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del PAS
Plan de Formación del PAS 2022/2023
CURSO
CONOCIMIENTOS PRÁCTICOS BÁSICOS
SOBRE PASTELERÍA Y REPOSTERÍA
MÓDULO IV
INDICE
PROCEDIMIENTO: ............................................................................................................................... 5
ALZADO/TIRADO/ESCUDILLADO................................................................................................... 12
LA COCCIÓN........................................................................................................................................ 14
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................... 17
ORIGEN
En su origen, esta masa sólo servía para hacer PETISÚS; de ahí su nombre.
Procediendo como para hacer croquetas, con una cuchara, pero sobre una placa, se obtenían
bolas más o menos regulares que parecían coles (choux).
Esta pasta de patatas aplastadas (puré espeso) ha sido sustituida por una salsa blanca o engrudo a
la que se incorporan huevos; es la pasta del petisú que vamos a realizar y que perfeccionó Avice
hacia 1760.
***No falta quien busque el origen de esta popular masa en otra, todavía más antigua, conocida
con el nombre de Poupelain, compuesta de queso no descremado hecho del día y rebajado con
huevos y cuya mezcla se empasta con harina flor y sal, cociéndose después en el horno, a
temperatura más bien fuerte y escudillándose sobre papeles untados con manteca.
La pate à chaud (pasta preparada en caliente) tal vez debido a una transformación fonética o por
la forma que con esta masa se ha dado a alguna pieza como son les choux à la créme (que
nosotros llamamos lionesas) parecidas a pequeñas coles, es la masa que nuestros colegas
franceses vienen denominando Pate à choux y que, nosotros, por degeneración de la fonética
francesa, la estamos llamando «petisú».
Particularmente los gerundenses, la conocen por «pasta de palo» porque de muy antiguo
elaboran con ella los típicos «Palos Catalanes», cuya elaboración es probable que venga de la
Cataluña francesa.
EL MATERIAL NECESARIO,
PREPARACIÓN PREVIA
PUESTO DE TRABAJO
Se recomienda preparar en el puesto de trabajo todas las materias primas, así como el material
necesario, sin olvidar el que servirá para la colocación de nuestra masa para la cocción: placas
untadas con mantequilla, manga, boquillas, pincel para dorar, tenedor, si es preciso, azúcar en
grano (chouquettes, coronas), almendras o avellanas picadas o en tiras (París- Brest, Pont-
Neuf, bastones duquesa).
*Se utilizan diferentes fórmulas con las que se consiguen buenos resultados, pero por las
razones que más adelante exponemos, debemos recomendar aquellas en las que el agua dobla
en peso la cantidad de harina.
PROCEDIMIENTO:
En una cacerola poner el líquido con la sal, azúcar y la grasa, (1ª fase) dejar que empiece a
hervir, en ese momento ir agregando la harina poco a poco sin parar de mover hasta que
incorporemos toda, (2ª /3ª fase)
Dejar cocer unos minutos, retirar y echar en otro recipiente (modo manual) o en el perol de la
batidora ir incorporando los huevos uno a uno, (fase 4ª) una vez finalizado,
Coger la masa con la punta del dedo: levantar el dedo en vertical la masa debe "hacer gancho”
LAS UTILIZACIONES:
Son numerosas y frecuentes, tanto entre los pasteleros profesionales o aficionados, como en
cocina.
Se trata de una «MASA DE BASE» con la que podemos hacer numerosos pasteles (DULCES O
SALADOS), casi siempre rellenos de cremas diversas, y luego glaseados con almíbar, azúcar
glas o fondant. En caso necesario, conviene tener previsto realizar de forma paralela la crema
necesaria para el relleno:
De piezas «INDIVIDUALES»: los pasteles se forman con una manga pastelera con
boquilla nº 12: Éclairs, Petisús de crema, Petisús de praliné, París-Brest, Cisnes,
Coronas,
De «PIEZAS PEQUEÑAS»: las mismas formas; los pasteles se forman con una manga
con boquilla del nº 7 y se pueden comer de un bocado.
La masa de petisú se utiliza a menudo como complemento de otra masa: bordes de tartas, de
Saint-Honorés, o mezclada con una crema: Buñuelos, Empanadillas italianas... también se le
pueden añadir patatas aplastadas (patatas delfinas), gruyere (gougêres).
Las masas sobrecargadas de harina no adquieren la hidrolización previa del almidón, que ha
de completar dificultosamente durante el proceso de cocción en el horno.
Este inconveniente que entorpece su desarrollo puede solucionarse, como se ha dicho, con la
adición de carbonato amónico.
En cambio, las ricas en grasa, resultan con textura finísima y desarrollan correctamente, pero
sí lo son en exceso, el agua encuentra dificultad para hidrolizar la harina, por lo que no es fácil
lograr elaboraciones perfectas.
En todo caso, debemos procurar que, en las fórmulas de petisú, EXISTA UN EQUILIBRIO
ENTRE LOS ELEMENTOS LÍQUIDOS Y SÓLIDOS para evitar que un exceso de líquido
continúe atacando los almidones después de hidrolizados y de que la insuficiencia de agua
impida su hidrolización completa. Al incorporar la primera tanda de huevos dividimos la masa y
emulsionamos su grasa para que después no queden partes desligadas con formación de grumos
incorregibles.
Las restantes adiciones de huevos obligan a un batido prolongado que incorpora aire a la masa,
el cual ayuda a su expansión en el horno.
Recomendamos pesar la cantidad de huevos a incorporar, con lo que nos resultará más fácil
obtener siempre la misma consistencia de la masa y, en consecuencia, fabricaciones de
regularidad constante.
PROCESO DE ELABORACION;
Advertencia: Atención:
En el primer caso, se puede acabar de secar removiendo la masa antes de incorporarle los
primeros huevos (por evaporación). En el segundo caso, la grasa rezuma y disgrega ligeramente
la masa, la cual absorberá menos huevos, será menos homogénea y, por lo tanto, «desarrollará»
menos.
Por un secado demasiado largo también se corre el riesgo de sacrificar el engrudo (o sea,
transformar una parte del almidón en azúcar simple, cosa que tiene como efecto impedir la
desecación de las piezas en el horno y hacer que adquieran un feo color rojizo).
Trasvasar a un cuenco distinto para evitar que se quemen los huevos, que tocarían las paredes
de la cazuela caliente.
Incorporar los huevos (1/3 de la receta la primera vez); cuando la totalidad de ellos haya sido
absorbida, continuar la incorporación de DOS EN DOS O DE UNO EN UNO, según la cantidad
de huevos la consistencia deseada que será más o menos firme según para lo que sea destinada.
1. La masa debe «formar una cinta»: cogiéndola con la espátula, levantar ésta lentamente
(de 5 a 10 cm por encima de la masa), e inclinarla a 45º: la pasta desciende lentamente,
sin romperse ni desplegarse totalmente (FOTO arriba)
2. Trazar un surco en la masa con el índice (profundidad = una falange) ÉSTE SE
CIERRA LENTAMENTE. (FOTO arriba)
3. 3. Coger la masa con la punta del dedo: levantar el dedo en vertical: la masa DEBE
«HACER GANCHO». (FOTO arriba)
***Por demasiadas blandas, las masas no pueden desarrollarse por excesiva hidrolización y
por duras, tampoco desarrollan convenientemente, debido a que el almidón no se encuentra lo
suficiente líquido para hincharse por completo.
La adición de carbonato amónico se tendrá en cuenta antes de incorporar los últimos huevos, y
sólo es aconsejable en las masas sobrecargadas de harina y pobres de materia grasa.
La dosis de este impulsor no rebasará de los 5 gramos por cada fracción de 250 gramos de harina
utilizada.
Para el profesional, y a partir de una cierta cantidad, la incorporación de los huevos se hace en
la batidora mezcladora con la hoja (pala).
En ese caso, el profesional prevenido juzgará de una ojeada por las huellas dejadas en la hoja al
parar la máquina.
Para los profesionales, es posible poner a calentar el conjunto «agua- sal-azúcar-grasa» en el
recipiente de la máquina; una vez el líquido en ebullición, poner la harina en la batidora con la
hoja en 1ª velocidad para la mezcla, luego pasar a la 2ª velocidad antes de incorporar los
primeros huevos: el secado se hace entonces únicamente por evaporación. Los resultados son
idénticos.
También se pueden engranillar con almendra sin tostar, exceptuando de este acabado las
piezas que, a tal efecto, se engranillen con azúcar y aquellas que debemos acaramelar o cubrir
de fondant.
ALZADO/TIRADO/ESCUDILLADO
Ahora podemos tirar o alzar (* escudillar) nuestra pasta: se dice más bien «alzar los petisús»
porque la manga está recta y «tirar los éclairs» porque se trabaja con la manga inclinada: se
utilizan los dos términos.
La pasta se pondrá sobre placas ligeramente untadas de grasa-tefal, sobre papel de cocción o
*tapete de silicona foto de arriba.
Para las piezas grandes y las piezas individuales: boquilla de diámetro 11
Para los petisús y bocaditos: boquilla de diámetro 7.
Respetar siempre la distancia para una mejor circulación del calor entre las piezas.
Las piezas de esta masa pueden pintarse con huevo; las piezas glaseadas con azúcar quemado
adquieren un aspecto más bonito.
Sin embargo, hay que poner poco preparado para evitar que éste se derrame por los lados.
Rayar la pasta con un tenedor mojado en agua (para evitar que se pegue).
Es preferible no dejar reposar demasiado tiempo la masa en la placa antes de meterla en el horno.
Granada 14/02/2023, Manual Didáctico elaborado por, Jorge Escobedo Fernández.
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LA COCCIÓN
Las «piezas individuales» (Palos, Eclairs, Roscos…) se meten en un horno caliente 240º/ 250ºC,
luego cuando comienza el desarrollo se pasa a horno mediano 210º/220ºC, tiros abiertos y si se
puede la puerta entreabierta, CON EL FIN DE EVACUAR EL VAPOR que rompería las piezas
hechas con la masa de petisú, y provocaría formas feas y produciría bastantes dificultades para el
glaseado.
Las piezas pequeñas (bocaditos, profiteroles…) pueden cocerse en el mismo horno dejando que
la temperatura descienda de a 220º C, para mantener a 190º C/ 200º C.
Las piezas grandes se pondrán en un horno: 220ºC a 180ºC, siempre con el tiro y la puerta
entreabiertos.
***LA COCCIÓN DE LAS LIONESAS y demás piezas a base de petisú, debe realizarse a horno
relativamente fuerte, entre los 220º y 230º C y manteniendo cerrada la puerta de la cámara de
cocción a fin de conservar en ella el vapor, particularmente en el momento de LA «SUBIDA»
DE LA MASA.
La presión húmeda de vapor beneficia el desarrollo de las piezas dentro del horno.
Si se cuece a una temperatura insuficiente, nos resultarán piezas poco atractivas a la vista y
desagradables al paladar.
La súbita cocción, debido a una temperatura excesiva no deja desarrollar al máximo las piezas,
que toman un color demasiado oscuro y se encogen al cabo de un tiempo de haberlas sacado del
horno.
En el momento de salir del horno, pasar a una rejilla, porque si se deja sobre la placa, se forman
condensaciones y se reblandecen las piezas.
Si las piezas están demasiado secas, cubrirlas con un paño para su enfriamiento.
También se pueden congelar las piezas de masa de petisú ANTES DE LA COCCIÓN: tiradas
o alzadas sobre placas (aquí se pueden alzar muy apretadas), cuando están muy endurecidas por
el frío, se pueden meter en cajas o amontonarlas en cubetas.
Este método ocupa menos espacio en el congelador, pero implica prever de anternano las
necesidades, porque habrá que sacar las piezas y cocerlas antes de rellenarlas y glasearlas.
Durante la cocción y bajo la influencia del calor del horno, el agua que todavía queda en la masa,
se convertirá en vapor de agua.
Los huevos, mezclados en la masa, empiezan a coagularse, formando una capa exterior
impermeable que tendrá la función de retener el vapor del agua.
El vapor de agua buscará una salida, de manera que empujará hacia el exterior de la masa
provocando el inflamiento de la misma, que continúa coagulando y solidificando.
BIBLIOGRAFÍA
ESCOFFIER, R. B. (1993). TRATADO DE LA PASTELERIA ARTESANA. (1993 ed., Vol. 1). MADRID: OTERO
EDICIONES, EDICIONES GARRIGA.