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Adicción a las redes sociales: causas y síntomas

principales

Psicólogos, psiquiatras y expertos de Silicon Valley alertan de que el

uso de las redes sociales puede ser adictivo y sus consecuencias, las

mismas que las de cualquier otra adicción: ansiedad, dependencia,

irritabilidad, falta de autocontrol... Ante esa tesitura cada vez más voces

se preguntan: ¿son las redes sociales un problema real?

Un estudio realizado por la Chicago Booth School of Business señalaba, hace ya más de 10
años, que Facebook, Twitter y otras redes sociales tienen una capacidad de adicción mayor
que la del tabaco o el alcohol porque, entre otras cosas, acceder a ellas es sencillo y
gratuito. Además, si el mismísimo padre del iPad, iPod, iPhone, Steve Jobs, no dejaba que
sus hijos intimaran demasiado con la tecnología —les limitaba el tiempo de uso— es que,
probablemente, algo intuía acerca de cómo afectan las redes sociales a los más jóvenes.

Lo cierto es que, a juicio de muchos expertos, el uso de las redes sociales —aplicaciones
de mensajería instantánea incluidas— puede generar serias adicciones con sus
consiguientes consecuencias: ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de
la vida real y de las relaciones familiares, pérdida de control, etc. Pero, ¿qué entendemos
realmente por adicción?

Una adicción es una dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el


equilibrio psíquico. Entre esas actividades están, por ejemplo, el uso de videojuegos
—catalogado ya como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, el
trabajo compulsivo, el juego on y offline y para muchos, también, la utilización excesiva de
redes sociales que, por cierto, cuentan ya con casi 5.000 millones de usuarios activos en el
mundo. A pesar de las abultadas cifras, los expertos consideran que solo un pequeño
porcentaje muestra una verdadera dependencia a las redes sociales.
Causas y perfil de las personas adictas a redes
sociales

Entre las causas más reconocidas de la adicción a las redes sociales se


encuentran la baja autoestima, la insatisfacción personal, la depresión o
hiperactividad e, incluso, la falta de afecto, carencia que con frecuencia los
adolescentes tratan de llenar con los famosos likes. De hecho, muchos
jóvenes los buscan casi compulsivamente para experimentar una intensa
—pero siempre breve— sensación de satisfacción que, sin embargo, puede
ser contraproducente al hacerlos dependientes, a la larga, de la opinión de los
demás.

El perfil mayoritario del adicto es el de un joven de entre 16 y 24 años. Los


adolescentes son los que tienen mayor riesgo de caer en la adición, según los
expertos, por tres motivos fundamentales: su tendencia a la impulsividad, la
necesidad de tener una influencia social amplia y expansiva y, finalmente, la
necesidad de reafirmar la identidad de grupo.

Sherry Turkle, psicoanalista del Massachusetts Institute of Technology (MIT),


ha investigado extensamente sobre el impacto de las redes sociales en las
relaciones y afirma que estas debilitan los lazos humanos. En su libro Alone
Together: Why We Expect More from Technology and Less from Each Other
describe con detalle los impactos negativos de estar constantemente
conectados, que paradójicamente trae consigo cierta sensación de soledad.
Tal y como ella misma afirma “los lazos que formamos a través de Internet no
son, al final, los lazos que unen, pero sí son los lazos que preocupan”.

Síntomas de la dependencia a las redes sociales


¿Qué determina la adicción? La frontera es difusa, pero existen algunos
indicios que dan bastantes pistas de si existe o no esa dependencia a las
redes sociales, aunque la última palabra corresponde siempre a un
profesional médico. Estos son los tics más habituales:

​ Nerviosismo cuando no se tiene acceso a Internet, la red social no


funciona o va más lenta de lo normal.
​ Consultar las redes sociales nada más levantarse y antes de acostarse.
​ Sentirse inquieto si no se tiene el smartphone a mano.
​ Caminar utilizando las redes sociales.
​ Sentirse mal si no se reciben likes, retuits o visualizaciones.
​ Usar las redes sociales mientras se conduce.
​ Preferir la comunicación con amigos y familiares a través de redes
sociales que cara a cara.
​ Sentir la necesidad de compartir cualquier cosa de la vida diaria.
​ Creer que la vida de los demás es mejor que la nuestra, en función de
lo que vemos en las redes.
​ Hacer check-in en cada lugar al que se va.
¿Cuál es la influencia de las
redes sociales en la salud
mental?
Redes sociales y salud mental

Hoy en día, casi todas las personas, desde jóvenes hasta adultos tienen a
su mano dispositivos inteligentes con acceso a internet. Así que no es una
sorpresa escuchar que las redes sociales y la salud mental están
relacionadas. El pasar tanto tiempo en un mundo virtual puede tener
beneficios, pero a su vez algunas desventajas.

De acuerdo a un estudio publicado por la revista médica Lancet, una


asociación reconocida de investigación en redes sociales, “hay 4550
millones de usuarios en redes sociales alrededor de todo el mundo, esto
equivale al 57,6% de la población mundial total”. En el 2015, los usuarios
eran 2070, así que en realidad tuvo una tasa de crecimiento del 12,5 %.

Después de la pandemia y el cambio de estilo de vida, a causa del


coronavirus, las personas se vieron más motivadas a hacer uso de las
redes sociales por el hecho de pasar más tiempo en casa. En primer lugar,
se convirtió en el medio de comunicación con amigos y familia, en segundo
lugar porque era la herramienta más accesible para el entretenimiento. De
hecho la tasa de crecimiento durante el periodo 2020-2021 fue de más del
9%.
¿Cuál es la relación entre redes sociales y salud mental?

Las personas de todo el mundo hacen uso de las redes sociales porque
son herramientas para mantenerse en contacto constante con sus
familiares y amigos, pero también para escuchar música, ver películas,
estar al tanto de las noticias y ver la vida pública de millones de personas.

Y aunque es una herramienta muy eficiente para muchos, las personas se


preguntan qué efecto tienen las redes sociales para la salud mental a
largo plazo. Numerosos estudios en el mundo han evidenciado que las
redes sociales pueden afectar la salud mental de los usuarios.

El constante uso de estas plataformas virtuales ha creado dependencia a


muchos de sus usuarios, esto ha desencadenado mayor riesgo de sentir
ansiedad, depresión, soledad, envidia y adicción a las redes sociales.

La depresión y las redes sociales

Según una investigación de Lancet, encontraron que las personas que


revisan Facebook en altas horas de la noche tenían más probabilidades de
sentirse deprimidas e infelices. Los estudios sugieren que las personas
que ponen un límite a su consumo de redes sociales tienden a ser más
felices que las que no lo hacen.

Las redes sociales y la salud mental están relacionadas porque pueden


desencadenar una variedad de emociones negativas en los usuarios.
Estas pueden contribuir o incluso, empeorar los síntomas de depresión
tales como sentimientos de tristeza, soledad y la pérdida de gusto por
hacer actividades.

Otro estudio realizado en adultos jóvenes de Estados Unidos, encontró


que los usuarios ocasionales de las redes sociales tienen tres veces
menos probabilidades de experimentar síntomas de depresión que los
usuarios que pasan más tiempo en línea.

Puede afectar el autoestima de los usuarios

Se ha visto que las redes sociales y la salud mental están relacionados


porque lo que los usuarios ven en línea tiene una influencia directa en las
emociones de las personas. Es tanto el impacto, que las personas pueden
llegar a experimentar sentimientos de inseguridad, envidia e insatisfacción
después de pasar horas en línea, lo que conlleva a una baja autoestima.

Pasar tanto tiempo conectados en redes sociales tiene un impacto en la


percepción de las personas, pueden llegar a confundir la realidad e
idealizar tanto lo que ven a través de la pantalla que no se sienten a gusto
consigo mismos.

Crean dependencia

La mayoría de las personas tienen acceso a sus celulares con internet las
24 horas del día, esto representa que pueden hacer uso de las redes
sociales sin control alguno. Esto puede generar problemas de control de
impulsos ya que todo el tiempo querrán estar conectados verificando lo
que sucede.
El hecho de tener acceso constante a las redes sociales puede afectar la
concentración y el enfoque de las personas. Además, puede llegar a
perturbar las horas de sueño y comprometer las relaciones personales.

Por otra parte, a lo largo de los años, se ha desarrollado un fenómeno que


relaciona las redes sociales y la salud mental, se trata del “FOMO”, lo
que quiere decir “miedo a perderse algo”. Debido a todo el contenido que
suben cada segundo a redes como Instagram, Facebook y Twitter, las
personas experimentan temor de perderse algo de lo que está sucediendo,
por eso no pueden evitar estar revisando constantemente las redes
sociales.
Consecuencias del uso excesivo de las
redes sociales

Las redes sociales nos ayudan a interactuar con personas alrededor del mundo y nos
facilitan el acceso a la información. Sin embargo, el uso excesivo de estas herramientas
puede traerte graves consecuencias de salud física y psicológica, además de aislarte a
gran escala de tu entorno social.

Te has encontrado verificando constantemente para saber qué sucede con tus “amigos”
en redes sociales, ¿Qué hacen? ¿Dónde están? ¿Cómo se sienten? No querés perderte
de nada, sin notar que estás iniciando una etapa de obsesión, la cual podría traerte
repercusiones negativas.

Aquí te muestro algunas de ellas:

1- Perjudica las relaciones personales

Cuando prestás más atención a las redes sociales que a las personas que te rodean:
familia, amigos, compañeros de trabajo y pareja.

2- Provoca estrés y ansiedad

La aprobación social es una de las “recompensas” que otorgan las redes sociales. Si
estás pendiente de obtener pocos me gusta o retweets en tus publicaciones, corrés el
riesgo de deprimirte.

3- Afecta la concentración
Este problema puede perjudicarte al priorizar las redes sociales o videojuegos en lugar
de estudiar para un examen, elaborar algún trabajo académico, leer o repasar tus clases.
Al final del día todo, esto afectará tu rendimiento académico.

4- Pérdida de tiempo

El abuso o mal uso de las redes sociales te priva de realizar otras actividades más
gratificantes y productivas. Por ejemplo: visitar a familiares o amigos, ejercitarnos,
aprender una habilidad o idioma, buscar empleo, adelantar asuntos del trabajo o de tus
clases.

5- Daños en el sistema nervioso

Abusar de la tecnología puede causarte daños irreversibles en tu salud como: fatiga,


trastornos del sueño, resequedad y tensión ocular, pérdida de memoria, y dolor en el
cuello.

6- Genera sobrepeso

A largo plazo, podés aumentar de peso y a causa del sedentarismo, corrés el riesgo de
desarrollar problemas cardiovasculares.

Para limitar el uso de redes sociales, es importante que organicés tu día y asignés un
tiempo prudencial a las redes sociales, reuniones con amigos y familiares, voluntariado,
tareas del hogar y estudios.

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