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Catalina León Morelos

Grupo 9002

Popper caracteriza finalmente al método científico como método crítico, como una exhortación a
revisar nuestras creencias y teorías sobre el mundo y a ponerlas a prueba constantemente, con el
fin último de falsarlas. Esta continúa llamada a la autocrítica esconde detrás de su aparente rigor,
libertad de espíritu y sentido común, unos presupuestos duros y unas consecuencias inesperadas
para un confiado lector.

Cita

Popper propone aceptar el realismo como la única hipótesis sensata -como conjetura a la que
nunca se ha opuesto una alternativa sensata. No quiero ser dogmático, continúa, (...) [pero]
considero que todos los argumentos filosóficos [en contra del realismo presentados por la
fenomenología, el positivismo o el idealismo] son, sin duda, erróneos. Esta es una secuencia
típica de la escritura popperiana: afirmar vaguedades, presentar presupuestos no falsables bajo
una apariencia crítica y acabar dogmatizando y sin dudar. This is the real Popper· Y (b) el de la
defensa de un único método válido para la ciencia, el hipotético- deductivo, en forma de
conjeturas audaces e ingeniosas seguidas por intentos rigurosos de refutarlas.

García, Félix Miguel. (2003). Popper, el contraste de hipótesis y el método crítico. Revista
Cubana de Salud Pública, 29(1), 52-60. Recuperado en 28 de febrero de 2023, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
34662003000100008&lng=es&tlng=es.

Referencia

Miguel F. La fascinación por Popper en la epidemiología contemporánea. Rev Esp Salud Pública
200;74:323-5.
El método crítico-racional introduce el análisis de los fines y objetivos de los fenómenos que se
investigan. En primer lugar, se trata de identificar esos objetivos, recurriendo a la interpretación
de las acciones humanas. En segundo lugar, se critica racionalmente si la manera en que se
desarrollan los fenómenos se ajusta o no a la consecución de los objetivos definidos. Por ejemplo,
este método puede emplearse para estudiar (solo o en combinación con otros) el papel actual de
las tecnologías de la información y la comunicación: cuáles son los fines, supuestamente
beneficiosos para las personas y la sociedad en su conjunto, de su cada vez más extendido uso,
cuál es el grado en el que se alcanzan, y qué otras consecuencias inesperadas y quizá
contraproducentes aparecen.

Referencia

http://scielo.sld.cu>Scielo
El método falsacionista de Popper establece criterios de demarcación entre ciencia y metafísica, y
propone un procedimiento para someter a prueba la validez de las teorías científicas. Desde su
punto de vista epistemológico, Popper formula críticas al marxismo, al que descalifica con variados
argumentos. Popper elabora entonces un método que podría calificarse de ecléctico, puesto que
incorpora el valor de la experimentación (aunque solo sea para "contrastar" las teorías), de la
deducción lógica (el uso del modus tollens, por ejemplo), de la intuición para la formulación de
hipótesis y enunciados, e incluso de la intersubjetividad como criterio de validez. El núcleo del
método popperiano puede expresarse en los dos sustantivos con los que titula uno de sus libros:
Conjeturas y refutaciones (1994). El trabajo de la ciencia, para él, consiste en la formulación de
hipótesis (conjeturas) y la especificación precisa de los experimentos o pruebas a las que dichas
hipótesis han de someterse para comprobar su validez (refutaciones). Si bien la observación de
cinco mil (o quinientos mil) cisnes blancos no proporciona ninguna certeza para decir que todos
los cisnes son blancos, y bastará la aparición de un solo cisne negro para echar por tierra esa
pretensión, ello no significa —dice Popper— que la experimentación científica carezca de
utilidad. Sirve para contrastar las teorías con la realidad empírica, no para "verificarlas" (se cuida
de utilizar esta palabra), sino para ir limpiando a la ciencia de errores, mediante el método de la
"falsación".

Tovar Samanez, Carlos Miguel. (2019). El falsacionismo de Popper y sus objeciones al marxismo.
Letras (Lima), 90(131), 210-228. https://dx.doi.org/10.30920/letras.90.131.9

Referencia

El falsacionismo de Popper y sus objeciones al marxismo. Letras [online]. 2019, vol.90, n.131,
pp.210-228. ISSN 2071-5072. http://dx.doi.org/10.30920/letras.90.131.9.
La concepción filosófico-científica de Popper se suele denominar racionalismo crítico o
falsacionismo. Esta denominación se refiere a un compromiso con la actitud racional y a una
caracterización de la naturaleza del conocimiento basada en el criterio de demarcación científica
que excluye la metafísica al ser imposible descubrir hechos empíricos que refuten sus contenidos.
Para los falsacionistas el científico es un artista en tanto que debe proponer audazmente una
teoría que luego será sometida a rigurosos experimentos y observaciones. El avance en la ciencia
está en falsar sucesivas teorías para así, sabiendo lo que no es, poder acercarse cada vez más a lo
que es. Las hipótesis que proponen los falsacionistas deben ser falsables. Esto significa que deben
ser susceptibles de ser falsadas. Para cumplir con esta condición, las hipótesis deben ser lo más
generales posibles y lo más claras y precisas posibles. Una hipótesis no falsable sería «mañana tal
vez llueva», ya que en ningún caso se puede falsar («mañana tal vez no llueva»). Los falsacionistas
siempre prefieren las hipótesis o teorías que sean más falsables, es decir más susceptibles de ser
demostrada su falsedad, mientras que no hayan sido ya falsadas. Así la ciencia progresaría a base
de ensayo y error.

El falsacionismo se apoya en el método hipotético deductivo. Que es una descripción del


método científico. En el método hipotético deductivo, las teorías científicas nunca pueden
considerarse verdaderas, sino a lo sumo «no refutadas».

de la Cruz Mirella Teco. (2010, abril 29). El falsacionismo, refutacionismo o principio de


falsabilidad. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/el-falsacionismo-refutacionismo-o-
principio-de-falsabilidad/

Referencia:

Karl R. Popper: “La lógica de la investigación científica”


Es en este cambio donde Popper se basa para establecer la “sociedad abierta” “aquella en que los
individuos deben adoptar decisiones personales”. La sociedad abierta… es una voluminosa obra
publicada en dos tomos que expone a primera vista una crítica a los totalitarismos, especialmente
el comunismo y el nazismo; más en el fondo, el objetivo principal es arremeter contra Marx y el
marxismo y exaltar el sistema liberal. Crítica con el fin de proponer las «sociedades abiertas».
Sociedad abierta es un término introducido por el filósofo Henri Bergson. Según él, esas
sociedades tienen gobiernos que son tolerantes y responden a los deseos e inquietudes de la
ciudadanía con sistemas políticos transparentes y flexibles. Los órganos del Estado no mantienen
secretos entre sí o del público. Ni el gobierno ni la sociedad son autoritarios y el conocimiento
común o social pertenece a todos. La libertad y los derechos humanos son el fundamento de la
sociedad abierta.

Frank Luntz y Karl Rove, arroja dudas sobre el concepto popperiano original de sociedad
abierta.9 Como la percepción de la realidad por parte del electorado puede ser fácilmente
manipulada,

Sociedad abierta. (2022, 7 de agosto). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 00:11,
marzo 5, 2023 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Sociedad_abierta&oldid=145235452.

Referencias:

Willard, Charles Arthur. "Liberalism and the Problem of Knowledge: A New Rhetoric for Modern
Democracy, University of Chicago Press," (en inglés) 1996. El liberalismo como amenaza a la
Sociedad abierta.

https://es.wikipedia.org > wiki > Sociedad_abierta


Karl Popper retomó el término en su ensayo La sociedad abierta y sus enemigos, elaborándolo en
conjunción con una proposición de Bertrand Russell y la define como el sistema político en el cual
los líderes políticos o el Gobierno son reemplazados sin necesidad de violencia o derramamiento
de sangre, a diferencia de las sociedades autoritarias, en las cuales el mecanismo de reemplazo de
Gobiernos es la revolución o el golpe de Estado. Adicionalmente, él describe a esa sociedad abierta
como aquella en la que los individuos tienen la necesidad de tomar decisiones personales; a
diferencia de las sociedades tribales o a las dominadas por el pensamiento mágico o colectivista.
En la visión de Popper, las sociedades tribales y colectivistas no distinguen entre las leyes naturales
y las costumbres y, en consecuencia, no es probable que los individuos desafíen o cuestionen leyes
o costumbres que ellos consideran tienen una base sagrada o natural. Así, los comienzos de una
sociedad abierta se enmarcan en la observación de una distinción entre las leyes naturales y las
hechas por el hombre y el consecuente incremento de la responsabilidad personal y la necesidad
de responder moralmente por las decisiones. El filósofo Karl Popper describió magistralmente las
dificultades que enfrenta nuestra civilización en su libro "La Sociedad Abierta y sus Enemigos". Los
"indignados" del Movimiento 15M deberían leer esta obra intelectual que critica el "historicismo"
determinista y explica el proceso de lenta transición sociocultural desde una sociedad tribal (o
cerrada) de decenas o cientos de individuos hacia una sociedad abierta (o civilizada) caracterizada
por la interacción en libertad de millones de ciudadanos. En el año 1945, Popper explicaba cómo
se pueden producir involuciones que son "guiadas" por la ingeniería social utópica de colectivos
que difunden prejuicios, anatemas y falacias que, si se imponen, imposibilitan las reformas que
conducen hacia mayores cotas de libertad y democracia.

Esta ‹‹mera libertad formal››, es decir, la democracia, el derecho del pueblo a juzgar y expulsar
del poder a sus gobernantes, es el único medio conocido para tratar de protegernos del empleo
incorrecto del poder político, su esencia consiste en el control de los gobernantes por parte de
los gobernados. (Popper, 2010: 342).

Referencias:

https://www.dilemata.net > dilemata > article > view


Unas de las críticas formales más antigua al totalitarismo proceden de la Escuela de Fráncfort,
preocupada por el proceso que había hecho que la Razón, aplicada a la explotación del ser
humano y revestida de la retórica de la eficacia y la utilidad, hubiera contribuido a que los nazis
sistematizaran el exterminio. En el Institut für Sozialforschung8 se estudió la relación de
continuidad entre la industria cultural y la cultura de masas, relacionando la sociedad totalitaria
del Nacionalsocialismo y la capacidad de persuasión y manipulación que poseen los nuevos
procesos de transmisión ideológica.

cita

Horkheimer cita la distinción básica de la Escuela entre Razón Crítica y Razón Instrumental,
denunciando que la autopresentación del positivismo como metodología experimental acentúa
el carácter instrumental de la razón, más que como proceso lógico, como resultado y
consecuencia sociopolítica. Despojada de sentido crítico, la razón solo es racionalización, nada
más que el uso del esquema medio-fin en unos objetivos cuyo resultado último es sólo
consolidar lo "constituido". Totalitarismo. (2023, 6 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre.
Fecha de consulta: 02:58, marzo 7, 2023 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Totalitarismo&oldid=149698086.

Bibliografía:

https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Totalitarismo&oldid=149698086
En consecuencia, a su juicio, la democracia ha de ser definida como «el derecho del pueblo a
juzgar y expulsar del poder a los gobernantes». Dicho en otras palabras, en una democracia liberal
el gobierno puede ser expulsado del poder sin derramamiento de sangre. Popper no comparte, en
ese sentido, la definición de democracia como gobierno de la mayoría o producto de la voluntad
general. Por ello, critica y renuncia a construcciones especulativas como «voluntad general» o
«soberanía popular», &c. Y es que, para Popper, «el pueblo no manda en ningún lado; quienes
rigen en todas partes son los gobiernos», es decir, los «gobiernos de los partidos»; o, lo que es en
definitiva lo mismo, «los gobiernos de los dirigentes de los partidos».

El dogma de la voluntad general es «una teoría superada de la democracia como soberanía del
pueblo»; «esta teoría –continúa Popper– es moralmente errónea e incluso insostenible; ha
quedado superada por el poder destitutorio de la mayoría». Para evitar las situaciones= que
atenten contra la esencia misma de la democracia, que es la posibilidad de que los gobernados
destituyan a los gobernantes sin recurso a la violencia, Popper criticó, en primer lugar, el modelo
partitocrático dominante en el continente, basado en el sistema electoral proporcional, donde el
diputado se encuentra «moralmente atado a su partido, puesto que sólo fue elegido como
representante del mismo»; y preconizó el bipartidismo con un sistema de distritos unipersonales
de sufragio mayoritario, es decir, el vigente en Inglaterra. A su entender, los partidos políticos no
debían representar distintas concepciones del mundo, porque la función del ganador era
simplemente gobernar y la del perdedor fiscalizar el poder.

Referencia:

Karl R. Popper, «Sobre la teoría de la democracia», en La responsabilidad de vivir. Escritos sobre


política, historia y conocimiento. Barcelona 1995, pp. 175-181.
Cuando nos encontramos en pleno debate sobre la cientificidad o no de una disciplina teórico-
práctica como el Trabajo Social, este artículo pretende presentar de modo sucinto dos alternativas
por las que el Trabajo Social podría adquirir rango científico a la par que un conocimiento ético.
Nuestra opinión es que la única teoría específica de Trabajo Social es la propuesta por M.E.
Richmond. Una propuesta que, desde el punto de vista de K.R. Popper, no deja de ser
pseudocientífica por ser inductivista y desde el punto de vista de E. Lévinas ontológica y tendente
a categorizar definitivamente al Otro. Por todo ello, el objetivo de este artículo consiste en analizar
tanto las propuestas de Popper y Lévinas para aproximarlas al Trabajo Social como alternativas
ético-científicas a la propuesta inductivista y categorizante de Richmond, utilizando para ello una
metodología histórico-sistemática, consistente en analizar las obras más importantes de estos
autores, así como de la ética de la intervención social.

como ejemplo el que, si las personas compran casas en determinado distrito, subirán los precios
de los inmuebles en tal lugar. Concuerda con Marx en que el capitalista no es un "conspirador
demoníaco", sino un hombre obligado por las leyes del sistema económico a hacer lo que hace.
Admite, entonces, que hay determinadas leyes o reglas que hacen que "todos estemos
atrapados" en la red del sistema social. No podría negarlo sin desautorizar al mismo tiempo la
propia doctrina liberal que él profesa, puesto que no fue Marx quien se dio cuenta de la existencia
de esas "leyes de hierro" que nos atrapan, sino Adam Smith, como bien lo ha señalado Terry
Eagleton (2011). Pero Popper deduce, a partir de allí, que la tarea de las ciencias sociales consiste
solamente en establecer reglas tecnológicas prácticas que adviertan lo que "no podemos hacer".
Ocurre que, llegados aquí, la demarcación que Popper procura establecer se vuelve tan sutil que
casi se desvanece. Si podemos predecir consecuencias inesperadas de las acciones humanas, ¿por
qué no podríamos pronosticar, igualmente, otras consecuencias deseables o esperables? También
se desvanece el límite entre los comportamientos de "una multitud reunida en cierto lugar" y "una
gran cantidad de compradores de casas que hacen elevar el precio de las mismas en cierto
distrito" o, inclusive, "la clase de trabajadores industriales asalariados de determinado país"; ello
en el sentido de que, si es posible establecer las condiciones en que cualquiera de estos colectivos
desarrolla sus acciones, también es viable, en principio, predecir sus comportamientos,
precisamente porque —como Popper admite— "estamos todos atrapados dentro de las leyes del
sistema social". La cuestión se reduce, entonces, a un estudio objetivo de las condiciones sociales
que determine hasta qué punto, en cada caso, es posible encontrar la repetición de ciertas
condiciones sociales de manera que sea posible formular predicciones acerca de los efectos que
dichas condiciones repetitivas van a producir. En este punto, sin embargo, Popper cae en una
confusión llevado, al parecer, por un afán de establecer un paralelo entre estas predicciones de
hechos "indeseados", por una parte, y el famoso modus tollens que el autor propone como
procedimiento lógico de falsación.

Como trabajador social podemos considerar que no podemos predecir cosas. que tenemos que ser
aptos para las situaciones que se presenten en la sociedad y tratar de darle solución sin
involucrarnos a fondo, no podemos ser falsos ante las situaciones, siempre debe de haber ética
profesional

Referencias:

Popper, K. (1994). Conjeturas y refutaciones. Barcelona: Paidós Ibérica.

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