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Ushuaia, 7 de diciembre de 2016.

VISTOS: los autos caratulados “A.C.A.R.A y Otros c/ Municipalidad


de Río Grande s/ Acción de Inconstitucionalidad - Medida Cautelar",
expediente N° 3412/16 de la Secretaria de Demandas Originarias;

RESULTANDO

I. Con el escrito de fs. 56/71 comparece el letrado apoderado de la


Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina
(ACARA) y de las firmas Automotores Tierra del Fuego Sociedad Anónima
Comercial, Ruedamotor SA, Luciano Preto y Cía. Sociedad Comercial y
Colectiva, Polo Sur SA, Expo Auto SA, Bridge SRL, Comercial del Sur SRL y
Bridge Exclusivos SA, y promueve demanda contra la Municipalidad de la
ciudad de Río Grande (capítulo 1). Persigue: que se declare la
inconstitucionalidad de todo el articulado de la Ordenanza Municipal Nº
3575/2016, por afectar lo dispuesto en los arts. 31, 42, 75 inciso 12 y 121 de la
Constitución Nacional y en las leyes 24.240 y 22.802; que el accionado sea
condenado a dejar sin efecto la normativa con respecto a las empresas co-
actoras y a los restantes concesionarios de esa ciudad asociados a ACARA y
que el tribunal decrete que ninguno de ellos debe cumplirla (capítulo 2).

Argumenta sobre la legitimación activa de las accionantes (capítulo 3).


Expone que la Ordenanza cuestionada fue publicada el 15 de septiembre
último en el Boletín Oficial Municipal, comenta su contenido y esgrime el
cumplimiento de los requisitos formales de admisión de la acción (capítulo 4).

Seguidamente, desarrolla los fundamentos de hecho y de derecho en


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que sustenta su pretensión (capítulo 5). En acotada síntesis, consigna que la
Ordenanza controvertida obliga a las concesionarias automotorices a exhibir
“además de los precios de venta al público al contado de los automotores en
plaza, el precio de ese mismo bien en la ciudad de Río Gallegos y Buenos
Aires” (ver fs. 60 vta., penúltimo párrafo) y que ello implica, en la práctica,
exhibir tres carteles “con el fin de asegurar el cumplimiento de la ley 19.640,
conforme surge de sus considerandos” (fs. 61, primer párrafo). Interpreta que
en el marco de la Constitución, el Código Civil y Comercial, las leyes de
Defensa del Consumidor y de Lealtad Comercial y la Carta Orgánica de la
ciudad de Río Grande, la Ordenanza 3575/2016 resulta írrita porque -sin
atribución- ejerce el poder de policía sobre el cumplimiento del régimen de
promoción; introduce un presupuesto para el ejercicio del comercio; se
inmiscuye en las relaciones de consumo e invade competencias exclusivas y
excluyentes del Congreso conforme art. 75 inciso 12º de la Carta Magna
Nacional. Expresa que en materia de publicidad y exhibición de los precios de
los bienes sus mandantes están sujetos al CCyC y las leyes especiales que lo
complementan “los cuales nada dicen sobre la exhibición de precios existentes
sobre el mismo bien en el `continente´o en cualquier otro lugar que no sea en
su propio local comercial” (fs. 63 vta., segundo párrafo). Califica de irrazonable
el medio elegido para lograr el objetivo de cumplimiento de la ley 19.640 e
indica que sus mandantes solo conocen el precio de venta que a ellas les
sugiere el fabricante automotor y no el sugerido para las ciudades de Río
Gallegos y Buenos Aires. Postula que la Ordenanza en trato quebranta el
principio de legalidad del artículo 19 de la Constitución Nacional.

Pide medida cautelar de prohibición de innovar y que se suspendan los


efectos de la Ordenanza 3575/16 hasta tanto se dicte sentencia, en los
términos del art. 258 del CPCCLRyM (capítulo 6). Al argumentar sobre la
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verosimilitud del derecho invocado por los actores, puntualiza que el Secretario
de Comercio de la Provincia formuló públicamente reparos jurídicos a la
normativa, vinculados con la generación de doble sanción por la misma
infracción, la intromisión en facultades de control y fiscalización asignados a la
Provincia por la Ley de Lealtad Comercial y por no contemplar el debido
proceso y el derecho de defensa. En orden al peligro en la demora, aduce que
se advierte en forma objetiva por la inminencia de aplicación de la Ordenanza,
la magnitud de las sanciones que contempla y porque “el cumplimiento mismo
resulta de imposible concreción por cuanto no sabemos qué precio el
fabricante o importador le `sugiere´a sus concesionarias de las ciudad de Río
Gallegos y Buenos Aires” (ver fs. 69 vta., primer párrafo). Finalmente, afirma
que no existe otra medida que proporcione la cautela adecuada, en tanto la
aplicación de la norma impugnada producirá graves perjuicios que redundarán
en el derecho de propiedad que consagra la Constitución Nacional.

II. Mediante el proveído que luce a fs. 72, se pasan los autos al acuerdo
para resolver sobre la pretensión cautelar deducida.

CONSIDERANDO:

1. Resulta esencial, para orientar la decisión cautelar del caso, recordar


los precedentes reiterados y homogéneos que este Cuerpo ha pronunciado
vinculados con medidas cautelares en juicios de inconstitucionalidad. El
Tribunal ha sostenido en forma invariable, siguiendo la doctrina de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, que: “Las consecuencias que la medida de
no innovar tiende a prevenir, no parecen imaginables en una acción de mera
certeza que está destinada, por su índole, a agotarse en la declaración del
derecho, por lo que no sería procedente decretar medidas precautorias cuya
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finalidad es asegurar la ejecución que es condición propia de una sentencia de
condena´ (CSJN, Fallos: 307,1805, también 314:210 según el voto de los Dres.
Fayt, Nazareno y Moliné O'Connor)” (in re: "Del Valle jorge c/ Provincia de
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur s/ Acción de
Inconstitucionalidad", Expte. Nº 215/96 STJ-SDO, sentencia del 15-02-96;
“Rapossi, María Adriana c/Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego y
Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios s/Acción de
Inconstitucionalidad”, Expte. Nº 219, sentencia del 14 de marzo de 1996;
“Lanamerica Compañía Comercial e Industrial S.A. y Kau- Tapen S.R.L.
c/Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur
s/Acción de Inconstitucionalidad”, Expte. Nº 206/96 STJ-SDO, sentencia del
5 de diciembre de 1996; “García, Fabián Alcides y otros c/Estado de la
Provincia de Tierra del Fuego s/acción de inconstitucionalidad –medida
cautelar”, Expte. Nº 1343/01 STJ-SDO, sentencia del 5 de septiembre de
2001; “Viaval S.R.L. c/Provincia de Tierra del Fuego s/Acción de
Inconstitucionalidad –medida cautelar”, Expte. Nº 1528/02 STJ-SDO,
sentencia del 25 de octubre de 2002.; “Valls, Oscar Narciso y Ferrario, Ada
Isabel c/Poder Ejecutivo Pcial. s/Acción de Inconstitucionalidad – medida
cautelar”, Expte. Nº 1521/02 STJ-SDO, sentencia del 25 de octubre del 2002;
entre muchos otros).

Se expresa asimismo, en los numerosos precedentes citados, que quién


resuelve iniciar un juicio de inconstitucionalidad acepta tanto las alternativas
favorables, como los inconvenientes que son propios de la naturaleza de la
acción meramente declarativa y de la reglamentación procesal al respecto.
Entre las primeras cabe citar: a) la intervención de este tribunal en instancia
única, lo que redunda en la celeridad del proceso; b) la naturaleza sumaria que
la ley ritual le imprime, luego de contestada la demanda. Entre las restricciones
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que impone se pueden considerar: a) el alcance meramente declarativo de la
sentencia, que no conlleva condena alguna y que impide la reparación de
perjuicios en el propio proceso; b) la limitación de las medidas cautelares en
función de la conexidad que debe existir entre estas y el objeto del proceso.

Analizando específicamente la viabilidad de remedios precautorios en el


marco de este tipo de procesos, se dijo que el anticipo jurisdiccional sobre la
inconstitucionalidad de la norma -ultima ratio del orden jurídico por su suma
gravedad institucional- que debe efectuarse como requisito de procedencia es
admisible solo en circunstancias excepcionales: "Las medidas cautelares, por
principio, tienden a asegurar el resultado final del proceso ya sea mediante el
aseguramiento de cosas o bienes o de situaciones jurídicas o fácticas que no
pueden someterse al riesgo de modificarse o desaparecer durante el
transcurso del proceso. Cumplen con la finalidad de evitar que una eventual
sentencia favorable se torne ilusoria por imposibilidad posterior de
cumplimiento. De allí que uno de los requisitos comunes a estas medidas es la
conexidad que debe existir entre la pretensión cautelar y la pretensión
sustancial…Las particularidades propias de estos procesos impide trasladar,
sin mas, los principios generales respecto de las medidas cautelares propios
de los procesos de conocimiento y de ejecución. (...) así se ha dicho que 'La
procedencia de tal declaración -de inconstitucionalidad de las leyes- no resulta
prudente valorarla en el trámite sumario tendiente al dictado de una medida
precautoria, salvo supuestos de excepción que no se dan en la especie.'
(CSJN, Fallos: 303, 625)".

2. Sentado ello, en este acotado marco de conocimiento, estimamos que


no se encuentran reunidos los excepcionales requisitos de admisión.

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La verosimilitud del derecho invocado por las accionantes, entendida
como mera apariencia de que éste exista (ver autos “Municipalidad de Río
Grande c/ Concejo Deliberante de Río Grande s/ Conflicto de Poderes-Acción
de Inconstitucionalidad-Medida cautelar”, expediente STJ-SDO Nº 3188/15
sentencia del 18 de diciembre de 2015, registrada en Tº 95 Fº 134/138), no
surge con la evidencia contundente como para excepcionar el criterio referido,
a la luz del ámbito procesal imperante, que por su propia naturaleza está
recomendando un prudente y adecuado ámbito jurisdiccional de discusión y
debate, que permita recrear un contexto propicio para mejor resolver la justicia
que el caso requiera. Deviene, por lo tanto, necesario oír a la contraria respecto
a la motivación, operatividad y al marco de atribuciones ejercidas en el caso,
para apreciar la denotada ilegitimidad normativa de la que se derive la
configuración de recaudo en trato, y esa instancia procesal no se ha cumplido
hasta el presente.

El peligro en la demora, por la inminente puesta en práctica de la


normativa, tampoco concurre pues no se denuncia la emisión por parte del
Departamento Ejecutivo de la reglamentación metodológica que manda el art.
2º; ni se menciona la concreta realización de algún procedimiento en las
instalaciones de las accionantes o la activación de algún mecanismo que
suponga la implementación de lo regulado, de conformidad con el art. 3º.

No se ha ofrecido contracautela.

Y, finalmente, los hipotéticos perjuicios invocados -cuya específica


gravitación o trascendencia económica se omite- no lucen, prima facie,
irreparables frente al derecho de propiedad, ni se advierten razones de interés
público que impongan la adopción de la medida en examen.
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En otras palabras, no se han evidenciado las circunstancias que
permitan constatar la existencia de una situación de marcado carácter
excepcional que debe presidir el dictado de una medida cautelar en un proceso
que en principio, por su naturaleza declarativa, no admite este tipo de tutela
anticipada.

3. En mérito a las consideraciones expuestas, no corresponde hacer


lugar a la pretensión precautoria de suspensión de efectos de la Ordenanza Nº
3575/16 formulada en este incipiente estado del proceso.

Por ello,
EL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA
RESUELVE

1º.- NO HACER LUGAR a la medida cautelar planteada en autos por las


accionantes.

2º.- MANDAR se registre, notifique y cumpla.

Registrado: Tº 100 - Fº 123/126


Fdo.: Dra. Maria del Carmen Battaini, Presidente STJ.; Dr. Carlos Gonzalo Sagastume,
Vicepresidente STJ. y Javier Darío Muchnik, Juez
Ante Mi.: Dra. Roxana Cecilia Vallejos, Secretaria Interina - SDO. STJ.-

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