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¿Qué tipo de instrumento es?

Podemos definir a las APPs como un instrumento jurídico financiero para


desarrollar infraestructuras y servicios, con recursos privados. A través de este
esquema, el sector privado financia el proyecto, teniendo como fuente de pago
un contrato con el gobierno. El sector privado es quien opera el proyecto,
construye y equipa, de acuerdo al precio, tiempos y calidad acordada. En
algunos casos la regulación exige que se cree una empresa de objetivo
específico, también llamado vehículo de propósito específico (SPV, por sus
siglas en inglés), es decir, una empresa que solo se dedicara a desarrollar y
operar el proyecto (Grimsey & Lewis, 2007). En México las APPs pueden
clasificarse en cuatro categorías:

1. Empresas público-privadas o mixtas, que comprenden a las empresas


de participación estatal ya sea mayoritaria o minoritaria, a los
fideicomisos públicos y a las empresas sin personalidad jurídica de
participación mixta.
2. Contratación tradicional, que se refiere a la contratación de obra pública,
arrendamientos y suministro de servicios públicos.
3. Régimen de concesiones, que comprende a las actividades sujetas a
concesión, permiso, autorización o licencia.
4. Contratación integral, la cual se refiere a la contratación a largo plazo de
servicios que requiera el estado, y que incluya diversas actividades
como el diseño, el financiamiento, la construcción, la puesta en marcha,
la operación y el mantenimiento de cierta infraestructura y la provisión de
algunos servicios auxiliares.

¿Cómo surge la Ley de Ciencia y Tecnología?

Con fundamento en el Diario Oficial de la Federación (DOF), publicado el 10 de


febrero de 2014, segunda sección, pp. 16-17, “los lineamientos y
ordenamientos que regularon el quehacer nacional e internacional en materia
de ciencia y tecnología fueron: la Ley para Coordinar y Promover el Desarrollo
Tecnológico y Científico, el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 y el
programa sectorial; en estos ordenamientos se definieron los lineamientos,
objetivos y estrategias de la política nacional de Ciencia y Tecnología, cuya
instrumentación fue brindar apoyos directos a las instituciones académicas, a
los centros de investigación científica y a las entidades públicas y privadas que
se encontraban involucradas en ese momento en el desarrollo tecnológico, así
como en la formación de recursos humanos de alto nivel”. Asimismo, “el Poder
Ejecutivo envió las iniciativas de Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología y la Ley de Ciencia y Tecnología […]. El 25 de abril de 2002, la
Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el Decreto que expide la
Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Orgánica del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología. El 30 de abril de 2002 el Senado de la República
igualmente aprobó por unanimidad, el referido Decreto de expedición de
ambas leyes”.

¿Qué instituciones regulan la Ley de Ciencia y Tecnología?

De acuerdo al Art. 5º de la LCyT, se crea el Consejo General de Investigación


Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación, como órgano de política y
coordinación que tendrá las facultades que establece esta Ley. Dicho Consejo
estará conformado por:

I. El Presidente de la República, quien lo presidirá;

II. Los titulares de las Secretarías de Relaciones Exteriores, de Hacienda y


Crédito Público, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Energía, de
Economía, de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación,
de Comunicaciones y Transportes, de Educación Pública, y de Salud;

III. El Director General del CONACyT, en su carácter de Secretario Ejecutivo


del propio Consejo General;

IV. El Coordinador General del Foro Consultivo Científico y Tecnológico;

V. El Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias;

VI. Un representante de la Conferencia Nacional de Ciencia y Tecnología;

VII. Tres representantes del sector productivo que tengan cobertura y


representatividad nacional, mismos que serán designados por el Presidente de
la República a propuesta del Secretario de Economía, y se renovarán cada tres
años;
VIII. Un representante del Sistema de Centros Públicos de Investigación, y

IX. El Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades


e Instituciones de Educación Superior.

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