
esta publicación.
Cada uno habla, trata su campo
específico, presentan sus objetivos
inmediatos y realizan una valoración
sobre la Ley de Peligrosidad Social
desde las diferentes perspectivas.
A través de su propia lucha los
“ prohibidos” , la “ vergüenza de la
sociedad” , están consiguiendo llegar
a la opinión pública. Los grupos
marginados se han rebelado, están
cansados de permanecer en el cuarto
oscuro e intentan romper el
“ ghetto” en que el poder los arrinco­
na. Entretodos podemos conseguirlo.
LUCHA DE
LOS D IS M I­
NUIDOS FISI­
COS
El 2 de Noviembre “ los disminui­
dos de Barcelona nos hemos ence­
rrado en el SEREM (órgano creado
por la administración franquista pa­
ra la defensa de nuestros intereses y
derechos), porque este organismo no
responde a nuestras reales necesida­
des” . Así, con este comunicado a la
prensa, comenzó una lucha que to­
davía no ha terminado.
No por caridad, sino como justicia
social, la Coordinadora Nacional
exige una serie de medidas urgentes y
de rápida aplicación.
— Comisión paritaria entre los
Grupos de Base y el Serem.
—Participación activa de los re­
presentantes en las acciones del
Serem.
— Acceso directo de esta comi­
sión a los archivos del Serem.
— Que el Serem deje de pertene­
cer al Ministerio de Sanidad.
— Carnet de paro para todos los
disminuidos físicos en edad laboral.
— Adaptación de todas las escue­
las nacionales para el acceso directo
délos D.F. alas aulas.
— Creación de residencias para
los grandes D.F. que carecen de
asistencia y tienen problemas de
alojamiento.
Desde entonces diversas vicisitu­
des ha corrido el encierro. Hubo un
desalojo, llevado a cabo por las
Fuerzas de Orden Público, el 11 de
Noviembre, un nuevo encierro, pre­
siones para conseguir tirarlos del
Serem o que depusieran de una
actitud molesta para la Administra­
ción.
Según las últimas noticias llegadas
antes de cerrar ¡a edición, en plena
noche del martes, siete de Diciembre,
los minusválidos fueron sacados del
Serem y trasladados a la Comisaría
del Distrito, primero, y después al
Juzgado de Guardia.
Cuando se intentó tomarles decla­
ración, contestaron que no podían
trasladarse por falta de aparatos.
Hasta que tuvieron que ponerles en
brazos frente a la mesa del Oficial del
Juzgado, uno a uno.
A la mañana siguiente, cuando el \
Juez dijo que no tenía nada en contra
de ellos y que no estaban detenidos,
los disminuidos alegaron que habían
sido llevados allí por la fuerza y que
no iban a moverse mientras no
fueran devueltos al lugar de origen.
De esta manera pasaron 24 horas,
hasta que la'misma policía los trasla­
dó a un antiguo local de Falange, en
el Poble Nou.
Allí se encuentran bajo estricta
vigilancia policial, sin mantas ni
alimentos mientras se intenta minar
su resistencia.
“ No lo conseguirán —han di­
cho—. Hemos previsto acciones de
apoyo. Continuaremos en nuestra
actitud hasta conseguir garantías de
que se realizarán negociaciones que
contemplen como solución definitiva
para resolver el problema de la
marginación, la creación de secreta­
rías dentro de cada ministerio, coor­
dinadas por una comisión intermi­
nisterial."
Una vez más, un sector marginado
como van haciendo todos los demás,
demuestra que saben y pueden
luchar para conseguir sus derechos.
057952

nombre y apellidos. - MARÍA.

............... JÍJ-R/M
ACJt.................
estado civil..... JúLTEJÍQ-.................

lugar y fecha......... £ £ ¿C *V .4 .

sexo.

numero*.
v
de nacimiento.. ^ ____ A .1 M -.......

.- .¿ 6 i3 j¿ J y ¿ S 2 .

OBSERVACIONES
■4 4 ^ . . . .............. .............
. í í r .‘ ^ ‘rT r -y^ f
* ¿ r ^ - ------
.........
-$ r —

EITRE/ISTA situación penitenciaria en el Estado

MARGINADOS.—¿Qué piensasi
de cómo se ha llegado a la situación;
actual en las cárceles, de la lucha que1
están llevando a cabo los presos
sociales? ¿Cuáles crees que son las
causas fundamentales por las que se
ha llegado a que esto sea una lucha
general de casi todos los presos?
XIRINACH.—Es un proceso cu­
rioso. Yo no estoy muy al tanto de lo
que pasa en otros países. Aunque le
oí decir al representante del PSOE en
el Senado, que la cosa estalló muy
tuerte en Milán. No se como estará la
situación ahora en Italia, pero dudo
de que tengan una organización tan
fuerte y tan metida y enraizada en las
cárceles, como lo está la COPEL en
el Estado Español. En cuanto a las
causas de haber llegado a esta situa­
ción tan especial, evidentemente, la ¡
Español tiene cosas que son iguales y
tiene los mismos problemas que
pueden tener en Italia, EE.UU. y
otros sitios. Hay cosas que son
generales, pero hay cosas que son
peculiares, propias de aquí. Hemos
tenido cuarenta años de dictadura y
durante estos cuarenta años han
dado unos cuantos indultos. En
cambio, se tenía horror a la amnistía
política, pero últimamente, como la
campaña por la amnistía política ha
sido tan fuerte, el Estado se ha visto
obligado a dar sucesivas amnistías
políticas. Pero, para desprestigiar la
amnistía política, se daban unos
indultos a veces más fuertes que la
misma amnistía. Además, como los
medios de comunicación social des­
prestigian mucho delante de la po­
blación al preso social y a la delin­
cuencia en general, fomentando un
instinto de egoísmo en la población
de “ que te van a robar” , de que “ te
van a violar” y cosas de éstas; así
desprestigiaban las salidas de unos y
las salidas de los otros. Con eso, lo
que han hecho ha sido .mezclar los
dos problemas.
Yo, desde un punto de vista estric­
tamente político, sie mpre desde el
principio he pedido —aunque era
sobre todo centrado en la amnistía
política— un indulto correspondien-
te a los presos sociales, porque
habían recibido una sobrecarga de
represión por causa del franquismo.
Pero yo no trataba de resolver de raíz
el problema de la delincuencia ni el
problema de las cárceles, porque es
un problema muy serio y muy de
fondo que a mi me preocupa mucho
y del que me ocupo, pero que no lo
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metía dentro de la campaña concreta
de la amnistía. Porque esta amnistía,
se pedía coyunturalmente porque
pasábamos de un sistema político a
otro. Y siempre que se pasa de un
sistema político a otro se suele pedir
amnistía, sobre todo cuando el ante­
rior es un sistema dictatorial y que ha
tenido tanta represión. Entonces, la
venida de la amnistía, ha sido por
esta transición. En cambio, el pro­
blema de las cárceles, es un problema
mucho más de fondo. Aquí es donde
son diferentes. Pero por la impericia
del gobierno que ha mezclado los dos
problemas por tratar de quitarse de
encima el problema de la amnistía
política, lo que ha logrado ha sido
crear unas expectativas, unas espe­
ranzas en los presos sociales, extra­
ordinarias. Y no se han dado cuenta
de que eso era una cosa que se podía
volver en su contra. Y sin buscar la
inestabilidad que hay en las prisiones
—porque no le conviene— se la ha
encontrado.
Además, ocurre otra cosa muy
curiosa y es que durante la dictadura,
los presos políticos que estaban en las
prisiones, eran unos presos de lo que
ahora llamamos centro o centro-iz­
quierda. Estos presos se considera­
ban no delincuentes y se considera­
ban distanciados de los presos socia­
les a los que llamaban comunes,
chorizos, etc... Y exigían incluso lo
que llamaban el Estatuto del preso
político. La gente de izquierda o de
tendencias marxistas, influenciados
mucho por una frase del Marx en la
que decía que toda esta gente, el
lumpenproletariado, no eran aliados
en la lucha revolucionaria, también
se separaban de los “ comunes” . Eso
lo he vivido yo en la cárcel.
MARGINADOS.—En este aspec­
to, las influencias de los presos
políticos, ¿Tú crees que han sido
positivas o negativas?
XIRINÁCH.—En aquellos mo­
mentos anteriores de los que yo
hablo, claramente, eran negativas.
Porque, claro, el preso social se
enfadaba con el político y había una
tensión enorme. Ahora, lo que ha
pasado es que como se han ido
vaciando las cárceles de presos polí­
ticos de centro y de centro-izquierda,
y solo han quedado los de extrema-
izquierda (por decirlo de alguna
manera); la situación ha cambiado.
Estos presos políticos que han que­
dado, han tenido una tendencia
contraria, es decir: identificarse con
los problemas de los presos sociales.
Por una serie de razones ¡eh!, una de
ellas, porque son unos grupos mino­
ritarios y van a buscar donde sea
gente para su militancia, y muchas
veces la han conseguido a través de
los presos sociales. Aparte, es que
son grupos normalmente muy radi­
calizados y muy crispados, en una
situación que se parece un poco a la
del preso social. También está el que
el tipo de delitos de que se les acusa a
estos presos políticos —secuestros,
atracos a bancos, etc.— son delitos
que se parecen mucho a los delitos de
que se les acusa a los presos sociales.
Tienen una semblanza de delitos,
podríamos decir, aunque la inten­
cionalidad sea diferente.
También hay otra cuestión, y es
que el preso social ha querido cogerse
a la amnistía como a una tabla de
salvación y esto le ha hecho unirse al
político. Pero eso, que parece nega­
tivo, en el fondo es positivo, porque
ha habido un trasvase de información
y el preso social ha sido tomando
conciencia de las causas de su situa­
ción, causas, de las que muchas veces
es culpable una sociedad injusta.
MARGINADOS.—Entonces, tu
crees que si no hubiese habido un
proceso político como el español y
unas amnistías políticas, no se hubie­
se llegado a la situación actual de las
cárceles españolas?
XIRINACH.—Yo he hablado con
gente de Alemania que esta trabajan­
do en marginación, y me ha contado
de que allí, se le tenia mucho miedo a
los presos políticos radicales —los de
la Baader-Meinhof— y se les separa­
ba totalmente de los presos sociales
para que no tuvieran ningún contacto
y no pasara lo que está pasando aquí,
que se están concienciando, se están
uniendo, cosa que no había sucedido
hasta ahora. Y eso, mirado objeti­
vamente, es un bien, porque aumen­
ta la conciencia, la responsabilidad
social de ésta gente, y además con un
estilo de lucha más racional que el
“ navajazo” y que la lucha directa y
tonta y pequeña, que te cogen ense­
guida y quedas anulado. Y todo esto
crea ahora una continuidad de pro­
blemas dentro de las cárceles del
Estado Español.
MARGINADOS.—Parece que
has tenido algunas discrepancias con
las fuerzas políticas —sobre todo con
la Entesa dels Catalans— por la
postura que éstas han tomado ante el
problema de los presos sociales.
XIRINACH.—Mira, así como las
anteriores amnistías siempre han ido
acompañadas de un indulto, en ésta
última ha sido justo al contrario. Ha
sido una amnistía más amplia que las
otras, pero ha ignorado totalmente a
los presos sociales. Yo, ya avisé
cuando se estaba preparando esta
ley, y después, el día de ésta amnistía,
dije en el Senado que eso era peligro­
sísimo, etc. No me hicieron ningún
caso. Pienso que la causa por la que
los partidos políticos no quieren
saber nada de un indulto, es por la
posición en contra de la salida de los
presos sociales que tiene la pobla­
ción. Encima, ahora ha subido la
tasa de criminalidad, debido al paro,
a la situación económica y —también
puede ser— debido a cierta vista
gorda que hace la policía para des­
estabilizar un poco. Porque hay
mucha gente de la derecha en la
policía cjtie no le gusta esto y así
prestigia eso de que “ con Franco
vivíamos mejor” .
Por todos los sitios hay un aumen­
to de la criminalidad, entonces si los
partidos políticos apoyan la lucha de
los presos sociales, perderán votos en
las elecciones municipales.
MARGINADOS.—El apoyo a los
presos sociales es para los partidos
una política no rentable...
XIRINACH.—Exactamente...
Pero yo de éso aun me hago cargo,
porque soy muy comprensivo. Es
decir, yo comprendo que la preocu­
pación máxima de los partidos sea la
de penetrar en el poder, después de
no tenerlo durante cuarenta años.
Por otra parte pienso que si en el
Congreso, que es la cámara de los
partidos políticos, no se ha tenido en
cuenta ésto, por lo menos se podía
tener en cuenta en el Senado, que es
una cámara más humanitaria, más
ética y tal. Y de paso servía para
alguna cosa, que hasta ahora ¡el
Senado no ha servido para nada!
Pero no se ha hecho nada de eso. Yo
avisé de que en las prisiones había
una tensión muy fuerte, que estaban
a punto de estallar. El motín de
Barcelona ya no admitía más espera.
Se veía venir, ios funcionarios tem­
blaban. El director de la cárcel y
todos los funcionarios, firmaron una
petición de indulto. Pero nada sirvió.
Entonces, cuando estalló el motín yo
me enfadé y dije en el Senado que
eran unos irresponsables, y concre­
tamente a la Entesa dels Catalans, les
acusé de culpables y responsables de
lo que estaba ocurriendo. Les pare­
ció muy grave eso. Yo les había
hablado muy duramente, claro, ellos
eran culpables por omisión, porque
no habían querido ni firmar una
petición de indulto.
MARGINADOS,—¿Tú crees que
los presos sociales pueden esperar
algo del Congreso o del Senado?
XIRINACH.—Estoy muy, muy
desanimado. Ahora se ha aprobado
en el Congreso y en el Senado, una
comisión de investigación de las
cárceles. No es lo que se pide de una
manera urgente, pero puede ser útil.
Lo que pasa es que acabará como
todas las comisiones..., pero el plan­
teamiento original es bueno. Me han
dicho que es probable que estos
comisionados lleguen a la convicción
de que se necesita un indulto. Pero yo
me temo que no llegarán a este punto
porque no les conviene llegar. El
Bandrés y yo hemos estado recogien­
do firmas para presentar una pro­
puesta de ley de indulto, en esta
propuesta está la previsión de una
pequeña ayuda económica al preso
que sale y se encuentra sin trabajo y
sin nada, pero ésto ya afecta al
presupuesto dei Estado.
MARGINADOS.—En el caso de
que efectivamente el Congreso apro­
bara un indulto. ¿Tú crees que eso ser­
viría para algo? ¿Así aisladamente?
XIRINACH.—Yo creo que hay
problemas a corto y a largo plazo. El
indulto es un problema de corto
plazo. Yo he recibiendo una cantidad
enorme de cartas de presos y sé como
está la situación. Ellos esperaban
sencillamente que a la amnistía polí­
tica le acompañaría un indulto. Al no
ser así, se ha provocado una tensión
enorme. Yo creo que un indulto,
aunque no fuese muy completo,
bajaría un poco la tensión.
MARGINADOS.—Pero tú no
crees que, si se da un indulto sin
cambiar las leyes, ni la situación
actual, a los tres días pueden estar
otra vez todos en la cárcel.
XIRINACH.—Bueno, eso sí, ten­
dría que haber un cambio simultáneo
de las leyes, para que el indulto fuera
efectivo. Yo he hablado con el
Ministro de Justicia, con el Ministro
del Interior, con personal de prisio­
nes, etc. y parece que se está traba­
jando seriamente en cambiar las
leyes. Seriamente hasta cierto punto,
es decir, una reforma del Código
Penal, de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, una casi supresión de la Ley
de Peligrosidad Social, ...toda una
serie de cosas que estaban muy mal y
quieren cambiarlas. Son cambios, no
sé si muy importantes, pero un poco
sí. La reforma de estas leyes iría
permitiendo que fuera saliendo gente
 10
de las cárceles, sería como un indulto
lento. Eso sería ir sacando la gente a
la calle, pero la sociedad que los ha
producido, sigue siendo la misma, no
ha cambiado. Eso sería un problema
a largo plazo, es decir: la reforma de
la sociedad para conseguir que las
cárceles a ser posible desaparecieran
o se convirtieran en otra cosa. Pero
eso ya es mucho más difícil. El
problema no es de cárcel sino de
sociedad. Mientras la propiedad pri­
vada siga como está, haya esta
propaganda absurda, haya esa falta
de planificación industrial, comer­
cial y de lo que sea, haya una
vivienda por tierra, haya una especu­
lación del suelo, haya una falta de
cultura, etc. Pero todo eso es intentar
una reforma total de la sociedad, por
no decir una revolución.
Yo pienso que a la prisión, fuera
de algunas casualidades, van los
delincuentes pequeños. Los delin­
cuentes gordos, no sólo no van ellos a
la cárcel sino que encima mandan a
los demás a la prisión. Y eso es muy
grave.
MARGINADOS.—Desde la pers­
pectiva actual, está claro que van a
seguir existiendo cárceles y van a
seguir existiendo delincuentes que
entrarán y saldrán de ellas. Entonces,
¿qué actitud crees que se puede
tomar, a nivel práctico, de cara al
problema de la delicuencia?
XIRINACH.—Yo en los delin­
cuentes veo dos extremos, está el
delincuente que empieza a serlo, que
es un delincuente “ sano” podiamos
decir y está el delincuente que es un
psicópata prácticamente, que está
enfermo. Y aquí entra el problema de
los psiquíatras, que es horrible, por­
que antes en los psiquiátricos les
pegaban para tenerlos quietos, o
les ponían camisas de fuerza o lo que
fuera. Ahora no, ahora lo hacen
todo a base de drogas y los acaban de
perturbar más aún.
Entonces, entre estos dos extremos
de delincuentes, cuando peor están
de salud mental, más difícil es la
solución. Porque a esas personas no
sabes como tratarlas, pueden produ­
cir desgracias y pueden producir
perturbaciones sociales graves, de las
que ellos no serán culpables, pero
que se verán obligados a hacerlas.
Y... ¿que se hace con esta gente?
Habría que hacer una revolución en
los psiquiátricos.
Con el tipo de delincuente que
empieza, es donde veo más posibili­
dades de rehabilitación por vía de una
conciencia política. Para ésto, dentro
de una reforma social habría
que fomentar las asambleas de base,
de barrio, asociaciones de vecino,
etc. Seria bueno que cada barrio,
cada municipio fuera asumiendo sus
propios marginados. Que no se acu­
mulen a los marginados en institu­
ciones y centros enormes, porque
como decía Ivan Ilich: “ Las cárceles
son una fábrica de delincuencia, los
hospitales una fábrica de enferme­
dades, los psiquiáticos una fábrica de
locos” , etc.
Si yo fuera Director General de
Prisiones, lo que haría sería llamar a
las asociaciones de vecinos, asam­
bleas de barrio, etc. y decirles: Aquí
están estos presos que son de vuestro
barrio y vostros os teneis que respon­
sabilizar de ellos, buscarles trabajo,
darles el ambiente que necesitan, etc.
Porque pienso que los barrios, los
vecinos, deben asumir las responsa­
bilidades de sus enfermos, de sus
delincuentes, de sus locos, etc.
MARGINADOS.—Frente al plan­
teamiento de quien dice que la alter­
nativa a la delincuencia es la integra­
ción del delincuente en la sociedad,
está el planteamiento de quien dice
que hay que adoptar una postura de
defensa del delincuente, sin buscar su
integración. ¿Qué piensas tú de estos
dos planteamientos?
XIRINACH.—Yo haría como
una síntesis de las dos posiciones.
Porque yo pido que se integren a la
sociedad, pero a condición de que la
sociedad se transforme. Cada vez
que haya un acto de delincuencia, se
habría de mirar que es lo que tiene de
original el delincuente, que es lo que
tiene de novedad buena; y esto es lo
que avalaría esa postura de que el
delincuente se mantenga como delin­
cuente; que es la misma postura, un
poco, que la de la antipsiquiatría de
que el señor esquizofrénico es un
señor más original que los otros,
incluso puede ser un superdotado.
Por otra parte, un acto de delin­
cuencia puede tener un origen de
desadaptación o puede deberse a una
deficiencia de la sociedad, y pueden
ser las dos cosas. Yo diría que se han
de mirar las dos cosas. Cuando digo
que el barrio asuma a sus margina­
dos, esto implica una reforma de la
sociedad, unos barrios democráti­
cos, una corresponsabilidad de ba­
rrio. Pero eso ya sería una revolu­
ción, aunque tenga formas suaves de
expresión, no deja de ser una cosa de
tipo revolucionario, de democracia
de base; y eso la “ democracia de
arriba” no lo quiere nunca.
Lo que yo quiero decir es que
tendría que ser la sociedad quien
asumiera al delincuente, no que lo
asimilara sino que lo asumiera. Y que
se cuestionara continuamente por
qué tiene a ese señor discrepante.
Ahora bien, no siempre la discrepan­
cia es positiva. En biología, todas las
especies van produciendo seres abe­
rrantes que son una probatura fraca­
sada, de cuando en cuando salen
algunas con éxito. Entonces yo creo
que con ésto pasa lo mismo, todos los
marginados son gente que está ha­
ciendo probaturas, pero estas proba­
turas no hay por qué avalarlas todas.
Decir que todas las probaturas de la
biología son todas positivas me pare­
ce un falso optimismo. Estoy de
acuerdo con que haya una abertura
de entrada, que no se diga que toda
persona discrepante es mala y por
tanto reprimible. Pero también se ha
de mirar abajo. Porque hay expe­
riencias nuevas que o porque son
prematuras o porque representan un
salto tan grande que los demás no
pueden seguir, se hunden, no son
viables.
MARGINADOS. — Entonces,
¿cuál crees que es el papel que juega el
delincuente hoy en esta sociedad?
XIRINACH.—Yo creo que es un
revulsivo de la sociedad, un aviso de
que hay algo que no funciona. Y eso
esta claro: es una vergüenza para la
sociedad tener a sus delincuentes
encerrados.
 C0NVZ4 14 E f-
P&tlON 4 VOt
m tc m p o t
Jóvenes obreros en paro, estudiantes desclasados, homo­
sexuales y feministas. ..,1o más representativo de los que en
Italia sesientenexcluidos y repi imidos, se concentraban en
Bolonia, a finales de septiembre, en el Convenio contra la
represión en Italia. La prensa española (salvo honrosas
excepciones: “Ajoblanco” y “El viejo topo”) ignoraba o
comentaba superficialmente un acontecimiento que su­
ponía tal vez el acta de nacimiento del movimiento revolu­
cionario de nuevo tipo que hizo sus primeras armas en las
luchas de febrero-marzo. Un movimiento que es, en
primer lugar, la expresión de un rechazo ante la cre­
ciente presencia totalitaria del Estado en la vida social y,
12
además, el testimonio de existencia de toda una serie de participan de este movimiento (reconociendo la indefini­
sectores que están dispuestos a tomar la palabra por si ción del término y del fenómeno) consideran que no hay
mismos, a prescindir del intermedio de los partidos tra­ que caer en el economicismo al analizar la presente so­
dicionales de la izquierda a los que consideran como inte­ ciedad, es decir, piensan que no hay que contentarse con
grantes del nuevo bloque de Poder. Las feministas ita­ denunciar las condiciones en las que al obrero se le extrae
lianas en sus manifestaciones emplean una consigna que es la plusvalía, por el contrario, hay que extender esta
todo un síntoma: “ No queremos que el Compromiso denuncia a todos aquellos aspectos de la vida pública y
Histórico se realice sobre nuestros estómagos”; con élla privada en los que se pone de manifiesto el carácter gene­
indican bien a las claras lo que está ocurriendo en nuestra ralizado de la opresión presente. Ellos están por la libe­
vecina península: de un lado, se alinean los sectores de ración de todas las posibilidades de la persona, por crear
“orden”, desde la derecha clásica hasta la izquierda refor­ organizaciones específicas para cada caso.
mista; de otro, los marginados de todo tipo que adivinan Sí, hay que sacar conclusiones del Convenio bolonés (“la
que son éllos quienes van a pagar los platos rotos de la crisis Italia è vicina”), porque aquí los tiros pueden ir por el
económica y política italiana. mismo sitio, y si no al tiempo.
Bien, en Italia se niega cada vez más la posibilidad de JAVIER VALENZUELA
disidencia a los que están al margen del mundo sindical y
político, pero qué tiene que ver esto con nuestra situación
de recobrada democracia, porqué hablar ahora, y desde
esta revista, del caso italiano. La respuesta cae sola por su
propio peso. Este otoño, mientras los más o menos margi­
nados italianos celebraban su multitudinario Convenio,
en el Estado Español se fraguaba lo que puede ser el primer
paso de un “compromiso histórico a la española”: los
pactos de la Moncloa. Por las mismas fechas, el conocido
abogado comunista Antonio Rato escribía en “El País”
contra la valoración positiva de las luchas de los presos
comunes y hacía una clara defensa de la necesidad de la
cárcel; poco antes, algunos líderes de la izquierda (recuer­
do el caso de Tierno Galván) se despachaban a gusto
calificando a la homosexualidad de “degeneración”.
¿Coincidencias?, pienso que no.

MARGINADOS D E /EN LA DEMOCRACIA

En España, como en Italia, asistimos a la consolidación
de una democracia ‘fuerte”, de un sistema que va a
consistir en la participación exclusiva a través de los cauces
políticos “ortodoxos” (partidos y elecciones), de un sistema
que, con el chantaje del “pinochetismo”, practica una
especie de fascismo cotidiano. Las conclusiones (si es que
puede hablarse así) del Convenio de Bolonia han ido por
ahí, y yo, con vuestro permiso, las generalizo a nuestro
caso. Los presos^en la cárcel (reformados sus aspectos más
escandalosamente denigrantes), los homosexuales en sus
“ghettos” tolerados, las mujeres a pedir la igualdad jurí­
dica y laboral en el Parlamento, los estudiantes a estudiar,
los parados a cobrar el subsidio... y todos bien callados que
para protestar ya hay cauces reglamentarios. Este me
parece el discurso de la estrenada democracia, un discurso
que cuenta con el beneplácito de todo el llamado “arco
constitucional”. Pero, frente a esto, los marginados espa­
ñoles no parecen estar dispuestos al mutismo, bastante
los han silenciado en estos famosos 40 años últimos, hablan
y actúan cada vez más.

DISIDENCIA ANTI-IN STITUCIO NAL

Los compañeros italianos han creado el término movi­
miento anti-institucional para designar la acción de toda
una serie de grupos sociales a los que no podemos definir
según su relación con el proceso productivo, sino situándo­
los respecto a las instituciones de todo tipo (familia, es­
cuela, cárcel, psiquiátrico...) que el Poder crea para con­
seguir la sumisión total de los ciudadanos, para garanti­
zarse el control sobre todas las vidas. Los grupos que

Algunos no
creen en los cen­
tros de protec­
ción de menores.
“ No. Yo no puedo creer en los Centros de Protección
de Menores. Cuando se descubre que a un niño que tiene
una familia destrozada (y por el mero hecho de tenerla)
se le interna en un Colegio donde va a vivir con cientos
de niños más, en un ambiente en que el amor, el afecto,
el trato personal y la formación individual están total­
mente ahogados por la organización burocrática que
mira a responder a las necesidades vegetativas; cuando
ante un problema familiar se responde apartando al
niño y segregándolo, para que no tenga contacto con la
familia ni con la sociedad; cuando la formación intelec­
tual en la mayoría de estos centros es totalmente defi­
ciente (concretamente, en el Colegio S. Francisco Javier
de los miles y miles de alumnos que por allí han pasado
solamente cuatro han logrado estudios superiores),
cuando en muchos de estos centros aún no ha desapa­
recido la figura del celador y figuras como psicólogo,
pedagogo, asistente social, etc., brillan por su ausencia,
y los niños continúan en manos de funcionarios que no
tienen otra función que la de vigilar; cuando uno
verifica la educación que en estos centros se imparte, y lo
hace encontrándose con antiguos alumnos, que han sido
metidos en la sociedad para ellos desconocida a los
dieciséis años, y ve la situación de este muchacho,
después de diez años de internado, y que en el mejor de
los casos es un sumiso social, sin ninguna formación
cultural, con un trabajo y nada más (hay otros muchos
casos de delincuencia, vagabundez, desempleo, etc.),
con una clara sensación de que a poco puede aspirar en
la vida; cuando uno descubre todo ¿sto, es difícil que
crea en los Centros de Protección de Menores”.
No hace muchos días, varias instituciones y entidades de
Barcelona presentaron denuncia contra el Tribunal Tute­
lar de Menores de aquella ciudad. La situación en que se
encuentran los niños “recluidos” en los distintos centros
dependientes de los organismos de “protección” de meno­
13
res, ha sido la que ha provocado una ola de denuncias y
protestas que no ha hecho más que empezar. A finales de
noviembre se celebró una reunión en el País Vasco a la que
han asistido educadores de colegios de este tipo, con vistas
a organizar una acción unitaria que mire a hacer más
humanos, más formativos los mismos. Aunque a mi enten­
der, el problema no reside en tratar de conseguir una
reforma en el funcionamiento de estos centros por muy
avanzada que fuera. El problema es algo más profundo y
pasaría por cuestionarse la existencia en sí de éstos centros.
Es en esta línea que me habían informado que existía
una experiencia de total alternativa a los centros de Pro­
tección de Menores. Fui a Paterna a conocer “Noves
Llars”, y allí estuve una tarde conversando con los mucha­
chos y los educadores.
“ El Proyecto “ Noves Llars’' —me comenta un educa­
dor— se inicia, dejando aparte elementos anecdóticos,
cuando un grupo de personas interesadas en el problema
de la juventud marginada se imponen como tarea primor­
dial el atender a los adolescentes que, inmersos en
centros de Protección de Menores se encuentran en el
momento decisivo de su opción por un proyecto de vida,
cuando ya las Instituciones públicas creen haber reali­
zado su cometido”.
Contadme en qué consiste concretamente ésto que estáis
haciendo.
“ De entrada, estos centros, aparte de constituir un
“ghetto” en el que se recluye a todos estos niños, reúnen
las peores características: masificación, represión a
todos los niveles, etc. Nosotros pretendemos darle un
enfoque totalmente opuesto a todo esto. Para evitar la
masificación, vivimos en grupos de 7 u 8 personas. Nor­
malmente hay dos o tres tutores en cada grupo.
Los tutores conviven en un plano de igualdad con los
muchachos. Quien decide lo que hay que hacer en cada
14
grupo, es la Asamblea de todos los componentes de la
Comunidad Educativa. Allí se decide desde la admi­
nistración del dinero común hasta el mínimo detalle de
organización. Con esto queremos evitar el reproducir
los esquemas de organización burocrática, en cuanto al
autoritarismo y la jerarquización que estos esquemas
suponen” .
“ Por otra parte —nos dice una de las tutores— los
tutores no somos “ profesionales”, es decir, tenemos
nuestros trabajos o nuestros estudios particulares. No
vivimos de la organización. Estamos aquí porque nos
interesa, porque pensamos que podemos aprender vi­
viendo con los chavales. Se trata de una mutua influen­
cia entre ellos y nosotros” . Otra idea importante es que
aquí la tarea educativa es mutua. Todos los miembros de
la Comunidad Educativa —muchachos o adultos—
educan y son educados, en una relación horizontal de
intercambio de experiencias” . “ En cada grupo tenemos
una dinámica propia. Tenemos unas reuniones semana-
les en las que se discute todo, desde problemas de grupo
hasta problemas personales. A llí tomamos las decisio­
nes”.
“También como habitantes de un determinado barrio
que somos, queremos tener una presencia activa en él.
Estamos en la asociación de vecinos trabajando y parti­
cipando en todo lo que se organiza. Por otra parte,
tenemos el proyecto de montar algo útil para el barrio,
como podría ser una guardería infantil, una escuela
popular, actividades y servicios, en suma, que hacen que
el Proyecto Educativo cumpla una función social y de
tarea ciudadana” .
¿Podríamos decir que los pisos son como pequeñas
familias?
“En absoluto. Nosotros no pretendemos sustituir a la
familia sino integrarla. Uno de los principales objetivos
de nuestro trabajo es conseguir que el muchacho asuma
su problema, redescubra la imagen de su familia (tan
maltratada en el Colegio, y que ha hecho que inevita-
blemente el chico la considere como algo a rechazar, o de
lo que hay que avergonzarse), y la recupere como parte
de su historia y de su identidad. En esa línea los mu­
chachos van a casa los fines de semana y los pisos están
abiertos a cualquiera de los familiares de los mismos.
Creemos que la familia está tan implicada en su edu­
cación como ellos mismos, y no debe delegar responsabi­
lidad en nosotros, sino que juntos hemos de tender al
objetivo común de la educación de los chicos.
Por ello, como alternativa a la situación de margina-
ción-masif icación y no pretendiendo desarrollar estruc­
turas familiares, creemos que la forma de vida que
mejor puede responder a los muchachos es la comuni­
taria, donde se pueda vivir la propia vida en un clima de
libertad y responsabilidad, y de amistad que les permita
desarrollar la afectividad en una forma sana, comuni­
dades que les permitan también interiorizar las normas
que la convivencia impone como disciplina necesaria
del grupo” .
En los centros de Protección de Menores las normas
vienen dictadas por entes que no tienen contacto directo
con los chicos, sea la Junta de Menores, sea el Tribunal
Tutelar. Aquí, ¿de dónde salen las normas de convivencia?
Con otras palabras, ¿qué tipo de organización os rige?
“Nosotros funcionamos por asambleas. Las decisiones
a nivel de piso o grupo las toma la asamblea de ese grupo.
También está la Asamblea de Tutores. Las decisiones á
nivel global, las toma la Asamblea General, formada
por todos los que estamos metidos en ésto de una u otra
forma. La Junta Coordinadora, que llamamos, es la que
se encarga de llevar a cabo las decisiones tomadas. Esta
Junta está formada por un representante de los mucha­
chos, y un tutor por cada piso, un representante de cada
comisión, uno del Gabinete Psico-pedagógico y seis perso­
nas elegidas en la Asamblea General”.
¿Qué es eso de las Comisiones y del Gabinete Psico-Pe-
dagógico?
“Un aspecto que se nos olvidaba, es que todas aquellas
 15
personas que quieren colaborar con nosotros tienen que se: con trabajos de poca dedicación, trabajos de verano
hacerlo trabajando activamente, en la medida de sus (ya que la mayoría está estudiando), e incluso la posi­
posibilidades, en alguna cómision en concreto. Hay bilidad de montar algún tipo de establecimiento que se
varias comisiones que se ocupan de problemas específi­ llevaría colectivamente. Para llegar a conseguir ésto,
cos. Así tenemos las Comisiones Pedagógicas, Econó­ nos hemos marcado unos plazos que esperamos ir cum­
micas, de Relaciones Humanas y Sociales, de Tiempo pliendo” .
Libre. ¿Habéis tenido problemas por estar haciendo ésto?
El Gabinete Psico-Pedagógico se ocupa directamente “ Muchos, por supuesto”.
de estudiar la actividad educativa. De cara a los mu­ ¿Qué tipo de críticas os suelen hacer?
chachos se ocupa de problemas psicológicos, relacióna­ “Desde un determinado sector se nos acusa de izquier­
les, escolares, etc., y de cara a los tutores lleva junto con distas. Textualmente se nos ha dicho que nos hemos
ellos todo lo que se refiere a la educación de los chicos. dedicado a sacar a los mejores chavales de los centros
Está compuesto por un médico, un psico-pedagogo y un para hacerlos comunistas. Desde otro sector se nos ha
trabajador social. Se piensa incorporar un sociólogo y dicho que lo que hacemos nosotros es poner parches a la
un abogado” . sociedad. No estamos de acuerdo con estas críticas, por
Estuvimos hablando con unas cuantas chicas, salidas de supuesto. La crítica que se nos podría hacer es la de
San Francisco Javier y que viven en estos grupos. Tienen de pretender algo quizá utópico o idealista, como es preten­
14 a 16 años y llevan allí unos cuantos meses. der funcionar asamblearia y autogestionariamente, sin
¿Qué pensáis vosotros de todo ésto? dependencias” .
“A mí me parece una cosa que está muy bien. Nosotras Bueno, pues esto es más o menos, lo que un grupo
en San Francisco Javier hubiéramos salido unas perso­ bastante numeroso de personas están haciendo e intentan­
nas que no hubiéramos servido para nada. Llenas de do hacer. Si a alguien le interesa conectar con ellos, no
complejos, sin personalidad... ” tiene más que dirigirse a “ MARGINADOS” .
“Aquí hemos aprendido a funcionar por nuestra
cuenta. Somos nosotras lasque decidimos en cada piso lo A. ZARZO
que tenemos que hacer. También hemos olvidado un
poco los complejos que teníamos por el tipo de familia de
que venimos. A mí no me importa que mi madre haya
sido una prostitutá, ni tengo por qué avergonzarme de
eso. En el Colegio me hubiese ocurrido todo lo contra­
rio” .
¿Tan mal están las cosas allí?
“Cuando estás allí no te das cuenta. Pero en realidad
te anulan totalmente. Nosotras vamos alguna vez a ver a
algunas amigas y amigos que tenemos allí dentro, y están
como abobaos, no se dan cuenta de lo que están haciendo
con ellos. No han conocido otra cosa y claro... Nos acor­
damos mucho de los compañeros y compañeras que
hemos dejado allí... son muchos años viviendo juntos, y
la amistad no se puede olvidar tan fácilmente. Por eso
cuando pensamos que allí hay aún muchos amigos nues­
tros, y sabemos en qué condiciones están, nos da mucha
pena y rabia a la vez... Creemos que estos Colegios tienen
que desaparecer...”
¿Qué pensáis de los tutores?
“Son gente estupenda. A veces tenemos problemas con
ellos pero eso es normal que ocurra cuando se vive en
grupos.
¿Creéis que podríais vivir por vuestra cuenta, sin
necesidad de tutores?
“Yo creo que de momento no. Ten en cuenta que
cuando salimos de San Francisco Jaier no vamos prepa­
radas para nada. Más adelante sí que es posible que lo
podamos hacer. Algunas de nosotras pensamos irnos a
vivir en grupos. A otras nos gustaría poder montar
nuevos pisos para gente que esté en la situación que
hemos estado nosotros” .
Pregunto a un tutor, ¿cómo conseguisteis los medios
económicos para que ésto funcione?
“Tuvimos la gran suerte de que, al principio, un
miembro de la Comunidad Educativa nos hizo una \y*
importante donación que nos permitió poner en marcha «•>
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todo ésto. Pero nuestro objetivo es conseguir funcionar
autogestionariamente lo antes posible. Estamos estu­
diando la forma de que cada piso pueda autofinanciar-
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18
LOS DERECHOS
DEL ACUSADO
I. SER INSTRUIDO DE SUS
DERECHOS
A) Presunción absoluta de inocen­
cia de todos los acusados hasta que no
hayan sido condenados por sentencia
firme.
B) La ley española obliga a todas
las autoridades y funcionarios a consig­
nar y apreciar no sólo las circunstan­
cias adversas, sino también las favora­
bles al presunto reo; y están especial­
mente obligados a instruir a éste de sus
derechos.
II. LA POLICIA EN LAS
CAUSAS PENALES
A) En cuanto los funcionarios de
policía tuvieran conocimiento de al­
gún delito lo participarán a la autori­ III. NOTIFICACIONES Y
dad judicial en veinticuatro horas, sal­
vo casos de fuerza mayor.
Cuando el juez se presente a formar
el sumario, cesarán las diligencias por cer ante autoridades de policía no
parte de la policía.
B) Los informes que redactaren y
las manifestaciones que hagan los fun­
cionarios de policía tendrán a efectos
legales la sola consideración de denun­
cias sin ningún valor probatorio.
C) En todos los casos los funcio­
narios de policía se abstendrán, bajo
su responsabilidad, de usar medios de
averiguación que la ley no autorice.
CITACIONES
A) Las citaciones para compare­
están previstas por la Ley.
IV. SECRETO DE
CORRESPONDENCIA
A) Sólo el juez podrá acordar la
detención de la correspondencia que
reciba o envíe el procesado en una
causa criminal. Para la apertura y re­
gistro de la correspondencia habrá
de ser citado el interesado, el cual po­
drá estar presente o enviar un repre­
sentante.
V. ENTRADAS Y REGISTROS
DOMICILIARIOS
A) Nadie podrá entrar en el do­
micilio de otro ni efectuar registros
en él sin su consentimiento, a no ser
con mandato judicial.
El juez podrá ordenar la entrada y
registro en cualquier edificio o lugar
cerrado.
B) El registro se hará en presencia
del interesado o su representante. En
todo caso, en presencia de dos vecinos.

C) Los agentes de policía sólo po­ VIII. TRATAMIENTO DE
drán proceder de propia autoridad
cuando haya mandamiento de prisión,
cuando el individuo sea sorprendido en
flagrante delito o se oculte en local ce­ prisión provisional, deben efectuarse
rrado o casa habitada.
VI. DEBER DE DENUNCIAR Y
DECLARAR COMO TESTIGO
A) El cónyuge, los ascendientes y
descendientes y parientes colaterales,
hasta el segundo grado, están exentos
del deber de denunciar, así como de
declarar como testigos.
B) No se harán al testigo pregun­
tas capciosas ni sugestivas, ni se em­
pleará coacción o engaño, promesa o
artificio para inducirle a declarar en
determinado sentido.
juez estima que tienen relación con los
19
B) Cuando sea de edad, el juez dis­
LOS DETENIDOS pondrá que sea habilitado de abogado
y procurador.
A) La detención, lo mismo que la
de la manera y en la forma que perju­
dique lo menos posible a la persona y
reputación del inculpado.
B) El juez instructor visitará una
vez por semana, sin previo aviso ni día
determinado, las prisiones de la locali­
dad acompañado de un representante
del Ministerio Fiscal. Donde exista
Audiencia, hará la visita el presidente
de la misma, el de la Sala de lo crimi­
nal y un magistrado, acompañados de
los anteriores. En la visita se enterarán
de todo lo concerniente a la situación
de los presos y adoptarán las medidas XII. PRUEBA PERICIAL
que quepan dentro de sus atribuciones
para corregir los abusos que notaren. A) Al acto pericial que no pueda
reproducirse luego en el juicio podrá
concurrir el procesado con su repre­
IX. DECLARACIONES DEL sentante legal, aunque estuviera preso.
ACUSADO ANTE EL JUEZ
A) El acusado podrá declarar cuan­
tas veces quiera y el juez le recibirá de­
claración si tuviera conexión con la
causa. Sólo las declaraciones prestadas
ante el juez en persona tendrán el valor
de tales.
B) Se han de verificar todas las dili­
gencias que el acusado proponga, si el
hechos.

X. DURACION DEL XIII. JUICIO PUBLICO

PROCEDIMIENTO
A) Si el sumario se prolongase más
de dos meses, podrán los procesados
solicitar que se les de vista de lo actua­
do e instar su más pronta terminación.
A) Los debates del juicio serán
públicos, bajo pena de nulidad. Po­
drán celebrarse a puerta cerrada por
razones de moralidad o de orden pú­
blico.

XI. DEFENSA POR ABOGADO XIV. DECLARACION EN

VII. DETENCION Y LIBERTAD
PROVISIONAL
A) En el plazo de 72 horas todo
detenido será puesto en libertad o en­
tregado a la autoridad judicial.
La policía no podrá volver a dete­
ner por el mismo motivo a quien el
juez haya concedido la libertad.
B) Todas las autoridades que in­
tervengan en un proceso estarán obli­
gadas a dilatar lo menos posible la
detención y la prisión provisional de
los inculpados.
A) El acusado podrá, desde el mo­
mento de ser procesado, aconsejarse
de letrado.
JUICIO DEL ACUSADO
A) Tras abrirse la sesión se pre­
guntará al procesado sobre la parti­
cipación que se atribuye en cada uno
de los hechos objeto del juicio.
Podrá negarse a responder a las
preguntas que se le formulen, lo que
no impedirá la continuación del
juicio.
B) Terminadas la acusación y la
defensa, el presidente preguntará al
procesado si tiene algo máVque ma­
nifestar, y en caso afirm ativos le_
concederá la palabra.
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ALGO MAS QUE

HOMOSEXUALES

PRIMER MITIN DEHOM O & x J a L E S^ Dífeiembre)

Un miliar*de personas asistieron en el cine Niza de fiar-,
celona a un mitin de homosexuales ¿ el primero realizádó
hasta ahora engl Espado Español. Se reivindicó*eider&chjp
a la utilización despropio cuerpo y la retirada de ta Lety de
Peligrosidád Socihl. A. R o ^ u e l a f a m o s o ultraderechista
<
que al parecer asistió— le preocupan los homosexuales a
quienes considera \inos pobres enfermos. *

El F.A .C$C. incluye 8-n su anagrama un triángulo rosa,

en regüeldo-de otro idéntico con el que eran marcados los
ü x J ti ¿oi
22

El FACG (Front d’Alliberament Gai de Catalunya) se niega a ser un “ghetto” dentro del “ghetto” homosexual.
Rechaza la imagen de un grupo de amigos que se reúnen por más o menos afinidades.
“El FAGC ha pasado de ser un movimiento de liberación homosexual a un movimiento de liberación sexual. La
organización intenta ser, en estos momentos, el estandarte, el “pivot” de la libertad sexual; porque no hay
liberación homosexual sin libertad sexual. Lo mismo que no hay liberación heterosexual sin liberación
homosexual.” Nos dirían militantes del grupo en una mesa redonda mantenida con ellos.

Su teorización pasa por la creencia en la bisexualidad del
individuo y la adquisición de un comportamiento sexual se­
gún la educación recibida. De esta manera opinan que tanto
reprime el heterosexual su homosexualidad como viceversa
los homosexuales. “Lo ideal sería que todas las personas
tuvieran experiencias sexuales diferentes. Aunque, natural­
mente y en principio, se tengan preferencias de objeto por
la educación, historia personal, etcétera.”
La burguesía necesita individuos socialmente adaptados
a las relaciones que ella impone: las relaciones de produc­
ción. Por eso, la clase dominante dispone de un proceso de
sumisión de los individuos a sus normas de comportamien­
to. La ideología dominante tiende a codificar, a marcar
todas las relaciones del individuo: desde el vestido hasta
el lenguaje.

EL PROCESO DE REPRESION
HISTORIA DE UNA LUCHA
En este proceso es donde se sitúa la norma sexual, de­
La historia de la lucha gai, como fenómeno consciente cisiva para codificar las relaciones entre los individuos; co­
y organizado, se remonta al año 1969, fecha en que los dificación realizada en función de una norma ideal e irreali­
homosexuales neoyorkinos se enfrentan a la policía. A zable. El sexismo antes citado vendría codificado según las
partir de ese día se inicia una rebelión contra la opre­ prácticas sexuales (la forma de hacer el amor) los compor­
sión que sufren. Se organiza el Gay Liberation Front en tamientos afectivos (querer y sentirse como hombre o mu­
los EE.UU., y la experiencia se extiende rápidamente a jer) y las normas culturales (la manera de manifestarse
los países europeos de capitalismo avanzado. como hombre o mujer).
El capitalismo, según el pripio programa del FAGC: La sicología demuestra que no existe relación de depen­
“produjo dos puntos de crucial importancia para la libera­ dencia entre el sexo del individuo y el objeto de su rela­
ción gai: a) el gran desarrollo tecnológico, habilidad huma­ ción sexual, y establece que la satisfacción del deseo puede
na para dominar el mundo material bajo un modelo cons­ realizarse de muchas formas. Partiendo de esta base es com­
ciente; b) el aprovechamiento científico que permitirá la prensible que el interés exclusivo por el otro sexo venga
crítica de los más venerables dogmas. Así, por ejemplo, el condicionado por la ideología dominante (desde la pers­
control de la natalidad ha permitido poner las bases para pectiva del sexismo). Si al impulso sexual no le importa
la liberación sexual en general y gai en particular: la sepa­ el sexo del objeto escogido, la presión de la norma bur­
ración entre sexualidad y reproducción.” guesa se dirige a limitar y dirigir este impulso a través de
Es en la lucha por la libertad del individuo, con toda su as relaciones heterosexuales.
interrelación en la lucha de clases —porque la ideología do­ En otro nivel, la norma sexual burguesa mantiene que
minante nos oprime a todos—, donde el combate del movi­ sólo es “normal” y natural la relación sexual que posibi­
miento adquiere su coherencia. lita la reproducción. De esta manera claifica como “anor­
En 1971, en el Estado Español aparece el primer grupo mal” toda relación entre individuos del mismo sexo. La
organizado, el MELH (Movimiento Español de Liberación existencia misma del homosexual supone un atentado con­
Homosexual). Hasta que el ex ministro de Asuntos Exte­ tra esta norma heterosexual, una “peligrosidad social”
riores y actual líder de Alianza Popular, López Rodó, hace por el desafío a la estructura familiar —base del sistema—y
su aparición, el MELH llega a publicar un boletín editado porque la liberación sexual supone la destrucción de todo
en Francia. Se llama “Aghois” y funciona a través de tipo de represión, sobre la que se basa la sociedad. Conse­
suscripciones. La presión que se realizó sobre el ministro cuentemente se les internará en “establecimientos espe­
de Asuntos Exteriores francés lleva a la desaparición de la ciales” , se les “reeducará” . Como a todos aquellos que se
revista cuando ésta va por los 18 números. marginan, que no están dentro de las “normas” , que no
Pero a pesar de ello el movimiento gai no cesa. Partici­ son “normales” . Unificando la figura del homosexual, la
pó en congresos internacionales y va tomando contactos del criminal y la del enfermo.
con más personas hasta que tras la muerte de Franco, con el En una sociedad dividida en clases, la clase dominante
ascenso de las luchas, populares, se forma el actual FAGC cuenta para perpetuarse con unos aparatos represivos
con una línea de masas de por medio. (prisiones, policía, etcétera) sustentadores del poder eje­
cutivo del Estado y de la Administración, y con unos
aparatos ideológicos que justifican su dominio sobre los
¿POR QUE LA REPRESION CONTRA LOS GAI? dominados, cumpliendo además otras funciones. Funciones
que encubren la transmisión ideológica (en este caso la
La opresión es debida a una ideología (el sexismo) y los norma sexual). En los aparatos que tienen a cargo la educa­
aparatos que sustentan y ocultan esta ideología. ción es donde se opera la inculcación de la norma sexual.
OBJETIVOS DEL FAGC
FRONT d’ A L L IB E R A M E N T G A I de
Los objetivos del FAGC se articulan en cinco puntos
estratégicos conjugados con una plataforma de 14 aparta­
dos mantenida de manera táctica, pudiéndose variar esta
última según las necesidades del momento (ver cuadros
anexos).
“Como los diez mandamientos, se pueden reducir en
dos: libertad sexual y no discriminación de nadie en fun­
ción de la misma.” Concretan los militantes homosexuales
entrevistados.
“La liberación heterosexual queda como algo pendiente
dentro de nuestra lucha, aunque planteemos la liberación
sexual en su conjunto. Cuando en las reivindicaciones
homosexuales se hayan conseguido una serie de victorias,
podrá plantearse esta lucha. En estos momentos es priori­
tario la libertad de nuestra homosexualidad; no es gra­
tuito que quienes han iniciado el movimiento sean homo­
sexuales.
De todas maneras, insistimos en que la entrada en el
FAGC es libre, dependiendo de que se impulse nuestro
programa. Nuestra plataforma es muy clara, quien la
apoye puede estar dentro, al margen de su comportamiento
sexual.”

TRAVESTIS Y SENSACIONALISMO

La problemática de los travestis es algo que está en la ca­

lle. ¿Cuál es su relación con el FAGC? El día del orgullo
gai, la manifestación pareció estar protagonizada por ellos,
si a las fotografías de la prensa nos atenemos.
“Los travestis tienen nuestros mismos intereses —nos
dirían, matizando que en este tema hablaban a nivel
personal, no como grupo, puesto que la problemática se
encuentra en debate—. No estamos en contra de ellos, pero
creemos que este sector está compuesto por gente más in­
tegrada dentro de su propio tipo de homosexualidad. Se
realizan con lo que hacen.
El travesti es ante todo exhibicionista. Aunque su lucha
y sus penas son las mismas que las nuestras, no hay ningu­
no militando en el FAGC. La inmensa mayoría lo hace co­
mo forma de prostitución, tomando los aspectos más lla­
mativos y tópicos de la mujer reprimida, de consumo. No
creemos que se suela hacer como provocación, sino como
reafirmación del espíritu machista, como una forma más de
integración. En esto tenemos muchas discusiones, pero a
nivel de FAGC no hemos llegado a ninguna conclusión.”
El hecho de que en las crónicas y reportajes de la mani­
festación del día gai salieran en primeras fotografías enarbo­
lando una de nuestras pancartas, se debe a fallos propios de
organización y al sensacionalismo de la prensa. Entre los
siete mil asistentes no habrían más de veinte travestis, pero
al ser los más brillantes absorbieron la atención dando una
imagen falseada de lo que es el movimiento. Ellos iban de
exhibición, porque es bonito ir travastido a una manifesta­
ción de homosexuales.
Pero la culpa de estas manipulaciones no la tienen ellos,
sino los periodistas que los destacaron como reflejo incons­
ciente de su machismo, o con afanes sensacionalistas. Cuan­
do convocamos la manifestación nos dijeron: “Ah, ¿pero
todavía necesitáis una manifestación para que la gente os
conozca? Nosotros vamos de manifestación continua.”
RELACION CON LOS PARTIDOS
El FAGC, como organización con una problemática y
alternativas totalmente peculiares, mantiene una autono­
mía orgánica de Cualquier partido u organización sindi­
cal. Al margen de que al admitir la doble militanda, cada
uno de los afiliados tiene libertad para hacerlo a nivel
individual. Hasta sus análisis son hechos por ellos mismos.
Pero les es necesario que los partidos asuman sus rei­
vindicaciones, y la mejor manera es hacerlo a través de
sus bases, de los compañeros que apoyan su lucha o
mantienen la doble militancia.
“Se ha dado el caso de ser en Cataluña, con motivo de
la manifestación citada, donde se ha realizado la primera
adhesión de la historia, por parte de sindicatos y partidos,
a nuestras movilizaciones.” Los partidos políticos —pien­
so yo— siempre atentos a la rentabilidad —expresada en
número de votos—, lo mismo que la mayoría de las gran­
des centrales, han visto la necesidad de recoger aunque sea
superficialmente una lucha que ha salido a la luz encontran­
do el apoyo de grandes sectores de la opinión pública. Se
da el contraste de que algunos dirigentes —tal sería el caso
de Eladio García Castro— han criticado los movimientos
24
homosexuales o sus mismas reivindicaciones y después por
la presión de la opinión pública comentada o bien por la
presión de su base, han tenido que desdecir sus afirmacio­
nes. Sea como fuera, el caso es que salvo contadas y
afortunadísimas excepciones, la gran mayoría de las organi­
zaciones políticas no se hacen eco de las diferntes proble­
máticas marginales, salvo momentos en que lo popular de
una situación les obliga a dar sus magnánimas solidaridades.
¿LA HOMOSEXUALIDAD,
UNA PROBLEMATICA INTERCLASISTA?
A la hora de plantear la ayuda a las organizaciones de
izquierda, el frente se encuentra con un problema básico:
hay muy pocos obreros en sus filas. Las cuasas las veremos
fácilmente si pensamos en la doble opresión que sufre el
proletario homosexual, por su pertenencia a una clase y
por el machismo inculcado en la misma por la ideología
dominante - ¡sólo faltaría que los obreros tomasen con­
ciencia de su sexualidad!—
A nivel de sector oprimido el obrero es el lümpen de la
sexualidad. Es el que menos ayuda tiene para asumir su
homosexualidad, por estar oprimido a nivel social y cul­
tural. A ello se debe que las últimas capas que se unen a la
lucha por esta liberación pertenezcan a las clases populares.
No es moco de pavo el pensar que la Ley de Peligrosi­
dad Social cae con mayor rigor que con ninguno sobre el
proletariado. Este tiene que realizar su sexualidad en los
sitios más inverosímiles (parques, retretes públicos, cines,
etcétera...) por carecer de unos lugares adecuados que la
burguesía sí posee. La posibilidad de detención* es mayor
a este nivel y si la misma se produce cuando se encuentra
en paro —la citadísima ley de P. S. es claramente clasista
por su incidencia en el trabajo de los detenidos—tiene esca­
sas posibilidades de salir'de la cárcel. Será considerado con
toda seguridad “peligroso social”. Bien diferente es- el caso
de artistas, aristócratas o personajes famosos: con ellos
existe una permisividad total.
INTERVENCION CIUDADANA
Una faceta —quizá nueva— dentro de la lucha por la
liberación homosexual la constituye la campaña de sensi­
bilización ciudadana emprendida por el FAGC. Está claro
que hay que luchar contra la marginación y la represión
ejercida por el poder. Pero a menudo se olvida que también
se ejerce la marginación a través de los compañeros de tra­
bajo, de los vecinos, etcétera, debido a una interiorización
de las normas sociales impuestas y a una incomprensión,
por tanto, del derecho a la diferencia que tienen los que su­
fren la marginación.
Por eso, está claro que la lucha por la liberación homo­
sexual, aparte de pasar por el enfrentamiento con una ley
de Peligrosidad Social, pasa también por una conciencia-
ción ciudadana.
En este aspecto el FAGC está trabajando dentro de las
asociaciones de vecinos: “En Barcelona hay ya tres voca-
lías en tres, asociaciones y una cuarta está a punto de for­
marse. Ahora se va a intentar conectar a las tres para
realizar acciones comunes, sobre todo de cara al barrio”.
Habría que apresurarse a aclarar que estas vocalías no son
del FAGC exclusivamente, y que incluso ni son de homo­
sexuales sólo. Están formadas por homosexuales de cada
barrio y en ellas participan también heterosexuales que es­
tán por la liberación sexual total. Lo que ocurre, eso sí, es
que “el FAGC ha impulsado la formación de estas vocalías.
Por otra parte, quien ha tenido las narices de destaparse
como homosexual en la asociación de su barrio es un homo­
sexual bastante concienciado y por tanto, normalmente,
milita en el FAGC.”
Estas vocalías, por supuesto, aparte de llevar una labor
de concienciación sobre su problemática propia, colaboran
con el resto de las vocalías en cualquiera dé los problemas
específicos de barrio. En este punto quisimos saber la
posición del FAGC ante las futuras elecciones municipa­
les. “Este es un tema que no hemos discutido todavía
mucho. Pero pensamos que en el FAGC como organiza-

ción no se puede aconsejar que se vote o no a tal o cual
partido. Porque en el FAGC hay troskistas, anarquistas,
etcétera.
¿UN EMBRION DEL PARTIDO RADICAL?
El cercano ejemplo italiano, donde el FORI (Movimiento
de Liberación Homosexual Italiano) está federado con el
partido radical y tiene cuatro escaños en el parlamento
-uno de los cuales es homosexual—, puede llevar a la pre­
gunta de si el FAGC no será el embrión de un futuro parti­
do radical. La presencia de un Colectivo de lesbianas dentro
de la organización podría apuntar hacia él. Por otro lado, el
hecho de que militen heterosexuales —enmarcados en esa
línea citada al principio de no convertir el grupo en una
pandilla de maricas, en un ghetto dentro del ghetto— el he­
cho de que pueden pertenecer al FAGC cualquier persona
que siga y reivindique los puntos estratégicos y la platafor­
ma. ¿No indicaría un abandono de sus antiguas posturas
y el avance hacia una estructuración de partido?
En casi todas las nacionalidades del Estado Español el
FAGC ha sido el promotor de las Coordinalidades de Margi­
nados (junto a disminuidos, feministas, ecologistas, prosti­
tutas, COPEL, etc...) ¿No es un nuevo dato hacia esa posi­
bilidad apuntada?
“La semejanza que apuntas es muy lejana. Por desgracia
la proporción de heterosexuales en el movimiento es muy
pequeña y, además, no se ha dado ningún paso claro en
ese sentido.
Un partido utiliza unos mecanismos políticos concretos.
Su acción pasa a través de la doble vertiente de la lucha
.política (elecciones al parlamento, por ejemplo) y la lucha
25
ideológica. Nosotros sólo esta última. En un partido no
existe la doble militancia y hay dirigentes y dirigentes.
Aquí es completamente diferente: cabe la doble militancia
y no existen dirigidos. Todos somos militantes de base”;
Aun admitiendo que podrían variar estas posturas, los
elementos del FABC que acudieron a nuestra cita argumen­
taron de esta maner su negativa a ser el embrión del partido
radical.
No obstante la negativa, y aun aceptándola, un fenóme­
no es evidente el FAGC protagoniza en estos momentos
la conjunción de la lucha de los sectores marginados. Es el
motor de una sensibilización social que intenta que la
liberación sexual, y no sólo ella, sea asumida por amplios
sectores de gente, antes que buscar una liberación por sus
propios medios, como ha sucedido en E.E.U.U., Inglate­
rra, etcétera. Extremo de gran importancia por la cons­
ciencia que presupone el enmarcarlo en una lucha por la
liberación total del individuo, en un contexto de libertad
general. Todo esto puede no ser un embrión del partido
radical. Pero, que le vamos a hacer, se le parece.
N O TA.-Este trabajo ha sido realizado a partir de una
mesa redonda celebrada con varios militantes de FAGC , en
el mes de Octubre, y utilizando -en algunos momentos
ampliamente- el manifiesto de la organización al que ellos
mismos nos remitieron como único portavoz válido.
La problemática de la lesbiana y su solución con el
FAGC, ha sido evitada en cumplimiento de sus deseos, ma­
nifestados en una entrevista posterior a la mesa redonda. Si
hubiesen cambiado de parecer, ellas, como todo sector
marginado tienen nuestras páginas a su disposición.
ANTONIO Y BENIGNO

Partiendo de la base (subjetivam ente hablando)
de una sociedad com puesta por núcleos permeables
que se autoabastecen en la m edida de sus posibili­
dades, de delim itar quién da la espalda a quién —y
de que la mera existencia de una publicación de al­
go destinados a los “ m arginados” —, si bien cumple
un papel innegable, presupone que ha de ser con­
sumido por un sector determ inado de personas
que, o bien están ya concienciadas de la problem á­
tica social, o bien se sienten de algún m odo margi­
nados, con lo que se m arginan aún más, no es pues
27
sino satisfacer o contentar a ese sector: pan y cir­
co... y sin pretender aquí agotar el abanico de ti­
pos que dentro de un reducido grupo social puedan
darse, ni analizar de form a exhaustiva las causas
determ inantes de su conducta y su autenticidad,
sino centrándom e en lo que se p o d ría llamar “ pin­
toresquism o” de unos tipos y sus resultados que
aunque sea superficial al menos será expositivo
de un status definido, aislado e inconfundible. Sim­
plem ente como m eros apuntes de ciertos tipos de
“ autom arginación” que quizás por su cotidianidad
se configuran como reabsorbidos por la sociedad.
El tiempo en que se desenvuelve su dinámica vital se
puede dividir en dos étapas clara y fácilmente delimita-
bles: cladestinidad y actuación posterior. Por supuesto,
sin querer afirmar con ello que en todos los casos éste
hecho fue decisorio en la ruptura que se pudo dar con
antelación o posterioridad. En la primera étapa, a veces
de una forma consciente, sopesada, estudiando “ ad
limitem” el riesgo y las causas de la postura o del paso
que se iba a dar. Y a veces con la inconsciencia
impulsiva nacida de la rabia y del deseo de “matar al
padre” de cualquier forma posible, el joven que entraba
a militar en un partido político u organización, cerraba
tras de s i la puerta a un periodo de s u exis tencia, mejor o
peor vivido, para centrarse en una tarea que seria desde
ese momento su “leivmotiv”. Tanto si antes de militar
era ya un ente solo, como si hasta ese momento sus
relaciones eran amplias, se vería desde entonces casi
con eclusividad reducido en sus relaciones, a sus
camaradas, inmerso en las tareas del partido. Pero de
una forma siempre deseada ya que el partido era el
vehículo de su materialización y de organización del
rechazo, que de una forma natural había sentido hacia la
sociedad.
Así, el deseo de rebelión contra una forma opresora,
paternalista, que nada o casi nada le dejaba su propia
inicitiava, se materializa en la la lucha organizada (más
o menos) contra el régimen fascista; encamación
mostruosa e inconcreta de todos los padres, madres,
curas, monjas, patronos. Fantasmas castrantes a los
que desea matar. La tangibilidad del peligro, el sentir de
la importancia negada siempre a todos sus actos hasta
ese momento. Arropado siempre en el marco de su
partido que le envuelve en sus brazos sustituyendo el
espacio del pater familias, por otra familia igualmente
jerarquizada, paternalista y las más de las veces
opres ora y repres ora.
Causas justas, el espia, el héroe, y, además, la
autenticidad del aquel trabajo, se suman produciendo
en grados incoscientes, pero existentes siempre, el
saberse distinto o elegido (depende de la religión que
emplee la palabra). Inmaduro (con toda la relatividad
28
que el término me merece) la mayor parte de los cas o s,
se embebe de la ideologia del partido hasta llegar en
casos a una moral estricta y encorsetada, radicalizada
has talos límites dignos de los santos padres inquisido­
res, bastiones incorrumptibles. No se permiten ni
permiten flexibilidad que vaya más allá de una borrache­
ra sabatina, so pena de merecer el calificativo “peque-
ño-burgués” , que traducido a moral cristiana vendría a
significar pecado contra la moral y las buenas costum ­
bres.
El carisma de la lucha unía a los luchadores y la
delimitación incluso en aréas geográficas determinadas,
dentro de la ciudad, se va haciendo cada vez más
notable. Pero ésta unión nacida de la necesidad de
evasión de la familia, de los antiguos amigos, de la
sociedad...en nada era gratificante a nivel personal,
sólo se traducía en dos o tres auténticas amistades a lo
largo de todo el tiempo, ya que por necesidad natural del
momento, se podían pasar años sin conocer realmente
al camarada.
Como un Cid, la sociedad de la qué huia, le sigue
ahogando en s u lucha contra ella.
En una época que podríamos llamar intermedia,
precursora de las “libertades” poco a poco se va
configurando ésta “clase” cada vez más amplia y su
deseo de “ ser distinto” remonta al anterior “pasar
desapercibido” habitual. Sería un claro ejemplo de ello
las dispersiones después de una manifestación, en las
que rápidamente y sin dudas se podían señalar ya no
sólo por el sudor y el acaloramiento subsiguiente, sino
en miradas, actitudes, ropa, todo signos externos a sus
participantes.
Y con todo ello, no tanto por el hecho de distinguirse
de la “otra gente” con la que en realidad no existían
puntos comunes, como por la auténtica precisión de dar
satis facción a unas necesidades que el régimen vigente
era incapaz de satisfacer, bien porque la carencia de
medios lo impisibilitaban, bien porque sabedor de que
la larga redundaría en su contra, atajaba de forma
sistemática todo brote de novedad que sin su previa
depuración, elaboración, censuración, ridiculación, en
fin, sin una total desvirtualización, pudiese ser califica­
do de no nocivo o peligros o para la moral pública.
Obligados a vivir en éstas circunstancias el joven
progre se vió forzada por ellas a leer textos en otro
idioma a esperar que el amigo trajese del extranjero
publicaciones deseadas durante tiempo, aconseguiren
algunas librerías (si ya había una cierta confianza) los
libros que se pasaban cías des tinamente.
Marginándose, marginado más y más de la realidad
féliz de la valla publicitaria.
Centrándose en un mundo que si bien era tan real
como el anterior, se reducía tan sólo a pequeños
núcleos: los mismos cines, bares, actos. A lo que
acudían “ siempre los de siempre”.
Divididos como reproducción organizativa macro-
social en grupos, subgrupos, organizaciones, sectores,
frentes, pisos, etc... configurando una microsociedad
subterránea.
Y los que sin abandonar la casa familiar, se veian
obligados a llevarla tensión síquica de un doble juego y
una doble cara rayando, cuando el trabajo lo permitía
sentir el cuerpo, en auténticas crisis paranoicas sin
ninguna vinculación por ésta y con un sólo nexo de
unión con los otros: La “lucha”.

(No me da pena nadie aunque ahora sobre el papel
queda tan trágico. Pero si es una explicación para tanto
tarado).
La última étapa de fin de la clandestinidad ha roto de
una forma radical la situación anterior, aunque no hay
tiempo de analizar la realidad actual como se va
dibujando, s i s e puede hacer un balance de las salidas
que s e han ido produciendo y que s on tan variadas como
los tipos que aglutinan es te espectro social.
Los que siguen en la lucha con una constancia y
entrega encomiables, dignas de los mártires y apósto­
les del comienzo del cristianismo.
Los que “quemados adoptan vias más hedonistas se
y se convierten en el vulgar “tio pasóte”. A esta situaión
s^e suele llegar de dos formas: los que sienten el ahogo
que les produce el partido, tan asfixiante como el
anterior, y lo abandonan viendo asi trustadas las
esperanzas de encontraren él lo que buscaban (¿está?)
preparado para darle. Oíos que desengañados ante una
situación que no cambia y un trabajo al que no ven dar
fruto, ven alejarse su mitificada revolución.
29
Los que se integran con ás o menos intensidad y
siendo conscientes de ello en mayor o menos grado,
pero siempre con la necesidad de justificarse ante ellos
mismos yante los demás, de lo transitorio o convenien­
te de su situación que nunca acaba..
En todos ellos el mismo denominador común, la
inestabilidad, la inseguridad, la misma tara emocional,
canalizada por distintas vias pero con una carga vital
similar para todas ellas: el lastre que se arrastra de esta
salida auto-marginación. La imposibilidad de saberse
igual a *ellos” porque el rechazo es siempre pulzonial,
incontestable y aunque sofocado sigue aun en los
integrados latente.
Por último, quedan fuera del tiempo y aun se podría
decir que del espacio, los que se enquistan en
grupúsculos aun más, autojustificándose de unos a otros
y tachando de revisionistas cualquier agresión de otro
ente que no sea “ ellos” prolongando la situación
anterior, pero en unas circunstancias aun más angus-
tios a s .
E.P. Marro.
30

ALEMANIA CONTRA LA
PRENSA ALTERNATIVA
En cualquier facultad de periodismo, una de las
primeras mentalizaciones a que se somete al futuro
profesional es la inculcación de que la libertad de prensa
permite reflejar a la sociedad.
Muy bien, señores. Pero ladinamente olvidamos
mencionar que la progresiva concentración de los medios
de comunicación en pocas manos —el imperialismo de
lasmultinacionales— se carga, lindamente ese pretendido
principio de la libertad de prensa. El asunto ese del cuarto
poder, que defenderá al ciudadano de las mafias del
poder concentrado y blá-blá-blá, queda convertido en la
práctica real en un nuevo modo de dominación por parte
de la burguesia —única clase, por su poderío económico,
que posee los medios de producción de la noticia, como
todos los demás.
El progresivo afianzamiento del nazismo en Alemania,
ampliamente demostrado en el asunto de los Baa-
der-Meinhoff, con “ suicidio” colectivo incluido, está
teniendo una triste prolongación: la encarnizada persecu­
ción de todas las revistas marginales, alternativas y de
izquierda. En fin, de todas aquellas que no aplauden con
el suficiente fervor la represión y matanzas que organiza
el poder.
Dias antes de la carnicería de Mogadiscio —para
mayor gloria de “ Democracia Cristiana” alemana— , la
revista alternativa “ INFO-BUG” (Información-Grupos
No Dogmáticos de Berlín) fué secuestrada por la policia.
El motivo supuesto es que habian publicado comunica­
dos de la Fracción del Ejercito Rojo. El real: que se
intenta destruir todo foco de información de la izquierda.
En Alemania la prensa alternativa tiene una tirada de
doscientos mil ejemplares. Una menudencia comparada
con la granndes cadenas derechistas. Pero eso no COORDINADORA DE
importa, es demasiado para un poder totalitario. GRUPOS MARGINADOS DEL P. V.
Una ley antiterrorista de factura similar a la tristemen­
te famosa de España sirvió de coartada para que la
policia vigilase, secuestrase y detuviese a todo aquel que Parece que ahora va en serio lo de la coordinación de
estuviera relacionado con la citada revista. todos los grupos valencianos que actúan en el campo de
Pero no queda ahí la cosa. Un librero que vendía un la marginación social. El pasado dia 17 de diciembre el
dossier sobre la muerte de holger Maeins (muerto en Front d’Alliberament Homosexual convocaba a una
huelga de hambre en 1974), paga con dos años de cárcel primera toma de contacto a la que acudirían muy pocas
las posibles injurias al Estado que el escrito contuviera. organizaciones. En aquel primer contacto se elaboró un
El juez admitió que el texto podia ser verdad, pero la comunicado dirigido a todos los sectores marginados por
vista está, no es eximente. razón de su sexo, pensamiento, situación física y mental
Persecución, amenazas de muerte y exilio, en el mejor etc.; en el que se aludia a “ la necesidad de crear una mesa
de los casos, son la respuesta dada a quien cuentione una coordinadora permanente a nivel delPais Valencià” y a
historia hecha desde el poder y para el poder. posibilidad de organizar una Semana de Lucha contra la
El padre de Gudrun Ensslin está pendiente de juicio Ley de Peligrosidad Social y todas leyes, uso y
por haber espresado dudas sobre la verosimilitud del normas sociales” que permiten discriminar a los ciuda­
suicidio de su hija. La única superviviente del caso, danos.
Imgard Moeller, ha declarado que jamás hubo tal Los movimientos de marginados valencianos queda­
acuerdo de suicidio, que entró la policía en su celda, ron emplazados para el dia 23 de diciembre a un contacto
perdió el conocimiento y lo recobró encontrándose ya más amplio y rigoroso. A la hora de cerrar la edición de
herida. nuestra revista aun no se habia celebrado esta segunda
Estos son algunos aspectos del modelo democrático reunión. En nuestro próximo número os invitamos a
alemán. Poco envidiable, por cierto. Dicen que todavía comunicaros con los grupos promotores de esta coordi­
no son fascistas, pero lo parecen. nadora para que ésta sea lo más representativa y fuerte.

PRIMERES JORNADES DE LA DONA
AL PAÍS VALENCIÀ:
“hombres fuera, mujeres dentro”
Cuatro días han durado las “jornades de la dona” . Muy
pocos. En ellos la mujer habló por sí misma, sin ser eco de
una voz que no es la suya.
Tan en serio se tomó el no ser eco de nadie, que una con­
signa prevaleció por encima de cualquier otra: “Hombres
fuera de la sala.” Consigna cuestionada por una buena parte
de las presentes, que veían en la medida una postura ma-
chista, en cuanto que se discriminaba en función del falo.
Los portadores del mismo, a la calle, se repitió incansable­
mente .
La opresión de la mujer, pese a que en las jornadas entra­
ra en debate, proviene de una ideología machista, de una
discriminación sexista. Marginar en función del sexo, sin
plantearse la ideología, significa reproducir el esquema ideo­
lógico imperante.
A partir de la ponencia preparada por el grupo “Terra” ,
hablamos de nuestra sexualidad desconocida, siempre en
función del hombre y siempre negada. De como ser mujer
ha sido no reconocemos nunca, no tener identidad. La mu­
jer carece de sexo si no es en función del macho.
Sería con esta ponencia, cuando se expulsaría a los
“masculinos” . “La intimidad de la ponencia nos hace pe­
31
díroslo.” Dé' esta manera, el sonrojo y el pudor pareció
resucitar en la sala. El resultado defraudó las esperanzas
de encontrar nuevas aportaciones a la teorización de nuestra
sexualidad. Lo dicho, y comentado líneas arriba, no era
el huevo de Colón ni motivo para desalojos.
La escisión de Mujeres Libres presentó la ponencia de
“Mujer y Familia” . Mientras ésta se presentaba, los hombres
cuidaban la guardería y se lamentaban de una incompren­
sión no esperada. Este día se discutió sobre la familia, los
hijos y todo lo que se nos ha negado tradicionalmente, sólo
por ser mujeres.
El “rol” jugado por la mujer en el consumo y como con­
sumidora fue planteado por I. Robles en “Mujer y Publici­
dad” . Poco antes se trató el tema del aborto y los anticon­
ceptivos, explicitado con una película francesa sobre un le­
grado practicado a una joven.
Entre un cierto “elitismo” , finalizaron las jornadas con
la ponencia “Mujer y Política” , presentada por la U.P.M.
Este fue el trabajo que menos aportó a la problemática de la
mujer. Además, el “gallinero” estalló en el lugar; militantes
de diferentes partidos intentaron arrimar el ascua a su sardi­
na. Las mujeres del FRAP insistían sobre el papel de la mu­
32
jer en la República, otras les contestaban, aplaudían o abu­
cheaban. Y aún hubo quien intentó mantener que la lucha
feminista está al margen de la política y la lucha ideológica.
Como si aquello no fuera un acto político en toda su exten­
sión.
Con la tarde del domingo once, llegó¿la hora de las con­
clusiones. Se dijo la necesidad de unificar el movimiento fe­
minista a través de una coordinadora y con autonomía para
todos los grupos integrantes. Se reivindicó el derecho al
propio cuerpo, a la libre sexualidad y la necesidad de luchar
contra la Ley de Peligrosidad Social, campaña que asumía,
desde ese momento, la coordinadora.
No hubo muchas conclusiones, pero quedó claro que ha­
bíamos estado allí y que queríamos continuar buscando to­
do aquello que nos lleve à conseguir nuestra forma de
luchar y cambiar nuestra forma de vivir.
En conjunto las jornadas no han sido grandiosas ni bri­
llant s, pero al menos muchas mujeres pudieron expresar
sus temores, sus angustias y un poco de esa vida tan olvida­
da socialmente.

EN DEFENSA DE LA MUJER (5 Diciembre)

Se ha formado en Barcelona un gabinete de Defensa de
la Mujer, al que puede acudir cualqueir mujer que haya su­
frido una agresión física. Se presentó en el local de los
Amigos de las Naciones Unidas.

LA CONDICION FEMENINA
Dentro del Ministerio de Cultura, se ha creado un nuevo
departamento: la Subdirección General de la Condición
Femenina. Se desconocen sus funciones (B.O E , primeros
de septiembre). La mayoría de los grupos feministas del
Estado Español (35) han votado contra la creación y parti­
cipación en ella.

LIBRERIA DE LA DONA
Valencia inaugura su primera librería feminista Se llama
así, DONA, y está en la calle Grabador Esteve, 34 Dado el
panorama editorial, le deseamos suerte.
 33

MAS DE CIEN ANOS

DE EXHIBICIONISMO

“Buscaba alamedas oscuras y sitios apartados en donde

poder exhibirme desde leios
a las personas de sexo femenino en el estado en que hu­
biera querido estar cerca de ellas. ”
J J. Rousseau

EXORDIO
1850. El escándalo público se eleva a categoría de delito.
1877 —hoy hace cien años—. Laségue describe el cuadro
del exhibicionismo.
Las reflexiones qye siguen intentan llamar la atención
sobre los exhibicionistas, seres solitarios, marginados, sin
padre, sin madre, sin perro que les ladre. Seres que cargan
según los expertos —muy pocos— con el treinta por cien
de los delitos sexuales. Perros abandonados que si hoy, co­
mo ayer, sublimaran sus instintos dedicándose a las artes,
a la política, a las leyes, etc., etc., sacarían al país del ato­
lladero en que se encuentra.
culo, mostraba el rostro. Un par de años más tarde, apare­
cen sus confesiones. Rousseau el delicuente se declara con­
victo y confeso. Como Montaigne. Como t asanova. Y dice
así: “Quiero mostrar a mis semejantes un hombre en toda
la realidad de su existencia. Y ese hombre seré yo.” Así
podría iniciarse la letanía de exhibicionistas que en el mun­
do han sido y que abarcaría desde Don Quijote, pasando
por las venturas y desventuras del ojo del culo quevediano
y llegaría al culo de Marión Brando, al culo de Anthony
Quinn en “Zorba el cretense” , al de Patxi Andion, y al culo
de Nureyev en “Valentino” . Ninguno de ellos penó su deli­
to. Ninguno de los que contemplaron sus nalgas les acusó.

EL CULO DE ROUSSEAU —Juan Jacobo- LA VERGA DE LASEGUE

Dos de Julio de 1778. El que fuera preceptor, maestro
de música, copista, secretario de la embajada francesa en
Venecia, muere.
El autor de “El contrato social” , el padre de la pedago­
gía, muere. Eran las 11 de la mañana. El tres de Julio el ca­
dáver de Rousseau se exponía al público. El tres de Julio
la máscara mortuoria le era quitada. Rousseau era exhibido.
El personaje que dedicó gran parte de su vida a enseñar el
El descrédito del culo —culos planos pantalón vaquero,
¿dónde se fueron los respingones y saltarines?- en los úl­
timos tiempos ha dado paso a la importancia de la verga.
Laségue en 1877 lanza la primera piedra al definir a los ex­
hibicionistas. Así contaba: “Exhiben la verga en estado de
flacidez, siempre en las mismas condiciones de exposición,
sin masturbación ni aventurados deseos lascivos” . Hace un
siglo. Y empieza la era del falo. El Tribunal Supremo así
34
dice: “Es la obscenidad misma puesta al descubierto de ma­
nera inequívoca ante personas que no la buscan, ya que los
órganos genitales significan el summum de la provocación
sexual cuando se muestran con ánimo salaz ante personas
de otro sexo” (Sentencia de 31 de Marzo de 1969). ¿Las
mujeres no tienen genitales? Tal es la importancia adquiri­
da por el falo en lo que va de siglo que el mismo alto Tri­
bunal ha declarado: “Aunque el recurrente disimulara su
órgano genital ante los peatones, cubriéndolo con una car­
tera manual que portaba, el hecho de ser visto, ello no obs­
tante, por las internas de la Residencia de Señoritas para el
Servicio Doméstico y por la Madre Superiora, prueba es de
que el exhibicionismo tuvo realidad siendo el acto impú­
dico y atentatorio al recato de quienes lo presenciaron”
(Sentencia de 13 de Mayo de 1969). Tal vez si sólo se hu­
biera tratado de culo las cosas hubieran sido distintas. Por­
que culo tenemos todos. Pero verga, lo que se dice una bue­
na verga, muy pocos. Desde luego, no la poseían las seño­
ritas del servicio doméstico. Ni la Madre Superiora. Aunque
pudieron admirarla a pesar de estar cubierta por la cartera
manual. ¿De qué tamaño no habría de ser aquel órgano ge­
nital que motivó tan grave escándalo? Y es que algunos ex­
hibicionistas poseen un instrumental al que, francamente,
no hay derecho. Está muy puesto en razón que cualquiera
se escandalice ante tamaños ejemplares: quien crea que esto
no es justo que recuerde el célebre cipote de Archidona. O
que se lo pregunte al académico y senador real D. Camilo
José Cela Trulock.
EL AS DE BASTOS
Me contaba una amiga viciosa de las cartas que no podía
jugar con barajas españolas. El As de Bastos la excitaba. Per­
día el hilo de la brisca. Más o menos como la tía Lavinia
de Candy que se excitaba con los obeliscos, los taburetes
de Ios-bares y los tenedores de los restaurantes. Ni mi ami­
ga ni la tía Lavinia acusaron al rey de bastos y a los cuchi­
llos de plata meneses por atentar contra el pudor.
EL MAMA COMPLEX
También los psiquiatras y más aún los psicoanalistas (me­
jor dotados literariamente) jugaron a mitificar el falo. Y
como lo que dijo Freud todo el mundo lo sabe citaremos a
los menos conocidos. Otto Fenichel, por ejemplo. Así en­
focaba el exhibicionismo que no era ni más ni menos que
un modo de tranquilizarse contra el temor inconsciente de
la castración. ¿Será por eso que las mujeres no delinquen?
Quizás —al estar castradas—no teman una nueva castración.
Y decía al interpretar el acto exhibicionista “tranquilizad­
me de que tengo pene reaccionando a la vista del mismo” ,
“reaseguradme de que mi pene os atemoriza, de que me te­
néis miedo y entonces no tendré que estar atemorizado
yo”. -Aprendan feministas, por favor-. Y si no había
bastante, otra taza: “Os muestro lo que querría que voso­
tros me mostrárais” . Pero tristemente las mujeres están
castradas. Alguno que otro, logró escaparse de la era del fa­
lo y dedicó sus esfuerzos a inventarse que las madres de los
exhibicionistas eran un tanto lascivas y que sin darle afec­
to a su hijo le fomentaban el culto al paquete. Sí señores,
los niñitos con la mama complex serán de mayores exhibi­
cionistas. O lo fueron de pequeños. Y esto lo dijo Freud:
“Todo niño siente placer en la ostentación de sus genita­
les”. Y a mayor tamaño, mayor placer. Y mayor pena. Y
los nada sospechosos sexólogos de Lovaina afirman que “to­
do ser humano ha sido cuando menos durante su infancia
un curioso sexual” . Así que a entonar un mea culpa cós­
mico.
¡AY PENA, PENITA, PENA!
Todas estas y otras reflexiones psico-psiquiátricas no han
impedido que el exhibicionista reciba el justo castigo a su
perversidad. En efecto, la sentencia de 20 de Octubre de
1970 decía que “esta verdadera plaga de desviacionismo se­
xual, cualesquiera que sean sus oscuros orígenes clínicos
de frustración o represión de la libido y las medidas tera­
péuticas que ese aspecto pueda comportar, es lo cierto que
está adquiriendo en nuestros días un crecimiento alarman­
te que es preciso atajar con el ancestral y sano prestigio de
la pena pública”. El mismo razonamiento se repite en la
sentencia de 15 de Marzo de 1975, aunque para ella el pres­
tigio no es sólo sano, sino que, además, es “saludable”. Y
sigue la línea interminable en la de 21 de Marzo de 1975
añadiendo que la sociedad “cuyos elementales conceptos
de recato y sana moral sexual lesiona y escarnece la conduc­
ta de un adulto que, siquiera bajo el influjo de un cuadro
neurótico con síntomas psicopáticos... exhibe y muestra
sus órganos genitales a un niño de 12 años, cuyo pudor
ofende” .
¡Ay del que escandalizare a estos pequeñuelos!
No. El exhibicionismo no puede quedar impune. Ni aun­
que sea, hasta cierto punto, producto de enfermedad men­
tal. Porque lo malo de los penes exhibidos (y de las partes
acompañantes) es que se pueden medir. Y dar la medida del
propio pene es una provocación intolerable. Y debería casti­
garse según tamaño. Aunque, en este punto, el recato de los
tribunales es evidente e impide adecuar el castigo a la can­
tidad de la ofensa. Así, la sentencia de 6 de Febrero de
1969 no repite el relato de los hechos por la repugnancia
que le inspiran. Y la de 8 de Junio de 1971 dice: “En la
determinación de los elementos de hecho constituyentes
de este delito no son necesarias precisiones sumas” , aclaran­
do que no precisa describirse quiénes se prestaron a prácti­
cas inmorales, ni en qué consistieron estas, ni quiénes fue­
ron los escandalizados, extremos estos, dice la sentencia,
muy difíciles de probar: Basta con la “adecuada convicción
psicológica adquirida por la Sala de Instancia, de que los
actos inmorales existieron” .
EL CO ÑO DE LA BERNARDA
Ni este ni otros serán castigados. Así cuentan los exper­
tos. Así se da en la realidad. ¿Cómo penar a una señora
abierta de piernas en un escenario o en una esquina? ¿Quién
es el macho que se atreve a formular denuncia diendo que
la excita? Normal. Un hombre debe excitarse ante la vista
de la teta derecha de fulanita y el entrecote de menganita.
La mujer está hecha para eso: para excitar. Bien de jabón,
bien de piedra pómez y bien de tetas al viento. Y pelos en
el moño. ¿Quién es el macho que se atreve a formular de­
nuncia diciendo que la teta izquierda de menganita no le
excita? Aquí no hay alteración mental, aquí no hay margi-
nación social. Aquí todo se acepta, señores y señoras, mu­
jeres, caballos! Y quién se atreve a denunciar a Lady Godiva
toda despelotada ella si las motivaciones del despelote eran
políticas. Y en New York hace frío. Y qué señora de qui­
 35
nientas pelas butaca y envoltorios de piel de zorra osa decir O, si tiene dinero, inscribirse en un club de swinging
que las lindas carnes de los muchos Alanés de Equus la po­ —lea otras revistas y se informará- que tan monos y elegan­
nen cachonda. A eso fue la señora. Y a eso su señor acom­ tes quedan.
pañante. Y díjole que le gustaba más su marido que el Ma­ Pero si usted, amable lector, es un exhibicionista de los
jó que tanto se desnuda y se imprime. Y el marido silenció que quieren dejar de serlo, con moral alta y voluntad ger­
que las carnes del Ribo le gustan más que las circunferencias mánica, si usted “lucha honradamente contra sus instintos
de la Goyanes. O témpora, o mores! los expertos dicen que y sucumbe al impulso pasajero” , entonces la solución está
el exhibicionismo “aparece como delito exclusivamente en su mano: “El traje policial”. Sí, “unos pantalones altos
masculino, porque el prestigio de la mujer se mide con una sin botones, con tirantes cruzados, de modo que para qui­
medida más larga” . ¡Sí señor! tarse los pantalones, tiene que quitarse antes la chaqueta” .
De nada.
MORALEJA
“Si tus ojos te son ocasión de pecado,
¡Dura lex, sed lex! Sí dura la ley, pero ahí está. Si us­
arráncatelos. ”
ted, lector atento, es exhibicionista, puede hacer dos cosas.
(Sagrada Biblia)
Así de escolásticamente: Seguir siéndolo o dejar de serlo.
Si usted decide seguir siéndolo, allá usted. Y el que avi­
JOAN SETE
sa no es traidor. Pueden rascarle el bolsillo con una creci­
da multa. Inhabilitarle profesionalmente. Obligarle por tem­
porada a mostrar su nariz entre rejas. O bien, si usted guar­
da los siguientes consejos prácticos, tal vez consiga evitar
el saludable efecto de la pena.
Primer consejo: Si decide ir desnudo de medio cuerpo [ APAílTUL ÜEL
hacia abajo hágalo como Don Quijote: En un apartado > a o iÍM o UdmEtto
monte. No lo haga jamás junto a la ventana de su casa, aun­ MfcfebiMAOoS
que ésta dé a un patio interior. Las cárceles se llenaron de ‘CAtakiA 01 i
gentes que así actuaron.
Segundo consejo (de carácter general): Evite cualquier MAfeCHA.
imprudencia. Nunca debe estar seguro de nada. Recuerde
a aquellos dos amigos de que habla la sentencia de 17 de
Marzo de 1970. Después de haber comido se apartaron a
un lugar para masturbarse. Y tan mala fue su fortuna que
la pelota con que jugaban unas inocentes niñas fue a parar
cerca de ellos. Y fueron descubiertos en su perversión. Y
así les lució el pelo. Y así se lo cuento.
Si usted quiere redimirse de su depravación quizás
le sirven estas indicaciones:
No se case. Demostrado del todo está que el matrimonio
no le librará de su problema. Y desde el punto de vista pe­
nal podrán decir, para mayor escarnio, que se trataba de
un hombre casado (Sentencia de 17 de Diciembre de 1949).
Los expertos recomiendan inscribirse en un campo natu­
ralista. Usted sería allí el tuerto en el país de los ciegos.
Pero, ay, tales sociedades, aún cuando existen, en este país
no son legales. Y su gozo, lector regenerable, en un pozo.
Negro, claro.
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38

detras
délos
evolucio
narios
—“ Pretendemos consumar la más esencial de las
singladuras en el definitvo plano del trabajo —decía don
Mariano allá por las* elecciones—. Pretendemos la
conciliación entre capital y trabajo, la destrucción del
mito de la lucha de clases con las únicas armas
honradamente aceptables que pueden ponerse en manos
del individuo: la prosperidad, el orden y la justicia. Para
ello, hemos de mirar al frente, indudablemente; pero no
olvidar que es un pasado el que nos sostiene y que en ese
pasado se encuentran las bases del que tiene que ser un
triunfo. Nadie puede negarlo. ¿Quién en la España de
hoy, sin la cara de sinvergüenza, hablaría de la explota­
ción y jornales de hambre? ¿Quién no ha podido trabajar
en paz, si verdaderamente lo ha querido, agruparse y
luchar si su abulia o desinterés no le han marginado de los
beneficios legales que están ahí, o han estado sin uso o
ignorados desde su creación? ¿Quién no ha tenido
ocasiones de ganar, si ha puesto ilusión en el triunfo,
coraje y agallas en sus propósitos; avanzar sin trabas, si
no ha tenido la de su inteligencia?... Pues de esta España
partim os...”
—Mi marido es que tiene miedo a enfrentarse con él,
mire usted —decía la mujer gorda, joven y de mala hostia
de cara—. Pero así no podemos seguir. Tenemos cuatro
criaturas como cabezas de alfiler que no saben lo que es
hartarse. Yo soy capaz de ir a verle y arrancarle el poco
pelo que le queda a ese tío cabrito... ¿Vd. se cree que
podemos pasar con cuatro billetes a la semana?

—A mí me gusta el oficio —terciaba el marido—, pero
se me remueven las tripas cada vez que le termino algo.
Cuando veo aparecer a la gente que le hace encargos...
Llevo siete años con él y muchos vienen al taller por mí.
—Pero es tan cagón, que no se atreve a pedirle siquiera
mil pesetas más. Ah, y si por lo menos tuviera tiempo a la
salida para hacer más horas en otro sitio, pero le tiene ahí
días hasta las diez de la noche. Y esa es otra, nos tiene
usted que decir a como se pagan las horas, porque de vez
en cuando le da seis reales y se conoce que valen por
todo...
Al pensar en esto que quería decir, estoy viendo a mis
compañeros anhelantes, pendientes de mí y las visitas,
dispuestos a no dejar un caso sin atención y una solución a
toda costa.
Piensa que ahora no ven en nosotros unos compañeros
concienciados, con interés para que esto vaya adelante,
sino unos líderes.
Pero él tiene que ser un líder. Deben hacerse la
vocación mis compañeros suspicaces y concienzudos.
Los sabios de codos raídos no pueden saciar el hambre de
lucha.
—En el Sindicato Vertical me dijeron que no me
correspondía...
—De la Caja Nacional me han enviado esta carta
diciendo que me faltan días de cotización para poder
cobrar...
—A mi madre no quieren hacerles los papeles para el
Régimen Agrario...
—¡Ya está bien!... Han tenido a mi hija cuatro años
39
haciéndole contratos de seis meses y a la calle, y una
semana después a trabajar, y ahora que cierran tienen la
santa cara de decirle que no puede ir al paro...
La desilusión y el rabioso no poder ir más allá. Cuando
nos desenvolvíamos tras la mesa del comedor, cagarse en
la puta, ¡es que son...!, chasquear la lengua, acaso valía
la pena.
—No.
—¿Pero no se puede demandar?
Y si bajaba la cabeza negando, dando a entender que
eran nulas las posibilidades con arreglo a lo legislado,
alguien tenía los ojos brillantes, despectivos y limpios
para decir que ya estaba bien de rollos; una mierda de ley,
nuestro sindicato y la respiración que saliera de una boca.
— Estamos oprimidos. Tenemos miedo.
—Compañeros, se acabaron los tiempos de agachar el
espinazo. Hay que hablar fuerte y demostrar que el
espíritu de la clase trabajadora puede arremeter con
bravura.
—La mayoría se limita a pagar las pesetitas de su cuota
y solicitar de vez en cuando información de sus derechos
particulares.
—Haremos la vida sindical como sea. Ahora pregun­
tan. ¿Qué pueden hacer? Es una novedad en estos
pueblos. La mayoría trabaja en pequeñas empresas. No
tiene, ni de cerca ni de lejos, una idea de práctica
sindical, de lucha colectiva. El “ abogao” que les espera
detrás de la mesa, sigue siendo el médico que les sopla tres
o cuatro mil pesetas por una visita, el notario, el cura...,
don Pepe, don Fulano y don Pollas, que ha visitado a lo
largo de su vida al no poder pasar por otro punto,
“ señores solemnes” que para solucionar una pijada,
¡Dios de mi vida!... Ahí queda la actitud pasiva, la
ignorancia formada por una coraza de humillación, de
impotencia para resolver...
—Lo más cachondo es que viene gente que no está
afiliada, que ni siquiera son trabajadores.
En el pueblo de las calles abiertas y los coches, de los
saludos cordiales y las tiendas, las cestas llenas, hay quien
pasa hambre, quien es expoliado por usureros, quien
tiene muchos hijos y un jornálete, quien es timado al
buscar casa para vivir, quien roba y una leche le importa
el confesionario, quien tiene hijos inteligentes con becas
denegadas...
—Es un tango, coño.
—Pero todo esto bullía.
—No importa que no estén afiliados.
—Tenían que acudir a alguien, tú, macho. ¿No te
parece conmovedor? Están agobiados, sin salida, acos­
tumbrados a no hablar y por instinto de conservación
replegados. Me alegra su cara que pone confianza, y que
digan que ya era hora de que alguien se acordara de ellos.
Camaradas, dicen, he dicho, voy a ver si allí...
—Tenemos un mensaje —hubiera podido decir nues­
tro Secretario General—: Los pobres y escondidos en el
pueblo próspero, sí han entendido nuestro cometido.
Quedarán sin respuesta, porque estamos para la clase
obrera que se desenvuelve con problemas de trabajo,
pero son ellos los bienaventurados, angelitos.
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 41

M E SA REDONDA

CENTRALES SINDICALES
DEL PAIS VALENCIÀ Y
MARGINACION SOCIAL
( o lo s c o n v id a d o s <le p ie d r a ).

Creemos que es el factor clase uno de los condicionam ientos más decisivos a la hora de com pren­
der la marginación social. Esta convicción inicial fue la que nos llevó, tras un intento poco afortuna­
do de com unicación, a sentar ¡por fin! ju n to a nosotros, a tan sólo dos de las centrales sindicales
convocadas: U.S.O. y CC.OO. Las otras centrales jugaron a la perfección un papel rem olón y
“ coquetil” , dándonos plantón por dos veces consecutivas. U.G.T. fue quizá la más explícita al
com unicarnos a últim a hora su no asistencia, ya que uno de los “ técnicos” convocados “ ad hoc”
estaba indispuesto, y convenía “ cuidar la imagen” . La C.N.T. sopló y resopló. Estábam os conven­
cidos de que no iba a faltar, no podía faltar... Y faltó. Luego nos m andó sus “ escrituras” . Con
C.S.U.T. y S.U. ignoramos todavía lo que haya podido ocurrir, no han dado señales de vida.
PEPE FONDO por CC.OO. del P.V. y RAFA MARTINEZ por U .S .O .-P aís Valencià hablaron
con nosotros de esta m anera:
42
MARGINADOS.—¿Qué causas
consideráis fundamentales para que
se produzca el fenómeno de la mar­
ginació n? ¿Veis alguna relación entre
procedencia social y grupos margi­
nados?
CC.OO.—No me atrevería a dar
una hsta exhaustiva... La imposibili­
dad que tienen aquellos que viven de
su esfuerzo en el trabajo para acceder
a una educación concreta, la frustra­
ción que produce el no poder apro­
piarse de unos bienes de consumo
constantemente exhibidos, son cau­
sas de primer orden. De todos mo­
dos, en una sociedad como la actual
que adolece de... tantísimos defec­
tos, la marginación no se produce
sólo como un resultado unido a una
determinada “ clase” , obrera o bur­
guesa. Si bien, es cierto que las
condiciones de vida de un trabajador
le condicionan más a ser marginado.
Estadísticamente se puede compro­
bar que los alcohólicos y los homo­
sexuales no son precisamente obre­
ros. En cambio, en el cómo el
marginado se encuentra ante la so­
ciedad y cómo puede defenderse ante
ella de su problema es en donde la
clase social a la cual uno pertenece sí
juega un papel importante.
MARGINADOS.—Pero parece
que existen unos mecanismos de
marginación. No es sólo el poder
quien margina, sino incluso los mis­
mos compañeros de “clase” ; no sólo
marginan unas causas pretéritas, si­
no hasta el mismo vecino cuando
convive, por ejemplo, con un delin­
cuente. ¿No creeis?
CC.OO.—La marginación no es
algo voluntario, sino que en su
origen está el rechazo que la sociedad
hace de un individuo del que quiere
ignorar su problema. Esto mismo
hay que decir si en lugar de individuo
hablamos de grupo. Ante la existen­
cia de aquel problema la resolución y
toma de conciencia del mismo obli­
garía a que la misma sociedad cam­
biara de forma de ser. Hemos de
rece íocer también la existencia en
noso ios de unos pilares, nacidos de
unas formas de vivir y pensar, de
unas c stumbres, de unas experien­
cias heredadas de nuestros mayores
que nos impiden reconocer los pro­
blemas a que nos estamos refiriendo.
O sea, que entonces la marginación
es la sociedad quien la produce. Aun­
que hay otra cuestión, y esta es la
otra vertiente de la marginación,
según la cual el marginado al dolerse
de esta situación que la sociedad le
crea, entonces se aferra más a su
situación porque entonces él no se
integra y se precipita más en su
aislamiento porque no hay elementos
suficientes que le resuelvan el pro­
blema.
MARGINADOS.—Pero el asunto
de la “integración” o no sería algo
mucho más complejo...
U.S.O.—Yo la marginación no la
vería tan sólo un alejamiento de un
determinado sistema económico, si­
no también moral y social. Y por ello
yo diría que no sólo es marginada la
clase obrera, sino también otras
clases. Lo que ocurre es que al estar
en un sistema eminentemente capita­
lista, el tipo de marginación que se
produce es sobre todo económico...
MARGINADOS.—¿O sera, que
este sistema económico lleva inhe­
rente la producción de unos tipos de
marginación?
 43

U.S.O.—Fundamentalmente el
sistema económico es quien produce
los marginados. Lo cual no indica
que no se den también en un sistema
socialista. Aunque para mí la dife­
rencia entre ambos sistemas el capi­
talista y el socialista frente a la
marginación, es su capacidad de
integración...

CC.OO.—Yo entiendo que existen

diferentes tipos de marginación. Hay
marginaciones nacidas a partir de
situaciones concretas de las personas
y que la sociedad recrudece; aquellas
situaciones tienen un nacimiento,
una génesis patológica, una etiología
de tipo enfermizo. Por ejemplo en la
cárcel abundan muchísimo los sicó­
patas, y están como delincuentes;
éstas son personas taradas a las
que la sociedad les acusa más y
más su problema en lugar de. resol­
vérselo. Esto es algo que motiva la
delincuencia.
Yo diría que en el homosexual el
atractivo por el propio sexo nace con
su misma naturaleza. Yo creo que el
homosexual un poco nace, aunque
claro, nunca hay negro ni blanco, sino
que suele haber gris. Entonces, aquí
tendremos que diferenciar mucho a
la hora de hablar sobre cómo se llega
poco más las tintas en los problemas Esta postura de dar preferencia o
ala marginación.
MARGINADOS.—En el campo de origen económico; jubilados, etc. de ocuparnos fundamentalmente de
pero la problemática de otros grupos la marginación bajo el prisma eco­
de actuación y lucha que vuestro
de carácter más social como la nómico no se puede entender como
sindicato se propone ¿se prevé o ya
homosexualidad, p.e., hay que con­ una acción de oportunismo sindical,
existe, de hecho, algunos medios de
fesar* que no está muy abordada. tan solo refleja un hecho; que hay
incidencia en el campo de la margi­
nación social? ¿Creeis que es tarea Aunque en la mente muchos tenga­ aspectos de la marginación que no se
del sindicato ocuparse de este as­ mos presente el problema. Pero a han tratado.
nivel de sindicato yo no conozco a
pecto?
ninguno que haya hecho incapié en
este problema.
En nuestro sindicato no tenemos
ningún grupo que en la práctica se
dedique al problema de la margina­
ción. Creemos que la integración de
aquellos grupos se resuelve de una
manera más global, vendrá por la CC.OO.—Honestamente he de re­
U.S.O.—Yo creo que todos los propia dinámica de la organización. conocer que la central sindical de
sindicatos incluyen en sus tablas El crear una especie de sección de CC.OO no ha dedicado una parcela
reivindicativas, estos problemas de marginados es estar autenticando es­ importante de su quehacer al pro­
marginación, aunque cargando un ta marginación de hecho. blema de la marginación. Ni siquiera
 44
en su programa entra el cómo atacar
de una manera práctica el problema.
Aunque esto tiene una lógica que está
en función de la misión especifica del
sindicato: agrupar en su seno a los
hombres del trabajo y ponerlos en
situación de poder organizarse con­
tra la explotación y de pedir sus
reivindicaciones, siempre en la bús­
queda de una sociedad mejor. Y esto
último es muy importante, porque
tanto CC.OO. como U.S.O. (me
consta) son reconocedoras de que el
entorno sociopolítico es importantí­
simo para el obrero.
Hoy estamos aún en los albores de
lo que debe ser un sindicato fuerte, y
por ello en nuestro sindicato hay
prioridades, que no indican menos­
precio hacia los problemas de la
marginación. Habrá de pasar aún un
tiempo para que el militante haya
tomado comprensión del problema y
de cuales son sus ralees. Mientras la
situación del trabajador no cambie,
los sindicatos en esta sociedad capi­
talista que vivimos tienen una misión
específica que cumplir. De todos
modos, sí aseguro que todos los
movimientos de apoyo a los margi­
nados en la medida que tienen una
lógica, y que esta quede inserta en el
mundo del trabajo, tendrán un apo­
yo de CC.OO. Mientras tanto, los
sindicatos tendrán que ir consolidán­
dose, la clase obrera afiliándose,
formándose “ cuadros” , etc... Aun­
que también es cierto que existe por
otra parte un cierto miedo al riesgo
de adoptar posturas que no sean bien
recibidas por las masas. Y esto es
importante.
MARGINADOS.—O sea que no le
es “ rentable” en estos momentos de
expansión y consolidación dedicarse
a ciertos problemas...?
U.S.O.—Yo con eso no estoy de
acuerdo. Estoy más de acuerdo con
lo que decía el compañero de
CC.OO. al principio, ya que son una
serie de razones coyunturales las que
nos vuelcan más a tratar una serie de
reivindicaciones económicas. No es
j un problema de imagen. El sindicato
no está capacitado ahora para abor­
dar problemas que no sean la defensa
del puesto de trabajo, la defensa del
trabajador en general. Aunque nues­
tro sindicato camina también a ser un
arma de defensa de los grupos margi­
nados. Nuestro sindicato no sólo
tiene un carácter económico sino
también social.
MARGINADOS.—Pero lo bien
cierto es que ya de antemano os
habéis creado un tipo de prioridades
muy concretas, tal vez en razón de
unos esquemas mentales excesiva­
mente ‘‘eficaces” y ‘‘prácticos” ...
CC.OO.—Lo que sí podemos de­
cir es que de hecho existen organiza­
ciones que como la vuestra de MAR­
GINADOS, cubren toda esta serie de
problemas a que nos estamos refi­
riendo. Otra cuestión sería que lla­
marais a la puerta de los sindicatos y
no os dieramos la esperanza de que
nes identificamos con el problema y
de que os apoyamos. Otra cuestión es
la de la estructura económica, cues­
tión fundamental para saber abordar
los criterios que puedan tener las
organizaciones sindicales. Nosotros
creemos que no se puede abordar
seriamente, p.e., el problema de los
alcohólicos en España, sin abordar
antes la cuestión de lo que supone en
España la existencia de 1.700.000
hectáreas de tierra dedicadas exclusi­
vamente al cultivo de la vid, y que
podrían ser sembradas con produc­
tos más útiles y necesarios, y a la
larga menos perjudiciales. ¿No sería
esta una cuestión estructural que
habríamos de resolver antes de ir a
solucionar parciales? No olvidemos
que no se podrían resolver los pro­
blemas de la marginación sin resolver
antes cuestiones estrictamente eco­
nómicas, y por ello podemos decir
que en el fondo las centrales sindica­
les estamos incidiendo con vosotros
en el mismo esfuerzo al mejorar la
siutación del trabajador.
MARGINADOS.—¿O sea, que
los sindicatos tradicionalmente han
pecado de ser excesivamente obre­
ristas?...
CC.OO.—Necesitan ser obreris­
tas. Porque el sindicato es el defensor
de los intereses de los trabajadores. Y
ello son quienes constituyen los sin­
dicatos. El sindicato obrero, es ex­
clusivamente de clase. Y hemos di­
cho que dentro de la marginación no
existe una única clase.
U.S.O.—Nosotros no participa­
mos de una concepción obrerista o
economicista del sindicato. Nuestra
alternativa sindical, es básicamente
distinta a los sindicatos tradicionales
de UGT o CNT. El cuestionarse la
marginación, no es un problema de
concepción sindical.
CC.OO.—El sindicato obrero, só­
lo puede abordar la problemática de
clase, aunque reconozca la existencia
de otra problemática.
MARGINADOS.—¿Pero si admi­
timos que todo preso social es un
preso político en cuanto que las leyes
que allí a la cárcel lo han llevado son
unas leyes políticas, y que la mayoría
de los presos sociales procedan de los
sectores más bajos de la clase obrera
cómo se entiende que os hayais
volcado sobre los presos políticos
olvidando a los comunes?
CC.OO.—Hay una necesidad de
que se conozca la grave situación
carcelaria, que es auténticamente
terrible. Sólo quien ha vivido la
cárcel, sabe lo que ella es. A ella han
ido los que han hecho lo que la
sociedad califica como “ delito” . En
virtud de unos códigos penales...,
pero en general ha sido el preso
político el más sacrificado, que ha
ido a la cárcel por un intento de

mejorar la sociedad. El preso políti­
co en la cárcel se ha encontrado con
otros muchos hombres víctimas de la
sociedad, enfermos que han llegado
a la delincuencia por enfermedad
mental y que han resuelto su proble­
mática yendo contra la propiedad
privada de los demás.
Estoy totalmente en contra del
tratamiento que se le da al preso
Cvmún en la cárcel. Pero no puedo
identificar la amnistía que es un
modo de resolver la problemática del
preso político, con la petición de
resolver la problemática del preso
social o común, maltratado, y carga­
do de condenas injustamente muchas
veces. Como el caso en que ha
acusado a personas de delitos que no
son ciertos. Y es que la policía
cuando coge a un preso común le
saca una lista de robos a los que al
final tiene que decir que sí por
agotamiento.
No es que no apoyemos la lucha de
la COPEL. Pero si las centrales no
apoyamos con la misma fuerza la
problemática del preso político y la
del social, es porque ya de partida
existe una problemática distinta. Los
presos comunes, incluso muchas ve­
ces, han sido provocadores de situa­
ciones desagradables para los presos
políticos, donde ha habido un clima
insolidario, sobre todo en un lugar en
el que lo que más abunda es el
egoísmo, pues allí uno se vende por
poco.
U.S.O.—Los presos políticos,
eran el símbolo de una represión
desde el poder; tal vez por ello se
hayan volcado los sindicatos, quizás
también por una falta de plantea­
mientos ya que no han abordado el
tema de los presos comunes. Noso­
tros por ejemplo a nivel de organiza­
ción no lo hemos tratado. Opino, por
tanto, a nivel personal. Como alter­
nativa a las cárceles no traemos
ninguna en concreto.
MARGINADOS.—¿Por qué te­
niendo la fuerza que hoy tenéis los
sindicatos, no presionáis apoyando
el planteamiento de los problemas
que hoy tienen los presos sociales?
CC.OO.—No todo preso es políti­
co. Afirmarlo así ya es un error
craso. Si un deficiente mental viola a
una niña y se le encierra, ese hombre
no es un preso político. Es más, yo
creo que las cárceles, aunque con
otra concepción tendrán que existir;
por lo menos, en un proceso muy
largo de tiempo; después más que
cárceles serán sanatorios o lo que sea.
Hoy los sindicatos estamos dedica­
dos plenamente a lós fines sustancia­
les de clase, y por ello no hemos
hecho toda la presión que debería­
mos cara a los presos sociales, cosa
que no es contradictoria con aquellas
declaraciones que los sindicatos pue­
dan hacer acerca de la situación en
las cárceles, y el mal trato que recibe
en ellas el preso común.
MARGINADOS.—Pero directa­
mente qué habéis hecho por los
presos sociales?
U.SX).—Los hechos están ahí, no
se ha hecho nada. Hay que ser
sinceros.
CC.OO.—Para nosotros la pro­
blemática del preso común está den­
tro de la problemática de que hablá­
bamos antes, aunque es lógico que
quienes estáis en la lucha por los
marginados les deis esa prioridad.
Yo estoy convencido de que si llega­
mos a una democracia, y las clases
trabajadoras tienen influencia sobre
la forma de legislar se mejorarán
mucho estas cosas. CC.OO. lo que no
puede apoyar es cualquier tipo de
movilización callejera que diga “ pre­
sos comunes a la calle” ya que eso no
podemos aceptarlo porque creemos
que hay unos principios que son
ciertos y es que hay presos que
necesitan de un cumplimiento por
unos delitos que han cometido. Yo no
puedo hablar de amnistía absoluta
45
para todos porque eso CC.OO. no lo
acepta.
MARGINADOS.—Pero existen
otras fórmulas intermedias ¿no es
cierto?
o
CC.OO.—Estamos aún insertos
en la salida de una dictadura que no
se ha marchado. ¡Ojo! Esta dictadu­
ra e^ta todavía muy extendida y hay
muchos añorantes que quieren vol­
ver atrás. Estamos en un proceso de
encontrar una Constitución que es la
que tendrá que reforzar todas esas
teorías, que yo creo que son magnífi­
cas... Pero lo que no podemos es ir
rápidamente a la solución de unos
problemas que no se resuelven si no
es condicionados por una legislación
previa para ello...
Según entiende CC.OO. ahora
sería contraproducente que saliese
una manifestación a la calle abor­
dando el problema de los presos
comunes, porque eso daría fuerza a
esos añorantes del régimen, “ espa­
dones” pendientes de cualquier mo­
tivo para hacerle una escuchita a
S.M. el Rey y decirle: ya tenemos a
los anarquistas que quieren destrozar
todo el País y que quieren destrozar
la monarquía... En España la cues­
tión penitenciaria ha sufrido un
abandono terrible y por ello hay que
darle un carácter nuevo... Pero en
estos momentos no resulta política­
mente interesante abordar este pro­
blema para quienes estamos inten­
tando que la democracia culmine. _
U.S.O.—En la medida en que se
critica un sistema y se persigue otro,
el socialista diríamos nosotros, una
sociedad autogestionaria, se supone
que se pretende un cambio total de
estructuras económicas, políticas...
culturales. Y es que el socialismo
lógicamente condiciona otro tipo de
cultura. Entonces lo que sí que habría
46
que determinar en cada momento es el
delito así en abstracto. O sea, si en la
sociedad capitalista en que nos mo­
vemos el delito tipifica una agresión
contra la propiedad privada, en una
sociedad socialista como la que pro­
pugnamos nosotros el delito habría
que tipificarlo como agresión a la
persona; y suponiendo que desapa­
reciera la propiedad privada, enton­
ces desaparecerían toda una serie de
delitos que ahora son tipificados por
la clase dominante, con lo cual
habría una cantidad de marginación
fuera. Yo personalmente, creo que la
cárcel tiene una función represiva, en
esta sociedad o en cualquiera. En­
tonces, si el delito hemos dicho antes
que es una agresión fundamental­
mente a la persona humana, enton­
ces, pues, lo que la cárcel tendría que
hacer sería no agredir a aquel que
vaya allí, sino tratar de integrarlo,
darle su dimensión y dignidad de
persona y ver porque esa persona
incurrió en delito.
Yo creo que la cárcel o interna-
miento o lo que sea para apartar de la
sociedad con la perspectiva de inte­
grarlo, existirán porque de alguna
manera todos estos delitos han de
tener no un castigo que ahora es más
bien animadversión contra la perso­
na y que lejos de castigarla lo que
hacen es hundirla más en su delito.
MARGINADOS.—Lo que parece
que esté pasando según afirmaciones
dichas antes es que quien paga el
“ pato” del miedo a la desestabiliza­
ción es el preso social. /.No es así?
CC.OO. Lo que ocurre es que las
cárceles no hay que abrirlas sin más
sino que hay que estudiar cada caso.
Ya he dicho que ahora no es el
momento. Si me preguntarais lo que
CC.OO. podía hacer mañana en una
sociedad con la democracia afinca­
da, entonces te hubiera contestado
de otro modo, muy distinto. Lo que
está claro es que hoy los legisladores
no tienen ni p... idea a la hora de
legislar sobre estas cuestiones. Por
ejemplo en lo que respecta a la Ley de
Peligrosidad Social.
MARGINADOS: ¿Cuáles véis que
son las causas fundamentales de la
marginación social?
CNT: Fundamentalmente la es­
tructura de esta sociedad está basada
en la marginación, por cuanto está
montada sobre bases de dominación,
una de las cuales son las relaciones
de producción. En algunos casos la
marginación se hace más aguda o
escandalosa, pero siempre tiene co­
mo causa fundamental la estructu­
ración de la sociedad y sus mecanis­
mos de funcionamiento.
MARGINADOS: ¿Es tarea del sin­
dicato ocuparse de estos temas? Te­
néis algunos medios de incidencia en
estos campos?
CNT: En la CNT, preocupa y
mucho el problema de los margina­
dos. En la medida en que la orga­
nización va poniéndose en pie tras
haber sido la más ferozmente diez­
mada por el franquismo, esta preo­
cupación se traduce en medidas con­
cretas y acciones. En Valencia se ha
creado un grupo en la Federación
Local que, en contacto con la secre­
taría jurídica, trabaja sobre el tema
de los presos y las cárceles. Los com­
pañeros de Sanidad llevan a cabo
una labor en el campo de la siquia­
tría antiautoritaria... en general he­
mos participado en todo lo que nos
ha sido posible en la lucha de los
distintos sectores marginados.
MARGINADOS: ¿Cómo se entien­
de que los sindicatos se hayan volcado
en defensa de los presos políticos
olvidando a los sociales?
C N T : No es cierto ésto, en lo que a
la CNT respecta. Los compañeros en
prisión, se han solidarizado siempre
con los presos sociales, a los que no
han distinguido en ningún caso, con
una perfecta comprensión del pro­
blema en base a los principios ex­
puestos. En muchos casos los m ili­
tantes confederales detenidos (por
ejemplo Carballo) han sido tratados
abiertamente y de entrada como pre­
sos comunes. Es conocido en las cár­
celes por donde ha pasado la Confe­
deración, que nuestros militantes se
manifiestan y actúan como compa­
ñeros sin hacer ningún tipo de dis­
criminaciones (a título de anécdota
puede citarse que la cuerda utiliza­
da por el Lute en su fuga del Penal
de Puerto de Santa María había sido
fabricada por el compañero Fio-
real, encerrado entonces en aquel
penal). De manera que, además de
por nuestros propios principios, la
Confederación luchando por sus
presos, estaba luchando por todos los
presos, y así ha sido en la práctica.
MARGINADOS: Respecto a la
cárcel, ¿cuál es vuestra actitud?, ¿qué
alternativas proponéis?
CNT: Partiendo de la causa fun­
damentalmente social de la delin­
cuencia y de la función represiva de
la institución Cárcel, como parte de
la institución Estado, estamos por la
supresión total de aquella porque
estamos por la desaparición radical
de éste. Está claro que mientras esta
sociedad funcione, sus bases de do­
minación se reflejarán sin duda en
la represión carcelaria. Sin creer en
las soluciones reformistas, parece un
objetivo primordial, que se viene
reflejando en la prensa de la Confe­
deración, la amnistía total que in­
cluya a la totalidad de la población
penal, y la denuncia a diario de las
condiciones de internamiento en las
prisiones que conduzca a la elimina­
ción de los sádicos más fascistas (co­
mo se ha conseguido ya en Barcelo­
na). En cuanto al desarrollo de un
programa concreto, para cambiar la
situación en las cárceles, apoyamos
las reivindicaciones de la COPEL.
MARGINADOS: Respecto a los
grupos marginados, la actitud que se
puede tomar en la sociedad, ¿cuál
creeis que ha de ser?, ¿de rechazo?,
¿de integración?... ¿?
CNT: Es muy difícil contestar
porque hay en la pregunta un ele­
mento paternalista: “ La sociedad”
y “los marginados”. Cuando en dis­
tintos grados todos estamos margina­
dos. Y de “integrarse” a los margi­
nados “oficiales” solo se cambiaría
la apariencia formal de su margina­
ción. Lo que podría proponerse, y a
esto es imposible darle forma y solu­
ción en unas líneas, son los pasos
necesarios para la solidaridad de
todos los sectores oprimidos (no la
“afiliación”, sino la acción unida
desde los distintos frentes) y esto cabe
en todo un amplio sector revolucio­
nario que podríamos denominar an­
tiautoritario. En este campo, los
“marginados”, tienen un papel muy
importante que hacer porque su
lucha difícilmente puede ser asimi­
lada o llevada a cauces reformistas.
A. ZARZO y JULIAN SANCHEZ

Industria? cinematografia
y m arginación.
Prácticamente desde sus orígenes
(es sabido que los hermanos Lumiére,
además de inventores “amateurs” , eran
unos industriales), y principalmente
desde las productoras francesas GAU-
MONT y PATHE, y más aún con los
“trusts” norteamericanos y con los
productores “independientes” que lle­
garon a crear las bases de todo el siste­
ma hollywoodense, el Cine ha funcio­
nado como industria-comercio, como
espectáculo, dentro de las leyes y re­
glas del sistema capitalista (entre és­
tas, la de defender a tiros, con mato­
nes a sueldo, las propiedades cinema­
tográficas), y ha pasado a estar en ma­
nos de la burguesía, de la clase domi­
nante .
Este control sobre los medios de
producción ha supuesto, consecuente­
mente, el control (más o menos total
y riguroso, ya que el terreno de lo
ideológico es movedizo y filtrable) del
“sentido” vehiculado por los films.
El control económico e ideológico
del producto, en una industria de esta
envergadura (grandes capitales inverti­
dos y explotación comercial a nivel
internacional) y en la que hay un pre­
dominio de la oferta (la realización
cine
del producto para su consumo) sobre
la demanda (la “necesidad” de consu­
mo por parte del público), y buscan­
do asegurar no sólo la rentabilidad de
un único producto concreto (un film)
sino también que ese producto cree las
condiciones propicias para el consumo
rentable de los productos consiguien­
tes (o sea, tratando de hacer consumir
no únicamente determinado film, sino
tratando de asegurar el consumo per­
manente del cine), y la amplitud masi­
va que este espectáculo requiere y po­
sibilita en cuanto a su público poten­
cial, lleva todo ello a la industria a la
parcelación de públicos, en unos casos,
y a su homologación, en otros, por me­
dio de los “géneros”, las “series” , los
“temas”, el “star-system” , y toda una
amplia gama de “modelos” que posi­
bilitan la continuación, la repetición,
la mimesis... hasta la saturación del
mercado.
ECONOMIA DE LA MARGINACION
Hemos visto que la práctica del
cine está sometida a la estructura
industrial-comercial del sistema capi­
talista, en unas condiciones de pro­
ducción (altos costes en todos los ele­
mentos que entran en juego, comen­
zando por el primordial: la película
47
que sirve de soporte) y en unas condi­
ciones para su difusión (complejas ca­
denas de distribución y exhibición so­
metidas a regulaciones administrativas)
que limitan esta práctica artística al
control, necesariamente, de esa estruc­
turación industrial (unos grupos que
controlan los medios de producción y
difusión, y unos asalariados —por privi­
legiados que sean- que se someten a la
venta de su fuerza de trabajo), todo lo
cual pasa en último caso por el control
estatal, es decir, por el control de
clase.
La ideología, a la que el ciñe sirve
de vehículo, pasa por la industria y
el comercio, por el campo de las rela­
ciones de producción.
El acceso a la industria cinemato­
gráfica se ve, de este modo, sumamen­
te limitado y está sometido a regula­
ción (títulos de profesionalidad,
carnets sindicales, etcétera). No hay
que decir que, en una industria cuya
producción es precisamente la de lo
ideológico, de información y comu­
nicación de masas, sólo es posible acce­
der a ella cuando los “trabajadores”
(guionistas y directores, principalmen­
te) son ideológicamente asimilables
al sistema (los que se convierten en süs
propagadores ideológicos con los films
que firman) o cuando son mínimamen­
te controlables.
 LOS SUB-STANDARD
La industria -en este caso, la pro­
ductora de aparatos y elementos para
el cine: las cámaras, los proyectores, la
película virgen- produce también, en
su diaria propuesta de consumo, los
llamados “formatos sub-standard” : las
cámaras y proyectores de “pequeño
formato” —inferior al utilizado y re­
gulado por la industria- y la película
virgen adecuada para estos aparatos
(los formatos 8 mm, Súper 8 y
16 mm).
Se trata de un nuevo juguete para
satisfacer el ocio de las capas sociales
algo acomodadas y con aficiones “ar­
tísticas” ; un maravilloso aparato (esa
cámara de Súper 8 a la que se le colo­
ca una película-cassette, y donde sola­
mente es necesario apretar un botón
y filmar) que —tal y como mostraban
los hermanos Lumiére en 1895— re­
produce “la vida en movimiento” . Re­
producción de la ideología de la vida
familiar, en una comunicación cerra­
da, tal y como si de una “película sin
fin” se tratara.
Afinando algo más, el cine en pe­
queño formato posibilita la reproduc­
ción de la “estética” del cine indus­
trial-comercial.
De este modo, la industria cinema­
tográfica (Hollywood) no sólo propo­
ne formas estéticas de comportamien­
to, sino que posibilita también el
reproducirlas en películas individual­
mente y por no excesivo dinero.
También, de este modo, la indus­
tria y el comercio del cine (los merca­
deres de la ideología de la clase do­
minante) delimita el campo. La indus­
tria es el espacio de los profesionales
cualificados —y controlados—en la re­
presentación del espectáculo; ya sabe­
mos de que espectáculo se trata. Esta
industria segrega a los aficionados, y
les da los medios para satisfacer su
“afición” , manteniéndoles así aparta­
dos de la industria en cuanto produc­
iSTMlECMTOS ción de ideología, pero sometidos
a ella por el consumo de película
DEL virgen y de aparatos técnicos.
MARGINACION DEL CIRCUITO
Hemos señalado también que los
falangistaEstevel circuitos comerciales de difusión
T el322 S 4 9 4 del cine realizado por la industria -en
3212752 principio no hay más que este cine-
l USUESICISK J
VID I— J
están ajustados perfectamente a las ne­
cesidades e intereses de esta industria.
No sólo la proyección de un film, en
una sala comercial (o sea, con posibi­
lidad de acceso a un público), está
regulada por el aparato estatal (certi­
ficados, permisos, censuras y demás
trámites legalizadores), sino que este
film tiene que cumplir también un re­
quisito indispensable: que su formato
y sistema de sonido —así como su me­
traje- se ajuste al establecido comer­
cialmente.
El “pequeño formato” -esté en las
manos de quien esté— encuentra su
marginación en sus propias caracterís­
ticas de base.
Pero estos aparatos y películas
sub-standard (sub-standard, repitá­
moslo, en relación a la impuesto por
la industria y el comercio del aparato
cinematográfico establecido) están
ahí, y no fatalmente tienen que re­
producir la ideología y la estética del
cine dominante.
PRACTICAS ALTERNATIVAS
MARGINALES
A partir de aquí encontramos
ya, con las cámaras y películas sub-
standard, las prácticas cinematográ­
ficas marginales, que son además prác­
ticas ideológicas igualmente margina­
les o alternativas.
Estas prácticas cinematográficas,
cuyos sistemas de producción son
relativamente elementales (una cámara
ligera, película virgen y apenas algunos
gastos más), que en un principio no en­
cuentran trabas legalizadoras (no nece­
sitan permisos de rodaje, censuras o
cualificaciones tituladas en los compo­
nentes de su realización), requieren
unos circuitos mínimos, digamos ajus­
tados, para su exhibición mínima­
mente productiva; prodüctiva econó­
mica e ideológicamente.
Puesta en marcha una mínima
organización y funcionamiento de los
circuitos de cine marginal, vuelve a
plantearse, a ponerse en cuestión, la
función del cine marginal y su rela­
ción fcon el aparato cinematográfico
industrial.
¿Trabajar dentro de la margina­
ción renunciando a los medios de pro­
ducción y difusión del sistema, y re­
nunciando a las posibilidades que sólo
permite la marginación radical?
Si es que éstas son las únicas alter­
nativas. Si es que no hay otras op­
ciones.
JOSEP-LLUIS SEGUI
 49

TEATRE AL FAÏÏ»\\UV)C3 .FW l V

¿ U V R F S S lt P E LA CENSURA - ¡ L ü SERT&T D 'E X P R E ^ ^

SUBVENCIONS AL TFATRE
r. ASSEMBLEA
‘•'M5ATRF íKrxrF.M’^NT D&
t \ t A ] r k ; r ' ] A
■. . L ;XH / ¡ r '· 1 5 1

LOS TEATREROS SE ORGANIZAN

PARA PODER SUBSISTIR
Desde principios de los setenta los hombres y mujeres del —Enseñanza del teatro en la escuela y universidad, y
teatro han roto la imagen romántica del “artista”. Se han programación de espectáculos en las mismas. Crea­
cansado del paro —y hasta el hambre— llevando sus ción, también, de verdaderas escuelas de formación
preocupaciones al terreno de la lucha, para conseguir unas teatral.
mínimas reivindicaciones. —Supresión de la actual Ley del Teatro y sustitución
La crisis del sector se ha agudizado especialmente desde por otra elaborada democráticamente por los traba­
la temporada del 74-75. Como salida a sus males tenían jadores del mismo.
que pasar por una autoorganización que les permitiera dar —Control y distribución democrática de los fondos pú­
respuestas conjuntas, evitando la represión del empresa- blicos destinados al teatro, presupuestos de las Admi­
riado. Este era el sueño y los intentos. nistraciones locales y enti4ades que canalizan la eva­
Remontando las divisiones entre el teatro profesional, sión de impuestos a través de coartadas culturales.
independiente y de base, que siempre había zancadilleado —Democratización de la Sociedad de Autores, con con­
todos los proyectos de unificación, han logrado formar su trol previo de los trabajadores del medio.
Primer Congreso de Teatro. Con él intentan variar el No es todo, pero sí un buen principio.
aparato legislativo y la estructura eminente comercial en
que se encuentra inmersa la práctica teatral.
La organización del congreso está basada en dos puntos
significativos: La celebración del mismo por nacionali­
dades y regiones, de forma autónoma, elevando los resul­
tados a un Congreso Estatal; y teniendo en cuenta que el
teatro comercial sólo se asienta en Madrid y Barcelona
—este último con elevada dependencia del empresariado
centralista —, por lo que una preponderancia de los pro­
fesionales “comerciales” —utilizo el término para enten­
dernos—, daría una imagen falseada de la auténtica rea­
lidad teatral del Estado Español.

A la hora de plantear debate interno y negociaciones,

hay una serie de peticiones-exigencias básicas:
—Supresión de todo tipo de censura (política, económi­
ca, estética...).
—Libre utilización de todo tipo de espacio para el he­
cho teatral, incluso la propia calle.
—Consideración de que el teatro es un servicio público
—cuando no se orienta con fines lucrativos —. Junto a
ésto, y como consecuencia, exención de impuestos.
—Descentralización del teatro, creando compañías
estables en las diferentes nacionalidades y regiones.
50

ELEPES
QUE SALEN
SI VOLEU ESCOLTAR. MARINA RO-
SELL (CBS) CULTURCTfi
POP
Una de las pocas voces femeninas de
la cançó catalana. Gusta más en directo
que enlatada. Con la colaboración de
Lluis Llach y compañía.
FLOATERS
(ABC-RECORDS; MOVIEPLAY)
Número uno en U.S.A. e Inglaterra.
Más de un millón de discos vendidos.
Super-lanzamiento para pops y discote­
ques. Montones de publicidadtrasellos.
ROCKOLLECTION. DAVID
LAURENT VOULZY (RCA)
Otro millón de discos vendidos y nú­
mero uno en Francia. Ver lo dicho en
BOWIE
Floaters.
STAR. FRANCOISE HARDY
CAM BIA DE
(EMI-ODEON)
De nuevo la dulce Hardy. No hacen
CAMISA
falta presentaciones. Como siempre en
la cantante francesa. Bowie es sin duda un buen músico,
CAFECREME creativo e inteligente. Merece su fama
(EMI-ODEON) por sí solo; pero como cien mil más
En plan revival. Temas de los ex-bea-
que también son creativos, inteligen­
tles en cantidad. Lennon, McCartney y tes y buenos músicos.
G. Harrison, nos vienen con este primer Las cualidades —por cierto, nunca
L.P. de los Café Creme. Originales los comentadas— que le han permitido
chicos. Al parecer aún rinden beneficios estar en el pedestal de los mitos son,
los nombres citados.
CROSBY, STILLS, NASH
sin embargo, facetas nada musicales:
su capacidad teatral y publicitaria.
Comenzó en un grupo desconocido,
DOBLE
(ATLANTIC-HISPAVOX)
Como siempre en estos muchachos,
tenemos un próximo super-star y popu­
The Lower Third, tocó en solitario la
guitarra acústica, se relacionó con el
CATEDRAL
lar para los listines habituales. Dólares
mandan y hay un montón respaldán­
budismo y alcanza aureola con el
glam-rock. DE SISA
dolos. Cuando la revista esté en sus manos
ya podrá hallar en el mercado su “El nen Jaume Sisa ha rebut la pri­
VIGLIETTI-TROPICOS último L.P., Heroes. En él abandona mera hostia el 24 de setembre de 1948
(EDIGSA-TACUABE) la ambigüedad sexual de la última a la Catedral Galáctica de Barcelo-
El uruguayo Daniel Viglietti junto a imagen que jugaba, para aparentar na .
Silvio Rodríguez (una de las mejores una nueva: la moda fascista. Se quita Unos se hacen los malditos, otros lo
voces de la Nova Troba Cubana), pueden el colorete que ya le ha producido
hacer felices a los aficionados. Con son. Sisa, para mí, es de los segundos.
suficientes ganancias y utiliza, antes Un hombre que prefiere un cubata a
profusión de voces, orquestas, etcétera. que su estrella canse o se eclipse, aires actuar frente a un público que le
LA BULLONERA- 2 nazis, forjando una imagen publicita­ espera y lo ama, merece todo mi
(MOVIEPLAY-SERIE GONG) ria que le siga produciendo dinero. respeto. Un hombre que dice pública­
El mejor grupo aragonés en marcha de La industria discogràfica no se an­ mente: “Me puedo inventar argumen­
nuevo. Canciones populares actualiza­ da con remilgos a la hora de utilizar tos y motivaciones... canto y no sé
das a la problemática de su tierra. Equi­ ideologías. Mercantilizaron la figura cantar. Creo que canto por una ca­
libradas y coherentes. del homosexual y ahora, un buen sualidad de la vida. Canto porque si
FELLIU I JOAN ALBER disco de rock compacto y duro, lo no, no sé hacer otra cosa, porque a
(ZELESTE'EDIGSA) enfangan innecesariamente. Anecdó­ fuerza de practicarlo me lo he llegado
ticamente, las piezas V-2 Scheneider o a creer...” (Mundo, 241 Diciembre);
Dualidad piano y guitarra española,
sin estridencias. Dos autores a tener en
Nueva Colonia, que crean el ambien­ ese hombre merece toda mi admira­
cuenta por su personalidad. te, son estrictamente musicales. Todo ción. Sobre todo si su trabajo es crea­
sea por el comercio. tivo.

C on estas afirm acio n es p o r d elan te ,
se le p u e d e c o m p re n d e r —y h asta
p e r d o n a r — sus rollos galácticos. Al
fin y al cab o , el chico tien e que ven d er
su tra b a jo con el sello p u b lic ita rio que
sea.
C om o u n a inm ensa tra m p a , con
g u ita rra s eléctricas “d ú o -d in á m ic o ” ,
letras in telig entes, exquisitas o paso-
tas, can cio n es de su p rin cip io (que
rec u erd an el olvidado “ O rg ia ”) y de su
más novísim o Sisa, nos h a d a d o un
doble d isfru tab le.
Poseyendo todo el m a te ria l que ha
deseado, los m úsicos q ue h a pedido;
co n ju g an d o sexo, surrealism o y rollo
galáctico a p arte s iguales, el buen
rock c a ta lá n tien e nueva p u b licació n
en la calle. S alud, L aietanos.
CINE CUBA­
NO EN LAS
ESPAÑAS
M ien tras en C u b a h ace fu ro r “ La
cera v irg en ” , con despelote de C a r­
m en Sevilla, o “ La vida siguel ig u a l” ,
basada en el dulzón de Ju lio Iglesias,
por todas las E spadas (p re a u to n ó m i­
cas) se pasa u n a m u e stra de cine
cu b an o rev olucionario y com bativo.
Espejo de la revolución, según dicen.
Lo m alo es q ue los espejos estatales
a veces p ro d u ce n im ágenes d e fo rm a ­
das.
51
FRANCO EN
EL c in e :
C audillo
El h o m b re q u e m ás p o d er ac u m u ló
en to d a la h isto ria esp añ o la d a pie a
M artín P atin o p a ra realizar u n m o n ­
MAS ALLA taje en el q ue reco p ila d o cu m en to s
sobre la g u e rra civil de a u té n tic o
interés.
DE U N 'PUB’ La c in ta, d isc u tid a y d iscu tib le,
in te n ta d a r c a b id a en algo m enos de
dos horas a to d a la g u e rra . El e sq u e ­
En V alencia se re a b re el “C afé C o n ­
m atism o y la sim p lic id ad en el m ues-
c e rt” , u n p u b que in te n ta tra n sc e n ­
treo de u n hech o tran sc e n d e n ta l, c u ­
d er la sim ple b a rra ex p e n d e d o ra de
yos p ro tag o n istas fu ero n las clases
alcohol.
sociales, no u n as p erso n alid ad es, se­
S iguiendo las h u ellas de locales
com o el prim itivo Zeleste b arcelonés,
lo v alo ran , los p ro p ietario s, com o un
rá n co n secuencias lógicas.
lu g ar d o n d e la c u ltu ra te n g a espacio.
A prio ri p ro g ra m a n co n feren cias, d e ­
bates, te rtu lias, ciclos cu ltu rale s. P o ­
nen el local a disposición de cu a lq u ie r
acto p o lítico -cu ltu ral y p e rm ite n que
en él ensayen gru p o s m usicales.
El p la n te a m ie n to fo rm a l es a tr a c ti­
vo. L a realizació n d ep e n d e de la
v o lu n ta d de los dueños.

Puerto Sagunto.
Capitalism o, expio -
tación y barrios.
Corrían los años cincuenta y tenía lugar una de las épo­
cas de éxodo más intensas de las que se han visto obligados
a realizar los hombres y mujeres de España. Valencia era
uno de los puntos de destino de aquel movimiento de mar­
ginados, y dentro de Valencia, uno de los focos polari-
zadores del mismo, el Puerto de Sagunto. El trabajo,
posible de encontrar, en la factoría de Altos Hornos de
Vizcaya era la meta perseguida. En esa década —y en la
posterior— fueron muchos cientos de familias, quizá
miles, las que llegaron a Sagunto y Puerto. Aquí A.H. V. ,
les dio' trabajo a muchos, y el resto se acopló a otras ocupa­
ciones o siguieron su éxodo a otros lugares.
Los que aquí nos quedamos, emprendimos una nueva
vida que no fue ni mucho menos regalada. La explotación
seguía siendo el nexo de unión de nuestra actual situación
con la que hasta entonces habíamos sufrido. “Pagar la
quinta”. Así la llamaba mi madre. Los salarios eran bajos,
las condiciones de trabajo malas, la existencia, difícil,
pero se comía. Ni mucho ni bueno, pero más que en
Andalucía, Extremadura, Cuenca, etc.
Pero si la Explotación era grande en eí trabajo, ¿qué
decir de las condiciones de vida del pueblo? Familias de
cinco y más miembros, envasadas encuartuchos que les
alquilaban o dejaban los que les habían precedido. Sin
escuelas, sin servicios de ningún tipo y sin indicios que
apuntaran a futuras soluciones. A.H.V., era —y es— el
ente en torno al cual giraba todo tipo de acción o gestión
local. Su paternalismo mantenía los únicos y escasos ser­
vicios —escuelas, sanatorio, limpieza, iglesia, deportes —
que había. Los gestores municipales han sido hombres de
su plantilla que nunca han cuestionado los intereses de
A.H. V. por los del pueblo.
En estas condiciones se formaron los barrios disemina­
dos en torno al casco viejo del pueblo, y nominados del
Ferroland, de los Gitanos —hoy San José— y los núcleos de
Casas de Valero, Villa Felisa, Padre Jaime y Batalla, que
ahora forman las calles de nombres tan “originales” —,
Cabos, Metales, Ríos e Islas habidos y por haber. Algunos
de estos barrios se enciaban, al menos parcialmente,
dentro del suelo urbano municipal, pero casi siempre
fuera del mismo, en completa anarquía y sin directrices de
ningún tipo. Con la pasividad absoluta del Ayuntamiento
que solo se preocupó de que pagáramos los impuestos y
arbitrios por nuestras chavolas, hoy en su mayoría casas.
De esta manera, dentro de la desidia local, la vida en
estos barrios era, y es, infernal. Sin agua, luz, alcanta­
rillas, escuelas... Con el tiempo, los que aquí vivimos,
contratamos agua de un particular y que hoy está con­
taminada por la saturación de pozos negros en esta zona;
por colaboración vecinal se pavimentó el único acceso a los
barrios y alguna que otra calle; tenemos algunas bombillas
diseminadas por las esquinas; dos unidades de parvularios
nos costaron cinco años de pelea con el Ayuntamiento;
nuestros niños se trasladan hasta tres o cuatro kilómetros
para asistir a las clases de E.G. B.; carecemos de la más ele­
mental zona verde (aparte de la huerta, que incluso en el
suelo urbano se cultiva); se nos niegan guarderías para los
pequeños, pese a que la mayoría de nuestras mujeres han
de trabajar al menos la temporada de agrios, y para colmo
de abandono y de incapacidad municipal, tenemos a cin­
cuenta metros de nuestros barrios un lago formado por los
desagües del alcantarillado (del pueblo, pues nosotros no
tenemos) y que ocupará unos 10.000 metros cuadrados
que nos envenena el aire (al margen de las chimeneas y
desagües de la fábrica) y nos da millones de mosquitos
además de contener todos los gérmenes conocidos. Hemos
tenido hasta hace unos meses una granja con más de cua­
trocientos cerdos y a unos pasos de nuestras casas, que solo
la acción decidida de los vecinos ha logrado convencer a las
autoridades para que la clausuraran.
En estos barrios funciona la asociación de vecinos de La
Esperanza, que lucha por mejorar las condiciones de
los mismos, pero es tal la cantidad de problemas, que se ve
impotente para intentar atenderlos todos, impotencia que
se agudiza por la falta de acción del Ayuntamiento, entre
otras cosas por la escasa representatividad de sus miembros
y por la parquedad fascista de las leyes municipales.
Puerto Sagunto es, pues, una demostración más de la
explotación del hombre. Existe por los intereses del capi­
talismo en general y de los concretos de los capitalistas de
A.H.V., por lo tanto es un pueblo más al servicio de la
fábrica y no está al servicio del Pueblo. Son responsables,
pues, ellos y su administración, de la marginación y
fustración de cientos, miles de familias, unas que han
cambiado de explotador, otras que ni siquiera lo han en­
contrado, como ocurre con el reciente movimiento con el
señuelo de la IV Planta. Pero quizá sea el tiempo de otro
gigantesco éxodo, ya que cuando esto escribo no nos han
pagado el mes de octubre y se habla de la gran crisis de
A.H.M.
A. MORCILLO

Título: NI CIT ARIZAR LSI*AÑA.
Autor: Pedro Costa Morata.
editorial: Los libros de la frontera. Barce­
lona, 1976.
Con casi diez años de retraso nos ha iiegado
el empleo “ pacífico” de la energía nuclear,
aplicáda más concretamente a la obtención de
energía eléctrica. Cuando desde hace cinco
años las naciones más avanzadas de Luí opa, e
incluso en los mismos L.S.A., los respectivos
gobiernos -se ven obligados, tanto por sus
propios ciudadanos, cientíticos y técnicos,
como por la inexperiencia histórica en el
funcionamiento de estas centrales, a estable­
cer moratorias en su construcción. Ln Lspaña,
la alternativa abiertamente impuesta por el
gobierno, desde sus más altas instancias
ministeriales, (y más concretamente dei Minis­
terio de Industria) a los que objetivamente,
por sus conocimientos cientílicos deberían
mostrarse más cautelosos, como la Juma de
Energía Nuclear, apoyan, detienden y hacen
apologética de las mismas, y hasta los propios
economistas del sistema se sienten tentados a
“ razonar” que si no la vida económica se
paralizaría, marginando así la investigación
de otras fuentes de energía mucho mas baratas
y por supuesto menos peligrosas.
Con los casos recientes de Alemania y
Francia, España pese a los “ aiguiñemos”
oficiales y el apoyo incondicional de los
grandes bancos y monopolios eléctricos, asi
como de las compañías multinacionales reven­
dedoras de tecnología (que en esos mismos
países de fabricación ya está fallando, como se
ha demostrado recientemente con la Westin-
house en las costas californianas) el cuestio-
namiento, la protesta y los enfrentamientos
han comenzado. Mientras esto sucede y el
proceso histórico da la razón a las mayorías
disidentes Pedro Costa Morata nos ofrece su
libro.
Su autor nació en Aguilar (Murcia), colabo­
rador habitual de “ Ciudadano” , “ Dobion” y
“ Triunfo” , es ingeniero técnico de telecomu­
nicaciones y licenciado en Ciencias Políticas.
Puede ser considerado, junto con otros presti- ,
giosos profesionales, como el equipo de
trabajo que dirige Mario Gaviria, el crítico
más radical de la actual política energética
nacional y de su “ entrega nuclear” . Como el
propio autor nos advierte: “ Contra el técnico
luchó y pudo el humanista; y contra el
autómata el peleón inquisidor y especulante.
Por poco que analicé, en medio de la tormen­
ta, vi que el destrozo no guardaba proporción;
y que esas centrales ni eran bien mandadas ni
regalaban, sino que herían.”
El libro está estructurado en cuatro grandes
apartados y que van de “ La energía nuclear en
1975” , “ Problemas, amenazas y riesgos ” ,
“ La realidad española ante las centrales
nucleares” , hasta la respuesta global a la
pregunta: ¿Hay futuro para la energía nuclear?
Mientras que en la primera paite se hace una
breve, pero obligada referencia “ a un algo
técnico o descriptivo” , en el lenguaje de su
autor; y que incluye desde la utilización
pacífica de la energía (“ Al principio fueron...
Hiroshima y Nagasaki. Después se vio conve­
niente domesticar, para uso en la paz, la
fuerza destructora de la fisión nuclear” ) los
primeros malos pasos, hasta la estrategia
mundial de la energía y la crisis energética
como fraude.
En la parte segunda, “ Expediente de las
centrales de ahora” como agudamente man­
tiene Costa Morata y en la que pasa revista a
las principales servidumbres de las centrales,
con inclusión de los problemas técnicos,
pasando por los residuos, la seguí idad como
entelequia, hasta llegar al atentado ecológico y
como nos dice lúcidamente Morata: “ Poique
si sólo vamos a ser los primeros del mundo en
centrales nucleares (aparte de las ya tradicio­
nales y privativas fuentes de la alegi ía, la paz y
el sol) quédese quienquiera con el trofeo. Que
separar —y aislar— el progreso nuclear de las
demás ventajillas (tan falaces y decimonónicas
como las libertades individuales o la participa­
ción en asuntos tan rutinarios como el poder
político o la justicia social) no es solo
aberración: es gran peligro” .
53
En la realidad española ante las centrales
nucleares, se plantean de forma directa la
“ contestación local” , suma de protestas,
reclamaciones espontáneas, hasta la más or­
ganizada y necesaria de la oposición politizada
(máxime cuando es el propio gobierno quien
habla de politización en la protesta).
En la cuarta y última parte, se da respuesta
contundente argumentada a la pregunta que
subyace a todo el libro: ¿Para qué la energía
nuclear?, dónde se plantean los mitos de su
rentabilidad y se la define en relación con la
energía esquilmante y el saqueo de los recur­
sos.
En síntesis y resumidas cuentas, este trabajo
nos ofrece un completo “ dossier” sobre el
estado de la cuestión en nuestro país, minucio­
samente desvelado y anatemizado el intento,
si no se pone remedio a tiempo, de nuclearizar
a España, de igual manera que durante
cuarenta años se ha estado vendiendo nuestro
territorio palmo a palmo e hipotecando
nuestro futuro a los intereses impei iahstas. Es
también deseo del autor de que algunas de las
reflexiones que puedan resultai inas que
encuestas, sumarias, puedan sei discutidas
por todos, tanto conformes como disconfor­
mes (y esto hoy por hoy parece un simple deseo
piadoso) y tengan acceso a las occisiones que
ahora mismo se están tomanoo sobic a icmn.
Título: LAS DROGAS (Drugs Medi­
cal, Psychologial and Social Fasts).
Autor: Peter Laurie.
Editorial: Alianza Editorial, núm.
186.
Libro de enorme interés para toda per­
sona que se motive por tan actual tema (¿a
nivel práctico?). Escueto, diáfano. Pro­
fundiza lo suficiente sin ampulosidades
técnicas, de fácil lectura y que consigue
desmitificar y aclarar muchos de los erro­
res y confusiones que existen sobre la
materia.
Toca muy bien los aspectos médicos,
psicológicos y sociales. En todas sus líneas
se denota un profundo conocimiento de
causa. Su análisis comparativo de los
grupos más característicos de drogas
opiáceos, barbitúricos, anfetaminas,
derivados del cannabis, alucinógenos— es
de una gran utilidad informativa. Lam en­
tablemente, excluye el alcohol, ya que
considera que nuestra sociedad depende
de él, lo cual es bastante delator.
Por último, adjunta una buena biblio­
grafía.
Actualmente es difícil de encontrar,
sería necesaria una reedición si es que se
encuentra agotado.
Los capítulos que incluye son: l.° Sig­
nificado de droga. 2.° La heroina como
arquetipo. 3.° La psicología del adicto.
4.° Actitudes respecto a los opiáceos. 5.°
Somníferos. 6.° Estimulantes. 7.° La hier­
ba. 8.° Alucinógenos. 9.° El LSD 25 apli­
cado. 10.° La cura y el fin de la toxico­
manía. 11. ° El control de las drogas. 12.°
Conclusiones y notas.
JAVIER

Fara no ser menos que otros,
nosotros también abrimosnues-
tra sección de cartas. Supone­
mos que más de uno tendrá
ganas de criticarnos algo o de
sugerirnos algo. O de contarnos
algo. Pues vale. Pero no os
alarguéis mucho escribiendo,
¿eh?
Empezamos con una carta de
un amigo nuestro, actualmente
preso.
Apreciable amigo:
Te escribo esta carta para que sepas
en la situación que nos encontramos
actualmente aquí en Almería, y que
todo lo que reluce no es oro; desearía
por parte de todos mis compañeros,
que pusieras algo de tu parte tam­
bién, aunque no te pido que lo publi­
ques en tu revista todo lo que te voy a
contar, pero por lo menos puedas
decir algo en concreto de lo que está
pasando hoy, porque a pesar de que
muchos creen que la reforma de pri­
siones ha beneficiado a todo el mun­
do, eso es muy elástico, porque mu­
chas de las cosas que te voy a decir,
que pasan aquí, están pasando en
todos los centros penitenciarios donde
solo se hallan la cantidad de 40 a 60
presos y, donde la gente al ver que no
puede moverse, porque son muy pocos
los que llegan a ponerse de acuerdo, y
cuando lo hacen, o es muy tarde, o
muy temprano. Nada más llegar
aquí, hemos visto que la gente no se
deciden a pedir por las buenas lo que
hasta hoy han estado pidiendo sin que
nadie les haga caso.
Yo te voy a contar unas de las cosas
que está^i pasando aquí, y que si no
revolvemós un poco, no nos harán
caso. La falta de higiene en los dor­
mitorios, ya que la gente no pueden
dormir sin que por la mañana hayan
cogido alguna enfermedad como la
sarna, que es lo que se lleva de moda.
Aquí, por ahora, me parece que ni el
médico, ni ningún funcionario están
dispuestos a cortar por lo sano; la
falta de higiene en los comedores, ya
que la gente está comiendo en platos
que no quieren en Ocaña o, de cual­
quier lugar que los han retirado por­
que la gente lo ha pedido.
Creo que como esto es un centro
GERIATRICO, y como lo manejan
algunas monjas, que desde luego no
están ayudando en nada para que esto
esté en mejores condiciones, no nos
queremos meter con los santos, pero
¡si éstas son monjas, que venga Dios y
lo vea!, porque más vale que metan a
la Guardia Civil antes que tener que
soportar a estas católicas, porque es
verdad lo que nos dicen muchos viejos
“es preferible que nos den un tiro
antes que ponerse al cuidado de las
monjas”.
Ahora te diré lo que está pasando
con el Director. Parece ser que a todos
les han permitido, que cuando ellos lo
crean necesario, puedan hacer entrar
la fuerza pública; a nosotros nos pare­
ce muy bien que si ellos, para lavarse
las manos, hacen entrar la fuerza
pública porque no pueden evitar el
follón, nosotros estamos muy de
acuerdo, pero lo que no puede ser es
que, porque tengan una pelea entre
ambos compañeros, tenga este Direc­
tor que tomar dichas medidas.
No sé si sabrás, que se ha liado una
y que subíamos al tejado, pero sin
tener mucho éxito, ya que la policía se
encargó de que fuera muy corto el
tiempo que tuviéramos para manifes­
tarnos. Ahora nos encontramos en
celdas de castigo esperando la sanción
que nos pondrán el día de la junta. La
gente está muy “rebotada”, ya que no
han respetado la Reforma del Regla­
mento de Prisiones; de momento, el
Director no ha permitido que ningún
recluso pueda tener revistas —en otras
prisiones están entrando —; no ha per­
mitido a nadie de los que están en la
cuarta G, pueda comunicarse de tú a
tú con los familiares. En pocas pala­
bras, “se está pasando el nuevo Re­
glamento por los...”, ya que nada más
tener la primera oportunidad me di­
rigí a él y me contestó que si tenía
alguna pega de cómo nos estaban tra­
tando, que me dirigiera a la Dirección
de Madrid, que él no podía hacer
nada porque solo es el Director y le
contestamos que para mandar a los
funcionarios a que no nos comunicá­
ramos por carta cerrada, después de
tenerlo permitido, sí que lo podía
hacer; nos dijo en pocas palabras que
nos fuéramos a la Mierda.
José, yo no sé lo que tú pensarás de
esto, pero puedes estar tranquilo, que
si lo publicas o haces por publicar
—como mejor te parezca —, yo sé que
tú a lo mejor te quedas con la duda de
que si es verdad o no lo que está
pasando aquí dentro. Pero puedes
estar tranquilo y escribir, o decir que
lo escriban, sin temer a nada. A mí
me gustaría poder decir estas palabras
a la prensa en persona, sin temor a
que publicaran mi nombre, ya que es
preferible estar en celdas de castigo,
antes que estar luchando 20 hombres,
para que luego se beneficien doscien­
tos. Esto que te digo es pura verdad,
ya que mientras unos han sacrificado
su cuerpo, otros han estado bebiendo
con los funcionarios, o aprovechán­
dose de que uno está desarmado, para
ellos poderte robar las pocas prendas
que uno contiene.
La gente no sabe lo que de verdad
significa estar preso dentro de la cár­
cel. Yo había pensado en ponerme el
día 15 en huelga de hambre, ya que es
lo único que puedo hacer en solida­
ridad con mis compañeros.
Hay gente que cree que nosotros no
perdemos nada por manifestarnos.
Pero están muy equivocados, porque
siempre tiene que pagarlo alguien. Si
te subes al tejado y suben doscientos,
por lo menos tres salen como cabe­
cillas, y te montan un sumario en
menos que canta un gallo, y yo como
aún tengo algo de persona humana,
no puedo permitir que salga como
cabecilla un hombre que le quedan
dos o tres meses, porque ese hombre,
ha subido por mí y por otros muchos
que no tenemos dos días de condena,
solo ha subido por ayudarnos a noso­
tros.
José, no quiero serte muy pesado
con mi carta, pero pensé que tú eras el
único que podías ayudarnos, y por eso
me he enrollado tanto.
No dejes de escribirme, ya que lo
puedes hacer sin miedo, porque no les
beneficia mucho intentar abrir la
correspondencia. Bueno, sin nada
más que decirte se despide tu querido
amigo. Hasta pronto.
MANOLO

S S w e
Abrirnos en éste número la
sección de comunicados, men­
sajes, etc. Creemos que puede
ser interesante que contéis aquí
lo que estáis haciendo, lo que
pensáis hacer, lo que querríais
hacer, lo que necesitáis, lo que
ofrecéis, lo que cambiáis, lo
que regaláis, lo que os reís, etc.
Estas páginas quedan abiertas a
todo aquel que crea interesante
contar cosas que puedan im ­
portar a los demás. A lo mejor,
va y éste sirve para algo. A ni­
mo.
Grupo de la Escuela Superior de
Sociología estamos estudiando sobre
el problema de la marginación (delin­
cuencia juvenil, homosexualidad,
prostitución, alcoholismo, minorías
étnicas, drogadictos, etc.).
Hacemos una llamada a toda la
gente marginada o no marginada que
tenga una relación con todos los dife­
rentes tipos de marginación, akí como
revistas y todo tipo de información
que nos podáis aportar. Os invitamos
también a participar en seminarios y
reuniones.
Interesados pasarse los lunes de
siete y media a diez, o bien escribir a:
ESCUELA SUPERIOR DE
SOCIOLOGIA
GRUPO MARGINACION
Urgel, 187
(Universidad Industrial)
BARCELONA
La Asociación de Alcohólicos Re­
habilitados de Elda, Petrel y Comar­
ca, ha leído su revista número 5 y ha
decidido por unanimidad de sus com­
ponentes suscribirse a ella.
Entendemos que toda organiza­
ción, sea cual fuere su naturaleza,
pero que se dedique a erradicar pro­
blemas sociales, hasta cierto punto
oscuros para la mayoría de la gente,
necesita de apoyo y esta asociación,
sin duda, se pone a su entera dispo­
sición en la medida de nuestras posi- ^
bilidades.
s S A G
“Un grupo de gente de la “Escuela
Superior de Sociología” hemos inicia­
do un trabajo sobre feminismo que
pensamos puede ser interesante desa­
rrollar en nuestro propio país.
—Queremos constatar la inciden­
cia de la mujer en los movimientos
populares.
—La problemática de la “mujer no
asalariada”: amas de casa.
—La represión sexual de la mujer.
—El autoritarismo.
—La discriminación de la mujer en
el mundo laboral, etc.
Tenemos previstas charlas, semina­
rios, conferencias..., que pensamos
haceros llegar.
Cualquier tipo de información,
idea o ayuda al respecto será bienve­
nida.
Podéis contactar en la propia es­
cuela:
Calle Urgell, 187.
Mártes de 8 a 9 p. m.
GRUPO FEMINISTA (Barcelona)
55
S Z
COMUNICADO DE PRENSA 21/77
Formación de profesionales de la
psicoterapia y la coordinación
de grupos
Se encuentra abierta la inscripción
a las carreras de Ego-auxiliar de psi-
codrama, observador de grupos,
coordinador de grupos, director de
psicodrama y psicoterapeuta de gru­
po en la Escuela de Psicoterapia, Psi-
codrama y Dinámica Grupal del Cen­
tro de Investigaciones de Sociometría
C.I.S., Psicodrama, Psicoterapia
Grupal y Dinámica de Grupos.
Pueden ingresar a las mismas mé­
dicos psicoterapéutas, psicólogos y es­
tudiantes de psicología. Su formación
se realiza bajo la dirección del doctor
Juan Pundik y de la licenciada Marta
Pundik, directores del C.I.S. Buenos
Aires, y miembros activos del World
Center for Psychodrama, Group Psy-
chotherapy and Sociometry y de la
Asociación Internacional de Psicote­
rapia de Grupo.
Puede solicitarse Reglamento, pro­
grama y entrevista llamando telefó­
nicamente a Secretaría C.I.S. al
458 19 0 0 -Ext. 405 B.
FILIUM-Madrid (Asociación in­
terdisciplinaria para el estudio y pre­
vención del Filicio) nos manda una
nota dando cuenta de su constitución
y de las tareas que piensa llevar a
cabo:
1. —Crear una escuela para padres;
2 .—Tomar contacto con las provin­
cias para desarrollar en ellas núcleos
Filium; 3 .—Tomar contacto con
UNESCO y UNICEF para coordinar
tareas; 4 .—Tomar contacto con aso­
ciaciones de vecinos, colegios, parro­
quias y guarderías para ofrecer cur­
sos, charlas y reuniones orientadoras;
15. —Promover un symposium de pe­
diatras, tocólogos y psicólogos sobre la
especialidad.
Se invita a los interesados a tomar:-
contacto con la entidad: Secretaría:
Apolonio Morales 10 apto. 210 C,
Madrid 16. Teléfono 458 19 00 ext.
210 C.
56
PRENSA ECOLOGISTA
VALENCIANA
La sospecha de los gravísimos ries­
gos que para nuestras tierras y hom­
bres supone la construcción de la
Central Nuclear de Cofrentes ha dado
un nuevo impulso a la denuncia ecolo­
gista en el País Valencià. Son ya varios
los grupos que han tomado como ob­
jetivo básico la crítica y elaboración
de alternativas frente al fascismo tec-
noburocrático que las nucleares re­
presentan a la perfección. Grupos que
no se limitan a advertirnos de los peli­
gros contaminantes de esta nueva
energía del Capital, sino que, muy
lucidamente, comprenden cuál es el
modo de vida que conllevará su domi­
nio: jerarquización, especialización,
control policíaco, terror permanen­
te... Y es que no hay alternativa
energética que sea neutral. Comen­
tamos hoy algunas de las publicacio­
nes recientes del movimiento ecologis­
ta valenciano.
El dinámico Col·lectiu per Pañi-
quilació de tota clase de pol·lució
lleva adelante la edición, más o menos
a salto de mata, del boletín bilingüe
“Margarida i altres herbes” que va
ya por el número tres mientras es­
cribimos estas notas. “Margarida” es
una publicación simpática, de esas
que saben combinar el humor y el
análisis riguroso, una publicación casi
festiva de no ser por el carácter dra­
mático de los temas que plantea. Una
correcta presentación, chistes y có­
mics logran hacerla más legible de lo
habitual en estos casos de prensa pa­
ralela, donde la pobreza de los recur­
sos técnicos es el gran enemigo. “Mar­
garida” (y en consecuencia, el Col·lec­
tiu que la anima) se declara abierta a
todos aquellos que, a despecho del
nombre que den a su teoría y praxis,
estén dispuestos a combatir por una
“sociedad donde la vida sea posible:
sin explotación, plural y autorregula-
da”. “Margarida” denuncia al capita­
lismo y al socialismo industrialistas y
burocráticos, principales enemigos
del medio ambiente y de todas las
minorías y sectores oprimidos (presos,
homosexuales, niños, viejos, muje­
res...), y proclama que, contra todo
dogmatismo, defenderá siempre la
variedad de opciones y la discusión.
Todo un programa excelente, ¿no?
No quisiéramos abandonar la acti­
vidad de este grupo sin reseñar antes
el completísimo dossier que ha reali­
zado en contra de las centrales nuclea­
res, un dossier bien documentado y
fácilmente inteligible por el profano,
lo que lo convierte en instrumento
imprescindible en esto de la lucha
antinuclear.
A su vez, los miembros del Grupo
Ecológico Libertario (padres de la
feliz consigna ‘.‘Arroz nuclear, muerte
de la paella”) han distribuido este
otoño un panfleto de dos hojas que
con el título de “Centrales nucleares,
EL PAIS
Mas do dos
m illon es de
personas sin
abastecimien­ ;e n tre 'tti' in ic ia t i vesj^de c u 5-
ruí-afcpopulai^cfei p a ís v a ls n -
to de agua
A soapubM
Ç Q M IC 5
no. ¿Por qué?” pretende sintetizar
las ideas clave de la oposición ecolo­
gista al proyecto de nuclearizar el País
y el mundo. Esperamos más iniciati­
vas de este grupo que parece también
estar dotado de imaginación y ganas
de hacer cosas.
Por último, habría que hacer men­
ción a la edición futurista de el diario
El País que.han llevado a cabo nues­
tros amigos y compañeros del equipo
gráfico Escapulari-o. Una audaz y
original manera de popularizar los
peligros de la Central de Cofrentes. Se
trata de una supuesta edición del
periódico madrileño, fechada el 21 de
agosto de 1985, en la que se anuncia a
toda plana la noticia de un escape en
Cofrentes que obliga a evacuar las
comarcas vecinas y la propia ciudad
de Valencia, mientras se extienden
todo tipo de enfermedades cancero­
sas: un aterrador panorama que po­
dría llegar a convertirse en realidad
si no paramos el mamotreto.
Todas las publicaciones anteriores
pueden encontrarse, si es que no se
han agotado ya, en las librerías “pro­
gres” valencianas. Para contactar con
el Col·lectiu podéis dirigiros al De­
partamento de Sociología de la Facul­
tad de Económicas de Valencia y para
hacerlo con el G.E.L. a la calle Blan­
Manifestaciones
| ant inucleares querías, 4. A los de Escapulari-o los
I! encontraréis en los locales de nuestra
xavista.
Quisiera añadir que cualquier clase
de prensa alternativa o papeles de
cualquier tipo que queráis hacernos
llegar, desde el País Valencià o desde
cualquier otro punto del Estado Espa­
ñol, tendrán acogida en esta sección.
Esperamos vuestras cosas.
J. VALENZUELA

'
PRENSA DE BARRIOS
La prensa de barrios, confecciona­
da fundamentalmente a través de las
Asociaciones de Vecinos, es aún inci­
piente. Algunas Asociaciones vienen
editando sus boletines de barrio de
una forma más o menos regular y
otras lo están empezando a hacer
ahora. La escasez de medios es su
ACUDE HOY VIERNES
A LAS 8
A LA ASOCIACION
O S B M B .D 0
28 octubre 1977
MENSAJES
COMPRARIA equipo fotográfico
profesional o semi (laboratorio y má­
quina reflex), para trabajo de prensa.
Imprescindible que no esté muy cas­
cado y tenga un precio accesible para
economía débil. Preferible con paso
de rosca universal. Interesados llamar
al 3Ç5 50 36 (mañanas) y al 373 19 83
(los dos de Valencia).
57
que trataban cada uno de ellos un
problema específico de los barrios.
Tras una breve introducción, se abor­
daba el problema desde tres ángulos:
“lo ideal”, “lo legal” y “lo real”. Los
boletines acababan proponiendo una
serie de objetivos por los que seguir
luchando.
§@Cl&Ca&írr:™
O S B M R O O I .L v rr.
principal enemigo. A pesar de ello,
esta incipiente prensa tiene una gran
importancia en cuanto a que significa
un intento de autoinformación por
parte de los barrios. El que sean los
mismos habitantes de los barrios los
que informen de lo que ocurre en ellos
es un interesante protagonismo que 2 noviembre 1977
puede ir evitando la mediatización de
la prensa comercial. Como se dice en Normalmente, estos boletines se
el boletín que edita la Asociación de pueden adquirir en las mismas Aso­
Vecinos del Barrio de San Marcelino ciaciones o en los actos públicos que
(Valencia): “Queremos decidir y con­ las mismas organizan. Hacemos un
trolar nuestras vidas y nuestros bie­ llamamiento a las Asociaciones y a
TARDE
nes”. quienes editen algún tipo de prensa o
En la “semana de barrio” que se publicación en los barrios, para que
nos mandéis algunos ejemplares a fin
celebró hace poco tiempo en Valen­
cia, la Asociación de Vecinos de Na- de ir dándolos a conocer desde estas
zaret editó unos interesantes boletines páginas.
jA&ttuioS LAS Pflb'l* ,
fNftS t>E íWAUínAft&oS
U tot>iàLoSTu>S-AS
H£lACÍCNAt>0S O Q Ú Z
► m iò àü a iü d
BECiSL SoBAC LA
V DImAcI dU.
LLTAíMjdS Ej4 F
C/üU.¡TAC¿0»i-l«
\ VALEl·lCU-A. , l i
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mente les presentará LOS MARGINADOS, por el pago de mi suscripción a la revista.
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