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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano

PRODUCTO INTEGRADOR DE APRENDIZAJE

Docente: LUZ ALEJANDRA ESCALERA SILVA

Materia: FUNDAMENTOS DE DERECHO PARA EL TRABAJO SOCIAL

Equipo: # 2

Integrantes:

Emmerson Guadalupe Mendoza García

Grupo: 3°B

Turno: Matutino

Fecha: 24/11/22
Introducción

En el presente trabajo nos centraremos en el papel que tiene el Trabajador social con la
relación jurídica en La Familia y en los efectos que se abordan en ella como lo son el
Parentesco y los alimentos.

La Familia y el parentesco son conceptos con definiciones muy cercanas pero no se


puede decir lo mismo en el caso de los alimentos, aunque aquí podremos ver como se
relacionan en los derechos y obligaciones derivados de las relaciones paterno-filiales,
como estos tres conceptos se hacen muy cercanos. A su vez se verá un caso relacionado
con dicho tema en donde se verán los pasos que sigue un trabajador en la problemática
elegida.

Se verá el porqué de la importancia en que un trabajador social cuente con conocimientos


jurídicos hablando del tema familiar, de igual manera se indicaran algunas instituciones en
donde el Trabajador realiza su labor profesional utilizando estas técnicas y métodos
jurídicos, se cree que es indispensable que el trabajador social cuente con las
herramientas necesarias para realizar una buena intervención.

Por un lado, y a pesar de no constituir un trastorno mental en sí mismo, la sobrecarga


emocional genera un impacto negativo en la calidad de vida de quien la padece, siendo
común en personas con un rol de cuidador, ejercido, en su mayoría, por mujeres. Entre
los síntomas que se experimentan destacan el nerviosismo y la preocupación, soledad,
dificultad para dormir y un bajo estado de ánimo, que se manifiesta, sobre todo, en la
pérdida de momentos gratificantes (Prieto, 2013). Estas mismas características se pueden
apreciar en el Síndrome de Burnout, caracterizado por la dificultad de afrontar el estrés
emocional, agotamiento o sobrecarga emocional, afectando a distintas áreas en la vida de
una persona (Aceves et al., 2006).

Aunque normalmente, la sobrecarga emocional y el Burnout se asocia al ámbito clínico y


laboral, consideramos que en el caso que presentamos a continuación puede asemejarse
a la problemática de la paciente debido al rol de cuidadora que ejerce en su ámbito
familiar, así como la asunción de todas las responsabilidades domésticos que se
detallarán más adelante. En este tipo de situaciones una parte fundamental de la
intervención será aprender a aceptar la realidad de aquello que no podemos controlar ni
cambiar y a gestionar las emociones que estas situaciones nos generan, trabajar en
nuevos hábitos de comunicación y no descuidarse fomentando la aparición de nuevos
objetivos que sean motivantes para la persona (Prieto, 2013).

El término de violencia familiar hace referencia a cualquier abuso físico, sexual o


psicológico que se da entre los miembros de una misma familia. La exposición a este tipo
de violencia genera un riesgo en el bienestar de los menores, y un modelo de aprendizaje
de conductas violentas dentro del hogar, que provoca un gran impacto negativo en su
posterior desarrollo. Entre las consecuencias asociadas, destacan un mayor número de
conductas agresivas, sentimientos de indefensión y miedo, una menor competencia social
y bajo rendimiento académico, así como, altos niveles de ansiedad y depresión, e incluso
pueden llegar a aparecer síntomas traumáticos (Patró y Limiñana, 2005). Además,
aumenta la probabilidad de que los menores ejerzan violencia de manera ascendente, es
decir, de hijos a padres creando así un ciclo negativo de interacciones sociales, que llevan
a una percepción de la sociedad basada en la hostilidad, la inadaptación social y el
desarrollo de conductas violentas (Contreras y del Carmen Cano, 2016).

Desarrollo

Se expone el estudio de caso clínico de una mujer de 18 años, con sobrecarga emocional
por conflicto familiar. Los graves conflictos generados en la convivencia con la mujer de
su padre incluyen episodios de violencia física hacia la paciente, falta de apoyo emocional
por parte de su padre, la adquisición del rol de cuidadora de su hermano pequeño, así
como otras tareas domésticas. Estos factores han favorecido la aparición de un
sentimiento de sobrecarga emocional e indefensión en la paciente que ha dificultado
cualquier intento de cambio. Se ha aplicado terapia cognitivo-conductual, basada en
técnicas de psi coeducación, control y manejo de la ansiedad, entrenamiento en
respiración diafragmática, y en comunicación asertiva. Tras la intervención se observa
una amplia mejoría reduciendo los niveles de ansiedad y depresión, y aumentando las
habilidades sociales y la asertividad para afrontar los conflictos.

Sin embargo (Gonzales, 2001) indica que la mediación familiar puede definirse como
aquel proceso voluntario, extrajudicial y confidencial del que se pueden valer aquellas
parejas, casadas o no, que han decidido separarse o que están ya separadas o
divorciadas, para negociar y decidir por sí mismas y con la ayuda de un profesional
neutral, imparcial y cualificado, todos los efectos de la ruptura de pareja. 
Hay que añadir además los expuesto por (Rondón & Munuera, 2009) la mediación es
entendida de forma genérica como la participación de una tercera persona neutral en una
disputa o negociación entre dos partes, es una manera antigua de dar solución a los
conflictos existentes en la familia y está ampliamente extendida en el mundo, por lo que 
el objetivo básico es mejorar la comunicación entre las partes implicadas y conseguir
acuerdos por medio del profesional.

En este sentido el profesional el Trabajador Social hace su intervención en procesos


especialmente en el colectivo de menores, jóvenes y familias donde persiste la falta de
comunicación adecuada entre los agentes de una familia existiendo conflictos de forma
crónica sin que se busque solución alguna, siendo vulnerables y conviene contar con un
profesional que establezca diálogo entre las dos partes para consensuar acuerdos
perdurables en el tiempo (Espinoza, 2016).

En este aspecto (Barrera, 2009) manifiesta que la intervención con familias desde el
trabajo social ha destacado por considerarla siempre como un todo y no solamente como
la suma de los individuos que la componen sino  partiendo de una consideración grupal
de la familia cuyos miembros se influencian entre si y son influenciados por las demás
redes sociales de las que forman parte.
Al respecto se resalta lo expresado por (Fernández A. , 2013) cuando menciona que ante
una situación conflictiva a nivel familiar los trabajadores/as sociales actúan valorando y
analizando la situación de manera neutral y objetiva, para comprender las causas que la
han originado y así, ofrecer una vía de solución adecuada a cada circunstancia, logrando
la transformación positiva de la situación, y que las partes participen activamente en la
toma de decisiones, responsabilizándose tanto de sus acciones como de la búsqueda de
soluciones.

Conclusión

Las familias disfuncionales son parte activa de nuestra sociedad y su participación es


importante, al igual de lo que esta como el resto de tipos de familias, aportan al medio en
el que se desarrollan, son diversos los criterios que se tienen sobre este tipo de temas,
pero al estudiar diferentes perspectivas de una misma problemática que proponen
soluciones para diferentes escenarios en los que se encuentren, a través de esta
investigación se llega a concluir que las técnicas que un trabajador social propone para la
resolución parcial de esta problemática, enfocado con una serie de tanto técnicas como
metodología, que tienen base empírica que aportan a ser mejoradas en el proceso.

Al convertirse en mediador el trabajador social en familias disfuncionales, este debe llevar


a cabo una serie de procedimientos que le ayuden a mejorar su actuación en la situación
que presenta la familia y buscar alternativas de solución que procuren que esta mejore su
calidad de vida como los miembros de la misma, es importante aclarar que a pesar de la
intervención del profesional también se prevé contar con la participación activa de cada
integrante de este círculo con el que se pretende trabajar, con la procuración de poder
comunicarse con cada uno de las personas implicadas tanto grupal como individual para
mejorar el entorno familiar.
El trabajador social desempeña una serie de actividades enfocadas a mejorar la calidad
de vida de la sociedad, al convertirse en mediador de familias disfuncionales, este se
convierte en participe de una realidad que presenta una problemática latente con poca
importancia para la mayoría de la población pero que a largo o corto plazo llega a ser
perjudicial para las personas que se encuentran inmersos en este tipo de situaciones, por
esta razón el profesional debe hacer uso de una serie de herramientas que lo ayuden a
tener una óptima intervención de la cual se puedan obtener resultados positivos tanto
para la familia con la que este trabaja como para el entorno en el que estos se desarrollan
ya que son quienes se encuentran en constante trato con las personas perjudicadas por
situaciones que afectan a su desempeño cotidiano.

Bibliografía
Fernandez. ((2013)). Trabajo Social- Mediación. Obtenido de Valor añadidodel trabajo social en
mediación. Obtenido de Trabajo Social- Mediación. Obtenido de Valor añadidodel trabajo
social en mediación:
http://cgtrabajosocial.es/app/webroot/files/consejo/files/Valor_añadido_
%20TS_en_Mediación_final.pdf

J, E. (2016). La mediación desde el trabajo social. Obtenido de Jabega Social. Obtenido de La


mediación desde el trabajo social. Obtenido de Jabega Social:
http://www.jabegasocial.com/la-mediacion-desde-el-trabajo-social/

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