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Gertrudis de Escobar fue una niña mulata de 14 años que fue vendida como esclava y sometida a abusos y torturas en una plantación. A pesar de ser libre, su tía y un sacerdote la engañaron para enviarla a trabajos forzados, donde sufrió latigazos y encarcelamientos. Gertrudis luchó por demostrar su identidad como mujer libre y escapó en múltiples ocasiones, aunque siempre fue recapturada. Representa un ejemplo admirable de superar circunstancias difíciles y des
Descripción original:
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Título original
documento A4 de carta de amor para alguien especial color beige estilo vintage
Gertrudis de Escobar fue una niña mulata de 14 años que fue vendida como esclava y sometida a abusos y torturas en una plantación. A pesar de ser libre, su tía y un sacerdote la engañaron para enviarla a trabajos forzados, donde sufrió latigazos y encarcelamientos. Gertrudis luchó por demostrar su identidad como mujer libre y escapó en múltiples ocasiones, aunque siempre fue recapturada. Representa un ejemplo admirable de superar circunstancias difíciles y des
Gertrudis de Escobar fue una niña mulata de 14 años que fue vendida como esclava y sometida a abusos y torturas en una plantación. A pesar de ser libre, su tía y un sacerdote la engañaron para enviarla a trabajos forzados, donde sufrió latigazos y encarcelamientos. Gertrudis luchó por demostrar su identidad como mujer libre y escapó en múltiples ocasiones, aunque siempre fue recapturada. Representa un ejemplo admirable de superar circunstancias difíciles y des
Gertrudis de Escobar fue una chica mulata de 14 años; hija de Juan de Garibay, un
esclavo negro, nacido y criado en la capital; y Beatriz Domínguez, la hija mulata de
una negra libre de la ciudad llamada Ana de Escobar. Beatriz, su madre, había servido como esclava en la casa del capitán “Chayde”, donde había nacido Gertrudis. No está claro cómo su madre, que había nacido libre, había ingresado en el estamento de los esclavos, ni como Gertrudis, hija de esclavos, se había hecho libre. La mayoría de sus familiares eran mulatos libres. De niña la habían llevado a trabajar en los conventos de la ciudad de México como sirvienta de las acomodadas monjas enclaustradas, y en el momento de su primer arresto estaba empleada con la Madre Juana de la Cruz en el Convento de la Reina del Cielo. Un día, mientras estaba en el convento, la monja para castigar a la muchacha por alguna falta, se quitó la zapatilla y comenzó a pegarle, junto con una sirvienta indígena. Ante tan desagradable acto la niña negó a Dios y pronunció palabras blasfemas que le ocasionaron muchos problemas, hasta el punto de ser exhibida en la ciudad en pública humillación ante el tribunal de Inquisición en 1650. Después de la humillación fue recogida por un sacerdote llamado Martín de la Estera, que la llevó a su propia casa, donde la tía de Gertrudis, María Pérez, servía como ama de llaves asistida por su hija Brianda, de veinte años y otros hijos. Su tía le da la orden de obedecer al Sacerdote. El sacerdote expresó que necesitaba que Gertrudis fuera a trabajar a la plantación de Cañas de Zacatepec, cerca de Cuernavaca, que pertenecía a Don Mateo de Lizama, quien era conocido por los crueles castigos hacia sus trabajadores. Gertrudis notó la insistencia de su tía como una forma de persuadirla para poder venderla. La muchacha fue montada a un burro, bien cubierta para no ser reconocida. Gertrudis fue enviada a ayudar al durísimo trabajo de cortar caña a los campos, presentándose a extensas jornadas laborales y que debía presentar una cuota superior a los demás. Gertrudis fue sometida a serias torturas por no cumplir sus cuotas, pues se trataba de una niña de apenas 14 años. Obtuvo su primer castigo de 50 azotes. Gertrudis seguía siendo explotada, encarcelada, golpeada a latigazos y amarrada con cadenas y grilletes. Hubieron muchas ocasiones en las que se daba a la fuga, pero siempre era encontrada, e incluso quiso suicidarse, pero eso resultaba en una pérdida económica para Don Mateo, por eso siempre era chantajeada. Se especulaba sobre el incidente con su tía, sobre haberla vendido e incluso ella luchó para poder demostrar su verdadera identidad, exclamando no ser esclava, sino libre. Ante tantas luchas y diversidades, incluso se dio en matrimonio, por los chantajes de su amo, pero no se detuvo para buscar ayuda y hacer justicia. Gertrudis es un digno ejemplo de admirar, por superar las circunstancias increíblemente difíciles de estos periodos, en donde estaban estrictamente marcadas las normas religiosas e institucionales de la colonia. Juan y Gertrudis tuvieron un papel importante para destruir el orden social respectivo de la colonia, lucha que fue vencida siglos más tardes.