Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Contexto.
Karl Popper nació en Vienen en 1902, pero abandonó Austria para establecer en Gran Bretaña,
llegando incluso a adquirir la nacionalidad y a convertirse en profesor la escuela de economía
de Londres. La salida de Popper de su propia no fue voluntaria, sino que fue a modo de exilio
debido al auge del fascismo en la Europa de los años 30. Huyó a Reino Unido poco antes de la
invasión nazi a Austria, aunque después estuvo exiliado en Nueva Zelanda. Fue una figura muy
controvertida que fue duramente criticada por la izquierda marxista por su oposición a la
revolución, pero su posición estaba bastante lejos de la derecha liberal. Popper era un filósofo
del conocimiento y de la ciencia, pues no cabe duda de que su teoría política está constituida
sobre las bases del análisis de la empresa científica. Ante los ojos de Popper, los seres
humanos son animales que solucionan problemas, siendo a la vez criaturas racionales y
falibles, pues comenten errores peor pueden aprender de ellos. Popper denomina a esto
racionalismo crítico. La obra más importante del autor sobre filosofía política es ‘La sociedad
abierta y sus enemigos’, de 1945, donde desarrolla la teoría en base a una crítica de dos
figuras del pasado que a su parecer han tenido una importante influencia en el presente,
haciendo especial hincapié en Platón, Hegel y Marx.
La relación de teoría de Popper con el empirismo haría que Marcuse y otros miembros de la
Escuela de Frankfurt lo tacharan de positivista, pero el autor marca distancia de ellos indicando
que su criterio de demarcación empírica es un criterio de ciencia, no de sentido, pues para él,
metafísica y ética no carecen de sentido. El razonamiento inductivo en el que se basan los
positivistas lógicos es radicalmente falso, pues como hemos comentado, todas las leyes
científicas siguen siendo hipótesis no demostradas, ya que ningún enunciado universal está
justificado por el conocimiento de casos particulares, no importa cuántos sean. Así, para
Popper, la búsqueda del conocimiento científica es en principio infinita, y en ningún caso esto
implica escepticismo ni relativismo acerca de la verdad.
Popper cree que la lógica del descubrimiento científico es la misma en las ciencias sociales y en
la física, lo cual se opone a la metodología defendida por Marcuse y otros filósofos influidos
por Hegel. Ellos desean descartar la ley de la contradicción, partiendo del fundamento de que
las contradicciones existen en realidad y son de hecho las fuerzas que mueven el progreso.
Popper responde a esto que las contradicciones, o el descubrimiento de estas puede ser
extremadamente necesario para el progreso del pensamiento, pero solo bajo la condición de
que no sean toleradas, sino que sean tomadas una razón para la crítica y un signo de la
necesidad de mejorar.
Popper dedica una atención considerable a la teoría de la evolución de Darwin, pues ve cierta
analogía con ese proceso y el del conocimiento humano, pues no solo las especies
evolucionan, sino que las ideas humanas también lo hacen. La evolución para Popper es como
una serie de experimentos en los que se ponen a prueba formas de vida que compiten, en el
mismo sentido que en el progreso científico implica una lucha entre hipótesis; ambos procesos
ilustran un aprendizaje de ensayo y error. La diferencia importante es que la consecuencia en
el proceso darwiniano es la muerte del organismo, mientras que los seres humanos que
proponen hipótesis falsas no son condenados a muerte. Esta es la gran ventaja que el ser
humano tiene sobre otros organismos.
4. La sociedad abierta.
A diferencia que Arendt o Marcuse, contemporáneos suyos, Popper aboga por la modernidad,
y uno de los pasos en los que muestra esa actitud es en su diferenciación entre la sociedad
abierta y la sociedad cerrada. A lo largo de la historia, la sociedad cerrada ha sido
predominante, y el autor se refiere a ella como una sociedad tribal, pues aunque de esta hay
diversos tipos, compartes algunas características comunes, como que sus prácticas sociales e
instituciones son fijas y rígidas, y el pensamiento es un pensamiento mágico más que racional.
Los griegos fueron quienes dieron el primer paso hacia la sociedad abierta, una sociedad cuyo
rasgo esencial es el incremento de la libertad intelectual y la libertad individual. Estas
sociedades tienen una estructura social más fluida, y un corolario de esa fluidez racional es la
distinción entre leyes de la naturaleza y normas sociales, así como la distinción entre hecho y
valor. Ante el temor de Weber de la desesperanza de esta nueva sociedad, Popper presenta el
humanismo, que hace posible el crecimiento de nuestro conocimiento, facilita la cooperación y
mejora nuestro bienestar. Políticamente, implica que la democracia, la libertad, el
igualitarismo y la ingeniería social fragmentaria se dirijan hacia la eliminación del sufrimiento
humano.
En el primer párrafo de “La sociedad abierta y sus enemigos” escribe que el paso de la
sociedad cerrada a la abierta fue un shock del que aún no nos hemos recuperado, y
probablemente nunca lo haremos. Popper a menudo se refiera a este shock como “tensión
civilizatoria”, y es que el individualismo y la libertad acarrean tanto costes como beneficios, y
el individuo ha de acarrear con el peso de la responsabilidad. Los miembros de una sociedad
abierta carecen de la sensación de seguridad que suministras las normas incuestionables y los
fuertes lazos de comunidad presentes en las sociedades cerradas. La sociedad abierta es
“abstracta”, algo que se vincula en la impersonalidad de nuestras relaciones sociales, algo que
puede conducir a una vida de aislamiento e infelicidad.
La ingeniera social fragmentaria se presenta como el camino intermedio que rechaza dos
posiciones extremas como son el conservadurismo y la ingeniería social “utópica” u “holística”,
esto es, una reconstrucción social total. De estas tenemos muy poca experiencia y muy poca
capacidad para predecir sus consecuencias. Para Popper es irracional y anticientífica.
6. El historicismo de Marx.
Primero de todo, hay que puntualizar que Popper considera a Hegel un peligroso enemigo de
la sociedad abierta, al menos viendo como se le ha interpretado por parte de sus discípulos. De
Marx dice en cambio que no fue claramente un enemigo de la sociedad abierta y está de
acuerdo por ejemplo en su visión acerca de la crueldad e inhumanidad del capitalismo, así
como ve positivo que creyera en el progreso y diera su bienvenida a los cambios sociales. El
historicismo determinista de Marx le apartó de construir cualquier proyecto previo de
sociedad ideal. Además, Marx erró al creer que sus predicciones eran científicas, pero las leyes
científicas no permiten predicciones absolutas e incondicionales, ni siquiera en ciencias
naturales.
Manuel Romero Muñoz
Ciencia Política y Gestión Pública
Universidad de Murcia 2016
Además, Popper introduce el concepto de historicismo moral, que viene a ser la identificación
de la rectitud moral con el éxito histórico, incluso si este es fruto de la violencia. Tanto Hegel
como Marx propugnarían esta doctrina, pues el primero vio la guerra como motos del
progreso, y el segundo hizo lo propio con la revolución. En cierto modo, el historicismo sería
un intento de re-encantar a la sociedad abierta, confiriendo un sentido a la historia, ante lo
que Popper responde que la historia no tiene más significado que el que nosotros queramos
darle.
7. El proteccionismo.
Para afrontar la empresa que Popper atribuye a la política, ve necesario el “proteccionismo”,
tanto en el marco económico como en el marco de la violencia física bruta. Para Popper la
libertad ha de ser restringida por el propio bien de la libertad. La libertad de los fuertes debe
ser restringida a fin de proteger la libertad de los débiles. El capitalismo desenfrenado debe
dejar paso a un capitalismo restringido por el intervencionismo estatal.
El entusiasmo de Popper por el intervencionismo está temperado por el temor de que pueda
conducir a un estado demasiado poderoso. Por tanto, la formula que este ha de limitarse a las
tareas requeridas por la justicia y la libertad igualitaria, estando bajo la autoridad de leyes
establecidas. A diferencia de otros filósofos contemporáneos como es el caso de los
pertenecientes a la escuela de Frankfurt, va a apoyar el Estado del Bienestar. Ve que los
beneficios que este otorga a la sociedad dependen de la productividad del sistema capitalista,
pero también de la voluntad y la acción política.
Este proteccionismo es una gran parte de su programa político, a otra deriva de esa
epistemología falibilista. Aunque no exista una base científico-racional de la ética, si existe una
base ética de la ciencia y el racionalismo, que sugiera un régimen de libertad y tolerancia, lo
que llama la razonabilidad. Al reconocer nuestra falibilidad, tendremos una mente abierta y
aprenderemos de la crítica de otros. Todo esto nos ofrece la esperanza de vivir en paz, pues no
supone un énfasis irracional en la emoción y la pasión.