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Eduardo sueña con la fecha exacta de su muerte, la cual ocurre pocos años después. Al despertar, se da cuenta que los eventos de su sueño se están haciendo realidad. El día de su muerte, Eduardo se siente tranquilo a pesar de que le faltan cosas por hacer. Decide pasar su última mañana desayunando afuera ya que saber la fecha de tu muerte te da permiso para tomar tus propias decisiones.
Eduardo sueña con la fecha exacta de su muerte, la cual ocurre pocos años después. Al despertar, se da cuenta que los eventos de su sueño se están haciendo realidad. El día de su muerte, Eduardo se siente tranquilo a pesar de que le faltan cosas por hacer. Decide pasar su última mañana desayunando afuera ya que saber la fecha de tu muerte te da permiso para tomar tus propias decisiones.
Eduardo sueña con la fecha exacta de su muerte, la cual ocurre pocos años después. Al despertar, se da cuenta que los eventos de su sueño se están haciendo realidad. El día de su muerte, Eduardo se siente tranquilo a pesar de que le faltan cosas por hacer. Decide pasar su última mañana desayunando afuera ya que saber la fecha de tu muerte te da permiso para tomar tus propias decisiones.
Eduardo Garbes un estudiante promedio de instituto amanece una mañana de abril sudoroso y muy agitado, no puede creer lo que ha soñado. En su sueño conocía el momento exacto de su muerte. 5 años, 9 meses y 10 días restan de una vida cotidiana y muy rutinaria. Es solo un sueño, piensa. Sin embargo muy pronto acontecen sucesos extraños también vistos por él en sus sueños que se harán realidad confirmándole que la fecha de su muerte es inevitable y que la fecha es muy cercana. ¿Qué harías tú si conocieras cuando vas a morir? La mañana del 30 de enero, Eduardo despierta con una calma parsimoniosa y tibia, a las tres de la tarde de ese día moriría y a pesar de que piensa que todavía le faltan muchas cosas por hacer y por ver, se siente calmado; no es una calma de ansiedad o miedo, no le tiemblan las manos y su corazón late pausadamente, quizás solo está tranquilo, tranquilo por saber que muy pronto dejara este mundo y por mucho que lo deseé es tiempo de ser valiente y enfrentar lo que el futuro le depara. Esa mañana decidió desayunar afuera, de algún modo saber que vas a morir ese día te otorga permisos de decisión, de todas formas un rico desayuno antes de morir no se le niega a nadie.