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Nombre: Diora Massiel Taveras Plasencia

Matricula: 100185691
Materia: Ginecológia y obstetricia

Virus del papiloma humano


El VPH es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más común que existe. Alrededor del 75% de
la población sexualmente activa se contagiará de VPH en algún momento de su vida, sobre todo
entre los 15 y 25 años.
La gran mayoría de las infecciones por VPH son inofensivas y desaparecen de forma espontánea.
Sin embargo, algunos tipos de VPH pueden provocar verrugas genitales o cáncer.
En el caso de las mujeres, la infección del virus del papiloma es la causa principal del cáncer
cervical, por lo que es importante realizar revisiones ginecológicas anualmente.

Tipos
Existen más de 200 tipos de virus del papiloma relacionados, pero tan sólo unos 40 de ellos se
transmiten por vía sexual, al poner en contacto directo la piel y mucosas de vulva, vagina, cuello
uterino, recto, ano, pene y escroto, así como la boca y la garganta.
Los tipos de virus del papiloma humano se clasifican de la siguiente manera:
De bajo riesgo
son los que provocan las verrugas genitales (condylomata acuminata). En el 90% de los casos,
se trata de los tipos 6 y 11 de VPH.
De alto riesgo
son los relacionados con el cáncer de cérvix, aunque en menor medida también pueden dar lugar a
cáncer de vulva, vagina, pene, ano, boca y garganta. Existen unos 12 tipos de VPH de alto riesgo,
pero los más comunes son los tipos 16 y 18.

¿Cómo se contagia?
Como hemos dicho, el modo de transmisión del virus del papiloma humano es a través de la
relaciones sexuales sin protección.
Para ser más concretos, la infección por VPH puede darse tanto por vía vaginal como por vía anal,
cuando existe contacto directo entre la piel o las mucosas de una persona infectada y una persona
sana.
También hay que tener en cuenta que el VPH se puede transmitir mediante sexo oral. De hecho, en
los últimos años han aumentado los casos de cáncer de garganta y boca producidos por el virus del
papiloma humano.

Síntomas y consecuencias
La mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son temporales y tienen poca
importancia, ya que desaparecen después de uno o dos años.
En la mayoría de casos, el VPH no presenta síntomas ni patologías graves, mientras que en otros
casos aparecen las verrugas genitales o condilomas. Se trata de protuberancias carnosas y blandas
que se parecen a una coliflor en miniatura.
Estas verrugas son indoloras y, al igual que cualquier otro tipo de verruga, se pueden eliminar
fácilmente quemándolas con nitrógeno.
En las infecciones de los tipos de VPH más graves, en cambio, la persona puede llegar a desarrollar
los siguientes tipos de cáncer:

Cáncer cervical

Cáncer de ano

Cánceres de orofaringe

Cáncer de vagina

Cáncer de vulva

Cáncer de pene

Casi todos los casos de cáncer de cuello de útero están causados por el virus del papiloma humano.
Por desgracia, los signos y síntomas de este tipo de infección pueden no manifestarse hasta
encontrarse en un estadio avanzado.
El desarrollo del cáncer de útero es lento. En primer lugar aparecen lesiones precancerosas que
finalmente pueden progresar a cáncer cervical invasivo en el transcurso de unos 15-20 años.
Esto ofrece muchas oportunidades de detección y tratamiento de las lesiones precancerosas, a
menudo con altas tasas de curación.
Prevención y diagnóstico
Puesto que la mayoría de mujeres infectadas por VPH desconoce que lo está o no presenta
síntomas, es muy importante realizar todos los años la citología vaginal para detectar cambios
anormales en las células del cuello uterino.
Esta prueba diagnóstica también se conoce con el nombre de Papanicolaou oPap. También existe
otra prueba más específica que permite detectar algunos tipos de virus de alto riesgo: el test de
cribado de VPH.
Desde que se desarrollaron estas herramientas de control y diagnóstico precoz del VPH, las muertes
por cáncer cervical han disminuido considerablemente en los últimos 50 años.
Los especialistas aconsejan empezar a realizar las revisiones ginecológicas de forma anual desde el
momento en el que la mujer comienza a tener relaciones sexuales.
El uso de métodos anticonceptivos de barrera para practicar sexo vaginal, anal u oral es
indispensable para reducir el riesgo de contagio del virus del papiloma humano, aun cuando la
persona no presente síntomas.

Vacunas contra el VPH


Actualmente, existen tres vacunas destinadas a la prevención del virus del papiloma humano:
Cervarix®, Gardasil® y Gardasil®9.
Todas ellas previenen la infección de los tipos 16 y 18 de VPH causantes del 70% de los casos de
cáncer cervical.
Todas las personas entre 9 y 45 años pueden vacunarse contra el VPH, teniendo en cuenta las
siguientes consideraciones:

Las personas entre 9 y 14 años solamente necesitan dos inyecciones de la vacuna,


administradas en una separación temporal de 6 meses.

Las personas entre 15 y 45 años necesitan tres inyecciones de la vacuna. La segunda dosis se
administra pasados 2 meses de la primera y la tercera pasados 4 meses de la segunda.

Lo más recomendable es que todos los niños y niñas de 11-12 años se vacunen para estar
protegidos del VPH antes de empezar su vida sexual.

No es habitual vacunarse del VPH pasados los 26 años.

La vacuna no sirve para tratar una infección del VPH, aunque sí funciona para proteger contra
otros tipos del virus.
Lo más recomendable es consultar con el médico si es aconsejable vacunarse contra el VPH,
independientemente del sexo y la edad de la persona.

Cervarix®
La vacuna Cervarix® contiene como principios activos la proteína L1 del virus del papiloma
humano de los tipos 16 y 18.
Como ya hemos dicho, estos son los tipos de VPH con más riesgo de provocar un cáncer de cérvix.
Gardasil®
Además de proteger de la infección de los tipos de VPH 16 y 18, Gardasil® también ofrece
protección contra los serotipos 6 y 11, causantes del 90% de las verrugas genitales.
Por otra parte, la vacuna Gardasil®9 también protege contra otros cinco tipos de VPH: 31, 33, 45,
52 y 58. Con esta vacuna, la protección contra las lesiones precancerosas del VPH es superior al
90%.
Por último, cabe destacar que, aunque la administración de estas vacunas es muy relevante, no
protegen a las mujeres frente a todos los tipos de VPH que causan cáncer cervical, por lo que la
citología vaginal debe seguir realizándose de forma periódica incluso después de haber recibido la
vacuna.

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