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ricardoomarmendoza@yahoo.com.ar
Impreso en Argentina.
Introducción.................................................................................. 7
1. Sobre comienzos inesperados y suposiciones...................... 23
2. Sobre fascinación e incertidumbre....................................... 25
3. Sobre los primeros temores................................................. 26
4. Sobre posibles mañanas y el no pensar............................... 28
5. ¡Por fin llegaron los mandamientos!.................................... 31
6. Si creo en Dios me siento seguro......................................... 34
7. Sobre ser inmortal y romper juguetes.................................. 37
8. Mentime que me gusta........................................................ 40
9. Sobre herencias, complicidades y consideraciones............. 42
10. Sobre la libertad de expresión del pensamiento............... 45
11. No quiero pensar. Quiero consumir................................... 46
12. Sobre lo singular, insatisfacciones y cálices...................... 48
13. Sobre dudar y valorar presentes......................................... 51
14. Sobre evoluciones y transiciones....................................... 54
15. Sobre dormilones y la pedagogía del azar......................... 56
16. Y…de carne somos............................................................ 59
17. La fama es puro cuento...................................................... 61
18. Sobre la moral que nos inhibe........................................... 62
19. Lo imprevisto y los adoctrinamientos................................ 63
20. La imaginación me fascina................................................ 67
21.Ora Pro Nobis..................................................................... 70
22. La oración y el engaño van de la mano............................ 73
23. La vergüenza y la insatisfacción....................................... 75
24. Cada vez somos más…(Cerrados)..................................... 77
25. Si dudas…Duda, duda y duda........................................... 81
26. Somos frágiles presentes.................................................... 81
27. Nuevos dioses aparecerán.................................................. 83
28. A modo de despedida........................................................ 85
29. Perdónense No Saben lo que Dicen................................... 86
29. BIS. Entre estos tipos y yo hay algo personal (Serrat)...... 86
30. No será fácil, pero está bueno............................................ 89
BYE BYE.................................................................................... 91
El prólogo que no fue o
un intento de explicar el sentido del escrito….............................. 93
Introducción
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Esto no es fácil para mí, me cuesta pensarlo, darle forma, más
allá de mis precarias capacidades literarias. No es sencillo negar,
oponerse, desenmascarar, dudar, sospechar, de aquello que desde
niño nos dijeron que era la verdad. Es desilusionante, doloroso y
traumático, en algunos casos, descubrir el engaño. Y de una u otra
forma, mi esencia se resiste a ahondar sobre aquello qué desde tem-
prana edad me infundieron hasta que se hizo carne en mí.
Sobre todo en conceptos tan puntuales como la idea de dios y la
muerte. Tengo la convicción, que somos muchos los que pensamos
de esta manera. Ojalá podamos trasmitir estos pensamientos y ayu-
dar a quitar las vendas de los ojos, para que cada ser pueda ver y
vivenciar su realidad en cada instante, que será único e irrepetible.
Ante el cuadro de situaciones que voy a presentar viene a mi
mente una conocida fábula o relato, que habla de un gran incendio
en los bosques y las llamas gigantes que cada vez más voraces,
avanzaban. Los animales del bosque trataban de combatir esta catás-
trofe. Un pajarito iba y venía, trasportando agua en su piquito…El
elefante que tiraba chorros de agua con su enorme trompa, lo obser-
va asombrado y con sarcasmo le dice- que estás haciendo??- El pa-
jarito lo mira y responde sin inmutarse –ES LO QUE YO PUEDO…
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vando a cada uno de nosotros en forma individual, entre toda esa
millonada de estrellas. Sí, como lo oyen, a nosotros porque somos
sus hijos (¿?) y además nos hizo a su imagen y semejanza; es total-
mente utópico.
A esta altura de nuestros tiempos, algo así suena demasiado
soberbio, fantasioso, sin sustento, infantil. Imaginemos a seres de
otros espacios percibiendo esta argumentación. Usemos empatía y
pongámonos del otro lado. Escuchemos al ser humano hablar del
concepto dios, desde el lugar más abstracto posible…hagamos el
esfuerzo de desapegarnos de la herencia recibida. Entonces veremos
la inconsistencia, la fabulación, hasta llegar a la aceptación de la
irracionalidad del concepto (creer, porque sí), de aquello que desde
tiempos primitivos nos esforzamos por crear, la idea de dios.
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mientos y sus cuidados. El origen real o posible, su fábrica, el por
qué existen autos, su vida útil aproximada y como poco a poco se
van mejorando los modelos, dando paso a mejores versiones. Pero
no fue así, por lo general nos sentaron en el asiento y nos enseñaron
a poner cambios… primera, segunda…y arréglate.
Y aquí vuelve a aparecer un tema recurrente en todo este escrito,
la herencia social, que recibimos. Ésta es azarosa, ineludible, irre-
vocable e irrenunciable (al menos en el corto plazo), y nos marcará
por siempre. Y depende solo del azar, como todo aquello que nos
acontece. (Esto es tratado por J.C. Melich en forma magistral)
Solo situaciones, consecuencias y causalidades, mal que nos
pese es y será así, nuestro paso por esta parte del cosmos. Algunos
con el tiempo podrán ir transformando esto y dándole su propia im-
pronta, otros no.
Claro está que no somos todos iguales. Si nos alejamos del pla-
neta y nos vemos como un punto en el espacio, nos veremos iguales.
Pero si focalizamos, no. Hay seres que el azar los benefició y a otros
decididamente no, tratemos de comprender este concepto. No hablo
de destino, ni cerca, de esta concepción tan cómoda y masoquista,
hablo de azar cósmico, universal. No somos más que una hormiga
en el pastito del jardín, mal que nos pese. Nos atraviesan las mismas
azarosas leyes cósmicas, de las cuales no tenemos, ni tendremos,
la más remota idea de cómo y porque se originan, al igual que las
hormigas.
Solo un destello, una porción de materia ubicada en lo que lla-
mamos cerebro, nos da la posibilidad de darnos cuenta que existi-
mos, de que estamos vivos…por un lapso relativo. No más que eso.
Es llamativo como somos proclives a caer fácilmente en esta-
do de pertenencia. Creemos tener identidad… innata (sin trabajo,
sin pensamiento) y así suponemos que el mundo nos pertenece, que
el universo nos pertenece, cuando es al revés, lo cual no es poco.
Y nos movemos con decisión y soltura desparramando seguridad y
magros conocimientos...hasta que la contingencia azarosa se hace
presente…y de pronto… un ser querido se va. Ha dejado de ser…de
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existir… entonces nos paralizamos y comprendemos que pudimos
haber sido nosotros.
Qué haríamos si nos enterásemos que nos quedan dos o tres días
de vida??? Seguiríamos viviendo como hasta ahora?
Ahhhhhh…
En ese instante todas las seguridades desaparecen y por lo gene-
ral nos quedamos inmovilizados, comprendiendo nuestra ignoran-
cia. Y daríamos cualquier cosa por tener otra oportunidad, por tanto
tiempo desperdiciado (que acaso sea, el único capital que tenemos).
Aquí quisiera poner en vuestra consideración algo que me está
rondando hace tiempo…casualmente. El Tiempo. Que es él, sino
una idea, un término, que solo puede ser captado o comprendido
(en parte) por aquellos seres con algún tipo de inteligencia. Para
que haya tiempo deberá haber principio y fin. El trayecto entre ello
(principio y fin) es lo que llamamos tiempo. En nuestro caso será
el lapso entre nacer y morir.
Para aquellos que viven pero no existen, pues no tienen capa-
cidad de pensar, de percibir la existencia, el tiempo no existe. Son
solo presente.
Así pues el tiempo, en sí mismo no existe, No hay un tiempo
cósmico, que el humano pueda medir o concebir en términos reales.
Es solo una percepción ligada indefectiblemente al comienzo y el
final de algo. Como nuestra existencia, es por ello tal vez que sea
nuestra medida predilecta.
El cosmos, quizás, sea solo ser…estar… algo que está más allá
de la humana comprensión.
Retomando…
En realidad los diferentes sistemas que habitualmente se here-
dan gramatical y socialmente, adolecen temerariamente de esta-
blecer realidades y de tratar de ubicar al ser, en tiempo y espacio.
Nunca intentarán elaborar la idea del respeto a la vida (el tiempo
que nos toca) entendiendo que es solo ese, aquí y ahora. Y que tiene
principio y fin…Prefieren sumergirse en un mar de fantasías y fabulas,
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reduciendo a la mínima expresión la capacidad intelectual del indivi-
duo. Prometiendo cual si fuésemos niños, beneficios y premios, en
irreales situaciones fruto de mentes nocivas, ilusorias e imaginativas.
Estas fantasiosas bases, que casi todos los sistemas poseen, se
nos gravan a fuego, desde la más tierna edad. Con ellas nos largan
a manejar nuestro auto, nuestra vida. Y que ni se nos ocurra tratar de
hurgar o interesarnos por saber algo más del tema.
Qué es eso de andar dudando de dioses y preguntar sobre la
muerte. Acá lo que importa es seguir para adelante, que demasiado
bien nos ha ido hasta ahora…
Sin palabras.
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como una posibilidad de evolución. Sería como aceptar que la ci-
güeña trae los bebes de Paris. Ahí se puede ver el trabajo manipu-
lador y perverso al que somos sometidos todo el tiempo, desde que
abrimos los ojos. Y lo terrible y lamentable, es que se logra el come-
tido… que nos parezca normal.
(1)
En cristología, Logos (en griego, Λόγος; literalmente «Palabra», «Verbo»,
«Discurso» o «Razón») es un título de Jesús de Nazaret, que tiene su origen en el
prólogo al Evangelio de Juan.
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miga (vuelvo a ella) pudiese comprender todo el pasto o gramilla
que hay en el planeta, desde su posición, es decir, desde dentro de
la gramilla.
Pienso luego, en lo fácil y sencillo que reduce el humano el
concepto de creación, sin ningún tipo de prejuicio y con total displi-
cencia, supone que hay un ser, algo poderoso obviamente (la mente
humana teme lo incomprensible) que ha creado las cosas una por
una. Y no solo eso, nos hizo también a nosotros… a su imagen y
semejanza.
A esta altura no se sé fui explícito, dado que no es fácil exponer
en palabras situaciones y conceptos abstractos, que fueron tanto
tiempo absurda y ligeramente presentados. Y vuelvo a preguntarme
cómo el humano puede ser tan necio y soberbio… por tanto tiempo.
Por los días que recorremos, creo que ya no hay duda, que
no somos o seríamos los únicos seres vivos y con algún grado de
inteligencia en el universo. Hay quienes tendrán más información
al respecto, pero sea demostrable o no, se encuentra dentro de un
razonamiento elemental, llegar esta conclusión.
Lo que si queda claro, al menos para mí, es que el humano no
es originario de este planeta. No hace falta mucha imaginación, para
comprender que es el único ser viviente, que no encaja en este sistema.
Creo, sin ánimo de equivocarme, que si por algún hecho cir-
cunstancial, desapareciese el humano de la faz de la tierra, en un
par de cientos de años, la tierra volvería a ser lo que era. Un mundo
salvajemente armónico. Cómo explicar, que donde el humano llega,
a la larga corrompe y contamina. Obviamente este sistema no es el
nuestro, desconozco de que sistema o planeta seamos originarios,
pero de éste, no. Ninguna especie perjudicaría a sabiendas, el hábi-
tat en el cual vive, solo el hombre logra esto.
Así pues permitámonos suponer, que aquel ser, que por desig-
nios desconocidos y azarosos apareció en el planeta, en el trascurso
de sus primeros tiempos debió involucionar, ya que sus conocimien-
tos y capacidades no pudieron retroalimentarse. Y debió empezar
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de cero. De a poco debió ir adaptándose a la naturaleza que después
llamaría Tierra.
Cuanto tiempo hubo de trascurrir hasta que otros seres volvieron
por ellos…en algunos libros como la Biblia ya se habla de esto en el
Génesis, Ezequiel Exodos…..
A estos hechos, aquel precario ser, llamó dioses…
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POR estos tiempos, los veo por la tv, con los ojos cerrados
las manos en alto, incitados por el asesor celestial de turno. Ellos se
regocijan de ver como manejan a esa muchedumbre ávida de espe-
ranzas. Ellos dirán, que son pobres de espíritu los que llegan hasta
ahí y escuchan sus fantasiosas prédicas. Te enseñarán a tener fe, a
cerrar los ojos y elevar tu súplica al altísimo. No te predicarán para
que seas un ser digno y fuerte. Todo lo contrario, te degradaran para
que supliques, te veas mísero y te infundirán la culpa. Porque eso
es lo que eres, o tratan de hacerte creer, un paria del universo, un
ser de segunda categoría que a pesar de todas las desventuras que
has sufrido y sufrirás, aún tienes una oportunidad y obviamente será
abriendo tu corazón (no la mente y el intelecto) a su dios o señor o
la fantasía de turno; lo cual como era de esperar, tendrá su costo…
hablo de diezmo y otras variadas formas de pagar por…
Qué inquietante e insondable situación psicológica se apodera
del humano, que lo lleva a esta autodegradación, a sucumbir ante
lo que él mismo ha creado, la IDEA de dios.
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dejo al libre albedrío). Así de sencillo se puede resumir a grandes
rasgos todo lo que me enseñaron, sobre quien era yo, donde estaba
ubicado y hacia donde iba.
Digamos que sería, mi tarjeta de presentación.
Y esto que me sucedió a mí, con algunos cambios de personajes
y de situaciones, algunas versiones más interesantes que otras, algu-
nas mejoradas y otras grotescas, es lo que la mayoría de los seres de
este planeta recibe como herencia.
Ese sería el legado que nuestros antepasados fueron construyen-
do a través de los tiempos. Con mucho temor, demasiada fantasía,
con intereses inconfesables, con hegemonía machista, con ansias
de poder, con ignorancia extrema (que es aquella que se basa en
dogmas y fe, como recurso determinante). Y fundamentalmente ir-
guiéndose como verdad absoluta, sin dar resquicio a la duda.
Esto que recibimos, no lo podemos obviar. Ya está, ya fue. Es
innegable e irreversible. Uno no elige sus padres, ni el entorno, es lo
que nos toca. Lo mismo les ocurrió a nuestros antepasados. Lo que
si podemos hacer de ahora en adelante, es pensar. Permitirnos dudar,
lo cual implica razonar, oponer.
No podemos andar por la vida luciendo trajes y ropas acordes a
la época y a la vez usar escarpines de bebé. Porque si no nos permi-
timos revisar las bases, los pies, de la herencia recibida, estaremos
muy cercanos a lo absurdo. Imaginemos dos personas adultas char-
lando en una reunión, modernamente vestidos…con zapatitos de
niños, así somos.
Sería vano renegar y lamentarnos por lo que ya es pasado. Al-
gunas personas tienen tendencia a afligirse, cuando el hecho está
consumado, esto carece de sentido. Lo que si debemos intentar es
exponer nuestras realidades heredadas y establecer cuales conside-
ramos factibles y cuáles no y trabajar sobre ellas. Con el pensa-
miento, el intelecto, el sentido común. Y es aquí donde la mente nos
juega una mala pasada, por lo general somos renuentes a PENSAR
en ciertos temas puntuales y específicos. Y casualmente son aquellos
que desde bien pequeños se encargan de marcarnos a como dé lugar,
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hasta que nos fijan la idea, el concepto. Lo bueno, lo malo, dios,
cielo, infierno, la muerte, etcétera, dependiendo del lugar que te
toco nacer. De este modo irás recibiendo normas morales y éticas de
acuerdo a la sociedad que debiste transitar. Y aquí está lo paradójico
y llamativo, ya que estas normas morales y éticas que aparecen en
distintos lugares del planeta, quizás difieran de formas, pero muy
poco de fondo. Conceptos puntuales… como dios y muerte…por
ejemplo, nos muestran esta perspectiva y básicamente todo bajo un
manto machista.
El primero, dios, es variable en la actualidad, se ha avanzado
mucho en ello y se ha aceptado cierta pluralidad e integración que
deja a casi todos contentos. Salvo casos muy extremos. Pero bási-
camente no se cae en aquellas interminables guerras de hecho y de
pensamiento que fueron libradas en otros tiempos. .. Cuantos seres
murieron y mueren aún hoy por la IDEA de dios. No creo equivo-
carme, lo dice la historia, las peores masacres, persecuciones, ma-
tanzas y exterminios fueron en su mayoría en nombre de la idea de
dios. Nos venimos inmolando ancestralmente por una falacia…Y
esto presentado así, es por lo menos inconcebible.
Hoy, hay acuerdos y respetos mutuos, que en realidad no hacen
otra cosa que mantener y perpetuar el PODER que las distintas ideas
de dios (llamadas religiones) poseen.
LO QUE PASA DESPERCIBIDO y es aquí donde está la es-
tratagema hábilmente planteada, es que las diferentes sociedades y
estados actuales, dan por sentado la IDEA, de dios, como algo ver-
dadero. Variarán sus formas, sus dogmas, serán mono o politeístas,
ortodoxas o modernas, pero todas creerán en algo que llaman dios.
Es una connivencia realmente perversa. Las creencias religiosas
siempre serán aliadas de los poderes políticos y viceversa. Se pro-
tegen mutuamente, hay una contraprestación, apoyo financiero por
mansedumbre, de los más necesitados. Esto fue y será siempre así.
Se imaginan el descalabro que sería si a los más carenciados se les
quita la única esperanza, que les hicieron creer. Porque de ellos será
el reino de los cielos. No te reveles, no reacciones, no indagues, por
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algo el señor te pone estas pruebas. Soporta y si te denigran pon la
otra mejilla, porque al final de tu vida estarás a la derecha del padre
y tendrás vida eterna.
Es muy triste y doloroso decir estas cosas, en especial cuando
sabemos que está pasando ahora mismo, en este instante. La maqui-
naria devoradora de existencias, ideada hace miles de años funciona
a la perfección. Observen si no, en cada gran ciudad, en cada pue-
blito lejano aun el más ignoto, allí habrá un templo, una iglesia, una
mezquita, una pagoda, un áshram. Tan diferentes y tan iguales entre
sí. Todas domesticadoras de voluntades, prometiendo bienaventu-
ranzas y paraísos celestiales, después de la muerte, obvio.
Yo no descubro nada, ilustres pensadores (que no es mi caso)
hablaban de esto. Incluso alguno llegó a llamar como –los peores
parásitos en la faz de la tierra- a aquellos profetas, monjes, sa-
cerdotes, imanes, etcétera, que fueron y son, los sembradores de la
gran mentira original.
Más adelante trataré sobre esta necesidad que tenemos los seres
humanos de creer en la IDEA de dios. Tan infantil, cruel y nefasta.
El segundo concepto al que hice alusión a modo de ejemplo, es
la muerte. Otro concepto, éste si más real y palpable, del cual casi
no se habla. Y que va inexorablemente unido al concepto de dios.
Solo nos acordamos de él cuando sentimos que estuvo cerca…y solo
atinamos a poner cara de asombro, pero igualmente preferimos no
ahondar en él.
No pretendo tener autoridad para poner en tela de juicio la vera-
cidad de las creencias y religiones que cada uno desee adoptar, solo
me permito objetar lo que me parece el mayor engaño al que fue so-
metido el ser humano durante toda su existencia, hasta nuestros días.
Observo la televisión y veo las hordas de pastores, curas, profe-
tas e iluminados, hablando de como dios, sus dioses, se comunican
con ellos. Estos hacedores de la palabra divina (¿?) se desviven por
llamar la atención de las formas más inverosímiles para que les
crean…y saben por qué…PORQUE VIVEN (Y MUY BIEN) DE
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ESO. Son profesionales de la mentira y la falsedad. Me resisto a
que esto esté pasando en 2019 de nuestro calendario.
Es por esto que sigo con este intento, algo que quizás nunca
se edite, y si lo hiciese, muy pocos lo leerían. Y de los que lo lean,
muchos se sentirán ofendidos y molestos y otros directamente no
terminaran de leerlo. Hay posibles verdades que no nos gusta ver.
Aquellas que nos saca de la comodidad, de las estructuras. Pre-
ferimos decir que ya todo está dicho. Pues, no pienso que sea así,
NO TODO ESTÁ DICHO y lo más importante MUCHO DE LO
DICHO ES FALSO, es mentira, es fábula.
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Quizás esté ahí, el resumen de este sencillo escrito, con aires de
ensayo. Si logramos la comprensión de esta frase, tal vez el intento
valió la pena.
En la medida que vayamos comprendiendo (como podamos)
y de acuerdo a la suerte que nos toque. Que existimos, que somos
algo, que no sabemos por qué y menos aún, a dónde vamos, pero si
tenemos cierta certeza de que estamos vivos, que existimos.
Algunos tendrán la posibilidad de comprender que es solo un
viaje, que podrá ser corto o largo, no lo sabemos. Es por esto que las
maletas, siempre están preparadas, como dicen algunos pensadores.
Y ese viaje en el cual estamos, es nuestro soplo. Habrá soplidos
muy breves y otros extensos, pero soplidos al fin.
Así pues, en la medida que podamos vivenciar cada instante. Y
cuando digo cada instante, quiero decir cada segundo. Cuando po-
damos vivir cada presente en plenitud, con valor, coraje y dignidad.
Cuando tengamos los pies en la tierra literalmente y podamos decir
¨ soy esto¨. Cuando nuestra mente se haya abierto a la realidad y
comprendamos que somos algo más que culpas y deseos. Cuando
nos respetemos a nosotros mismos. Comprendiendo que somos fu-
gases y para nada perfectos. Estaremos recién tomando conciencia
de nuestro soplo, nuestro paso. Nada más ni nada menos que eso.
Cuando nos demos cuenta que nuestra existencia es un solo un
soplo, en el cual estamos, con la posibilidad de partir a cada instan-
te. Y comprendamos que este soplo es personal, único e irrepetible.
Habremos tenido cierto sentido. No desperdiciemos nuestro so-
plo de vida. No sé decir a que hemos venido, pero si puedo vis-
lumbrar, que no vinimos a sufrir, que somos apenas una hojita de
pasto en la gramilla del universo. No pretendamos trasportarnos en
tiempos y espacios, imaginando realidades fantasiosas, que nos pro-
meten eterna permanencia. Allí reside el origen de las frustraciones.
Apresúrate a vivir cada instante del soplo que te tocó en suerte.
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tierra, basta de espejitos de colores…crezcamos. Seamos dignos
tratemos de aceptarnos como somos, fugaces, finitos, imperfectos.
No seamos incrédulos cómplices de las distintas teorías y religio-
nes, que a través de los tiempos nos presentaron fábulas fantasiosas
e inverosímiles, con el sólo propósito de perpetuarse y empoderarse.
No temas desmadrarte de tu dios, de tus inducidas creencias,
nada te pasará, solo fue una idea, un invento, un engaño. Libérate
de las ataduras y las culpas de la gran mentira original. Sal de la
ilusoria comodidad, hazte responsable de tus actos y ten el valor
y el coraje de ser libre.
Si al abrir los ojos cada mañana pudiésemos pensar que ese día
podría ser el último y que dependerá solo de nosotros enfrentarnos
con dignidad a la contingencia azarosa de la existencia, sin estar
esperanzados en fantasías y divinidades que nos procuren ilusorias
seguridades y recompensas absurdas; no me cabe ninguna duda que
todo sería muy distinto, a lo que hasta ahora hemos vivido…
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Tal vez sea el momento…el tiempo
1. Sobre comienzos inesperados y suposiciones
DE PRONTO me encontré en una calesita…que giraba y giraba,
luces de colores, una música infantil que nunca olvidaré, los caba-
llitos de madera subían y bajaban, los avioncitos, lo cochecitos, los
animalitos, todos girábamos y nos asombrábamos. Afuera mis pa-
dres me animaban y festejaban y un señor que parecía ser el dueño,
manejaba una sortija que todos queríamos agarrar para obtener un
premio…HABIA NACIDO.
Nadie me preguntó si quería estar en esa calesita, simplemente
fue así. Con el tiempo iría descubriendo que esa calesita estaba en
un gran parque donde había otros juegos más sencillos y otros más
peligrosos. Y que estaban todos en movimiento. Y el hombre que
manejaba la sortija de la calesita no era el dueño, solo un empleado.
Y que en realidad no era un único parque de diversiones, sino que
había muchísimos parques, que pertenecían a una gran corporación
que tenía parques por todo el mundo y nunca sabría cuántos eran.
Incluso no habría un dueño o varios. Las corporaciones son anóni-
mas se manejan por acciones…es como un todo o una nada misma.
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Así cada persona tiene un concepto formado de dios, por ejemplo,
como si esto fuera menester. Porque obviamente todos creemos en dios,
“cada uno cree en lo que puede”- solemos decir y a la vez implícitamente
estamos dando por sentado que tenemos que tener alguna vaga idea…
de. Porque todos en nuestro interior en algo creemos, aunque sea la idea
más sencilla o extravagante, pero en ALGO creemos. Aún los más es-
cépticos en los momentos finales creen en algo y a ello se aferran…
Eso pensamos y decimos.
Es que para el ser humano es IMPOSIBLE no creer en NADA.
Todos creemos en algo, solo un loco puede no creer en ALGO.
A esta altura, no sé si fui claro, en la idea de que estamos cuasi
obligados por la herencia social que nos tocó en suerte y que ya se
nos hizo carne, A CREER.
Cualquiera sea la cultura, la tradición, la moral o la ética, el
mensaje será el mismo, aunque puedan cambiar las formas, deberás
CREER en algo. De lo contrario estarás en problemas.
Es aquí donde me pregunto sobre la necesidad de estar pensan-
do siempre en algo más allá de nosotros, en algo superior, en algo
sobrenatural, en algo ininteligible a nuestras capacidades.
Es más, sé de muchos que no creen o más bien descreen de todo,
pero igual en su interior dejan una ventana abierta… por si acaso…
Entonces es donde aparece en escena un nuevo y no menos im-
portante componente del cuadro que pretendo presentar: EL MIEDO
(EL TEMOR)
¿A que teme el ser humano?? A muchas cosas en sus diferentes
planos, obvio. Pero su miedo primario, elemental, aquel que se va
acrecentando con el paso del tiempo y la toma (esporádica) de con-
ciencia es siempre la idea de lo inexorable, de la partida.
¿Se podría llegar a pensar entonces, que se cree por temor…? Y
la pregunta obligada es ¿temor a qué?
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O simplemente será un temor a partir, un NO QUERER PAR-
TIR, ante la duda de que NO HAYA UN DESPUÉS.
Y quizás AHÍ radique toda la controversia.
No será fácil al individuo aceptar, con sus egos, sus soberbias,
sus creencias, sus sueños e ilusiones, sus proyectos, sus historias
de siglos acumuladas, sus conocimientos, sus logros, sus herencias
recibidas y dadas. Con semejante currículum, él ofrecerá (metafóri-
camente) su corazón abierto al cosmos y con un grito desgarrador
dirá…
-NO PUEDE SER QUE ACA TERMINE TODO!!!!-
De eso se trata.
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Querrá ver un horizonte, que lo oriente hacia donde debe ir y así
tendrá sentido su vida. Y de esta manera se llega a un estado de fas-
cinación realmente llamativa. Es como una necesidad de autosuges-
tionarse, para no sentir los embates de la incertidumbre. Y créanme
que tapará todos sus oídos, para que ningún susurro existencial lo
despierte del cómodo letargo en el que decidió sumergirse.
Me pregunto, ¿esta actitud es acertada?? Pues no lo sé.
Todo es subjetivo, las religiones en sí mismas lo son, las mora-
les, las éticas, y así sucesivamente; cada lugar dependiendo de sus
orígenes tendrá sus propias subjetividades y muchas veces siendo
totalmente antagónicas con las de otras latitudes.
Alguna vez escuché que transitar la incertidumbre, es lo que
le da sentido a la vida. No todos tendrán el valor, el coraje y la dig-
nidad de aceptarla. Todo dependerá de cuanto se hayan fijado sus
herencias en la piel.
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Digamos que en un principio la posibilidad de vida era exigua,
dada la debilidad del humano ante esa naturaleza (¿salvaje?) qué
debía enfrentar a cada instante…
Y en una escala de supervivencia y/o fortaleza, entre los habitan-
tes de ese entonces, estaría en los lugares del medio seguramente.
Hasta que el tiempo fue pasando (apenas unos miles de años) y
el desarrollo de su intelecto fue produciendo cambios en él y su
entorno. Las fieras siguieron siendo fieras, lo naturalmente salvaje,
lo siguió siendo. Pero el humano fue cambiando, evolucionando,
comenzó a comprender, con tiempo y experiencia, aprendió a de-
fenderse. Fue prolongando su vida, adquirió hábitos, costumbres,
pruebas y contrapruebas… comenzaba a civilizarse. Empezó a crear
vínculos, afectos, roles, y a entender que podía vivir más tiempo si
se cuidaba. Pero también supo que en algún momento…moriría.
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más las terribles contingencias climáticas de aquellos tiempos, fue-
ron dándole forma a lo desconocido, a lo incomprensible…y volvió
a temer y mucho. Estaba naciendo, un concepto muy rudimentario,
que con el paso del tiempos lamentablemente llamaríamos, temor
divino.
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fue una precaria idea fruto del temor, para luego irse modificando de
acuerdo a las diferentes épocas y sus circunstancias. Hubo períodos
casi ingenuos y pueriles, los hubo duros, muy duros, terribles y
moderados. Solo una cosa fue en aumento, en relación esta idea, el
poder de la misma.
No hay religión, en cualquier parte del planeta, que no tenga
como base el poder, tanto sea económico y psicológico, sobre sus
seguidores. Y con esta carta, se presentan en sociedad, ante el mun-
do. (¡Y de qué manera!)
NADIE QUIERE morir…y tal vez por eso tampoco nadie quiere
pensar en la muerte. Es como decir –que llegue cuanto tenga que
llegar y punto- Si de todas maneras así será. Y ahí está la celada
que nos juega el intelecto y la herencia conceptual que heredamos.
Porque en la medida que ahondemos en el tema, cada uno tendrá su
propia visión y sacará sus conclusiones de acuerdo a la manera que
haya sido educado (herencia) y aplicará su caudal para darle forma a
SU concepto de finitud. Pero lo que si quedará claro antes o después,
es que cada instante puede ser el último. Y que, SU vida es YA, es
AHORA, y que nadie puede garantizarle un mañana. Tener a flor
de piel esto, hará que VIVAS la vida, TU vida de otra manera. Ya no
andarás tan dormido derrochando tiempos, que desde el vamos, es lo
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único que tienes. Ni vivirás tus presentes proyectando solo mañanas
que quizás nunca lleguen. Esto NO es exactamente algo que los dife-
rentes sistemas sociales de la actualidad, tienen preparado para uno…
Imaginemos por un momento que este pensamiento fuese aceptado
por millones de personas. Las sociedades modernas no están prepara-
das ni dispuestas a aceptar estos conceptos. Una sociedad sin futuros,
si mañanas, sin sueños, traducido a consumos, NO EXISTE.
Porque el diseño de la felicidad está en aquellas cosas que no
posees y puedes obtener y disfrutar, debiendo para ello empeñar
muchos mañanas, en pos de ellas. Es aquí donde podrás compren-
der y aceptar el valor del sacrificio y la dedicación de los diferentes
mañanas…para que el día de mañana puedas ser feliz. ESA ES LA
CELADA usando términos ajedrecísticos, que en tiempos que co-
rren, nos tienden los diferentes sistemas. Con la complicidad de los
diferentes aparatos que los forman, religiones, brillantes pensado-
res, corporaciones, etc.
La consigna será pues NO PIENSES en la muerte por que segu-
ramente tienes un futuro por delante.
Y estarán los que digan que pensar en esto es ser pesimista. In-
sultando aún más la inteligencia de la mayoría. Pues que de esto se
ha tratado toda la existencia. De acomodar todo pensamiento ali-
neándolo para que no se desvíe. Todos en fila disfrutando de las
teorías, convicciones y hasta dogmas (fea palabra) para que todo
funcione y seamos felices.
Y si aceptamos esto sin chistar, caeremos en la cuenta que so-
mos seres duales, creemos en dios o dioses dependiendo del caso,
tenemos un alma inmortal (¿?) y cuando dejamos de RESPIRAR
esa supuesta alma o espíritu se eleva a otras dimensiones (¿?) y otras
veces nos reencarnamos y volvemos al mundo con otra aparien-
cia…O directamente nuestro espíritu (alma) pasa a formar parte del
cosmos…del gran todo…
Pudiese ser que fuese así…es lo ideal parece…pero prefiero vo-
lar más bajo y considerarme algo más sencillo, un ser pensante, que
30
existió plenamente con dignidad durante un lapso, no más ni menos
que eso. Lo otro pasa a ser fantasía, ignorancia pura, suposiciones
infantiles de mentes perezosas y cómodas. Espejitos de colores, que
fascinan y adormecen los pensamientos. Donde una casta, los predi-
cadores de la palabra divina, viven y muy bien por cierto, de ello.
31
2.
nombre masculino
En las religiones monoteístas, ser sobrenatural único al que se rinde
culto; es responsable de la creación del universo y del misterio de la
existencia
32
pudiesen ordenar y así poder comenzar a regular y ¨civilizar¨, sobre
todo con el ítem: NO MATAR, que era una forma de amedrentar a
los más fuertes, que eran quienes dominaban por aquellos tiempos.
De esta manera se subordinaba al más fuerte ante quien se suponía
tenía poder, lo cual no es lo mismo ciertamente.
Creencias aparte, esto es historia, con algo de fantasía, supongo.
También es llamativo que los 3 primeros ítems (mandamientos)
hablasen de respeto y/o sumisión para quien o quienes les otorgaban
aquellos primeros marcos regulatorios morales. Recién a partir del
4to. se referencia a aquellos para quienes fueron creados, el supuesto
pueblo elegido.
Se puede llegar a pensar, que en el primero, AMARAS A dios
POR SOBRE TODAS LAS COSAS, se está exigiendo exclusivi-
dad, dando a entender una posible competencia de deidades, que al
parecer por aquellas épocas azolaban el planeta…
Está claro que las famosas tablas, tenían como objeto, aplacar a
aquellos seres irracionales (¿?) que solo trataban de subsistir día a
día como mejor pudieran, sin importarles el costo y menos aún sus
consecuencias. Por algún motivo desconocido eso no debería fun-
cionar así y entonces se intenta crear la primera toma de conciencia
colectiva y se establece que es lo que ESTA BIEN y que es lo que
ESTA MAL. Esto beneficiaría a todos y en especial a los que traje-
ron las famosas tablas. (algo que nunca podremos develar). Lo con-
creto, es que aquellos seres ya no serían los mismos. Comenzarían a
cambiar, tal vez para bien…PERO NO POR DECISION PROPIA…
Y me pregunto si esto no hubiese sido más interesante, genuino
y digno.
33
Si alguien pensase que el ser humano en un principio en esen-
cia fue inocente, cruel, egoísta, compulsivo, agresivo, potencial-
mente asesino, discriminativo, desvergonzado, incrédulo, polígamo,
desaprensivo, ocasionalmente caníbal, idolatra…tal vez, no estaría
equivocado.
Ojalá mi precariedad lingüística pueda estar a la altura de lo que
intento expresar. Sé que la herencia recibida no solo nos llega, sino
que se hace carne, parte de nosotros. Y los conceptos llegan a for-
mar un todo con nuestras percepciones y el desarrollo cerebral y/o
intelectual. Ideas y consideraciones sobre bien y mal, que recibimos
apenas esbozamos los primeros pensamientos, quizás no nos permi-
tan vislumbrar lo que realmente el ser humano es en esencia. No
precisamente, en lo que nos hemos convertido.
Es como tener necesidad de negar lo que realmente SOMOS en
nuestro interior…en nuestras básicas profundidades. Pero esto que
nos enseñaron ocultar, suele salir a la luz siempre en los momentos
extremos…
NO ESTOY juzgando, solo intento expresar mi punto de vis-
ta, tampoco estoy NEGANDO que CREER en uno o varios dio-
ses, de tranquilidad al individuo y que este hecho produzca en él
situaciones emocionales y/o cerebrales que sean beneficiosas para
él. Situaciones interiores que el humano no maneja y produce en él
reacciones y consecuencias, que escapan a su voluntad
34
planeta le toco aparecer. Y en la memoria que reciba irá también
LA IDEA de dios.
Dios es, fue y será solo una IDEA. Esta idea produce fasci-
nación y es casi hipnótica en algunos casos. Produciendo a nivel
cerebral las más variadas situaciones y/o elucubraciones.
De acuerdo a la suerte (azar) que haya tenido cada persona para po-
der desarrollarse, será la forma en que fije SU posición ante esta IDEA.
NO desconozco que es mucho más fácil y cómodo aceptarla y vivir
con la tranquilidad que da esta aceptación…y pensar que hay UN DES-
PUES…que todo tiene un sentido…que por algo nos suceden las co-
sas. Que el cosmos tiene reservado para nosotros OTRA VIDA en otro
lado... algo que no podemos llegar a comprender…pero es así… (¿?)
Y es aquí donde el individuo queda atrapado en un paradigma
de ambigüedades. Que solo él deberá enfrentar y discernir si tiene
las herramientas y la decisión, de él depende.
PORQUE si no fuese así, ¿qué sentido tendría todo no? Y nue-
vamente aparecen las herencias conceptuales que nos aferran a las
raíces y se hicieron carne en nosotros. Y aceptar LO OTRO, sería,
no solo tirar por la borda el concepto del porqué de nuestra humana
vida. Sino, lo que es peor, abandonar las certezas. Y esto sí implica
un gran acto de coraje y dignidad, con resultados impredecibles.
Que no todos los humanos, por miles de situaciones, estamos dis-
puestos a realizar.
TAMBIÉN tenemos el preconcepto, que todo deberá tener
principio y fin. Digamos que, entre el PRINCIPIO y EL FIN, estaría
el SENTIDO. Y si hay algo que NUNCA aceptará el bípedo racio-
nal, es que SU vida carezca del mismo.
A NADIE le agradará pensar que todo es azar (me incluyo) que
en el cosmos solo hay SITUACIONES, CONSECUENCIAS Y
CAUSALIDADES, que PRODUCIRAN situaciones con sus con-
secuencias y causalidades que a su vez producirán SITUACIONES,
CONSECUENCIAS y CAUSALIDADES….
35
Y en el medio de ellos…nosotros
36
Se bien que mis humildes cavilaciones no traen tranquilidad,
todo lo contrario. Y no creo tener las respuestas categóricas, pues
porque creo nos las hay. Lo que si tengo en claro es que hemos
sido embaucados groseramente en el devenir de los tiempos. Y si en
alguno de esos tiempos fue necesario, porque éramos niños como en
la fábula de los reyes magos, ya no.
No pediré que dejes de creer, sería absurdo, ilógico que lo hicie-
ras. Pues porque lo sientes en tu interior y estas convencido que es
así. Y seguramente tendrás miles de hechos y comprobaciones que
aseguran que TU dios existe. Aunque esto ya de por si es una contra-
dicción. Solo date la oportunidad de pensar que esto tal vez sea solo
una IDEA…anímate a dejar las muletas y trata de caminar por vos
mismo. Elige tú el camino, es más riesgoso obvio, pero demuestra
que ya no eres niño y camina solo por esta parte del cosmos que te
ha tocado.
O vuelve a tu falaz comodidad y espera dócilmente a la vuelta
de una esquina te sorprenda lo inexorable. Luego tus queridos, dirán
algo así como –se lo llevó el Señor- (¿?) O –pasó a mejor vida-am-
bas concepciones de dudosa credibilidad…Solo te habrás muerto.
37
Nadie se disgustaba por esto, porque estaba grabada en las men-
tes, la existencia de aquellos dioses. Y el humano estaba un escalón
más abajo obvio…apenas un simple mortal.
La historia y el devenir hicieron comprender que aquellos dio-
ses, no eran tales. Pero aparecieron otros…Estos no eran tan fron-
tales y crueles como aquellos. Eran más astutos, más benevolentes,
mas psicológicos, hasta algunos eran como nosotros (…hagamos al
hombre a nuestra imagen y semejanza.)
Y eran tan pero tan accesibles, que nos prometían que al partir
(morir) nos estarían esperando para compartir todas sus delicias ce-
lestiales y más aún si sufriste mucho y fuiste un paria (Bienaven-
turados los pobres de espíritu, porque de ellos será el reino de
los cielos.) Es decir, debes agradecer haber pasado por la vida con
una existencia miserable. Y cuando peor lo pases…más premio ten-
drás…
Es aquí, donde la manipulación y el deseo oculto, de que
soportes estoicamente, nunca reacciones y ni pienses revelarte o su-
blevarte ante lo que te acontezca, LLEGA A SU MAXIMA EXPRE-
SION.
Y no me digan que se debe ver desde otra óptica, porque bien
sabemos que esto, fue y es, tomado en forma literal, por la gran
masa creyente. ¿En otro momento continuaré deshojando las
BIENAVENTURANZAS??, si están son las buenas no quiero ima-
ginarme las MALASVENTURANZAS.
Lo más importante, que trajeron estas nuevas tendencias e ideas
de advenedizos dioses, era el mensaje que el ser humano ya NO
ERA UN SIMPLE MORTAL, no señor, para regocijo y beneplácito
de toda la humanidad, empezamos a ser inmortales, así de simple. Y
saben por qué, pues porque tenemos un alma que lo ES. Y los que
no lo supieron antes se lo perdieron…Y punto.
38
canismo que llevan dentro los juguetes, para comprender como se
producen los diferentes atributos de cada uno de ellos. Obviamente
en casi la mayoría de los casos, por no decir siempre, el final es pre-
visible, un niño triste y decepcionado por un lado y un juguete roto
por el otro.
Me pregunto que lleva al niño a esa instancia, por qué no le basta
con disfrutar del juguete, que tanta felicidad y asombro le produce.
Hay en este acto, ALGO que describe en forma conmovedora al ser
humano. Y a rigor de ser sincero no puedo expresar con palabras
esta sensación, dejo pues que cada uno saque sus conclusiones sobre
este simple ACTO, pero tengo la presunción que quizás ahí, estén
algunas respuestas…
39
8. Mentime que me gusta.
40
Nos han educado a no pensar, a aceptar, han logrado que la
mayoría tengamos pereza mental y emocional. Algunos pensado-
res y filósofos (no es mi caso) ya lo decían allá por el 1800 y por
doloroso que suene, tenían razón.
41
trayendo en su piquito gotitas de agua. ¿El elefante, que tiraba agua
a chorros con su trompa, lo mira y le dice-Con eso pretendes apagar
el fuego??-
El pajarito gira su cabecita lo mira y le dice dulcemente…ES LO
QUE YO PUEDO….
Con esto no trato de decir que las enseñanzas que surgen de las
diferentes ideas religiosas son todas erróneas ni mucho menos. Creo
firmemente que en su mayoría son buenas para aquel que las reci-
be y nunca fomentarían la realización de acciones negativas (salvo
excepciones claro). Lo que si apunto es a sus fundamentos origina-
42
les donde se promueve deidades ubicadas en planos superiores. O
cuando se trata de establecer que seres con otras capacidades, que en
diferentes épocas fueron apareciendo, eran ENVIADOS por ellos.
Todo esto es solo una IDEA creada por el humano. Todo pasa pri-
mero por el CEREBRO, todo. Luego las emociones y sensaciones
le van dando otras formas y el paso del tiempo más la imaginación
colectiva se encarga del resto.
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Más de una vez me he preguntado y me han preguntado, que
aportaría este tipo de pensamiento, en el cual propongo la posibili-
dad de que dios sea solo una IDEA, creada por el humano. Ya que de
ser así o en el supuesto que algún creyente aceptara esta posibilidad,
lejos de sumar daría la impresión que crearía más desconcierto. Un
rumbo, un horizonte, una certeza, es lo que necesitamos para validar
nuestro paso por este lado del Universo. ¿Es tan así? ¿Aún ante el
riesgo de que esa certeza, horizonte o rumbo, sea falaz??? Pues pa-
rece que sí. Y ahí es donde está lo conmovedor y patético del huma-
no. Prefiere seguir creyendo en Reyes Magos, en paraísos eternos,
en otras vidas, en regresos místicos…En resumen, quiere de alguna
manera creer que seguirá EXISTIENDO.
Y esto es cultural, herencia pura. Recuerdo desde pequeño me
enseñaron que dios existía y que tenía alma. (sólo una). Y me lo repi-
tieron una y otra vez, sin darme opciones, hasta que se hizo carne en
mí. En el caso del alma, me dijeron que era algo que estaba dentro
mío, dentro de mi cuerpo y era intangible y era aquello que una vez
muerto iría al cielo, junto a dios y los ángeles. Y yo creí en esto…
Después ya más grandecito, me explicaron (en mi caso) que dios
no era uno, en realidad era una trinidad, dios padre, el espíritu santo,
y el hijo. Y el hijo había venido a nuestro planeta para salvarnos
a todos. ¿Van siguiendo el relato??? Es aquí donde hay nuevo co-
mienzo de fábula, cuando se comienza a escribir otra historia. Y este
ser especial, con otras capacidades, trae un nuevo paradigma para
el mundo de aquella época. Pero de ahí a ser hijo del dios y que fue
enviado a esta parte del cosmos, suena por lo menos fantasioso. Y
si a eso le agregamos que supuestamente vendría a salvarnos… Me
pregunto ¿salvarnos de qué?? Si no hemos hecho nada, es más re-
cién llegamos.
Luego la bola de nieve siguió rodando hasta transformarse en un
monstruo que arrasó con casi todo a su paso.
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10. Sobre la libertad de expresión del pensamiento.
Cuando tuve mis primeras dudas siendo niño sobre cómo era
dios y mi incipiente comprensión daba sus primeros brotes, me con-
taron una historia-cuento-fabula-relato- : Había una vez un señor
que se preguntaba todo el tiempo como sería dios, donde estaría,
que forma tendría… y estas dudas lo angustiaban más y más
cada día que pasaba. Un día iba caminando por la playa cerca
del mar y vió como un niño iba y venía con un baldecito trayen-
do agua del mar y lo tiraba a un pocito hecho en la arena. Se
acercó y le preguntó porque hacía eso y el pequeño le dijo que
quería tirar toda el agua del mar en su pocito…-Pero eso es im-
posible- le contestó el señor.
A lo que el niño (que era un ángel) le replicó- Lo mismo te
pasa a ti que quieres comprender a dios, siendo tan pequeño-
En ese momento me sentí mejor…habían logrado disipar mis
dudas, estaba tranquilo, como se me ocurriría a mí, insignificante
humano tratar de entender cómo era dios…Y lo que es peor, con
ese relato me confirmaron su existencia absoluta. Dios existía, si
o si, allá a lo lejos, intangible, eterno, creador de todo el universo.
Obviamente, muy pero muy, lejos de mi comprensión.
En realidad debería despreocuparme de intentar todo tipo de
averiguación al respecto. Pero… que existía, existía. Aunque yo no
lo pudiera entender ni esa persona pudiera explicármelo mejor.
PENSABA, no hace mucho, en la posibilidad de poder hablar
(escribir) sobre estos temas, en estos tiempos. Posiblemente pocos
concuerden con mi pensamiento…pero puedo expresarlo. No me
imagino haciéndolo hace 300, 500, 100 años atrás. Es imposible has-
ta imaginarlo. Aunque es muy probable que de haber existido en esas
45
épocas mi pensamiento hubiese sido muy distinto al respecto. Segu-
ramente. Porque claro está, mi humilde y torpe pensar, es el pro-
ducto de las diferentes herencias sociales, desde las cuales provengo.
Nacemos en un tiempo y espacio, que no elegimos, y debemos
adaptarnos a ello. De pronto estamos dando vueltas en una calesita que
tampoco elegimos. Y con el paso del tiempo te vas dando cuenta que
las opciones, parecen muchas, pero no son tantas…o sigues o te bajas.
Yo he tenido suerte porque el tiempo y el espacio que me ha
tocado, me permite hablar de estos temas de esta manera. Como
así también, es probable que estos temas se hablen, alguna vez,
hasta en los jardines de infantes. No digo dándome la razón, pero si
abriendo espacios a la diversidad de ideas y respetando las dudas.
No tengo en claro (solo un par de teorías) porqué estamos en
esta parte del Universo, lo que si estoy seguro es que NO ESTA-
MOS ACA PARA SUFRIR, por más que fundamentadas ideas
religiosas, así lo quieran determinar.
Nuevamente se me hace presente la idea de dios, en cualquie-
ra de sus versiones, siempre tan adyacente con la muerte. Y si
bien el humano ya concibe (no siempre de buena gana) que es un
ser finito. Esta finitud que le toca transitar, lejos de ser sinónimo
de muerte, se trasforma en sinónimo de VIDA. Su vida singular,
a la que debe aferrarse y disfrutar, de la manera más digna,
con virtudes y defectos, que su herencia le otorgara. Tratando
de SER, en cada instante, con la convicción, de que pudiese ser
el último. Así y solo así, podrá establecer (en algunos momentos)
estados de conciencia, no permanentes, que le permitirán darse
cuenta de su EXISTENCIA.
46
aceptable. No todos pensamos lo mismo al respecto, esto también hace
a la diversidad, en este caso, de pensamientos. Esto me llevo a pensar,
QUÉ estaba buscando, con tratar de indagar sobre el tema de la muerte,
tan ligado siempre, como ya lo he repetido, a la idea de dios…
Supongo que tener alguna idea más concreta y racional al res-
pecto o permitirme dudar, de la información (educación-herencia
gramatical-social) recibida desde niño hasta el presente, no me per-
judicarían en nada. Sobre todo, en mi caso, que hoy, siento ne-
cesidad de explorar, razonar y exponer, mis elementales y torpes
pensamientos.
En esta actualidad, que algunos llaman posmodernismo, obser-
vo como las personas se (nos) manejan muy rápidamente. Todo es
veloz, todo es ya, lo que hoy era nuevo, en instantes ya no lo es o se
perfeccionó algo mejor, más completo y más económico. Vivimos
así, en una constante insatisfacción. Porque lo que tenemos hoy, tal
vez mañana ya no sirva, o sea obsoleto, al menos eso creemos o nos
hacen creer. Somos succionados por la tecnología y esto nos lleva
sacrificar gran parte de nuestras vidas en pos de ella. Y no hablo
solo de tecnología electrónica, celular, computadora, etc. Hablo del
consumismo en general al que nos dejamos llevar. Desde un auto,
un par de zapas, una ramera, etc. Digamos que nuestra felicidad pasa
por la obtención de bienes, que supuestamente nos brindan placer y
felicidad, o algo parecido…
Y quizás esto no sea nocivo, salvo que, (supongamos), toda
nuestra vida se base en eso…
VEO a diario, sobre todo en las grandes ciudades, miles de per-
sonas con la mirada perdida viajando a sus lugares de trabajo, otros
dormitando, algunos con auriculares, seres automatizados, yendo a lu-
gares donde obtendrán dinero para obtener aquello que los hará feliz…
-El trabajo dignifica- es una frase que se dice habitualmente.
Tengo mis dudas al respecto. Me cuesta aceptar que el motivo de
nuestro breve lapso, por esta parte del universo, sea solo para traba-
jar. Sería hasta lastimoso que fuese así. Prefiero pensar que hemos
47
venido a otra cosa. Ya no vivimos de la caza y de la pesca, es obvio.
Pero sería interesante que pudiésemos subsistir por medio de alguna
habilidad, conocimiento u oficio. Hacer lo que uno sabe, no es igual
al concepto de ir a trabajar. Trabajar por obligación, en lo que se
pueda, para obtener bienes, a la larga se convierte en una carga. Me-
caniza al ser humano, lo absorbe. Le quita la posibilidad de crecer.
Por eso no creo que la finalidad del hombre haya sido venir a sufrir
y trabajar.
48
Cuando hablamos de pensar, estamos hablando de la sutileza del
pensamiento, no de lo básico elemental.
En esta última inferencia entramos unos cuantos (millones?) de
seres que alegremente andamos respirando por la vida, soñando,
reproduciéndonos, gesticulando, deambulando, con los ojos bien
abiertos pero dormidos (no es lo mismo ver que observar) y así…
hasta que morimos.
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decían. Si no hay nada más obvio que aceptar la existencia de dios
y un alma (solo una) inmortal.
Que a la postre es lo que nos diferenciaría del resto de los ani-
males. Porque ellos, no tienen alma y al no ser racionales, tienen la
suerte de carecer de dioses. Sin embargo los humanos, que si somos
racionales, porque a través del cerebro podemos pensar y razonar,
nosotros si tenemos dioses y además somos inmortales, porque
tenemos alma. ¡Qué tal esa parte!!
50
No es casual, que este intento de ensayo, surja ahora, pasando
los sesenta. Cuando estadísticamente tengo más vida que tiempo.
Nadie acepta con donaire y benigna resignación la posibilidad
de morir. Quien dice eso, se miente, nos miente. No nos engañen, ni
nos dejemos engañar. Nadie quiere morir.
Aún, el enfermo terminal lucha y se aferra a cada instante y
daría lo que fuese por no morir. No seamos hipócritas, la certeza de
morir nos perturba, nos jode, nos caga la vida. Y no solo el hecho
en sí, que sabemos inexorable. Sino el saber que siempre, en cada
instante, está la posibilidad.
El mismo Profeta lo expresó cuando fue a orar, antes de su cal-
vario. Porque si bien él podría (o no), saber lo que vendría. Y tra-
tando de ser lo más amplio posible sobre sus capacidades y dones,
básicamente era un ser humano. Y como tal tenía miedo, no deseaba
morir. Por eso el autor pone en su boca: ¨- Padre, aleja de mi este
cáliz…mas no se haga mi palabra, sino la tuya. ¨
Aquí aparece lo inapelable, el temor a la partida. La eterna insa-
tisfacción del ser humano con lo que llama destino, no con el destino
en sí (porque todo es azar) sino con el irremediable y conocido final.
51
Mi intención es jerarquizar al ser humano, tan devaluado y ma-
sificado por estos tiempos. Recuperar su SINGULAR, su ego, su
dignidad. No más el manso corderito que se deja llevar de un corral
a otro por el cencerro de turno. No quiero un ser humano, NO HU-
MANO. Quiero un ser humano trasgresor, pensante, con capacidad
de revelarse cuando un atisbo de duda aparece en su pensamiento.
Que no acepte nada sin antes comprender. Que pueda comprender
que todo pasa en su cerebro. Que sin él no hay emociones, no hay
alma, no hay espíritu, no hay dioses. CON EL CORAZON SE VI-
VE…Y CON EL CEREBRO SE EXISTE.
Quiero un ser humano que pueda vivir con romanticismo su im-
perfección. Que se acepte como es, vulnerable, frágil, expuesto a la
contingencia a cada instante, diverso, felizmente imperfecto. Porque
la perfección aburre. Con los pies en la tierra, que lo vio nacer y lo
verá morir. Que no le tema al concepto de la partida. Que trate de
comprenderlo y que lo enfrente con dignidad para él y su descenden-
cia. Que no adolezca su tiempo, que es lo único que tiene. Deseo ver
un ser humano decido, a experimentar plenamente su paso por esta
parte del cosmos,-los cobardes no hacen historia-. Que sea lo más
racionalmente animal que pueda. Y aunque sepamos que siem-
pre tendremos las valijas preparadas, porque estamos de paso Que
pueda vivir plenamente cada instante de su vida, sabiendo que pue-
de ser el último. Sin los miedos que se encargaron de inyectarnos
las diferentes creencias. QUIERO UN SER HUMANO LANZADO
AL ABISMO DE LA EXISTENCIA, EN LA INMENSIDAD DE
UNA NOCHE ESTRELLADA…
52
la historia o el final de la obra. Sería desperdiciar el tiempo, leer
sin comprender, mirar sin tratar de entender. Digamos que no sería
una actitud coherente, un sin-sentido. Algo que no estaría acorde a
una actitud humana. Nadie que va a un cine y se despreocupa de
antemano por el final de la película (salvo que por algún motivo se
retire antes…).
Los seres humanos somos alentados a desperdiciar el tiempo,
tratando de esquivar neciamente la idea del final, como algo que no
nos preocupa, que está lejos…porque los demás mueren, yo toda-
vía, no…
Solo intento que podamos vivir plenamente cada instante de
nuestra breve-larga existencia. Somos cuerpo y mente y el tiempo
que tenemos. Nada más…y nada menos. No desperdiciemos nues-
tro capital en banalidades y démosle a nuestro tiempo, que es vida,
la importancia que debe tener. Es una forma de respetarnos y de
que tenga sentido el paso por estas tierras. No gastemos energía en
las pequeñeces diarias, ni intentemos responder a las banalidades y
miserias humanas que también existen. Apuntemos alto, revalori-
cémonos como seres individuales. No temamos el final, tengamos
un concepto claro del mismo, con los pies bien sobre la tierra, de la
cual venimos y a la cual volveremos. Disfrutemos el ahora, estando
abiertos y despiertos a las contingencias. Que nuestra vida no sea
una eterna añoranza de mañanas.
Que el trabajo no sea la prioridad, no vivas para trabajar, sino
todo lo contrario. Disfruta lo más que puedas, no hemos venido a
sufrir. Nada como el tiempo compartido con tus hijos, con amigos.
Sácate los temores que heredaste en cualquiera de sus planos y per-
mítete estar sobre la hierba mirando el cielo como cuando niño.
Libérate de la culpa de estar siempre cumpliendo responsabilidades.
No estés siempre a derecho o a rigor de leyes. Si algo no te conven-
ce…duda...duda y duda. Acá estamos para dudar y transgredir. NO
todo está dicho ni mucho menos. Y si bien no todo lo anterior fue
falaz, tampoco lo fue verdadero. Como dije ya antes, ya no más
mansos corderitos tras el cencerro de turno.
53
No vivas de prisa, que estar apurado no significa vivir más, sino
acumular insatisfacciones. Deja que la existencia te sorprenda y tal
vez el proceder ante lo imprevisto, sea el sentido de la vida…
VIVAMOS CADA INSTANTE EN PLENITUD COMO SI
FUESE EL ULTIMO, CON LA SABIDURIA QUE NOS DARÁ
EL CORAJE Y LA DIGNIDAD QUE NOS MERECEMOS, EL
UNIVERSO NOS CONTEMPLA….
54
Cabe preguntarse, si a la mayoría no le interesa hablar ni pensar
sobre la muerte, porque todo el tiempo la están nombrado y tenién-
dola presente, para luego quedarse paralizados viéndola pasar, con
esa expresión atónita inconfundible.
55
encargarán de aclararte el tema, infundirte temores y al final si cum-
plís sus preceptos, iras al cielo y serás feliz por siempre.
56
no se dieron cuenta jamás de su existencia. Estos son apenas unos
cientos de miles de millones de personas.
Importantes pensadores, no es mi caso, ya trataron este tema con
amplitud y eficazmente. Ellos hablan de seres que actúan mecánica-
mente, autómatas. Seres que hablan, se alimentan, se reproducen, for-
man familias, eligen presidentes, manejan autos y finalmente parten
sin haberse percatado de nada. Y esto que suena cruel, es así. Con solo
mirar un noticiero en la televisión, se tendrá un paneo de esta realidad.
Allí se ve, la verdadera representación de las clásicas series americanas
sobre zombis, con la que nos vienen martirizando desde hace años.
Y esto inevitablemente tiene que ver con el AZAR, con respecto
a la suerte que hayamos tenido en relación a la herencia (gramati-
cal-social) que nos tocó. Recordemos que aparecemos en una calesi-
ta que ya está girando, no podemos elegir otra, debemos pues adap-
tarnos a ella. Y hay muchos tipos de calesitas, las bellas y modernas,
viejas y vetustas, algunas apenas andan, otras se caen a pedazos y
también hay calesitas paradas, que ya no giran, que están inmóviles.
Es el mismo azar que recorre nuestra existencia sin contem-
placiones en cada situación-consecuencia-causalidad, que nos toca
vivir. Toda nuestra vida es azarosa. Creemos conocer algunas Leyes
Universales que nos atraviesan, pero en realidad en ese tema esta-
mos recién entrando en un jardín maternal.
Las Leyes Cósmicas traspasan nuestro planeta y a todos los
seres que lo habitamos. En ese sentido no hay diferencia entre una
hormiga y el ser humano.
El azar es cósmico y me parece que con nuestro intelecto no lo
podemos comprender, por eso es azar.
Abrimos la puerta en la mañana y al pisar el césped aplastamos
(sin darnos cuenta) un par de hormigas. En lejanos espacios cósmi-
cos se encuentran energías y estas quizás puedan llegar hasta nues-
tro planeta, atravesarlo y seguir su curso. Y en la televisión veremos
como un huracán arrasó ciudades enteras, llevándose todo a su paso,
seres humanos y hormigas.
57
Está claro que no somos el centro del universo.
Así también podemos comprender que ciertas ideas y conceptos
que manejamos son, digamos… de cabotaje. El bien y el mal tan
usado por estos lares. Usado y manipulado. No tiene ningún sus-
tento universal sino que es parte del todo. No hay un mal o un bien
cósmico, sino que el concepto forma parte del cosmos. Como decía
el pensador prusiano –El bien y el mal. Son prejuicios de dios…-
Esa calamidad que le ocurrió a la hormiga (cuando la pisamos)
no era un mal…era parte de…Lo mismo que una catástrofe o el
hecho más aberrante cometido por un ser humano. Y esto no es con-
validar lo que nosotros llamamos crímenes. Simplemente tratar de
entender aquello, que se nos hace incomprensible.
No podemos evitar ver la existencia, sino a través de nuestras
capacidades, pero en tanto y cuanto estas capacidades, (inteli-
gencia-intelecto-emociones y las otras que poseemos y descono-
cemos) sean más desarrolladas, la PERCEPCION y por ende la
COMPRENSION será totalmente distinta.
Me parece que concepciones como: bien-mal, justo-injusto-nor-
mal-anormal-, por citar algunos, solo pueden tener algún tipo de
valía aquí, en nuestro planeta.
Suponer o creer que el universo se rige por nuestras medidas y/o
percepciones, puede llegar a ser una fuerte apuesta a la ignorancia.
El todo, el cosmos, el universo, nos es incognoscible, inasequi-
ble y en las actuales condiciones socioculturales y psicológicas es-
tamos cada vez más lejos de su comprensión.
Mientras las nuevas pedagogías no nos impulsen a ser irreveren-
tes, con las concepciones que pueden llegar a ser objeto de dudas, el
sueño será profundo.
Contemplemos el Todo desde nuestra óptica, pero conscientes
de que es una mirada parcial, subjetiva y en algunos casos temeraria,
pero no absoluta. Como dirían los pajaritos que intentaban apagar el
incendio con sus piquitos…es lo que podemos.
CON el corazón se vive, con la mente se existe.
58
16. Y…de carne somos.
CREO que por estos tiempos, ya tenemos claro que no somos el
centro del universo y por ende que no somos los únicos seres ra-
cionales existentes. Hay posibilidad de que existan seres superiores
y / o inferiores, pero esto no confiere que sean o seamos deidades.
Solo nosotros estamos ávidos de dioses, vaya a saber por cuál de las
tantas razones ya conocidas y algunas mencionadas en este intento
de ensayo. Mas las que aparecerán en futuro, al menos eso espero.
La posmodernidad que transitamos, se nos ha venido de gol-
pe. Nos avasalla, nos impele impunemente. Y no supongamos que
forma parte de algún plan macabro pergeñado por mentes siniestras
en centros ultra secretos. Intento decir que la masificación y la con-
siguiente destrucción de lo singular, a través de los productos de
consumo, no es el objetivo de una corporación, sino su CONSE-
CUENCIA.
59
datario/a, un alto funcionario/a, dueño/a o gerente/a de una compa-
ñía, por citar algún ejemplo, serán atravesadas por el sexo y esto que
pareciese muy rebuscado o simplista, créanme que no es así.
Y no nos vayamos muy lejos, cuantas veces nos hemos levanta-
do de mal humor por este motivo. Debiendo nuestros hijos, herma-
nos, compañeros de trabajo, alumnos, pacientes, clientes, padecer
nuestra frustración o por el contrario nos mirarán sorprendidos por
nuestro humor y jovialidad cuando Eros, Cupido y Afrodita fueron
oficiosos con nosotros (metáfora pura) la noche anterior.
60
17. La fama es puro cuento.
61
18. Sobre la moral que nos inhibe.
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Sería antinatural –contra natura- comprenderlo. No es lo mismo acep-
tarlo, entenderlo, a COMPRENDERLO, la comprensión es otra cosa.
De esta manera vivimos siempre al borde de una delgada línea,
que no nos atrevemos a pasar. Siempre al límite de lo incomprensi-
ble, la comprensión de la muerte, el dejar de ser, dejar de existir. Y
quizás, esta incertidumbre que nos deja perplejos y expuestos a la
nada, al sin sentido y nos desequilibra, sea el embrión de locura
que todos llevamos dentro. El borde, el límite, la barrera, esta an-
gustia que llevamos de por vida y que hemos descubierto a partir de
entender (no de comprender) que somos seres finitos.
Debemos aprender a reconocernos, a recordarnos, es decir vivir
presentes. Quizás esto, nos podrá procurar cierto sentido a nuestro
pasar. Logrando, por instantes, sacarnos el agobio que nos produce
lo incomprensible de la finitud.
Mirémonos, literalmente, frente a un espejo. Observémonos, fi-
jemos la mirada en la profundidad de nuestros ojos…Será como ver
más allá, como vislumbrar los pensamientos. En esos instantes es
imposible mentirnos…y allí en lo profundo de tu mirar puede que
veas un brillo casi imperceptible, que se mueve de un lado a otro…
es ni más ni menos que la incertidumbre…el embrión, que tenemos,
desde que advertimos, que hay principio y fin.
Así pues, tal vez, el estar en presente, te hará merecedor a cier-
to sentido, a tu fortunio de existir…
63
Lo Imprevisto
Señor, nunca me des lo que te pida.
Me encanta lo imprevisto, lo que baja
de tus rubias estrellas, que la vida
me presente de golpe la baraja
contra la que he de jugar.
Quiero el asombro
De ir silencioso por mi calle oscura,
sentir que me golpean en el hombro,
volverme, y ver la faz de la aventura.
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a los estados de remordimiento que suelen acosarnos cuando su-
ponemos no haber actuado como las normas de moral de nuestro
ámbito lo ameritaban. SER CONCIENTE, es otra cosa, nadie ES
CONCIENTE todo el tiempo, sería imposible, son estados muy pe-
queños a los que puede llegar el humano. Para ello debe DARSE
CUENTA, vivir presente cada instante. Para lograr esto el humano
deberá aprender a recordarse y a comprender (de comprensión).
65
pensamiento, puesto que solo respondemos a los mandatos que nos
fueron entregados por las herencias recibidas.
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cuidado en estos conceptos, que la mayoría da por válidos (hablo de
culpa, pecado, dios nuestro señor, vírgenes, ángeles…) ya que, con
solo manejarlos dentro del vocabulario habitual, es una forma de
darle validez.
67
Los mayores nos infundían los miedos y después nos otorgaban los
ángeles guardianes para protegernos de ellos.
Así, de ésta manera se produce el proceso de convicción que
heredamos, hasta que un día, sin saber por qué empezamos a creer,
es cuando la idea se hace carne. Y este concepto quedará grabado
en el interior del pensamiento, como una verdad absoluta y más allá
que después busquemos otros caminos y conozcamos otras religio-
nes o simplemente nos quedemos con la idea primaria y básica, la
idea de dios habitará en nosotros.
ES POR ELLO, quizás, que la mayoría de los seres humanos,
cualquiera sea su nivel cultural, nos dirá- soy creyente-.
68
cipio. Esta primera frase, tan poco feliz, del libro deja mucho que
desear. Es casi una alabanza a la sinrazón a la ignorancia y un total
insulto a la incipiente capacidad de pensamiento del ser.
69
Fijémonos en nosotros mismos…cuantas veces durante el día,
sin darnos cuenta, caemos presa de la imaginación y nos dejamos
llevar por ella y de pronto estamos pero no estamos, ella nos arrastró
hacia donde quiso. En esos momentos no estamos presentes, no
existimos. Así de simple.
Para los estudiosos del tema existen, por supuesto, una clasifica-
ción. (Al ser humano le encanta encasillar.) Así pues encontramos una
primera clasificación, en ese caso estaríamos hablando de imagina-
ción reproductora por un lado y de imaginación productora por otro.
Otra clasificación nos ofrece un abanico más amplio, acá la ima-
ginación sería: efectiva, intelectual, fantasía, empática, estratégica,
emocional, sueños y reconstructora (recordarse)
Estos conceptos me exceden obviamente, lo mío es más simple,
si la imaginación te abarca la mayoría del tiempo, no tendrás pensa-
miento propio, vivirás ensoñado, estarás dormido. Habrás desperdi-
ciado tu soplo de vida.
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Pero también este sentido de pertenencia lo hará caer en la falsa
premisa, de que seguirá SIENDO…
ES AQUÍ donde nuevamente aparece el caldo de cultivo tantas
veces usado durante toda la humanidad, cuando los pícaros hace-
dores de la IDEA de dios hacen su aparición. Sin ningún tipo de
escrúpulos ni de piedad, desparramando bendiciones, culpas y fal-
sedades ideológicas a los cuatro vientos. Utilizando esto para sus
propios beneficios. Desvalorizando al ser humano, descalificándolo,
como si fuese un ser no apto para la existencia, es increíble como
las religiones han hecho tanto daño. Pareciese que su meta es crear
ejércitos de ovejas que caminan resignadas, esperanzadas, a caer
al abismo de la nada.
Cuidaos de los lobos disfrazados de ovejas- dice la Biblia y
es una frase que se aplica a ellos mismos.
Sois como sepulcros blanqueados- nunca mejor expresado,
esta otra frase del mismo libro, como dirían los curas, es un acto de
contrición perfecto.
71
¿ES MUCHO pedir un ser humano, que se acepte tal cual es?
¿Que comprenda que su paso es breve y es solo eso? Que compren-
da que su existencia es azarosa y que no fue antes ni será después.
Es mucho pedir un ser digno, que tenga el valor de vivir presentes y
no esté esperanzado en fábulas y fantasías. Ya a esta altura debería-
mos darnos cuenta de algunas cosas.
Veo a los creyentes arrodillarse implorantes, cerrando los ojos
y elevando sus plegarias, deseando cosas, pidiendo ayuda para
sus vidas, porque no están conformes con la que tienen, cobardes e
hipócritas, dignifiquen la vida que les ha tocado, dejen de lloriquear
sus desventuras, con esa desmedida necesidad de dar lástima y pre-
tender que todo les venga del cielo, sean dignos. No mal gasten el
aire que entra en sus pulmones, gánense el espacio que les ha tocado
y defiendan su soplo de vida. Seguramente si su situación fuese bue-
na y en abundancia, no serían tan religiosos o creyentes, hipócritas.
Y están aquellos que oran o rezan por los demás… son los peo-
res, son los eternos observadores de las miserias humanas, arro-
gándose el poder de estar conectados vaya a saber a qué absurda
ilusión y se desgarran en su comodidad y confort pidiendo por los
demás. Pero nunca arremangarse y ponerse al lado del necesitado
que está en la esquina. Nunca dar todo por el otro, dan lo que les
sobra, lo que no afecte su patrimonio o comodidad. Basta con
mirar cómo viven las cúpulas de los referentes religiosos. Después
armarán diferentes ONG y miles de asociaciones de ayuda a los
más necesitados, pero obviamente sin comprometer su verdadero
poder y riqueza. Farsantes.
DESCREO firmemente del poder (desde la comodidad) de la
oración. Creo en la acción, en el hacer, en comprometerse desde la
actitud simple y llana. No creo en los personajes religiosos, cual-
quiera fuere su origen, que con los ojitos cerrados juntando sus cui-
dadas manos y haciendo mucha fuerza ayuden a nadie. Creo en arre-
mangarse y extenderle la mano al otro, tanto en lo material o en lo
psicológico, porque no somos todos iguales, dependemos desde el
vamos, del azar, como ya lo hemos comentado.
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22. La oración y el engaño van de la mano.
Está más que claro que la función de las diferentes concepciones
de la idea de dios (llámese religiones), no se nutre de seres nobles
y dignos, que se acepten con sus virtudes y flaquezas. Qué sentido
tendrían ellas si la mayoría nos aceptaríamos conceptualmente como
simples seres humanos que solo estamos de paso, por esta parte del
universo.
La función de ellas es y será crear seres temerosos, miserables y
débiles; con culpas que pagar, parias del universo; seres oscuros y
sin rumbo. Ellas se esforzarán y te harán comprender estas premisas
y después obviamente, te sacarán de las tinieblas. Las tinieblas y
dudas, que ellas mismas te hicieron creer. Así de simple y perver-
so funciona. Y como remate te prometerán vida eterna... El combo
perfecto.
NO SÉ en otros lugares, pero por estas partes, basta con prender
la tv después de medianoche y verán aparecer, cual hienas hambrien-
tas, surgir de la oscuridad las legiones de curas, pastores e ilumina-
dos de la más rancia especie. Al mismo tiempo verás aparecer en tu
barrio o donde menos lo esperes, un local alquilado con varias sillas
y una especie de escenario, donde cualquier personaje se decida a ser
portador de la palabra divina…Ya no importa el grado de prepara-
ción o discernimiento que tenga, es solo cuestión de decisión. En un
par de semanas, con asombro veras desfilar por su puerta los parias
de este mundo.
Aquí se evidencia el accionar de las diferentes ligas, por llamarle
de alguna manera, que intervienen en esto de embaucar a la huma-
nidad con la idea de dios. Por un lado la ortodoxia y el poder puesto
de manifiesto con la pompa y la historia de los grandes templos y
sus soberbios y ciegos sumos sacerdotes (digo ciegos porque no ven,
ni quieren, ni les interesa, la realidad) dueños de la verdad. Obesos
de soberbia y de la comodidad, que les da el poder, que a través de
siglos lograron poseer. Poder, que no están dispuestos a renunciar y
mucho menos a poner en tela de juicio.
73
Que para ello Pedro fue nombrado la piedra fundadora de la
iglesia judeo-cristiana.
Y por otro lado este pulular constante de los llamados pastores,
en lugares humildes, es la otra cara del mismo verso, saltamos del
lujo a lo básico, en todos los aspectos. Aparecerán en paupérrimos
espacios, trayendo la palabra salvadora a los necesitados que no tie-
nen acceso a los grandes templos y catedrales. Allí aparecerán con su
corbatita y canciones pegajosas los pastores celestiales acompañados
de sus esposas de amplia sonrisa y demostrando a todo el mundo lo
felices que son.
Por un lado el shopping celestial y por otro el mercadito chino,
también celestial, obvio.
De estas dos maneras se avanza en el concepto de la idea de dios,
es como un efecto pinza, tratando de aprisionar o captar adeptos. Y
como era lógico la liga menor, es la que más crece, porque los que
más necesitan, están cuasi obligados e impelidos a creer. Porque
debe haber algo mejor, que la vida que están llevando. Y ese dios del
cual les hablan, te está esperando para que seas feliz, ya sea en esta
vida o en la otra…Aquí la manipulación llega a su pico más alto.
74
(el verbo-la fantasía, la fábula)) se había hecho carne. La gran falacia
universal se había hecho carne. (2)(1)
(2)
En cristología, Logos (en griego, Λόγος; literalmente «Palabra», «Verbo»,
«Discurso» o «Razón») es un título de Jesús de Nazaret, que tiene su origen en el
prólogo al Evangelio de Juan
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Las posibilidades del porqué de esta situación, son muchas su-
pongo y haría falta cierta capacidad y mucha dedicación para inten-
tar abarcarlas, ambas cosas carezco.
Vale decir nadie va a andar diciendo a los cuatro vientos fui
engañado y engañé a muchos haciendo creer y afirmando como
verdadero algo que llamamos dios y que tenemos un alma
inmortal y que ese ser nos mira desde el cielo y nos protege y
somos a su imagen y semejanza…
Y….es entendible.
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Fijémonos en los cómics o superhéroes creados desde los co-
mienzos a los actuales, esos súper seres imaginados por el hombre.
Ellos son justamente lo que el hombre no es. Sus poderes son los que
el hombre no posee. Daría la impresión que el ser humano añora ser
otra cosa. Desde volar, vista supersónica, fuerza ilimitada, cuerpos
elásticos, etc. Cómo que desdeña de sí mismo, se menosprecia, y
proyecta lo que quisiera ser.
Un súper héroe, lo es para los demás y accionará para sus con-
géneres. Él demostrará que es superior a ellos, y que es bondadoso y
los ayuda. ¿No les recuerda algo este pensamiento?
Nunca un superhéroe será un simple humano con capacidad
pensante, con sentido común, con criterio amplio. Hay que ser un
superhéroe para aceptarse dignamente con fallas y con aciertos.
Que mejor superhéroe que aquel capaz de aceptar la divergencia y la
diversidad. Eso es superhéroe por los tiempos que nos atraviesan. Y
un dato importante, ¿vieron que los superhéroes no son creyentes?
Saben porque no lo son…pues porque no son humanos…
Pero si escudriñamos un poquito más, veremos que hay un ras-
go, que tienen todos los superhéroes creados e imaginados por el
hombre…siiiiii… ése es. Los superhéroes son inmortales .Que es
lo que veladamente todos sus creadores nos proponen. No existe un
superhéroe, un comics que sea mortal. Imaginemos a cualquiera de
ellos, con la posibilidad de morir en cada historieta.
En el fondo el ser humano anhela esa posibilidad y por ello crea
ficciones de superhéroes con esa imagen. Ahora bien, si hilamos
más sutilmente caeríamos en la cuenta, que más que la inmortali-
dad, lo que el ser humano no quiere, es morir, que no es lo mismo.
Y quizás ese sea el verdadero motivo de la insatisfacción.
77
ligiones que prediquen comportamientos nocivos. Si sostengo que
sus orígenes son fantasiosos e inconsistentes y que insultan la inte-
ligencia y la comprensión del ser humano. Por ende cuesta mucho
rescatar pensamientos nobles sobre bases inverosímiles y falacias
manifiestas. Si a esto le agregamos la liturgia y la parafernalia, se
complica aún más la solidez de sus ideas.
Por historia, una persona llamada Jesus existió, pero más allá
de sus nuevas ideas, para la época, que perduran en el tiempo, no
hay otra cosa que agregar. Todo lo demás es folclórico, agregados
innecesarios que debilitan su imagen. Y hablo de su nacimiento, sus
milagros, su muerte y posterior supuesta resurrección. Repito no
era necesario llegar a esos extremos imaginativos. Si en los tiempos
que nos toca seguimos intentando aceptar estas ideas, pues estamos
complicados.
¿Por qué será que ya no hay más profetas? ¿Por qué será que no
se ven más milagros, en el sentido lineal de la palabra? A veces uno
ve lo que quiere ver. Y si en ese contexto, aceptamos que el humano
vive, por y para satisfacer sus deseos, tendremos la explicación a
muchas cosas. Lo cual no las convalida, obviamente.
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comportamiento y nuestra forma de encarar la vida, nuestra vida. Tal
vez un poco más real, más humana. Menos hegemónica, más perso-
nal. Seríamos seres únicos y lo que es mejor, nos daríamos cuenta
de ello. Nos reconoceríamos como individuos reales con virtudes y
flaquezas, pero no estaríamos esperanzados en quimeras infantiles,
que no hacen otra cosa que desmerecer la esencia de cada ser.
Realmente no si logro bajar lo que realmente pienso, hablo de un
ser humano real y tangible. Con un principio y un final. Entregado
de la mejor manera al azar de la existencia. Existencia que no podrá
entender y la que deberá vivenciar de la mejor manera. Y en la que
será el producto de la herencia que le toque en suerte, como todo lo
que le acontece.
Situaciones-consecuencias y causalidades, esa es y será la con-
tingencia que nos contendrá, que nos abarcará, a nosotros, los seres
humanos.
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Asimismo, otros datos significativos nos dicen, que en el 1800
éramos aproximadamente 1.000 millones de personas, vale decir
que en 200 años hubo un aumento de más de 6.000 millones de se-
res. Se estima que para el año 2050 seremos unos 11.000 millones y
para el 2100 unos 15.000 millones. (En ninguna de estas dos últimas
estimaciones estaré presente).
Cabe preguntarse qué ocurrió allá por los años del 1800, que a
todas luces parece ser el siglo bisagra en nuestro calendario, ya que
a partir de allí todo fue vertiginoso. Pensemos que 200 años no es
nada en la existencia del hombre en la tierra, apenas 3 generaciones,
según promedios de vida actual.
Ya estaba en marcha la revolución industrial en Europa, apareció
la primera locomotora, se crea la anestesia, el teléfono. Las guerras
napoleónicas en Europa y el comienzo de las guerras de las indepen-
dencias hispanoamericanas. Pero los hechos más relevantes van por
el lado de la medicina y la posibilidad de prolongar la posibilidad
de vida del ser humano. Esto le otorga mayor tiempo para poder
procrear y pensar… de allí la posibilidad de lograr mayores logros.
Vemos, salvo error u omisión que el crecimiento demográfico es
un hecho inexorable. No sé si la humanidad pueda estar capacitada
para soportar el impacto que esto producirá en el planeta. Veo cada
vez más diferencias sociales y seres con pocas herramientas here-
dadas como para poder sobrevivir dignamente. Y acá no hablo de
intelecto sino de las necesidades básicas, llámese alimentos, medici-
na, agua potable, etc. Solo de nosotros dependerá, en la medida que
podamos abrir los pensamientos y animarnos a discernir sobre las
reales posibilidades de la humanidad. Para lo cual, las religiones son
un obstáculo tremendamente insoportable, que en algún momento
tendremos que sobrepasar.
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25. Si dudas…Duda, duda y duda.
Hinduismo, Budismo, Judaísmo, Cristianismo e Islamismo son
las religiones dominantes, por estos tiempos, con sus respectivas
sectas y variaciones. A eso nos debemos enfrentar en cada lugar que
nos haya tocado en suerte existir. En cada caso estaremos sometidos
o enfrentados a sus diferentes poderes. Saquemos nuestras conclu-
siones, que sería de nuestras vidas si nos hubiese tocado en suerte,
alguna de las otras alternativas.
Como vemos, ellas, las religiones, están y estuvieron, casi siem-
pre. Por extraños designios atávicos, que quizás nunca sabremos,
todas hipótesis, como las que me atreví a exponer con anterioridad.
Pero no más que eso.
Permitámonos indagar en cada una de ellas y aparecerán cosas
interesantes. Todas diferentes y todas parecidas. Unas más ortodo-
xas, otras más manipuladoras. Unas tremendamente duras arcaicas
e inconexas con los tiempos actuales, fanáticas. Otras moderadas y
acomodaticias. Pero todas con un inmenso poder, que no estarán
dispuestas a entregar y que defenderán de las formas más sutiles y
terribles, de ser necesario.
Todas con un fin común, la dominancia. Que ellas se encarga-
rán de presentar como mensaje divino, como palabra sagrada, como
dogma, como todo aquello que te anule la posibilidad de la duda.
Todo aquel que dude, será pues, mirado de reojo, con recelo, será
peligroso. Así se manejan y seguirán haciéndolo. No hay peor ene-
migo para el poder, que la duda. Porque es la semilla desconocida,
que tarde o temprano florecerá.
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mularnos a despertar de la comodidad del sueño, que las diferentes
herencias nos han provocado.
A ver si soy claro, a todo aquel que lea estas torpes y colo-
quiales líneas, sea niño, adolescente, adulto, anciano…hay 2 seres
que mueren por segundo (en este instante está sucediendo) y por
azar, suerte o como quieras llamarle no fuiste vos. ESTAS VIVO!!!
Disfruta del ya, de tu hoy, tu presente, SE DIGNO, no malgastes
torpemente los segundos, minutos y días que tienes aún por vivir.
Recuerda que no hemos venido a sufrir, deshazte de todos los pre-
juicios y ataduras que las herencias te han impuesto.
Metafóricamente te diría, si quieres, date el gusto de tirarte
sobre el césped de la existencia sin tener que esperar a que llegue
el fin de la semana.
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acontece, no nos da esa alternativa. En tanto podamos percibir esta
fragilidad, tal vez, podamos hacernos fuertes en cada presente. La
fortaleza surge de vivenciar cada instante. No somos seres a futuro,
somos seres presentes.
Tal vez seamos de los más frágiles seres que habitan este pla-
neta.
Los otros animales manejan percepciones que nosotros desco-
nocemos, tienen instintos y sentidos muchos más desarrollados.
Ellos perciben catástrofes y saben dónde si y donde no, deben ir. Su
instinto de conservación es innata. Ellos viven, nosotros existimos.
Porque tenemos la posibilidad de desarrollar pensamientos, todo pa-
sará primero por la mente. Y precisamente ahí reside la fragilidad
del ser humano. Porque toda su existencia dependerá de su cabeza,
de su cerebro, de la capacidad de pensar. Y esto, que en principio
lo posiciona en un lugar superior, en relación a las demás especies,
es también lo que lo hace un ser frágil. Ya que cualquier anomalía
o accidente que sufra en su capacidad de pensar, lo privará de su
existencia y lo condenará solamente a vivir.
Vale decir que su fragilidad es doble, pues deberá cuidar su cuer-
po y lo intangible…su mente. Sin su cuerpo dejará de ser. Sin su
mente dejará de existir.
Si a esto le sumamos, las diferentes nuevas enfermedades que
pueden atacar el sistema nervioso, más el famoso estrés al cual somos
expuestos y sometidos en estos tiempos recontra postmodernos, re-
cién ahí tendremos la real dimensión de la fragilidad del ser humano.
83
y menos aún si tienes una vaga noción de la finitud del ser humano.
Lo único que realmente importa a los diferentes sistemas es…que
consumas.
Es acá donde vemos la necesidad del ser humano de crear dioses
a quien adorar y donde poder cifrar esperanzas de felicidad perma-
nente. El último dios creado por el hombre se llama CONSUMO, y
sus fieles seguidores los consumistas y su filosofía a seguir será pues
el consumismo. Ya lo anticipaba la Biblia en un modo subrepticio.
De manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marca-
do el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre.
(Apocalipsis 13:16-17) Haciendo clara alusión al código de barras
de nuestro tiempo. Supongo.
Disfrutar de cada instante, del soplo de vida, tal vez ayude a des-
pegarse de las frustraciones que conllevan los mañanas y los futuros,
no siempre posibles… y permanentemente lejanos…
No vendría mal tratar de disfrutar del tiempo que nos toca y re-
conocernos dueños de él y hacer con él lo que nos venga en gana. Y
dejar de ser esclavos de los deseos que nos proporcionan gentilmente
los tiempos actuales. Digo, colijo, discurro, supongo, sugiero…amen.
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peligroso creerse dueño de la verdad, pero mucho peor es ser es-
clavo de la mentira.
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consumo nos ofrece graciosamente. A eso llamo morir tontamen-
te. Las noticias están llenas de muertes tontas, totalmente evitables.
Solo hubiese sido necesario un poco de atención, un poco de estar
presente. Con solo cruzar una calle pensando en mañanas, estarás
arriesgando esa oportunidad.
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que viven en abundancia a costillas de la inocencia y necesidad de
las personas más débiles y sencillas.
No somos todos iguales, eso, ellos lo saben perfectamente.
Es entonces, cuando estos psicópatas manipuladores aparecen y te
prestan atención. Vaya si te prestan atención, estarán atentos como
vampiros a todos tus relatos y desdichas. Hasta que vean el momen-
to oportuno y con dulces palabras empiecen a meterse en tu vida.
Allí comenzarán realizar el acto más perverso y para lo cual fueron
entrenados, manipular.
Y aleluya brother!! Levanta tus manos y glorifica al señor, abre
tu corazón, porque él te va a escuchar porque somos sus hijos. Cierra
los ojos y pide, compenétrate, canta porque ya te está escuchando.
Aleluya gloria a dios, amen, amen y amen.
Pero recuerda que para recibir también hay que dar. Y quien
MAS DA…más recibirá…O sea…no sé si fueron claros. Dar, re-
cibir, hijos del señor, y en especial no olvides que no es la voz de
hombre quien habla, sino es la voz de dios a través de él.
Si se me permite la expresión…¡Vayan a trabajar!!!, dejen de
mentir y hacerse los psicólogos de los humildes. Quien se creen que
son, parásitos universales. Si quieren ayudar a la gente háganlo,
pero no vivan de ello.
Los conozco, con solo verlos me dan cosita… Allá los altos
magistrados de la iglesia católica, más políticos que los mismos
políticos. Viviendo en la opulencia, en interminables retiros espi-
rituales en lugares paradisiacos. Tratado a la gran masa creyente
con esa omnipotencia impostada y autosuficiencia. Con sus frases
rimbombantes y maestría en aplacar conflictos sociales, pidiendo
con falsa humildad a los poderosos que sean indulgentes con los
más necesitados, pero por las noches cenan junto a ellos (los po-
derosos, obvio)
Siempre al lado del poder y cuidando celosamente el suyo. Ya
no pasa por la ideología, la concepción humana del evangelio, solo
se trata de poderes.
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Con que autoridad moral hablan a sus fieles. Y no quiero ahon-
dar en temas más conflictivos que todos sabemos y ellos siempre
trataron de negar y/o disimular. Solo que en tiempos actuales ya es
imposible ocultar. Son perversos, viven en abundancia y predican a
los pobres. Se erigen como jueces del mundo occidental y se escon-
den en sus iglesias y conventos. Nunca se animaron a ser hombres.
A transitar la contingencia cotidiana.
Les hablan y dan consejos a las familias y hacen votos de
pobreza, obediencia y castidad. Como puede ser eso. Cobardes y
farsantes. Tan verticales al poder y tan enfermizamente amorales,
créanme les queda poco tiempo.
Fíjense en los ojos, en la mirada, de estos seres y verán el brillo
del engaño y la especulación.
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falsos profetas irán tomando real dimensión de sus poderes curativos
y atributos celestiales, para lo cual fueron enviados en forma directa
por su señor. Para escuchar los problemas de los demás y repartir
soluciones y bendiciones a diestra y siniestra. Aleluia brother!!!
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vas generaciones irán comprendiendo algunas cosas y descreyendo
de otras. Fijarán sus pies en la tierra y serán seres merecedores de
existencia, que honrarán su derrotero por esta parte del Cosmos.
Comprenderán que los dioses, fueron solo una idea, que sirvió
en tiempos de ignorancia supina y que solo sirvió para que una casta
ostentara poder.
Creo un en ser humano singular, aceptándose con virtudes y fa-
lencias, con intelecto y sentimientos. No deseoso de inmortalidad,
sino ávido de existencia. Disfrutando de la contingencia, con la ca-
pacidad de vivenciar cada instante de su soplo de vida.
Cuando el ser humano SE RECONOZCA y aprenda a creer y
confiar en sí mismo y sus posibilidades, habrá crecido. Ya no nece-
sitará de fantasías y fabulas para justificar su paso por este lado del
universo. Y será un ser DIGNO.
90
BYE BYE
HOY POR HOY…no tengo más certezas, pero sí creo tener más
claras las dudas. Y quizás sea lo mejor, qué sentido tendría tener
todas las certezas (o creyera tenerlas, que es peor). Hasta incluso
me deja suponer engañosamente que las dudas, me demandan más
tiempo, mas vida… me alejan de la partida.
Mentiría si dijese que vivo despierto, nada más distante a ese
estado…lo que si me gustaría haber sido, aquel el mosquito que en
noche de verano, mientras te dabas vuelta de un lado a otro tratando
de dormir, te zumbaba al oído cada vez que pasaba a tu lado y te irri-
taba. Al punto que llegaste a odiarme, buscando algo con que espan-
tarme o aplastarme, sin comprender mi porque. Yo estaría más que
conforme, no solo te molesté en tu rutinario y anestésico intento de
dormir, sino que, por un breve lapso te mantuve atento y despierto.
91
El prólogo que no fue
o
un intento de explicar el sentido del
escrito…
93
Con un ansia de poder y dominancia que se mantiene como en
las épocas más remotas y primitivas. Ha cambiado sus métodos y
formas…pero en el fondo sigue siendo el mismo.
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Es aquí donde se hace evidente la pésima y primaria utilización
de lo mágico que tenemos, EL CEREBRO Y SUS PENSAMIEN-
TOS. No es lo mismo interés que objetivo, mientras el ser humano
utilice su cerebro solo por intereses, nos seguirá yendo como hasta
ahora
SUPONGO QUE PLANETAS BASICOS, SON HABITA-
DOS POR SERES BASICOS. Y QUE EN LA MEDIDA QUE SE
PUEDA EVOLUCIONAR EN LO SINGULAR, TAMBIEN SE
PODRÁ EN ALGUN MOMENTO, COMENZAR A EVOLUCIO-
NAR EN SU TODO.
Es lo que humildemente pienso, vislumbro, imagino y deseo.
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