Número 126• 3,95 €

Revista de
D E I B E R I A V I E J A Historia de España

Entre reyes y repúblicas

La polémica historia
Constitución
de la

La patria de Jaime I
EL CONQUISTADOR
Montpellier, la ciudad francesa
con historia española

Operación
'CARNE PICADA'
Así engañaron los británicos
a los nazis

Matilde Asensi vuelve

con El regreso del Catón
"No podemos cambiar el mundo,
sólo escribir novelas"

EE.UU. Vs. ESPAÑA

La guerra de Cuba:
el comienzo de una nueva era

Melilla, Ceuta y Canarias: 4,10 Euros

LAROUSSE
www.larousse.es
 Editorial

D E I B E R I A V I E J A
126
ISSN 1699-7913
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editados en el año.
HISTORIA DE IBERIA VIEJA no es responsable de
las opiniones y artículos realizados por los
colaboradores y publicadas en la presente edición
Constitución: ¿La hora de un cambio?
ESTARÍA BIEN QUE LA CONSTITUCIÓN SE LEA ANTES DE DECIR SÍ O NO. La iniciativa a
favor de la independencia en Cataluña ha provocado que, más que nunca, se despierten los gritos en
contra de la carta magna española. Cierto es que el texto presenta una serie de déficits que es necesa-
rio corregir, pero me temo que el gran problema del texto no es cómo establecer la organización terri-
torial sino que, en lo referente a las personas, no se cumple y se opina sobre la base de una ideología.
Tiene mucho de teatro lo que está sucediendo. Unos y otros juegan su papel más de cara a la ga-
lería –y al electorado, especialmente el que más ruido hace– que otra cosa. No deja de ser llamativo
que la soberanía que argumenta cómo la base del funcionamiento del país –o el Estado, o la nación,
o como demonios queramos llamarle– se quebró cuando se modificó el artículo 135 por presiones
exteriores y se situó la deuda exterior y pagar a los acreedores por delante del bien de los ciudada-
nos. Y precisamente, eso es lo que hay que pedir: el bien de los ciudadanos y cualquier cambio en la
Constitución debe ir por ahí. Para otras cosas –memeces que ocupan mucho tiempo en los medios de
comunicación y poco en la mente de las personas normales– existen leyes y normas. Ahí radica otro
de los grandes problemas de la Constitución: su extensión. Y es que si el texto no se hubiera redacta-
do para contentar a unos y otros y establecer la regulación de la monarquía de partidos los problemas
habrían sido menores.
La Constitución establece la igualdad de los ciudadanos ante la ley, su derecho a no ser pobres, a
tener vivienda, dignidad y a ser tratados de forma ecuánime al margen de sus posibilidades. En defi-
nitiva, la Constitución establece un principio básico: todos nacemos iguales. Y sin embargo, en vez de
querer cambiar eso –convirtiendo los derechos de los ciudadanos en obligaciones del poder– la pelea
por el cambio del texto se está centrando en asuntos territoriales en los que los ciudadanos se sienten
poco representados por quienes defienden una cosa u otra .
La Constitución, sobre la cual hablamos en profundidad en este número y contamos la historia
de ésta y las anteriores, nació hace 40 años y recibió un refrendo abrumador. Y esto es tan innegable
como el hecho de que casi nadie leyó el texto en aquel entonces (tampoco ahora) porque en realidad
se estaba votando el final de una época y el comienzo de otra al margen de su contenido. No hay que
olvidar que cuando se redactó hubo numerosos enfrentamientos entre sus redactores y un sin fin de
concesiones de unos y otros. Los votantes cumplieron con una dignidad que ahora falta ni cuando se
defiende de la forma que se hace (no se hizo en anteriores cambios que perjudicaban a los ciudada-
nos) ni cuando las normas se rompen por intereses. El día en que nos demos cuen-
ta de la verdadera causa de la aprobación mayoritaria podrá pedirse con más
fundamento cualquier cambio. Y de esto son culpables todos. Ponerse de
un lado u otro es lo que quieren, y tanto estar a favor de la independencia
de Cataluña y del cambio constitucional, como en contra, es un derecho,
pero a lo que no hay derecho es al espectáculo ridículo que se está dando.
Estar en medio también es una trampa. Estar contra todos es el camino de
una mayoría silenciosa… Ahí me sitúo.
Bruno Cardeñosa
© Roberto Garver

de la revista. Reservados todos los derechos.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de Director
cualquier información gráfica o escrita sin @HistoriaIberia
autorización escrita por Historia de Iberia Vieja.

D E I B E R IA V I E JA
3
 Sumario

SECCIONES
6 Cronos
38 Los 10 mandamientos…
Adolfo Suárez
40 Made in Spain: Antonio Sanjurjo
Badía
102 Ágora
114 ¿Sabías que…?

Y ADEMÁS
16
52
El atentado contra Alfonso XIII
Las otras colonias españolas
22
Constituciones
64 Entrevista con Matilde Asensi La Constitución de 1978 está siendo
una de las más duraderas de nuestro
70 Javier Mina ordenamiento jurídico. Durante el siglo
78 Sahara, una tierra de nómadas XIX, la inestabilidad política promovió
numerosos textos constitucionales, en
los que contendían el liberalismo y el
conservadurismo. Os damos las claves de
todas las Constituciones, desde La Pepa
de 1812 a la de ahora.

José Manuel Escribano es crítico cinematográfico y secretario

general del Círculo de Escritores Cinematográficos. Javier García
Blanco es periodista, fotógrafo y escritor. Javier García de Gabiola
es abogado en una multinacional y ha publicado numerosos artículos
históricos y jurídicos. José Luis Hernández Garvi es escritor e
investigador, autor de Héroes, villanos y genios (Edaf, 2014). Óscar
86
La guerra del 98
Herradón es redactor jefe de la revista Enigmas y autor de Los
magos de la guerra (Cúpula, 2014). Alejandro Polanco Masa es Cuando en abril de 1898 Estados Unidos
investigador y mantiene el blog tecnológico Tecnología obsoleta.
entró en guerra contra España todas
Fernando Rueda es el mayor especialista en España de espionaje y
colaborador de La Rosa de los Vientos en Onda Cero Radio. Adolfo nuestras posibilidades frente al gigante
Torrecilla es licenciado en filología hispánica, profesor y crítico estadounidense se basaban en un triunfo
literario en la agencia Aceprensa. naval. Y la victoria nunca fue imposible.

4 D E I B E R IA V I E JA
 44

El alma española de Montpellier

El pasado de esta ciudad francesa enlaza
directamente con la Corona de Aragón ya que
durante un siglo y medio creció bajo su tutela.
Fue aquí donde el 2 de febrero de 1208 nació
Jaime I el Conquistador, cuatro años después de
que su padre, Pedro II de Aragón, se casara con
María de Montpellier.

94
Operación Carne Picada
Un cadáver frente a las costas de Huelva. Un engaño urdido por las
mentes más brillantes del espionaje británico. Una cortina de humo
para tapar el punto exacto del desembarco aliado en el Mediterráneo.
Los nazis se tragaron la “carne picada” de una operación que tuvo
como escenario principal España.

D E I B E R IA V I E JA
5
 Cronos

6 D E I B E R IA V I E JA
Julio Verne…
de Vigo a Madrid
TRAS LA PUBLICACIÓN de Veinte mil leguas de viaje
submarino, su autor, el francés Julio Verne, quiso conocer
en persona uno de los escenarios de la acción: la ría de
Vigo, donde tuvo lugar la batalla de Rande en 1702. A bordo
de su yate Saint Michel III, Verne puso rumbo a la ciudad
gallega, donde permaneció entre el 1 y el 4 de junio y se
dejó caer por la procesión de la Victoria y las fiestas de la
Reconquista. Seis años más tarde, en mayo de 1884, su yate
sufrió una avería que fue reparada en el puerto de
la misma ciudad.
No puede sorprendernos el cariño que todavía suscita
su nombre por esos lares. Así, en 2005, y con motivo del
centenario de su muerte, se inauguró allí un monumento
conmemorativo que representa al autor sobre un calamar
gigante…, como el que nos brinda la espectacular
exposición que con el título Los límites de la imaginación
dedica la Fundación Telefónica (Madrid) a este visionario
de la ciencia hasta el próximo 21 de febrero de 2016.
Una oportunidad única para cruzar
las fronteras de lo imposible…

D E I B E R IA V I E JA
7
 Cronos
El nuevo libro de Antonio Salas profundiza en el pasado y
presente de Los hombres que susurran a las máquinas
“El poder teme tanto a los hackers
porque son los únicos que pueden
revelar sus secretos”
Cada nuevo trabajo de Antonio Salas es un acontecimiento. Este periodista español
escondido del mundo se ha metido en el mundo de los hackers… para descubrir qué hay de
verdad y mentira en ellos. Y entre las verdades se ha encontrado cómo en la historia de
España estos personajes existen desde hace décadas.
T
odo tiene una historia y un pasado,
incluso en este tema que parece
tan ligado a las modernidades
del mundo actual. Gracias a su
investigación hemos descubierto que los
lenguajes informáticos tienen su base en
textos que se escribieron hace más de dos
mil años y que los hackers fueron emplea-
dos en nuestro país desde los años setenta
para luchar contra ETA. Hemos querido
conocer algo más sobre este asunto, descu-
bierto gracias a su nueva infiltración.
A menudo pensamos que el mundo de
Los hombres que los hackers es nuevo, sin embargo todo
susurran a las máquinas
ANTONIO SALAS tiene una historia...
ESPASA. MADRID (2015). Y tanto. Internet es el invento que más ha
19,90 €. condicionado la historia de la humanidad
8 D E I B E R IA V I E JA
desde la rueda. Cuando Alan Turing con-
siguió “hackear” el código de la máquina
de cifrado Enigma, comenzó una nueva
era. Pero antes de él, otros genios crearon
máquinas para procesar información. De
hecho, el sistema binario de los computa-
dores fue inventado en el siglo XVII por
Gottfried vön Leibniz, pero antes incluso
fue cifrado por el matemático indio Pinga-
la en el siglo III antes de Cristo. 
¿Quiénes fueron los primeros hackers
en España?
Internet, legado del proyecto militar Ar-
panet, llegó a Europa en 1973, a través del
antiguo sistema de cableado del telégrafo.
La conexión era carísima, y solo algunas
universidades podían permitírselo. Por
eso fueron profesores de la Universidad de
Barcelona, como Miguel Ángel Campos o
Víctor Marqués; la Politécnica de Madrid,
como José R. Martínez; o la del País Vaco,
como Josu Aramberri, fueron algunos
de los primeros españoles que pudieron
explorar la red. Pero en la década de los
80 y 90 aparecen los videojuegos, las BBS
y comienzan a surgir grupos de hackers
españoles.
¿Existen hackers buenos y malos?
El cine, la literatura y nosotros, la prensa,
hemos creado una imagen distorsionada.
De hecho yo llegué a este tema cargado
de prejuicios. El 17 de octubre de 2014,
por ejemplo, la Real Academia Española
presentó su vigesimotercera edición del
Diccionario, incluyendo palabras vincula-
das a las nuevas tecnologías ya adoptadas
por el castellano, pero la RAE cometió
un error al definir hacker como “pirata
informático” y “persona que accede ile-
galmente a sistemas informáticos ajenos
para apropiárselos u obtener información
secreta”. Eso no es cierto. Los hackers son
científicos, apasionados por la tecnología,
que exploran su potencial y funcionamien-
to, descubriendo vulnerabilidades que nos
ayudan a todos. Si hoy puedes descargarte
APPs en tu móvil es en buena medida
gracias a un hacker llamado GeoHot, que
consiguió romper la seguridad del Iphone
tras ocho meses de investigación. Son
genios a los que todavía no se ha reconoci-
do su influencia en nuestras vidas. Pero la
genialidad puede usarse para el bien o para
el mal. El crimen organizado y el terro-
rismo lleva años reclutando hackers para
extender sus acciones.
¿En España también?
Por supuesto. España es la tercera po-
tencia mundial en ciberataques. Tanto
recibiéndolos como emitiéndolos. Casi to-
dos los bancos españoles están perdiendo
millones de euros por la ciberdelincuencia,
aunque prefieran guardar silencio para no
asustar a sus clientes. Por eso nos roban
las contraseñas, no solo para robarnos a
nosotros, o blanquear dinero en casinos
La lucha contra
el terrorismo
de ETA se
apoyó también
desde los años
setenta en la
desconocida
labor de los
hackers.
“Mucho antes de que existiera
el Estado Islámico, ETA ya había
creado su manual de hacking,
que fue respondido con virus
anti-ETA por los hacktivistas”
digitales con nuestras redes sociales, sino
para abrir vectores de ataque en nuestro
banco. En cuanto al terrorismo, mucho
antes de que existiera el Estado Islámico,
ETA ya había creado su manual de hacking,
redactado por un periodista del diario
Gara, para que los comandos aprendiesen
a cifrar sus comunicaciones de email y
aislar sus ordenadores, pero a la vez nació
el hacktivismo contra ETA, y hackers espa-
ñoles, como GriYo crearon el primer virus
antiETA tras la muerte de Miguel Ángel
Blanco. Antes de eso, un grupo de hackers
españoles, entre ellos Román Ramírez,
El autor del libro posa junto al ingeniero de
sistemas Hervé Falciani, todo un “cruzado”
contemporáneo contra la evasión fiscal.
fundador de RootedCon, encontraron las
vulnerabilidades de la web de ETA alojada
en Belgica y la hackearon. 
El mundo hacker está ayudando a que se
conozcan algunos episodios de la histo-
ria contemporánea... ¿Qué les mueve?
Inicialmente la curiosidad, pero algunos
van más allá y adquieren un compromiso
social utilizando la tecnología para buscar
cambios sociales. He tenido el honor de
conocer y compartir días y acciones con
hacktivistas de Anonymous, por ejem-
plo, o con autores de monedas digitales
y escritores de código que luchan cada
día por el software libre. La única forma
de evitar el control de Microsoft o Apple
sobre nuestras vidas. Tipos como Eduard
Snowden, Julian Assange o Hervé Falcia-
ni han destapado más miserias del poder
en tres años que todos los periodistas de
investigación de la historia. Por eso el po-
der teme tanto a los hackers, porque ellos
son los únicos que pueden revelar todos
sus secretos.
En este tiempo que has estado entre
ellos, ¿te has encontrado a frikis o a
personas ávidas de conocimiento?
En los últimos años he conocido a perso-
najes fascinantes. Desde fuera, es posible
que un tipo como Lord Epsylon, uno de los
hacktivistas españoles más consecuente y
comprometido que he conocido, pueda pa-
recer un bicho raro. No usa teléfono. Apenas
usa el dinero físico. En su casa solo conserva
las propiedades que quepan en su coche,
porque cada cierto tiempo cambia de casa.
Pero es un escritor de código fantástico, es el
creador de monedas virtuales como el Ecoin.
No debemos fiarnos de las apariencias.
D E I B E R IA V I E JA
9
 Cronos

Una subasta titánica Italia, años 30

LA CASA HERITAGE AUCTIONS sacó a subasta, con
un precio de salida de 20.000 dólares –unos 18.600 eu-
ros– un telegrama enviado la noche del 14 al 15 de abril
de 1912 en el que se leía: “Hemos chocado con iceberg.
Hundimiento rápido. Venid a ayudarnos”. Quien lo man-
daba, a través de Western Union, era un miembro de
la tripulación del Titanic. Su destinatario, la White Star
Line, propietaria del barco, que, sin embargo, mantuvo
que no lo había recibido –tal vez se traspapelara–, por
lo que el socorro a los náufragos se demoró fatalmente.
Al final, el desastre acabó con la vida de unas 1.500
personas.
La fascinación que sigue
ejerciendo el Titanic hoy en día
arrebata cada año a decenas
de coleccionistas de antigüe-
dades. En este sentido, la
misma casa de subastas ven-
dió por casi 120.000 dólares
el menú de la última cena
que tomaron los pasajeros
de primera clase a bordo del transatlántico.
EMILIO CAMPS era un joven de
27 años que servía en el cuerpo
facultativo de Archiveros, Biblio-
tecarios y Arqueólogos cuando,
en 1930, fue comisionado para
emprender un viaje por Italia y
Francia, con el fin de conocer de
cerca el rico patrimonio monumental y arqueológico de estos países. Era un
tiempo en el que bullían las ideas sobre la renovación de la arquitectura, las
instalaciones y la museografía, y la experiencia
de Camps y sus dos compañeros de viaje ayudó
a ponerlas en práctica.
Durante aquel periplo, Camps mantuvo
un diario en el que dio cuenta de sus viven-
cias e impresiones personales, sin descuidar
los detalles técnicos. Ochenta y cinco años
después, el Museo Arqueológico Nacional
(MAN) ha recuperado aquel Diario de viaje,
que permanecía inédito, y, junto a la edición
del libro, ofrece a través de su página web
(www.man.es) varias postales, fotografías y
dibujos sobre la expedición.

El agente provocador Por Fernando Rueda

Un asesinato para cambiar la Historia

EL 20 DE DICIEMBRE DE 1973 ETA mató al
presidente del gobierno, Luis Carrero Blanco.
De la autoría no hay la mínima duda. Otra cosa
es que una inexperta banda terrorista dispusiera
de la capacidad necesaria para efectuar sin ayuda
un atentado de ese calibre. La prueba la aportó el
terrorista internacional Illich Ramírez, “Chacal”,
en una conversación con el periodista Antonio
Salas sin que supiera que le estaba grabando: “Yo
fui el que debí organizar lo de Carrero Blanco… los
de ETA pidieron ayuda”.
Quedarnos en la responsabilidad de ETA sería
tener las miras cortas. Muchos en España desea-
ban su desaparición, como han reconocido algu-
nos de sus familiares. Entre ellos destacan cargos
del régimen, que discrepaban con sus medidas y
le consideraban un obstáculo para la transición
que se avecinaba. Estos pudieron frotarse las ma-
nos con su ausencia, aunque no hay datos de que
participaran activamente en la conspiración.
Estados Unidos tuvo en esa década una
participación destacada en el cambio de regí-
menes en diversas partes del mundo. En España
apostaban por el rey Juan Carlos para la sucesión
de Franco y maniobraron activamente para
que nadie levantara muros en su camino. Era
una alianza de interés mutuo: ellos conse-
guían afianzar su dominio en España y el rey
ocupaba el trono.
Carrero no se lo había puesto fácil en los
últimos años. Creía que el convenio bilateral
entre los dos países debía dejar de ser hu-
millante para España, tenían que tratarnos
como a iguales y facilitar nuestra entrada
en la OTAN. Como arma negociadora, en
octubre de 1973, durante la guerra del Yom
Kipur, no les autorizó el uso de las bases.
Llegó incluso a amenazarles con aliarse con
Francia para fabricar armas nucleares.
El asesinato lo ejecutó ETA, muchos se
alegraron y alguno movió los hilos para que
se pudiera llevar a cabo. Pongan ustedes los
nombres.
FERNANDO RUEDA, uno de los periodistas de inves-
tigación más respetados del país, es una de las voces
más importantes del programa La rosa de los vientos de
Onda Cero. Autor de más de una decena de libros,
el último de sus trabajos es El regreso de El Lobo (Roca).

10 D E I B E R IA V I E JA
 La libertad de leer

Los libros del año, las revistas, para todos los de la casa.
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 Cronos

Hoy… ayer
Como un espejo
El Museo Nacional de
Ciencias Naturales y Ac-
ción Cultural Española
presentaron el pasado
19 de noviembre una
completa exposición sobre los calcos
de pinturas rupestres en la península
Ibérica. En total, más de cien muestras,
tanto de pinturas paleolíticas como de
arte levantino y esquemático, presentes
© Marta Palmero (Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont).
en el archivo del Museo. La Comisión de
Investigaciones Paleontológicas y Prehis-
tóricas, creada en 1912, fue el inicio del
Este primate vivió hace 11,6 millones de años periodo más fructífero de descubrimien-
EL VERTEDERO DE CAN MATA se encuentra en Els Hostalets de Pierola (Barcelona). tos de arte rupestre de la Península, y
Hace 12 millones de años, era un bosque cerrado con un clima cálido, húmedo y temperaturas una de sus tareas fue la reproducción de
subtropicales. Todo ello favoreció su riqueza faunística, avalada durante los últimos años por el esas obras a través de copias en papel.
hallazgo de más de 75 especies de mamíferos y unos 70.000 restos fósiles.
El último en incorporarse ha sido este primate, bautizado por los científicos como Pliobates Tres cementerios
cataloniae, que ha desconcertado a los paleobiólogos por su pequeño tamaño, de unos cinco para tres culturas
kilos. El descubrimiento confirma que el último ancestro común de los hominoideos actuales
La convivencia entre las diferentes cul-
era más pequeño de lo que se pensaba, y bastante más parecido a los gibones que a los grandes
turas es una de las señas de identidad
simios. Los hominoideos se separaron hace 17 millones años en dos ramas evolutivas: la de los
de la Ciudad Autónoma de Melilla. Entre
gibones y la de los grandes simios, a la que pertenecerían los gorilas, los chimpancés, los oran-
los pasados días 9 y 12 de noviembre,
gutanes y nosotros, los humanos.
un seminario dirigido por el historiador
Fernando Saruel ahondó en uno de los
aspectos patrimoniales de la ciudad
Síguenos en www.historiadeiberiavieja.com
que mejor la reflejan: los cementerios
y enterramientos. Así, las jornadas inclu-
yeron las visitas al cementerio judío de
San Carlos, el municipal de la Purísima
Concepción y el musulmán.

Cocodrilos en Cuenca
El yacimiento de Lo Hueco (Cuenca)
ha deparado una grata sorpresa a los
investigadores: una nueva especie
de cocodrilo, el Lohuecosuchus, muy
COMO TODOS LOS MESES, en twitter puedes comentar cualquier cosa sobre los con- común en el Cretácico Superior en
tenidos de cada número del siguiente modo: #historia126 En las redes seréis los prime- Europa y antecedente de los cocodrilos
ros en ver las portadas de nuestra revista. E incluiremos noticias y fotos de opinión. Queremos actuales. La investigación,
que estéis ahí, que nos visitéis, y si os parece adecuado, que cliquéis en “me gusta”. Queremos llevada a cabo por el Grupo
crecer en las redes sociales. Están haciendo historia… de Biología Evolutiva de la
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reptiles en España, Francia y Rumanía, y
definir las características de los extintos
alodaposúquidos, con los que el Lohue-
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12 D E I B E R IA V I E JA
¿Sabías que...

Franco ocupó Tánger?

EN EL TRATADO SUSCRITO en 1923 entre España, Francia y Reino Unido, se decretó que Tánger tendría estatus de ciudad
internacional. Tras la derrota republicana, y para esquivar la Ley de Responsabilidades Políticas, muchos republicanos se
refugiaron en Tánger, aprovechando su relativa proximidad geográfica.
Pero, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Franco acometió la invasión de la ciudad, baluarte del espionaje
republicano durante la Guerra Civil. Así, el 14 de junio de 1940 –el mismo día que la Alemania nazi entraba en París– un
contingente al mando del coronel Antonio Yuste ocupó la ciudad, integrándola en el Protectorado español de Marruecos.
La invasión fue acompañada por unas palabras de Juan Beigbeder, ministro de Exteriores de entonces, en las que invocaba
el mantenimiento de la neutralidad de la zona para justificar la acción, algo que se reveló falso cuando, en marzo de 1941,
España permitió la apertura en la ciudad de un consulado alemán, que finalmente cerró sus puertas en 1944, cuando ya la guerra
empezaba a mostrarse adversa para las potencias del Eje.
La ocupación, motivada para aplicar allí la Ley de Responsabilidades Políticas, se prolongó hasta el 11 de octubre de 1945,
cuando los aliados obligaron al régimen franquista a abandonar Tánger y devolverle su estatus anterior.

Antonio Buero Vallejo fue

condenado a muerte?
UNA DE LAS FIGURAS primordiales del teatro del siglo XX fue Antonio Buero
Vallejo, a quien le tocó vivir la Guerra Civil. En 1934, su padre, militar, fue destinado
a Madrid y se trasladó a la capital con toda su familia. Allí le sorprendió el inicio de la
guerra cuando Buero aún no había cumplido los 20 años, por lo que se vio obligado
a abandonar sus estudios. El futuro dramaturgo convenció a su padre de que no se
alistara, pero, en diciembre de 1936, éste fue fusilado por los republicanos por su
supuesta adhesión al franquismo.
Aun así, Buero, fiel a la República, se afilió al Partido Comunista en 1937. Tras
la victoria de los nacionales, fue detenido y enviado al campo de concentración de
Soneja (Castellón). Fue liberado con la condición de que se presentara asiduamente
a las autoridades, pero no lo hizo y además intervino en diversas actividades
políticas y dio cobijo a prófugos republicanos, por lo que fue juzgado nuevamente
y condenado a muerte por “adhesión a la rebelión”. La pena le fue conmutada y, en
1946, salió por fin de prisión.
Durante el período que permaneció entre rejas, conoció diversas cárceles: conde
de Toreno (Madrid, donde se reencontró con Miguel Hernández), Yeserías (también
Madrid), El Dueso (Cantabria) y Ocaña (Toledo), en la que le concedieron la libertad
condicional. Fue en ellas donde decidió dedicarse a la literatura.

14 D E I B E R IA V I E JA
 la selección
nacional de fútbol debutó
en los Juegos Olímpicos de
Amberes?
Para homenajear a los caídos de la Primera Guerra Mundial,
la ciudad belga de Amberes fue designada sede de los sextos
Juegos Olímpicos de la era moderna, ya que ese país había
sufrido como pocos la barbarie del conflicto.
La edición tuvo una gran relevancia para la historia olímpica
española, ya que fue la primera en que participó nuestra
selección de fútbol, y con una actuación muy meritoria
además, ya que conquistó la medalla de plata al vencer a
Holanda por tres goles a uno.
El principal artífice de ese éxito fue el seleccionador
Francisco Bru, el vasco Mariano Arrate fue el
primer capitán, y el primer gol lo marcó,
contra Dinamarca, Patricio Arabolaza,
el 28 de agosto de 1920.
y además que...

...Valeriano Weyler presionó a Alfonso XIII para que destituyera a

Primo de Rivera?
... Jacinto Benavente interpretó a Don Juan Tenorio?
... el Telediario de TVE empezó a emitirse un año después del
nacimiento de la cadena?

Fernando VII agradeció a Napoleón que pusiera

a su hermano José en el trono de España?
TRAS EL MOTÍN DE ARANJUEZ, Fernando VII obligó a su padre a abdicar, a la vez que Napoleón
imponía el bloqueo continental contra Inglaterra. Para ello, el emperador necesitaba controlar
España y Portugal, por lo que, en las abdicaciones de Bayona, consiguió que Fernando le
devolviera la corona a su padre y convenció a este último de que se la cediera a él, quien, a su vez,
hizo lo propio con su hermano José. Desde ese momento Fernando VII permaneció recluido en
la localidad francesa de Valençay junto con su hermano, el infante Don Carlos, llevando una vida
ajena a los asuntos de España.
Mucho se ha escrito sobre el carácter hipócrita de Fernando VII, y su actitud frente a Napoleón
viene a confirmarlo. Mientras los españoles luchaban por su regreso –¡lo llamaban el Deseado!–,
él escribía a Napoleón la siguiente carta, fechada el 22 de junio de 1808: “Doy, muy sinceramente,
en mi nombre, de mi hermano y tío, la enhorabuena a Vuestra Majestad Imperial de ver instalado a
su hermano en el trono de España. No podemos ver a la cabeza de ella a un monarca más digno y
más propio por sus virtudes”.
Pero su adulación no concluyó ahí: pidió en matrimonio primero a una sobrina de Napoleón,
Lolotte, y, después, a la hija de José I, Zenaida Bonaparte, quien se terminó casando con su primo,
el príncipe de Canino. Ninguno de esos proyectos salió adelante, ya que Napoleón despreciaba
a Fernando y, de hecho, llegó a publicar en Le Moniteur Universel sus cartas, para que quedara
patente su pusilanimidad. Lo único que consiguió es que Fernando VII le mostrara una vez más su
agradecimiento… por hacer público su amor hacia él.

D E I B E R IA V I E JA
15
 Historia contemporánea

El atentado contra Alfonso XIII

que pudo cambiar el curso de la Historia

Un ramo de flores
para los Reyes
La historia de España pudo cambiar aquel día. Un anarquista arrojó
una bomba al paso de la comitiva de los reyes Alfonso XIII y Victoria
Eugenia de Battenberg, que acababan de casarse en la iglesia de los
Jerónimos de Madrid. Salieron ilesos de puro milagro, pero más de
veinte personas fallecieron en el atentado. Este año, un estudio de
la Universidad Nebrija concluyó que su responsable, Mateo Morral,
no se suicidó, sino que fue asesinado.

ALBERTO DE FRUTOS

16 D E I B E R IA V I E JA
 17
D E I B E R IA V I E JA
 Historia contemporánea
Victoria Eugenia de Battenberg y Alfonso XIII se casaron en Los Jerónimos el 31 de
mayo de 1906 a las once y media de la mañana. Poco después se desataba la tragedia.
D
inamita. Ejecutado será Al-
fonso XIII el día de su enlace.
Un irredento”. El mensaje
apareció grabado en un árbol
del madrileño parque de El
Retiro a modo de advertencia
macabra. Lo esculpió con una
navaja un joven anarquista, Mateo Morral,
apenas unos días antes de cometer el mayor
atentado en la historia de la capital hasta el
11-M. Hoy en día, los paseantes de la calle
Mayor se encuentran con un monumental y
broncíneo ángel en memoria de las víctimas,
más de veinte, que cayeron aquel 31 de mayo
de 1906, el día en que los reyes Alfonso
XIII y Victoria Eugenia de Battenberg se
casaron en la iglesia de los Jerónimos y
la novia compareció ante sus invitados
con el vestido manchado de sangre.
Fue una atrocidad, el desvarío de un
hijo de buena familia que también se había
remangado para consolidar el negocio
paterno. Nacido en Sabadell en 1880, lector
de teóricos anarquistas, asiduo de tertulias
y revolucionario de la “propaganda por el
hecho”, un año antes pudo participar en
otro intento de eliminar al rey en París. No
era un nihilista, a diferencia de su com-
18 D E I B E R IA V I E JA
pañera rusa Nora Falk, pero, como tantos
agitadores de su época, llegó a convencerse
de que la dinamita podría volar todas las
cadenas del mundo, sin comprender que su
potencia destruye también a los esclavos
y oprimidos a quienes pretende salvar.
–Aconseja usted emplear la dinamita
–le dijo en cierta ocasión a su mentor, el po-
lítico y militar Nicolás Estévanez Murphy.
–Y la cordita, y la balistita, y la ro-
burita, y la espirita, y la melinita, y la
panclastita, y la ecrasita, y lo que vaya
saliendo, según las circunstancias.
MALETA, SOMBRERO Y BOMBA
Desde Barcelona, Morral cruzó la Península
con su maleta de piel de cerdo, su sombrero
Frégoli y “su” bomba –tal vez proporcionada
por el mismo Nicolás Estévanez– de tipo
Orsini, como la que había hecho temblar
el Liceo en 1893. En Madrid se hospedó
en el número 88 de la calle Mayor (hoy el
84). La pensión, propiedad de José Cues-
ta, que fue interrogado como sospechoso
tras el ataque, era perfecta para sus planes,
ya que desde allí podía vigilar el paso del
magnífico cortejo, que había partido de los
Jerónimos con destino al Palacio Real.
Agazapado en su guarida del cuarto
piso, tras un balcón vestido de flores y
guirnaldas, Morral esperó a que la carroza
se pusiera a tiro y, sin considerar el eufe-
mismo de los “daños colaterales”, arrojó el
artefacto envuelto en un ramo de flores. A
pesar de sus prevenciones, el explosivo se
distrajo en los cables del tranvía, o tal vez en
alguna guirnalda, y no aterrizó en la pista
que había dispuesto, sino que golpeó de
lleno al séquito que velaba por la seguridad
de los reyes y al público que los vitoreaba.
En el mismo bloque donde la muerte tuvo
su señorío, fallecieron varios inquilinos,
sobre todo en el primer y segundo piso,
donde la onda expansiva había sido más
violenta. Eran las dos y cuarto de la tarde y,
en una superficie mínima, junto al palacio
de Abrantes –entonces sede de la embajada
italiana–, la calle San Nicolás y el restau-
rante Casa Ciriaco, se concentró el horror.
Tras el sobresalto inicial, los reyes se
asomaron por la ventanilla derecha de
la carroza, cuyos cristales habían saltado
por los aires, y confirmaron a la multitud
que habían resultado ilesos. “¡No es nada,
no es nada!”, exclamó el rey, recordando,
tal vez, el regicidio frustrado de París, del
que aquel 31 de mayo se cumplía el primer
aniversario. “Hoy hace un año fue en París
mi bautizo de sangre; hoy lo ha sido el de la
Reina”, se le oyó decir. A salvo en la carroza
de respeto que circulaba delante, Alfonso
y Victoria dejaron atrás a las decenas de
muertos y heridos que yacían alrededor
en el improvisado campo de batalla.
El pedagogo Ferrer Guardia fue acusado
de complicidad en el ataque.
Otra perspectiva del atentado anarquista que sacudió la capital en
1906, apenas un año después del que sufrió el rey en París.
A TODA CARRERA
Morral huyó a la carrera del bloque (“Voy
a enterarme de lo que ha pasado, porque
desde arriba no he podido darme cuenta
de nada”, mintió a sus vecinos) y se refugió
en la redacción del periódico El Motín,
propiedad del activista José Nakens,
quien, en lugar de denunciarlo, gestionó
su traslado a la casa de un tipógrafo que
vivía por la zona de Ventas, donde pasó la
noche antes de continuar su fuga. No fue
muy larga: el 2 de junio, el terrorista fue
reconocido en un ventorro de Torrejón de
Ardoz y, tras matar a un guarda jurado, se
suicidó. O eso dicen… (ver recuadro).
La conmoción por el atentado fue enor-
me y dejó una huella de miedo muy profun-
da en la sociedad de la época. El anarquismo
ya había clavado sus zarpas otras veces
antes. Las heridas de la bomba del Liceo y
el asesinato a tiros del presidente Cánovas
del Castillo en un balneario de Mondra-
gón seguían abiertas, pero la barbarie del
31 de mayo desató todas las pesadillas.
ERA UN DÍA DE FIESTA
Para muchos madrileños y gentes lle-
gadas de fuera, aquella debía haber sido
Las heridas del Liceo y el asesinato de
Cánovas seguían abiertas, pero la barbarie
del 31 de mayo desató todas las pesadillas
una jornada de fiesta, que se inauguró
con un sol radiante y se completaría,
al anochecer, con una salva de fuegos
artificiales y luces en distintos puntos
de la capital. Durante los días previos,
fueron desembarcando en la Villa y Corte
entre ciento sesenta y ciento ochenta mil
entusiastas y curiosos (y algún anar-
quista, como sabemos), que no querían
perderse un detalle de la boda regia.
Los nombres de Alfonso XIII y Victo-
ria Eugenia se apropiaron de las calles de
Madrid, asaltaron el ministerio de Marina y
la plaza de Oriente, aunque la iluminación
prometida por las autoridades fue muy
escasa y decepcionó a quienes salieron
a la calle para presenciar el encendido
nocturno. No solo en Madrid, en toda
España la fecha estaba marcada en rojo,
pero nadie podía presentir entonces que
ese rojo sería el de la sangre, y eso que la Morral huyó del lugar de los hechos y fue
amenaza anarquista latía en el ambiente. cercado en Torrejón de Ardoz.
D E I B E R IA V I E JA
19
 Historia contemporánea
¿Suicidio o asesinato?
FRANCISCO PÉREZ ABELLÁN, el
periodista y criminólogo que en
2014 hizo temblar la historiografía
con sus sorprendentes conclusiones
sobre la momia de Prim, ha vuelto
a la carga este año con el caso
de Mateo Morral, el regicida que
provocó la matanza de la calle
Mayor el 31 de mayo de 1906.
Desde esa fecha, y en función de
la autopsia que le practicaron, se
creía que Morral había muerto por
su propia mano, pero el estudio
de Abellán y su equipo de la
Universidad Nebrija desmienten la
mayor.
El estudio balístico, que fue
presentado en este centro el pasado
23 de octubre, concluye que la
pistola de Morral, una Browning,
no fue la causa de sus heridas
mortales, sino un arma larga de
mayor calibre. En palabras de
este experto, “el disparo que tiene
en el pecho fue la clave de todo
y evidencia que la historia se ha
equivocado: Mateo Morral fue
asesinado”. Ahora solo hace falta
averiguar quién lo hizo, pero eso tal
vez nunca lo sepamos...
Presidiendo la columna, el profesor Pérez
Abellán; sobre estas líneas, Mateo Morral.
20 D E I B E R IA V I E JA
La ilustración recoge el caos en torno a la
carroza real tras el estallido de la bomba.
Los periódicos no escatimaron casquería a la
hora de retratar la matanza: “montón de
carne sangrienta”, “cabeza deshecha”...
EL FRACASO DE LA SEGURIDAD
Fue fácil decirlo entonces y es fácil decir-
lo hoy, cuando han pasado más de cien
años: la seguridad hizo aguas por todos
lados. Incluso el criminal logró escapar
de la carnicería, a pesar de que el edificio
fue sellado y rastreado nada más arrojar
la bomba. En el tumulto que siguió al
bombazo, corrió el rumor de que el ase-
sino seguía dentro y con otro artefacto
en su poder, lo que agravó el pánico.
Sea como fuere, el pueblo se lamen-
taba de que las autoridades hubieran
puesto todas sus energías en el reparto
de billetes para los festejos y, sin embar-
go, hubieran descuidado la identidad de
los inquilinos de las casas de huéspedes
o los balcones y tribunas de alquiler. No
obstante, Mateo Morral no parecía un
bandido peligroso. Él mismo se registró
en la pensión del 88 de la calle Mayor con
su nombre y estos datos: “Mateo Morral,
26 años, soltero, de Barcelona y fabrican-
te de profesión”, lo que se aproximaba
bastante a la realidad. Ligado a la Escuela
Moderna de su amigo Ferrer Guardia, era
un joven taciturno y reflexivo, que se fue
radicalizando hasta el día de la matanza.
Tal como dijo el ministro de Gobernación
a los periodistas, “yo puedo asegurar que
el autor del atentado no es un anarquista
conocido, ni siquiera un sospechoso”. ¡Qué
va! Si hasta Julio Camba, el periodista, le
había tendido muchas veces la mano...
LA TRAGEDIA PUDO SER MAYOR
Cuando la bomba hizo explosión, los cuatro
tordos que tiraban del carruaje real se
precipitaron a toda velocidad por la calle,
aterrorizados, y el caballo de lanza quedó
tendido en el suelo con el vientre desgarra-
do. El cochero había resultado herido en la
cara, y, entre los muertos, había numerosos
soldados, más incluso que civiles. Hubo
gritos y carreras y también el silencio y la
quietud de quienes ya no podían hablar o
moverse. Los periódicos no escatimaron
casquería a la hora de retratar la matanza:
“montón de carne sangrienta”, “piernas
maceradas”, “cabeza deshecha”, “hilillos
de sangre”. La rápida actuación de la Cruz
Roja evitó que la tragedia fuera aún mayor,
y los heridos fueron atendidos de urgencia
en la sede de la Capitanía General, conver-
tido en hospital de sangre, y en la farmacia
militar del número 92 de la calle Mayor.
Cuando los reyes llegaron por fin a pala-
cio, todo fueron sonrisas de alivio y palabras
de tranquilidad. El vestido de la novia, elabo-
rado por treinta operarias con satén blanco
bordado en plata, estaba manchado con la
sangre plebeya de las víctimas del atentado.
 Tema del mes

El juramento de las Cortes de Cádiz en 1810 en la iglesia de San Pedro y San Pablo de
Isla de León (San Fernando), según el pintor José Casado del Alisal.

22 D E I B E R IA V I E JA
 Constituciones

DeLa
a la
Pepa
Segunda
República
El paso del Antiguo al Nuevo Régimen es uno de
los grandes hitos de la civilización contemporánea.
El temblor, que se sintió primero en Inglaterra y
Francia, llegó a España en los albores del siglo XIX.
La división de poderes y las cortes de carácter
legislativo mermaron el poder hasta entonces
absoluto del monarca, tal como sentaron las
distintas constituciones. Si exceptuamos la de
ahora, la de 1978, España se ha administrado con
seis normas constitucionales, cinco monárquicas
y una –solo una– republicana. Os ofrecemos un
repaso por todas ellas. Es la historia del
pensamiento político en España.
Es la historia de España.

ALBERTO DE FRUTOS

D E I B E R IA V I E JA
23
 Tema del mes
C
uando estalló la Revolución
Francesa en 1789, el miedo ate-
nazó a los Borbones españoles.
Carlos IV vio pelar las barbas
de su vecino y abortó cualquier
intento modernizador que el
Despotismo Ilustrado hubiera
podido insinuar siquiera. El miedo fue a más
tras la ejecución de Luis XVI en 1793. Y, a co-
mienzos del siglo XIX, el poder de Napoleón
no tardó en poner sus miras en nuestro país.
Tras las Abdicaciones de Bayona,
Bonaparte hizo que tanto Carlos IV como
Fernando VII le cedieran la corona y, en
24 D E I B E R IA V I E JA
Carlos IV. La esperanza del reformismo se
frustró por la Revolución Francesa.
1808, sus tropas entraron en España. Fue
entonces cuando se gestó un primer ante-
cedente del constitucionalismo hispano:
José I, el hermano del emperador, otorgó el
Estatuto de Bayona, una carta promulgada
el 7 de julio de 1808, solo un mes después de
acceder al trono. Pero el pueblo se levantó en
armas y ese texto germinal –que no era una
constitución pero sí un primer paso para la
misma– no tuvo apenas vigencia.
De ahí llegamos, ahora sí, al primer
texto constitucional propiamente dicho.
En algunas partes de España, durante el
caos desencadenado tras la Guerra de la
José I. El hermano de Napoleón otorgó
una carta que reconocía ciertas libertades.
Independencia, se organizaron Juntas para
coordinar la resistencia frente al invasor.
En septiembre de 1808 se formó la Junta
Suprema Central, encabezada por el conde
de Floridablanca, uno de cuyos objetivos fue
abrir unas cortes constituyentes en 1810.
Efectivamente, tras su disolución comenzó
la tarea del Consejo de Regencia de España
e Indias, a partir del que se configuraron las
Cortes de Cádiz, que presentaron una ley
común a todos los españoles: la constitución
de 1812, influida por la francesa de 1791.
1812: LA PEPA
Fue la más extensa de nuestra historia,
con 384 artículos divididos en diez títulos.
Promulgada en Cádiz el 19 de marzo de
1812 –festividad de San José–, el pueblo no
tardó en bautizarla como La Pepa. Su prin-
cipal aportación fue el reconocimiento del
principio de soberanía nacional. Ninguna
persona o familia podía ostentar el poder
sin sujetarse a las leyes constitucionales, lo
que afectaba claramente al Rey. Su vigencia
se redujo a seis años no consecutivos: entre
1812 y 1814 –Fernando VII la derogó enton-
ces para volver por los fueros del Antiguo
Régimen–; entre 1820 y 1823 –cuando fue
reinstaurada en el llamado trienio consti-
tucional y de nuevo abolida por el monarca,
que abominaba de su azufre liberal–; y, tras
el motín de la Granja, en 1836 y 1837, que dio
origen a la siguiente.

Rafael del Riego. Su ejecución dio paso a
la Década Ominosa.
La Pepa instituía un sufragio indirecto
masculino y fuertemente censitario. Es-
tablecía que, para ser diputado a Cortes, el
aspirante debía poseer una renta anual pro-
porcionada, procedente de bienes propios,
de manera que el poder legislativo quedaba
virtualmente en manos de la burguesía.
Tras el tratado de Valençay, que puso
fin a la guerra de la Independencia, las
Cortes aseguraron que no permitirán
el regreso de Fernando VII si este no
firmaba la constitución, pero un sector de
los diputados, encabezado por Bernardo
Mozo de Rosales, suscribió el Manifiesto
de los Persas, que reclamaba la vuelta del
Fernando VII suscribió la Constitución con
estas palabras: “Marchemos francamente, y
yo el primero, por la senda constitucional”
absolutismo, cosa que al rey no había que
repetirle dos veces e hizo encantado.
Tras una serie de levantamientos libera-
les infructuosos, en enero de 1820 el general
Riego triunfó con el de Las Cabezas de San
Juan (Sevilla). A nuestro camaleónico rey
no le quedó más remedio que dar su brazo
a torcer para conservar la corona, y aprobó
la constitución con estas palabras: “Mar-
chemos francamente, y yo el primero, por la
senda constitucional”. Como se demostraría
más adelante, no era más que un ardid: Fer-
nando VII pidió ayuda a la Santa Alianza y el
ejército del duque de Angulema sofocó la re-
vuelta. En 1823, el Deseado volvió a enterrar
cualquier atisbo liberal en España.
1834: EL ESTATUTO REAL
Tras la muerte del monarca, asumió la re-
gencia su esposa María Cristina de Borbón
en nombre de Isabel II, que todavía era una
niña. En respuesta a la constitución de 1812,
excesivamente progresista para su época, y
con el fin de atraerse al sector liberal en el
contexto de la primera guerra carlista, en
la que el hermano de Fernando VII, Carlos
“Fernando VII jurando fidelidad a la
Constitución de 1812”. Obra de Martinet
en el Museo san Telmo de San Sebastián.
María Isidro, pretendía una involución a
épocas ya superadas, la regente promulgó el
Estatuto Real el 10 de abril de 1834.
Digamos que este documento, de
apenas cincuenta artículos y aprobado
bajo la presidencia de Martínez de la
Rosa, se quedaba a mitad de camino entre
la inmovilidad y el reformismo. Su mayor
avance era que establecía un sistema bi-
cameral, compuesto por los Próceres y los
Procuradores del Reino, si bien el rey se
reservaba la última palabra en el funcio-
namiento de las Cortes y, en general, en la
vida política. La Gaceta publicó por esas
fechas el siguiente retrato-panegírico del
monarca: “El rey es la fuente del poder
activo, el jefe de las armas, el árbitro de la
paz y de la guerra, el concesor de fueros y
leyes, el consolador de los desgraciados,
el premiador de los servicios, del mérito y
de las virtudes...”.
Al igual que el texto anterior, el Esta-
tuto Real presentaba reminiscencias galas,
pues se inspiraba en la carta otorgada por
Luis XVIII cuando los Borbones fueron
repuestos en el trono de Francia.
D E I B E R IA V I E JA
25
 Tema del mes
Abrazo de Vergara. Espartero y Maroto sellaron con
este gesto el final de la primera guerra carlista.
Martínez de la Rosa. Bajo su mandato se
promulgó el Estatuto Real de 1834.
Senado. La Cámara Alta se instituyó con
el nombre de Senado en 1837.
26 D E I B E R IA V I E JA
La constitución de 1837 mantenía la estructura
bicameral de las Cortes, ya con su nombre
actual: Senado y Congreso de los Diputados
Tal como apuntamos antes, tras el mo-
tín de la Granja de San Ildefonso de 1836
–“Viva la constitución! ¡Viva Mina! ¡Viva
Inglaterra!”–, la regente se vio obligada a
resucitar la constitución de 1812, mientras
se proyectaba un nuevo texto.
LA CONSTITUCIÓN DE 1837
La nueva aventura constitucional inauguró
una peligrosa senda que seguiría la política
española de todo el siglo XIX. Tal como
sucede hoy con las reformas educativas,
cada gabinete entrante pretendía impulsar
una constitución a su medida. Así, en junio
de 1837 vio la luz la nueva, que juró la reina
gobernadora en nombre de su hija.
Mucho más breve que la de 1812, conta-
ba con solo 77 artículos, que mantenían la
estructura bicameral de las Cortes, ya con
su nombre actual: Senado y Congreso de los
Diputados. Esta última cámara –todo un sal-
to cualitativo respecto a Cádiz– era de natu-
raleza electiva, y, además, de forma directa;
aunque el sufragio seguía siendo fuertemen-
te censitario. En la ley electoral que comple-
mentaba a la constitución se permitía votar
a los contribuyentes, propietarios, labrado-
res, colonos e inquilinos, siempre y cuando
dispusieran de cierto capital y tierras. En su
primer año, había solo un cuarto de millón
de electores y, cuando concluyó su período
Constitución de 1837. Fue promulgada
siendo Isabel menor de edad.
de vigencia, la cifra se había incrementado a
un millón, lo que tampoco era mucho.
Al igual que la constitución de 1812, la
de 1837 se llenaba la boca con el concepto
de “soberanía nacional”, pero sólo en su
preámbulo, ni siquiera en el articulado
general. Otro aspecto reseñable era la Re-
gencia, que si bien había sido formulada en
1812, ahora, que Isabel seguía siendo menor
de edad, cobraba especial relevancia. Según
el artículo 57, la regencia podían ejercerla
una, tres o hasta cinco personas. Cuando
en 1840 María Cristina renunció a ella, se
nombró regente único al general Espartero.
Por último, a propósito de sus influen-
cias, el texto bebía del manantial de la
constitución francesa de 1830, hija de las re-
voluciones liberales, y de la belga de 1831. Su
importancia es tal, que Miguel Artola, en El
modelo constitucional del siglo XIX, señaló
que “en el fondo no existió entre 1837 y 1931
más que un único texto constitucional”.
ISABEL II Y LA CONSTITUCIÓN DE 1845
Tras la caída de Espartero en 1843, empeza-
ron a soplar vientos conservadores –Espa-
ña, ya se sabe, es un bumerán– y el general
Narváez se hizo con el poder. Para evitar
una tercera regencia, se adelantó la mayoría
de edad de Isabel II a los 13 años. En sus
primeras cortes, celebradas en octubre de
Batalla de Ayacucho. Obelisco en Quinua –Perú–
en recuerdo de la victoria de Sucre.
1843, esta avisó a los diputados de que su in-
tención era revisar la carta magna; y el 23 de
mayo de 1845 se promulgó un nuevo texto
de carácter moderado, que, en su estructura
formal, apenas se diferenciaba del anterior
(80 artículos en lugar de 77).
A partir de esa letra, la soberanía no
descansaría exclusivamente en el pueblo
–como en 1812 y 1837–, sino que, tal y como
había formulado el Estatuto Real de 1834,
sería ejercida conjuntamente entre el Rey
y las Cortes. Otra de sus trazas conserva-
doras fue modificar el carácter electivo del
Senado, impuesto en 1837, con el fin de que
la reina pudiera nombrar a sus miembros,
con no pocas restricciones: los podía elegir
entre los presidentes de alguno de los Cuer-
pos Colegisladores, senadores o diputados
admitidos tres veces en las Cortes, minis-
tros de la Corona, consejeros de Estado,
arzobispos u obispos, Grandes de España,
capitanes y tenientes generales del Ejército
y la Armada, embajadores... La constitución
del 45 introdujo también que el rey debía
La constitución de 1845 despidió a Isabel II,
abandonada en 1868 por los partidos
políticos de ambos signos
América toma nota
LOS AIRES DE APERTURA que
trajeron consigo las diferentes
experiencias constitucionales no
se limitaron a las fronteras de la
península Ibérica. Desde el siglo
XVI España había mantenido un
vasto imperio en América y era
cuestión de tiempo que los valores
preconizados por el Nuevo Régimen
calaran en el continente. A las
ansias emancipatorias coadyuvó
la inestabilidad política que se
vivía en España con la Guerra de la
Independencia.
El primer territorio que declaró la
independencia fue, en 1810, México,
tras el levantamiento del cura
Hidalgo, apenas dos años después
del Estatuto de Bayona.
Durante la primera fase de
la constitución de 1812, se hizo
especial hincapié en el concepto de
disponer de una autorización legal para
contraer matrimonio –artículo 48–, lo que
no tardó en aplicarse para que Isabel II
pudiera casarse con Francisco de Asís.
BRAVO MURILLO TIENE UN PLAN
Ese texto estuvo vigente hasta la caída de
Isabel II, aunque, como es lógico, no fue del
agrado de todo el espectro político. De hecho,
cuando Bravo Murillo asumió la presidencia
del Consejo de Ministros en 1851, planteó
una reforma de corte mucho más moderado
(y eso que esta ya lo era). El proyecto llegó a
publicarse en La Gaceta (diciembre de 1852),
pero, ante la oposición de los progresistas e
incluso de algunos sectores conservadores,
no llegó a entrar en vigor.
Entre las reformas que preveía Bravo
Murillo, se fijaba que el Rey nombrara tanto
al presidente del Congreso como del Senado
y aprobara sus reglamentos, que el Tribunal
Supremo decidiera si unos resultados electo-
rales eran o no válidos, y que las sesiones de
ambas cámaras revistieran carácter secreto.
soberanía nacional, un acicate más
para el movimiento independentista
americano, que siguió en 1816 con
la declaración de independencia
de Argentina –primer país
latinoamericano que promulgó una
constitución–, a la que siguió la de
Chile en 1818.
Aunque en un primer momento
España no reconoció esa realidad,
en 1824 la victoria de Sucre en la
batalla de Ayacucho acabó con
las esperanzas de la metrópoli de
conservar su poder en América
del Sur.
Años más tarde, el eco de la
constitución progresista de 1869
llegó a Cuba, con la Guerra Grande
(1868-1878) y la Chiquita (1879-
1880), en las que los rebeldes fueron
derrotados. Finalmente, en 1898
España perdió Cuba y Puerto Rico.
Bravo Murillo. Su proyecto constitucional
de 1852 fue ultraconservador.
Lo cierto es que fue la constitución de
1845 la que despidió a Isabel II, abandonada
en 1868 por los partidos políticos de ambos
signos. Veinticuatro años en total, hasta que
en 1869 se aprobó un nuevo marco legal.
EL EFÍMERO AMADEO DE SABOYA
Aunque la reina partiera al exilio, España
seguía asumiendo que la forma de Estado
era la monarquía, por lo que las Cortes se
aprestaron a buscar a un nuevo rey entre las
dinastías europeas. A instancias del general
Prim, la corona recayó en Amadeo I de
D E I B E R IA V I E JA
27
 Tema del mes
Gobierno provisional del Sexenio (1868-1874). Fue presidido
por Serrano, con Prim como ministro de la Guerra.
La constitución de 1869 reconoció el sufragio
universal sin que, como hasta entonces,
entraran en liza criterios económicos
Cánovas. Era presidente cuando se
promulgó la constitución de 1876.
Saboya, que fue designado rey por 191 votos
entre los 344 diputados.
La constitución de 1869 difirió de
las anteriores en su inspiración: no
descansaba tanto en las francesas, sino
que adoptaba el modelo anglosajón. La
estadounidense de 1787 configuraba la
relación de derechos reconocidos y proli-
jamente delimitados por el propio texto,
no como en las precedentes, que aplaza-
ban su desarrollo a una ley posterior que,
o bien no se llegaba a promulgar nunca o,
lo que era peor, restringía su aplicación.
28 D E I B E R IA V I E JA
Isabel II. La Corona y las Cortes compartían
la soberanía en el texto de 1845.
Aquí, no. Aquí, las autoridades no podían
emitir disposición alguna preventiva
sobre el ejercicio de los derechos que el
título definía. De igual modo, aludía a un
concepto inédito hasta la fecha en nues-
tro país: la inviolabilidad del domicilio,
de acuerdo con la tradición anglosajona
(“my home is my castle”): “nadie podrá
entrar en el domicilio de un español o
extranjero residente en España sin su
consentimiento, excepto en los casos
urgentes de incendio, inundación u otro
peligro análogo” (art. 5).
Alfonso XII. Tanto él como su esposa
respetaron el mandato constitucional.
Fue también la primera constitución
patria que instituyó la libertad de culto
(recordemos que el proyecto de 1856 –ver
recuadro en la página opuesta– la había
planteado, pero sin entrar en vigor). En este
sentido, se garantizaba que los españoles o
extranjeros residentes en España podían
profesar un culto distinto al católico, tanto
de forma privada como pública (art. 21).
El sufragio universal sería en toda regla,
es decir, sin que, como había sucedido
hasta entonces, entraran en liza criterios
económicos: “Ningún español que se halle
en el pleno goce de sus derechos civiles (es
decir, los presos no) podrá ser privado del
derecho a votar” (art. 16).
Dos años después de llegar a España,
en 1873, Amadeo I abdicó la corona por la
ingobernabilidad del país, lo que planteó
un grave problema constitucional, puesto
que, según el artículo 74 –jurado por él–, el
Rey debía ser autorizado por una ley espe-
cial antes de dar ese paso. Amadeo, desde
luego, carecía de ella.
EL CAOS DE LA PRIMERA REPÚBLICA
Esa anomalía hizo que la Primera Repú-
blica, que se implantó formalmente tras
la abdicación del turinés, no derogara la
anterior constitución (monárquica, claro
está), y que esta siguiera vigente mientras
se ultimaba la republicana. Sin embargo,
esta se quedó varada por falta de tiempo y,
sobre todo, por el caos reinante en la vida
pública española de 1873, con la insurrec-
ción cantonal en Cartagena, el intento de
recuperar la Corona de Aragón, o la procla-
mación en Santiago de Compostela de una

Estatua de Espartero en Logroño. El general
fue Regente entre 1840 y 1843.
Asamblea General que aspiraba a practicar
el “derecho de iniciativa” de acuerdo con los
principios federalistas.
Sea como fuere, el proyecto constitu-
cional, que comenzó a redactarse en julio
de 1873, preveía el establecimiento de una
República Federal al estilo de la estadouni-
dense o la suiza. Los Estados constitutivos
de la nación española serían Andalucía
Alta, Andalucía Baja, Castilla la Nueva,
Castilla la Vieja, Aragón, Baleares, Canarias,
Extremadura, Cuba, Puerto Rico, Catalu-
ña, Valencia, Murcia, Navarra y Regiones
Vascongadas. En previsión de eventuales
conflictos entre los Estados, el artículo 101
establecía que ninguno podría apelar a la
fuerza de las armas para enfrentarse entre
sí y que sus diferencias debían ser someti-
das al Tribunal Supremo Federal.
En medio de toda esta anarquía, los
españoles se desayunaron con un nuevo
pronunciamiento militar en enero de
1874, liderado por el general Pavía, que
finiquitó la República Federal y con-
sagró el gobierno del general Serrano,
quien instauró una especie de dictadura
republicana de concentración, sin llegar a
abolir la constitución de 1869.
VUELVE LA MONARQUÍA
A finales de ese mismo año, un pronuncia-
miento en Sagunto (Valencia) del general
Martínez Campos restauró la monarquía en
la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II,
quien, por cierto, nunca regresaría a España
hasta su muerte en París en 1904.
Y, cómo no, hubo que redactar otra
constitución, cuyo ideólogo fue el conser-
Ilustración que representa el desarme de la
fuerza del Principal por el pueblo la noche del
17 de julio de 1854.
El proyecto de la Vicalvarada
COMO ESTAMOS VIENDO, el siglo XIX fue políticamente muy inestable y hubo una
gran cantidad de pronunciamientos militares. Uno de ellos, el de Vicálvaro (Madrid)
de 1854, alumbró el bienio progresista, que reivindicó la figura de Espartero, cuya
carrera política parecía haber terminado en 1843 tras concluir su regencia.
El nuevo gobierno abrió las deliberaciones para formalizar una nueva
constitución que debía haber entrado en vigor en 1856, pero que no dio tiempo
a ejecutar por la caída del gobierno precisamente ese año. Se trataba de un
proyecto más progresista que la entonces vigente constitución de 1845, ya que
recuperaba la idea de soberanía nacional y la incorporaba a su articulado, no
como la del 37, que se limitaba a citarla en el preámbulo.
Otra de sus novedades concernía a la religión: si hasta entonces solo se
había reconocido la católica, la de 1856 subrayaba que “ningún español podrá
ser perseguido por sus opiniones y creencias religiosas”.
El proyecto constitucional que comenzó a
redactarse en 1873 preveía el establecimiento
de una República Federal
vador Cánovas del Castillo, que había sido las mujeres, como sabemos, habría que
ministro de la Gobernación durante el esperar a la republicana de 1931).
reinado de Isabel II e inauguraría el turno Aunque la constitución de 1876 am-
de partidos junto con el liberal Práxedes paraba multitud de derechos, dejaba su
Mateo Sagasta. Una comisión de varios desarrollo a leyes posteriores que, tal como
partidos intervino en su articulado. El había sucedido en el pasado, se consagrarían
resultado fue una ley marco de carácter a limitar su ejercicio.
conservador, promulgada el 30 de junio de Es preciso distinguir dos períodos en la
1876: vuelta al sufragio censitario, sobera- trayectoria de esta constitución. El primero
nía compartida entre el Rey y las Cortes – correspondió al reinado de Alfonso XII, que
como en 1845–, confesionalidad católica... respetó escrupulosamente sus preceptos y
A propósito del sufragio, el gobierno de no se metió en política, dejando las deci-
Sagasta añadió una ley que contemplaba el siones en manos de sus ministros, tal como
sufragio universal para los hombres (para correspondía a una monarquía parlamen-
D E I B E R IA V I E JA
29
 Tema del mes
Al César lo que es del César
EN EL DEBATE CONSTITUCIONAL
del siglo XIX, uno de los temas
más polémicos fue el encaje que
la libertad religiosa podría tener en
el ordenamiento jurídico del país.
España había sido uno de los garantes
de la fe católica y tanto el Estatuto de
Bayona como La Pepa decretaron que
esa era la única religión válida.
La tónica se mantuvo inalterable
en las siguientes experiencias
constitucionales, hasta que el proyecto
de 1856 agregó que “ningún español
ni extranjero podrá ser perseguido por
sus creencias religiosas”, esto es, se
preconizaba una suerte de tolerancia
religiosa, aunque todavía no la libertad
de culto, algo que se hubiera opuesto
al espíritu del Concordato firmado con
el Vaticano en 1851, siendo Papa Pío IX.
La revolución que destronó a
Isabel II volvió a abrir el debate. La
constitución de 1869 expuso que
la Nación se obligaba “a mantener
el culto y los ministros de religión
católica. Si algunos españoles
profesaren otra religión que la
católica, es aplicable todo lo dispuesto
en el párrafo anterior”. Sin embargo,
Alfonso XIII apoyó el golpe de Estado del
general Miguel Primo de Rivera, gobernador
general de Cataluña, en septiembre de 1923
30 D E I B E R IA V I E JA
Basílica de San Pedro. Pío IX firmó con el
Estado español el Concordato de 1851.
hubo voces que se alzaron contra
esa medida; la más crítica, la del
arzobispo de Santiago, que advirtió de
que “la libertad de cultos nos traerá
el escepticismo y abrirá una llaga
en nuestra patria... Por ejemplo, un
hijo del que sus padres no pueden
hacer carrera dirá mañana ‘me hago
protestante’ y así llevará el luto y la
desgracia a una familia católica”.
Tras el Sexenio Revolucionario y la
restauración, el texto de 1876 repuso
el conservadurismo en ese ámbito,
al reconocer la confesionalidad
del Estado, si bien “nadie será
molestado en el territorio español
por sus opiniones religiosas”, que,
no obstante, debían mantenerse en
privado. El texto no satisfizo a nadie:
los católicos menos condescendientes
consideraban que “la tolerancia no
era aceptable por razones históricas,
políticas y religiosas”, tal como
recuerda Manuel Suárez Cortina en un
capítulo de El debate constitucional
en el siglo XIX (Fundación Práxedes
Mateo Sagasta / Marcial Pons, 2015),
mientras que los sectores más
laicistas exigían ir más allá.
Alfonso XIII con el Directorio Militar en
1923. A la izquierda, Primo de Rivera.
taria. Tras su prematura muerte en 1885,
su esposa María Cristina de Habsburgo se
hizo cargo de la regencia hasta la mayoría
de edad de Alfonso XIII (1902), y también
ella respetó el juramento constitucional.
La situación empezó a mudar con Alfonso
XIII, inclinado a inmiscuirse en los asuntos
políticos e incapaz de resignarse a su papel
de espectador pasivo.
Como sabemos, tales injerencias, a la
larga, resultarían perjudiciales no solo para
la estabilidad de España, sino también para
la propia pervivencia de la Monarquía. Du-
rante su reinado, los gabinetes ministeriales
se sucedían a velocidad de vértigo, auspi-
ciando el desorden y la falta de liderazgo,
y, además, dos Presidentes del Consejo de
Ministros, José Canalejas y Eduardo Dato,
fueron asesinados en sendos atentados.
El rey apoyó el golpe de Estado del gene-
ral Miguel Primo de Rivera, hasta entonces
gobernador general de Cataluña, en sep-
tiembre de 1923. Primo declaró en suspenso
la constitución de 1876, y así, tras 47 años,
pereció el texto más longevo de nuestra
historia constitucional (la actual, la de 1978,
sopla 37 velas este mes de diciembre).
El propio dictador coordinó un nuevo
proyecto en 1929, pero se enfrentó a una
dura oposición y no llegó a ser promulgado.
Cuando Alfonso XIII le retiró su apoyo,
el monarca quiso volver a la normalidad
poniendo al general Berenguer al frente del
gobierno, pero ya era demasiado tarde. El
pueblo no podía olvidar que había sido el
Borbón quien, de facto, había dado su con-
sentimiento a derogar la constitución que
él mismo había jurado, y en las elecciones
municipales de 1931 la victoria de las fuerzas
republicanas lo desalojó del trono.
A la inauguración de la Facultad de Filosofía y Letras, en la
Ciudad Universitaria de Madrid, asistieron Niceto Alcalá Zamora,
Presidente de la República, y el Jefe del Gobierno Manuel Azaña.
La constitución de 1931 era de una gran
originalidad y ejerció una notable influencia
sobre otras europeas y sobre la nuestra de ahora
LA SEGUNDA REPÚBLICA
Como hemos visto en este reportaje, la
Primera República no llegó a promulgar
su constitución, por lo que la primera
constitución netamente republicana de
nuestra historia se aprobó el 9 de diciem-
bre de 1931, redactada por las Cortes
Constituyentes que habían sido elegidas el
28 de junio de aquel año.
Reunidas el 14 de julio, un guiño a la
Revolución Francesa, las Cortes expusieron
unas audaces líneas maestras que pasaban
por la consagración de la libertad de culto
y la enseñanza laica, la unidad nacional y
el reconocimiento de las singularidades
regionales, con la posibilidad de tramitar
estatutos de autonomía para los territorios
que así lo solicitasen. De esta forma, en
1932 se aprobó el Estatuto de Autonomía
de Cataluña; y, en 1936, el del País Vasco,
aunque este último no llegó a aplicarse por
el estallido de la Guerra Civil. El Estatuto de
Galicia se encontraba en ciernes, toda vez
que el 28 de junio de 1936 un referéndum se
había mostrado favorable a su desarrollo.
El texto constitucional prohibía, eso sí,
la federación entre territorios autónomos
(art. 13) y delimitaba las competencias que
correspondían en exclusividad al Esta-
do. Uno de los cambios que preconizaba
respecto a textos legales anteriores era el
regreso de las Cortes a su esencia como
cuerpo unicameral, es decir, sin Senado, tal
como había establecido la lejana constitu-
ción de 1812. Sobre el sufragio, indicaba que Arriba, portada de la constitución de 1931.
Abajo, el Palacio de Oriente sin el escudo
“los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores
de los Borbones.
de veintitrés años, tendrán los mismos
derechos electorales conforme determinen
las leyes” (art. 36), es decir, instauraba por
primera vez en España un verdadero sufra-
gio universal sin restricciones.
De acuerdo con la flamante ley, el
primer Presidente de la República debía
ser designado por voto secreto de las Cortes
Constituyentes, y así fue como Niceto
Alcalá Zamora asumió el cargo el 10 de
diciembre de 1931, un día después de ser
promulgada la constitución. Esta dictaba
también que el segundo mandatario sería
nombrado conjuntamente entre las Cortes
y un número de compromisarios elegidos
por sufragio universal, y de nuevo aquí se
cumplió estrictamente la letra cuando, en
mayo de 1936, Manuel Azaña fue nombrado es natural. Con sus 125 artículos, fue la
Presidente de la República. segunda más extensa tras la de Cádiz, y
La constitución de 1931 era de una permaneció vigente hasta 1939, año en
gran originalidad y ejerció una notable que el régimen del general Franco fue
influencia sobre otras europeas y, más reconocido por las potencias extranjeras;
recientemente, sobre la nuestra, salvo si bien, lógicamente, a partir de 1936 sólo
en lo tocante a la forma de Estado, como tuvo valor en la zona republicana.
D E I B E R IA V I E JA
31
 Tema del mes

Los borrones de un texto que simbolizó la Transición

La otra historia
de la polémica
Son fechas convulsas entre quienes están a favor y quienes
están en contra de la Constitución. Cuando la mayor parte de
españoles aprobaron el texto, España salía de una dictadura y
vivía la Transición. Esos tiempos han cambiado. Hoy, son
muchas las voces que piden su reforma. La madurez ha
sentado mal a un texto que se refrendó cuando el poder de la
adolescencia era el que conducía al país a un futuro que ya está
aquí. La época en la que se diseñó el texto está sólo contada a
medias. Y de esos barros… ¿estos lodos?

BRUNO CARDEÑOSA

T
odavía sigue siendo la fecha más
importante de la Transición.
Los historiadores aún no se
ponen de acuerdo sobre cuándo
empezó y cuándo acabó, pero
sí existe consenso a la hora de
poner esa fecha como la más
importante: el 6 de diciembre de 1978. Ese
día se acudía a las urnas en referéndum para
decir “sí” o “no” al texto de la Constitución.
No hubo sorpresas. Nadie las espera-
ba. Votaron a favor el 87,78 % de los que
participaron. No había discusión. Una
gran mayoría dijo que sí a la pregunta que
se formuló –“¿Aprueba el Proyecto de
Constitución?”–, pese a que votaron sólo
seis de cada diez personas. No fue suficiente
más, porque el resultado y el sentir general
estaban claramente de un lado, ya que más
que un texto se votaba el final de una época
y el comienzo de otra que la mayor parte de
gente quería que llegara ya. La Constitu-
ción era el símbolo y señal de ese cambio.
Días después de la votación, el BOE
publicaba el texto, sancionado por el Rey y
apoyado por los grandes partidos políti-
cos, con la excepción de algunos vascos
y catalanes, además de la ausencia en las
votaciones de algunos diputados de Alianza
Popular. Así acababa –o empezaba, visto
lo visto– una historia que la mayor parte
de la población apoyó tres años después
de la muerte de Franco. Los 169 artícu-
los del texto entraron en vigor el 29 de
diciembre de 1979. En ellos se establecía
la monarquía parlamentaria como forma
de gobierno, aunque el Rey no tendría
poder ejecutivo y estaría sometido al
control legislativo, la soberanía nacional
emanada por los poderes del Estado y la
indisoluble unidad de la Nación española,
pese a estar formada por autonomías.
LOS PADRES DE LA CONSTITUCIÓN
Tras la muerte del dictador los aconte-
cimientos se precipitaron, pero sería un
error pensar que las cosas no estaban más
o menos planificadas. El hecho de que
España se convirtiera en la única dictadu-
ra que se mantenía en Europa sólo puede
entenderse por el hecho de que al otro
lado del Atlántico –en Washington– se
decidió mantener al dictador al frente
del país. Sin embargo, a partir de los años
sesenta, la Casa Blanca intentó estar
cerca de cualquier movimiento. Mientras
“educaban” al futuro Rey, el objetivo era
que la Transición fuera controlada.
Los poderes fácticos querían que
España se incorporara a la democracia

32 D E I B E R IA V I E JA
Los leones del Congreso nacieron en 1865 y
simbolizan hoy el poder político del país.

D E I B E R IA V I E JA
33
 Tema del mes

Los padres de la Constitución. En la imagen, Gabriel

Cisneros, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, José
Pedro Pérez-Llorca, Gregorio Peces-Barba, Jordi Solé
El preámbulo
Tura, Manuel Fraga y Miquel Roca. (olvidado y no cumplido)
de la Constitución
según Tierno Galván
La nación española, deseando
establecer la justicia, la libertad y
la seguridad y promover el bien de
cuantos la integran, en uso de su
soberanía, proclama la voluntad de:

GARANTIZAR la convivencia
democrática dentro de la
Constitución y de las leyes
conforme a un orden económico y
social justo.

CONSOLIDAR un Estado de
Derecho que asegure el imperio
de la ley como expresión de la
voluntad popular.

PROTEGER a todos los españoles

y pueblos de España en el ejercicio
de los derechos humanos, sus
culturas y tradiciones, lenguas e
instituciones.

ESTABLECER una sociedad

democrática y avanzada.

COLABORAR en el fortalecimiento
de las relaciones pacíficas y de
eficaz cooperación entre todos los
pueblos de la Tierra

Miñón, el único que mantuvo la hipótesis de

que ciertas partes del texto dejaban abierta
Votaron a favor de la Constitución el 87,78 % de la puerta a que parte del país quisiera es-
cindirse, y Pérez-Llorca–, otro cercano a la
quienes participaron en el referéndum, aunque minoría catalana –Miguel Roca i Junyent–
la abstención fue mayor de la esperada uno del PSOE –Gregorio Peces Barba– y
uno vinculado al entonces recientemente
legalizado PCE –Jordi Solé Tura–. Vista su
tras la muerte de Franco, pero para ello Es por ello que no es de extrañar que trayectoria, ni los de izquierda eran muy
potenció posturas moderadas sin excesiva los llamados “padres” de la Constitución de izquierdas ni los de derechas, salvo en
ruptura con el régimen anterior e intentó no fueran elementos que resquebrajaran el caso de Fraga, eran muy de derechas. La
contener a la izquierda para que esos mo- mucho la política existente. Fueron 7 los historia presenta hechos tan llamativos
vimientos fueran “suaves”, de modo que encargados de elaborar el texto a instancias como que el PCE estaba –en nombre de
la Transición fuera relativamente tran- de jueces y miembros de sus partidos. Entre Santiago Carrillo– más a favor de la nece-
quila y con ello, de paso, se detuviera la ellos se encontraba un hombre, Manuel sidad de un consenso y aprobación mayor
llegada a España de las influencias ideo- Fraga, que incluso había sido ministro en que otras fuerzas, incluso el PSOE, que ya
lógicas de la Unión Soviética. Esa parte de la época anterior. Junto a él estaban tres emergía como la fuerza alternativa al poder
la historia apenas es conocida, lo que ha hombres próximos al gobierno de entonces, encarnado en la figura de Adolfo Suárez.
provocado un enorme desconocimiento representado por la extinta UCD –Gabriel Son históricas las reuniones noctur-
de la realidad por parte de la población. Cisneros, Miguel Herrero Rodríguez de nas que el vicepresidente del Gobierno,

34 D E I B E R IA V I E JA
 Diversas portadas de prensa para un día
histórico. A la derecha, la Constitución.
Cataluña fue una de las comunidades con
más apoyo a la Constitución, y el País Vasco
fue la que menos
Fernando Abril Martorell, mantuvo con
Alfonso Guerra. El hecho de que el texto
tuviera el apoyo de la UCD y AP dejaba en
un extraño lugar a otras fuerzas, tanto es
así que parecía incluso posible que el PSOE
incluyera en su siguiente programa electo-
ral la revisión del texto. Hasta la Corona, en
el lado contrario, parecía temerosa de que
se estimara como demasiado reaccionario
el texto. La situación llego al extremo de
que Suárez relevó de su cargo a Fernando
Abril para que al final se apoyara el texto,
cuya redacción no fue el camino de rosas
que se esperaba tras las elecciones de junio
de 1977. Cuando el 22 de noviembre de ese
año se publicaron los primeros artículos,
el hecho de que los socialistas hablaran de
república, se mencionaran nacionalidades
a la hora de hablar de algunos territorios y
se suprimieran las referencias a la Iglesia
católica motivaron que algunos sectores
se pusieran en guardia. Las discusiones
entre los ponentes aumentaron cuando
los socialistas se negaron a apoyar algunas
enmiendas de UCD, que se dividió interna-
mente ya por entonces. En ellas se esbozaba
la posibilidad de suspender ciertos derechos
sociales si las circunstancias lo exigían.
El propio Felipe González dijo que el
consenso “se ha roto”. Los llamados “pactos
del mantel” fueron reuniones externas a las
oficiales que mantuvieron los políticos para
limar las asperezas, ya que mientras algunos
socialistas calificaban el textos de reaccio-
nario, algunos populares se mostraban con-
trariados con la España de las autonomías
y, dentro del partido del gobierno, la UCD,
había defensores del viejo régimen mez-
clados con defensores del nuevo tiempo.
LOS QUE SE QUEDARON FUERA
El PSOE había luchado de forma enconada
por dejar fuera a una de las personalidades
más queridas y representativas de la época,
el profesor Enrique Tierno Galván, quien
sin embargo se encargó finalmente del
nunca cumplido preámbulo de la Cons-
titución, un texto que no forma parte de
la Carta Magna –bueno, sí está pero sigue
siendo visto como una rara avis– pero que se
trataba de una oda a los principios democrá-
ticos, que establecía el deseo de que fuera la
base para sustentar la igualdad de todos los
ciudadanos, así como la obligatoriedad del
Estado de promover el orden económico y
social justo, la protección de los derechos
humanos, promover el progreso y colaborar
en la paz y cooperación del mundo entero.
Pero las polémicas no acabaron ahí. El
sector vasco manifestó su rechazo porque
no se contó con ellos –al contrario que
con los grupos catalanes– y promovió la
abstención o negativa en el referéndum.
Quizá por ello Euskadi –por encima incluso
de Cataluña– ha sido históricamente la co-
D E I B E R IA V I E JA
35
 Tema del mes

La CIA en España
LA IMPLANTACIÓN de la CIA en
España se remonta a los años 50,
aunque las operaciones en nuestro
país son incluso anteriores. El hecho
de que resistieran en Europa las
dictaduras de España y Portugal
fue visto con malos ojos, pero
la situación se aprovechó para
fortalecer la lucha contra la URSS,
ya que la península Ibérica era la Enrique Tierno Galván departe con
entrada de Europa y Franco suponía Manuel Fraga y Santiago Carrillo.
un freno para el Este. Las cosas
cambiaron tanto que en 1959 se
llegó a acordar por el dictador la Los “padres” de la Constitución no fueron
instalación de bases americanas
en nuestro territorio. Además,
elementos que resquebrajaran mucho la
se dieron créditos a España que política existente
ayudaran a pasar página de la
posguerra y contribuir al desarrollo,
munidad que más rechazo ha manifestado la mitad– no tenían clara su idea pese a que
si bien –y todos lo sabían– también
al texto. De hecho, en los resultados del refe- existía un apoyo mayoritario al funcio-
se apoyó a la oposición al régimen
réndum destaca el hecho de que fue donde namiento del Estatuto de Autonomía.
y se la tuteló de forma que, cuando
más abstención se registró, superando el No deja de ser curioso que al revi-
Franco muriera, el cambio fuera
55 % de los llamados a las urnas, aunque un sar esos datos Cataluña fuera la tercera
“suave”. Es por ello que siempre se
69,11 % de los que votaron se mostraron a comunidad en la que el “sí” tuvo más
ha sospechado de la implicación de favor (el dato, pese a todo, más bajo de toda apoyo –exactamente, el 90,46 % apoyó
la CIA en el atentado contra Carrero España, razón por la cual, además, se sigue el texto– por parte de la población, con
Blanco –quien suponía incluso diciendo que allí no se aprobó de forma refrendos notables al texto por parte de
un endurecimiento si sustituía mayoritaria la Constitución). Es verdad –a hombres como Jordi Pujol y la cúpula de
a Franco– ya que la hoja de ruta medias, eso sí– pero verdad al fin y al cabo. Convergencia Democrática. El hecho de
establecida desde la Casa Blanca En una encuesta efectuada en julio de que se hubiera reconocido el derecho de
estipulaba cómo sería la Transición 2015, el llamado Euskobarómetro, mos- autodeterminación –en contradicción
en España. Todo estaba atado y bien traba que el 30 % de la población votaría con la tesis que mantenía a España como
atado. en contra de la Constitución mientras que una nación única e indivisible– de los
sólo lo harían a favor el 24 %. El resto –casi pueblos según la ratificación en España del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (1977) fue la clave del apoyo que
tuvo en Cataluña. Estos datos escamarán
a muchos, pero los números dicen lo que
dicen. Se pueden ignorar, pero no ocultar.

¿HA LLEGADO LA HORA?

La gran cuestión que plantean los críti-
cos es si un texto apoyado hace 40 años
lo sería actualmente… Los defensores
El Rey Juan Carlos sanciona la Constitución de la reforma aseguran –en su justa
ante las Cortes el 27 de diciembre de 1978. exposición– que la mayor parte de los

36 D E I B E R IA V I E JA
 El Rey, Suárez y Felipe bajo
las órdenes del exterior
EN 1962, siendo aún príncipe, Juan Carlos I visitó la Casa
Blanca por primera vez. El presidente Kennedy le recibió.
Según las memorias de Vernon Walters, secretario de
Estado de Estados Unidos y uno de los hombres más
poderosos de la segunda mitad del siglo XX, el control
de la política española fue total en aquella época. La
visita fue organizada por el entonces embajador español
Antonio Garrigues, que fue nombrado en la Transición
ministro de Justicia al tiempo que la organización a la
que pertenecía –la Comisión Trilateral– invitaba a hombres como Felipe González
a la mansión de David Rockefeller en las proximidades de Nueva York. Las visitas
del Rey a la Casa Blanca se sucedieron justo tras la muerte de Franco. En la
visita que realizó en junio de 1976, el presidente norteamericano Gerald Ford fue
especialmente atento con el Rey y escenificó un apoyo que fue manifiesto incluso
por la figura de Henry Kissinger, que aparece en los papeles de Wikileaks como otro
de los poderes de España en la sombra, en los cuales también se dice que Adolfo
Suárez recibía sugerencias de Estados Unidos.

votantes nuevos no dirían lo mismo y
que los tiempos han cambiado, pero
también es cierta otra cosa: la Constitu-
ción de 1978 fue la primera de la historia
de España que fue sometida a votación
popular, ya que ninguna de las anteriores
fue votada por la población y sólo obtu-
vieron el respaldo de la clase política.
En el año 2003, los padres de la consti-
tución se reunieron en el Parador Nacional
de Gredos (Ávila), alegando que cualquier
Durante la Transición la vigilancia de
Washington fue permanente. El control fue
mayor del que se creía
Manifestación en Cataluña
en la Diada de 2015.
reforma futura del texto se efectuara con
el consenso general –bajo el propio marco
establecido en la misma Constitución– que
tuvo su elaboración. El polémico Antonio
García Trevijano, que considera la cons-
titución como un engaño, califica a esos
ponentes como “chicos de los recados” de
sus superiores y de las fuerzas que el perio-
dista Alfredo Grimaldos no duda en calificar
como franquistas. En su libro La CIA en
España presenta pruebas de la existencia en
nuestro país de agentes secretos norteame-
ricanos que tuvieron mucho que ver en el
proceso, al que cuidaban y protegían desde
el exterior con el objetivo de vigilar sus
movimientos y que estos no se aproxima-
ran en demasía a la izquierda y a ideologías
que no gustaban a los norteamericanos.
El objetivo de ese control era conse-
guir que grupos como el PSOE –al que se
potenció cuando era imposible contener
su ascenso, pero a la vez se desnaturali-
zó su ideología– perdieran parte de su
identidad e incluso se llegaron a crear
redes terroristas que hicieron sospechar
a la gente de que algunos atentados y
posiciones extremistas estaban vincu-
ladas a la izquierda. Ese control ha sido
ratificado por los documentos reciente-
mente dados a conocer por Wikileaks, en
los cuales se demuestra cómo hombres
del poder norteamericano controlaron
al Rey, a Suárez, a González y a los altos
mandos militares y policiales, muchos de
los cuales siguieron en sus cargos tras la
muerte de Franco. La necesidad de una
revisión de la Transición –y de la Consti-
tución como su elemento integrador– es
necesaria para muchos a la luz de las
informaciones que se han ido conociendo
con el tiempo y que van mucho más allá
de la simple organización territorial que
propone el texto, ya que certificaron una
suerte de amnistía para los responsables
de las sombras en las que estuvo sumida
España durante la época anterior.

D E I B E R IA V I E JA
37
 Los 10 mandamientos
Adolfo Suárez
TRAS LA MUERTE DE FRANCO el 20 de
noviembre de 1975, Adolfo Suárez (1932-
2014) entró en el primer gabinete de
Carlos Arias Navarro como ministro-se-
cretario general del Movimiento. No era
un hombre muy conocido. Su puesto más
relevante había sido el de Director Gene-
ral de Radiodifusión y Televisión, pero
ofrecía el perfil espontáneo y amable que
la situación requería. El Rey Juan Carlos
revalidó la confianza que unos meses
antes había depositado en él Torcuato
Fernández Miranda, y, en julio de 1976,
le encargó la formación de gobierno.
Las elecciones de 1977 –las primeras
en libertad desde 1936– reafirmaron su
38 D E I B E R IA V I E JA
liderazgo: obtuvo un 34% de los votos con
una participación del 78%. En 1979 repe-
tiría victoria en los comicios generales.
Bajo su mandato, España salió de las
tinieblas de la dictadura y se arrimó a la luz
de la democracia. Pero el camino –el suyo
propio y el del país– estuvo lleno de espinas.
La tensión se palpaba en el ambiente, las
calles parecían un polvorín y el riesgo de
involución asomaba tras cada esquina.
La legalización del Partido Comunista de
España el 9 de abril de 1977 –el Sábado
Santo rojo– fue uno de los momentos más
críticos, pero Suárez no se arredró: cumplió
fielmente con la agenda reformista que
el país demandaba en aquel momento.

Lo hizo, eso sí, en medio del entorno
más hostil, con la actividad terrorista en
plena ebullición. La primera víctima del
GRAPO se produjo antes de la muerte
del dictador, pero después siguieron
decenas de asesinatos. La vesania de ETA
–con 319 muertes durante los años de
Suárez– fue todavía más pavorosa. Por si
fuera poco, la tasa de paro se incrementó
hasta el 15% en 1981 y, tras su dimisión,
en la misma sesión de investidura de su
sucesor Leopoldo Calvo Sotelo, el coronel
Tejero irrumpió en el Congreso de los
Traemos a estas páginas diversas escenas
de la vida pública de Suárez, que gustaba
de definirse como un “chusquero de la
política”. A la izquierda, el golpe de Tejero
y, en la otra página, abajo, con Carrillo.
Diputados, protagonizando un golpe
de Estado que escenificaba las tensio-
nes internas en el aparato de poder.
Pero, tal como tituló la revista
TIME tras las elecciones democráticas
de junio de 1977, la democracia ganó
la partida. Cuando el 6 de diciembre
de 1978 un 88,54% de los electores
dijo “sí” a la Constitución, todo fue
mirar hacia delante. Suárez lo hizo
posible. Y, siempre cuidadoso con su
imagen y sus palabras, dejó un sinfín
de frases para la Historia./A.F.D.
“Puedo prometer, y prometo...”
“Quienes alcanzan el poder con
demagogia terminan haciéndole
pagar al país un precio muy
caro”
“Yo no quiero que el sistema
democrático de convivencia
sea, una vez más, un paréntesis
en la Historia de España”
“Las elecciones no resuelven
por sí mismas los problemas,
aunque son el paso previo y
necesario para su solución”
“Se puede prescindir de una
persona en concreto. Pero
no podemos prescindir del
esfuerzo que todos juntos
hemos de hacer para
construir una España de
todos y para todos”
“Con la Constitución, es
posible lograr una concordia
civil llamada España”
“Un político no puede ser
un hombre frío. Su primera
obligación es no convertirse en
un autómata”
“La vida siempre te da dos
opciones: la cómoda y la difícil.
Cuando dudes elige siempre
la difícil, porque así siempre
estarás seguro de que no ha
sido la comodidad la que ha
elegido por ti”
“Yo no tengo vocación de estar
en la Historia”
“Hay algo que ni siquiera Dios
pudo negar a los hombres: la
libertad”
39
D E I B E R IA V I E JA
 Made in Spain
Antonio Sanjurjo Badía
Lo llamaban
“el habilidades”
En 1898 los españoles temían que la guerra de
Cuba se trasladara a nuestras costas. “¡Que vienen
los yanquis!”, era el grito de alerta, y unos pocos
hombres se pusieron manos a la obra para
noquear al “invasor”. Uno de ellos, el coruñés
Antonio Sanjurjo Badía, creó un arma submarina
para defender la ría de Vigo. Fue una proeza cuya
exhibición no pasó del mero espectáculo, la obra
de un mecánico prodigioso al que sus coetáneos
llamaban “el habilidades”.
ALEJANDRO POLANCO MASA
L
a insostenible situación cubana,
con el ímpetu por la independencia
y el odio hacia lo colonial, sirvió de
excusa perfecta para los nortea-
mericanos, que en medio de una
guerra sin cuartel en la prensa
pasaron a la acción bélica real. El
ejército independentista cubano iba a ganar
el pulso más tarde o más temprano, aquello
se veía venir y, claro, en un escenario como
aquel, los Estados Unidos poco tendrían que
“rascar”. Y, así, se decidieron a intervenir
militarmente con todas las consecuencias,
el control de la isla estaba en juego y, ya
de paso, había por ahí otros juguetes rotos
como Puerto Rico y las Filipinas que podían
caer en el mismo juego. Luego llegó el gran
lío: el acorazado Maine salta en pedazos
en La Habana. Ya había excusa para una
guerra, que terminó con la firma de los
acuerdos de París en diciembre de aquel
1898, dando lugar a una independencia
“tutelada” de Cuba y la cesión a los Estados
Unidos de Puerto Rico, Filipinas y Guam.
Lo que restaba de posesiones españolas
40 D E I B E R IA V I E JA
en el Pacífico fue vendido a Alemania. A
fin de cuentas, la guerra había destruido
la mayor parte de la flota de la Armada,
así que difícilmente iba a poder mante-
ner el control de tan lejanos territorios.
UN MIEDO REAL
Y, he ahí que, antes del fin de la guerra, con
los barcos españoles hundidos en el Caribe
y el Pacífico, una gran incertidumbre co-
menzó a apoderarse de quienes vivían en las
costas españolas, sobre todo en las del Can-
tábrico. ¿Cruzarían el charco los norteame-
ricanos para atacar Cádiz, Vigo, Santander
o Bilbao? ¿Llegarían a atreverse incluso con
un ataque en el Mediterráneo a Barcelona?
Puede sonar a chiste, pero el miedo era
muy real. Fueron días caóticos en los que
aparecieron propuestas de todo tipo para
reforzar las baterías de defensa costeras y
otro tipo de iniciativas, como la que llevó a
cabo el intrépido ingeniero Manuel Daza
y su propuesta nunca realizada de torpe-
do-misil Toxpiro, pensado para acabar con
la flota estadounidense en caso de ataque a
Retrato de Antonio Sanjurjo.
las costas españolas. La cosa no se tomaba
a broma; por improbable que fuera, existía
cierto peligro. He aquí, por ejemplo, lo publi-
cado por El Imparcial, el 11 de julio de 1898:
Toda la prensa de Vigo elogia el patrióti-
co proceder de que en estos críticos momen-
tos están dando muestras los maestros de
obras de aquella población. Comprendiendo
la necesidad de que se terminen en el más
breve plazo posible las obras de defensa,
han ofrecido su concurso a las autoridades
militares, cediendo el cincuenta por ciento
de los operarios que tienen a sus órdenes y
comprometiéndose ellos mismos a dirigir
personalmente los trabajos, bajo la inspec-
ción de los ingenieros del ramo de guerra. (…)
Las obras de defensa de la bahía avanzan
rápidamente. Los cuatro fuertes están casi
por completo habilitados y a diario llegan
materiales de guerra. (…) La Publicidad,
ocupándose de los preparativos que se están
llevando a cabo para la defensa de Barce-
lona en el caso de que las escuadras yankis
llegaran a los puertos de la Península, dice
que se se ha ordenado el transporte urgente
 El empresario inspeccionando en el taller los trabajos de sus operarios, que gozaban de descansos y seguros de salud y jubilación.
¡Que vienen los yankis!, se decía por todas
partes y en Vigo hubo alguien, un tipo genial,
que se lo tomó muy en serio
a aquella plaza de cierto número de obuses
que disparan tres clases de proyectiles. (…)
El mismo periódico, junto a muchos
otros por aquellos días, se hacía eco de
presurosos preparativos para la defensa
de Bilbao, de la llegada de combustible y
municiones a Santander así como del miedo
a un ataque incluso en San Sebastián. Sin
embargo, donde más profundamente se
vivía aquella incertidumbre era sin duda
en la ría de Vigo, a cuya defensa se pensaba
destinar “una brigada compuesta por cuatro
torpederos y de la batería flotante Puigcer-
dá, como estación para los torpederos fijos
a instalar en las bocas de la ría”. Cabe decir
que el Puigcerdá, único vapor blindado tipo
Monitor con que haya contado la Armada
Española y botado en 1875, fue dotado
precisamente para la defensa de Vigo contra
un posible ataque de los Estados Unidos
con tres cañones González Hontoria.
EL SUBMARINO SANJURJO
Ya tenemos un escenario de terror di-
bujado. ¡Que vienen los yankis!, se decía
por todas partes y, precisamente en Vigo,
hubo alguien que se lo tomó muy en serio,
un tipo genial que no quiso quedarse sin
hacer nada ante la amenaza en ciernes.
Se trataba de Antonio Sanjurjo, un
empresario, mecánico e inventor, tan bueno
manejando e ideando máquinas que era
apodado como “El Habilidades”. En una Es-
paña que había contado desde hacía tiempo
con geniales ideas para dotarse de un arma Fachada de La Industriosa, uno de los
negocios más sólidos de Sanjurjo.
submarina, algo que hubiera cambiado el
D E I B E R IA V I E JA
41
 Made in Spain / Antonio Sanjurjo Badía

El escenario: Cuba en el horizonte

EN MEDIO DE UNA POLÍTICA expansionista y de acuerdos en los que las
grandes potencias se repartían grandes porciones del globo a golpe de regla y
compás, los Estados Unidos iban buscando un hueco en el mapa del siglo que
se aproximaba. Si los europeos se estaban repartiendo gran parte de África y
Asia en una fiebre colonial renovada, a los norteamericanos les convino, más
que nada por proximidad, fijarse en el Caribe y, en menor medida, en el Pacífico.
Ya desde finales del reinado de Isabel II el poder español en las colonias de
ultramar se había convertido en un grave problema, entre debilidades diversas
y conflictos sostenidos en el tiempo. Así llegamos a 1898 y a la guerra. Los
Estados Unidos ya habían tratado de comprar Cuba en diversas ocasiones pero, El fin de la guerra
claro, la isla caribeña no era vista desde España como una colonia, sino como
contra EE.UU. acabó
parte integral de su territorio, es más, una de las partes más ricas y queridas.
No viene al caso detallar por qué se llegó a la guerra, baste decir que entre con aquel sueño y
el ímpetu colonial estadounidense, la debilidad de lo que quedaba del Imperio
ya no hubo más
español y los conflictos internos de tipo revolucionario en Cuba, los ingredientes
para el conflicto llevaban preparándose durante mucho tiempo. No se trataba de experimentos
algo pasajero, la inminente guerra iba a configurar a los Estados Unidos como
potencia emergente, mientras que España caería en un sopor que duró décadas.
El inventor gallego no sólo diseñó y constru-
yó el pequeño submarino, sino que también
curso de la guerra con los Estados Unidos, fecha, demostraron que podía utilizarse lo financió con más de 16.000 pesetas de
todo había quedado en proyectos olvidados. perfectamente para la defensa de la ría. la época, un capital nada desdeñable, que
Ni la magnífica nave de Peral, ni otras ge- Todo un éxito que, sin embargo, se que- complementó además con un donativo per-
nialidades como los torpederos de Caban- dó en mero espectáculo, pues la guerra sonal al esfuerzo por la defensa de las costas.
yes, ni diversos intentos anteriores como había prácticamente terminado y nadie se La idea básica consistía en dotar a Vigo, y a
los de Cosme García o Monturiol habían interesó en construir en serie su ingenio. todos los puertos de España, de flotillas de
terminado bien. Sin embargo, ante el riesgo ¿En qué consistía el submarino de estos pequeños ingenios, capaces de unir
inminente, el genial mecánico Sanjurjo Sanjurjo? Su aspecto llama la atención por minas a los cascos de los barcos enemigos
decidió crear un arma submarina especial parecer una gran “T” de metal. Con una para hundirlos. El fin de la guerra acabó con
con la que poder defender la ría de Vigo. eslora de poco más que cinco metros, se des- aquel sueño y no hubo más experimentos.
El 12 de agosto de 1898 Antonio Sanjurjo plazaba sumergido por aguas superficiales,
Badía llevó a cabo una excepcional proeza. podía llegar a alcanzar los veinte metros de UN MECÁNICO PRODIGIOSO
Ese día, en las aguas de Vigo, se probó su profundidad, operado por tres tripulantes. Es curioso que hoy Sanjurjo sea recordado
boya-lanzatorpedos, ideada y construida Con una autonomía de unas cinco horas, sobre todo por su aventura submarina cuan-
por él mismo. Se trataba de un mini-sub- dotado de propulsión manual a hélice, do, en su tiempo, aquello fue tomado poco
marino que, a lo largo de dos experimentos recordaba en esto muy lejanamente a los menos que como una anécdota en medio
de inmersión llevados a cabo en aquella añejos submarinos Tortuga del siglo XVIII. de una vida apasionante llena de éxitos.

42 D E I B E R IA V I E JA
 El submarino de Sanjurjo tenía
forma de T y era tan pequeño como
eficaz. A la derecha, una prueba
antes de su puesta a punto.
Antonio Sanjurjo Badía nació en Sada, al bueno de Antonio se le ocurre que sus tra-
La Coruña, en 1837, y falleció en Vigo en bajadores deben estar a gusto en el trabajo.
1919. Siendo uno de los hijos de un relojero y En eso se adelantó décadas al sentir social
mecánico, padre de familia numerosa, pron- en la lucha por el empleo digno, adelantán-
to tuvo que buscar el sustento el lejanas tie- dose incluso en muchas de sus premisas al
rras. Viaja a Cuba y, gracias a su prodigiosa tan conocido espíritu por el buen empleo
habilidad mecánica, logra hacerse con una que tiempo después predicó el mismísimo
pequeña fortuna. No era gran cosa, pero sí lo Henry Ford. Sanjurjo cuidaba de sus traba-
suficiente como para regresar a su querida jadores con descansos, seguro de salud y de
Galicia. En Vigo funda un taller mecánico jubilación, algo apenas visto por entonces.
prodigioso. En él se transforman toda clase Su primer taller en Vigo estaba dedi-
de máquinas, se crean, se mejoran y, además, cado a fabricar calderas y diversos tipos de
Las abejas industriosas
“EL SEÑOR SANJURJO BADÍA, que siente desde
muy joven una afición extraordinaria por la
apicultura, ha tenido siempre en los alados insectos
productores de miel, un ejemplo de actividad que
imitar y, así, fundar en Vigo su gran establecimiento
de fundición y construcción, bautizado con el
nombre de La Industriosa. De ese modo rindió
culto a su afición por la abeja y halló un nombre
perfectamente adecuado a lo que iba a ser campo
de sus incansables energías y de sus iniciativas…”
Revista Mondariz, Madrid, 20 de julio de 1916.
Se adelantó varias
décadas al sentir
social en la lucha por
el empleo digno
máquinas de vapor. Hacia 1880 el negocio
había crecido lo suficiente como para crear
una nueva empresa, esta vez de un tamaño
considerable. Antonio le dio el nombre de
La Industriosa y, precisamente, no podía
haber una denominación más ajustada a la
realidad. A la pasión por las máquinas de su
creador, se unía su afición a la apicultura,
tanto es así que llegó a inventar un nuevo
tipo de colmena perfeccionada. Y, así, como
si de “industriosas” abejas, voluntariosas y
pacientes, se tratara, la empresa fue crecien-
do con fortaleza. No era un simple taller,
sino un lugar en el que el ingenio florecía.
Sanjurjo realizaba todo tipo de experimen-
tos para averiguar cómo nadaban los peces,
de cara a mejorar su idea del submarino. Allí
se fabricaban sorprendentes máquinas de
vapor, cocinas, utensilios domésticos, pren-
sas industriales, conducciones, motores, es-
tufas y, en general, cualquier tipo de artilu-
gio mecanizado. Y, así, llegó a convertirse en
una fundición modélica y en una de las ma-
yores empresas de la Galicia de su tiempo.
A principios del siglo XX dio vida a una
pionera línea de transporte de pasajeros
por autobús, con máquinas que ya no eran
de vapor, sino de bencina. La empresa, a
la que llamó La Regional, contaba incluso
con su propio tendido telefónico a lo largo
de la línea entre Santiago y La Coruña,
para informar de incidencias y averías.
También creó su propio astillero e invirtió
en muchos otros proyectos industriales
que le convirtieron en uno de los empre-
sarios más queridos de su tierra.
D E I B E R IA V I E JA
43
 Aquí hay historia

Montpellier
La patria de Jaime I,
el Conquistador
Con más de mil años de historia a sus espaldas y casi
300.000 habitantes, la ciudad de Montpellier es hoy
una de las urbes más activas e importantes de Francia.
Bañada por los cálidos rayos del sol mediterráneo y
con un pasado que enlaza directamente con la Corona
de Aragón, la capital del Languedoc-Rousillon ofrece
al visitante un agradable viaje a través de una historia
que hizo de este lugar la patria de Jaime I el
Conquistador, rey de la Corona de Aragón y uno de los
hombres más importantes de la historia.

TEXTO Y FOTOS: JAVIER GARCÍA BLANCO

44 D E I B E R IA V I E JA
Villa
francesa,
alma
española

El Chateau d’Eau se encuentra en la

explanada del Peyrou.

D E I B E R IA V I E JA
45
 Aquí hay historia
A
l Este del Écusson, ese cora-
zón medieval con alma en
gran medida aragonesa, se
levanta desde la década de
los años 80 del siglo pasado
Antigone, un moderno y
lujoso barrio de estilo neo-
clásico diseñado por el arquitecto catalán
Ricardo Bofill
La primera vez que recorrí el laberinto
de callejuelas del Écusson –el centro históri-
co de Montpellier–, me embargó una curiosa
sensación de familiaridad como, si pese a
encontrarme al otro lado de los Pirineos, en
cierto modo siguiese paseando por algún
rincón de la península ibérica. Puede que
aquella impresión tuviera mucho que ver
46 D E I B E R IA V I E JA
Retrato de Jaime I el Conquistador,
nacido en Montpellier.
con el luminoso clima de la región –la capital
del Langedoc-Roussillon presume de unos
300 días de sol al año–, y con la proximidad
de las aguas del Mediterráneo, a apenas once
kilómetros de distancia. Sin embargo, hay
algo más en el ADN de Montpellier que, sin
perder su evidente identidad francesa, le
confiere un inconfundible aire español.
Mis sospechas aumentaron cuando
me tropecé aquí y allá con calles, estableci-
mientos y comercios cuyos nombres alu-
dían una y otra vez a la Corona de Aragón
o a algunos de sus reyes. Y es que, en efecto,
esta hermosa urbe del mediodía francés
tuvo un estrecho vínculo con la monarquía
aragonesa, hasta el punto de que en la Edad
Media la villa creció durante casi siglo y
medio bajo tutela de la Corona, tiempo en el
que experimentó un importante desarrollo
económico y cultural.
EL NORTE DE ARAGÓN
Mientras callejeaba al azar por las calles del
vieux Montpellier, y no muy lejos de la iglesia
neogótica de Saint-Roch (San Roque, patrón
de la ciudad) acabé descubriendo una de las
huellas de ese pasado de espíritu aragonés
al final de la rue de l’Ancien Courrier, calle
en la que se levanta el antiguo palacio de
Tournemire. En la hoy modesta fachada del
edificio –quedan pocos signos de su pasado
esplendor–, una placa anuncia que allí, entre
sus viejos muros, nació el 2 de febrero de
1208 el poderoso Jaime I el Conquistador,
rey de Aragón, Valencia y Mallorca, conde de
Barcelona y señor de Montpellier.
Unos años antes, en 1204, su padre
Pedro II de Aragón –quien tenía entre
sus vasallos a numerosos señores del sur
de Francia–, se había casado con María
de Montpellier, añadiendo así un nuevo
territorio a la larga lista de posesiones de la
Corona de Aragón en suelo galo (ver recua-
dro). Tras la muerte del monarca durante la
cruzada albigense –a la que había acudido
para socorrer a sus vasallos y parientes
frente a las tropas pontificias dirigidas por
Simon de Monfort–, fue Jaime I quien se
convirtió en el nuevo señor de Montpellier,
villa a la que regresaría en numerosas oca-
siones para resolver problemas internos del
territorio e intervenir en la política de la re-
gión frente a los intereses de los monarcas
franceses. Aunque en 1258 el rey de Aragón
firmó el Tratado de Corbeil con Luis IX, por
el que renunciaba a sus derechos sobre gran
parte de territorios del sur de Francia, nun-
ca entregó el señorío de Montpellier, que
siguió durante casi cien años más en manos
de la Corona de Aragón a través de los reyes
de Mallorca, entre ellos su hijo Jaime II,
nacido también en la villa francesa.
UNA ÉPOCA DE ESPLENDOR
Durante el dominio de la corona aragonesa,
Montpellier vivió una próspera edad de
oro. Ya en tiempos de Pedro II, el monarca
otorgó deducciones y privilegios especiales
a sus habitantes, y estableció un sistema de
gobierno municipal autónomo controlado
por cónsules que se aproximaba mucho
a un sistema democrático. Su hijo Jaime
siguió favoreciendo a su ciudad natal, y bajo
el escudo aragonés la ciudad y su señorío
vieron florecer calles repletas de comercian-
tes, artesanos, pañeros y cambistas, hasta el
Escultura en el interior del Museo Fabre,
que cuenta con una de las colecciones de
bellas artes más importantes de Francia.

Estatua con alegoría de Montpellier, en Vista de la explanada de la Place du Peyrou, con la

una de las placitas del casco histórico. estatua ecuestre de Luis XIV y el Château d’Eau al fondo.

punto de que la población de Montpellier se

multiplicó por cuatro.
Hoy, mientras paseamos por el
Écusson –llamado así porque visto en un
mapa tiene forma de escudo–, todavía es
posible identificar algunas huellas de ese
pasado glorioso que la ciudad vivió bajo
dominio aragonés. De la imponente mu-
ralla que protegió a Montpellier desde el
siglo XIV tan sólo sobreviven en la actuali-
dad dos de sus torres, la Tour de la Babote
–en el pico sur del “escudo”– y la Tour
des Pins. Sin embargo, muy cerca de esta
última descubrimos uno de los tesoros
arquitectónicos y culturales de la ciudad:
su célebre y veterana Facultad de Medi-
cina. La Escuela de Medicina original se
Esta urbe tuvo un estrecho vínculo con la
monarquía aragonesa. El aire francés es
indiscutible… Y el español también
creó en 1180 por orden de Guillermo VIII
–de la casa de los Guilhem, la dinastía de
señores anterior al dominio de la Casa de
Aragón–, pero fue bajo dominio aragonés,
en 1220, cuando aquel centro de estudio se
convirtió en facultad por decreto pontifi-
cio. Hoy en día la Facultad de Medicina de
Montpellier posee el honor de ser la más
antigua de Occidente que sigue en activo, y
por sus aulas pasaron personajes tan ilus-
tres como Michel de Nôtre-Dame –más
conocido como Nostradamus–, el mallor-
quín Ramón Llul o el aragonés Arnaldo
de Vilanova. Este último, por cierto, no
fue sólo alumno de la institución, sino que
durante unos años se convirtió en uno de
sus más reputados profesores.
Si nos acercamos hasta este venerable
centro del saber, merece la pena dedicar un
buen rato a descubrir las maravillas de su

D E I B E R IA V I E JA
47
 Aquí hay historia
Carcassone, la prisión de Jaime I
DESDE EL SIGLO XI, la ciudadela
fortificada de Carcassone estuvo bajo
los dominios de la casa de losTrencavel.
Esta dinastía mantuvo desde sus inicios
vínculos estrechos con el condado de
Barcelona, y tiempo más tarde –a partir
del reinado de Alfonso II–, se sometió
en vasallaje a los reyes de Aragón.
A comienzos del siglo XIII, tras el
matrimonio entre Pedro II de Aragón y
María de Montpellier y el nacimiento
de su hijo Jaime, el monarca aragonés
pactó con el noble Simón de Monfort
la boda de su vástago con la hija de
éste, Amicia. Hasta que llegase la boda,
Jaime debía ser educado en el castillo
de Carcassone, quedando a cargo de
48 D E I B E R IA V I E JA
losTrencavel, feudatarios del rey. Sin
embargo, con el comienzo de la cruzada
contra los cátaros y la muerte de Pedro II
en la batalla de Muret, Simón de Monfort
–a la cabeza del ejército cruzado– tomó
la ciudadela de Carcassone tras un
breve asedio, y retuvo al pequeño Jaime
–por aquel entonces de cinco años–,
cautivo tras los muros de la poderosa
fortaleza. Pese a las peticiones y quejas
dirigidas por los nobles aragoneses,
que reclamaban la liberación del nuevo
rey de la Corona de Aragón, Monfort
no entregó al pequeño Jaime hasta un
año más tarde, obligado por el legado
pontificio Pedro de Benevento, que
seguía órdenes del papa Inocencio III.
Tras su liberación, Jaime fue llevado a la
fortaleza de los templarios en Monzón
(Huesca), donde fue educado por el
maestre Guillem de Montredon, quien
había luchado junto a su padre.
En cuanto a Carcassone, tras la
cruzada albigense quedó para siempre
en manos de la corona francesa.
En el siglo XVII la fortaleza sufrió un
devastador incendio y tras la pérdida
de su papel militar las construcciones
fueron abandonadas hasta que, en
el siglo XIX, Viollet-le-Duc inició su
restauración. Es Patrimonio de la
Humanidad desde el año 1997, y en la
actualidad atrae a cientos de miles de
visitantes cada año.
En tiempos de Pedro
II, el monarca les
otorgó deducciones
y privilegios
especiales
Conservatorio de Anatomía, un singular
museo con más de 5.600 piezas entre las
que se encuentran multitud de esqueletos,
momias y restos humanos que, durante
décadas, sirvieron de muestras didácticas a
varias generaciones de estudiantes.
A un paso de la facultad –en realidad
ambos edificios están adosados, pues el
centro universitario ocupa los terrenos del
antiguo monasterio–, se levanta impo-
nente la singular catedral de Saint-Pierre
(San Pedro). El origen de este edificio se
remonta a 1364 –poco después de que la
ciudad pasara a manos del rey de Francia–,
cuando el papa Urbano V, que había sido
estudiante de la universidad de la villa,
ordenó construir allí un monasterio y una
iglesia, germen de la actual catedral. El
elemento más llamativo de este templo de
estilo gótico meridional se encuentra en su
fachada, y consiste en un potente porche

con baldaquino sostenido por dos gruesos
pilares circulares, que confieren a la cate-
dral un marcado aire de fortaleza militar.
Muy cerca de allí, al otro lado de una
suave escalinata, se encuentra la place de
la Canourgue, una de las muchas placitas
que salpican el casco antiguo de la ciudad
–otras que merece la pena visitar son las de
Saint-Roch o Saint-Ravy, con sus animadas
terrazas–, y en la que destacan la vistosa
Fuente de los Unicornios y una hermosa
mansión del siglo XVII que dio cobijo al
Ayuntamiento entre 1816 y 1975. Un último
enclave de época medieval aguarda en la
rue de la Barralerie, oculto a simple vista. Se
trata de un antiquísimo mikvé, un baño ritual
judío de los siglos XII y XIII, testimonio de la
importancia que tuvo la comunidad hebrea
en la villa durante la Edad Media. Su visita es
muy recomendable, pero únicamente puede
realizarse si vamos acompañados por perso-
nal de la oficina de turismo de la ciudad.
LOAS AL REY SOL
Si la Edad Media estuvo marcada por el
dominio de los Guillermos y, especialmen-
Vista interior de la catedral de Saint-Pierre.
te, por la Casa de Aragón, durante el siglo
XV fue un singular personaje originario de
Bourges, Jacques Coeur, quien dio un nue-
vo impulso a la ciudad y a sus habitantes.
Además de banquero, político y tesorero
del rey de Francia, Coeur fue un avispado
comerciante que inició un próspero inter-
cambio comercial con Oriente y estableció
su centro de operaciones en Montpellier
–gracias al cercano puerto de Lattes–, lo
que ayudó a la ciudad a recuperarse de
los temibles efectos de la peste, que en
aquellos años habían asolado a buena
D E I B E R IA V I E JA
49
 Aquí hay historia

Vista nocturna de la Place de la Comédie, con la fuente de las Tres Gracias en primer término, y el edificio de la Ópera en el fondo.

Bajo el escudo aragonés la ciudad y su

señorío vieron florecer calles, y Montpellier
se multiplicó por cuatro

Calle del Écusson, con la iglesia de Saint-
Anne al fondo.
Arco de Triunfo levantado en honor de
Luis XIV.
parte de Europa. De su notable influencia
en la localidad quedan todavía hoy algunas
huellas, entre otras el hôtel des Trésoriers
de France o Palacio Jacques Coeur, en la
calle que lleva su nombre. El edificio fue
construido en 1440, y en la actualidad
acoge la sede de la Sociedad Arqueológica
de Montpellier.
Hasta finales del siglo XVII, una de las
entradas principales al Écusson se encon-
traba en el lado oeste de la ciudad, y recibía
el nombre de Puerta de Peyrou. En 1691, sin
embargo, esta puerta histórica de la muralla
fue derribada para construir un vistoso arco
de triunfo que, al estilo de los existentes en
París, cantase las glorias de Luis XIV. Un
siglo más tarde el monumento dio paso a
la creación de la Plaza Real del Peyrou, un
magnífico espacio verde que acoge la estatua
ecuestre del Rey Sol y el Chateau d’Eau, un
templete de estilo clásico construido en 1768
por Henri Pitot, y cuya función consistía en
distribuir el agua potable que le llegaba des-
de el cercano acueducto de Saint-Clément,
de 14 kilómetros de longitud. Algo más al
norte, muy cerca de la Facultad de Medicina,
se encuentra el Jardin des Plantes, otro gran
espacio verde que da cobijo al jardín botá-
nico más antiguo de Francia. Fue creado en
1593 por Pierre Richer de Belleval siguiendo
órdenes del rey Enrique IV, y aunque en un
principio era de acceso limitado y estaba de-
dicado al estudio de las plantas medicinales,
en el siglo XIX se amplió y fue abierto a todos
los ciudadanos.
Al otro lado del arco de triunfo, hacia el
interior de la ciudad, arranca la rue Foch,
una vía ideada por el alcalde Jules Pagézy
en el siglo XIX, siguiendo las influencias en
urbanismo y arquitectura que Haussmann
había planteado en París. También de esa
misma centuria es el Palacio de Justicia,
un soberbio edificio neoclásico construido
en 1853, y que se levanta en el mismo solar
en el que tuvieron su palacio los primitivos
señores de Montpellier, los Guillermos.
Si continuamos paseando por la rue
Foch en dirección al centro y giramos en
la concurrida y comercial rue de la Loge,
terminaremos llegando antes o después a
la animada Place de la Comédie. En su día
este gran espacio oval –los montpelleri-
nos lo llaman también con cariño “plaza
del huevo”– fue el corazón de la ciudad,

50 D E I B E R IA V I E JA
 La corona de Aragón y el Mediodía francés
LOS VÍNCULOS de la Corona de Aragón con ciertas regiones
del sur de Francia tienen su origen en las políticas de expansión
del condado de Barcelona más allá de los Pirineos desde
época de Ramón Berenguer I, quien consiguió los condados
de Carcassone y Rasés, y en el siglo siguiente con Ramón
Berenguer III –quien obtuvo el marquesado de Provenza tras su
boda con Dulce de Provenza– y Ramón Berenguer IV. Así, tras
el enlace entre la reina Petronila y el cuarto Ramón Berenguer,
además de los territorios peninsulares, la recién creada Corona
tenía dominios más allá de los Pirineos por la vía del vasallaje y
las herencias familiares.
Con el paso de los años, otros territorios irían quedando
bajo el dominio de la corona aragonesa bien por nuevas
herencias –como sucedió con el Rosellón, que pasó a
Alfonso II, cuando el conde Gerardo lo legó al monarca
aragonés tras morir sin herederos– o a través de enlaces
matrimoniales. Así, en tiempos de Pedro II el Católico el
monarca selló el matrimonio de su hermana Leonor con tres reyes de Mallorca (Jaime II, Sancho I y Jaime III), éste
Ramón VI, conde de Tolosa, y al hijo de éste con otra de sus último terminó por vender aquellos dominios al rey Felipe VI
hermanas, Sancha. El propio Pedro sumó nuevos dominios de Francia a cambio de 480 kilos de oro.
al desposarse con María de Montpellier y convertirse en Por último, los territorios del Rosellón permanecieron en
señor de aquel territorio, después de varios siglos con la manos españolas hasta 1659, cuando tras la firma del Tratado
dinastía Guilhem en el poder. de los Pirineos España entregó a Francia sus dominios del
La Cruzada Albigense –primero– y la firma del Tratado Rosellón, el Conflent, el Vallespir y parte de la Cerdaña.
de Corbeil –después– supusieron dos puntos de inflexión Únicamente el condado de Charolais siguió en posesión
que harían perder a la Corona de Aragón gran parte de sus española unos años más, hasta 1684, cuando Luis II de
territorios e intereses en el mediodía de francés. Aunque el Borbón-Condé –quien había servido militarmente a España–
señorío de Montpellier quedó fuera del trato entre Jaime I el reclamó para sí el territorio a cambio del pago de una deuda
Conquistador y Luis IX, y fue heredado sucesivamente por no cobrada.

y en hoy en día sigue siendo el alma de

Montpellier. La Comédie es un hervide-
ro de gente a cualquier hora del día, no
descansa nunca gracias a las actuaciones
de los músicos callejeros y cuenta con un
buen número de cafeterías y restaurantes
con terraza que invitan a disfrutar del
benigno clima que suele acompañar a la
ciudad. Por otra parte, la plaza posee dos
hitos del patrimonio que bien merecen
una contemplación sosegada: por un lado
el edificio de la Ópera Comédie, que da
nombre a la plaza y posee un estilo que
sigue las líneas de su hermana mayor de
París; y por otro la llamativa fuente de las
Tres Gracias, una obra de finales del siglo
XVIII coronada con una bella escultura de
Étienne Dantoine, originalmente situada
en el hall de la Comédie.
MIRANDO AL FUTURO
La animada place de la Comédie da paso, en
dirección norte, a una mucho más tranquila
En los fondos del Museo Fabre podemos
disfrutar de las obras de grandes maestros
de toda Europa y, por supuesto, españoles
esplanada Charles de Gaulle, un pequeño
parque que discurre pegado a uno de los
costados del Écusson. A medio camino de
este estrecho jardín, en el paralelo bulevar
de Bonne Nouvelle se encuentra el Museo
Fabre, que cuenta con una de las más
importantes colecciones de bellas artes
de Francia, creado a partir de la colección
personal legada a la ciudad por el artista
local François-Xavier Fabre, un pintor
discípulo de Jacques Louis David que llegó
a ser miembro de la Academia de Florencia.
En sus fondos podemos disfrutar de las
obras de grandes maestros flamencos y ho-
landeses como Rubens o Teniers, italianos
(Veronés), franceses (Delacroix, Gericault
o Courbet) y, por supuesto, españoles, como
Ribera o Zurbarán.
No es este el último vínculo de la capital
del Languedoc con nuestro país. Al Este del
Écusson, ese corazón medieval con alma en
gran medida aragonesa, se levanta desde
la década de los años 80 del siglo pasado
Antigone, un moderno y lujoso barrio de
estilo neoclásico diseñado por el arquitecto
catalán Ricardo Bofill. La construcción del
arquitecto español inauguró el nacimiento
del Montpellier más moderno y futurista,
que en los últimos años se ha continuado en
las construcciones de Port Marianne, como
el nuevo Ayuntamiento –obra de Jean Nou-
velle y François Fontès– o el Odysseum.

D E I B E R IA V I E JA
51
 Dossier gráfico

colonial
La España

52 D E I B E R IA V I E JA
España construyó el primer imperio global de la historia.
Pero en las páginas que siguen no hablaremos tanto de la
conquista de América como de otros territorios, menos
conocidos, entre África, Asia y Oceanía, que confirman que
fuimos “dueños” de grandes países y pequeños paraísos. Y
empezamos por la casa por el tejado, en 1898…

ALBERTO DE FRUTOS

D E I B E R IA V I E JA
53
 Dossier gráfico

La herida del 98
Cuba. A la derecha y bajo estas
líneas, el gran símbolo de la España
colonial, el de aquel país imperial
e imperioso del siglo XVI que cae
paulatinamente en una depresión
que llega a su punto más profundo
tras la guerra de 1898. Es entonces
cuando España pierde sus últimas
colonias, Cuba entre ellas, la misma
isla caribeña que ya había pisado
Cristóbal Colón en su primer
viaje a aquel Nuevo Mundo de
1492. La treta que supuso el falso
hundimiento del Maine dio a los
EE.UU. las alas necesarias para
entrar en una guerra que introdujo a
España en la depresión poscolonial.

Guam. Con una extensión de 549 km2, esta pequeña isla del Pacífico, abajo la
plaza de España, fue incorporada a territorio español en el año 1565. Casi tres
siglos y medio estuvo en poder de la Corona, hasta que en junio de 1898 el Puerto Rico. Sobre estas líneas, otra de
crucero USS Charleston, capitaneado por Henry Glass, se hiciera con ella y la las grandes “pérdidas” coloniales de
incorporara a los territorios estadounidenses, ante la incapacidad defensiva la monarquía hispana en aquel 1898
de una mínima guarnición. Guam se convertía entonces en una base naval que tanto efecto tuvo en el orgullo
bajo jurisdicción del Ministerio de Marina estadounidense. nacional. El Tratado de Paz de París,
firmado en 1898 entre España y Estados
Unidos, supuso la cesión de Puerto
Rico al gobierno estadounidense, junto
a Cuba, Filipinas y Guam. Puerto Rico
fue territorio colonial español desde el
segundo viaje de Cristóbal Colón, en
1493, es decir más de 400 años durante
buena parte de los cuales sus recursos
y situación geográfica lo hicieron muy
apetecible para muchas potencias
coloniales, especialmente el Imperio
Británico.

54 D E I B E R IA V I E JA
Filipinas. Tras la guerra de 1898, el archipiélago de Filipinas
entró en la órbita de Estados Unidos, que no reconocería su
independencia hasta 1946. Miguel López de Legazpi había
establecido el primer asentamiento español en 1565 y seis años
después la fundación de la capital, Manila, impulsó el comercio
español en todo el continente asiático. Sobre estas líneas,
vemos la catedral de la Inmaculada Concepción, consagrada al
culto en 1581. A la izquierda, la noticia de la conquista de Manila
por el almirante George Dewey tras la batalla de la bahía de
Manila (1 de mayo de 1898). Abajo, un destacamento iza por
primera vez la bandera de Estados Unidos en este archipiélago
del sudeste asiático.

D E I B E R IA V I E JA
55
 Dossier gráfico

Esto es África

España conserva una serie de territorios en el Norte de África que reciben la denominación
de plazas de soberanía. Antaño, Ceuta y Melilla también lo eran –plazas mayores de
soberanía– pero en 1995 adquirieron el estatus de ciudades autónomas. Estas plazas son
hoy las Islas Chafarinas, la de Alborán, arriba a la derecha, las Alhucemas y el Peñón de
Vélez de la Gomera, sobre estas líneas, que se administran desde Madrid.
A la derecha de estas líneas, vemos la mezquita de la plaza de la Marcha Verde
en El Aaiún, la ciudad más grande del Sáhara occidental, un territorio ocupado hoy
por Marruecos sin el reconocimiento de Naciones Unidas, desde que España lo
abandonara tras la Marcha Verde con la que Hassán II pretendió legitimar su anexión.
Bajo estas líneas, una fotografía del interior del fuerte de Cabo Juby (foto: Ministerio
de Defensa), ex colonia fronteriza con el Sáhara Occidental que en 1912 se incorporó
como protectorado a España y se utilizó sobre todo como escala para correos aéreos.
A su derecha, una ilustración de Tetuán, capital del protectorado español de
Marruecos entre 1913 y 1956, cuando el régimen de Franco oficializó la independencia
del país siguiendo los pasos dados por Francia.

56 D E I B E R IA V I E JA
 Arriba, la playa Legzira de Sidi Ifni. Desde que en 1476
la corona de Castilla ocupara la zona de Ifni hasta que, en
1969, el gobierno de Franco cediera sus últimas plazas a
Marruecos, pasando por la ocupación del coronel Capaz
en 1934 y su posterior desarrollo urbanístico, la relación
entre la metrópoli y esta ciudad ha sido muy estrecha.
A la derecha, Tánger, que, entre 1923 y 1956, fue
Zona Internacional, un condominio en el que llegaron
a participar nada menos que nueve países, entre ellos
España, que ocuparía la ciudad en 1940.
Abajo, un sello de cinco pesetas de Fernando Poo y
una imagen de la patrulla Atlántida rumbo a la Guinea
española, que España poseyó entre 1885 y 1968.

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57
 Dossier gráfico

Lo que se nos perdió en Asia

Colón falleció pensando que había llegado

a tierras asiáticas, y los conquistadores,
envalentonados con sus nuevos
descubrimientos, se fijaron como objetivo
seguir explorando Oriente, que esta vez sí se
correspondía con Asia. Había un problema de
carácter diplomático: el tratado de Tordesillas
(1494) otorgaba a Portugal las llamadas Indias
Orientales, y se hizo necesario negociar un
acuerdo más favorable a los intereses españoles.
En 1526 Carlos I se casó con Isabel de Portugal
y tres años después se suscribió el tratado de
Zaragoza, por el que la esfera de influencia de
Portugal y España quedaba fijada a 297,5 leguas
al este de las Molucas, las islas de las especias.
A finales del siglo XVI, se acometieron varias
expediciones hacia el imperio jemer, Camboya,
sobre estas líneas. Blas Ruiz de Hernán
González y Diego Belloso pusieron rumbo a
esta civilización, entonces en decadencia por la
presión territorial de sus vecinos. Con el teórico
fin de devolver el trono a su legítimo dueño,
el rey Apram, se embarcaron en una serie de
escaramuzas que concluyeron con un baño
de sangre. Lo cierto es que durante dos años,
entre 1597 y 1599, Camboya fue una suerte de
protectorado del imperio.
Las ambiciones españolas llegaron más allá:
hubo incluso planes para conquistar China, y
nuestros hombres se establecieron en el norte de

58 D E I B E R IA V I E JA
la isla de Formosa, hoyTaiwan, entre
1626 y 1642.
Las disputas internas entre los
sultanes de Borneo, en el ángulo
inferior izquierdo de la otra página,
fueron las responsables de que
España penetrara también en este
territorio, a caballo entre los siglos
XVI y XVII. La Guerra de Castilla
(1578) concluyó con la conquista
de Brunéi, sobre estas líneas, a la
sazón un poderoso imperio que
incluía la citada Borneo. A su vez,
el explorador Íñigo Ortiz de Retes
avistó por vez primera la isla de
Nueva Guinea, a la izquierda, y le
dio nombre.
Nagasaki, en el centro de
esta página, fue conquistada por
los portugueses en 1571, y poco
después pasó a España tras la
unión de las dos coronas, siendo el
único enclave cristiano de Japón.

D E I B E R IA V I E JA
59
 Dossier gráfico

Paraísos en la Tierra... o el mar

Isla de Santa Cruz. Con razón el siglo

XVI recibe el nombre de “era de
los descubrimientos”. La sed de los
españoles, una vez arribaron al Nuevo
Mundo, no hizo sino aumentar después
de que a oídos de los conquistadores
llegara una leyenda de los incas: en
medio del océano, había unas islas
llenas de oro, nada menos que las minas
de oro del rey Salomón. El virrey del
Perú encomendó a su sobrino Álvaro de
Mendaña la expedición que conduciría
al descubrimiento de la isla de Santa
Cruz, bajo estas líneas, perteneciente a
las Salomón. Al llegar allí, intentó fundar
una colonia, pero murió de malaria.

Islas Carolinas. A más de 14.000

kilómetros de distancia de nuestro país,
se encuentra el paraíso que vemos
sobre estas líneas, cuyo nombre deriva
de Carlos II. Los primeros europeos
en llegar a estas islas fueron nuestros
vecinos los portugueses, pero quienes
terminaron asentando su soberanía
fueron los españoles que, al llegar a estas
islas en su ruta hacia Filipinas y las Indias
Occidentales en el siglo XVI, fundaron dos
colonias, Santa Cristina deYap y Santiago
de la Ascensión de Ponapé. Finalmente,
España se las vendió a Alemania, junto
con las Marianas, por 25 millones de
pesetas en el año 1899.

60 D E I B E R IA V I E JA
Vanuatu. Bajo estas líneas, llegamos a
otro territorio de Oceanía descubierto
por la corona hispana, concretamente
por el portugués Pedro Fernández de
Quirós cuando los reinos ibéricos estaban
unidos. La expedición salió del puerto de
El Callao (Perú), y su colonización revistió
un carácter efímero.
Isla de Pascua. Seguro que el nombre local
de esta isla, Rapa Nui, a la derecha de estas
líneas, despertará vuestra imaginación.
Actualmente pertenece a Chile, pero en
tiempos estuvo bajo soberanía española.
Carlos III mandó una expedición al mando
de Felipe González de Ahedo, quien la
bautizó como isla de San Carlos.
Islas Palaos. El archipiélago de 340
islas que preside esta página doble se
encuentra a unos 800 km de Filipinas. La
evangelización no llegó hasta principios
del s. XVIII con el misionero Padilla. Una
vez perdida Filipinas, España no vio
sentido a su conservación, y Silvela las
incluyó en el “lote” a Alemania en 1899.
Islas Marianas. Su nombre proviene de
la reina consorte Mariana de Austria,
segunda esposa de Felipe IV. El primer
europeo en llegar aquí fue Magallanes,
que las bautizó como Islas de los
Ladrones. En el siglo XIX se les concedió
un gobierno local y se construyó una
cárcel que se nutría fundamentalmente
de presos filipinos, también bajo
dominio español.

D E I B E R IA V I E JA
61
 Dossier gráfico

La jugada maestra de Portugal

El gran sueño de la política exterior española se hizo

realidad cuando el último rey de la dinastía portuguesa
Avis, Sebastián I, murió sin descendencia en la batalla
de Alcazarquivir (1578). Su madre era la infanta
española Juana de Austria, lo que hizo que Felipe II se
apresurara a reclamar el trono portugués. Entre las joyas
territoriales que ampliaron los confines del Imperio
español se encontraba la isla de Madeira, sobre estas

62 D E I B E R IA V I E JA
líneas, o Angola, bajo éstas, que los
portugueses colonizaron por sus
yacimientos de metales preciosos
y como “cantera” de esclavos. A su
vez, con la incorporación de la zona
costera de Brasil, España, al menos
hasta 1640, pudo aspirar a unificar
toda América del Sur. Vasco de Gama
protagonizó otro hito en la historia del
colonialismo al circunnavegar el cabo
de Buena Esperanza, uno de cuyos
corolarios fue la ocupación permanente
de Mozambique.
Cabo Verde, otro de los territorios
insulares que ornaban el Imperio
portugués, fue también utilizado para
la trata de esclavos por su situación
estratégica entre Europa, América
y África. La Guinea Portuguesa –
actualmente Guinea Bissau– fue
un punto de destino para muchos
emigrantes caboverdianos tras el
descenso allí de la producción de
algodón. Eso sí, España “heredaría” solo
el litoral de Guinea, ya que el interior, el
reino de Gabù, pertenecía a Malí.
En una de las múltiples expediciones
portuguesas, Joao de Santarem y Pedro
Escobar descubrieron la isla de Santo
Tomé y Príncipe, en la otra página el pico
Cão Grande, que terminó convirtiéndose
en el principal exportador de azúcar del
continente africano.

D E I B E R IA V I E JA
63
 Entrevista

El regreso del Catón

MATILDE ASENSI
PLANETA. BARCELONA (2015).
608 PÁGS. 21,90 €.

© Carlos Ruiz B.k.

64 D E I B E R IA V I E JA
“No podemos
cambiar
el mundo
MÁS DE VEINTE MILLONES DE LECTORES AVALAN A
MATILDE ASENSI (ALICANTE, 1962) EN TODO EL
MUNDO. EN 2001 PUBLICÓ EL ÚLTIMO CATÓN, Y LOS
MISMOS PERSONAJES QUE NOS HICIERON SOÑAR
ENTONCES REGRESAN AHORA CON EL REGRESO DEL
CATÓN (PLANETA, 2015), UNA OBRA TAN PALPITANTE
COMO LA ANTERIOR Y MÁS MADURA. LA BÚSQUEDA
DE LOS RESTOS MORTALES DE JESÚS DE NAZARET Y
SU FAMILIA ES EL ARGUMENTO DE UN COMPLEJO
THRILLER HISTÓRICO SOBRE EL QUE CHARLAMOS
CON SU AUTORA.

ALBERTO DE FRUTOS

Sólo podemos
escribir
libros”
D E I B E R IA V I E JA
65
 Entrevista
Para quien no
Historia de Iberia Vieja:
leyera en su día El último Catón, ¿cómo
definiría su segunda parte, El regreso
del Catón? ¿Es una novela de aventuras,
un thriller histórico, su particular
visión de la literatura de viajes?
A. ASENSI: Es lo que he descubierto a
posteriori que en el mundo anglosajón
llaman thriller histórico. Yo creía que era una
escritora de aventuras o de novela histórica,
un poco mezclado, y al principio los libreros
no sabían dónde ponerme. Pero hace unos
años leí que me adjudicaban esa etiqueta, así
que debe de ser eso lo que hago. Aventuras
históricas sería otra manera de decirlo.
P Tantos años después de El último
Catón, aquel éxito de ventas casi
sobrenatural, ¿cómo ha afrontado
el vértigo de su continuación? ¿Ha
sentido miedo de no estar a la altura,
de decepcionar a sus lectores?
66 D E I B E R IA V I E JA
© Carlos Ruiz B.k.
R Lo he sentido al final. Yo asumo la
responsabilidad del libro, es decir, si te va
a gustar o no es culpa mía o mérito mío.
Pero, en este caso, se podría decir que los
lectores tienen también su parte de “culpa”.
Durante quince años en las firmas de libros,
y a través de las redes sociales los últimos,
me han insistido en que rompiera la barrera
de lo que yo consideraba que era un libro
cerrado, y entonces escribí El regreso del
Catón. Desde el principio, he sentido la
responsabilidad de no hacerlo peor. El
último Catón tuvo mucho éxito, se tradujo a
no sé cuántos idiomas, y hay gente que se lo
ha leído mil veces y se lo sigue leyendo. Me
decía que por lo menos éste tenía que ser
digno, del mismo nivel. Si luego es mejor,
fenomenal, pero peor no. Me planteaba
lo mismo que con mi trilogía Martín Ojo
de Plata: en la editorial me decían que las
trilogías empezaban bien pero que luego
iban para abajo, y yo me dije que la mía no
sería así, que la mía iría para arriba, y al final
lo conseguí. En este caso el propósito era el
mismo. Y he sentido miedo al final, cuando
se acercaba la hora de la promoción y veía
las expectativas que estaba generando en
las redes. Quería meterme debajo de la
cama, apagar todas las luces, esconderme...
Pero ese miedo se ha ido aliviando, los
comentarios de los lectores están siendo
muy positivos y el aire ha vuelto a mis
pulmones.
P Ahora que menciona la trilogía
Martín Ojo de Plata, ¿en qué época
histórica se siente más cómoda como
creadora, en la Edad Media o en el Siglo
de Oro?
R He tocado todos los palos. En El regreso
del Catón cojo el siglo I en Judea, voy
avanzando hasta el siglo XVI y llego a la
actualidad. He trabajado la Edad Media
en Iacobus, y, salvo por la Prehistoria,
creo que me he movido por todas las
épocas. Me gusta mucho la Edad Media.
Me parece una época fascinante, tanto la
Alta como la Baja. Las manifestaciones
del románico y el gótico son mágicas
y muy sugerentes, y aportan mucho
material. Es una época bellísima, aunque,
dicho sea de paso, no hubiera querido
vivirla. Después de todo, y no siendo
historiadora sino periodista, me quedaría,
sí, con la Edad Media.
P Esa periodista que es Matilde Asensi
sigue latiendo en cada uno de sus libros.
La Edad Media es una
época bellísima y
como escritora me
fascina, pero no
hubiera querido vivirla

R Sí, y a veces me pregunto: ¿acabaré
trabajando en la radio? Me gusta esa
sensación de aislamiento con los cascos y
el micro. Me siento como en casa. Y todo lo
que me tatuaron en la facultad lo registro de
alguna manera en mis libros.
Se nota en su interés por la actualidad...
P
R Cuando escribo, me sirvo de la
información que leo, claro. Por ejemplo,
hay un momento en que cuento que el
Estado Islámico ha destruido la tumba del
historiador árabe Ibn al-Athir, del que estoy
hablando. La noticia salió cuando estaba
escribiendo sobre él, y yo sabía lo que había
significado su obra, así que lo añadí. Otro
ejemplo sería el impacto del ébola. Me gusta
incorporar la actualidad porque luego se
convierte en historia.
P En su libro, en boca de Kaspar, cita la
maldición china que reza: “Ojalá vivas
en tiempos interesantes”. ¿Le parece
que nos ha tocado vivir en tiempos
interesantes?
R Es una maldición fantástica. Creo que
vivimos tiempos muy interesantes porque
estamos asistiendo a un cambio de era con
el tema de Internet y las nuevas economías
que están apareciendo. Todavía no somos
conscientes de ello, pero representa una
nueva concepción del mundo. Y también en
nuestro país vivimos tiempos interesantes.
Por desgracia para mí, toda la promoción
del libro va a coincidir con las elecciones
generales, porque la termino el 18 de
diciembre; aunque volveré a tiempo de
ejercer el único derecho que me da la
Constitución: el de votar cada cuatro años.
P En El regreso del Catón, alude también
a Francisco. ¿Qué le parece el Papa?
Me sirvo de lo que leo
e incorporo la
actualidad a mis libros
porque luego ésta se
convierte en historia
R Me cae muy bien, aunque no soy creyente.
Es el papa ideal para estos tiempos, y creo
que los cardenales hicieron una muy buena
elección con él. Es un hombre que vuelve al
Evangelio, que viene de los barrios pobres de
Buenos Aires y de una familia de emigrantes
en un tiempo de grandes movimientos
humanos; y, además, es un hombre muy
comprensivo y nada engreído. A mí Juan
Pablo II, que era un papa muy mediático,
nunca acabó de gustarme. Francisco, si llega
el caso, creo que se mojará, aunque es una
opinión personal y puedo equivocarme.
P A propósito del Vaticano y de su
interés por la actualidad, ¿le inspiró la
renuncia de Benedicto XVI la idea de
sacar a su personaje Catón del paraíso?
R ¡Claro! De alguna manera, Benedicto XVI
me dio esa clave. Es como te digo, me apoyo
en el día a día para construir mis tramas y
encontrar soluciones a los problemas que se
van planteando.
P Esta pregunta se la habrán hecho
miles de veces, pero, ¿qué hay de
Matilde Asensi en Ottavia Salina, la
protagonista de El regreso del Catón, y
en el resto de personajes de sus libros?
R Muchas cosas. En Ottavia, en Farag, en
Kaspar... Soy, digamos, como una actriz
que se mete dentro de un personaje para
Lección de narrativa
¿A escribir se aprende?
Yo creo que sí. No creo en la historia
del autor que un día se sienta y
escribe la mejor novela que te
puedas imaginar. Es un trabajo y
una técnica, fruto de lo que hemos
aprendido, porque llevamos
leyendo toda la vida o hemos
escrito mucho también. Uno no
puede sentarse al piano y ponerse
a interpretar a Beethoven si no ha
estudiado música primero. Hace
falta dominar la técnica para luego
contar una historia o interpretar una
música. No es una cuestión mágica
ni un don.
¿Narración en primera o en tercera
persona?
Me gustan las dos. Yo utilizo la
primera persona porque me parece
más apropiada para la aventura:
es más directa y consigues que
el lector se meta en el personaje,
pero entiendo que para otro tipo de
géneros la tercera funciona mejor.
En realidad, cuando vas a escribir,
es la historia la que te lo pide todo,
las técnicas y las herramientas
que necesitas. Hay tratados muy
concienzudos que intentan plasmar
todo esto, pero, si esos tratadistas
bajaran a pie de calle, verían que
la novela es la que determina tu
forma de escribir.
D E I B E R IA V I E JA
67
 Entrevista

© Carlos Ruiz B.k.

© Carlos Ruiz B.k.

darle vida, para que respire, para que sea

humano, y, al hacerlo, dejo en él mis huellas Dialogando con la historia
o mi ADN. A eso vas y le sumas el rasgo de EL REGRESO DEL CATÓN es un despliegue insaciable de aventuras y erudición
un amigo o de un miembro de tu familia.
histórica. Muy pocos autores en el mundo podrían armar un puzle en el que
Lo que resulta es una mezcla, pero todos
encajaran perfectamente las piezas del papa Urbano III, el rey Ricardo Corazón
tienen un poquito de mí. Ottavia, que es el
de León, Saladino, el cruzado Conrado de Montferrato, Genghis Khan, la prin-
personaje que más quiero, no es mi álter
cesa Kokachin, el viajero veneciano Marco Polo y las sectas de los ebionitas
ego, pero tiene mucho que ver conmigo.
y los asesinos. Matilde Asensi lo hace. Lo ha vuelto a hacer. De su mano –y
de la de sus entrañables personajes Ottavia Salina, Farag Boswell, Isabella, el
P ¿Qué prefiere como escritora, la
acción pura y dura, que de eso abunda Catón de los staufirolakes y los Simonson– los lectores viajarán de Mongolia al
en este libro, o la exposición de hechos monte Merón, en Israel, y aprenderán una necesaria lección de tolerancia: “Las
históricos a través en este caso de la herejías son tan ciertas como las ortodoxias” y, si perdieron, fue porque nunca
paleografía? “intentaron imponerse por la fuerza ni vencer por el miedo”.
R Yo siempre digo que la parte más bonita
es la de la documentación, que suele llevar
más tiempo; en este caso, fueron dos años
documentándome y el tercero escribiendo.
Conforme vas encontrando cosas, tu
cabeza va ajustando las piezas. Un libro te
lleva a otro, una pista a otra, y entonces te
sorprenden eso que yo llamo los “momentos
eureka”, que te obligan a tomar la libreta y
anotar tu descubrimiento. Cuando ya tienes
el esqueleto, llega la hora de dar forma a la
historia, que también tiene sus momentos
buenos; yo me he reído mucho escribiendo
algunas partes de este libro. ¿Cómo no va a
ser precioso cuando estás expresando unos

68 D E I B E R IA V I E JA
sentimientos o tienes que diferenciar los
diálogos entre varios personajes para que el
lector no se pierda? Es pura droga. Yo en ese
momento desaparezco: estoy dentro de la
acción que está transcurriendo. Me encanta
lo que hago, y me siento muy afortunada
porque lo que hago le gusta también a
mucha gente.
P Hay un momento en El regreso del
Catón en que habla de la dificultad que
plantean los libros clásicos a los lectores
más jóvenes. Imagino que muchos de
sus lectores lo son.
R Bueno, ¡yo soy transversal, como se dice
ahora! Tengo público juvenil, pero también
mayor, y de todos los ámbitos y todos los
estratos sociales.
P ¿Y qué le parece la “tendencia” de
adaptar esos libros, por ejemplo El
Quijote, a un lenguaje más accesible
para los lectores del siglo XXI?
R Yo he leído El Quijote, y no sólo lo he leído,
sino que lo he trabajado duramente para la
trilogía de Martín Ojo de Plata. Durante seis
años, me sentaba todas las mañanas a leer un
fragmento hasta que me imbuía de esa forma
de hablar y era capaz de trasladarla a mis
libros. Soy la primera en reconocer que es
una obra difícil, porque tiene un vocabulario
que ya no se usa y unas construcciones
gramaticales a veces complejas. Que antes
eran sencillas, pero que ahora son complejas.
Pero soy de la opinión de que no hay que
obligar a los niños a leerlo desde pequeños,
ni siquiera en versiones actualizadas, porque
no es un libro para niños, lo disfraces de lo
que quieras. Hay que leerlo a cierta edad. A
El poder no respeta las
opiniones. Si nos dejara
vivir en paz, seríamos
mucho más civilizados
de lo que somos
los niños italianos les pasa lo mismo con La
Divina Comedia, que es mucho más dura.
No hay que cambiar lo que dice el autor ni
imponer su lectura, porque lo único que
conseguimos así es perder lectores y que los
niños prefieran la consola.
P En El regreso del Catón toman voz
muchos personajes de ficción, pero
también algunos reales. ¿Qué le resulta
más fácil?
R Prefiero dar vida a personajes de
ficción. En El último Catón utilizaba ya
a personas de carne y hueso, y, de hecho,
a raíz de esa novela empezó mi amistad
con el benedictino Manuel Nin, rector
del Pontificio Colegio Griego de Roma,
que me dijo: “Conozco a todos los que
citas en el libro y me han dicho que están
encantados de aparecer en él”. Eso me
tranquilizó.
P En el primer párrafo de la novela,
que es casi una declaración de
intenciones, un pórtico que perfila
todas sus claves, invita a escuchar
otras versiones de la historia, no solo
las ortodoxas.
R Ese principio pretende abrir la mente
a los personajes, después a mí y espero
que también a los lectores. Yo soy
absolutamente partidaria de la libertad
hasta extremos incluso exagerados, y
creo que hay que dar voz a todo el mundo.
Defendería hasta la muerte tu derecho
a expresar tus opiniones siempre que
tú no me las impongas a mí y respetes
que yo haga otras cosas. Sin embargo, el
poder, político o religioso, no respeta las
opiniones, sino que las impone, utiliza las
prohibiciones y los castigos; y podría ser
mucho más benigno. Deberíamos actuar
siguiendo el precepto de “vive como
quieras” y defender el derecho de la otra
persona a hacer y ser lo que quiera. Si nos
dejaran vivir en paz, seríamos mucho más
civilizados de lo que somos. No lo somos
porque no somos libres, pero no se puede
cambiar el mundo, sólo podemos escribir
libros y que al menos quede la semilla.
D E I B E R IA V I E JA
69
 El personaje

Javier Mina, guerrillero por las independencias

de España y México

El mártir
de la libertad
Guerrillero contra la ocupación francesa durante la Guerra de la
Independencia española, liberal comprometido y defensor a ultranza de
la libertad de los pueblos, la trayectoria vital de Francisco Javier Mina le
hace figurar como destacado personaje en acontecimientos históricos
como la crisis del Antiguo Régimen, el constitucionalismo español surgido
a partir de 1812 y el proceso de independencia mexicano, aventura esta
última en la que su participación aún hoy en día sigue siendo bastante
desconocida, tanto en España como fuera de sus fronteras.

JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ GARVI

M
artín Javier Mina
Larrea nació el 1 de
julio de 1789 en la
población navarra
de Otano, a muy
pocos kilómetros de
Pamplona. Durante su
infancia creció en contacto permanente
con la naturaleza, convirtiéndose en un
joven fuerte y robusto, muy aficionado a
la lectura y dando precoces muestras de
una preclara inteligencia. Su localidad
de origen no le ofrecía la posibilidad de
continuar con sus estudios y cuando
contaba once años de edad fue enviado
por sus padres a casa de unos tíos en
Pamplona para que pudiera asistir a clases
de latín, matemáticas y humanidades en el
instituto.
Convertido en un adolescente
inquieto y curioso, siguió con interés los
acontecimientos que tenían lugar en la
turbulenta Europa de principios del siglo
XIX. Cumplidos los diecisiete años tomó
la decisión de trasladarse a Zaragoza
para proseguir sus estudios después de
haber descartado profesar la carrera
eclesiástica. En la Universidad de la capital
aragonesa destacó como un alumno de
carácter alegre y espontáneo, capaz de
ganarse fácilmente a los demás, pero
que no sobresalía especialmente por sus
calificaciones.
En febrero de 1808 llegaron a Zaragoza
preocupantes noticias que hacían
referencia a la ocupación de Pamplona el
día 9 por una división del ejército francés
al mando del general D’Armagnac. Su
intención oculta era establecer una cabeza
de puente dentro de territorio español
que favoreciese la invasión de las tropas
napoleónicas. En esos mismos días se
produjo la caída de Godoy y la abdicación
de Carlos IV en favor de su hijo, Fernando
VII, todo bajo la atenta mirada del
mariscal Murat, enviado por Napoleón a la
corte de Madrid para que supervisase que
todo marchaba según lo planeado por el
pequeño corso.
Ante el deterioro de la situación política
en España, Javier Mina decidió regresar
a Otano para estar al lado de su familia. Al
llegar a Pamplona se encontró con algunos
de sus viejos amigos, participando con
ellos en reuniones clandestinas en las que
se conspiraba contra el ocupante francés.
Las informaciones que llegaron a la capital
navarra sobre la sangrienta represión
llevada a cabo por las tropas francesas en las
calles de Madrid durante la jornada del Dos
de Mayo de 1808 soliviantaron los ánimos
de los más exaltados, que exigían venganza
contra el invasor.

70 D E I B E R IA V I E JA
Retrato de Javier Mina.

D E I B E R IA V I E JA
71
 El personaje
Defensa del Cuartel de Artillería de Monteleón
durante los sucesos del 2 de mayo de 1808.
El coronel Aréizaga, espía con la
misión de recabar información sobre el
ejército francés, se entrevistó con Mina
preguntándole confidencialmente si
estaba dispuesto a unirse a la resistencia
contra las tropas napoleónicas. El joven
no dudó en su respuesta, ofreciendo su
colaboración al veterano oficial. Tras
aceptar el ofrecimiento del coronel,
el joven Mina pasó el verano de 1808
cruzando en uno y otro sentido la frontera
con Francia para recabar información
sobre la concentración de fuerzas
enemigas al otro lado de los Pirineos,
sirviéndose de sus conocimientos del
idioma francés y de su encanto natural
para pasar desapercibido.
EMPUÑANDO LAS ARMAS
En preparación de la defensa de la ciudad
de Zaragoza, el coronel Aréizaga recibió
órdenes de organizar una fuerza de
combate de carácter móvil con la misión
72 D E I B E R IA V I E JA
de entorpecer el despliegue de las fuerzas
napoleónicas. Para ello contó con el apoyo
de Javier Mina, su joven e intrépido amigo,
que desde un primer momento se mostró
dispuesto a ofrecerle toda su ayuda.
Aréizaga fue ascendido a general y Mina
sirvió a su lado como ayudante, adquiriendo
una valiosa experiencia militar que le iba a
ser de gran utilidad en el futuro.
En julio de 1809 nuestro protagonista
recibió el encargo de crear una unidad
militar irregular con el objetivo de hostigar
la retaguardia enemiga e interceptar sus
enlaces y trenes de suministro. Convertido
con apenas veinte años en el jefe de una
partida de guerrilleros, su nombramiento
fue respaldado por la Junta Central,
organismo que se encargaba de coordinar
las acciones militares contra el invasor.
Al frente del que fue denominado Corso
Terrestre de Navarra, sus operaciones
militares se extendieron por un amplio
territorio que llegó hasta la ciudad de
Lérida en Cataluña.
A finales de enero de 1810 Mina
tenía a mil doscientos soldados y ciento
cincuenta jinetes bajo su mando,
contingente con el que acosó sin descanso
a las tropas francesas en acciones de
guerrilla. También extendió una red de
espías entre la población local que le
pasaba valiosa información sobre los
movimientos del enemigo. Sus acciones,
cada vez más atrevidas, fueron un
La inclemencia
de Napoleón
CUANDO NAPOLEÓN supo que
Mina había sido hecho prisionero
ordenó que fuese ejecutado lo
antes posible. Sin embargo, tanto
el general Dufour, gobernador de
Navarra, como el mariscal Suchet en
Zaragoza, atendieron a las numerosas
peticiones de clemencia que llegaron
a sus despachos desde el momento
en el que fue apresado. Al contrario
que otros jefes guerrilleros, Mina
había destacado por dispensar un
trato humanitario con los enemigos
derrotados, circunstancia que influyó
decisivamente para que la pena de
muerte le fuese conmutada por la de
prisión.
La heroica defensa de los patriotas durante el Sitio de Zaragoza.
quebradero de cabeza para los franceses.
Con el objetivo de perseguir y capturar al
jefe guerrillero desplegaron unidades en
localidades estratégicas, dispuestas para
emprender su persecución en cuanto
hiciera acto de presencia.
Mina, confiado excesivamente
en su astucia, no hizo caso de las
recomendaciones de sus ayudantes para
que fuera más precavido. Los peores
presagios se cumplieron cuando al
amanecer del 29 de marzo de 1810 fue
descubierto por una patrulla francesa que
lo capturó después de que un soldado lo
hiriera gravemente de un sablazo en su
brazo izquierdo.
ENTRE REJAS
Después de ser sometido a intensos
interrogatorios, Mina fue trasladado a
Bayona, donde permaneció durante seis
semanas mientras se recuperaba de la
grave herida sufrida en su brazo. El 25 de
mayo de 1810 llegó escoltado al castillo de
Vincennes, en las proximidades de París.
Al amanecer del 29 de marzo de 1810 fue
descubierto por una patrulla francesa que lo
capturó después de que un soldado lo hiriera
Allí pasó varios meses encerrado en una
oscura celda en régimen de aislamiento y
padeciendo fuertes dolores por su herida
mal curada. Cuando parecía que su vida
estaba a punto de extinguirse a la edad
de veintiún años, una serie de nuevas
amistades le hicieron albergar esperanzas
que le devolvieron las ganas de vivir.
Cuando le fue levantada la
incomunicación entró en contacto con
el general Victor Fanneau de Lahorie,
militar republicano enemigo de Napoleón,
que ocupaba una celda en el mismo piso
donde estaba encerrado Mina. Cuando se
conocieron no tardó en surgir entre ellos
una estrecha amistad de la que supieron
sacar provecho. Lahorie, oficial de carrera
y de amplia cultura, enseñó matemáticas y
estrategia militar a su joven amigo deseoso
de aprender, al mismo tiempo que le inculcó
sus principios políticos liberales, ideología
que Mina asimiló haciéndola suya.
A principios de 1814 la derrota de
Napoleón parecía próxima. El 8 de febrero
de ese año Mina fue conducido al castillo
de Saumur en el valle del Loira junto con
otros ilustres prisioneros españoles. Tras la
ocupación de París el 1 de abril por tropas
prusianas y rusas, se ordenó la inmediata
liberación de todos los prisioneros de guerra.
Mina fue liberado el día 14, emprendiendo
viaje de vuelta hacia Navarra.
ESPERANZAS FRUSTRADAS
En el camino de regreso se encontró con
su tío, el mariscal de campo Francisco
D E I B E R IA V I E JA
73
 El personaje

Espoz y Mina, personaje con el que a lo

largo de la Historia nuestro protagonista
ha sido confundido en ocasiones. Juntos
cruzaron los Pirineos llegando a Pamplona
a primeros de mayo. Mientras tanto,
Fernando VII se había apresurado a
derogar la Constitución de 1812, Carta
Magna de inspiración liberal aprobada
el 19 de marzo de aquel año en la ciudad
de Cádiz, al mismo tiempo que ordenaba
una dura represión contra todos los
que defendían su vigencia. La actitud
del que sería conocido como Rey Felón
encendió los ánimos de muchos liberales
que conspiraron para restablecer
la Constitución de 1812, conocida
popularmente como la Pepa al coincidir en
el calendario el día de su aprobación con la
onomástica de San José.
Con ese propósito, el 25 de septiembre
de 1814 se produjo un pronunciamiento
militar en Pamplona en el que estuvieron
implicados Javier Mina y su tío. El fracaso de
la tentativa los obligó a huir a Francia, donde
Javier fue detenido por las autoridades
francesas. Encerrado en la fortaleza de
Blaye junto a algunos de sus partidarios,
discutieron nuevos planes de acción contra
el gobierno absolutista de Fernando VII.
Después de pasar por Burdeos, Mina y
Francisco Espoz y Mina, tío de Javier Mina. los suyos llegaron el 6 de marzo de 1815 al

Jura de la Constitución por Fernando VII en 1820 (foto: Museo Municipal de Madrid).

74 D E I B E R IA V I E JA

Castillo de Saumur en el valle del Loira, adonde Mina fue conducido en febrero de 1814.
Exiliado en Londres, Mina entró en contacto
con otros refugiados liberales y trabó amistad
con distintas personalidades británicas
campo de refugiados españoles instalado en
Bayona. Allí escucharon con estupefacción
las noticias sobre el regreso de Napoleón
después de escapar de su confinamiento en
la isla de Elba.
Decidido a continuar con su lucha,
Javier Mina escapó del campo de
refugiados con la intención de llegar
a Londres, donde los conspiradores
españoles estaban planeando una nueva
intentona golpista contra Fernando VII.
En su huida consiguió llegar a Bilbao,
Fray Servando Teresa de Mier.
embarcándose en un barco que le llevó
hasta el puerto de Bristol en la costa
inglesa. Exiliado en Londres, Mina entró
en contacto con otros refugiados liberales
y trabó amistad con personalidades
británicas que le introdujeron en círculos
políticos y sociales.
Entre la colonia de exiliados
americanos en Londres, los mexicanos
formaban un grupo cohesionado. Uno de
sus líderes era el sacerdote fray Servando
Teresa de Mier, destacado defensor
de la independencia de México, que
estaba haciendo planes para organizar
una expedición militar de ayuda a los
insurgentes de Nueva España. Conociendo
las inquietudes de Mina, el religioso le
invitó a unirse a ellos. En aquel momento
el joven oficial español desempeñaba un
doble papel. Por un lado, apoyaba desde el
exterior el levantamiento que el general
Juan Díaz Porlier estaba organizando en
La Coruña y en el resto de Galicia, y por
otro, se sentía atraído por la causa de la
independencia americana. Tras el fracaso
de la intentona liderada por Porlier, Mina
decidió concentrar todos sus esfuerzos en
la proyectada expedición a México.
UN HOMBRE DE ACCIÓN
Dominado por el entusiasmo que le
caracterizaba, Mina se embarcó en su
Homenaje póstumo
EN 1823 Javier Mina fue
proclamado héroe de México, y sus
restos mortales fueron depositados
en una tumba en el interior de
la Catedral Metropolitana. Al
celebrarse el primer centenario
de la Independencia, Porfirio
Díaz inauguró el Monumento a la
Independencia situado en el Paseo
de la Reforma en México D.F.,
conocido popularmente como el
Ángel, donde la estatua en Mármol
de Javier Mina comparte espacio
con las efigies de Morelos, Guerrero
y Bravo, rodeando al cura Hidalgo.
Los homenajes al héroe español de
la Independencia de México han
llegado hasta nuestros días en los
nombres de multitud de lugares
públicos y centros cívicos que
recuerdan su memoria.
En España, como ocurre con
muchos de sus ilustres hijos, el
legado de este defensor de la
libertad que en su lucha contra el
despotismo atravesó el Atlántico
para unirse a los patriotas
mexicanos, ha caído en el olvido.
Quizá ha llegado el momento de
que una revisión histórica desde
un punto de vista objetivo sirva de
reconocimiento a su memoria.
D E I B E R IA V I E JA
75
 El personaje
El mural Retablo de la Independencia, obra del pintor y arquitecto mexicano Juan
O’Gorman, puede contemplarse en el Castillo de Chapultepec. Entre sus más de ochenta
personajes aparece representado Javier Mina.
Mapa que señala las fortificaciones y localización
de las unidades militares en el Fuerte de los Remedios.
nueva aventura con el convencimiento
de que la independencia de América
supondría el fracaso del absolutismo
en España representado por Fernando
VII. De esta forma vinculó de manera
indisoluble la libertad del continente
americano con la de la Madre Patria.
Mina consiguió reunir a un puñado
de idealistas oficiales españoles que
compartían con él sus esperanzas y se
mostraron dispuestos a seguirle. Gracias a
la ayuda económica prestada por liberales
británicos comprometidos con la causa,
consiguieron zarpar el 15 de mayo de 1816
del puerto de Liverpool poniendo rumbo a
76 D E I B E R IA V I E JA
los Estados Unidos, llegando al puerto de
Norfolk en Virginia el 30 de junio. Hasta
abril de 1817 Mina se entregó en cuerpo y
alma al reclutamiento y organización de
un contingente armado que bautizó con el
nombre de División Auxiliar de la República
Mexicana, al mismo tiempo que viajaba por
ciudades de la costa este de Estados Unidos
recabando apoyos para su expedición.
También viajó a Puerto Príncipe, en Haití,
donde se había refugiado Simón Bolívar
después de ser derrotado por las fuerzas
realistas. Mina intentó convencerlo para
que se uniera a la causa de la libertad
mexicana, pero no tuvo éxito.
Después de muchos esfuerzos el oficial
español consiguió aprestar dos barcos
con tripulación norteamericana y el 21
de abril de 1817 desembarcó en la costa
mexicana sin encontrar resistencia. Según
el detallado plan al que había dado forma
en los meses anteriores, con el apoyo de
los liberales españoles y americanos que le
acompañaban y el del sector autonomista
liderado por la familia Fagoaga,
pretendía formar un cuerpo de oficiales
que liderarían las masas insurgentes
mexicanas que estaban bajo las órdenes
de Morelos y del Congreso, creando
un ejército que derrotaría a las fuerzas
realistas provocando el desplome del
sistema colonial español en toda América.
Sin embargo, sus elevadas expectativas
Retrato de José María Morelos, líder de la
independencia mexicana.
El insurgente Pedro Moreno.
no tardarían en revelarse como un sueño
irrealizable.
Javier Mina llegó a México demasiado
tarde, cuando había muerto Morelos y el
Congreso mexicano había sido disuelto.
Aun así, su División Auxiliar sirvió al débil
gobierno de los sucesores de Morelos,
desunidos por las tensiones internas.
Durante un periodo de ocho meses
desplegó la misma estrategia de guerrilla
que tan buenos resultados le había dado
durante la Guerra de la Independencia
española, logrando brillantes victorias
sobre unas fuerzas enemigas muy
superiores.
EL FINAL DEL HÉROE
El 1 de agosto las fuerzas realistas bajo el
mando del mariscal Pascual Liñán sitiaron
el fuerte del Sombrero. Sus defensores,
liderados por Mina, intentaron romper el
cerco en varias ocasiones sin conseguirlo.
Tras duros combates, el jefe de la División
Auxiliar consiguió escapar para acudir en
auxilio del fuerte de Los Remedios, donde
José Antonio Torres resistía el asedio de
los realistas. Mina había conseguido eludir
a las tropas de Liñán, pero el orgullo del
militar realista no iba a permitir que se
volviera a repetir esa circunstancia.
La sucesión de derrotas militares, la
indisciplina de sus hombres y el acoso
implacable de sus enemigos, acabaron
pasando factura a la hasta entonces
moral inquebrantable de Mina. En la
madrugada del 27 de octubre de 1817 se
refugió con el coronel Pedro Moreno en
Ilustración idealizada del fusilamiento de Javier Mina en el Cerro del Bellaco.
Caminó con paso firme y mirada al frente,
protestando porque se le diera muerte de
espaldas e hincado de rodillas
las inmediaciones del rancho El Venadito,
donde fueron sorprendidos por una
patrulla realista. Moreno murió al intentar
defenderse mientras Mina fue capturado.
El ilustre prisionero fue llevado ante
el coronel Orrantía mientras la cabeza
decapitada de Moreno era exhibida
clavada en la punta de una lanza.
Días después, Mina fue trasladado
cargado de cadenas al cuartel general
de Liñán, situado muy cerca del fuerte
de Los Remedios que seguía resistiendo
el asedio de los realistas. La llegada
del prisionero despertó una gran
expectación, especialmente entre algunos
oficiales españoles que habían mostrado
sus simpatías por la causa liberal.
Ante el temor de que pudiera recibir
ayuda para escapar, el virrey Juan José
Ruiz de Apodaca ordenó su inmediata
ejecución, pena capital que debía servir
de escarmiento para todos aquellos
que tuvieran la tentación de seguir sus
mismos pasos.
A las cuatro de la tarde del 11 de
noviembre de 1817, Mina fue escoltado
por un pelotón de cazadores del
Regimiento de Zaragoza que le condujo
hasta el Cerro del Bellaco, lugar elegido
para su ejecución. Según cuentan las
crónicas, caminó con paso firme y mirada
al frente, protestando porque se le diera
muerte de espaldas e hincado de rodillas,
como si se tratara de un traidor. Sus
quejas fueron ignoradas y una cerrada
carga de fusilería acabó con su vida.
Para saber más…
GUZMÁN, Martín Luis: Javier Mina. Héroe de
España y de México. Cía. Gral. De Ediciones.
2ª. Ed.. México, 1966.
MORENO ALONSO, Manuel: La generación
española de 1808. Alianza editorial. Madrid,
1989.
ORTUÑO MARTÍNEZ, Manuel: Vida de
Mina. Guerrillero, liberal, insurgente. Trama
Editorial. Madrid, 2008.
RIONDA ARREGUÍN, Isauro: Pedro Moreno,
Francisco Javier Mina y los fuertes del
Sombrero y Los Remedios, en la insurgencia
guanajuatense, 1817. Presidencia Municipal
de Guanajuato, 2000.
RIVERA DE LA TORRE, Antonio: Francisco
Javier Mina y Pedro Moreno, caudillos
libertadores. Dirección General de Educación
Pública. México, 1917.
D E I B E R IA V I E JA
77
 Historia contemporánea

Una historia olvidada que revive

Sahara:
una tierra de nómadas
78 D E I B E R IA V I E JA
 Personal nativo de la Agrupación de Tropas
Nómadas en Seguía el Hamra, 1975 (foto:
Antonio Bustamante).

La historia del Sahara, habitada en su mayoría por nómadas, es triste… Es una

historia que casi nunca ha sido de sus habitantes. Es la tierra, más bien la
arena del desierto, de los nómadas. Durante un largo tiempo fue tierra
española. Allí estaba una de las colonias en África, de la que salimos para dejar
el desierto en manos de Marruecos. Fue un final de Agonía, traición, huida
(Crítica, 2015). Así se titula la obra de José Luis Rodríguez Jiménez en la que
se recupera un tiempo casi olvidado, pero que se resucita gracias a trabajos
como éste, del que ofrecemos un anticipo gracias a la gentileza de la editorial.

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

D E I B E R IA V I E JA
79
 Historia contemporánea
AGONÍA, TRAICIÓN, HUIDA
EL FINAL DEL SAHARA ESPAÑOL
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
CRÍTICA. BARCELONA (2015).
696 PÁGS. 24,90 €.
L
a administración española carecía
de datos fiables sobre el número
de habitantes del Sahara atlántico.
En 1961, el Gobierno comunicó a la
Comisión de Naciones Unidas para
la Información de Territorios no
Autónomos que allí vivían 30.000
personas. Seguramente eran más, pues el
nomadeo y el ocultamiento de la mujer a
los europeos, por los cabezas de familia,
dificultaban el recuento por las autoridades.
Pero aunque ese cálculo sea aproximado,
no cabe duda de que la población no podía
ser muy superior, si acaso unos pocos miles,
y que era escasa para el territorio, precisa-
mente por ser la mayoría desierto, con una
densidad media de un habitante por kiló-
80 D E I B E R IA V I E JA
Protesta del pueblo saharahui en nuestros días.
metro cuadrado. El nomadismo ya estaba
en retroceso, ya que existía una alternativa,
urbana, a esa forma de vida, que requiere de
un largo y exigente aprendizaje. Smara y las
factorías de El Aaiún, el pequeño núcleo de
Villa Cisneros y el cabo Bojador y los mora-
bitos desperdigados, dedicados a santones
venerados, no eran ya las únicas poblaciones
de construcciones fijas.
La reciente campaña militar había dado
lugar al establecimiento de nuevas unidades
en el territorio y a la construcción de varios
fuertes para cubrir las fronteras. A su vez,
este dispositivo militar fue un factor de
atracción para la llegada de población civil
española y para que los saharauis buscaran
puestos de trabajo y subvenciones en el en-
torno del poder colonial. Las tres poblacio-
nes citadas irían creciendo, a ritmo lento, y
también La Güera, y en menor medida algu-
nos poblados en zonas del interior, a base de
jaimas y algunas casas dispuestas siempre
en torno a un oasis o un fuerte militar.
UNIDADES EN EL DESIERTO
Entre 1907 y 1959 España creó varias
unidades militares que tuvieron como ob-
jetivos la ocupación, el control y la defensa
de territorios situados en el continente
africano. Con el objetivo de asegurar el
dominio sobre el Protectorado en Marrue-
cos y disminuir el número de bajas propias
causadas por la oposición de las tribus
de la zona del Rif a la presencia española,
 Vista aérea de los cuarteles de Samra.

El Sahara español
EL INTERÉS de los gobernantes españoles por el Sahara occidental apenas
aumentó una vez comenzado el siglo XX, tras la reciente pérdida de Cuba,
Filipinas y Puerto Rico. Entonces, el principal objetivo colonial pasó a ser
Marruecos, muy por delante de Sahara y Guinea. Y así siguió siendo cuando,
tras varios tratados y negociaciones secretas, de 1902 y 1904, Francia y España
se repartieron definitivamente Marruecos y una amplia zona del Sahara, con el
permiso del gobierno del Londres. El tratado hispano francés de 1912 estableció
dos protectorados, el español sobre las zonas con menos recursos mineros.
Pasó a ser una provincia española en 1948 y así hasta 1975, cuando el rey Hassan
II organizó la Marcha Verde, que supuso el fin del Sahara español. Estos hechos
coincidieron con el final del franquismo y una gran crisis política en España.

durante el reinado de Alfonso XIII se fun-

daron dos unidades militares compuestas
por profesionales (no personal del servicio
militar): Regulares Indígenas, en 1911, que
estaba compuesta de oficiales y suboficiales
españoles y de suboficiales y tropa indí-
gena, en su mayoría marroquí; y Tercio de
Extranjeros, que nació en 1920 y pronto se
denominó la Legión, cuyo mando corres-
pondía a oficiales españoles, mientras que
el personal de tropa y suboficialidad estaba
integrado por españoles y extranjeros, en su
mayoría europeos, sudamericanos y centro-
americanos. Una vez terminada la campaña
de Marruecos, a finales de la década de
1920, tanto el gobierno de Primo de Rivera
como el de la Segunda República redujeron
Entre 1907 y 1959 España creó varias unidades
militares que tuvieron como objetivos la
ocupación, el control y la defensa de territorios
los efectivos de ambas unidades. Lo mismo
sucedió cuando Marruecos accedió a la
independencia, en 1956, pero el Ministerio
del Ejército las mantuvo operativas, hasta
la actualidad, con cometidos y característi-
cas distintos a los de la etapa fundacional.
Los sucesivos gobiernos también crearon
unidades militares, y asimismo policiales,
para los otros tres territorios africanos, Ifni,
Guinea y Sahara.
Por lo que al Sahara se refiere, en 1926 se
creó una Mía (centuria) de Policía a pie para
cabo Juby. Era una unidad con mandos euro-
peos y tropa nativa con misiones defensivas
del puesto allí establecido, así como policia-
les y de rescate de náufragos y de aviadores
en el desierto. La necesidad de cubrir otras
necesidades, tanto en las poblaciones próxi-
mas a la costa como en el desierto, condujo
a la organización en octubre de 1928 de las

D E I B E R IA V I E JA
81
 Historia contemporánea
Sendas portadas sobre la Marcha Verde
(1975) y el Sahara español (1961).
Tropas de Policía del Sahara, cuyo medio de
desplazamiento era el dromedario. Esta sí
era una unidad acorde a las características
del territorio. Su modelo era el de las tropas
a camello de los británicos en India y, más
recientemente, de las unidades conocidas
genéricamente como meharistas y creadas
por los franceses para el Sahara argelino.
Mientras la Policía a pie realizaba su labor
en la zona de cabo Juby, la Policía del Sahara
pasó a desempeñar funciones propias de
tropas nómadas, como eran las de imponer
la lealtad de los chiuj o jefes de las facciones
tribales, llevar a cabo una acción política,
social y administrativa mediante el contacto
directo con la población indígena, mantener
y controlar los pozos, vigilar las fronteras,
perseguir a los delincuentes y ladrones de
ganado y auxiliar a los náufragos y a quienes
sufrían una avería o accidente de aviación.
Pero era una fuerza reducida, lo que se expli-
ca por el presupuesto empleado y porque las
necesidades españolas en el territorio eran
entonces escasas.
82 D E I B E R IA V I E JA
Campamento de la Marcha Verde.
Tras varios tratados y negociaciones secretas,
de 1902 y 1904, Francia y España se
repartieron definitivamente Marruecos
El mando correspondía a un capitán la procedencia tribal, para así evitar el
jefe, asistido por cinco oficiales europeos, dominio de unas tribus sobre otras y
con experiencia adquirida en Marruecos en también problemas de insubordinación.
el trato con la tropa indígena, y dos caídes; No obstante, el mayor contingente lo
estos caídes eran oficiales nativos, pero no proporcionaron las tribus de Ulad Delim
de carrera, sino que habían ascendido desde y Ergibat, dada su tradición guerrera.
su contratación como soldados para la El aumento de efectivos fue muy
Policía a pie por méritos en el servicio. lento. Hasta después de la guerra civil
de 1936-1939, no hubo unidades propia-
LA POLICÍA DEL SAHARA mente militares en el Sahara español.
La nueva unidad siempre dispuso de Durante la segunda guerra mundial, las
algunos individuos de tropa europea, unidades del Grupo de Tiradores de Ifni
pero se nutría sobre todo de personal fueron desplegadas en distintos territo-
indígena, de los conocidos como áscaris.
La tropa nativa tenía dos procedencias,
de fuera y de dentro de Sahara. Una parte
se reclutaba en Marruecos, entre per-
sonal que había servido en la Mehal-la y
en Regulares. Otra parte del personal se
reclutaba en Sahara, en función de sus
antecedentes y aptitudes físicas: pastores,
cazadores y guerreros del desierto; los
últimos eran gentes acostumbradas a
sobrevivir con el fruto obtenido tras el
combate a otras tribus, a los franceses o a
los españoles, hombres que no conocían
otro estilo de vida que el del nómada,
habituados al desierto y con capacidades
para el combate. Los oficiales encarga- La Marcha Verde hacia la frontera
dos de la recluta procuraban equilibrar española (Fondo Enrique Davoise).
rios para mejorar el dispositivo defensivo.
Este grupo poseía seis tabores, unidad
de entidad y organización similar a los
batallones de infantería. Solo uno de los
tambores fue desplegado en el Sahara.
Es evidente que el Gobierno estaba más
preocupado por lo que pudiera ocurrir en
las islas Canarias e Ifni, territorios más
próximos a los escenarios de la guerra
mundial. Por lo que se refiere a la Policía
del Sahara, las Mías recibieron algunos
vehículos de motor, pero la mayor parte
de sus efectivos seguían desplazándose a
dromedario, por lo reducido del presu-
puesto para la motorización de la unidad
y la escasez de carreteras en la colonia, y
en general tanto sus medios de comunica-
ción como armamento estaban anticua-
dos. No obstante, durante las décadas de
1940 y 1950, España fue imponiendo su
soberanía sobre el territorio gracias al
trabajo hecho por las patrullas, a drome-
dario y motorizadas, y el establecimiento
de puestos de policía en zonas del inte-
rior, en pequeños poblados cercanos a las
fronteras de Marruecos y de los territo-
rios que más tarde conformarían Argelia
y Mauritania.
LA LEGIÓN
Como consecuencia de la guerra contra el
Yeicht Taharir y de las reiteradas recla-
maciones de Ifni y Sahara por parte del
gobierno de Rabat, el gobierno de Franco
decidió situar en ambos territorios uni-
dades de la Legión, dotadas de baterías de
artillería transportada y grupos ligeros de
caballería mecanizada. Pero lo sucedido
durante la reciente campaña militar
impulsó a varios jefes y oficiales a plan-
tear la necesidad de una unidad militar
especializada en el control de las extensas
Policía territorial nativa (foto: Juan Piqueras).
La “mili” de los nativos
EL SOLDADO NATIVO era siempre
voluntario. Mediante su alistamiento
en Nómadas no adquiría un
compromiso de permanencia en la
unidad para un período de tiempo
determinado, a diferencia de la tropa
profesional alistada en la Legión.
Normalmente su alistamiento se
producía por una captación directa
de los mandos españoles, capitanes,
tenientes y sargentos, dentro de la
zona de acción de cada compañía,
o bien por petición directa del
interesado en filiar en Nómadas, de
modo que cada soldado ingresaba
para una compañía en concreto.
El criterio fundamental a la hora
de contratar nativos era que fueran
conocedores del territorio, pastores,
personal procedente de la policía
indígena o exmiembros de las tropas
coloniales francesas, más que otros
requisitos como pudieran ser la edad
o la cultura. Cuando se producían
vacantes, se reclutaba a personas ya
contactadas durante las misiones de
patrulla del territorio. A continuación,
el capitán informaba al jefe del grupo
y el nuevo personal nativo ingresaba
en la mía correspondiente, para
hacer la instrucción e incorporarse
paulatinamente a los distintos
servicios de la unidad.
Nómadas siempre dispuso de
personal de tropa europeo, aportado
por el servicio militar obligatorio, que
tenía una duración de quince meses,
de los que tres eran de instrucción
y doce de servicio en una de las
unidades establecidas en la colonia.
El personal europeo era empleado
prioritariamente en servicios en el
interior de los cuarteles. Las patrullas
estaban integradas por personal
mixto, nativo y europeo, pero con
mayoría de nativos; por supuesto,
los guías y la inmensa mayoría del
personal de la ferga eran nativos.
Paulatinamente, se fue incorporando
un número mayor de europeos a
las patrullas, para que al menos
una parte de esta tropa adquiriese
conocimientos del territorio. Además,
desde comienzos de los años setenta,
esta medida resultaría imprescindible,
por seguridad, ya que algunos
capitanes de las mías y tenientes de
las secciones empezaron a desconfiar
de la fidelidad de una parte de la tropa
nativa.
D E I B E R IA V I E JA
83
 Historia contemporánea
Artillería frente a la Marcha
Verde (fondo E. Davoise).
Arriba, sello de 40 céntimos de
las posesiones españolas del
Sahara occidental. A la dcha.,
billete de 100 dirhams.
Los nómadas contribuyeron a mantener y
controlar los pozos, vigilar las fronteras y
perseguir a los delincuentes y ladrones
zonas de desierto. El desconocimiento del
territorio por la oficialidad recién llegada,
sin pasar por un curso de formación pre-
vio, las duras condiciones que el desierto
impone, la antigüedad del material de
guerra y las carencias en intendencia
y sanidad habían dado lugar a serios
problemas durante la campaña recién
terminada: extravío de columnas de tro-
pas, fallos en las transmisiones, errores
en la interpretación de las capacidades y
movimientos del enemigo, y dominio por
las guerrillas enemigas de amplias zonas
del territorio español. Parecía aconse-
jable disponer de una unidad militar com-
puesta, en su mayor parte, por personal
que conociera y estuviera acostumbrado
a vivir y moverse por el desierto. Dadas
las características del territorio, una
parte de este personal tendría que tener
conocimientos previos de montar en
dromedario. Oficiales españoles recorrie-
84 D E I B E R IA V I E JA
El oasis Messeied.
ron las zonas de frigs, las agrupaciones de
jaimas, para censar de nuevo a las familias
y reclutar personal militar, a veces entre
quienes habían combatido en las filas del
Ejército de Liberación o dado a este algún
tipo de colaboración.
Esta labor de reclutamiento fue comple-
tada con otra iniciativa. El nuevo goberna-
dor general del Sahara, el general de división
Mariano Alonso Alonso, realizó una buena
labor política, pues combatió el problema
del agua con trabajos para la afloración de
nuevas fuentes y la mejora de los pozos
y puso en marcha la enseñanza para los
jóvenes saharauis, y también atendió a las
necesidades militares. A semejanza de las
unidades que había conocido en Marruecos,
creó en el Sahara las primeras harcas, que
eran unidades mercenarias con veinticinco
hombres cada una, al mando de un oficial
español. Se crearon cinco, para situarlas
muy próximas a las líneas fronterizas de
Pasando el tiempo en el Sahara
occidental.
la zona norte. Su misión era recorrer el
desierto, vigilar y, en su caso, descubrir e
informar al mando sobre los movimientos
sospechosos de las fuerzas marroquíes.
También fueron empleadas para combatir
a las bandas armadas enemigas que, con
carácter residual, habían permanecido en la
zona fronteriza de Marruecos con el Sahara
español, con el permiso del gobierno de
Rabat, y para dar seguridad a las poblaciones
nómadas y al personal de las prospecciones
petrolíferas, que proliferaban a finales de la
década de 1950.
LLEGAN LOS COCHES
La experiencia bélica aconsejaba sustituir
los Grupos de Policía Nómada con otras
fuerzas de mayor entidad y operatividad.
Además, aunque la utilidad de tropas a
dromedario estaba demostrada, la Policía
precisaba de un parque más numeroso de
vehículos ligeros todoterreno, tipo land
rover. Lo que sucedió fue que el mando de
la Policía solicitó al Ministerio del Ejército
un aumento de plantilla y una mejora de la
dotación en armamento, transmisiones y
vehículos. El Ministerio lo concedió. El jefe
de los Grupos Nómadas cursó una nueva pe-
tición de armamento, de mayor calibre, que
incluía lanzagranadas, morteros y cañones
sin retroceso. El Estado Mayor del ministro,
teniente general Antonio Barroso, emitió
un informe negativo, basado en la conside-
ración de que se iba camino de crear en el
Sahara dos ejércitos con mandos distintos.
Como resultado, se suprimió la unidad
policial existente y nacieron tres unidades
diferentes: Policía Territorial, con funciones
de policía, que tendría cuarteles en las ciu-
dades y en los puestos del interior; Servicio
de Información y Seguridad, labor que, con
escasos medios y personal poco preparado,
ya realizaba la policía; y Agrupación de Tro-
pas Nómadas (ATN). La ATN, los Nómadas,
era una unidad del Ejército de Tierra. En
cambio, la Policía Territorial y el Servicio de
Información dependían de Presidencia del
Gobierno y el servicio en ambas unidades
podía ser solicitado por oficiales de los tres
Ejércitos y de la Guardia Civil.
Tropas Nómadas fue creada a finales
de 1959, como unidad de carácter y obje-
tivos militares, y dependiente en conse-
cuencia del Gobierno Militar del Sahara.
Su misión general era la de irradiar la
acción del mando a los más alejados
territorios de la provincia, y sus misiones
específicas las siguientes, que unas eran
propias de policía y otras de combate e
inherentes a toda unidad militar: acopio
de información; vigilancia y control de
sus zonas de acción, y en especial de las
regiones fronterizas; aprehensión de mal-
hechores y sospechosos aislados; perse-
cución y destrucción de partidas enemi-
gas infiltradas y cuya cuantía no exigiera
el empleo de mayores medios; guarnecer
y mantener los puestos avanzados; el con-
trol, protección y asistencia a los nóma-
das que se movían por la zona española; y
Nómadas, ciudadanos de segunda
COMO CONSECUENCIA de los escasos recursos que para sobrevivir ofrecía el
territorio, los nativos consideraban que ingresar en Nómadas era un muy buen
empleo. Así pues, los jefes de tribus intercedían para las filiaciones, y lo mismo
hacía el personal de Nómadas con hijos varones. El empleo de soldado aportaba
un sueldo, superior o muy superior a lo que ganarían como pastores o como
empleados en el sector servicios de las ciudades, así como la posibilidad de vivir
cerca de sus familias.
La tropa nativa no disponía de alojamiento en el interior de los cuarteles,
a diferencia de los europeos. Como se ha dicho, esta tropa estaba empleada
en una mía concreta, y esta situación le permitía vivir junto a su familia, y en
ocasiones en la zona de nomadeo de su tribu, si es que mantenía este vínculo
de relación social. Así pues, la tropa nativa y sus familas se alojaban en las
poblaciones próximas a los fuertes, como era el caso de Smara, o en zonas
intermedias entre los fuertes y las pequeñas poblaciones, unas veces en jaimas
de piel de dromedario o de cabra y otras en pequeñas casas o chabolas de
techado metálico, cuando ahorraban dinero y deseaban que se percibiese su
mejora de posición económica.
Hasta después de la guerra civil de 1936-
1939, no hubo unidades propiamente
militares en el Sahara español
cuanto incumbiese a un eficiente servicio formación más importante consistió en la
de policía en el campo. Su primer jefe fue creación, en 1963, de un tercer grupo. Al
el teniente coronel de Infantería Enrique principio, las mías eran mixtas, con dos sec-
Alonso Allustante. ciones motorizadas con vehículos land rover
La primera plantilla tenía la siguiente y una a dromedario. Luego, a la búsqueda
composición: 3 jefes y 56 oficiales europeos, de mayor operatividad, se establecieron dos
1 caíd (oficial indígena), 53 suboficiales, 265 mías motorizadas y una a dromedario. Fi-
soldados europeos y 771 soldados nativos. nalmente, todas las mías fueron motoriza-
Nómadas tenía Plana Mayor y dos Grupos, das, y se organizó otra unidad, denominada
en los subsectores Río Rojo y Río de Oro, ferga, que, sin ser compañía, tenía entidad
y cada Grupo Plana Mayor y tres mías, superior a sección, para agrupar a todos los
unidades de entidad compañía. La trans- dromedarios de cada grupo.
D E I B E R IA V I E JA
85
 La batalla

1898: España
pudo vencer a
Estados Unidos
Al contrario de los tópicos asumidos incluso por muchos
historiadores, España tuvo más opciones de las que
habitualmente se dicen para vencer a Estados Unidos
en la guerra de Cuba. Te lo contamos en este reportaje.

JAVIER GARCÍA DE GABIOLA

86 D E I B E R IA V I E JA
Expertos de todo el mundo sostenían
que la flota española se impondría a la
americana.

D E I B E R IA V I E JA
87
 La batalla
La ilustración representa la lectura en el Senado
de la noticia sobre la destrucción del Maine.
L
os barcos españoles no eran de ma-
dera, sino acorazados más moder-
nos y rápidos que los americanos,
la mitad de los cuales eran buques
costeros, inestables y poco marine-
ros. Por otro lado, España contaba
con los primeros destructores del
mundo, y el principal temor estadounidense
era sufrir un ataque nocturno con torpedos.
Finalmente, Cervera logró sorprender en su
salida a la escuadra americana, sus artilleros
tuvieron un porcentaje de aciertos superior
al doble del de los americanos, y pudo haber
“cruzado la T” de la formación americana,
maniobra idéntica a la que realizó Nelson en
Trafalgar, con consecuencias devastadoras.
Sin embargo, el derrotismo de Cervera le lle-
vó a evitar el choque, y algo tan pueril como
88 D E I B E R IA V I E JA
no proteger las superestructuras de madera
de los buques hizo que se produjeran in-
cendios que los hicieron ingobernables.
Cuando en abril de 1898 Estados Uni-
dos entró en guerra contra España todas
nuestras posibilidades frente al gigante
estadounidense se basaban en un triunfo
naval. Al tratarse de un conflicto entre dos
países ubicados en continentes distintos
por la posesión de dos archipiélagos (Cuba y
Filipinas), el dominio marítimo era la clave
fundamental para alcanzar la victoria. Sin la
posesión del mar, las tres divisiones ameri-
canas no podrían desembarcar, o de hacerlo,
no podrían recibir suministros de modo que
estarían abocadas a la rendición. Del mismo
modo, las once divisiones españolas, des-
perdigas por toda Cuba en su lucha contra la
Las posibilidades
frente al gigante
estadounidense se
basaban en un
triunfo naval
guerrilla, tendrían que abastecerse con los
recursos de la isla, y las municiones acaba-
rían por agotarse en los primeros meses de
la guerra. Así, el análisis de las posibilidades
de ambas flotas pasó a ocupar el primer pla-
no de toda la prensa mundial. De hecho, en
un informe realizado por analistas de países
neutrales como Reino Unido o Alemania se
concluyó que la escuadra española derro-
taría a la americana. La flota americana,
aunque más poderosa en potencia de fuego,
tenía un diseño más antiguo que la española,
y como reconocía el propio Secretario de
Estado de la US Navy, John D. Long, “hasta
1898 la escuadra española parecía formi-
dable en comparación con la nuestra”.
Así, en 1898 España contaba con seis
grandes buques de casco de acero, frente
a la escuadra americana que contaba con
once buques del mismo tipo. Sin embargo,
cuatro de los cruceros acorazados america-
nos fueron enviados contra las Filipinas, y
el acorazado Oregón se encontraba en San
Francisco y tardaría dos meses en llegar
al Caribe. Así, si España concentraba con
rapidez todos sus buques en Cuba, estaría
en igualdad numérica. Sin embargo, el alto
mando español cometió el primero de los
errores de planificación de la guerra al dis-
persar la flota. El almirante Pascual Cervera
y Topete, hábil y valiente comandante, pero
resignado y derrotista, dirigiría un flota
contra Cuba, que estaría formada por sólo
cuatro buques (María Teresa, Oquendo,
Vizcaya y Colón). El resto de la flota (Pelayo
y Carlos V), quedaría en España bajo el Al-
mirante Cámara, con la misión de proteger
la metrópoli de posibles ataques ameri-
canos. Por tanto, España se encontraría
ahora en inferioridad numérica en Cuba por
decisión propia de los mandos españoles.
LA BAZA DE LOS DESTRUCTORES
Por otro lado, junto a los grandes buques,
España contaba con siete destructores
que por primera vez hacían su aparición
en la historia. Su creador fue el ingeniero
Fernando Villaamil, que proyectó un buque
pequeño y muy veloz, que podía alcanzar los
30 nudos, o sea un 50% más rápido que los
más veloces acorazados, y que iba equipado
con torpedos. En esto España seguía las
tesis del almirante Aube, que en la llama-
da Nouveau École defendía que el ataque
masivo de una gran multitud de barcos
pequeños con torpedos podría acabar con
los potentes pero lentos acorazados. Sin
embargo, España sólo dedicó tres de sus
destructores a Cervera (finalmente dos, el
Furor y el Plutón, ya que el Terror quedó
averiado en Puerto Rico), dejando el resto A la izquierda, portada del NewYork Journal con el titular “La destrucción de barco de guerra
Maine fue obra de un enemigo”.Sobre estas líneas, una oficina de reclutamiento en EE.UU.
en la metrópoli. Los cañones de tiro rápido,
especialmente diseñados para hundir a
barcos pequeños como los destructores
antes de que se acercaran a toda velocidad y Cervera y Topete era
pudieran lanzar sus torpedos no existían en
los buques americanos. El diseñó español un comandante
era tan novedoso que la US NAVY no previó hábil y valiente, pero
esta amenaza en su diseño y sus acorazados
sólo contaban con artillería lenta y de gran también resignado y
calibre. Así, España, al reducir sus destruc-
tores de siete a sólo dos también redujo las
derrotista
posibilidades de otra de sus grandes bazas.

FALTA DE CONFIANZA
Lo cierto es que Cervera optaba por una
solución aún peor, que era la de no partir
al Caribe y dejar toda la escuadra unida
protegiendo la península. Cervera no
creía en sus posibilidades de éxito, y de
hecho pidió ser relevado del mando. Sin
embargo, no partir implicaría dejar al
ejército español en Cuba aislado y por
tanto perder la guerra, aunque se salvara
la escuadra. Ante semejante opinión y
petición, el gobierno español hubo de
haber reemplazado a Cervera por otro
mando más agresivo y con mayor fe en John D. Long, Secretario de Estado de la Pascual Cervera y Topete, Almirante de la
sus posibilidades de éxito. Sin embargo, US Navy. Armada española.

D E I B E R IA V I E JA
89
 La batalla

Cervera fue mantenido en su puesto,

y éste logró esquivar a las patrullas
americanas y llegar a Santiago de Cuba
el 19 de mayo sin ser detectado, un logro
notable.
Cuando se descubrió la llegada de
Cervera, la flota americana fue mandada
a Santiago a bloquear a la española dentro
del puerto, y pudo dar comienzo el desem-
barco americano. En el frente terrestre,
tras obtener una serie de victorias pírricas
sobre los españoles, el día 1 de julio los
americanos iniciaron el cerco de Santiago.
Con ello, ante el riesgo de que la plaza fue-
ra tomada y toda la flota capturada, se dio a
El crucero acorazado USS Brooklyn. Cervera la orden de zarpar inmediatamen-
te. Salir de un puerto bloqueado es una
Una cuestión de cañones operación dificilísima, ya que los barcos
salientes se ven obligados a avanzar de uno
LA DIFERENCIA entre los acorazados españoles y los americanos sin embargo, en uno frente a toda la escuadra enemi-
parecía brutal en cuanto al número de cañones: la escuadra de Cervera montaba ga que, esperándoles, los podría hundir
tan sólo dos cañones de gran calibre en cada acorazado, mientras que los barco por barco. Sin embargo, la pericia de
americanos sumaban cuatro de ellos por buque (menos el Texas, con tan Cervera quedó acreditada cuando dos días
sólo dos, aunque nadie le califica como crucero), lo que hacía un total de seis después, por la mañana, su flota abandonó
cañones españoles de gran calibre frente a 14 americanos. Sin embargo, más el puerto con tal velocidad y precisión
importante que el número de piezas es el poder de penetración de las mismas que la escuadra americana fue cogida
frente a un blindaje concreto. Esta capacidad depende del tipo de proyectil totalmente por sorpresa. Además, Cervera
utilizado (perforante o explosivo), del explosivo usado, del ángulo y la distancia no pudo elegir mejor momento para su
de tiro, y del tratamiento y diseño dados al blindaje a penetrar. Sin embargo, intento, ya que dos de los acorazados
una regla simplista pero eficaz para comprobar la capacidad de fuego de un enemigos se encontraban fuera de la línea
buque frente al blindaje de otro es comparar los milímetros de la artillería frente de bloqueo. Por tanto, los cuatro grandes
a los de la coraza. La sorprendente conclusión que se saca de este análisis es buques españoles debían enfrentarse a
tan sólo cinco enemigos. Es decir, ante la
que, al tener los acorazados de ambos bandos un blindaje de más de 300mm
inminente batalla que iba a iniciarse los
¡ninguno de los cañones de ambos podía penetrar dicha coraza, de modo que
españoles habían logrado casi la igualdad
eran inhundibles! Sólo los americanos, y a bocajarro, tenían alguna posibilidad
numérica. Pero, ¿existía también igualdad
de hundir algún buque, pero los combates se solían librar entre tres y cinco kms
en la calidad de unos y otros barcos?
de distancia. Así, los únicos buques que podrían ser atacados y hundidos por
fuego de artillería eran los cruceros Colón y el Brooklyn. Por tanto, con este dato
no tenido en cuenta hasta ahora, se puede decir que las posibilidades de ambos
bandos estaban relativamente igualadas. De hecho, la flota española recibiría
129 impactos en la batalla, pero no fueron suficientes para hundir ningún buque
mayor. Estos sólo fueron auto-hundidos por la tripulación para evitar su captura
al volverse incontrolables por los incendios.

La prensa americana mostraba a los

El crucero acorazado Cristóbal Colón. españoles como monstruos.

90 D E I B E R IA V I E JA
 La explosión del acorazado USS Maine
fue el casus belli que Estados Unidos
arguyó para declarar la guerra a España.

¿CRUCEROS O ACORAZADOS?
La mayoría de los autores consideran a los
buques españoles como meros cruceros que
iban a enfrentarse a potentes acorazados,
de modo que la citada igualdad no existiría.
Sin embargo, tanto los buques españoles
como americanos tenían una artillería
principal que rondaba los 300 mm (280 los
españoles, y 305 o 330 los americanos) y un El crucero acorazado Infanta MaríaTeresa. El acorazado USS Texas.
blindaje que también frisaba los 300 mm
(305 los españoles y 300-457 los ameri-
canos). Por tanto, los barcos españoles y
americanos si bien eran diferentes, eran de
Cuando se descubrió la llegada de Cervera, la
la misma categoría. De hecho, los contem- flota americana fue mandada a Santiago a
poráneos consideraban a los buques espa-
ñoles como acorazados de segunda clase, o
bloquear a la española, y empezó el desembarco
sea, más ligeros, pero acorazados, y sólo tras
la destrucción de la escuadra española en los cruceros de batalla eran considerados vera. Por ejemplo, afirman con razón que
la literatura se pasó a calificarles de meros como buques de una categoría similar, y el Oquendo y el Vizcaya necesitaban una
cruceros. En realidad el buque español era por tanto, agrupados dentro de lo que se de- limpieza de bajos, lo que hacía más lentos
un híbrido entre un acorazado y un crucero, nominaba como Capital Ships, y lo mismo de lo normal, marchando a 14 nudos como
un diseño que todavía no tenía nombre debe inferirse a nuestro juicio de los buques mucho, en lugar de sus 18-20 nudos. Tam-
oficial, pero que en la Primera y Segunda españoles. Las únicas excepciones eran el bién se dice que la munición de la artillería
Guerra Mundial sería conocido como cru- Colón (tan reciente que había sido manda- secundaria de 140mm del Teresa, Oquendo
cero de batalla. Este era un buque que para do a la lucha sin tener todavía su artillería y Vizcaya estaba defectuosa en un 80%. Sin
ser más rápido que sus rivales contaba con principal instalada) y el Brooklyn, ambos embargo, olvidan decir que el Brooklyn, por
la potencia de fuego de un acorazado, pero cruceros acorazados equivalentes de menor un defecto de diseño, apenas podía alcanzar
con el blindaje más ligero de un crucero. potencia de fuego y blindaje (150-200mm). 16 nudos, ya que sus dos propulsores sólo
Los alemanes construyeron una variante Por tanto, se enfrentarían tres acoraza- podían encenderse cuando el buque estaba
de crucero de batalla en 1910 que disminuía dos y un crucero español, frente a cuatro detenido. Por otro lado, los Oregón e Indiana
algo su potencia de fuego (a 280 mm, como acorazados y otro crucero americano. eran buques de agua marrón, o sea coste-
los españoles), pero mantenía el blindaje ros, lo que les hacía tener problemas para
de un acorazado, y éste era precisamente EL MITO DE LOS BUQUES DE MADERA navegar en alta mar. Además, con un diseño
el diseño adoptado por los españoles 15 Por otro lado, muchos autores se centran defectuoso, su francobordo era tan bajo y
años antes. Tanto los acorazados como en las deficiencias de los buques de Cer- su artillería era tan pesada que el buque se

D E I B E R IA V I E JA
91
 La batalla
El Tratado de París puso fin a la guerra entre España y Estados Unidos.
En la imagen, Jules Cambon, embajador francés en Washington.
volvía inestable cuando ésta disparaba por
las bandas. Esto afectaba a su puntería y
producía riesgo de volcar, y apenas podían
tirar con mar picada. Además el Indiana
tenía problemas con la presión del motor y
no podía alcanzar su velocidad máxima. Fi-
nalmente, el Texas tenía problemas de esta-
bilidad parecidos, y además sus dos grandes
cañones estaban situados en las bandas en
lugar de la proa y en la popa, de modo que
aunque en teoría podían girar para disparar
por la banda contraria, las superestruc-
turas existentes limitaban esta capacidad
de fuego a tan sólo una de las bandas.
La campaña republicana de 1900, como se aprecia en este póster del presidente McKinley y
el vicepresidente Roosevelt, vendía como una realidad cumplida la promesa de Cuba.
92 D E I B E R IA V I E JA
Ante la inminente batalla, los españoles habían
logrado casi la igualdad numérica. Pero, ¿existía
también igualdad en la calidad de los barcos?
LA VICTORIA EN LA MANO
Dejamos a nuestro almirante saliendo del
puerto con éxito y con un plan claro de
campaña: su objetivo era lanzarse con el
María Teresa contra toda la flota ameri-
cana para atraer su fuego, y dejar que los
demás navíos españoles, libres de atención,
escaparan al puerto más cercano. Algunos
autores han justificado la decisión de huir
afirmando que la flota no tenía suficiente
carbón para librar una batalla. Sin embargo,
la flota había consumido 4.500 toneladas
de carbón en llegar a Cuba, y en Santiago
le esperaban 2.300 toneladas, por tanto,
suficiente para la lucha y para refugiarse
en la Habana o en Cienfuegos. Lo que sí es
cierto es que este carbón era de peor calidad,
de modo que su consumo sería mayor y
la velocidad de los buques se reduciría.
Una vez abandonado el puerto, Cer-
vera se lanzó contra el buque americano
más cercano, el Brooklyn, con la intención
de embestirlo. Aquí se produjo la última
oportunidad de España de ganar la batalla.
Esta fue una magnífica decisión, ya que el
blindaje del Brooklyn (200mm) sí podía ser
atravesado por los cañones españoles de
280, mientras que los cañones americanos
de este buque (200mm), aún a bocajarro,
eran incapaces de penetrar en la coraza de
305mm del Teresa. Así, el Brooklyn disparó
y disparó contra el Teresa, siendo incapaz
de detenerlo, viéndose obligado a dar la
vuelta para evitar colisionar contra Cervera.
En la maniobra casi chocó contra el Texas,
que también se vio obligado a detener su
marcha. Por tanto, la línea americana quedó
desorganizada al principio de la batalla.
Ningún autor ha reparado en que Cerve-
ra debió continuar su marcha, cruzando
¿Buques de madera?
la línea americana seguido de sus otros LAS REFLEXIONES que hemos traído a estas páginas nos llevan a otro de los
acorazados, disparando todos al pasar sobre mitos más extendidos sobre esta batalla: que los buques españoles eran de
el Brooklyn, que hubiera sido pulverizado
madera. Esta afirmación tiene su origen en la batalla de Cavite, en Filipinas,
y hundido probablemente, llevándose
en la que parte de los barcos españoles no eran de acero, y en el hecho de que
consigo al almirante Schley, comandante en
en la batalla de Santiago, los barcos españoles ardieron de proa a popa. Sin
funciones de la flota. Esta maniobra es co-
embargo, lo que pasó es que tanto los navíos patrios como los americanos
nocida como cruzar la T, y es la que Nelson
tenían elementos de madera, tales como mástiles, cubierta, botes salvavidas,
utilizó en Trafalgar para destruir a la flota
hispano-francesa en 1805. Con ello, Cervera tejadillos o protecciones menores. Los americanos poco antes de la batalla
hubiera ganado la batalla, y quizá la guerra. echaron todo ese material por la borda, lo mojaron o lo acolcharon para evitar
Sin embargo, Cervera, con un plan que se incendiaran o que las astillas mutilasen a la tripulación, como hizo
preconcebido de huída, optó por dar media también hizo Togo en 1905 en la batalla de Tsushima. En cambio, Cervera dejó
vuelta y tratar de escapar aprovechando la estos materiales flamígeros por toda la cubierta. Así, si bien ninguno de los
sorpresa y el desconcierto inicial. Los ameri- acorazados españoles fue hundido en la batalla, los incendios abrasaron a la
canos se reorganizaron y emprendieron tripulación e hicieron ingobernables a los buques. Este fue sin duda el error más
la persecución, y cuando la flota española grave de la campaña, y curiosamente, la mayoría de los autores no lo citan.
agotó el carbón de mejor calidad y tuvo que
recurrir al de ínfimo nivel suministrado en
Cuba, perdió su velocidad siendo alcanzada
por los ya repuestos americanos que pu-
dieron concentrar el fuego de toda su flota
en cada barco hispano individualmente. A
pesar de todo los españoles tuvieron mejor
puntería que los americanos, acertando
un 4,5% de sus disparos frente a un mero
1,5% de sus rivales, pero la lluvia de fuego
que recibieron fue tal que gran parte de
los tripulantes murieron achicharrados,
optando los supervivientes por embarran-
car los acorazados para que no cayeran en
manos de los americanos. No obstante, los
yankees no salieron tan indemnes como
habitualmente se dice: las narraciones
de la batalla olvidan que el Iowa sufrió un
incendio tan tremendo por el fuego español La batalla de Cavite (1898), en la bahía
que a duras penas fue salvado de la destruc- de Manila, se zanjó con la victoria de las
fuerzas navales estadounidenses.
ción gracias a la acción del marinero Robert
Penn, que recibió la Medalla de Honor del

Muchos autores se han centrado en las

deficiencias de los buques de Cervera.
¿Tienen razón?

El marinero Robert Penn recibió la
Medalla de Honor del Congreso.
Congreso por su actuación. Finalmente,
las bajas oficiales norteamericanas de-
claradas (un muerto y un herido), no son
reales ya que sabemos por el diario del
artillero George W. Robinson, del Oregon,
que como mínimo todos los artilleros del
acorazado estaban quemados y llenos de
ampollas, muchos con sus manos inutiliza-
das y sus cabezas abrasadas y sin cabellos.
La derrota española fue clara, pero el
resultado de la batalla de Santiago de Cuba
pudo haber sido muy distinto, ya que en
una batalla nada está decidido de ante-
mano. Así, frente al fatalismo de Cervera
que dio el choque por perdido antes de
empezar, siete años más tarde, Togo se
enfrentó con sus cuatro acorazados a ocho
buques rusos en Tsushima, hundiéndolos
a todos. Y es que el japonés, a diferencia
del español, no se rindió y a pesar de la
desventaja, jugó con todos los recursos
disponibles hasta lograr la victoria.

D E I B E R IA V I E JA
93
 Historia contemporánea

Carne Picada: el engaño a Hitler en España

Operación
ANTI NAZI
Una de las operaciones secretas más extrañas y
decisivas de la Segunda Guerra Mundial,
orquestada por el MI5, tuvo a la “neutral” España
como eje para su consecución.
El protagonista involuntario de esta singular
historia fue el cadáver de un mendigo inglés al que
se haría pasar por un alto oficial de la marina
británica, y cuyo cuerpo, vestido con uniforme y
portando valiosos documentos, fue arrojado
frente a las costas de Huelva.
ÓSCAR HERRADÓN

E
l origen de uno de los más bri-
llantes señuelos del espionaje
británico lo encontramos en
la Conferencia de Casablanca
–celebrada entre el 14 y el 24
de enero de 1943–, cuando se
decide que la invasión de Euro-
pa a través de las islas del Mediterráneo
–Operación Husky–, tendría lugar en julio
de ese año. Así lo decidieron los mandata-
rios reunidos en el marroquí Hotel Anfa:
Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill,
Charles de Gaulle y Henri Giraud.
El canciller alemán y su Alto Estado
Mayor –el OKW– eran conscientes de la
inminencia de un desembarco en el Viejo
Continente. La topografía del terreno
favorecería a los defensores, por lo que
ingleses, franceses y norteamericanos de-
bían mantener en secreto el lugar exacto
del mismo, dando forma a un elaborado
plan de engaño.
Tras la derrota de los ejércitos de
Erwin Rommel, el “Zorro del Desierto”, y
finalizada la campaña del norte de África,
Sicilia se había convertido en un lugar es-
tratégico fundamental, pues era el punto
más indicado para iniciar una invasión
del Sur de Italia y de allí del continente,
hacia el centro de la Europa ocupada.
Esto también lo sabían los ejércitos del
Eje, por lo que dotaciones alemanas e ita-
lianas permanecían en constante alerta.
Existía también la posibilidad, aunque
menor, de que el desembarco aliado se rea-
lizara en otro lugar, y precisamente ese sería
el objetivo de los servicios secretos ingleses:
desviar la atención de los alemanes de Sicilia
a otros puntos de acceso. La idea era hacer
creer a Hitler y al Abwehr, el servicio de
espionaje alemán, que las primeras incur-
siones se producirían simultáneamente por
Grecia y Cerdeña, en ningún caso por Sicilia,
que, tratándose del lugar exacto, serviría
para fingir una maniobra de distracción.

94 D E I B E R IA V I E JA

GESTANDO UN PLAN PERFECTO
Serían dos oficiales ingleses los encar-
gados de dar forma a la que acabaría
siendo conocida con el nombre en clave
de Operación Carne Picada o Picadillo
(Mincemeat Operation). Se trataba del
capitán de la RAF (Fuerza Aérea Británica)
Sir Charles Cholmondeley, que trabajaba
en la sección B1A del MI5, y del capitán de
corbeta Ewen Montagu, que pertenecía a
la División de Inteligencia Naval del Almi-
rantazgo y trabajaba para el ultrasecreto
Comité XX. Este último daría a conocer
dicha operación en 1953 en el libro El
hombre que nunca existió –que se conver-
En Huelva operaba uno de los más eficientes
espías del Abwehr en el sur de Europa, Adolf
Clauss, cuyo padre ejercía como cónsul
tiría en película homónima en 1956–, pero
en virtud del Acta de Secretos Oficiales y
el hecho de que los servicios secretos de
su país se hallaran en plena Guerra Fría,
Montagu hubo de omitir no pocos detalles.
En 2010 sería el periodista británico
del diario The Times, Ben Macintyre,
quien arrojaría luz definitiva sobre el
Henri Giraud, Franklin D. Roosevelt,
Charles de Gaulle y Winston Churchill en
la Conferencia de Casablanca de 1943.
asunto. Es el propio autor quien señala
que la idea original surgió de la imagi-
nativa mente del escritor Ian Fleming,
creador de James Bond y quien mucho
sabía de espionaje, pues trabajaba en-
tonces, como Montagu, para la Oficina de
Inteligencia Naval británica. Al parecer,
se inspiró en la trama de una novela de
D E I B E R IA V I E JA
95
 Historia contemporánea
Gracias a la eufemística “no beligerancia”, Franco
facilitó el trabajo de los espías alemanes en España.
La idea original consistía en enviar información
falsa a los alemanes a través de un oficial
muerto en combate
detectives publicada en la década de los
30, escrita por Basil Thomson, a su vez
también oficial de Inteligencia y policía
que en sus ratos libres se dedicaba a escri-
bir y que falleció en 1939.
La idea, retomada por Cholmondeley,
consistía en enviar información falsa a los
alemanes a través de un oficial muerto en
combate, o como finalmente se decidiría,
fallecido durante un accidente aéreo mien-
tras transportaba información vital a los
altos mandos aliados en el norte de África.
“Carne Picada” era mucho más
ambiciosa y comportaba mayores riesgos
que otras anteriores –ver recuadro–. Los
aliados sabían que de ser hallado el cadá-
ver, éste sería sometido a una minuciosa
autopsia y los documentos que portaba,
bajo el marchamo de “Alto Secreto”,
sometidos a un meticuloso análisis
para detectar cualquier fraude. El plan
orquestado por Ewen Montagu consistía
en hacer llegar hasta las costas de Huelva
el cuerpo sin vida de un alto oficial de
la Marina que había muerto ahogado
al estrellarse su avión. Y es aquí donde
96 D E I B E R IA V I E JA
entra en liza nuestro país. El MI5 decidió
escoger las costas onubenses por varias
razones: entre otras, las corrientes de la
zona, que podían trasladar el cuerpo sin
demasiadas dificultades hasta tierra. Ade-
más, Huelva quedaba de paso en la ruta
aérea entre Londres y el cuartel general
aliado en Argel, dando consistencia a la
hipótesis de un supuesto accidente. Otra
de las razones esgrimidas era que, a pesar
de ser oficialmente neutral, nuestro país
era campo abonado para las maniobras de
servicios secretos nazis.
La última y más importante razón,
quizá, era que precisamente en Huelva
operaba uno de los más eficientes espías del
Abwehr en el sur de Europa, Adolf Clauss,
cuyo padre ejercía como cónsul en la
región y, por tanto, mantenía importantes
contactos con los altos mandos españoles.
En 1943, el agente dirigía la red de espionaje
más grande y eficaz de la costa española.
UN CADÁVER SIN IDENTIDAD
Era vital que una vez se descubriera el
cadáver, los documentos no fueran direc-
tamente enviados a la embajada británica,
como requería el procedimiento, sino ins-
peccionados por los hombres del Abwehr
antes de ser devueltos a sus dueños.
Existía la posibilidad de que el cadáver
fuese enviado de forma casi inmediata a
Gibraltar, colonia británica, para rendirle
honores y darle sepultura, pero entonces
la misión fracasaría, así que se puso en
alerta a varios altos cargos ingleses tanto
de Huelva como del Peñón.
Líneas más adelante recogeré cómo
se las ingeniaron los agentes ingleses para
lograrlo, pero veamos antes quién era
“el hombre que nunca existió”. Cuenta
Montagu en su libro de 1953 que se puso
en contacto con el prestigioso patólogo
forense sir Bernard Spilsbury, quien
aconsejó el cuerpo de una víctima de
neumonía, “que presentan un encharca-
miento de los pulmones similar al de los
ahogados por líquido pleural”, siendo así
muy difícil de detectar por otro patólogo
forense al servicio de los alemanes que se
trataba de alguien fallecido previamente.
Montagu apunta que lograron locali-
zar a un hombre que había muerto por
neumonía en un hospital londinense, tras
obtener el permiso oficial de su familia.
El mismo Churchill, muy interesado
en las operaciones de Inteligencia, dio luz
verde a la operación el 15 de abril de 1943
y los hombres al servicio de Montagu
se dedicaron a la tarea de construir una
identidad al cadáver. El premier lo hizo no
sin antes obtener la colaboración y el apo-
yo del general Eisenhower, comandante
supremo del ejército aliado en África.
Ewen Montagu, capitán de corbeta y
autor de El hombre que nunca existió.
Se le construyó una
personalidad hecha a
medida, con algún que
otro claroscuro

Nacía así el capitán de los Royal Mari-

nes con función de Mayor William Martin,
nacido en Cardiff, Gales, en 1907, y con 36
años en el momento de su supuesta muerte,
que estaba destinado en el Cuartel General
de Operaciones Combinadas. Era un capi-
tán eventual habilitado como “comandan-
te” para aquella misión, puesto que nadie
con una graduación inferior hubiese podido
llevar documentos de alto secreto.

DOCUMENTOS FALSOS
Se le construyó una personalidad hecha
a medida, una historia con algún que
otro claroscuro e incluso una relación
ficticia, mientras los departamentos
especializados en falsificaciones prepara-
ban a conciencia los documentos que lo
identificaban.
La identidad del personaje creado por
Montagu, aprobada por el Departamento
de Inteligencia Naval fue la siguiente: un
oficial de enlace destinado en la Mari-
na Real que prestaba entonces servicio
realizando correos de conexión entre las
tropas de África y la dirección en Lon-
dres, y que encontraría la “muerte” en un
accidente aéreo durante el viaje Gibral- A Ian Fleming, el “padre” de James Bond, se
tar-Londres –se apunta también una le ocurrió la idea de esta operación.
ruta hacia Argel– mientras transportaba
información vital para el desarrollo de la ponsable pero a la vez algo descuidado,
guerra en el Mediterráneo. para lo que incluyeron facturas sin pagar,
Para dotar de credibilidad a la misión, así como un pase caducado del Cuartel
se le inventó una relación formal con una General de Operaciones Combinadas. Era
joven bautizada como Pam –que en realidad la forma para poder explicar que la maleta
era la agente del MI5 Jean Leslie, muerta que portaba estuviese atada mediante
en 2012, que posó para un par de fotografías una cadena a su gabardina, dando la
que se guardaron en la cartera de Martin–, impresión de que quería estar cerca del
a las que acompañaban también cartas de material a lo largo de todo el trayecto
amor que estaban desgastadas para dar pero también de su tendencia al despiste.
la apariencia de que habían sido releídas Lo más importante de todo, una vez
muchas veces. Entre sus pertenecías se definida su identidad, fue preparar toda
incluyeron un juego de llaves, entradas de una serie de documentos que convencie-
teatro recientes de una función londinense, sen a los alemanes de que el desembarco
una factura por el alojamiento de su club en aliado se iba a efectuar en algún otro
Londres e incluso un descubierto del Lloyds punto que no fuese Sicilia. Se optó para
Bank en el que se le apremiaba a reingresar ello no por documentos oficiales, sino por
el dinero debido. cartas entre altos cargos del ejército don-
Sir Charles Cholmondeley era capitán de
Montagu y su equipo querían hacer de destacaban opiniones y sugerencias
la RAF y trabajaba en el MI5.
creer que se trataba de un oficial res- sobre el desembarco.

D E I B E R IA V I E JA
97
 Historia contemporánea
El documento de identidad de Martin formaba parte
El primer ministro Winston Churchill. del montaje urdido por el espionaje británico.
Maestros en el arte de la desinformación, los
agentes del MI5 indicaban que se estaban
elaborando planes “para engañar a los alemanes”
Los falsos planes se sugerían por
medio de una carta personal del teniente
general sir Archibald Nye, segundo jefe
del Estado Mayor General Imperial,
dirigida al general sir Harold Alexander,
comandante en jefe de las tropas aliadas
en el norte de África y Oriente Medio,
donde el primero le decía al segundo por
cauces no oficiales –off the record–, que se
llevarían a cabo dos operaciones conjun-
tas: mientras Harold Alexander atacaba
con sus tropas Córcega y Cerdeña, el
El cadáver del falso mayor William Martin.
Fotograma de la película El hombre que nunca existió (1956).
98 D E I B E R IA V I E JA
general Henry Wilson desplegaría las
suyas en Grecia.
Maestros en el arte de la desinforma-
ción, los agentes del MI5 indicaban en la
carta que se estaban elaborando planes
“para engañar a los alemanes” y conven-
cerlos de que el desembarco se haría en
Sicilia. Así, obligaban a la Wehrmacht a
dispersar sus fuerzas.
Pero aquella no era la única misiva
que incluía el maletín del Mayor Martin:
en otra, dirigida por Lord Louis Mount-
batten, Jefe de Operaciones Combinadas,
al almirante sir Andrew Cunningham,
Comandante en Jefe del Mediterráneo,
se ensalzaba la habilidad de Martin en
operaciones de tipo anfibio, y el ficticio
Mountbatten señalaba que era una infor-
mación tan delicada que no podía seguir
el curso oficial, de ahí el motivo del vuelo
del hombre que nunca existió. En una
hábil maniobra se apuntaba como centro
de la invasión la isla de Cerdeña.
UN AHOGADO EN HUELVA
El cadáver de William Martin fue vestido
con el uniforme de los Royal Marines
–algo que no fue sencillo debido a su
rigidez–, e introducido en un contenedor
estanco conservado en hielo seco. El tubo

Cartel de la cinta que narra estos hechos.
metálico fue introducido en el submarino
HMS Seraph, al mando del teniente-co-
mandante N. A. Jewell, que partió a las 18
horas del 19 de abril de 1943 de la base de
Holy Loch con rumbo a la isla de Malta.
El día 30 de abril, a una milla marina
de la costa onubense, el submarino subió
a la superficie. Sobre las 4.30 horas, subie-
ron el contenedor a cubierta y Jewell
procedió a abrirlo en presencia de los
El verdadero “hombre que nunca existió”
LA VERDADERA IDENTIDAD de William
Martin ha sido objeto de numerosas
controversias. Ewen Montagu señaló en
su libro que era el cuerpo de un hombre
sin identificar de 34 años, muerto de
neumonía. En 1996, el ejército británico
desclasificó varios documentos que
analizó el historiador aficionado Roger
Morgan, quien llegó a la conclusión de
que Martin fue un vagabundo galés,
alcohólico y con problemas mentales que
al parecer se suicidó –o ingirió por error–
raticida. Se trataba de Glyndwr Martin,
cuyo cuerpo se encontraba en la morgue
del hospital Saint Pancrass. Sin embargo,
resulta poco probable que el fallecido por
ingesta tóxica fuera el elegido.
En su libro Los secretos del HMS
Dasher, dedicado al portaaviones
Dirigida por Ronald Neame, la película El hombre que
nunca existió se basa en el libro de Ewen Montagu.
Puesto que Jewell era el único que conocía la
verdad, tomó juramento de silencio a sus
subordinados y celebró un responso fúnebre
oficiales de a bordo. Puesto que Jewell era
el único que conocía la verdad, tomó en
aquel instante juramento de silencio a sus
subordinados. Ante el peculiar catafalco,
se celebró un responso fúnebre. Jewell
pronunció el Salmo 39, “Caducidad de
la vida”; luego, le colocaron al cadáver,
ya muy deteriorado, un salvavidas de la
RAF para que pareciera la víctima de un
accidente aéreo, y arrojaron sus restos al
agua, esperando que las corrientes del Es-
trecho arrastraran el cuerpo a tierra. Una
vez que el submarino se había alejado lo
suficiente, Jewell informó con el mensaje
“Carne Picada completada”.
Aún en Londres, en su cuello habían
colocado una cadena con una cruz de
plata y placas de identificación en la que
podía leerse: “Mayor Martin, R.M., R/C”,
cuyo significado era el siguiente: “Mayor
británico que fue hundido en un error
fatal por los propios aliados el 27 de
marzo de 1943, los autores John y
Noreen Steele señalan que el cuerpo que
se dejó flotando frente a Punta Umbría
no era el de Michael, sino el de una de
las víctimas del accidente. La razón: que
el cuerpo del vagabundo fue obtenido
en enero de 1943 y que debía estar en
un avanzado estado de descomposición
para cuando “Carne Picada” se llevase a
cabo. Lo lógico habría sido que Montagu
y Cholmondeley trasladaran el cuerpo
directamente al puerto de Blyth, donde
estaba amarrado el Seraph. Sin embargo,
el submarino recibió órdenes de acudir
al fiordo de Clyde, lugar del accidente
del Dasher, para hacerse con un nuevo
cuerpo que sirviera para la misión.
D E I B E R IA V I E JA
99
 Historia contemporánea

Los antecedentes de “Carne Picada”

La exitosa invasión de Sicilia fue posible
HUBO OTROS PLANES parecidos que fueron llevados a cabo antes que la gracias a la Operación Carne Picada.
Operación Mincemeat, aunque no tan ambiciosos y ni mucho menos tan
elaborados. Una operación similar había sido realizada en 1942, en la batalla
entre cinco y diez días. Si los alemanes le
de Alam Halfa: se abandonó un cadáver en un coche que explotó –o eso se hizo
hubiesen prestado más atención a su infor-
creer– cuando atravesaba un campo de minas. Dicho cuerpo llevaba consigo un
me, se habrían dado cuenta de que Martin
mapa falsificado de otros supuestos campos minados. El plano se le entregó no podía haber estado en el teatro la noche
a Rommel, que parecer ser mordió el anzuelo, y sus temibles panzers, los del 22 de abril, como indicaban los resguar-
camuflados y letales carros de combate alemanes, quedaros atrapados en las dos de las entradas que portaba, pues en
abrasadoras arenas del desierto. dicha fecha debía llevar varios días muerto.
Del Torno dejó constancia de su extrañeza
ante el hecho de que el Mayor no mostrase
las habituales mordeduras de peces. Aun
El forense español así, determinó que había muerto de “asfixia
por inmersión”.
determinó que el La operación estuvo a punto de irse
cuerpo llevaba muerto al traste cuando el maletín que portaba el
cadáver iba a serle entregado por el juez
La agente del MI5 Jean Leslie (Pam). entre cinco y diez días instructor de la Marina de Huelva, Maria-
no Pascual del Pobil, al vicencónsul bri-
tánico, Francis Haselden, evitándose así
Martin, Royal Marine, Roman Catholic”. el papeleo. Haselden, sin embargo, estaba
Esto último se decidió para que, si todo al corriente de la Operación Mincemeat
salía según lo previsto, el cuerpo fuera
enterrado en el cementerio católico
de Huelva y no en la colonia inglesa de
Gibraltar, lo que daría al traste con la
operación. Además, los espías alemanes
El HMS Seraph llevó el cadáver de Martin. controlados por Crauss se movían con
gran facilidad en el camposanto onuben-
se y tendrían un acceso casi directo a la
información del maletín.
El cuerpo del mayor Martin fue en-
contrado cerca de la playa de Mata Negra.
El descubrimiento fue puesto en conoci-
miento de las autoridades pertinentes y la
autopsia corrió a cargo del forense Eduardo
Fernández del Torno, quien, contrariamen-
te a la opinión del británico Spilsbury, reali-
Montagu y Cholmondeley durante el zó un análisis preciso y muy profesional del
traslado de la cápsula. cuerpo, determinando que llevaba fallecido Adolf Crauss, espía del Abwehr.

100 D E I B E R IA V I E JA

Montagu trabajaba para el Comité XX.
gracias a Alan Hillgarth, agregado naval
de la embajada británica en Madrid, y le
indicó a Pobil que debía seguir los cauces
oficiales. Por ello, el maletín estuvo trece
días en manos de las autoridades fran-
quistas, tiempo más que suficientes para
que los “zorros” del Abwehr accedieran a
la información clasificada.
Para dar más cobertura al engaño,
el nombre del mayor Martin apareció
incluido en una lista de bajas publicada
por el diario The Times el 4 de junio, junto
al de otros dos oficiales que, efectiva-
mente, habían muerto en un accidente
aéreo sobre el mar. Para que el engaño se
viera reforzado, se enviaron una serie de
mensajes de máxima urgencia del propio
Almirantazgo al agregado naval británico
en Madrid, pidiéndole la devolución “a
cualquier precio” de los documentos que
portaba el cadáver. Así –sabedores de que
la Inteligencia de nuestro país seguía de
cerca las comunicaciones británicas–
alertarían a las autoridades españolas so-
bre la importancia capital de los papeles.
Alrededor de 160.000 soldados aliados desembarcaron
en la isla de Sicilia la noche del 9 al 10 de julio de 1943.
Cuando el maletín regresó a Londres, el examen
microscópico reveló que los alemanes habían
abierto y vuelto a cerrar las cartas
Cuando el maletín regresó a Londres
tras pasar por las manos de Hillgarth, trece
días después, el examen microscópico
reveló que los alemanes habían abierto y
vuelto a cerrar las cartas. En otro alarde
de genialidad, Montagu había dejado unas
minúsculas pestañas dentro de los sobres,
que, aunque parecían intactos, habían
sido abiertos. La misión parecía haber
salido bien, y la confirmación llegó con las
escuchas descifradas en Bletchley Park, las
emisiones Ultra descifradas a la máquina
Enigma alemana: indicaban que los nazis
estaban desviando fuerzas para defender
Córcega, Cerdeña y la costa griega. A raíz
de esta noticia, se envió un breve despacho
telegráfico a Churchill sobre el éxito de la
operación: “Carne picada tragada entera”
(Mincemeat Swallowed Whole).
MORDER EL ANZUELO
Ahora sólo cabía esperar los resultados.
La noche del 9 al 10 de julio de 1943,
alrededor de 160 mil soldados aliados
desembarcaron en Sicilia. El alto man-
do alemán –OKW– había determinado
el traslado desde territorio siciliano a
Kalamata y Cabo Aroxos, en Grecia, de
varias divisiones acorazadas. Una división
de panzers se desplazó desde Francia al
frente del Egeo y otras fueron dirigidas
a los Balcanes cuando se estaba librando
en el Este una de las batallas decisivas de
toda la guerra, la de Kursk. Córcega y Cer-
deña fueron fortificadas, dejando Sicilia
prácticamente desguarnecida.
Tras la guerra, se realizó una investiga-
ción en los archivos del Tercer Reich, y en
los de la Kriegsmarine se encontró el diario
del almirante Karl Dönitz, más tarde
sucesor del Führer antes de la derrota final
como Reichspräsident, quien, en una en-
trada del 15 de mayo, señalaba: “El Führer
no está de acuerdo con la idea del Duce de
que la punta más probable de la invasión
sea Sicilia. Según su opinión, los documen-
tos anglosajones encontrados en España
confirman que el desembarco se producirá
en la isla de Cerdeña y el Peloponeso”.
Aquel fue uno de los golpes más efecti-
vos de los aliados y sin duda acortó la dura-
ción de la guerra, contribuyendo a la agonía
del Tercer Reich. Hoy, una lápida en el
cementerio onubense de Nuestra Señora de
la Soledad sigue recordando a aquel héroe
post-mortem de la contienda, el teniente
Martin. En ella pueden leerse sobre el már-
mol los nombres de William Martin y el de
Glyndwr Michael –que se añadió hace unos
cuantos años–, con la inscripción horaciana
Dulce et decorum est pro patria mori (“Dulce
y honroso es morir por la patria”).
D E I B E R IA V I E JA
101
 Ágora
Ignacio y la compañía
MARÍA Y LAURA LARA
EDAF. MADRID (2015).
384 PÁGS. 28 €
102 D E I B E R IA V I E JA
El libro del mes
Una misión universal
LAS HISTORIADORAS María
y Laura Lara (Guadalajara, 1981)
han merecido ex-aequo el XIII
Premio Algaba de la editorial
EDAF por Ignacio y la compañía.
Del castillo a la misión, una obra
que presenta un recorrido vital por
el fundador de la Compañía de
Jesús y, sobre todo, por la trayec-
toria de esta Sociedad. El reto era
fabuloso, y las autoras salen airo-
sas. Su libro es una síntesis perfec-
ta no ya de la vida de su hombre y
de su misión, que también, sino de
la historia espiritual y acaso antro-
pológica del mundo desde el siglo
XVI hasta nuestros días. Y es que,
en efecto, la obra no se olvida del
papa Francisco, el primer jesuita
en el solio pontificio, ni de la
presencia hoy de la Compañía en
todo el planeta, donde cuenta con
más de 17.000 efectivos reparti-
dos en 127 países.
Ignacio de Loyola fue un hijo
de su tiempo. Nacido en 1491,
tomó parte en la defensa de Pam-
plona, recorrió los Santos Lugares,
estudió en París y en la colina de
Montmartre pronunció, junto con
sus primeros seguidores, los votos
de pobreza, castidad y compro-
miso de peregrinar a Jerusalén.
“Habían sellado –afirman las
hermanas Lara– un pacto de sim-
patía y servicio a Dios. No podían
adivinar, ni en sueños, hasta dónde
podría llevarlos esta generosa y ju-
venil promesa”. Antes de su muer-
te, en 1556, la Compañía “papista”
contaba ya con mil miembros y
estaba instalada en regiones tan
remotas como la India.
Su insólita expansión, que
haría de ella la orden católica más
importante de la Historia, le hizo
ganarse la enemistad de muchos.
Si ya en tiempo de los Austrias se
alzaron algunas voces contra su
modo de confesar o la obedien-
cia ciega de sus miembros a su
superior, la persecución alcanzó
su cenit con los Borbones, cuando
fueron expulsados del Imperio, con
incalculables consecuencias para la
cultura y la educación españolas.
El libro no se deja nada en el
tintero y, desde luego, pasa por la
Segunda República, la Guerra Ci-
vil y la Dictadura, ofreciendo una
perspectiva muy equilibrada sobre
la Compañía en el siglo XX.
Afirman las investigadoras
que “los jesuitas apostaron por
el hombre y actuaron para que
desarrollara todas sus capacidades
a través de asignaturas tan dispares
como las ciencias, las artes, la
literatura y el conocimiento”, y a
deslindar esa proverbial vocación
pedagógica dedican uno de los
capítulos de su obra.
Como sucede con todos los
títulos de esta colección, erudición
y amenidad se dan la mano para
componer el fresco de una época
prodigiosa, repleta de personajes
que hoy se nos antojan casi inve-
rosímiles. La calidad de las ilustra-
ciones enriquece la lectura de esta
obra, para la que las autoras han
fatigado los más diversos archivos
y la mejor bibliografía. El jurado
del Algaba ha vuelto a acertar este
año al destacar los méritos de un
trabajo que, junto con Carlos V.
Emperador y hombre, de Juan
Ignacio Vilar, se incorpora al catá-
logo de este prestigioso galardón
Alberto de Frutos
 Entre líneas Bruno Cardeñosa

LA RISA COMO MOTOR DE

LAS CIVILIZACIONES
La risa y el humor son un
reflejo de cada momento
histórico. Reírse no siempre
fue fácil, porque a veces el
poder buscaba en el humor una
manifestación disimulada de
la crítica a quienes estaban ahí
arriba. Como el resto de obras
de José María Perceval –habría
que leerlo en los colegios– la
humanidad y el sentir por ella
está siempre presente. Sabe que
el dolor es uno de los motores de
la historia –Historia del racismo
y la xenofobia, otra de sus obras
lo demuestra– y que junto a
él está la risa, que une a las
sociedades humanas y muestran
su identidad.
El humor y sus
límites
JOSÉ MARÍA PERCEVAL
CÁTEDRA. MADRID (2015).
246 PÁGS. 14,20 €.
Historia y valor se funden en este libro
HA VUELTO. Se trata de
una de las autoras más
importantes de nuestro
tiempo. Los premios
más prestigiosos y el
reconocimiento unánime
de los críticos a Clara Usón
hacen de ella una de las voces
a tener más en cuenta. En su
nuevo trabajo profundiza en
el pasado y en las personas.
Si lo primero es difícil, más lo
es lo segundo, pero eso es lo
que dintingue a los grandes
autores de los fabricantes
de best-sellers: meterse en
la piel de sus protagonistas
y profundizar en sus
sentimientos y pensamientos
cuando se enfrentan a cosas
que hacen tambalear los
cimientos de su conciencia.
En Valor ahonda en algo que
todos hemos pensado alguna
vez: ¿Qué se pasaba por la
cabeza de los banqueros que
nos vendían preferentes
en las oficinas que llevaban
regentando decenas de años?
Sus clientes depositaban
su confianza en quienes les
estaban traicionando ¿a
Valor
CLARA USÓN
SEIX BARRAL.
BARCELONA (2015).
320 PÁGS. 19 €.
conciencia? Buscar respuestas
a grandes dudas es lo que hace
Usón en este trabajo, en el que
narra tres historias paralelas
en las que el coraje forma parte
de la espina dorsal de su relato.
Un sacerdote fanático en un
campo de concentración y uno
de los hombres que lideraron
la revolución de Jaca en 1930,
uno de los acontecimientos
más fascinantes de nuestra
historia reciente, se suman
a este ambicioso tapiz de la
historia contemporánea de
España.

La historia definitiva la II Guerra Mundial, cuando los campos

de los campos de
concentración
KL es una obra que revienta la mesa de
trabajo y la conciencia. Cuando llegó a
nuestra mesa de redacción no tuvimos duda
alguna de que estábamos ante el trabajo más
completo sobre la historia de los campos de
concentración. Es una obra voluminosa e
insuperable gracias a la cual podemos saber
algo más sobre el periodo más oscuro de la
civilización moderna. Nunca sabremos por
qué se apagó la luz, pero esta investigación
ayuda a conocer todos los extremos de la
oscuridad que cubrió la razón y el sentido
común, que se desnortó mucho antes de
de concentración comenzaron a utilizarse
sí mismos. Tampoco
los responsables
por las SS como centros de explotación escribieron mucho
industrial en 1933. Una de las grandes de lo que hicieron,
aportaciones de esta investigación es porque fueron
que el autor ha recuperado testimonios hechos presos y
inéditos que nos presentan una realidad condenados a muerte
más caleidoscópica de aquella brutalidad poco después de
en la que incluso participaron personas acabada la guerra
“normales”. Resulta casi imposible concebir mundial. Todo
lo que les motivó a convertir aquellas ello ha hecho más
“cárceles” en centros de explotación que, complicado conocer al detalle la historia
con el tiempo, lo llegaron a ser de reclusión completa de los campos de concentración,
y exterminio. Algunos de los guardias pero gracias a libros tan rotundos y
no escribieron ni memorias ni dejaron definitivos como el de Nikolaus Wachsmann
testimonio alguno de lo que hicieron. Es –que es tanto un ejercicio de investigación
como si hubieran cerrado la puerta, y su como una forma para activar la conciencia–
conciencia les impidiera incluso mirarse a hoy empezamos a saberlo.

103
D E I B E R IA V I E JA
 Ágora
Desde mi torrecilla
El arte de la fusión
La colección “Detresentrés”, de Mishkin Ediciones, parte de una realidad
cultural incuestionable: en nuestra formación cultural no tienen ya cabida los
compartimentos estanco, pues todo está mezclado: novela, cine, relato, ensayo,
reportaje… Ofrecer y fundir estos elementos en un solo libro es el objetivo de
esta colección, que presenta en un único soporte una oferta variada multigénero.
HASTA AHORA, han aparecido
dos libros con los que los
editores han plasmado estas
intenciones. El primero de
ellos, centrado en la educación
rusa, que funciona como el
hilo conductor, contiene tres
propuestas de artistas rusos, dos
escritores y un director de cine.
En primer lugar, recuperan la
novela de Nikolái Pomialovski
El seminario - El seminario. Bocetos, texto
Bocetos. contemporáneo a algunos de
El primer Dostoievski y que se publicó
maestro. en una revista que editaban los
Lecciones de hermanos Dostoievski en 1862.
francés
N. POMIALOVSKI., A. KON- La novela describe la educación
CHALOVSKI., V. RASPUTIN en la Rusia de los zares. Después,
MISHKIN EDICIONES. publican el relato Lecciones de
MADRID (2015).
288 PÁGS. 28,70 €.
francés, de Valentín Rasputin,
escritor fallecido en marzo
de 2015 que, con palabras de
Gonzalo Aragonés, autor de la
breve introducción, “pasará
a la historia de la literatura
por haber retratado las
preocupaciones universales
del ser humano, narradas con
sencillez en medio de una
naturaleza campesina y con el
paisaje de Siberia al fondo”. Su
104 D E I B E R IA V I E JA
Adolfo Torrecilla
relato aborda la educación en la
época del deshielo de la Unión
Soviética. Completa el volumen
El primer maestro, de 1965, la
primera película del director
de cine Andrëi Konchalovski,
que transcurre en la década de
los años veinte del pasado siglo,
una vez finalizada la guerra
civil, y que está ambientada
en un pequeño poblado de
Kirguistán. La película cuenta
la vida de un maestro que tiene
una fe absoluta en las ideas de
Lenin que, al conocer la noticia
de su muerte, se derrumba y
no sabe ya qué enseñar. Es un
texto sobre la educación en los
primeros años de la Revolución.
La misma filosofía, tres en
uno, se repite en el otro de los
volúmenes editados, que tiene
como tema central la figura de
los payasos, que abordan con
tres propuestas: la película
del italiano Federico Fellini
Los clowns; la novela del
sueco H. Bergman Jack el
Payaso; y el relato del escritor
argentino César Aira Los dos
payasos./A.T.
Testimonio
sociológico
ESTE ENSAYO, escribe su
autor, “gira en torno al tema del
cervantino hidalgo manchego
enloquecido por la lectura de los
libros de caballerías”. Se trata de
una segunda edición actuali-
zada que aparece en un nuevo
centenario de la publicación de
la segunda parte de El Quijote
en 1615.
El Quijote es, sin lugar a
dudas, una novela libresca. Los
libros ocupan un papel fun-
damental en su concepción y
sentido. Y, encima, en la primera
parte, en un espléndido capítulo,
Cervantes realiza una disección
de la Biblioteca de don Quijo-
te, un sobresaliente ejercicio
de crítica literaria que aporta
una importante información
sobre qué libros se leían en
aquella época, especialmente
de entretenimiento. El autor
dedica toda la primera parte de
este ensayo a reflexionar sobre
la historia de las bibliotecas y el
valor que podemos sacar de este
capítulo. Luego, se comentan
los libros que aparecen, la gran
mayoría novelas de caballerías
de la época que merecen elogios
o denuestos. Un libro original,
interesante, que va más allá del
elenco de libros de la Biblioteca
del Quijote y que plantea suge-
rentes reflexiones, todas muy
cervantinas./A.T.
La biblioteca de don
Quijote
EDWARD BAKER
MARCIAL PONS HISTORIA.
MADRID (2015). 192 PÁGS. 19 €.
Expedición a
la Cochinchina
RESCATA el autor uno de
esos episodios olvidados
de la historia de España.
En este caso, la novela se
ambienta en 1857 en lo que
se llamaba la Cochinchina
(actual Vietnam), y cuenta
un episodio histórico en
el que las tropas francesas
y españolas se aliaron
para atacar al emperador
Tu Duc, responsable de
la muerte de obispos y
misioneros cristianos. El
autor se inspira en las me-
morias de Carlos Palanca,
militar español encargado
de esa expedición, y de los
testimonios de misioneros
dominicos que estuvie-
ron en aquellas tierras y
que sobrevivieron, pues
otros muchos fallecieron
mártires.
El autor convierte
en protagonistas a varias
mujeres que viajaron en la
expedición que salió de Ma-
nila rumbo a Cochinchina.
Todas tienen una historia
de fracasos a sus espaldas,
que abordan con entereza.
A su lado, las exóticas y
peligrosas peripecias de
los militares y religiosos
en aquellas tierras. Novela
interesante, pues descubre
un mundo y unos acon-
tecimientos olvidados de
los que apenas se tienen
noticia./A.T.
La Dama de
Saigón
J. L. GIL SOTO
KAILAS. MADRID (2015).
544 PÁGS. 19,90 €.
N osotros estuvimos ahí…
La importancia de llamarse Suerte
Por Alberto de Frutos
CUANDO las cámaras se que- durante la Segunda Guerra 1921, y cuya fachada modernista
dan sin batería y los periodistas Mundial, huyeron de los nazis, podría haber cautivado la dulce
vuelven a sus redacciones con cruzaron los Pirineos, y pararon imaginación de Hansel y Gretel.
una burbujeante crónica que se en Sort. Su historia se describe De vez en cuando, una plaza
resume en las cinco cifras de un en el Museo del Camino de la o un muro nos asaltan con un
décimo navideño, Sort –Lleida– Libertad, que, en la plaza Sant busto o una inscripción curiosa.
recupera la normalidad. Eloi, documenta ese dolor en Al detenernos, sentimos que esa
El origen de su nombre es marcha. memoria sedentaria y petrifi-
tan confuso como los espejis- La villa ha aprovechado cada es como una postal que
mos que nos embelesan todos su privilegiada situación y su solo puede pasar de ojo en ojo,
los años, cuando el calendario se nombre para crecer y llegar tan pero que nunca amarilleará en
arropa las carnes con la hoja de alto como la torre de la iglesia los cajones donde extraviamos
diciembre. Luego, claro, pasa lo parroquial de Sant Feliu, que, el pasado. Copiamos la leyenda
que pasa: que la suerte se nos va junto con los restos del castillo – de una placa, remachada por el
de las manos, y Sort se queda ahí, antigua residencia de los condes Ayuntamiento en 1998: “En esta
perforada por una chincheta que de Pallars– constituye uno de casa nació el Dr. Josep Mir i Ro-
señala la capital de la comarca los atractivos monumentales de cafort, ‘Fassman’. Hijo de la casa
del Pallars Sobirà y que clava su nuestro paseo. Mariot, hipnólogo, y creador de
punta acerada en una piragua En días aborregados, la la dinámica mental aplicada.
sobre las aguas del Noguera sobriedad de su planta nos hace Fundó una escuela en Cataluña
Pallaresa. llorar piedras, por lo que bus- y en diversos países de América.
Pero el río es mudo y hay camos un poco de color en otra Sort 1909 – Barcelona 1991”.
que interrogar a otros testigos parte y lo encontramos en algu- ¿Acaso no es todo un
acerca del paso del tiempo. Ellos nos edificios de la Plaza Mayor arte ese de informar y, a la
nos contarán, por ejemplo, la y en sus alrededores, como en vez, aguijar la curiosidad por
historia de los exiliados que, el chalet Emiliana, que data de conocer más?
Los errores de la Transición
EL PERIODISTA británico de origen español Tom Burns Marañón –nieto de Gregorio Marañón–
presenta una lúcida reflexión sobre la historia de la Transición española: el ansia de libertad estaba
entonces “madura”, pero los políticos que asumieron la responsabilidad de darle forma fueron
cayendo en una suerte de personalismo que frustró la cosecha. Uno de los problemas a los que
se enfrentó España tras la dimisión de Adolfo Suárez, principal actor de la Transición, fue que el
centro-derecha español quedó inarticulado, lo que dio pie a que el espacio político fuera copado por
el PSOE de Felipe González y “según los clásicos de la Antigüedad, las sociedades y sus instituciones
son solventes y sanas cuando no hay entidad o personalidad alguna que sea excesivamente poderosa”
(pág. 217). Carr, que conoció a Fraga cuando este era embajador en Londres,
aconsejó al político que dilatara su regreso a España para ocupar el espacio
del centro-derecha, pero Fraga se precipitó y la sociedad española no dejó de
asociarlo con el régimen de Franco, impidiendo la regeneración del centro-
derecha. Pero el primer error tras la muerte del dictador lo cometió el propio
rey Juan Carlos al confirmar como presidente del Gobierno a Carlos Arias
Navarro./A.F.D.
DE LA FRUTA MADURA A LA MANZANA PODRIDA
TOM BURNS MARAÑÓN
GALAXIA GUTENBERG. MADRID (2015).
336 PÁGS. 22,5 €.
105
D E I B E R IA V I E JA

Gálvez, otro héroe olvidado
RESULTAN destacables, para
poner las cosas en su sitio, las
últimas palabras de este libro
sobre Bernardo de Gálvez
(1746-1786): “Debemos por tan-
to tras la lectura de sus hazañas
situar a Bernardo de Gálvez en
el lugar correcto, y dejar claro
lo que fue: un notable militar y
político que dedicó su vida a de-
fender los intereses de su patria,
España –a la que sirvió siempre
de la mejor forma posible–, pero
sin poder separar sus actos de
su época y de su tiempo. Nada
más y nada menos”. Y vienen a
cuento estas palabras porque a
veces la historia no se inter-
preta de la misma manera. En
el caso de Bernardo de Gálvez,
al proclamarlo el Gobierno
norteamericano “Ciudadano
Escapar como sea
La chica de los siete
nombres
HYEONSEO LEE
PENÍNSULA. BARCELONA (2015).
376 PÁGS. 19,90 €.
106 D E I B E R IA V I E JA
Honorario”, se pueden plantear
algunas incorrecciones sobre el
papel que desempeñó cuando
fue Gobernador interino de
Luisiana Occidental, en 1776.
Bernardo de Gálvez fue un fiel
servidor de Carlos III y en unos
momentos críticos mostró su
apoyo incondicional a la inde-
pendencia de Estados Unidos,
combatiendo a los ingleses en la
Florida y en otros territorios.
La lástima, y menos mal
que se publican libros como
éste, es que Gálvez es otro héroe
español olvidado, uno más. Si en
EE.UU. no se hubiese hablado
de él, en España seguiría siendo
un militar olvidado. Desem-
peñó importantes puestos en
Nueva España, participó en la
fracasada campaña de Argel y
TRAS La invasión del Campo
14, libro que relataba la huida
de un campo de concen-
tración de un norcoreano,
se publica el testimonio de
Hyeonseo Lee, una joven que
nació en 1980 en Hyesam,
una localidad fronteriza con
China. La primera parte del
libro cuenta su vida en Corea
del Norte desde dentro, mos-
trando la escala de valores,
las rutinas diarias, el papel
de la escuela, las relaciones
familiares y la agobiante y
tras su periplo en Luisiana fue
nombrado Gobernador y capi-
tán general de Cuba. Estamos
ante una nueva espléndida
biografía escrita por dos grandes
historiadores, especializados en
la historia militar española./A.T.
Bernardo de Gálvez
MIGUEL DEL REY
Y CARLOS CANALES
EDAF. MADRID (2015).
320 PÁGS. 26 €.
controladora presencia del
régimen comunista.
La segunda parte relata
su salida del país hacia China
con solo diecisiete años.
Vivió en diferentes ciudades
chinas hasta que pidió asilo
en Corea del Sur. Resultan
muy emocionantes estas pá-
ginas, pues la autora no tuvo
nada fácil salir adelante en
China y ocultar sus orígenes.
La autora ayudó también
a escapar a su madre y a su
hermano./A.T.
Intrahistoria
en Egipto
DOCTOR en Historia Antigua
por la Universidad Complu-
tense de Madrid, José Miguel
Parra es un reputado especia-
lista en el mundo faraónico,
como demuestra en este ensa-
yo sobre “cómo se desarrolla-
ba la jornada de bastantes de
los personajes que vivieron a
orillas del Nilo”.
Si a menudo el acento, a la
hora de abordar el estudio del
Antiguo Egipto, se ha puesto
en la vida de los faraones y en
su séquito, este libro cambia
radicalmente la perspectiva
y se centra en la vida de los
personajes secundarios, de
los discretos, de esos seres
fantasmales que suelen apa-
recer de pasada en aquellas
historias. Para escribir este
libro, se apoya en los nume-
rosos datos sobre su cultura
material que se han conserva-
do, los abundantes testimo-
nios escritos y la información
que se desprende del estudio
de la paleopatología. Inte-
resante trabajo, pues, que
permite ampliar horizontes
y tener una imagen más real
de la vida cotidiana en el
Antiguo Egipto./A.T.
La vida cotidiana en
el Antiguo Egipto
JOSÉ MIGUEL PARRA
LA ESFERA. MADRID (2015).
456 PÁGS. 24,90 €.
 Ágora
Carlos V y el polvorín italiano
EDITOR, escritor e historiador,
Antonio Lorente se centra
en este libro en las batallas
italianas de Carlos V contra su
principal enemigo, Francisco
I de Francia. Ya con anteriori-
dad, cuando el Gran Capitán
adquirió un prestigio mítico en
Italia y en España, el reino de
Nápoles había sido motivo de
discordia, aunque los franceses
fueron derrotados. Pero las
disputas continuaron a lo largo
del siglo XVI con el ascenso al
poder de Carlos V.
Carlos V situó al Imperio
español en la etapa de mayor
esplendor político y cultural. Y
basó su poder europeo en la po-
lítica que emprendió en Italia,
un polvorín político a pesar de
la aparente paz. Las ansias de
poder de los franceses provo-
caron una sucesión de guerras
en las que las tropas de Carlos
V impusieron su experiencia,
consolidando así la fortaleza
Un clásico búlgaro
RADÍCHOV (1929-2004) fue
el escritor húngaro más des-
tacado de la segunda mitad
del siglo XX. Siempre estuvo
vinculado a su tierra natal,
donde se ambientan la mayo-
ría de los relatos que compo-
nen este libro. No se trata de
relatos independientes sino
que todos juntos, de manera
coral, muestran la vida en
esta aldea con historias que
se vuelven a contar según las
diferentes perspectivas de los
protagonistas.
La mayoría contienen
referencias a la Primera y
la Segunda Guerra Mundial
y hablan de la actividad
de los partisanos. Estos
temas los utiliza el autor
108 D E I B E R IA V I E JA
del Imperio. Un buen ejemplo
son las batallas de La Bicocca
contra mercenarios suizos (de
la que salieron airosos los ter-
cios españoles) y la derrota en
Pavía del rey Francisco I, en la
que fue hecho prisionero. Este
libro aparece en un momento
en que se ha despertado el
interés por la compleja figura
de Carlos V, gracias al éxito de
la serie de televisión./A.T.
Carlos V a la
conquista de Europa
ANTONIO MUÑOZ LORENTE
NOWTILUS. MADRID (2015.)
352 PÁGS. 18,95 €.
con naturalidad y sencillez.
A veces introduce algunos
pasajes fantásticos que están
perfectamente integrados en
la veta realista de sus relatos.
Radíchkov sabe describir las
grandezas y la miseria de la
vida campesina./A.T.
Abecedario de pólvora
YORDÁN RADÍCHKOV
AUTOMÁTICA. MADRID (2015).
248 PÁGS. 18 €.
Una sorpresa
ESTA NOVELA se ha bién en sus reflexiones sobre
convertido en un fenómeno el matrimonio y las relaciones
editorial internacional. Tiene hombre-mujer. Casi todos los
un planteamiento original y personajes derrochan realis-
gira alrededor de tres mujeres mo y viven sin principios./A.T.
y dos hombres y un misterioso
caso de asesinato pendiente
de resolver. La autora sabe
cómo contar una historia con
sus dosis de intriga policial. Y
también describe con mucho
realismo la psicología de tres
mujeres muy distintas que
aportan una visión desespe-
ranzada de la mujer en esta
sociedad tan desestructurada La chica del tren
en la que vivimos. El interés PAULA HAWKINS
PLANETA. BARCELONA (2015).
sociológico se manifiesta tam- 400 PÁGS. 19,50 €.
Una trágica historia familiar
SACERDOTE y empresario fondo el estallido de la Guerra
gastronómico, el padre Lezama Civil, que Poli y sus tripulan-
es también una persona que tes viven en alta mar. Como
realiza una gran labor social con compañeros de viaje, Poli tiene
personas desfavorecidas, labor a la actriz Margarita Xirgu,
por la que ha sido propuesto re- musa de García Lorca y de la
cientemente al Premio Princesa Segunda República, y a Jacobo
de Asturias de la Concordia. Leguina, sospechoso inspector
Esta novela, como se cuenta de vapores.
en el prólogo, tiene su origen Novela amena, de acción
en una historia familiar que la e intriga, con el telón de fondo
madre del autor le contó y que de la Guerra Civil que contiene
ahora el padre Lezama ha consi- también una historia muy hu-
derado oportuno dar a conocer, mana y alejada de los habituales
cuando los efectos de la Guerra maniqueísmos./A.T.
Civil parecen más atenuados
y puede escribirse sobre estas
cosas con más imparcialidad e
independencia, sin necesidad
de caer en ninguna barricada.
La historia tiene como
protagonista al vasco y marino
Poli Barañano, quien acaba
de comprar el buque Arriluze.
En su primer viaje zarpa de
Valencia con la ilusión de viajar
hasta Bilbao para conocer a su El capitán del
primer nieto. Pero lo que pare- Arriluze
LUIS DE LEZAMA
cía iba a ser un viaje de trámite
PLAZA & JANÉS.
se convierte en una peligrosa BARCELONA (2015).
misión que tiene como telón de 392 PÁGS. 18,90 €.
Esclavas en Cuba
NUEVO trabajo de la escrito-
ra y profesora Elisa Vázquez
de Gey (Lugo, 1955), en el
que se traslada a la Cuba de
1882. Cuando la trata está
prohibida, Misterio llega a La
Habana y el Gobierno colonial
la alquila a diferentes amos,
que le cambian el nombre
sucesivamente, antes de con-
vertirse en liberta y trabajar
como cuidadora de una niña
blanca en una casona de la
calle Amargura.
Vázquez de Gey nos
trasporta a un periodo de
la Historia ya casi olvidado
gracias a una intensa labor
de investigación, que aspira a
contar unos hechos terribles
para que estos no vuelvan a
repetirse. Una Habana pobla-
da de ricos españoles, damas
criollas, gallegos, chinos y
esclavos africanos bulle entre
España, en los albores de la modernidad
LA FIGURA de Carlos V está
de moda, en parte por el interés
que ha despertado la serie
televisiva. Así, se multiplican los
estudios y biografías. Hay que
felicitarse por este interés, pues
proporciona una buena ocasión
para conocer con más profundi-
dad aquellos tiempos históricos.
Como opina Rafael Carrasco,
catedrático de español en la
archivos de copistas, estudios
de síndicos y domicilios de
escribientes callejeros. Se
trata de un acertado retrato
de las mujeres esclavas en la
Cuba española./ROBERTO
CARLOS MIRÁS
Una casa en
Amargura
ELISA VÁZQUEZ DE GEY
EDICIONES B. MADRID (2015).
560 PÁGS. 20 €.
Universidad de Montpellier, el
peligro es trasplantar la menta-
lidad y los problemas actuales a
la época de Carlos V.
Por eso resulta muy intere-
sante este estudio que presenta
“la evolución particular del
país entre la llegada del joven
Carlos de Gante en 1517 y el
retorno definitivo a la península
de Felipe II en 1559”. La época
Biografía leve y nostálgica
REÚNE ESTE VOLUMEN las cuatro novelas cortas que la
editorial Periférica ha publicado hasta la fecha de esta autora,
Mary Ann Clark Bremer, nacida en 1928 en Nueva York, hija de
padre norteamericano y madre alemana, quien llevó una vida
muy cosmopolita, con continuos viajes por América y Europa.
Tras una agitada vida, empezó a escribir en 1970 sus memorias,
que publicó en diferentes editoriales y con seudónimo.
Mary Ann Clark rememora su vida con breves pinceladas.
Más que desarrollar un argumento cerrado, se apoya en las in-
tuiciones e insinuaciones que de alguna manera hacen mella en
su alma. Por eso todo tiene un
aire vaporoso y fragmentario,
donde el peso de la narración
lo tienen las sensaciones y la
nostalgia. La autora propor-
ciona pocas informaciones,
atendiendo más bien a los
minúsculos detalles.
Cuando asedien
tu faz cuarenta
inviernos
MARY ANN CLARK BREMER
PERIFÉRICA. CÁCERES (2015).
304 PÁGS. 19,95 €.
“ciertas facetas de la España
carolina, enfocadas desde la
problemática de la identidad y
la exclusión”. Significativamen-
te, esta segunda parte lleva por
título “Sombras en el cuadro”.
Para el autor, los años del reina-
do de Carlos V son un momento
decisivo en la construcción del
Estado moderno español. Otra
cosa son los resultados y las
consecuencias./A.T.
imperial presenta sus luces y
sus sombras, que se extienden
en la historia posterior.
El autor analiza, así, el
proceso de construcción de la
empresa imperial, detallando
las políticas emprendidas por
Carlos V a todos los niveles para La empresa imperial
fortalecer un europeísmo que
de Carlos V
RAFAEL CARRASCO
él identifica con cristiandad. CÁTEDRA. MADRID (2015).
A continuación, se examinan 528 PÁGS. 22 €.
109
D E I B E R IA V I E JA
 Ágora
El cine histórico con Josemanuel Escribano
La derrota del cuarto poder
La verdad
DIRECTOR: JAMES VANDERBILT.
PRODUCCIÓN: JAMES VANDERBILT,
BRADLEY J. FISCHER, BRETT
RATNER.
GUION: JAMES VANDERBILT.
INTÉRPRETES: CATE BLANCHETT,
ROBERT REDFORD, DENNIS QUAID.
110 D E I B E R IA V I E JA
EL NEOYORKINO James
Vanderbilt debuta en la dirección
con esta película; pero no es un
recién llegado: lleva ya más de
una década en la industria, como
productor y acertado guionista;
suyos son los textos de The ama-
zing Spider-Man (las dos entregas
recientes), Asalto al poder y la
formidable Zodiac. En La verdad
asume toda la responsabilidad, y
lo cierto es que alcanza muy buena
nota. El guion parte del libro de
Mary Mapes Verdad y deber: La
prensa, el presidente y el privile-
gio del poder, y lo adapta para la
pantalla con estilo y una energía
narrativa que, evidentemente,
transmite a sus protagonistas.
Casi cuarenta años después de
Todos los hombres del presidente,
Robert Redford vuelve a meterse
en la piel de un periodista enfren-
tado al poder. Ahora interpreta
a Dan Rather, el presentador del
noticiario “60 minutos” de la CBS
que en 2004, a escasas fechas
de los comicios presidenciales,
denunció las supuestas influencias
de George W. Bush para librarse
del servicio militar y, de paso, de ir
a la guerra de Vietnam. Rather era
uno de los periodistas de mayor
prestigio de la televisión america-
na, y su noticiario estaba produci-
do por Mary Mapes, interpretada
aquí por una extraordinaria Cate
Blanchett.
ALTO RIESGO
Con acierto, Vanderbilt hace re-
caer el peso de la narración en este
personaje, una mujer fuerte, deci-
dida y capaz de asumir decisiones
profesionales de alto riesgo. Lo
fue, sin duda, atreverse a acusar
al presidente Bush –entonces un
joven teniente– de haber abando-
nado sin terminar su servicio en la
milicia aérea y de haberse escondi-
do para no combatir en el Sudeste
asiático. Mapes y su equipo se
basaban en unos documentos
filtrados por un militar retirado, en
los que los antiguos jefes de Bush
mostraban la irregular situación
en la que se encontraba el futuro
presidente de los Estados Unidos.
Naturalmente, la revelación
de estos hechos y la publicación
de los documentos provocaron
una enorme tormenta periodística
y política, que fue aumentando
sin cesar y que explotó de forma
imprevista cuando, en medio
de las más feroces críticas, se
demostró que los documentos que
servían de base a la imputación
eran falsos y se habían “fabricado”
a propósito para hundir a Mapes
y Rather y, en consecuencia, a los
servicios informativos de la CBS.
El objetivo se cumplió con creces:
para Dan Rather supuso el fin de
su carrera; Mary Mapes fue despe-
dida y nunca volvió a trabajar en
televisión, y todo el equipo de “60
minutos” fue investigado y expul-
sado de la cadena. Por el contrario,
George W. Bush volvió a ganar las
elecciones.
La película desmenuza todo
el proceso, una especie de tsunami
de ida y vuelta, con una agilidad
que se asemeja a los propios
reportajes televisivos y que
remite a las películas del género
de los pasados años 70; el foco se
detiene lo justo en cada momento
y en cada personaje: Mapes es la
La película desmenuza el proceso con la Investigación personal
agilidad de un reportaje televisivo y un estilo que
remite a las películas del género de los años 70 NUEVO libro de Emmanuel licismo en 1990. Sin embargo,
Carrère (París, 1957), uno de a los tres años abandonó la fe
conductora del relato y suya es llegara a revelar quién estuvo los escritores más leídos en y volvió al escepticismo y re-
la mayor responsabilidad, pero detrás de todo el asunto, y si esos Francia. Estamos ante una lativismo. Lo deja bien claro:
es Rather quien pone cuerpo a la documentos falsos no taparon en novela híbrida de no ficción no cree en la Resurrección de
noticia y quien sufre el descalabro realidad los mismos manejos que en la que el autor se intro- Cristo, ni en la Iglesia. Tras la
mayor, una humillación que está parecían denunciar; pero James duce en la narración siendo introducción, autobiográfica,
apunto de arruinar toda su carrera Vanderbilt se limita a contar el hilo conductor de una comienza propiamente el
y su bien cimentada reputación. lo sucedido. Y no es poco: La investigación biográfica que libro, una investigación sobre
Ambos son engañados por una verdad es un brillante thriller realiza sobre los primeros los primeros cristianos. Ca-
trama bien urdida y, sobre todo, periodístico que denuncia los cristianos. rrére se basa especialmente
por la falta de tiempo para una abusos del sistema político y sus Carrére comienza recor- en los Hechos de los apósto-
más completa investigación y por ataques a la libertad de expre- dando su conversión al cato- les, escritos por Lucas, uno de
su propia emoción profesional sión, a la vez que cuestiona los los protagonistas de este libro
ante una noticia en apariencia tan límites de esa misma libertad y junto con Pablo.
trascendental. los métodos utilizados por los Carrère traslada a Lucas
Se podría fabular sobre una medios para elaborar y difundir muchas de sus inquietudes
indagación más profunda, que sus informaciones. como escritor. En su narra-
ción, se inspira en los libros
sagrados, aunque Carrère los
interpreta a su manera. A la

El hombre tras la noticia hora de seguir la vida de Lu-

cas, donde no aparecen datos
EL ESCÁNDALO que o informaciones, Carrére
acabó con la carrera de Dan
El Reino advierte a los lectores de que
EMMANUEL CARRÈRE
Rather, uno de los periodis- ANAGRAMA. BARCELONA (2015). está inventando lo que pudo
tas más prestigiosos de Es- 520 PÁGS. 24,90 €. haber sucedido./A.T.
tados Unidos, fue tan noto-
rio que lo bautizaron como
Rathergate, en alusión a la A Felipe le dieron matarile
crisis que en 1974 se llevó
el gobierno de Nixon por LOS DOS autores, conocidos
delante. Tal como Rather por sus podcast de divulga- superficiales, aunque su
ha señalado, “no pudieron ción histórica, muy amenos estilo, aparentemente, opte
atacarnos por los hechos, y entretenidos, abordan uno por el desparpajo y el tono
así que lo hicieron por el de los temas con más morbo coloquial.
flanco más vulnerable, la de la historia de España: la
fuente de los documentos”, muerte de Felipe el Hermoso
y, aunque el periodista sigue y, de paso, la locura de Juana
sin dudar de la veracidad de la Loca.
sus informaciones, admite que no pudieron demostrarlas “más Lo hacen con un estilo
allá de la duda razonable”. Ya se sabe: quien se enfrenta al poder, totalmente desmitificador
firma el precio de una posible derrota. que es marca de la casa: “A
En sus más de cuarenta años en la CBS –más de veinte de ellos Felipe el Hermoso le dieron
como presentador de las noticias de la tarde–, Rather escribió matarife”. Partiendo de esta
algunas de las páginas más gloriosas del periodismo americano conclusión, sitúan conve-
del siglo XX, desde el asesinato de Kennedy a la administración de nientemente toda la suce-
George W. Bush, pasando por el Watergate o la guerra del Golfo. sión de escenas hasta llegar Felipe el Hermoso.
Suyas fueron las entrevistas que, en 1990 y 2003, mantuvo Sad- a ese momento culminante, Anatomía de un
dam Hussein con un medio de comunicación estadounidense, en que define el futuro de la crimen
DAVID BOTELLO Y MAY RODRÍ-
las que el presidente iraquí negó que su régimen poseyera armas historia de España. Su visión
GUEZ ALBENDEA
de destrucción masiva y cualquier vinculación con Al Qaeda. es políticamente incorrecta, OBERÓN. MADRID (2015).
lo que no significa que sean 296 PÁGS. 14,90 €.

D E I B E R IA V I E JA
111
 Ágora

Agenda

Kandinsky.
Una retrospectiva
CENTROCENTRO CIBELES
Plaza de Cibeles, 1 - 28014 Madrid
Tel.: 91 480 00 08
www.centrocentro.org
La exposición Kandinsky. Una
retrospectiva es una de las mayores
muestras monográficas que se han hecho
en España de la obra del pintor ruso.
Cumplidos casi 150 años de su
nacimiento, la muestra recorre la
trayectoria artística y espiritual de este
pionero del arte abstracto a través de un
centenar de obras. La exposición recorre
los periodos clave de la vida de Kandinsky,
desde los primeros años en Alemania,
pasando por sus años en Rusia y
finalizando con su estancia en Francia. El
recorrido, cronológico, se desarrolla a lo
largo de cuatro secciones: Munich, 1896-
1914, Rusia, 1914-21, Bauhaus, 1921-33 y
París, 1933-44.
Kandinsky. Una retrospectiva es una
exposición organizada por CentroCentro,
el Centre Pompidou de París y Arthemisia
Polymnie. Autor desconocido. S. I-II d.C.
© Museo del Louvre
color se convierte en uno de
los caminos para llegar del
impresionismo a la pintura
de vanguardia, a través de
72 obras procedentes de los
museos d’Orsay y
l´Orangerie de París. Entre
los autores representados se
encuentran Van Gogh,
Matisse, Seurat, Gauguin,
Cézanne, Monet, Derain y
Renoir, y las obras que se
exponen rara vez han salido
de sus sedes. Hasta el 10 de
enero de 2016.
Wassily Kandinsky; Schwarzer Raster, 1922. Collection Centre
Pompidou, Musée national d’art moderne, Paris. Donation de
Mme Nina Kandinsky en 1976. © domaine public
Photograph © Centre Pompidou, MNAM‐CCI / Philippe Migeat
/ Dist. RMN‐GP. © Vassily Kandinsky, VEGAP, Madrid, 2015.
Group, y está comisariada por Angela
Lampe, comisaria de Arte Moderno en el P. Picasso, El pintor y su modelo I, 1963
© Col. Arte ABANCA
Museo Nacional de Arte Moderno del
Centre Pompidou. PICASSO Y EL CUBISMO
MUSEO THYSSEN-
BORNEMISZA

Roma. Seductoras, de la seducción y el

maternales, excesivas,
sobre la representación de
la mujer en la decoración
de las villas romanas. La
muestra reúne piezas
romanas provenientes de
entornos domésticos que
representan a mujeres,
diosas y bestias
mitológicas. El progresivo
cambio de mentalidad en
la sociedad romana
generó una contradicción
entre una imagen
tradicional de tipo
aristocrático y otra en la
MUJERES DE ROMA que empezaba a
emanciparse y sus logros
d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais /
exceso. Hasta el 14 de
febrero de 2016.
EL TRIUNFO DEL COLOR
FUNDACIÓN MAPFRE
BARCELONA
Casa Garriga i Nogués
C/ Diputació, 250 - 08007 Barcelona
Tel.: 93 401 26 03
www.fundacionmapfre.org
Organizada expresamente
para la inauguración de
esta sala, plantea cómo el
Paseo del Prado, 8 - 28014 Madrid
Tel.: 902 760 511
www.museothyssen.org
El Museo Thyssen-
Bornemisza nos brinda
esta selección de doce
obras de la Colección de
Arte ABANCA que, con el
título Picasso y el
cubismo, reúne un
conjunto de cinco piezas
del maestro malagueño,
además de otras tres de
los pintores que, junto a
él, formaron el núcleo
central del cubismo:
Braque, Juan Gris y Léger.
La selección se completa

CAIXAFÓRUM MADRID le permitían superar su rol con dos pinturas de

l’artiste (otoño, 1887). © Musée

Paseo del Prado, 36

Vincent Van Gogh. Portrait de

ancestral. El estatuto de Metzinger y María

28014 Madrid Blanchard, también
cierto privilegio de la
Tel.: 913 30 73 00
mujer en Roma se traduce pertenecientes al
https://obrasocial.lacaixa.es
en diversas movimiento francés, un
Patrice Schmidt.

En colaboración con el representaciones bajo el lienzo de Manuel Ángeles

Museo del Louvre, prisma de la mitología y la Ortiz y una escultura de
Caixafórum Madrid religión y la vis materna, Julio González. Solo hasta
presenta Mujeres de así como en una alegoría el 13 de diciembre.

112 D E I B E R IA V I E JA
 Tema del mes

14 D E I B E R IA V I E JA
 ¿A que tampoco sabías...?

... España e Inglaterra rompieron

relaciones durante la Guerra
de Independencia de EE.UU.?
UNO DE LOS MOMENTOS más controvertidos
de la política exterior española es la posición que
adoptó nuestro país ante la declaración unilateral
de independencia de las trece colonias americanas
frente a Gran Bretaña. En primer lugar, porque un
apoyo explícito a esa independencia podía fomentar
las ansias de libertad del sur del continente. Sin em-
bargo, en su resolución pesó más la animadversión
de España hacia Inglaterra: aún seguían presen-
tes los ataques de los piratas de ese pabellón y la
ruptura de la única religión que España consideraba
“verdadera”. Si a todo ello le sumamos los lazos de
nuestro país con Francia por los Pactos de Familia y
las pérdidas que sufrió España durante la Guerra de
los Siete Años, no es de extrañar que el 16 de junio
de 1779 se declarara oficialmente el estado de guerra
entre ambas potencias.
Benjamin Franklin agradeció al conde de Aranda
–entonces al frente del gobierno– su apoyo, que se
cifró sobre todo en financiación económica y en el
concurso en la contienda de Bernardo de Gálvez.
Como era de esperar, la victoria americana sirvió de
catalizador para que, durante el primer tercio del siglo
XIX, eclosionaran los movimientos independentistas
de nuestras colonias; e, irónicamente, cuando los
Estados Unidos ya estaban asentados nos “devolvieron
el favor”, declarando la guerra a España para ocupar
Cuba. Paradojas de la historia.

Otros períodos sin

relaciones diplomáticas

PRIMERA GUERRA
ANGLO-ESPAÑOLA
(1584-1603)
En los últimos años
del reinado de Felipe
II de España e Isabel
I de Inglaterra tuvo
lugar la derrota de la
Armada Invencible y se
incrementaron los ataques
de piratas ingleses a los
intereses españoles.
SEGUNDA GUERRA
ANGLO-ESPAÑOLA
(1655-1660)
Los principales hitos de este
conflicto fueron la toma de
Jamaica por los ingleses
y el ataque fallido de la
flota inglesa a la isla de La
Española.
GUERRA DE SUCESIÓN GUERRA DEL ASIENTO
ESPAÑOLA (1700-1712) (1739-1747)
Inglaterra apoyó al El episodio más importante
candidato de los Austrias de este conflicto fue el sitio
al trono español para de Cartagena de Indias
evitar que los Borbones de 1741, en el que los
rompieran el equilibrio de españoles derrotaron a los
poder. ingleses.

114 D E I B E R IA V I E JA
 Una narración biográfica
qUe apela a nUestra historia
El Río que nos trajo, habla
de una saga familiar. Una
cabalgata de hechos y
personajes rigurosamente
históricos que desfilan a lo
largo de estas páginas hasta
desembocar en uno de los
escenarios más épicos: un
Madrid sitiado, hambriento y
bañado en sangre.

Una familia que generación

n t al a generación nos descubre
um e
d oc b l e ! la España de los últimos 500
e lat o
i n d i
¡ R
e s c años: Capitanes, Inquisidores,
p r
im Conquistadores, Priores,
Terratenientes, Maquis y Frente
Populistas que convivieron con
Hemingway y Dos Passos...
k

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