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Adicción a las redes sociales

Fernando Sánchez García


En los últimos años ha crecido el número de usuarios de las redes, principalmente personas
entre 15 y 25 años. Si bien se podría pensar que el estar conectados como sociedad es un
gran beneficio de la tecnología, al menos 3 de cada 10 individuos dentro del rango de edad
antes mencionado han confesado ser adictos al uso de las redes sociales (Notimex &
Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas [Somaap], s. f.). Como muchas otras
adicciones, el no poder vivir sin revisar las redes sociales puede impactar de manera
negativa la vida de un individuo, afectando su salud física, mental, su desempeño laboral e
incluso sus relaciones interpersonales; esto debido a distintas cuestiones, como el querer
reemplazar las relaciones físicas por las virtuales (tanto amorosas como amistosas).

Comenzando por deseo de establecer vínculos afectivos, en abril del año pasado el 54 por
ciento de los hombres estableció relaciones humanas virtuales, a pesar de que solo el 11 por
ciento derivó en una relación personal. Lo que nos dicen estos datos es que más de la mitad
de la población masculina está comenzando a reemplazar el primer acercamiento físico por
uno virtual, probablemente por comodidad, seguridad, economía o alguna otra razón. Pero
también lo que nos dicen es que apenas la décima parte entabló un acercamiento personal.
Esto plantea la necesidad de reevaluar la efectividad de las relaciones virtuales, su
relevancia y valor en la vida cotidiana.

Siguiendo la misma línea, se descubrió que una de las razones para estar más de 6 horas en
las redes sociales es el buscar tener amigos. El 30 por ciento de la población adicta a las
redes afirmó que esto fuera cierto para ellos. Lo que significa que una tercera parte de este
grupo está reemplazando la interacción física por una virtual, quizá por un sentimiento de
autenticidad y libertad, seguridad, comodidad o alguna otra razón.

Tomando en cuenta ahora algunos de los síntomas del uso excesivo de las redes sociales,
que nos indican nuestras fuentes, podemos tomar por ejemplo episodios de uso compulsivo
con gran inversión de tiempo y energía, daño progresivo de la calidad de vida, el postergar
labores por estar en las redes, gran ansiedad si uno no se encuentra conectado, etc.
Evidentemente podemos asumir que estos hechos son perjudiciales para uno mismo y que
probablemente a largo plazo tendrán repercusiones graves en la salud y desempeño laboral.
Finalmente, analizando todo lo planteado anteriormente, es seguro afirmar que,
efectivamente, el uso excesivo de las redes sociales es perjudicial para un individuo, no
solo porque afecta su de manera negativa su salud mental y relaciones personales, sino
también porque distorsiona su visión del mundo real y lo aleja de la interacción física con
quienes lo rodean. Es importante ser capaces de identificar cuando quien está a nuestro
lado, o uno mismo, es adicto a las redes sociales y localizar si un área de su vida está siendo
afectada para comenzar a tomar acciones, como priorizar y regular el tiempo invertido en
pantalla y aprender a beneficiarnos de las redes sociales, no depender de ellas.
Fuente de referencias
Notimex, & Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas [Somaap]. (s. f.). 3 de

cada 10 usuarios adictos a las redes sociales.

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