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PRODUCTO 5

Material de apoyo “Alimentación saludable y sostenible”

ACTIVIDAD 14

IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE


Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “una dieta
saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así
como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las
cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”. Para ayudarnos a
llevar una dieta saludable se han utilizado desde hace tiempo varias
representaciones gráficas que recogían la frecuencia recomendada de los
distintos grupos de alimentos. Las últimas directrices sobre dietas basadas en
alimentos adoptan una perspectiva novedosa sobre las recomendaciones
nutricionales y son diferentes a cualquier otra guía oficial utilizadas hasta
ahora, entre ellas encontramos “El Plato para Comer Saludable”, creado por
expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard y los editores
en Publicaciones de Salud de Harvard, es una guía para crear comidas
saludables y equilibradas.
Las recomendaciones se pueden resumir en: • Haga que la mayoría de sus
comidas sean verduras y frutas – ½ de su plato: Intente incorporar color y
variedad, y recuerde que las patatas no cuentan como una verdura. • Escoja
cereales integrales – ¼ de su plato: elegir pan, pasta y arroz integrales
• El valor de la proteína – ¼ de su plato: Pescado, pollo, huevos,
legumbres (habichuelas/leguminosas...), y nueces son fuentes de
proteínas saludables y versátiles – pueden ser mezcladas en
ensaladas, y combinan bien con vegetales en un plato. Limite las
carnes rojas, y evite carnes procesadas como tocineta (“bacon”) y
embutidos (salchichas). • Aceites de plantas saludables – en
moderación: aceite de oliva, soja, maíz, girasol.. y evite las grasas
trans, no saludables. • Tome agua, café, o té: Omita las bebidas
azucaradas, limite la leche y productos lácteos a una o dos
porciones al día, y limite los zumos a un vaso pequeño al día. •
Manténganse activo: La figura roja corriendo sobre el mantel de El
Plato para Comer Saludable es un recordatorio de que mantenerse
activo también es importante en el control de peso.

Además de las recomendaciones relativas a la composición de la


dieta en cuanto a cantidades de alimentos recogidas en el Plato
Saludable, la OMS también enfatiza la importancia de que los
alimentos naturales y mínimamente procesados sean los
componentes básicos de una dieta saludable, al tiempo que limita
el uso de alimentos procesados y evita los alimentos ultra-
procesados.
Una nueva perspectiva para seguir una dieta saludable en 10 pasos:
1. Hacer de los alimentos naturales o mínimamente procesados la
base de la alimentación
2. Utilizar aceites, grasas, sal y azúcar en pequeñas cantidades al
condimentar y cocinar los alimentos y crear preparaciones
culinarias
3. Limitar el consumo de alimentos procesados (embutidos, panes
especiales..)
4. Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados (galletas
rellenas, snacks, platos preparados…)
5. Comer con regularidad y atención, en ambientes apropiados y,
siempre que sea posible, acompañado, evitando picoteos y
disfrutando de la comida.
6. Hacer compras en lugares que ofrezcan variedades de alimentos
naturales o mínimamente procesados, mejor en mercados y de
productores locales.
7. Desarrollar, ejercitar y compartir habilidades culinarias, así
fomentaremos el interés por la cocina en los demás.
8. Planear el uso del tiempo para dar a la alimentación el espacio
que merece, planificar la compra, organizar la despensa, definir el
menú semanal…
9. Al comer fuera de casa, preferir lugares que sirvan comidas
hechas en el momento
10. Ser crítico respecto a la información, orientaciones y mensajes
sobre la alimentación difundidas en la publicidad, recurrir siempre a
fuentes serias y contrastadas.

Una alimentación saludable es uno de los hábitos más importantes


para tener una buena salud, no solo a nivel físico sino también
mental. Por este motivo, es importante adoptar unas costumbres
tanto de nutrición como de ejercicio físico, ya que contribuyen
a mejorar la calidad de vida. En este post, vamos a explicar la
importancia de la alimentación y algunos consejos para llevar a
cabo una dieta equilibrada.
Es cierto que la alimentación es algo más que una necesidad, pues
también supone placer y una forma de expresarse. La alimentación
debe satisfacer estos tres pilares y mantener un equilibrio entre
ellos. Hoy en día, existe una amplia variedad de alimentos, pero no
todos son apropiados para llevar un estilo de vida saludable.
Por lo tanto, hay que conocer la importancia de la
alimentación para decidir qué alimentos debemos consumir, en
qué medida y cuáles se deben eliminar por completo de nuestra
dieta y la de nuestra familia. La amplia disponibilidad de alimentos
que se encuentran hoy en día, en muchas ocasiones, lleva a comer
en exceso, y a escoger de forma errónea los nutrientes que
debemos consumir.
Una alimentación saludable  y equilibrada es aquella que contiene
todos los nutrientes necesarios para que nuestro organismo
funcione correctamente a lo largo del día y la que, además,
consigue reducir el riesgo de padecer enfermedades. Este tipo de
dieta es importante en cualquier etapa de la vida, pero hay que
hacer especial hincapié en la etapa del crecimiento.
Para seguir una dieta sana no se debe excluir ningún grupo
nutricional, por lo que la variedad de alimentos es un elemento
fundamental, pero en las proporciones adecuadas. La dieta debe
adaptarse a la edad, el peso y el estado físico de cada persona.
Además, los atributos que la caracterizan son: equilibrio,
moderación y, muy importante, que sea apetecible.
A las condiciones anteriores, en los últimos tiempos, se ha añadido
una característica nueva: la sostenibilidad. La dieta, además de
saludable para nuestro organismo, debe ser respetuosa con el
entorno o medio ambiente en el que vivimos.
Muchos estudios relacionan la importancia de la alimentación
saludable con la salud ya que puede prevenir el desarrollo de
enfermedades crónicas como, cardiovasculares, obesidad,
diabetes, cáncer, etcétera.
En otras palabras, una dieta equilibrada permite que nuestro
organismo, por un lado, funcione con normalidad y cubra
nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro, como ya
hemos comentado anteriormente, reduzca las posibilidades
de padecer enfermedades a corto y largo plazo.
A pesar de que no se trate de una relación directa causa-efecto, sí
contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas
enfermedades. De hecho, según la OMS 2,7 millones de personas
fallecen todos los años por no llevar una buena alimentación, y
abusar de frituras y rebozados.
Algunos de los beneficios que se obtienen al llevar una dieta
equilibrada y saludable son los siguientes:
 Fortalecer el sistema inmunitario.
 Menor riesgo de padecer enfermedades crónicas.
 Mejora la circulación sanguínea.
 Ralentiza el proceso de envejecimiento.
 Evita enfermedades cardiovasculares.
 Ayuda a obtener un peso saludable.
 Previene la fatiga crónica y el cansancio.
 Un estado de ánimo más positivo y mayor energía para el día
a día.
la importancia de la alimentación puede derivar en el desarrollo de
diversas enfermedades que se asocian al consumo excesivo de
grasas saturadas, sal, azúcar y cocinar mediante frituras y
rebozados. Además, esta mala alimentación suele ir acompañada
de un consumo de fruta y verdura muy reducido, incluso
inexistente.

Algunas de las enfermedades relacionadas con no seguir una dieta


equilibrada son las siguientes:

Diabetes.
Cáncer.
Sobrepeso y obesidad.
Problemas bucodentales ya que la comida rápida, rica en grasas y
azúcares, o los alimentos precocinados, favorecen la proliferación
de cariogénicas.
Hipertensión arterial.
Colesterol elevado o hipercolesterolemia.
ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

Un sistema alimentario sostenible es aquel que garantiza la


seguridad alimentaria y la nutrición para todos, de forma que no
comprometan las bases económicas, sociales y ambientales para las
futuras generaciones.
Es necesario que se tomen medidas para transformar los Sistemas
Alimentarios para hacerlos sostenibles, justos e inclusivos;
mediante regulaciones que permitan a la población acceder a
productos nutritivos, seguros, variados, a precio justo y producidos
de manera responsable con el medioambiente. Empezando por
proteger y promover la lactancia materna, la adecuada
alimentación complementaria, elaborando Guías Alimentarias
basadas en alimentos, así como, regulando los entornos escolares,
y el entorno alimentario (etiquetado frontal de advertencia
nutricional, impuestos, publicidad). Esto va ser solo posible con la
colaboración y participación de gobierno y organismos no
gubernamentales, incluyendo al sector productivo.
VER DIDEO: https://youtu.be/veP1F8MW9xQ
¿Qué es la alimentación sostenible y saludable?
Es un modelo de alimentación que tiene como objetivo afrontar las
preocupaciones de salud y ambientales asociadas a la producción y
consumo de alimentos. Para ello, además de garantizar la salud de
las personas, busca promover la producción y consumo
responsables, genera un impacto ambiental reducido, lucha contra
el cambio climático, respeta la cultura, la biodiversidad y protege
los ecosistemas terrestres y la vida submarina.

Este tipo de alimentación, alineado con


los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones
Unidas, es responsable, sostenible y ético, tanto a nivel local como
global con el entorno y con el resto de seres vivos del planeta.
La alimentación sostenible también tiene en cuenta la huella
ambiental de la alimentación, es decir, la emisión de gases, el
consumo de energía y el uso de recursos hídricos así como de la
tierra durante todo el proceso de la cadena alimentaria. Además de
priorizar alimentos poco procesados, locales y de temporada y
potenciar actividades culinarias y gastronómicas.
¿Qué podemos hacer como consumidores para que nuestra
alimentación sea más sostenible y saludable?
Cuando atañe a la comida, una pregunta destaca siempre: ¿qué es
la alimentación saludable? La respuesta a esta, junto a una alianza
hacia la sostenibilidad del medio ambiente, da estos puntos a tener
en cuenta en una dieta sostenible:
1. Comer menos carnes rojas y procesadas.
2. Consumir más productos locales, de temporada y
mínimamente procesados.
3. Aumentar el consumo de leguminosas y de frutos secos como
fuente de proteína vegetal.
4. Incrementar el consumo de frutas y hortalizas.
5. Tomar más cereales y alimentos ricos en almidón.
6. Mantener el consumo de lácteos.
7. Planificar las comidas o aprovechar las sobras contribuye al
cambio para evitar el despilfarro.
Por lo tanto, apostar por una alimentación saludable y sostenible es
invertir en salud. Es importante promover una alimentación
suficiente, completa, equilibrada, satisfactoria, segura, adaptada al
comensal, al entorno, sostenible y asequible. Y en definitiva,
trabajar para transformación global del sistema alimentario.
Para lograr que nuestra alimentación sea más sostenible, tenemos
que estar comprometidos con nuestro entorno. Una buena manera
de conseguirlo es cambiando nuestros hábitos alimentarios,
haciendo más sostenible nuestro consumo:
1. Apuesta por los productos locales y de temporada

Consume alimentos de proximidad (km 0) y que estén de


temporada. Comprando alimentos de temporada durante todo el
año, garantizarás que tu nevera tenga alimentos más frescos y con
un mayor valor nutritivo. Además, el proceso de maduración de
estos alimentos se realiza de manera natural, lo que no hará
necesario que los proveedores se vean obligados a conservarlos en
cámaras frigoríficas industriales hasta su venta al consumidor final.
Esto también se traduce en un ahorro energético derivado de su
almacenamiento. 
Por otro lado, comprar alimentos locales contribuye a reducir las
emisiones de carbono derivadas del transporte de los mismos a
otras zonas más alejadas de su producción. 

2. Consume más frutas y verduras

Haz que tu
dieta sea
más
equilibrada,
aumentando
en ella la
proporción
de frutas,
verduras y
legumbres.
En este
sentido, la
OMS
(Organización Mundial de la Salud) aconseja optar por dietas en las
que predominen los alimentos vegetales frente a los animales, ya
que este tipo de alimentación es más saludable para los seres
humanos. Nuestra dieta mediterránea, es un buen ejemplo de dieta
sostenible. 
3. Reduce el consumo de carne roja, pescados y lácteos

La producción intensiva de carnes, pescado, lácteos y otros


derivados de origen animal se ha disparado en los últimos años.
Esto es debido a que la población mundial cada vez consume más
este tipo de productos, lo que tiene consecuencias negativas para
el medio ambiente. Por ejemplo, ¿sabías que casi una cuarta parte
de la superficie del planeta está dedicada a labores de ganadería?
Por si esto fuera poco, se calcula que un 37% de la emisión mundial
de gases de efecto invernadero proviene de la producción de este
tipo de alimentos. 
¿Por qué hay que comer menos carne? 5 tips para lograrlo
Además, moderar el consumo de carnes es más saludable, ya que
se ha demostrado que existe una relación entre el consumo
excesivo de alimentos de origen animal con un mayor riesgo de
padecer cierto tipo de enfermedades como la diabetes, problemas
cardiovasculares o algunos tipos de cáncer, entre otros.
4. Elige siempre lo natural
Procura prescindir de los productos procesados o precocinados en
tu dieta. A pesar de que los productos procesados o precocinados
son más cómodos de elaborar, ya que es una solución rápida a una
comida o cena, no se trata de productos frescos y que respeten la
estacionalidad de su temporada, pues podemos encontrarlos en
cualquier época del año. Por otro lado, suelen ser más calóricos y
contener una mayor proporción de azúcares, grasas y aditivos
alimentarios.
5. Apoya el comercio justo

Selecciona aquellos alimentos cuya producción y venta promueva


una relación comercial justa entre consumidores y productores. 
En este sentido, evita adquirir alimentos que provengan de
empresas que no garanticen buenas condiciones de trabajo a sus
empleados, que realicen prácticas de explotación infantil, que
fomenten la discriminación, la desigualdad y la pobreza, o cuyos sus
procesos de fabricación y producción sean altamente
contaminantes para el planeta. 
6. Reduce tu consumo y evita el desperdicio

¿Sabías que cada año se tiran 1.300 toneladas de comida en todo el


mundo? Para reducir esta cifra, es importante que compres solo
aquello que necesites. De esta manera, generarás menos residuos
y así lucharás contra el desperdicio alimentario de aquellos
productos que no hayas podido consumir y que hayan acabado
estropeándose.
Otros hábitos que te ayudarán a prevenir el desperdicio alimentario
pueden ser: planificar tus menús semanales, congelar los alimentos
que no vayas a consumir próximamente, hacer una lista de la
compra cerrada, etc.
7. Fíjate en los sellos ecológicos y de sostenibilidad
Cuando realices tu compra, comprueba que los alimentos que
añadas a tu cesta son ecológicamente responsables y que no se han
empleado elementos tóxicos como pesticidas -que terminan
contaminando nuestras tierras y aguas- o fertilizantes químicos,
que son muy contaminantes para el medio ambiente. 
En la actualidad existen distintos sellos que garantizan la
sostenibilidad del producto y que puedes encontrar en su
etiquetado.

Optar por una alimentación sostenible con el planeta es posible y


mucho más fácil de lo que te puedas llegar a imaginar. Poniendo en
práctica estos hábitos tanto en tus compras como en la cocina te
ayudará a que tu dieta sea más sostenible y responsable con el
medio ambiente. 

PRODUCTO 6
VIDEO CORTO
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