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DERECHO FISCAL Il

LUIS ANGEL LOPEZ RUACHO


1909152
LD8A
DERECHO FISCAL II
El Derecho Financiero y Tributario es la rama del Derecho público interno que disciplina
la actividad financiera de los Entes públicos, esto es la actividad encaminada a la
obtención, gestión y gasto de los recursos necesarios para atender la satisfacción de
las necesidades colectivas. La disciplina tiene, entonces, dos partes claramente
diferenciadas: los ingresos públicos y los gastos públicos.

En el vigente plan de estudios de la Facultad de Derecho de la UNED, esta rama del


saber jurídico está desdoblada en dos asignaturas. La asignatura DERECHO
FINANCIERO Y TRIBUTARIO I, a la que dedicamos esta Guía, es la que estudia los
institutos generales del ordenamiento financiero y tributario. Esta asignatura se
complementa con otra que se imparte en el tercer curso, DERECHO FINANCIERO Y
TRIBUTARIO II, también de carácter obligatorio (9 créditos ECTS) y anual.

La asignatura comienza con el estudio de ciertos institutos comunes a toda la actividad


financiera pública. A ello se dedican las lecciones que componen la Introducción y que
tienen por objeto, además de precisar el concepto y contenido del Derecho Financiero y
Tributario, la determinación de los Entes dotados de poder para obtener ingresos, en
especial los de naturaleza tributaria, y para gastar lo obtenido (es decir, los que tienen
poder financiero), la caracterización de los principios constitucionales del ordenamiento
financiero, y las reglas para el establecimiento y aplicación de las normas financieras.

Por lo que afecta al Derecho de los ingresos públicos, se estudian los dos más
importantes, que son el tributo y la deuda pública.

a) El Derecho Tributario tiene por objeto el estudio de los ingresos de naturaleza


tributaria que son, de lejos, los ingresos públicos más importantes, tanto desde un
punto de vista recaudatorio, como desde una perspectiva dogmática. Como primera
aproximación, se puede entender el tributo como el ingreso de derecho público exigido
por un Ente público como consecuencia de la existencia de un presupuesto de hecho
indicativo de la capacidad económica de los obligados. Los tributos solo pueden ser
establecidos por las Administraciones territoriales, el Estado, las Comunidades
Autónomas y los Entes locales, según establece el artículo 133 de nuestra
Constitución, aunque el alcance y contenido de su respectivo poder tributario presenta
algunas diferencias importantes. En nuestro Derecho existen tres tipos de tributos: los
impuestos (que son los tributos más importantes desde las perspectivas antes
señaladas), las tasas y las contribuciones especiales. Aunque, en principio, todas las
Administraciones territoriales pueden establecer cualquier tributo, los dos últimos tipos
(las tasas y las contribuciones especiales) tienen especial importancia en la
financiación de los Entes locales.

En esta asignatura se estudian las normas generales del Derecho Tributario, esto es
las reglas que pueden ser consideradas como integrantes de lo que se considera su
Parte General. En ella tiene cabida el examen de los elementos esenciales de la
obligación de tributar, y de los procedimientos a través de los cuales las
Administraciones, en especial la del Estado, hacen efectiva tal obligación. Los
singulares tributos que existen en nuestro ordenamiento son objeto de estudio en la
asignatura Derecho Financiero y Tributario II, impartida en otro Curso Académico.

La distinción entre la parte relativa a los elementos esenciales de los tributos y la parte
de los procedimientos tributarios corresponde a una configuración del fenómeno
tributario que podemos denominar clásica. De ellas, la segunda constituye el Derecho
Tributario instrumental o adjetivo, es decir, la rama de este ordenamiento que persigue
hacer efectivo el pago de los tributos; rama que se puede diferenciar, al menos
teóricamente, de la disciplina sustantiva de los mismos tributos. La Ley General
Tributaria (aprobada en el año 2003 y vigente desde julio de 2004) parece responder a
esta dicotomía, como se pone de manifiesto en su estructura y en el hecho de que no
pocos institutos se regulan primero desde una perspectiva estática, y después desde
un aspecto dinámico. Con todo, debe relativizarse el alcance de esa distinción. Es
cierto que en muchos casos esta doble perspectiva de estudio puede ser aceptable,
toda vez que la aplicación casi universal del sistema de autoliquidación excluye no
pocas veces la existencia de un vínculo procedimental entre la Hacienda Pública y los
contribuyentes, de tal modo que sólo puede hablarse en la terminología tradicional de
una relación jurídica sustancial. No obstante, en muchos otros supuestos esa dicotomía
no resulta acertada, pues lleva a trocear los institutos de una manera que ni se
compadece con lo que sucede en la realidad, ni resulta dogmáticamente admisible.
Como ejemplo de estos últimos supuestos se puede citar el relativo al recargo de
apremio, que es una de las obligaciones materiales accesorias que pueden llegar a
pagar los obligados tributarios: no es concebible estudiar este recargo sin hacer
referencia al procedimiento administrativo que es necesario iniciar y tramitar para poder
exigirlo, procedimiento que se denomina de apremio y que tiene por objeto obtener de
forma coactiva el tributo que el obligado no pagó de forma voluntaria en el plazo fijado
para ello en las normas vigentes. Por estos motivos, el estudio de la parte “sustantiva”
correspondiente a la primera prueba presencial se completa con la lección dedicada a
la “aplicación de los tributos”. Esta lección sirve de puente entre la parte sustantiva y la
procedimental en la medida en que regula diversas instituciones de aplicación común a
los diversos procedimientos tributarios.
En cuanto a las normas que disciplinan las funciones y procedimientos tributarios han
alcanzado una gran importancia después de la aprobación de la Ley General Tributaria
de 2003. Como ya hemos indicado, por razones didácticas, los aspectos comunes a la
aplicación de los tributos se han estudiado ya en el primer cuatrimestre. El segundo
cuatrimestre comienza con el estudio de las funciones de gestión, inspección y
recaudación, así como los procedimientos a través de los cuales se llevan a cabo; el
ejercicio de la potestad sancionadora en materia tributaria; y las vías de revisión de los
actos tributarios en vía administrativa. Por último, aunque se trata de cuestiones cuyo
examen minucioso corresponde al Derecho Administrativo y al Derecho Procesal, se
hace necesaria también una breve alusión al proceso contencioso-administrativo en
materia tributaria. Del mismo modo ocurre, con el Delito fiscal y el Derecho Penal.
Tanto el recurso contencioso como el delito fiscal no serán objeto de la prueba
presencial, tan solo pueden serlo de la Prueba de Evaluación Continua (PEC).

b) También dentro de los ingresos públicos se estudia el régimen de la Deuda Pública,


esto es, de los ingresos que obtienen los Entes públicos mediante los diferentes
instrumentos financieros que pueden ser reconducidos en último término a la figura del
préstamo, con el que aquellos guardan evidentes similitudes, aunque también no pocas
diferencias. Como sucede en los préstamos, los Entes públicos obtienen ingresos a
cambio de la obligación de pagar unos intereses y de devolver el capital recibido.

c) En cuanto al Derecho de los gastos públicos hay que señalar que no constituye
objeto de nuestra disciplina su régimen sustantivo, que pertenece normalmente a la
órbita del Derecho Administrativo. Lo que estudiamos son las normas procedimentales
del gasto público, esto es, las que disciplinan los procedimientos de su aprobación,
materialización y control, materias todas ellas que conforman el Derecho
Presupuestario. De este modo, en esta parte de la asignatura se examina el concepto,
contenido y función del Presupuesto de las Administraciones Públicas, así como el ciclo
presupuestario, con especial atención al control de los gastos, tanto interno, realizado
por los servicios de la Intervención, como externo, que se ejerce por el Parlamento o
Pleno de la Administración implicada, a través de la aprobación o rechazo de la Cuenta
General Anual, y por los Tribunales de Cuentas, del Estado y los órganos equivalentes
de las Comunidades Autónomas, que adoptan denominaciones diferentes según la
Comunidad de que se trate.

Tanto el régimen de la Deuda pública como el Derecho y los procedimientos


presupuestarios se estudian dentro del primer cuatrimestre, dado que se trata de
obtener unas nociones introductorias. Ambas no serán objeto de la prueba presencial,
tan solo pueden serlo de la Prueba de Evaluación Continua (PEC).
En cuanto a la contextualización el DERECHO FINANCIERO Y TRIBUTARIO I se
incardina en el Grado de Derecho de la UNED, y tiene relaciones con otras materias
que forman parte de su Plan de Estudios.

Por lo que se refiere al primer aspecto, no resulta difícil justificar la contribución de la


asignatura a la formación de los juristas. Algunos datos pueden ser más ilustrativos que
una larga elucubración teórica sobre este particular. Así, los ingresos públicos
constituyen aproximadamente un tercio del producto nacional bruto; 14 millones de
personas al año deben presentar una declaración correspondiente al Impuesto sobre la
renta (IRPF) del año anterior; dos millones de empresarios, personas físicas o jurídicas,
deben cumplir varias veces al año con la misma obligación, en este caso referida al
Impuesto sobre el valor añadido (IVA); más de la mitad de los asuntos que se plantean
ante los Tribunales contencioso-administrativos en España tienen por objeto cuestiones
tributarias; etc. Es posible afirmar, en definitiva, que todos los ciudadanos sin excepción
se relacionan con la Hacienda Pública en múltiples ocasiones.

Con todo ello, es evidente que los graduados en Derecho deben conocer las normas
que disciplinan todas las actividades que hemos resumido más arriba, pues resulta
claro que tendrán que utilizarlas con frecuencia cualquiera que sea la profesión que
desarrollen (abogado, juez, funcionario público, consultor, responsable o miembro de
departamentos jurídicos de entes públicos o privados, etc.).

Por lo que afecta a la segunda cuestión, hay que tener en cuenta que el Derecho
Financiero regula instituciones que tienen carácter instrumental, en la medida en que
se refieren a los medios financieros o dinerarios indispensables para el desarrollo de
las restantes funciones públicas. Por ello, esta disciplina, de creación académica
relativamente reciente en España, está en relación y utiliza continuamente conceptos e
institutos que pertenecen a otras disciplinas jurídicas. Su relación es especialmente
estrecha con el Derecho Constitucional (los Entes con poder financiero y los principios
que regulan esta actividad se encuentran mencionados expresamente en nuestra
Constitución); con los Derechos Civil y Mercantil (la aplicación e interpretación de las
normas, la capacidad de obrar, el concepto y clases de personas jurídicas, por citar
algunas, proceden de estos ordenamientos); con el Derecho Administrativo (los
procedimientos de aplicación de los tributos no son otra cosa que procedimientos
administrativos especiales); y con el Derecho Procesal (en lo que se refiere a los
recursos para dirimir los conflictos en materia tributaria).
La información que se presenta en esta sección corresponde exclusivamente a los
ingresos ordinarios del sector público presupuestario, por lo que no se incluye la
información relacionada con los ingresos derivados de financiamientos. Para estos
efectos, el Sector Público Presupuestario se integra institucionalmente con el Gobierno
Federal y los Organismos y Empresas bajo control directo presupuestario.

Toda la información estadística que se presenta en este documento se obtuvo del


Tomo de Resultados Generales de la Cuenta de la Hacienda Pública Federal para el
periodo 1980-2001, así como de la Ley de Ingresos de la Federación 2002.

Los datos que se exponen en esta sección tienen el carácter de “revisados”, toda vez
que los resultados de un ejercicio fiscal determinado “X” fueron validados con la Cuenta
Pública del ejercicio fiscal siguiente “X1”. Por ejemplo, los datos revisados de ingresos
públicos de 1980, se obtuvieron de la Cuenta Pública de 1981; los datos revisados de
1981, de la Cuenta Pública de 1982, y así sucesivamente.

Debe aclararse que las cifras que se presentan en esta sección, pueden diferir de las
que se reportan en los Informes Trimestrales de Finanzas Públicas, en razón de que
estos últimos presentan información en términos de flujo de efectivo y con carácter
preliminar, en tanto que la Cuenta Pública reporta cifras devengadas definitivas.

La información que se expresa en términos reales, se calculó utilizando el Índice de


Precios Implícito del Producto Interno Bruto (PIB) base 1993=100.

2. Glosario de términos seleccionados.

ACCESORIOS. Ingresos captados por el Gobierno Federal derivados del


incumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los contribuyentes, tales como
recargos y multas. Dicho concepto se ubica en el Artículo 1 de la Ley de Ingresos de la
Federación, y se integra por los incisos siguientes: gastos de ejecución, recargos,
sanciones, indemnizaciones, y actualización de impuestos.

ADEUDOS DE EJERCICIOS FISCALES ANTERIORES (ADEFAS). Conjunto de


obligaciones contraídas, devengadas, contabilizadas y autorizadas dentro de las
asignaciones presupuestarias que no fueron liquidadas a la terminación o cierre del
ejercicio fiscal correspondiente. Compromisos que adquiere el Gobierno Federal en un
ejercicio fiscal, que se encuentran devengados al 31 de diciembre del mismo ejercicio,
para ser liquidados durante el año inmediato posterior en el periodo comprendido del 2
de enero al 31 de marzo; siempre y cuando se haya informado de su monto y
características a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

ANALÍTICO DE INGRESOS. Estado presupuestario que muestra la ejecución de la Ley


de Ingresos de la Federación al mayor detalle, separando los ingresos efectivos de los
virtuales, y comparando lo real con lo estimado, en un periodo determinado.

AÑO FISCAL. Año presupuestario y contable para los cuales se presupuestan los
ingresos y gastos brutos, y para los que se presentan cuentas, sin incluir ningún
periodo complementario durante el cual puedan mantenerse abiertos los libros
contables después del comienzo del periodo fiscal siguiente. En México el año fiscal
abarca del 1 de enero al 31 de diciembre.

APORTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL. Son las contribuciones establecidas en la


ley a cargo de personas, cuyo pago lo hace el Estado para cumplir con las obligaciones
fijadas por la ley por servicios de seguridad social proporcionados por el mismo Estado.

APOYOS FISCALES. Son las asignaciones de recursos o exenciones de impuestos


que se otorgan a las entidades en las que el Gobierno Federal tiene participación,
destinándose los mismos a gastos de operación, inversión o de algún otro tipo, según
las necesidades.

APROVECHAMIENTOS. Son ingresos ordinarios provenientes de las actividades de


derecho público que realiza el gobierno, y que recibe en forma de recargos, intereses
moratorios o multas, o como cualquier ingreso no clasificable, como impuestos,
aportaciones de seguridad social, contribución de mejoras, derechos o productos.

AUTORIDAD FISCAL. Se refiere al representante del poder público que está facultado
para recaudar impuestos, controlar a los causantes, imponer sanciones previstas por el
Código Fiscal, e interpretar disposiciones de la ley, entre otros.
CARGA FISCAL. Es la parte del producto social generado que toma el Estado,
mediante los impuestos federales, estatales y municipales, así como los derechos,
productos y aprovechamientos para cumplir con sus funciones. Se mide comparando el
total de ingresos fiscales (IF) con el valor del Producto Interno Bruto (PIB), Carga Fiscal
=IF/PIB.

CARGA TRIBUTARIA. Corresponde a la relación entre el monto de recursos captados


por impuestos y el PIB, expresada en porcentaje.

CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. Conjunto de disposiciones legales básicas en


materia impositiva que se aplican a todos los impuestos de naturaleza federal, a menos
que se modifiquen por leyes especiales.

CONTRIBUCIONES. Son los gravámenes que establece la ley a cargo de las personas
que tienen el carácter de contribuyentes o sujetos pasivos, de conformidad con las
disposiciones legales, y se clasifican en: impuestos, aportaciones a seguridad social,
contribuciones de mejoras y derechos. Desde el análisis de las transferencias, son los
recursos que específicamente se otorgan a instituciones de seguridad social como el
IMSS y el ISSSTE.

CONTRIBUCIONES DE MEJORAS. Son las establecidas en la ley a cargo de las


personas físicas y morales que se beneficien de manera directa por obras públicas.

CONTRIBUCIONES NO COMPRENDIDAS. Ingresos tributarios y no tributarios


causados en ejercicios fiscales anteriores pendientes de liquidación o de pago, los
cuales se captan en un ejercicio posterior de conformidad con las disposiciones fiscales
aplicables en la materia.

CONTRIBUYENTE. Persona física o moral que realiza el pago de sus impuestos de


conformidad con las leyes fiscales.

CRÉDITOS FISCALES. Son los ingresos que tiene derecho a percibir el Estado o sus
organismos descentralizados. Dichos créditos provienen de contribuciones,
aprovechamientos o de sus accesorios, incluyendo los que deriven de
responsabilidades que el Estado tenga derecho a exigir de sus servidores públicos o de
los particulares, así como aquéllos a los que las leyes les den ese carácter y el Estado
tenga derecho a percibir por cuenta ajena.

CUENTA DE LA HACIENDA PÚBLICA FEDERAL. Es un documento de carácter


evaluatorio que contiene información contable, financiera, presupuestaria, programática
y económica relativa a la gestión anual del Gobierno con base en las partidas
autorizadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al
ejercicio fiscal inmediato anterior y que el Ejecutivo Federal rinde a la H. Cámara de
Diputados, a través de la Comisión Permanente, dentro de los primeros diez días del
mes de junio del año siguiente al que corresponda, en los términos del artículo 74,
fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

DERECHOS. La cantidad que se paga, de acuerdo con el arancel, por la importación o


exportación de mercancías o por otro acto determinado por la ley. Son las
contribuciones establecidas en la ley por el uso o aprovechamiento de los bienes del
dominio público de la Nación, así como por recibir servicios que presta el Estado en sus
funciones de derecho público, excepto cuando se prestan por organismos
descentralizados u órganos desconcentrados, cuando en este último caso se trate de
contraprestaciones que no se encuentran previstas en la Ley Federal de Derechos.
También son derechos las contribuciones a cargo de los organismos públicos
descentralizados por prestar servicios exclusivos del Estado.

DERECHOS POR EL USO O APROVECHAMIENTO DE BIENES DE DOMINIO


PÚBLICO. Son las contribuciones que percibe el Gobierno Federal por el uso o
aprovechamiento que hacen los particulares de los bienes de dominio público de la
Nación.

DERECHOS POR SERVICIOS QUE PRESTA EL ESTADO EN SERVICIOS


PÚBLICOS. Son contribuciones que realizan los usuarios como contraprestación a los
servicios que presta el Estado, en sus funciones de derecho público.

DEVOLUCIÓN DE INGRESOS. Son las disminuciones a la ejecución de la Ley de


Ingresos del año en curso o de años anteriores, por concepto de ingresos percibidos
indebidamente, y pueden ser de índole real o virtual.
DEVOLUCIONES EN EFECTIVO. Entregas en numerario hechas a los contribuyentes
que significan disminuciones a la Ley de Ingresos del año en curso, por concepto de
ingresos percibidos indebidamente.

DEVOLUCIONES VIRTUALES. Disminuciones a la Ley de Ingresos por pagos en


exceso de los contribuyentes, los cuales pueden ser compensados en el pago de
nuevas contribuciones.

EJERCICIO FISCAL. Es el periodo comprendido entre el 1o. de enero y el 31 de


diciembre de cada año para los propósitos fiscales.

ELUSIÓN FISCAL. Acto de defraudación fiscal cuyo propósito es reducir el pago de las
contribuciones que por ley le corresponden a un contribuyente. Pueden ser por
engaños, errores, u omisiones en las declaraciones o cualquier otro acto del que se
tenga un beneficio indebido en perjuicio del fisco federal.

EMPRESAS PÚBLICAS. Organismos y/o empresas descentralizados dependientes del


Estado dedicados a la producción de bienes y servicios para la venta en el mercado y
cuyas operaciones económicas y financieras se encuentran incluidas en el Presupuesto
de Egresos de la Federación (control directo) o sólo las relativas a las transferencias de
recursos que reciben para apoyar su funcionamiento (control indirecto), su propósito
fundamental no es el lucro sino la obtención de objetivos sociales o económicos.
Entidades de derecho público con personalidad jurídica, patrimonio y régimen jurídico
propios, creadas o reconocidas por medio de una ley del H. Congreso de la Unión o
decreto del Ejecutivo Federal para la realización de actividades mercantiles,
industriales y otras de naturaleza económica, cualquiera que sea su denominación y
forma jurídica.

ENTIDADES DE CONTROL PRESUPUESTARIO DIRECTO. Clasificación


convencional de la administración presupuestaria por medio de la cual se identifican las
entidades de la Administración Pública Paraestatal, cuyos presupuestos integrales de
ingresos y gastos por programas forman parte del Presupuesto de Egresos de la
Federación; su autorización, seguimiento, control y evaluación se somete al Poder
Legislativo a través de Informes Trimestrales de las Finanzas Públicas y la Cuenta de
la Hacienda Pública Federal.
ENTIDADES DE CONTROL PRESUPUESTARIO INDIRECTO. Clasificación
convencional en la administración presupuestaria por medio de la cual se identifican las
entidades de la Administración Pública Paraestatal, cuyos presupuestos no forman
parte del Presupuesto de Egresos de la Federación, excepto en la medida de los
apoyos que reciben del Gobierno Federal. Su control y evaluación es realizado
directamente por el Ejecutivo Federal a través de las coordinadoras sectoriales.

ESTÍMULOS FISCALES. Es el conjunto de recursos otorgados a través de los


instrumentos que conforman las Transferencias Vía Ingreso. Apoyos gubernamentales
que se destinan a promover el desarrollo de actividades y regiones específicas, a
través de mecanismos tales como: devolución de impuestos de importación a los
exportadores, franquicias, subsidios, disminución de tasas impositivas, exención parcial
o total de impuestos determinados, aumento temporal de tasas de depreciación de
activos, etc.

EVASIÓN FISCAL. Acción de evadir el pago de los impuestos, lo cual constituye el


delito de defraudación a la Hacienda Pública. Consiste en la ocultación de ingresos,
simulación o exageración de gastos deducibles, aplicación de desgravaciones y
subvenciones injustificadas, etc., con la finalidad de evitar el pago de las contribuciones
que por ley le correspondan a un causante.

EXENCIÓN DE IMPUESTOS. Liberación de una persona, física o moral por disposición


legal, de la obligación de pagar contribuciones al Estado. Franquicias concedidas a los
contribuyentes, para no gravar ciertos actos, operaciones o utilidades, con impuestos
establecidos por leyes o decretos.

FISCALIZACIÓN. Es un mecanismo de control que tiene una connotación muy amplia;


se entiende como sinónimo de inspección, de vigilancia, de seguimiento de auditoría,
de supervisión, de control y de alguna manera de evaluación, ya que evaluar es medir,
y medir implica comparar. El término significa, cuidar y comprobar que se proceda con
apego a la ley y a las normas establecidas al efecto.

GOBIERNO FEDERAL. Poder público a través del cual se ejerce la soberanía nacional
y se representa jurídicamente a la nación. Esta formado por los tres Poderes de la
Unión: Legislativo, Ejecutivo y Judicial Federal con el fin de ejecutar los ordenamientos
que la Constitución Política confiere a la Federación. Para fines presupuestarios y
contables, este concepto incluye a los órganos administrativos de los tres Poderes de
la Unión a los Ramos Generales y a los organismos autónomos: Instituto Federal
Electoral, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Auditoría Superior de la
Federación, Tribunal Fiscal de la Federación; excluye a los Organismos y Empresas de
Control Presupuestario Directo e Indirecto.

HACIENDA PÚBLICA. Función gubernamental orientada a obtener recursos


monetarios de diversas fuentes para financiar el desarrollo del país. Consiste en
recaudar directamente los impuestos, derechos, productos y aprovechamientos; así
como captar recursos complementarios, mediante la contratación de créditos y
empréstitos en el interior del país y en el extranjero. Es el conjunto de bienes,
propiedades y derechos del Gobierno Federal.

IMPUESTO (TRIBUTO). Según el Código Fiscal de la Federación, impuestos son las


contribuciones establecidas en la Ley que deben pagar las personas físicas y morales
que se encuentren en la situación jurídica o de hecho previstas por la misma. Tributo,
carga fiscal o prestaciones en dinero y/o especie que fija la ley con carácter general y
obligatorio a cargo de personas físicas y morales para cubrir los gastos públicos. Es
una contribución o prestación pecuniaria de los particulares, que el Estado establece
coactivamente con carácter definitivo y sin contrapartida alguna.

IMPUESTO AL ACTIVO. Es un gravamen complementario al impuesto sobre la renta.


Esta contribución garantiza que las empresas que reportan pérdidas en periodos
prolongados cubran al menos este impuesto como un pago mínimo que puede ser
recuperado cuando obtengan utilidades en ejercicios posteriores. La base de este
impuesto son los activos de las empresas y los de cualquier individuo, residente en el
país o en el extranjero, que otorgue el uso y goce temporal de sus bienes, ya sea en
forma gratuita u onerosa, a otros contribuyentes del impuesto. Inicialmente, su tasa se
fijó en 2 por ciento y a partir de 1995 en 1.8 por ciento.

IMPUESTO AL VALOR AGREGADO (IVA). Tributo que se causa por el porcentaje


sobre el valor adicionado o valor agregado a una mercancía o un servicio, conforme se
completa cada etapa de su producción o distribución. Instrumento de política
económica, utilizado para desalentar el consumo de una serie de bienes y/o servicios.
Tributo de etapas múltiples, de carácter no acumulativo, resultante de la diferencia
entre el IVA causado sobre las ventas de mercancías y las prestaciones de servicios
efectuados por los contribuyentes, que constituye su obligación tributaria, y el IVA
acreditable correspondiente a las adquisiciones de mercancías y servicios de terceros,
que constituyen un derecho utilizable por los causantes.
IMPUESTO A LA VENTA DE BIENES Y SERVICIOS SUNTUARIOS. Impuesto creado
a partir de 2002, aplicable a la enajenación de bienes, prestación de servicios y uso o
goce temporal de bienes y servicios considerados en la Ley como suntuarios. Se
calcula aplicando una tasa del 5% al valor de la operación de que se trate, sin
considerar incluido el IVA que se cause por la realización de los actos o actividades
mencionadas.

IMPUESTO DIRECTO. Son los ingresos que percibe el Gobierno Federal por concepto
de gravámenes a las remuneraciones, propiedades, ganancias de capital, o cualquier
otra fuente de ingreso de las personas físicas o morales. Es aquél que grava
directamente el ingreso de los contribuyentes; incide sobre el ingreso y no es
transferible ni evitable para las personas o empresas que reciben ingresos.

IMPUESTO ESPECIAL SOBRE PRODUCCIÓN Y SERVICIOS (IEPS). Impuesto


aplicable a la enajenación en territorio nacional o, en su caso, la importación, definitiva,
de bienes, así como a la prestación de los servicios señalados en la Ley, tales como
gasolina, diesel, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, tabacos
labrados, telecomunicaciones, aguas, refrescos y sus concentrados.

IMPUESTO INDIRECTO. Es aquél que grava el consumo de los contribuyentes; se


llama indirecto porque no repercute en forma directa sobre los ingresos sino que recae
sobre los costos de producción y venta de las empresas y se traslada a los
consumidores a través de los precios. Son los gravámenes establecidos por las
autoridades públicas sobre la producción, venta, compra o uso de bienes y servicios y
que los productores cargan a los gastos de producción.

IMPUESTO SOBRE LA RENTA (ISR). Contribución que se causa por la percepción de


ingresos de las personas físicas y morales que la Ley del Impuesto Sobre la Renta
considera como sujetas del mismo.

IMPUESTO SOBRE AUTOMÓVILES NUEVOS (ISAN). Impuesto al que están


obligadas las personas físicas y morales que enajenen automóviles nuevos de
producción nacional (se entiende por automóvil nuevo el que adquiere por primera vez
el consumidor del fabricante, ensamblador o por el distribuidor autorizado); o importen
en definitiva al país automóviles.
IMPUESTO SOBRE TENENCIA O USO DE VEHÍCULOS. Es el impuesto establecido a
las personas físicas y a las morales, tenedoras o usuarias, de los vehículos dedicados
al transporte terrestre, aéreo o marítimo que en la ley de la materia se señalan.

IMPUESTO SUSTITUTIVO DEL CRÉDITO AL SALARIO. Impuesto aplicable a las


personas físicas y las morales que en territorio nacional realicen pagos por Salarios;
otras prestaciones en efectivo o en especie; o Asimilados a salarios, estos últimos
solamente cuando la Ley del Impuesto sobre la Renta prevea que se les puede aplicar
el crédito al salario. El impuesto se calcula aplicando la tasa del 3% al total de los
pagos realizados y se causa en el momento que se realicen dichos pagos.

INGRESOS BRUTOS ORDINARIOS. Son los recursos obtenidos por la enajenación


del producto o el servicio prestado, propio de la actividad de la entidad objeto de
estudio, sin las deducciones por devoluciones, bonificaciones, etc., y en general todos
aquellos conceptos que disminuyen el ingreso.

INGRESOS DEL GOBIERNO FEDERAL (RECURSOS FISCALES). Son los recursos


consignados en las fracciones de la Ley de Ingresos de la Federación y que
concretamente se expresan en: impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y
otros conceptos tipificados en la Ley de Ingresos. Incluye asimismo, el financiamiento
que obtiene el Gobierno Federal tanto en el interior del país como en el extranjero.

INGRESOS DEL SECTOR PARAESTATAL. Son los recursos que obtienen las
diversas entidades que conforman el Sector Paraestatal y tienen su origen principal en
la venta de bienes y servicios que ofrecen a la colectividad; ingresos por erogaciones
recuperables; ingresos por la venta de activo fijo; aportaciones de capital y
transferencias del Gobierno Federal, así como los financiamientos internos y externos.
INGRESOS EXTRAORDINARIOS. Son aquellos recursos de carácter excepcional que
provienen de la enajenación de bienes nacionales, de la concertación de créditos
externos e internos o de la emisión de moneda. Son todas aquellas percepciones que
provienen de actos eventuales, para cubrir gastos también eventuales.

INGRESOS NO TRIBUTARIOS. Son los ingresos que el Gobierno Federal obtiene


como contraprestación a un servicio público (derechos), del pago por el uso,
aprovechamiento o enajenación de bienes de dominio privado (productos), del pago de
las personas físicas y morales que se benefician de manera directa por obras públicas
(contribución de mejoras) y por los ingresos ordinarios provenientes por funciones de
derecho público, distintos de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos.

INGRESOS ORDINARIOS. Son las percepciones que constituyen la fuente normal y


periódica de recursos fiscales que obtiene el Gobierno Federal como base fundamental
para financiar sus actividades. Es una parte de los ingresos gubernamentales que
obtiene el Estado haciendo uso de su poder coercitivo de forma unilateral; o bien por
una contraprestación obligatoria; es decir incluyen los recursos que impliquen una
obligación de deuda. Estos son permanentes y previsibles. Son las percepciones que
obtiene el Sector Público en el desempeño de sus actividades de derecho público y
como productor de bienes y servicios por la ejecución de la Ley de Ingresos. Se
clasifican en corrientes y de capital.

INGRESOS PRESUPUESTARIOS. Son las percepciones tributarias, no tributarias y la


venta de inversiones del gobierno, así como las del Sector Paraestatal de control
presupuestario directo por venta de bienes y servicios, la venta de inversiones y las
aportaciones y subsidios del Gobierno Federal. Es el conjunto de percepciones que
reciben las entidades de control presupuestario directo que integran el Sector Público
controlado presupuestariamente, contenidos en la Ley de Ingresos de la Federación.

INGRESOS PÚBLICOS. Son los recursos que obtiene el Sector Público por concepto
de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos; ingresos derivados de la venta
de bienes y servicios; e ingresos por financiamiento interno y externo.

INGRESOS TRIBUTARIOS. Son las percepciones que obtiene el Gobierno Federal por
las imposiciones fiscales que en forma unilateral y obligatoria fija el Estado a las
personas físicas y morales, conforme a la ley para el financiamiento del gasto público.
Su carácter tributario atiende a la naturaleza unilateral y coercitiva de los impuestos,
gravando las diversas fuentes generadoras de ingresos: la compra-venta, el consumo y
las transferencias.

INICIATIVA DE LEY DE INGRESOS. Acto por el cual se ejerce la facultad


constitucional de someter a consideración del H. Congreso de la Unión el proyecto de
Ley de Ingresos de la Federación, donde se fijan los principios básicos de la función
hacendaria que estarán vigentes durante el ejercicio fiscal correspondiente.

LEY DE INGRESOS DE LA FEDERACIÓN. Instrumento jurídico que establece


anualmente los ingresos del Gobierno Federal que deberán recaudarse por concepto
de impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, emisión de bonos, préstamos,
etc. (Los estados de la República Mexicana también establecen anualmente sus
ingresos a través de las leyes de ingresos locales).

MISCELÁNEA FISCAL. Conjunto de disposiciones fiscales de carácter anual que emite


la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a efecto de aclarar las disposiciones
contenidas en las leyes fiscales y otros ordenamientos federales relativos a la
captación de ingresos del Gobierno Federal.

SECTOR PÚBLICO FEDERAL. Conjunto de órganos administrativos mediante los


cuales el Estado cumple o hace cumplir la política y voluntad expresada en las leyes
fundamentales del país. Incluye todos los órganos administrativos de los poderes
legislativo, ejecutivo y judicial federales y organismos públicos autónomos. Comprende
por lo mismo al Sector Central y al Sector Paraestatal de control presupuestario directo
e indirecto, excluye la administración de los gobiernos locales.

SECTOR PÚBLICO PRESUPUESTARIO. Se refiere a la totalidad de instituciones,


dependencias y entidades que se consideran en el Presupuesto de Egresos de la
Federación. Comprende los Poderes Legislativo y Judicial, Órganos Autónomos,
Administración Pública Central, y los organismos y empresas de Control
Presupuestario Directo de la Administración Pública Paraestatal.

SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (SAT). Órgano desconcentrado de la


Secretaría de Hacienda y Crédito Público, creado por la Ley del Servicio de
Administración Tributaria con carácter de autoridad fiscal, que tiene por objeto la
realización de una actividad estratégica del Estado consistente en la determinación,
liquidación y recaudación de impuestos, contribuciones de mejoras, derechos,
productos, aprovechamientos federales y de sus accesorios para el financiamiento del
gasto público. El Servicio de Administración Tributaria goza de autonomía de gestión
presupuestaria para la consecución de su objeto y de autonomía técnica para dictar sus
resoluciones.

SUJETO DEL IMPUESTO. Es la persona física o moral que tiene la obligación legal de
pagar un gravamen en los términos jurídicos establecidos.

TRANSFERENCIA. Desde el enfoque de Cuentas Nacionales, es el traslado implícito o


explícito de recursos de naturaleza corriente o de capital del Sector Público al resto de
la economía y al exterior, ya sea en dinero o en especie, sin recibir por ello
contraprestación directa alguna, pero condicionando su asignación a la consecución de
determinados objetivos de política económica y social. Las vertientes o vías de
otorgamiento de recursos son cuatro: vía gasto, vía precios y tarifas, vía financiera y vía
ingreso. Asimismo, en cada una de estas vías se identifican distintos instrumentos de
otorgamiento que se refieren a los medios específicos con que cuentan los diversos
otorgantes para llevar a cabo la entrega de los recursos. Recursos públicos previstos
en el Presupuesto de Egresos de la Federación designados al desarrollo de programas
públicos encomendados a las entidades y órganos desconcentrados, cuya capacidad
de autofinanciamiento es insuficiente para atender dichos programas. Su ministración
implica la obligación de cumplir con los objetivos y programas encomendados, así
como la prestación de los bienes y servicios públicos que se deriven de la misión del
receptor. El registro de su ejercicio refleja la obtención de algún bien, servicio u obra de
infraestructura.

TRANSFERENCIAS ESTATUTARIAS. Son aquellos recursos que el Gobierno Federal


otorga exclusivamente al IMSS e ISSSTE de conformidad con los lineamientos
establecidos en las Leyes respectivas. (Ley del IMSS y Ley del ISSSTE). Son los
traspasos de recursos que financian la prestación de servicios sociales y comunales
semejantes a los de gobierno, realizados por instituciones sin fines de lucro y
organismos descentralizados e instituciones de seguridad social.

TRANSFERENCIAS NO ESTATUTARIAS. Traspaso de recursos que se destinan a


financiar actividades de fomento económico; tales como subsidios a empresas
privadas, a empresas de participación estatal y a los organismos descentralizados
productores de mercancías.
TRANSFERENCIAS VÍA INGRESO. Son los recursos que el Gobierno Federal
concede a las empresas y familias, mediante devoluciones, acreditamientos, y la
exención parcial o total de impuestos federales.

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE LOS IMPUESTOS Y LA RELACIÓN


JURÍDICO TRIBUTARIA.
En el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos no
encontramos un concepto como tal de contribución, ya que únicamente se hace alusión
a su
fundamento y razón de ser, al referir que contribuir es una obligación a cargo de los
mexicanos; de manera que tal precepto sólo alude que la contribución debe ser
entendida como una
obligación, al mismo tiempo que establece los principios que las rigen, a saber que
deben ser
proporcionales y equitativas en relación a los sujetos obligados y que estas deben ser
destinadas
al gasto público, es por ello el concepto de contribución se explica a través de los
principios
que la rigen y que emanan del propio texto constitucional, como veremos más adelante.
En ese tenor, si bien el texto constitucional no nos da una definición de contribución, sí
nos
da un parámetro para entenderla, no solo en su concepto, también en su esencia, al
emplear
la palabra contribución y no la de impuesto o tributo, lo que nos ubica en el contexto
democrático de nuestra nación. Así, la contribución constituye una exigencia del Estado
en
virtud de su potestad de imperio, creada con la finalidad de cubrir el gasto público.
En efecto, en el texto constitucional se emplea la palabra contribución y no impuesto,
pues este último es un término mucho más autoritario en el que no es trascendente
valorar
las circunstancias del sujeto a quien va dirigido, por ende, si en el texto constitucional
se hace referencia a principios como la proporcionalidad y equidad en relación con la
contribución, ello implica que el Estado toma en consideración circunstancias propias
del sujeto pasivo, lo que garantiza un mínimo de justicia y evita que se traduzca en una
imposición absoluta y arbitraria.
3. Principios constitucionales de las Contribuciones
Antes de hablar de los principios de las contribuciones reconocidos en nuestra
Constitución, nos referiremos, en sentido amplio, a ubicar su existencia dentro del
mundo jurídico y a hacer una distinción entre lo que son los principios propiamente
dicho y lo que
debemos entender por reglas, ambos conceptos integradores de todo ordenamiento
legal.
“Los principios son elementos que contienen un valor considerado y reconocido por el
legislador… y son entendidos como las referencias de valores programáticas
encargadas
de optimizar los derechos fundamentales, en tanto las reglas se refieren a una situación
En el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos no
encontramos un concepto como tal de contribución, ya que únicamente se hace alusión
a su
fundamento y razón de ser, al referir que contribuir es una obligación a cargo de los
mexicanos; de manera que tal precepto sólo alude que la contribución debe ser
entendida como una
obligación, al mismo tiempo que establece los principios que las rigen, a saber que
deben ser
proporcionales y equitativas en relación a los sujetos obligados y que estas deben ser
destinadas
al gasto público, es por ello el concepto de contribución se explica a través de los
principios
que la rigen y que emanan del propio texto constitucional, como veremos más adelante.
En ese tenor, si bien el texto constitucional no nos da una definición de contribución, sí
nos
da un parámetro para entenderla, no solo en su concepto, también en su esencia, al
emplear
la palabra contribución y no la de impuesto o tributo, lo que nos ubica en el contexto
democrático de nuestra nación. Así, la contribución constituye una exigencia del Estado
en
virtud de su potestad de imperio, creada con la finalidad de cubrir el gasto público.
En efecto, en el texto constitucional se emplea la palabra contribución y no impuesto,
pues este último es un término mucho más autoritario en el que no es trascendente
valorar
las circunstancias del sujeto a quien va dirigido, por ende, si en el texto constitucional
se hace referencia a principios como la proporcionalidad y equidad en relación con la
contribución, ello implica que el Estado toma en consideración circunstancias propias
del sujeto pasivo, lo que garantiza un mínimo de justicia y evita que se traduzca en una
imposición absoluta y arbitraria.
3. Principios constitucionales de las Contribuciones
Antes de hablar de los principios de las contribuciones reconocidos en nuestra
Constitución, nos referiremos, en sentido amplio, a ubicar su existencia dentro del
mundo jurídico y a hacer una distinción entre lo que son los principios propiamente
dicho y lo que
debemos entender por reglas, ambos conceptos integradores de todo ordenamiento
legal.
“Los principios son elementos que contienen un valor considerado y reconocido por el
legislador… y son entendidos como las referencias de valores programáticas
encargadas
de optimizar los derechos fundamentales, en tanto las reglas se refieren a una situación
de hecho con consecuencias legales dependiendo de la comisión u omisión de la
conducta
descrita… un principio está siempre inmerso de un valor, a diferencia de una regla, que
sólo da seguimiento al valor establecido por el principio.2

2 Burgoa Toledo, Carlos Alberto. Principios Tributarios, entre la legalidad y el
conocimiento. Dofiscal, primera edición, México, 2012, p. 11
4 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
Los principios son perdurables en el tiempo, nunca están sujetos a cambios o
sustitución
y adoptan un valor intrínseco, como la vida o la libertad, además que sirven para
resolver
casos difíciles, no prescriben un comportamiento preciso, más bien encomiendan la
obtención de un fin. “Son criterios universales de ética social o axiología jurídica,
descubiertos
por la razón humana en la naturaleza racional y libre del hombre, los cuales constituyen
el fundamento de todo sistema jurídico posible actual”.3
De esta manera se habla de la ponderación de principios, pues cuando existe choque o
contradicción entre un principio y otro, es válido ponderar a efecto de determinar la
importancia
de uno sobre otro en el caso concreto, resaltando su jerarquía móvil y axiológica, ya
que
su importancia no siempre será la misma y su valor dependerá de cada caso en
particular.4
En tratándose de la materia fiscal, la dualidad de derechos que generalmente se
encuentra
en colisión está enfocada hacia los derechos patrimoniales frente a los derechos
sociales,
tutelados cada uno en artículos constitucionales específicos.
Es de destacar que los principios constitucionales cumplen tres funciones específicas:
ü Exegética: Porque ayudan a la interpretación de todo el ordenamiento jurídico.
ü Fundamentadora: Dado que limitan a las autoridades y dirigen el ejercicio de
sus
potestades y atribuciones.
ü De garantía para los particulares: Por ser fortaleza de los derechos
individuales y
otorgar certeza jurídica al particular.5
En nuestro sistema jurídico mexicano, los principios en materia tributaria constituyen el
eje del orden jurídico-fiscal y se encuentran contenidos en el artículo 31, fracción IV, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece textualmente
lo siguiente:
“Artículo 31.- Son obligaciones de los mexicanos:
(…)
IV.- Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como del Distrito
Federal o del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y
equitativa que dispongan las leyes.”
3 Venegas Álvarez, Sonia. Derecho Fiscal. Oxford , México, 2011, p. 6
4 Cfr. Burgoa Toledo, Carlos Alberto. Op. Cit. pp. 10, 11 , 12 y 15
5 Cfr. Venegas Álvarez, Sonia. Op. Cit. p. 6
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 5
Del precepto transcrito se desprenden los siguientes principios:
• Principio de generalidad “son obligaciones de los mexicanos”.- Al establecer de
manera general las obligaciones de los mexicanos, lo que resulta ser uno de los
elementos
principales del acto legislativo, ya que una ley es general cuando tiene aplicación a
todos los individuos que se coloquen en el supuesto normativo.
• Principio de obligatoriedad “son obligaciones”.- La contribución a los gastos públicos
constituye una obligación de carácter público que encuentra vinculación directa con
la coercitividad con la que cuenta el fisco; este principio se encuentra reiterado en el
artículo 1° del Código Fiscal de la Federación.
• Vinculación al gasto público “contribuir para los gastos públicos”.- “El
gasto público
comprende todas aquellas erogaciones destinadas tanto a la prestación de servicios
públicos, como al desarrollo de la función pública del Estado”.6
Este principio a su
vez constituye una obligación para el Estado, que es el destinar las contribuciones
únicamente a la satisfacción de los gastos públicos, concepto que doctrinaria y
constitucionalmente tiene un sentido social y un alcance de interés colectivo.
• Principio de proporcionalidad “…de la manera proporcional…”.- A través de este
principio se distribuyen las cargas tributarias, tomando en consideración la capacidad
de pago individual de los contribuyentes, lo que implica que sea en proporción
a sus ingresos, mientras mayores sean los ingresos del contribuyente el impuesto
deberá incrementarse, correspondiendo al legislador fijar la proporción en que las
contribuciones aumentarán.
• Principio de equidad “…y equitativa…”.- El Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación ha establecido que en base a este principio, los contribuyentes de un
impuesto que se encuentren en una misma hipótesis de causación, deben guardar
una idéntica situación frente a la norma jurídica que lo regula, lo que implica que las
disposiciones tributarias deben tratar de manera igual a quienes se encuentren en una
misma situación y de manera desigual a los sujetos del gravamen que se ubiquen en
una situación diversa, para lo cual el legislador debe crear categorías o clasificaciones
de contribuyentes, sustentadas en bases objetivas que justifiquen el tratamiento
diferente entre una y otra.7
6 Ibídem. p. 61
7 Jurisprudencia P./J. 24/2000. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, T. XI, marzo de 2000, p. 35
6 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
• Principio de legalidad o reserva de ley “…que dispongan las leyes…”. “Conforme a
la división de poderes el acto legislativo es facultad del Congreso de la Unión, razón
por la cual él y sólo él podrá emitir leyes en sentido formal y material”.8
Ahora bien, haciendo énfasis a los principios de proporcionalidad y equidad tributaria,
hemos de destacar que nuestro Máximo Tribunal también ha dicho que la
proporcionalidad radica en que los sujetos pasivos deben contribuir a los gastos
públicos en función
de su respectiva capacidad económica, debiendo aportar una parte justa y adecuada
de
sus ingresos, utilidades o rendimientos; de manera que los gravámenes deben fijarse
de
acuerdo con la capacidad económica de cada sujeto pasivo y las personas que
obtengan
ingresos elevados tributen en forma cualitativa superior a los de medianos y reducidos
recursos. Para cumplir con este principio se atiende a la aplicación de tarifas
progresivas,
mediante las cuales los contribuyentes de más elevados recursos pueden cubrir un
impuesto en monto superior. Mientras tanto, el principio de equidad radica en la
igualdad ante
la misma ley tributaria de todos los sujetos pasivos de un mismo tributo, quienes deben
recibir un tratamiento idéntico en lo concerniente a hipótesis de causación, acumulación
de ingresos gravables, deducciones permitidas, plazos de pago, etcétera, debiendo
únicamente variar las tarifas tributarias aplicables, de acuerdo con la capacidad
económica de
cada contribuyente, para respetar el principio de proporcionalidad.9
Es de recordar que entre los principios formulados por Adam Smith10 se encuentran el
de igualdad o justicia, que preveían que toda vez que los súbditos estaban obligados a
contribuir al gasto público, debían hacerlo de acuerdo a sus posibilidades económicas,
en proporción a los ingresos que tienen, para lograr que los impuestos sean justos y
equitativos, lo que implicó la aplicación de una fórmula de proporcionalidad e igualdad;
de manera que la carga fiscal no solo debe fijarse en función de la capacidad
económica
de los contribuyentes, sino en función de su capacidad contributiva, que debe incidir
sobre una porción razonable del ingreso, utilidad o rendimiento, para que el tributo no
se vuelva confiscatorio.11
8 Delgadillo Gutiérrez, Luis Humberto. Principios de Derecho Tributario, cuarta edición,
Limusa Noriega, México, 2003, p. 60
9 Jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro
“PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD TRIBUTARIAS ESTABLECIDAS EN EL
ARTÍCULO
31, FRACCIÓN IV, CONSTITUCIONAL”, Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Época, Tomo 187-192, primera parte, p. 113
10 Smith, Adam. Citado por De la Garza, Sergio Francisco, Derecho Financiero
Mexicano, Porrúa, México, 1994, p. 404. En el libro V de la obra “La Riqueza de las
Naciones”, Adam Smith identificó los cuatro principios teóricos de las contribuciones
más reconocidos y observados por el legislador moderno y son: 1) Principio
de Justicia, que se concreta por dos subprincipios, el de generalidad y el de
uniformidad; 2) Principio de Certidumbre, relacionado con la fecha, forma y cantidad
a pagar; 3) Principio de Comodidad, relacionado con la recaudación; y 4) Principio de
Economía, procurando que la recaudación sea lo menos onerosa posible
para que se procure el mayor ingreso a las arcas del Estado.
11 Cfr. FLORES ZAVALA, Ernesto, Finanzas Públicas Mexicanas. trigésima cuarta
edición. Porrúa. México, 2004. pp. 152-158
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 7
En tal virtud, hay que distinguir los conceptos de capacidad contributiva y capacidad
económica, entre los cuales prevalece una relación de interdependencia pero no deben
ser utilizados como sinónimos, pues la capacidad contributiva es una ficción jurídica y
depende de que el contribuyente se ubique en la hipótesis normativa pues será en ese
momento cuando se materialice la manifestación de la riqueza, mientras que la
capacidad
económica surge de una manifestación fáctica más apegada a la realidad, que permite
que
una persona tenga un ingreso, una utilidad o un rendimiento que pudo ser gravado o
no. 12
Es importante hacer notar también que la capacidad de gasto es la facultad de un
individuo de satisfacer sus necesidades personales, en relación con ciertas
necesidades objetivas
que derivan de circunstancias objetivas, como el número de personas que dependen
del
contribuyente, o bien, diferencias entre una cantidad nominal de riqueza y la
oportunidad
de gastar. Derivado de tal esquema, hay que tener en cuenta dos principios:
Ø Principio del neto objetivo: Conforme al cual la base imponible va a ser igual a la
renta neta, que se obtiene disminuyendo los ingresos procedentes de la actividad
productiva menos las deducciones autorizadas por el legislador.
Ø Principio del neto subjetivo: En este caso se va más allá de la renta neta, pues se
ubica en la renta disponible para el consumo, el ahorro o la inversión y atiende
también a gastos ajenos a la obtención de los rendimientos procedentes de la
actividad, que son inevitables para el sujeto pasivo y disminuyen la capacidad de
contribuir a los gastos públicos.13
Por otra parte, nuestro Máximo Tribunal también ha establecido que la proporcionalidad
de las contribuciones debe examinarse atendiendo a las características de cada una de
ellas,
por lo tanto, la forma de medir la proporcionalidad de un gravamen varía, dependiendo
del tipo de contribución de que se trate.
4. Concepto del Derecho al Mínimo Vital
Del concepto de capacidad contributiva subjetiva deriva el derecho al mínimo vital, que
implica que todos aquellos ingresos que estén destinados a la satisfacción de las
necesidades esenciales del individuo no formen parte de la capacidad contributiva.14
12 Cfr. Revilla de la Torre, Jorge Luis, La necesidad de implementar el concepto del
derecho al mínimo vital en la legislación tributaria mexicana, p. 4. http://www.
scjn.gob.mx/transparencia/Documents/Becarios/Becarios_084.pdf
13 Ibídem pp. 4 y 5
14 Ídem.
8 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
El mínimo vital, como proyección del principio de proporcionalidad tributaria, constriñe
al legislador tributario para que al momento de diseñar el objeto de las contribuciones e
identificar la capacidad idónea para contribuir, respete un umbral libre o aminorado de
tributación, correspondiente a los recursos necesarios para la subsistencia de las
personas, en el cual le está vedado introducirse, por no estar legitimada
constitucionalmente
la imposición de gravámenes sobre ese mínimo indispensable.
El derecho fundamental al mínimo vital deriva de los principios de estado social de
derecho, dignidad humana y solidaridad, en concordancia con los derechos
fundamentales a
la vida, a la integridad personal y a la igualdad; tiene por objeto evitar que una persona
se vea reducida en su valor intrínseco como ser humano debido a que no cuenta con
las
condiciones materiales que le permitan llevar una existencia digna. Este derecho busca
garantizar que la persona, centro del ordenamiento jurídico, no se convierta en
instrumento de otros fines, objetivos, propósitos, bienes o intereses, por importantes o
valiosos
que ellos sean, buscando proteger a la persona contra toda forma de degradación que
comprometa su valor intrínseco, concretamente en lo que se refiere a las condiciones
materiales básicas e indispensables para asegurar una supervivencia digna y
autónoma,
por lo tanto, constituye un límite al poder impositivo del Estado.15
5. Interpretación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Antes de entrar al estudio de la última resolución dictada en 2011 por nuestro Máximo
Tribunal en relación al derecho al mínimo vital, es de destacar que ya existía
pronunciamiento en el sentido de que este derecho constituye una garantía fundada en
la dignidad
humana y como presupuesto del Estado democrático, que exige analizar si la persona
que no disponga de los recursos materiales necesarios para subsistir digna y
autónomamente puede ser sujeto de ciertas cargas fiscales que ineludible y
manifiestamente agraven
su situación de escasez, cuando ello puede coexistir con la insuficiencia de una red de
protección social efectiva y accesible a los más necesitados; de manera que los
causantes deben contribuir en la medida en que su capacidad contributiva exceda un
umbral
mínimo que le permita satisfacer sus necesidades básicas. Por tanto, el mínimo vital se
erige como un límite que el Estado no puede traspasar en materia de disposición de los
recursos materiales necesarios para llevar una vida digna.16
En aquella ocasión se dejó claro que la pretensión no era definir con toda certeza el
mínimo
de subsistencia que serviría de punto de partida en la imposición, sino que se
reconociera
un patrimonio protegido que permitiera atender las exigencias humanas más
elementales.
15 Contenido de diversas sentencias del Tribunal Constitucional Alemán.
http://www.gerencie.com/derecho-fundamental-al-minimo-vital.html
16 Tesis Aislada 1a. XCVIII/2007, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXV, mayo 2007, p. 792
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 9
Sin embargo, en la jurisprudencia 2a./J. 164/2007, se estableció que el artículo 113,
primer
y segundo párrafos, de la Ley del Impuesto sobre la Renta vigente en 2006, al
establecer
que no se efectuaría retención a las personas que en el mes únicamente percibieran un
salario mínimo general y que la retención a trabajadores que obtuvieran percepciones
superiores al mínimo se haría sobre la base de la totalidad de los ingresos obtenidos en
el mes, no viola el artículo 123, Apartado A, fracción VIII constitucional, que prevé el
derecho a recibir por lo menos el salario mínimo para cubrir necesidades familiares y
que
éste no se afecte con embargo, compensación, descuento, u otras figuras afines; en
razón
de que ambos preceptos hacen referencia únicamente a aquellos trabajadores que
obtienen
el salario mínimo, como protección a la imperiosa necesidad humana de tener una vida
digna y decorosa, no así respecto de aquéllos que superan dicho monto, de manera
que si
se percibe una cantidad superior no existe la necesidad de sustraer el importe del
salario
mínimo, ya que la protección sólo está encaminada a quienes obtienen el salario
mínimo.17
Estimamos que la anterior determinación de la Segunda Sala se contrapone a la
protección
del derecho del mínimo vital y al principio de equidad tributaria, pues en mi opinión,
independientemente de que un trabajador únicamente perciba el salario mínimo o su
remuneración rebase este límite, la protección al derecho de satisfacer necesidades
básicas
tiene su origen en la salvaguarda de una cantidad mínima que sirva para hacer frente
a este tipo de gastos comunes que tiene cualquier persona; además, el segundo
párrafo
de la fracción VI, del artículo 123, Apartado A, al establecer que “los salarios mínimos
generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe
de
familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria
de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además, las
condiciones de las distintas actividades económicas” no hace distinción alguna, por el
contrario, consideramos que la referencia a las necesidades normales de un jefe de
familia
conlleva una generalidad que ni el legislador ni el Poder Judicial están respetando.
En efecto, en la ejecutoria correspondiente la Sala determinó que “no es verdad que en
el
artículo 123, apartado A, fracción VIII, de la Constitución Federal, se prevea un derecho
a
favor de cualquier trabajador, sin importar el salario que obtengan por el trabajo
personal
subordinado que desempeñen y, por ende, no pueda gravarse el monto del salario
mínimo
aunque se perciba una cantidad superior a él”,18 sin embargo, contrario a ello
considero que
se está haciendo una distinción que nuestra Carta Magna no contiene, pues creemos
que todos
los trabajadores tienen derecho a percibir, por lo menos, un salario mínimo a cambio de
su
esfuerzo, razón por la cual todos los salarios incluyen de manera implícita un salario
mínimo.
17Jurisprudencia 2a./J. 164/2007, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXVI, Septiembre de 2007, p. 551
18 http://ius.scjn.gob.mx/paginas/DetalleGeneralScroll.aspx?
id=20453&Clase=DetalleTesisEjecutorias
10 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
En tal virtud, estimamos que todos los trabajadores tienen derecho a que, siquiera, el
salario mínimo esté exento de pago de contribuciones, independientemente de que
perciban remuneraciones superiores, y prueba de ello son los antecedentes que ha
tenido
esta exención en las diversas disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, que
a
continuación enumeramos:
a) En la Ley del Impuesto sobre la Renta, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 31 de diciembre de 1964, se previó por primera vez al salario mínimo
general
como un concepto exento para efectos de dicho tributo.
b) Mediante reforma publicada el 29 de diciembre de 1971, tal beneficio que se
extendió a otras prestaciones laborales a que tuvieran derecho tales trabajadores.
c) En la reforma publicada el 29 de diciembre de 1978, el salario mínimo general dejó
de estar exento y en su lugar se previó como deducción.
d) Mediante la reforma publicada el 31 de diciembre de 1988, se estableció que no se
efectuaría retención a las personas que sólo percibieran salario mínimo general y
que las demás que rebasaran ese monto seguirían gozando de su deducción.
e) En la exposición de motivos de 29 de noviembre de 1978, se señaló que con
independencia de los ingresos que percibieran los trabajadores, tendrían derecho a la
deducción de un salario mínimo general del área geográfica debido al costo mínimo
de vida que establece la legislación, lo que se tornó aplicable para todos los que
recibieran remuneraciones por trabajo personal subordinado, no sólo para los que
obtuvieran el indicado salario mínimo general.
f) Tal derecho subsistió en el artículo 80, párrafo segundo, de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, que fue publicada el 30 de diciembre de 1980.
g) Mediante reforma publicada el 31 de diciembre de 1988, se estableció, en forma
expresa
que no se efectuaría retención a las personas que sólo percibieran salario mínimo
general
y que las demás que sí rebasaran ese monto seguirían gozando de su deducción.
h) No obstante, fue en las reformas publicadas el 29 de diciembre de 1997 y 31 de
diciembre de 1998, que se modificó el texto del artículo 80, párrafo segundo, de
la Ley del Impuesto sobre la Renta, eliminando la deducción del salario mínimo
general a que tenían derecho los trabajadores que percibían mayores ingresos al
mínimo exento, sin que en los procesos legislativos respectivos se precisaran las
circunstancias para suprimirlo.
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 11
De conformidad con lo anterior, si no existió justificación alguna en la exposición de
motivos que argumentara el por qué se estaba eliminando una prerrogativa
fundamental para
los trabajadores, consideramos que ello únicamente constituyó un retroceso en nuestra
legislación fiscal que no fue tomada en cuenta por la Segunda Sala del Máximo
Tribunal,
al resolver los amparos que dieron origen a la jurisprudencia 2a./J. 164/2007 en
comento.
Ahora bien, en sesiones de 1°, 5 y 19 de septiembre de 2011, el Pleno de la Suprema
Corte
de Justicia de la Nación resolvió el amparo en revisión 2237/2009, promovido en contra
del “Decreto mediante el cual se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones
de la Ley del Impuesto sobre la Renta, del Código Fiscal de la Federación, de la Ley
del
Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado,
y se establece el Subsidio para el Empleo”, publicado en el Diario Oficial de la
Federación
el 1 de octubre de 2007; en específico por el contenido del artículo 177 (que establece
el
cálculo del impuesto del ejercicio con base en una tarifa), en relación con la derogación
del artículo 178 (que regulaba un subsidio acreditable contra el impuesto sobre la renta
del ejercicio), ambos de la Ley del Impuesto sobre la Renta.
Nuestro Máximo Tribunal determinó no amparar ni proteger a los quejosos y para
abordar
el tema planteó las siguientes interrogantes, las cuales para una mejor sistemática,
procederé
a enunciar a continuación, posteriormente señalaremos la manera en cómo fueron
resueltas
por el Pleno, y después expondremos nuestro punto de vista respecto de cada una de
ellas:
1. ¿Cuál es el fundamento constitucional del derecho al mínimo vital, entendido como
límite a la potestad tributaria del legislador tributario?
En lo que hace a la materia tributaria, deriva de lo establecido en el artículo 31, fracción
IV, Constitucional, en virtud del principio de proporcionalidad tributaria, vinculado con
la capacidad económica de los contribuyentes, entendida como una potencialidad real
de contribuir, por tanto, las consecuencias tributarias deben ser medidas en función del
movimiento de riqueza que se manifiesta en cada situación.
Al respecto consideramos que aun cuando el enfoque es netamente fiscal, no puede
dejarse de lado el contenido de otros preceptos constitucionales, como pilares del
derecho
al mínimo vital, los cuales enunciamos enseguida:
- Artículo 1°, último párrafo, como protector de la dignidad humana.
- Artículo 3°, al referir el derecho a recibir educación que contribuya a la mejor
convivencia humana, al aprecio para la dignidad de la persona y la integridad de la
familia.
12 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
- Artículo 4, al proteger el desarrollo de la familia, el derecho a la alimentación nutritiva,
suficiente y de calidad, el derecho a la salud, derecho a una vivienda digna y
decorosa, derecho al acceso a la cultura y la práctica del deporte. Asimismo, protege
el derecho de los niños a la satisfacción de sus necesidades alimenticias, de salud,
de educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.
- Artículo 25, en relación a la obligación que tiene el Estado de fomentar el crecimiento
económico, el empleo y una justa distribución del ingreso y la riqueza, que
permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, así como de
proteger la actividad económica que realicen los particulares.
- Artículo 123, al referir el derecho al trabajo digno y a la remuneración mínima
que sea suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia y
para proveer la educación obligatoria de los hijos. Asimismo, prevé la protección
de los bienes que constituyan el patrimonio de la familia
2. Concretamente, ¿en qué se traduce el derecho al mínimo vital apreciado desde una
óptica tributaria?
Como proyección del principio de proporcionalidad tributaria, se trata de una garantía
de las personas por virtud de la cual el legislador tributario, al diseñar las
contribuciones
e identificar la capacidad idónea para contribuir, debe respetar un umbral libre o
aminorado de tributación, correspondiente a los recursos necesarios para la
subsistencia de las
personas. Constituye un derecho por cuya virtud las personas no pueden ser llamadas
a
contribuir en tanto no satisfagan sus necesidades elementales, de manera que el
legislador debe estructurar las contribuciones, particularmente el impuesto sobre la
renta, de
forma que una vez que el contribuyente pague el tributo, siga teniendo renta suficiente
para adquirir lo necesario y cubrir sus necesidades básicas.
En relación con lo anterior consideramos que aun cuando resulta muy complejo realizar
una clasificación de qué es lo necesario para una u otra persona, creemos que
tampoco
sería imposible que el legislador agrupara e hiciera un ejercicio que se pudiese ver
reflejado en términos monetarios, en el que se determinara en pesos y centavos cuál
es el
rango mínimo para que un ciudadano pueda tener una vida digna, considerando a
todas
las personas como individuos con derecho a las mismas prerrogativas constitucionales
y
a la satisfacción de las mismas necesidades básicas.
3. ¿El derecho al mínimo vital tiene un contenido “homogéneo”?
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 13
No, pues el tipo de ingreso que se perciba es trascendente en la determinación de la
relevancia que debería tener el derecho al mínimo vital como postulado propio del
principio
de proporcionalidad tributaria, por tanto, tal derecho no debe respetarse en idénticos
términos para todos sus beneficiarios.
No compartimos del todo tal conclusión, pues tomando en cuenta que una persona
física tiene la obligación de acumular todos los ingresos que obtiene durante un
ejercicio,
podría preverse una proyección sobre la cantidad que como mínimo debe estar exenta
del pago del impuesto, con la cual se estaría salvaguardando la satisfacción de sus
necesidades básicas, independientemente de que el impuesto sobre la renta sea
cedular. Si
bien es cierto que el sacrificio que puede llegar a representar la tributación para cada
persona es una cuestión eminentemente subjetiva, creemos que tampoco sería
imposible
emplear postulados o parámetros generales objetivos que pudiesen ser aplicables en la
práctica para cualquier persona, encaminados a satisfacer sus necesidades básicas, tal
como a ocurrido en países como España, cuestión que abordaré más adelante,
máxime
que nuestra Constitución protege las mismas necesidades básicas, personales y
familiares
para cada ciudadano.
4. ¿El derecho al mínimo vital debe salvaguardarse bajo una sola fórmula?
No, pues aun cuando el principio de proporcionalidad tributaria demanda que las
manifestaciones de capacidad económica que no sean idóneas para contribuir no se
vean
afectadas por el sistema fiscal y que el impacto económico de los tributos no debe
afectar
la cobertura de las necesidades elementales, lo cierto es que el legislador cuenta con
un
margen de libre configuración legislativa, a través del cual puede valorar las
circunstancias y decidir la forma en que pueden atenderse los requerimientos del
mínimo vital, en
la forma que mejor estime, bajo su prudente juicio y sin ataduras de algún mecanismo
en específico, por lo que no necesariamente debe obligársele a incorporar una
exención
generalizada, encadenando su cumplimiento a una figura jurídica determinada.
Aun cuando coincidimos en que no puede obligársele al legislador a establecer
específicamente una exención, una deducción o algún mecanismo específico para
respetar el
derecho al mínimo vital, estimamos que la exención de ciertas cantidades puede ser un
medio efectivo para garantizar el derecho al mínimo vital. Independientemente de ello,
definitivamente el amparo en cuestión no era la vía idónea para hacer un
pronunciamiento al respecto, pues en él únicamente debía analizarse la situación
específica del (os)
contribuyente (s) quejosos, sin embargo, creemos que era una valiosa oportunidad
para
señalar que la mecánica existente es insuficiente.
14 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
5. Habiendo sido negativa la respuesta a la pregunta anterior, ¿el artículo 177 de la
Ley del Impuesto sobre la Renta respeta el derecho al mínimo vital?
Sí, en virtud de que existen diversos mecanismos en la ley que respetan el derecho al
mínimo vital, como son:
a) Mecanismos propios que atienden al tipo de ingreso que se percibe, por ejemplo,
para el régimen de asalariados existe la exención al salario mínimo, al tiempo
extraordinario, días de descanso, indemnizaciones por riesgos de trabajo o
enfermedades, jubilaciones, pensiones, haberes de retiro, rembolsos de gastos
médicos,
dentales hospitalarios y de funeral, prestaciones de seguridad y previsión social,
aportaciones para la vivienda, cajas y fondos de ahorro, primas de antigüedad y
vacacionales, pago por utilidades, entre otros; además que también se exentan los
primeros ingresos obtenidos por creadores y autores de obras escritas o musicales,
los que correspondan a premios obtenidos en concursos científicos, artísticos o
literarios, la enajenación de derechos parcelarios, los provenientes de actividades
agrícolas, silvícolas o pesqueras, los derivados de rentas congeladas.
b) Mecanismos propios de la ley fiscal, independientemente del tipo de ingreso que se
percibe, como es el caso de las deducciones personales o las exenciones no
específicas por rubro de ingreso, por ejemplo, por la venta de la casa habitación, por
los
pagos de aseguradoras cuando ocurra el riesgo amparado, por herencia o legado,
donativos entre cónyuges, descendientes y ascendientes, indemnizaciones por daños
y aquéllos por concepto de alimentos.
c) Mecanismos adicionales propios del sistema tributario conceptualizado en sentido
amplio, entre los que se encuentran el subsidio para el empleo (que no puede ser el
vehículo idóneo para salvaguardar el derecho al mínimo vital porque no le resultan
aplicables los principios de las contribuciones por no conformar la estructura típica
del impuesto), o bien la tasa cero en el IVA.
En relación con esta interrogante, nos parece que el Pleno se valió de argumentos
ajenos
a la litis para contestar afirmativamente esta interrogante, pues justificó la protección
del
derecho al mínimo vital con la aplicación de exenciones esporádicas que desde nuestro
punto de vista no pueden estar vinculadas con las necesidades básicas que un
individuo
debe satisfacer día con día, como es el caso de las ventas por casa habitación, los
pagos
derivados de aseguradoras, los conceptos de herencia o legado, donativos,
indemnizaciones
por daño, premios obtenidos en concursos científicos, artísticos o literarios, los
derivados
de rentas congeladas, o inclusive la tasa cero en el IVA. Por lo tanto, estimamos que
tales
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 15
conceptos no debieron ser tomados en cuenta para analizar si el artículo 177 de la Ley
del Impuesto sobre la Renta respeta el derecho al mínimo vital, al prever la posibilidad
de gravar una base de $0.01.
Otra cuestión relevante que en nuestra opinión debió ser tomada en consideración por
nuestro Máximo Tribunal, es que para poder aplicar deducciones personales
necesariamente el contribuyente está obligado a presentar declaración anual, sin
embargo, no
debemos perder de vista que ello únicamente es aplicable para aquellas personas que
hubieren obtenido ingresos anuales mayores a $400,000.00, entonces ¿qué sucede
con
las personas que no rebasan esa cantidad?, necesariamente para hacer uso efectivo
de
ese derecho deben asumir la obligación de declarar y en la mayoría de los casos,
prever
gastos por concepto de honorarios para contadores públicos o personas especialistas
en
la materia que ayudaran a llevar en orden la contabilidad, inclusive simplificada, y
cumplir con las obligaciones fiscales, además que tendrían que obtener facturas en
comercios
establecidos cuyos precios en muchas ocasiones son más elevados.
De tal manera y en función precisamente del análisis llevado a cabo en la ejecutoria
que
nos ocupa, pareciera que son insuficientes los mecanismos que actualmente contiene
la
Ley del Impuesto sobre la Renta para proteger el derecho al mínimo vital, en primer
lugar porque para aplicar deducciones personales se exigen requisitos que desde
nuestro
punto de vista se encuentran alejados de la realidad de una persona de escasos
recursos;
en segundo, porque estimamos que los conceptos actualmente previstos como
deducciones personales son insuficientes para estimar que se garantiza la satisfacción
de todas
las necesidades básicas previstas por nuestra Carta Magna; y en tercero, porque está
en
tela de juicio si el salario mínimo es suficiente para que un jefe de familia procure sus
necesidades y las de sus dependientes.
Por otra parte, hay que recordar también que las exenciones aplicables para los
asalariados llevan implícitos un tope en la ley, por lo tanto, un buen ejercicio pudiere
resultar de
confrontar los ingresos exentos topados como máximo con los gastos que pueden
implicar para una persona satisfacer sus necesidades básicas, tomando en cuenta el
número
de hijos o dependientes económicos que tenga. En esa tesitura, valdría la pena hacer
un
estimado monetario que permitiera ver reflejada la satisfacción de necesidades
alimenticias, vestido, vivienda, salud (incluyendo prevención de enfermedades y
rehabilitación),
transporte, educación, acceso a la cultura y al deporte, como mínimo.
Es momento de traer a colación la regulación existente en países como España, en el
que
“siguiendo la filosofía alemana del mínimo vital, la base imponible debe ser definida
como
la renta una vez que las necesidades básicas han sido cubiertas, por tanto, para cada
tipo
16 Conceptos Constitucionales de la Contribución
o del Derecho al Mínimo Vital
de rendimiento se instrumentan gastos deducibles ya sea de forma detallada o a partir
de
un porcentaje,… exclusivamente por lo que hace a rentas del trabajo, rentas del capital
mobiliario e inmobiliario y ganancias y pérdidas patrimoniales”.19
De tal manera, en diversos intentos y reformas en aras de una plena protección al
derecho
al mínimo vital, se han previsto deducciones:
P De 25.000 pesetas por el primer hijo dependiente, 35.000 por el segundo, 50.000
por el tercero y siguientes.
P De 200.000 pesetas por los dos primeros hijos y 300.000 por los siguientes.
P Reducción general de un 5% sobre los rendimientos brutos del trabajo, con un
límite máximo de 250.000 pesetas.
P Deducción que puede oscilar entre 375.000 y 500.000 pesetas, en función del
salario bruto.
P Exención a las rentas generadas por la propia vivienda.
P Deducciones de los llamados mínimo personal y mínimo familiar, para poder
obtener la base imponible antes de las deducciones, el cual incrementa si el sujeto
pasivo tiene más de 65 años o si se trata de un discapacitado, en función del
grado de minusvalía.
P Deducción por descendientes dependientes de 200.000 pesetas por los primeros
dos descendientes y 300.000 por los siguientes, siempre que sean menores de 25
años y tengan rentas inferiores a 1.000.000 pesetas, cantidades que se incrementan
si la edad del descendiente está entre los 16 ó 3 años, o se incrementa aún más si
se trata de un menor de 3 años.
P Deducción por ascendientes dependientes, siempre que vivan con el declarante y
sus rentas sean inferiores al salario mínimo.
• Deducciones por alquiler de vivienda.20
19 Oliver Rullán, Xisco. ¿Renta mínima o mínimo vital? Un análisis sobre los efectos
redistributivos de posibles reformas del sistema impositivo español. Departamento
de Economía Aplicada, Universitat de les Illes Balears, Palma de Mallorca, Spain, p. 7.
http://www.uib.es/depart/deaweb/personal/profesores/personalpages/
hdeeasp9/workingpapers/NoteBIFTSpanish.pdf
20 Ibídem pp. 7, 8 y 9
Mtra. Ixchel Tenorio Cruz 17
Lo anterior no es más que una muestra de los intentos legislativos que se pueden
experimentar
para lograr un verdadero reconocimiento y respeto al derecho al mínimo vital, cuya
regulación
actual en nuestro país estimamos que es insuficiente, y aun cuando no estamos
afirmando
que la aplicación de exenciones, reducciones y deducciones como las que se han
previsto a lo
largo de los años en la legislación española sean el camino correcto para lograr el
objetivo, sí
nos parece que deberían hacerse mayores intentos por salvaguardar el cumplimiento
de una
prerrogativa tan esencial que lleva implícito el reconocimiento de la dignidad de las
personas.
En esa tesitura, creemos que no sería imposible realizar análisis económicos por parte
del
INEGI o del Banco de México o cualquier otra institución afín, con la finalidad de
obtener
cifras lo más apegadas a la realidad posible, en las que se pueda reflejar un verdadero
margen de subsistencia para las personas físicas y sus familias y poder permitir un
tope
exento, deducible o mediante la vía que resulte más idónea, de ingresos, que
realmente
asegure la satisfacción de necesidades alimenticias, vestido, vivienda, salud,
prevención de
enfermedades, transporte, educación, acceso a la cultura y al deporte. Finalmente, no
hay
que perder de vista que ese tipo de estudios ya existen y se llevan a cabo en la
actualidad,
por ejemplo, para calcular el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Por tanto, consideramos que ejecutorias como la que analizamos en este trabajo
permiten la
existencia de actitudes omisas por parte del Congreso de la Unión que no garantizan el
derecho al mínimo vital, como expresión del principio de proporcionalidad tributaria
contenido
en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

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