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Resumen de Derecho Internacional Privado – PRIMER PARCIAL

CASOS IUSPRIVATISTA MULTINACIONALES


El caso iusprivatista multinacional es aquel en el que los hechos que lo configuran
aparecen conectados por circunstancias objetivas con el territorio de dos o más territorios
de Estados nacionales. Esto nos permite decir que el caso iusprivatista multinacional es
aquel que aparece social, fáctica y normativamente multinacionalizado.
Estas circunstancias multinacionalizadoras pueden estar relacionadas con los sujetos del
caso (personales) como, por ejemplo, la nacionalidad, el domicilio, la residencia habitual,
la simple residencia y deben estar localizadas en distintos países; pueden también
vincularse al objeto de la relación jurídica de que se trate (reales), por ejemplo, respecto
de los inmuebles: es circunstancia localizadora el lugar de su situación; respecto de los
bienes muebles registrables (automotores, buques, aeronaves, semovientes): su lugar de
registro; respecto de los bienes muebles: el lugar de su localización; respecto de la
propiedad inmaterial: el lugar de registro de la propiedad intelectual, del derecho de autor,
de la propiedad industrial (patentes, marcas, diseños industriales, etc.), estos factores
pueden combinarse entre sí, resultando siempre necesario que dos o más se sitúen en el
territorio de diferentes Estados nacionales.
Las circunstancias multinacionalizadoras vinculan dos o más estados nacionales y deben
ser relevantes desde el punto de vista del sistema jurídico desde el cual se analiza.
Objeto: Según Boggiano el objeto del derecho internacional privado es ordenar
normativamente las soluciones justas de los casos iusprivatistas multinacionales
desde una jurisdicción nacional, desde una pluralidad de jurisdicciones nacionales
o desde una jurisdicción internacional. 
Debe admitirse que a ese fin constituye en un sistema de solución de conflictos entre
ordenamientos y que integran su contenido, sistemáticamente, todas aquellas normas que
conducen a la solución de los casos iusprivatistas multinacionales: las de conflicto, las
materiales y las de policía de los ordenamientos involucrados, así como el estudio de los
métodos propios de cada una de ellas y de aquellos otros que resultan complementarios
para arribar a la solución del caso: analítico, comparativo, etcétera.
Ejemplo de objeto: radicación de bienes de una sucesión. El contexto jurisdiccional
de la materia determina el derecho aplicable, pero el derecho aplicable no es lo
mismo que la jurisdicción competente.
Elementos: El elemento común de todos los casos iusprivatistas es la
“internacionalidad”.

 Elementos conductistas: Lugar de celebración; lugar de cumplimiento; lugar del hecho


ilícito.
 Elemento personal: Nacionalidad, domicilio, residencia habitual, sede.
 Elemento real: Lugar de situación de los bienes (muebles e inmuebles).
Sujetos: Personas físicas, personas jurídicas, los Estados (cuando actúan como
particulares), organismos internacionales, Iglesia Católica.
Normas que se utilizan: Tratados, CCyC (normas de DIPr en su parte general y su parte
especial) y autonomía de la voluntad (Contratos).
Clasificación:
Según Josepus Jitta, atendiendo a donde y cuando se producen los hechos del caso,
considera que pueden distinguirse los casos iusprivatistas de la siguiente manera:
 Absolutamente Nacionales: Aquellos casos que presentan todos sus elementos
vinculados al territorio de un solo Estado Nacional, que son casos propios del derecho
interno ajenos al derecho internacional privado.
 Relativamente Internacionales: Son aquellos casos que nacen como casos nacionales y
que luego en su devenir se multinacionalizan.
 Absolutamente Internacionales: Son aquellos casos que desde el origen mismo del caso
ya presentan contactos con más de un territorio nacional.

En lo que respecta al DIPr son las últimas dos clasificaciones las que interesan a la
materia. 

Por su parte Boggiano, poniendo el asiento en el contexto jurisdiccional del caso atiende
como criterio de distinción al lugar donde son hacederas las conductas necesarias para
solucionarlo y partiendo de los dos últimos casos de la clasificación de Jitta los distingue
de la siguiente manera:
 Casos totalmente multinacionales: Que exigen obrar en la jurisdicción de más de un
Estado Nacional para resolver todo el caso.
 Casos parcialmente multinacionales: Aquellos que pueden resolverse íntegramente en el
territorio de un solo Estado nacional, aunque se deban aplicar diversos derechos para
resolver el problema o las distintas cuestiones involucradas en el.

Unilateralismo:
El unilateralismo muestra una cara interna y otra externa. La interna consiste en la
determinación del alcance de la aplicación de las reglas sustantivas de la lex fori y la
externa, en la determinación del ámbito de aplicación de los derechos extranjeros, por lo
que parte de la base de que cada Estado delimita el ámbito de soberanía de su propio
derecho y reclama que esta delimitación sea mutuamente reconocida por los otros
Estados. Sin embargo, bajo un enfoque unilateral, si la cuestión legal en debate no cae
bajo el alcance de una regla de la lex fori, la consecuencia sería que todos los órdenes
jurídicos del mundo entero que quisieran reclamar su aplicación al caso podrían hacerlo,
en una suerte de vocación universalista subsidiaria, aunque sólo para aquellos casos, se
reitera, en que el propio derecho no resultase aplicable.
El conflictualismo
A Federico Carlos de Savigny le cupo elevar la solución del conflicto de leyes al nivel de
derecho internacional y echar las bases del derecho internacional privado clásico.
Sostuvo que el derecho privado interno de las naciones que pertenecían a la comunidad
de "naciones civilizadas" debía ser considerado intercambiable y que la comunidad
internacional debía desarrollar soluciones de conflicto sobre bases uniformes a nivel de
derecho internacional privado de fuente interna, de manera de garantizar que una relación
jurídica, en caso de conflicto, recibiese una y la misma solución cualquiera que fuera el
país en el que el caso se plantease.
Para ello era menester el desarrollo de un consenso consuetudinario internacional que
coincidiese en la elección neutral de un mismo derecho para solucionar el caso y que se
plasmase en soluciones a nivel interno (principio de "la armonía internacional de
soluciones"), identificado con el derecho del lugar donde podía ubicarse la "sede" (sitz) del
caso. Esto es, que cada Estado, a nivel interno, previese, de manera coincidente, la
elección de aquel derecho que guardara una estrecha vinculación con la relación jurídica
de que se trate.
Se estructuró así la idea de un sistema abierto, en el que sobresale la norma de conflicto.
Esta norma, de estructura bimembre, no da la solución del caso iusprivatista
multinacional, indica cuál es el derecho que habrá de proporcionarla; describe un caso
iusprivatista multinacional en su tipo legal y, en su consecuencia jurídica, determina y
elige el derecho aplicable a través de conceptos neutrales contenidos en el llamado
"punto de conexión", como, por ej., la ley del lugar del domicilio o de la nacionalidad ante
los que estén en pie de igualdad la lex fori y el derecho extranjero, para requerir su
aplicación al caso. Ésta es la línea del conflictualismo desde una perspectiva nacional
que, pese a su invalorable mérito, sin embargo, fracasó en lograr la uniformidad de
soluciones con que soñó su creador.

EL MARCO JURISDICCIONAL COMO CONDICIONAMIENTO INSOSLAYABLE DE


TODA SOLUCIÓN
Con un enfoque realista, debe admitirse que cada juez va a aplicar al caso su propio
derecho internacional privado, ya de fuente interna, ya de fuente convencional;
luego, la solución del problema desde el punto de vista del derecho aplicable debe
buscarse a partir de la respuesta a la pregunta por quién es el juez competente.
Esto determina la necesidad de atender a la importancia del contexto jurisdiccional en
todo caso de derecho internacional privado, a la incidencia del conflicto de jurisdicciones
sobre el conflicto de leyes. Ello conduce a establecer, de modo necesario y previo al
hallazgo y tratamiento serio de las soluciones de fondo, cuál será el contexto jurisdiccional
donde se va a plantear el caso. De ahí que considerar los temas de derecho procesal
internacional que hacen a la delimitación de los criterios de atribución de jurisdicción y a la
procedencia y condiciones de la prórroga de jurisdicción en jueces o árbitros extranjeros,
resulten ser contenido de insoslayable tratamiento, dentro de una materia que busca dar
una respuesta efectiva a la pregunta sobre "la ordenación normativa de las soluciones
justas de los casos iusprivatistas multinacionales" (Boggiano).
Deberá contemplarse pues, si esas soluciones se logran íntegramente a través de una
sola jurisdicción nacional (caso parcialmente multinacional), si es necesario recurrir a una
pluralidad de jurisdicciones nacionales (caso totalmente multinacional), o a una
jurisdicción internacional —Corte internacional de Justicia de La Haya, Tribunal de la
CECA— (Boggiano), o a una jurisdicción supranacional. Estas últimas pueden adquirir
supremacías de distinto alcance y muchas veces se imbrican en las jurisdicciones
estatales o nacionales a través de necesarias consultas prejudiciales, preliminares, que
las condicionan —Corte Europea de los Derechos del Hombre de Estrasburgo, Corte
Interamericana de los Derechos del Hombre de San José de Costa Rica, Corte de Justicia
de las Comunidades Europeas de Luxemburgo—. Finalmente, no cabe olvidar el
importante rol que cumplen en las soluciones de litigios multinacionales las alternativas de
justicia no estatal, especialmente, a través de los llamados métodos alternativos de
solución de conflictos: mediación, conciliación, transacción y especialmente, el arbitraje y
también formas de justicia "disciplinaria" propias de ciertas profesiones.

NECESIDAD DE UNA PROSPECTIVA DE SOLUCIÓN TOTALIZADORA


Conforme a lo precedentemente expresado, es el derecho internacional privado del
juez competente el que habrá de responder a la cuestión relativa al derecho
aplicable. Sin embargo, un nivel de análisis desde una perspectiva puramente nacional
no alcanza, y a pesar de los esfuerzos realizados para lograr la uniformidad, desde un
nivel internacional, a través de convenciones —ya de índole material, ya conflictual, ya
procesales—, para reducir al mínimo las diferencias originadas por la diversidad de foros
y para conjurar el fraccionamiento, la desarmonía o los intentos de forum shopping, éstos
aún subsisten.
En este marco, debe observarse que cuando se dé la disociación entre forum y ius,
porque varios Estados se atribuyan jurisdicción para resolver un conflicto, o porque una
legislación extranjera sea la indicada para proporcionar las soluciones de fondo, el
análisis de las posibilidades de planteo y solución del caso nos debe llevar a localizar
dónde habrán de obrarse, dónde habrán de llevarse a cabo, en definitiva y de mejor
manera, las conductas necesarias para solucionarlo, y si esa prospectiva nos conduce a
otro u otros Estados extranjeros, debemos atender a las posibilidades concretas de
reconocimiento y ejecución que un pronunciamiento, dado en un Estado, puede tener en
otros.
Concluyendo, para la solución de una controversia propia de nuestra materia, no sólo
hemos de contemplar el problema desde una perspectiva nacional, sino que debemos
considerar los sistemas jurídicos en los cuales, por su naturaleza o contenido,
razonablemente, puede llegar a localizarse el planteo del caso y su solución, y apreciar
esos ordenamientos en su funcionamiento global —condiciones de reconocimiento y
ejecución, jurisdicción y ley aplicable, según el caso—, con el fin de coordinar esas
exigencias con las de los foros interesados en el caso y así obtener un pronunciamiento
que sea válido en el propio Estado y susceptible de reconocimiento y ejecución efectivos
en los Estados extranjeros tenidos en la mira.
Finalmente, cabe advertir que también debe analizarse de qué manera el jurista debe
saber obrar y hacer valer los recursos a su alcance para lograr la coherencia sistémica
necesaria. Dentro de un contrato, por ejemplo, la correcta combinación de una cláusula de
prórroga de jurisdicción con otra cláusula de elección del derecho aplicable, en ejercicio
de la autonomía de la voluntad de las partes, nos habrá de brindar la posibilidad de
sortear, a nivel jurisdiccional, parte de la complejidad del problema descripto.
Como corolario de todo lo expresado, los problemas de derecho procesal internacional,
vinculados a la determinación de las reglas de atribución de jurisdicción, a la prórroga de
jurisdicción y al reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales extranjeros
han de integrar, necesariamente, la materia de estudio junto con los contenidos de fondo
propios del derecho internacional privado, aunque sean de naturaleza diferente y no se
identifiquen con éste que es una rama del derecho sustancial orientado a la determinación
de las llamadas "competencias legislativas".
Los métodos instrumentales para aproximarse al caso. El método de comparación y
el método de análisis
Estas breves reflexiones introductorias tienen como propósito reconocer y valorar el
aporte que el derecho comparado, en su amplitud y riqueza, brinda al DIPr.,
fundamentalmente a través de los métodos de análisis y de comparación que, como
veremos, son dos estadios o fases dentro del mismo método de comparación.
Ambos métodos permiten al intérprete —juez, legislador, árbitro, particular, etc.—
aproximarse al caso iusprivatista multinacional, plantearlo correctamente para su correcta
interpretación y para arribar a la mejor o a la debida solución del fondo del problema que
se busca. Fundamentalmente, se muestran como métodos instrumentales auxiliares de
uso indispensables en esta disciplina.
Ese aporte se observa en diversos planos y en distintos momentos. Se aprecia, ya lo
anticipamos, en el trabajo del legislador, de los operadores jurídicos, fundamentalmente
en la labor del juzgador, de los árbitros, de los profesionales y también de las mismas
partes, pues todos ellos son quienes tienen a su cargo realizar, a su turno, tanto la
elaboración y la interpretación de las normas jurídicas, como la integración normativa y la
aplicación de las disposiciones del DIPr., ya sea cuando las elaboran, las aplican, las
utilizan o, simplemente, aconsejan con base en ellas.
Para comprender cabalmente la importancia de esa interacción cabe comenzar,
necesariamente, por describir ciertos rasgos del método de comparación y su objeto.
En esa línea es de destacar que:
i) El método de comparación sirve a una pluralidad de fines sin cambiar su estructura y,
entre ellos, está también asistir a los múltiples operadores del DIPr.
ii) Se ha dicho de la comparación, que es una operación del espíritu, por la que se reúnen
dentro de una confrontación metódica los términos u objetos a comparar a fin de
establecer puntos comunes y precisar relaciones de semejanzas y diferencias existentes
entre ellos. Es claro pues, que no se trata de una yuxtaposición informativa de los objetos
que se comparan y que no se agota en una exposición en paralelo de las características
de tales objetos.
iii) Se trata de una serie de procesos encadenados dentro de una marcha sistemática y
racional, que excluye el azar, la manera desordenada y, nuevamente, la reducción a una
simple información y que se pone al servicio de un fin preciso, aprehender las relaciones
(les rapports) existentes entre los objetos o términos a comparar y sus causas para
establecer las relaciones de semejanzas y diferencias entre dos o más órdenes jurídicos
diferentes.
iv) Luego de la previa comparación entre los términos variables, el método exige la
estimación, que tiene como fin evaluar los objetos comparados o medirlos en su valor
desde un determinado punto de vista.
v) A continuación, vendrá la ulterior utilización de los resultados de la comparación
sistemática que arroja la confrontación comparativa de dos o más órdenes jurídicos
diferentes.
vi) Puede definirse el rol del método de comparación pues, como aquel que ordena el
proceso de comparación a través de una marcha razonada del espíritu con el objeto de
arribar a un fin determinado.
La información comparativa
La sola información que arroja la confrontación comparativa de dos o más órdenes
jurídicos diferentes puede ser utilizada de modo ocasional y subsidiario en la enseñanza
del derecho nacional y, si no pasa por el rigor del procedimiento sistemático del método,
sólo aparece fundada en elementos fragmentarios que, en todo caso, lo que proporcionan
es una apreciación global de naturaleza comparativa, con breves u ocasionales y
resumidas referencias o ejemplos de valor más ilustrativo que explicativo.
Por esta vía se corre el riesgo de inexactitudes y errores por lo azaroso de sus resultados.
Es por ello que se ha dicho que la sola información, sin un examen profundo ni un real
conocimiento, podría sólo adquirir un valor "ornamental" reducido a perspectivas o
reenvíos muchas veces dudosos
En el estudio de una rama del derecho, como es el DIPr., que se elabora sobre fuertes
bases comparativas, la información comparativa se utiliza para proporcionar una visión
más expandida y sustancial del derecho de fuente nacional, pues lo explica y arroja luz
sobre su relación con derechos extranjeros, se refieren semejanzas y diferencias, aunque
ese estudio muchas veces no es exhaustivo y puede ser incompleto.
No obstante, aunque su intensidad puede variar, siempre resulta útil y es importante como
elemento subsidiario para explicar ciertas instituciones, pues aporta verdaderos
conocimientos de derecho extranjero y enriquece el conocimiento y la mejor comprensión
del derecho nacional. Los estudios comparativos sistemáticos, en lo que sería un tercer
nivel de profundización, ya utilizan rigurosamente el método comparativo, recorriendo las
diversas fases del método
La norma de conflicto y el método de elección justa
La norma de conflicto se caracteriza por dar solución al caso mediante la elección
indeterminada del derecho que ha de dar la solución de fondo del caso, que puede ser el
derecho material nacional o de un derecho material extranjero.
Cuando, por ejemplo, el art.2644, CCCN, somete la sucesión multinacional por causa de
muerte al derecho del domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento, elige
indeterminadamente ese derecho como competente para solucionar ese problema. La
elección se determinará o precisará con la ubicación concreta del último domicilio del
causante en un país y momento determinados.
Lo típico de la norma de conflicto radica en su elección neutral e indeterminada del
derecho aplicable, esa elección se opera mediante la selección de una especial
circunstancia particular del caso, que lo caracteriza en su naturaleza y que asumirá el rol
de localizadora el derecho aplicable. De este modo, la elección puede recaer en el
derecho propio o en un derecho eventualmente extranjero, de cualquier país, el que
cumpla la condición de coincidir con la situación o circunstancia captada por elección
prevista.
Mediante dicha elección, se reitera, se localiza el caso multinacional, indicándose el
derecho competente para solucionarlo. Se puede llamar a este método, pues,
"localizador", "nacionalizador" o "indirecto", porque brinda la solución de fondo del caso,
pero de modo indirecto, eligiendo el derecho que nos habrá de dar esa solución y que
decidirá sustancialmente el caso. Boggiano lo llama "método de elección", siguiendo una
tradición inglesa muy significativa (choice of law).
Nuevamente pues, el derecho elegido puede ser el nacional del juez (lex fori), o cualquier
derecho material extranjero, aquel donde se localice la elección prevista por el legislador.
Lex fori y derecho extranjero están en pie de igualdad para la elección que, de modo
indeterminado y neutral, efectúa la norma de conflicto. Esta neutralidad indeterminada de
la elección de la norma de conflicto, que no se encuentra teñida con el color de ningún
país en particular, ha sido considerada una característica esencial del derecho
internacional privado clásico, stricto sensu.
Se ha dicho que dicha neutralidad se refiere a la falta de preferencia por el contenido de
los derechos materiales que pueden ser objeto de elección. Lo que interesa en esta etapa
pues, es la elección misma, que ésta sea la más justa, el mejor derecho, la mejor elección
para el caso.
Ahora bien, ¿quién elige? Es claro que el primer elector será el legislador, tanto a nivel
nacional como internacional. Que también pueden serlo los particulares en ámbitos
disponibles para la autonomía de la voluntad e incluso terceros, si es que se les ha
delegado ese cometido: los árbitros internacionales.
Cabe preguntarse: cómo se practica la elección, si es que esa elección debe revestir
alguna calidad, cualidad o condición especial o si existen razones que puedan sustentar
un orden jerarquizado entre las elecciones posibles, e interrogarse por el modo, cómo y
por qué se realiza la elección de un determinado derecho, máxime, cuando el caso
multinacional presenta relaciones con varios sistemas jurídicos nacionales.
El derecho elegido por la norma de conflicto no es, ni debe ser casual, no puede ser
cualquier derecho arbitrariamente determinado, debe hallarse axiológicamente justificada,
debe tratarse de una elección justa.
Se trata de elegir la circunstancia de ese caso que nos conducirá al país con el cual el
caso está más estrechamente conectado y al que se le reconoce un poder centralizador o
de localización del problema para solucionarlo, de hallar el sistema jurídico capaz de
"nacionalizarlo" de modo que resulte justa la elección de ese derecho nacional, entre los
varios que puedan también aparecer vinculados a él.
Intentando una suerte de aproximación a una clasificación de las elecciones, puede
decirse que:
 A nivel internacional, para que, en un caso totalmente multinacional, que son los que
deben resolverse, jurisdiccionalmente, en el territorio de más de un Estado nacional, se
pueda alcanzar una única solución y no dos o más soluciones distintas, se requiere que
los países en cuyo territorio se deba operar la solución concuerden en la elección
uniforme del derecho nacional aplicable, lo cual no excluiría que la norma de aplicación
coincida en la elección de dos derechos nacionales aplicables. Así, sería menester que
todos los países concuerden en adoptar una norma que elija de modo uniforme someter el
caso al mismo derecho, ya sea porque tienen normas con la misma elección en su DIPr.
de fuente interna —ej., todos concuerdan en la aplicación de la ley del domicilio del
adoptado para regir la validez de la adopción internacional— o porque esos estados son
parte de un mismo convenio o tratado internacional (v.gr., cuando se establece que la
validez de la adopción se regirá por los derechos domiciliarios del adoptante y del
adoptado acumulativamente, sin que ello quebrante la unidad de solución del caso, pues
la adopción será válida para todos los países que hayan acordado la elección acumulativa
siempre que lo sea según los dos derechos conectados —ej., art.13, Tratado de Derecho
Civil de Montevideo de 1940—).
 En caso contrario si, también con relación a un caso totalmente multinacional, se debiese
plantear la solución del mismo en diversos países, en los que se lo sometiese a las
normas del DIPr. de fuente interna de cada Estado y éstas, según las elecciones
unilaterales de sus sistemas jurídicos nacionales de DIPr., en lugar de coincidir en una
elección uniforme contuvieran elecciones diversas o divergentes, que condujesen a varios
derechos distintos, la parte del caso se plantee en un país, sería solucionada por un
derecho y la que se plantee en otro, por otro derecho.
En caso contrario si, también con relación a un caso totalmente multinacional, se debiese
plantear la solución del mismo en diversos países, en los que se lo sometiese a las
normas del DIPr. de fuente interna de cada Estado y éstas, según las elecciones
unilaterales de sus sistemas jurídicos nacionales de DIPr., en lugar de coincidir en una
elección uniforme contuvieran elecciones diversas o divergentes, que condujesen a varios
derechos distintos, la parte del caso se plantee en un país, sería solucionada por un
derecho y la que se plantee en otro, por otro derecho.
 En cambio, podría lograrse una solución uniforme en el caso de elecciones convergentes.
Ello se da en supuestos en los que las normas de DIPr. que operan en diversos Estados
contienen elecciones que son diversas, pero que conducen, por circunstancias especiales
de los supuestos de hecho, a la aplicación de un mismo derecho y, por tanto, a una
solución única del caso.

Principios del Derecho Internacional Privado: La solución debe ser justa, con los
principios el juez logra concretar esta solución.
 Principio de Uniformidad: Perseguir el objetivo de que la solución del caso sea una y la
misma, cualquiera que sea el país en el que el caso se plantee si hay que recurrir a
distintas jurisdicciones. Los tratados, por ejemplo, son una via para llegar a la uniformidad.
 Principio de Integridad: También debe perseguirse como objetivo, la necesidad de
resolver todo el caso, esto implica procurar la integralidad de la solución aunque deba
obrarse en diversos Estados y es por ello que si esto ocurre, deben elaborarse
instrumentos eficaces a través de los cuales pueda lograrse que las sentencias dadas en
un país obtengan reconocimiento y ejecución en otros, para lo cual es menester trabajar
en el campo de la cooperación internacional, en los procesos interjurisdiccionales y en
mecanismos efectivos de auxilio procesal internacional. Se trata de que no se fraccione la
solución, porque en ese caso debería iniciar un juicio en cada jurisdicción.
 Principio de Efectividad: Hace énfasis a la eficacia de las soluciones de los casos
iusprivatistas multinacionales. Así, la eficacia de la solución debe ser en buena parte la
medida de la acción para evitar decisiones abstractas, inejecutables e inútiles dispendios
de tiempo, costos y esfuerzos. Se debe poder cumplir fehacientemente la sentencia en
todas las jurisdicciones. 

PLURALISMO NORMATIVO Y METODOLOGICO


Las normas del DIPr, como toda norma, tienen dos partes: un antecedente o tipo legal y
una consecuencia jurídica.
1) NORMA DE JURISDICCION: Conexión del caso con esa jurisdicción/determinará el
juez competente. Esta norma sirve para saber cuál es el juez competente en el caso,
determina que juez va a intervenir en un caso Iusprivatista Multinacional. Esta norma
puede estar en una fuente internacional o en una fuente interna (orden de prelación:
fuente internacional excluye fuente interna). Estas normas también sirven para controlar
las sentencias extranjeras y saber si ese juez tenía jurisdicción y hay que reconocer la
sentencia, si ese juez no tenía jurisdicción puedo desconocer la sentencia.
2) ¿CUAL ES EL DERECHO APLICABLE?  El Pluralismo Metodológico y los Métodos
Principales y Específicos de Cada Tipo de Norma: El pluralismo metodológico y normativo
lleva a conceder pie de igualdad a los tres tipos de normas: de conflicto, materiales y de
policía, individualizadas supra, cada una con su método principal propio: de elección, de
creación y de autoelección o autolimitación. Ello no importa, sin embargo, dejar de
reconocer el rol que, como norma general de la materia, cabe seguir atribuyendo a la
norma de conflicto, y el carácter especial que, junto a ella, asumen la norma material, con
funciones complementarias y suplementarias del sistema y la norma de policía, especial,
exclusiva y excluyente de las otras dos.
 Norma de conflicto: Es una norma indirecta y que se caracteriza por dar solución al caso
mediante la elección indeterminada del derecho que ha de dar la solución de fondo del
caso, que puede ser el derecho material nacional o de un derecho material extranjero.
Elige un derecho aplicable neutral y trata de nacionalizar el caso. En su tipo legal describe
el caso iusprivatista multinacional. En su consecuencia jurídica elige el derecho aplicable
al caso. Por lo tanto, lo típico de la norma de conflicto radica en su elección neutral e
indeterminada del derecho aplicable.
Por ejemplo: El art.2644 CCyC, somete la sucesión multinacional por causa de muerte al
derecho del domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento, elige
indeterminadamente ese derecho como competente para solucionar ese problema. La
elección se determinará o precisará con la ubicación concreta del último domicilio del
causante en un país y momento determinados. Dicha norma tiene una estructura
bimembre, no da la solución del caso iusprivatista multinacional, indica cuál es el derecho
que habrá de proporcionarla; describe un caso iusprivatista multinacional en su tipo legal
y, en su consecuencia jurídica, determina y elige el derecho aplicable a través de
conceptos neutrales contenidos en el llamado "punto de conexión". 
Su método de elección justa: Lo que interesa en esta etapa pues, es la elección misma,
que ésta sea la más justa, el mejor derecho, la mejor elección para el caso. ¿Quién elige?
El primer elector será el legislador, tanto a nivel nacional como internacional, también
pueden serlo los particulares en ámbitos disponibles para la autonomía de la voluntad e
incluso terceros, si es que se les ha delegado ese cometido: los árbitros internacionales.
La elección es justa cuando es razonable y la elección es razonable cuando el derecho
elegido guarda una estrecha relación de proximidad, de pertenencia, con el caso y con su
naturaleza, una relación de proximidad tal, que se justifica la elección de ese derecho
para resolverlo. Puede haber elecciones rígidas o flexibles. La elección rígida me brinda
seguridad jurídica, pero puede traer problemas de injusticia, la flexible me permite
considerar el caso en concreto, pero da inseguridad jurídica porque no se sabe cuál es el
derecho que va a aplicar el juez. Nosotros seguimos teniendo elecciones rígidas SALVO
las cláusulas de excepción (Art. 2597 CCyC).
 Norma material: Es una norma directa porque en la misma norma esta la solución. En el
tipo legal describe un aspecto del caso. En su consecuencia jurídica otorga la solución del
caso especialmente adaptado a la internacionalidad del caso.  En síntesis, este tipo de
normas no resuelven el caso iusprivatista multinacional de modo indirecto, sino que
prescriben directamente una solución de fondo, especialmente adaptada a la naturaleza
multinacional de ese caso por lo cual cabe esperar una mayor justicia en la solución
proyectada. El método de creación: La norma crea una solución especialmente adoptada
al caso. Este método conduce a la elaboración normativa de un derecho internacional
privado de soluciones materiales, sustanciales, directas, tanto en el derecho de fuente
interna como internacional y consuetudinaria y se vuelve un excelente instrumento para el
logro del objetivo de la uniformidad internacional de las soluciones, en particular, si se lo
utiliza para la elaboración de convenios internacionales o para concretar las fórmulas de
la llamada lex mercatoria. ¿Quién puede utilizar este método y crear soluciones?  El
legislador nacional e internacional, como este método da soluciones debe dar consensos
entre Estados.  Los jueces también lo aplican en caso de que existan lagunas en el
derecho, en alguna norma, al emitir una sentencia que creará una solución, va a ser una
norma material. Los árbitros en sus laudos crean soluciones. Por último, las partes si
crean soluciones propias en materia disponible, en aspectos de su contrato. Las normas
materiales también pueden ser de carácter individual. Ello ocurre cuando el intérprete se
encuentra ante incongruencias o injusticias en las soluciones a que conducen, por el
juego de las normas de conflicto, la aplicación de distintos derechos nacionales, que no
han sido pensados para funcionar juntos, a distintos aspectos de un mismo caso. Se hace
necesario entonces, que el juzgador armonice los derechos en conflicto y los adapte
respetando las finalidades propias de cada sistema, a fin de elaborar una solución
individual para el caso concreto, que no es otra cosa que la sentencia que habrá de
decidir el caso. Nos hallamos entonces, ante una norma material individual (la sentencia
que resuelve el caso concreto). Esta facultad aparece concedida al juzgador actualmente,
de modo expreso, por el art.2595 inc c del CCyC. 
Funciones de la Norma Material:
 Función Suplementaria: Antonio Boggiano entre nosotros, Adolfo Miaja de la Muela, Alfred
E. von Overbeck, W. Wengler y G. Kegel han propiciado la construcción de un sistema de
DIPr en el cual se reconoce que la norma de conflicto es la norma general. Por su parte
las normas materiales funcionan como normas especiales, excepcionales, que cumplen
una función suplementaria para completar el sistema dentro del derecho internacional
privado.
 Función Complementaria: La adaptación y la armonización: Existe una función
complementaria que cabe atribuir a la norma material con relación a las normas de
conflicto. Esto ocurre cuando los derechos privados elegidos por éstas para solucionar el
caso se muestran inadaptados y se requiere armonizarlos materialmente, a fin de asignar
una solución equitativa al caso. En efecto, si diversos derechos son aplicables a
diferentes aspectos de una misma situación jurídica o a diversas relaciones jurídicas
comprendidas en un mismo caso, se plantea el problema de la necesidad de la
adaptación y la armonización de los derechos en conflicto. Esta labor la realiza
fundamentalmente el juzgador cuando, a través de su sentencia, elabora una norma
material individual que ha de corregir el resultado disvalioso del funcionamiento riguroso
de varias normas de conflicto. Se demuestra así el carácter integrador que la norma
material de adaptación presenta, complementando las reglas conflictuales.

El problema de la norma material: Es una norma especial (deroga a norma general) que
se debe interpretar de forma restrictiva, no se puede aplicar por analogía sino que solo se
aplica ante el supuesto mencionado. Uno de los problemas que puede llegar a traer una
norma material si está en una fuente internacional es el fraccionamiento interpretativo (el
juez de un Estado la interpreta de una forma, el de otro Estado de otra forma, etc. y no
hay un tribunal supranacional que unifique ese criterio). Esto se soluciona recurriendo a
una norma de conflicto para que me le diga al juez como interpretar.
 Norma de Policía o Norma de Aplicación Imperativa : la norma de policía autoelige para
resolver el caso iusprivatista multinacional descripto en el tipo legal, el derecho nacional
del propio sistema al que pertenece y, a la vez, autolimita, exclusivamente, la aplicabilidad
de ese derecho nacional al aspecto del caso multinacional descripto o captado en el tipo
de la norma.
Esa autolimitación se produce mediante la exclusiva y precisa referencia a circunstancias
que vinculan el caso al territorio del propio Estado y son esos contactos, precisos y
circunstanciados, los que permiten identificar las razones o los intereses superiores, de
orden social, político, económico, etc., que justifican esa autoelección del derecho
nacional propio y el apartamiento de la elección de la norma general de conflicto. Las
normas elaboradas con este método eligen nominativamente el propio derecho, no operan
la elección de un derecho competente indeterminado, con lo cual, la eventual aplicabilidad
de un derecho extranjero queda excluida, así como también la voluntad diversa de las
partes.
Dicha autolimitación se establece en virtud del análisis de las circunstancias vinculantes al
propio país que el caso multinacional pueda presentar, considerando irrelevantes otros
contactos extranjeros cuya importancia se desestima. Se observa que tampoco cuenta
que en otros países el caso sea sometido a otro derecho, pues la armonía internacional
de la solución del caso no preocupa al autor de la norma de policía, que no busca erigirse
en norma de validez universal para los Estados.
Es una norma indirecta, pues elige un derecho aplicable, pero no se trata de una
captación neutral, el derecho elegido es siempre el propio sistema, el derecho del
legislador, de ahí que se sostenga que, en todo caso, sería asimilable una norma de
conflicto unilateral inderogable, no bilateralizable. En el tipo legal describe un caso
marcando el contacto del caso con el territorio de ese Estado. En principio, esta norma
solo se encuentra en el derecho interno. Tiene carácter de exclusivas y excluyentes.
Hay intereses superiores, de orden social, político, económico, etc., que justifican esa
autoselección del derecho nacional propio y el apartamiento de la elección de la norma
general de conflicto, que remite normativamente al derecho propio, de modo exclusivo,
excluyente e inflexible. No hay lugar para el derecho extranjero ni para la autonomía de
las partes. En su tipo legal describe un caso, pero va a marcar el contacto que tiene el
caso iusprivatista internacional con la norma en específico (norma interna) con el derecho
propio. En su consecuencia jurídica va a autoelegir el derecho propio.
Son exclusivas porque excluyen toda otra regulación de la materia.  Y son excluyentes
porque también se ocupan de autolimitar la esfera de aplicación espacial exclusiva del
derecho material propio, sin determinar las circunstancias que puedan hacer competente
a un derecho extranjero. Dicha norma utiliza el método de autoelección o autolimitación
(Art. 2599). No se aplica el DIPr.
Esta norma desplaza la norma de conflicto que aplica un derecho extranjero. También
desplaza la norma material. Opera este método solo el legislador nacional. Su método
de autoelección o autolimitación: Aparece, en la norma escrita, expresado coma una
norma unilateral, que describe un caso multinacional, pero que auto elige la lex fori para
solucionarlo. Se trata pues de una norma especial, susceptible de bilateralización. Esta
última característica, que se detecta por el contenido de los intereses involucrados en la
cuestión, permite su distinción con respecto a las normas de conflicto. La norma de
conflicto elige un derecho neutral, la norma de policía elige el derecho propio.
Boggiano generalizó la expresión norma de policía que es la terminología que cuenta con
mayor aceptación, la Comisión redactora del nuevo CCCN, sin embargo, prefirió adoptar,
en el art.2599, la expresión normas internacionalmente imperativas, utilizando para
nominar esta categoría normativa, de uno de sus rasgos específicos.
El art.2599 en su primer párrafo capta conceptualmente la tipología, expresando que “las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho
argentino son las que se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la
voluntad y excluyen la aplicación del derecho extranjero elegido por las normas de
conflicto o por las partes”. En su 2do párrafo dicho art establece que respecto de
las normas internacionalmente imperativas, que "cuando resulta aplicable un
derecho extranjero también son aplicables sus disposiciones internacionalmente
imperativas y que cuando intereses legítimos lo exigen pueden reconocerse los
efectos de disposiciones internacionalmente imperativas de terceros Estados que
presentan vínculos estrechos y manifiestamente preponderantes con el caso".
Se acoge así, tanto la aplicación de las normas de policía como consecuencia del normal
funcionamiento de la norma de conflicto, cuanto la llamada teoría de la "data". En el
primer caso, las normas de policía del DIPr extranjero se aplican como consecuencia del
normal funcionamiento de la norma de conflicto de la lex fori, esto es, si conforme a la
teoría del uso jurídico, en el derecho extranjero elegido (lex causae), esa norma resultase
aplicable al caso. El segundo supuesto es el que conduce a "tomar en consideración"
también las normas de policía o internacionalmente imperativas extranjeras del DIPr de un
ordenamiento que no es aplicable al caso, pero que presentan cierto carácter
indispensable y lazos preponderantes y tan estrechos con la situación jurídica de que se
trata, que no pueden ser soslayados so riesgo, de ignorar la realidad del caso y fracturar
la lógica de su solución legal.
El funcionamiento de las normas de policía o internacionalmente imperativas.
Distinciones necesarias: Las normas de policía del DIPr argentino, en tanto exclusivas y
excluyentes, son de interpretación restrictiva, por ende, su ámbito de aplicación se
encuentra determinado estrictamente por el tipo legal de la norma, tienen expresa
delimitación de su ámbito de aplicación y no son susceptibles de interpretación extensiva
o analógica. Dicho esto, la norma de policía no funciona como norma general para colmar
lagunas, no cabe pues, la elaboración analógica de normas de policía por los jueces. A
falta de normas de policía de naturaleza especial o en caso de lagunas, se debe aplicar
las normas de conflicto que son las normas generales del sistema.
Problema de la norma de policía: La norma de policía es especialísima, es decir, se aplica
de forma exclusiva y excluyente. Se interpreta de forma restrictiva. No se admite analogía.
Los demás Estados también tienen normas de policía y hay que respetarlas. También se
pueden aplicar normas de policía de terceros Estados vinculados al caso para lograr una
solución efectiva (salvo que esa solución vaya en contra del orden público argentino). Las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho argentino
se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la voluntad y excluyen la aplicación
del derecho extranjero elegido por las normas de conflicto o por las partes. Cuando
resulta aplicable un derecho extranjero también son aplicables sus disposiciones
internacionalmente imperativas, y cuando intereses legítimos lo exigen pueden
reconocerse los efectos de disposiciones internacionalmente imperativas de terceros
Estados que presentan vínculos estrechos y manifiestamente preponderantes con el caso.
Síntesis del Pluralismo: En síntesis, hoy en día podemos admitir que en materia de DIPr,
el pluralismo metodológico normativo es reconocido ya que este concede un pie de
igualdad si se quiere, a los tres tipos de normas: de conflicto, materiales y de policía,
individualizadas supra. Ello no importa, sin embargo, dejar de reconocer el rol que, como
norma general de la materia, cabe seguir atribuyendo a la norma de conflicto, y el carácter
especial que, junto a ella, asumen la norma material, con funciones complementarias y
suplementarias del sistema y la norma de policía, especial, exclusiva y excluyente de las
otras dos.
FUENTES DEL DIPr
La fuente puede ser internacional o interna. Si no está en un instrumento internacional
(tratado o convención), es una fuente interna, no importa el país desde el que se mire. Por
ejemplo: el código civil uruguayo es una fuente interna.
De acuerdo con lo sentado por el art 2601 CCyC, el criterio legal de prelación de normas
aplicable, al disponer que la jurisdicción internacional de los jueces argentinos, (no
mediando tratados internacionales y en ausencia de acuerdo de partes en materias
disponibles para la prórroga de jurisdicción), se atribuye conforme a las reglas del
presente Código y a las leyes especiales que sean de aplicación. Esto quiere decir que
ante la coexistencia de disposiciones de fuente interna e internacional vigentes en nuestro
país, prevalecerá la fuente internacional, de modo acorde con lo previsto en la
Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1986 de la que la Argentina es
parte (art.27) y con lo expresamente dispuesto por la Constitución Nacional, luego de la
reforma de 1994 (art.75, inc. 22) la cual incorporó a nuestra CN idéntico criterio sentado
pacíficamente por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Métodos Auxiliares: Los métodos auxiliares son los métodos de análisis y de
comparación. Ambos métodos permiten al intérprete (juez, legislador, árbitro, particular,
etc) aproximarse al caso iusprivatista multinacional, plantearlo correctamente para su
correcta interpretación y para arribar a la mejor o a la debida solución del fondo del
problema que se busca, es decir, se muestran como métodos auxiliares de uso
indispensables en esta disciplina.
 Método de análisis: Es el 1er método que utilizamos frente a un caso. El análisis, puede
ser utilizado como un método en sí mismo, pero resulta ser la primera fase en el
procedimiento de comparación. Se fragmenta el caso, procurando distinguir en él, en sus
elementos componentes, los diversos institutos o categorías jurídicas involucrados. De
manera que dicho método estudia los hechos del caso para primero aproximarlo con las
categorías jurídicas del derecho propio (1ro hay que ubicarnos en nuestra jurisdicción) y
tratar de darle el encuadre jurídico y comparar con las categorías de los derechos
conectados y así corroborar cual es el instituto más próximo. Se estudian los hechos para
categorizarlos en el sistema jurídico donde el instituto jurídico trata de ser reconocido. El
operador nacional se aproxima a él con los elementos de que se dispone, con las
herramientas que conoce del derecho privado propio y éstas son las grandes categorías
jurídicas, su sistema, con el fin de distinguir el problema o los distintos problemas
involucrados. También se pueden consultar otros sistemas jurídicos. Aplicando las
categorías jurídicas de la lex fori, de su propio sistema, el intérprete procurará, en una
primera aproximación, el estudio y solución del caso, dividiéndolo, parcelándolo para
detectar el problema o los distintos problemas que se puede o pueden distinguir y
encuadrar los hechos en las categorías que correspondan en procura de las normas de
DIPr.
 Método de comparación: La tarea de comparación presupone, con diferentes formas y
grados de intensidad, la aprehensión de elementos comunes. El método de comparación
requiere pues, en primer lugar, de institutos o términos a comparar y es condición de su
aplicación que esos términos pertenezcan a ordenamientos jurídicos diferentes, es decir,
una pluralidad de ordenamientos. Así partiendo de un caso concreto debemos
preguntarnos cómo han resuelto el problema los diferentes ordenamientos y, a fin de
precisar los términos a comparar y descubrir los elementos comunes, atienden: al modo
como se capta un problema dado entre los ordenamientos jurídicos que interesan, a fin de
detectar la unidad o diversidad de tratamiento. Este método es utilizado como método
auxiliar por excelencia, en lo que aquí interesa, tanto para la elaboración de normas
jurídicas como para interpretación y aplicación del derecho. Distintas funciones de este
método:
 Cuando estudiamos el derecho comparado, esto lo utilizan el legislador de fuente interna
y el legislador internacional. Cuando se comparan los objetos o institutos que pertenecen
a ordenamientos jurídicos diferentes. En primer lugar, para tomar una decisión respecto
de cuál estructura normativa conviene utilizar, con base en las experiencias que
proporciona el propio ordenamiento, el derecho comparado y una prospectiva de las
soluciones factibles y sus posibles efectos y luego, para la selección de los conceptos que
han de ser utilizados al redactarlas
 Cuando para solucionar el caso yo debo aplicar 2 o más derechos distintos países, con lo
cual debo armonizarlos y crear una sentencia de solución material. Comparar los sistemas
jurídicos y utilizar el método de creación (para la  solución del caso concreto).Fruto de la
labor comparatista y de ese resultado, podrá surgir la necesidad de armonizar los
derechos en conflicto, de adaptarlos para hacer respetar los fines perseguidos por cada
uno de ellos  y encontrar una solución justa, para el caso concreto, a través de una norma
material individual, de fuente judicial, especial para ese caso, que surgirá de la sentencia
individual, concreta, que produzca esa armonización y adaptación. Esta tarea es impuesta
al juez y al intérprete en general, por el nuevo art.2595, inc. c), del Código Civil y
Comercial argentino cuando dispone que "si diversos derechos son aplicables a diferentes
aspectos de una misma situación jurídica o a diversas relaciones jurídicas comprendidas
en un mismo caso, esos derechos deben ser armonizados, procurando realizar las
adaptaciones necesarias para respetar las finalidades perseguidas por cada uno de ellos"
que brinda sustento legal a esta labor del intérprete al receptar, expresamente, los
principios de armonización y adaptación de los derechos en conflicto.
 Cuando la norma de conflicto elige un derecho aplicable pero esa solución la voy a
controlar con los primeros principios de la Constitución Nacional. Si la solución del
derecho extranjero no pasa este control, no se podrá aplicar. (Esto se llama control de
orden público). El intérprete, luego de haber proyectado la solución que le da para el caso
el derecho elegido por la norma de conflicto, antes de aplicarla efectivamente, debe
comparar esa solución material con los principios generales de orden público que
informan su ordenamiento jurídico. También en la nueva cláusula general de reserva de la
legislación contenida en el art.2600 CCyC que reproduce el mismo principio anterior,
cuando dispone: "Orden público. Las disposiciones de derecho extranjero aplicables
deben ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles con los principios
fundamentales de orden público que inspiran el ordenamiento jurídico argentino”.
 Se trata entonces del control material de la compatibilidad de la solución de fondo que le
da al caso el derecho elegido con los primeros principios de orden público del propio
sistema. Se trata de un control a posteriori, pues siendo el orden público internacional el
conjunto de principios inalienables que inspiran el nuestro sistema jurídico, no cabe partir
a priori de ellos, dado que carecen de fuerza operativa. Esto significa que la solución
sustancial que el derecho extranjero le dé al caso debe ser compatible y en definitiva, un
desprendimiento de los mismos primeros y fundamentales principios de orden público que
inspiran el ordenamiento jurídico argentino, de lo contrario, se descartará la aplicación del
derecho elegido por la norma de conflicto.
Puntos de conexión
El punto de conexión es el concepto que en la consecuencia jurídica elige y determina el
derecho aplicable al supuesto contemplado en el tipo legal. Se podría decir que es el
corazón de la consecuencia jurídica. A través de él, el legislador concreta la elección justa
del derecho más próximo, del mejor derecho, el más estrechamente relacionado o
vinculado con los hechos del caso, y es por ello que se habla aquí de la justicia de la
elección y no aún, del derecho de fondo más justo o de la justicia de la solución.
Una característica del punto de conexión, su neutralidad. Esto implica que el derecho que
elige la norma de conflicto a través del punto de conexión no se identifica, no tiene "el
color" de ningún país determinado: el derecho se designa a través de un concepto que
capta un aspecto de la relación jurídica que es independiente del contenido material de
ese derecho, todos los Estados están en pie de igualdad y puede resultar elegido el
propio derecho o el de cualquier otro país de la tierra. El derecho elegido será el de aquel
Estado donde se cumplan las condiciones previstas conceptualmente en la elección, en
aquel concepto sede de la elección. Desde este ángulo, la norma de conflicto es la que
asegura la mejor coordinación posible entre ordenamientos jurídicos.
Este rasgo, el ser neutro, no implica sin embargo, que la elección que se practica por su
intermedio no resulte vinculada al Estado que la ha legislado, a su concepción de la
sociedad o a sus concepciones jurídicas, por el contrario, no está separada de esas
realidades, ya que cada elección contiene una opción axiológica que se evidencia cuando
se selecciona y que define el aspecto del caso que se considera el más significativo, más
gravitante o más estrechamente relacionado con su naturaleza misma, para regularlo —
v.gr., cuando se elige el lugar de celebración como derecho aplicable a la validez formal y
sustancial del matrimonio—.
La determinación del derecho aplicable, exigida por el método indirecto, se construye en
general de manera variable y determinable, en función de esas circunstancias del caso
que se captan mediante los puntos de conexión. Excepcionalmente, sin embargo, puede
mostrarse de manera estable y nominativa, mediante una conexión.
En el primer supuesto, la norma indirecta describe el derecho aplicable mediante
características que, sólo frente a un caso concreto, llegan a individualizarse e identificarse
con un derecho nacional: domicilio, lugar de cumplimiento, lugar de celebración; en el
segundo, en cambio, se indica nominativamente el derecho aplicable. La conexión indica
el país cuyo derecho es aplicable. En el DIPr. aparecen conexiones en las llamadas
normas indirectas unilaterales, en términos de Niemeyer, que determinan sólo la
aplicación del propio derecho (arts. 6º y 1209, CCiv. de Vélez)
La determinación abstracta, cuyo medio técnico de descripción del derecho aplicable es el
"punto de conexión", es la clásica, en principio, en el DIPr., se individualiza en atención a
las particularidades del caso dado que aquélla enfoca y es abierto el número de países
cuyo derecho puede resultar aplicable.
La conexión, en cambio, al formularse unilateralmente, mediante la elección del derecho
de un determinado país —el propio—, si bien puede parecerse a una norma unilateral
imperativa —norma de policía—, sin embargo, se diferencia de ésta porque resulta
susceptible de bilateralización y puede extraerse de ella la elección neutral o universal,
mientras que la norma de policía es exclusiva excluyente y de interpretación restrictiva y
no admite bilateralización. Los intereses que inspiran una y otra norma y también el juego
de las reglas del propio sistema, darán la pauta de la diferencia.

Los puntos de conexión pueden clasificarse en atención al objeto de referencia. Esta


clasificación, muy básica y elemental, tiene en cuenta los elementos extranjeros del caso
y es, por ello, que la clasificación, con miras al objeto, coincide con la de los elementos
extranjeros del caso.
Desde este ángulo, los puntos de conexión pueden ser personales, o sea, contemplar
cualidades abstractas de los sujetos (por ejemplo, la nacionalidad, el domicilio, la
residencia, etc.). Otros, que pueden llamarse reales, se refieren a los objetos del caso y
(como, verbigracia, la situación de inmuebles y de muebles, el lugar de inmatriculación de
un buque, una aeronave, un automotor, de la propiedad intelectual, de la patente, etc.).
Otros puntos de conexión, por último, enfocan los sucesos, el hacer de las partes, y
pueden denominarse conductistas (como, por ejemplo, el lugar de la celebración o del
cumplimiento de un contrato, puerto de salida o de destino, acuerdo de las partes
referente al derecho aplicable a un contrato).
Los puntos de conexión no acumulativos pueden ser simples o condicionales. El punto de
conexión simple consiste en que se aplica desde el principio una sola ley a determinado
aspecto, por ejemplo, a derechos reales sobre muebles con situación permanente, el
derecho de su situación (art.2629, CCCN).
Los puntos de conexión no acumulativos pueden ser simples o condicionales. El
subsidiario consiste en que la norma indirecta emplea un solo punto de contacto; pero
acude a un segundo (o ulterior), en caso de que el primer punto de conexión fracasase.
Por ejemplo, se declara aplicable el derecho del domicilio y, no existiendo domicilio, el
sistema prevé como aplicable el derecho de la residencia (art.2613, último párr., CCCN); o
se declara aplicable el derecho elegido por las partes (autonomía de las partes, art.2651,
CCCN) y no habiendo elegido las partes ningún derecho, se dispone la aplicación del
derecho del lugar del cumplimiento del contrato y aun, en defecto de éste, la ley del lugar
de celebración (art.2652, CCCN). El punto de conexión alternativo consiste en que la
norma indirecta ofrece varios puntos de contacto, entre los cuales la elección debe
llevarse a cabo a fin de aplicar uno, ya sea por la libre voluntad de las partes o en virtud
de un hecho determinado, previsto por el legislador, la regla general es favorecer la
aplicación de aquel derecho que es más beneficioso, en un cierto aspecto, o sea que
tiende a favorecer la validez del acto (favor legis).
Los puntos de conexión acumulativos son aquellos que aplican varios derechos a un
mismo caso o aspecto del caso. A su vez, pueden ser iguales o desiguales. Los iguales
consisten en que la misma cuestión es sometida a diferentes derechos que la resuelven
cada uno con independencia del otro: sólo el acuerdo entre todos los derechos aplicables
permite llegar a una solución positiva. Así, por ejemplo, resulta la adopción sólo válida, si
lo es tanto según el derecho domiciliario del adoptante como del adoptado (art.23, Trat. de
Der. Civ. Int. de 1940). Son puntos de conexión muy exigentes con los que el legislador
quiere blindar el caso y evitar actos claudicantes.
Los puntos de conexión desiguales consisten en aplicar a una cuestión un derecho,
que, no obstante, resulta completado o disminuido por otro derecho, que funciona junto
con él, como su límite mínimo o máximo. Como límite máximo procede, verbigracia, el
art.15 de la ley 11.723, que dispone que "la protección que la ley argentina otorga a los
autores extranjeros, no se extenderá a un período mayor que el reconocido por las leyes
del país donde se hubiere publicado la obra; si tales leyes brindan una protección mayor,
regirán los términos de la presente ley".
NORMA MATERIAL:
La norma material del DIPr. puede ser definida como una norma propia de las
relaciones internacionales de derecho privado que enuncia directamente la
solución aplicable al fondo del asunto.
Estas reglas, como todas las normas jurídicas, tienen una estructura bimembre: el tipo
legal que describe los supuestos de hecho de un caso iusprivatista multinacional o un
aspecto de él y la consecuencia jurídica que prescribe una solución, directa y sustancial,
de fondo para la controversia. No remite a un derecho competente del cual habrá de
desprenderse la solución de fondo, como lo hace la norma de conflicto, sino que dispone
una solución inmediata. Las normas materiales siguen el método de creación. Este
carácter sustancial o material es la primera característica de la norma.
Su segunda característica es que en el tipo legal de la norma material se describen los
elementos internacionales del caso, sus contactos relevantes con más de un Estado
nacional; esa descripción es condición de su aplicación y distingue la norma material del
DIPr., de la norma material del derecho interno. El tipo legal de la norma material capta
lógicamente el caso jusprivatista multinacional y no es dable asignar criterios generales y
absolutos para definir la multinacionalidad de los supuestos de hecho. Se requiere una
configuración convencional, legal o judicial, de los casos iusprivatistas multinacionales
que serán sometidos a soluciones materiales.
La tercera característica es que crea, directamente, una solución especialmente
adaptada a la multinacionalidad del caso, la consecuencia jurídica directamente
proyecta la solución material del caso, sin recurrir a la elección de un sistema jurídico
justificado del cual quepa, por vía indirecta, extraer la solución material.
Es claro que tanto el análisis como la comparación material constituyen tareas previas a la
creación de soluciones comunes. Con ello, la norma material resulta distinta, en su
contenido, de las normas internas que pueden tener por objeto las mismas relaciones,
pero captan en su tipo legal situaciones localizadas únicamente en un solo orden jurídico
nacional. Por ende, se da un fenómeno de dualidad, pues las normas materiales
coexisten dentro de un orden jurídico dado, junto con las normas internas, como una
suerte de régimen paralelo que toma en consideración la extranjería de los hechos del
caso descripto. El fundamento axiológico de tal consecuencia jurídica directa se basa en
las consideraciones de justicia que justifican el método de creación.
Dado que las normas materiales son normas especiales especialmente adaptadas a la
naturaleza multinacional del caso, cuando hay normas materiales reguladoras de un caso,
no cabe ya el recurso a la norma de conflicto, es decir, al método de elección en ese
mismo aspecto.
De otro lado, las normas materiales son poderosos instrumentos de internacionalidad para
lograr la uniformidad internacional de las soluciones de fondo, a través de convenciones
que contienen normas materiales uniformes creadas para casos multinacionales y que
definen más o menos precisamente los casos convencionalmente típicos que
reglamentan, v.gr., la venta internacional de mercaderías (Convención de Viena de 1980)
o el transporte internacional (Convención de Varsovia-La Haya) o la propiedad intelectual
(Convención de París).
LA NORMA DE POLICÍA O INTERNACIONALMENTE IMPERATIVA

Las normas de policía captan un fenómeno que no es nuevo, pues ya ha sido advertido
desde los orígenes del DIPr. moderno, el mismo Savigny había percibido que existían
clases de leyes cuya naturaleza especial no admitía la independencia de la comunidad de
derecho entre diferentes Estados y que en presencia de estas leyes debía el juez aplicar
exclusivamente el derecho nacional, aunque el principio legal exigiera la aplicación del
derecho extranjero. De aquí, sostenía que resultaban una serie de excepciones muy
importantes, cuya determinación rigurosa era quizás la parte más difícil del problema a
resolver. Señalaba que ciertas leyes dentro de un Estado eran de una naturaleza positiva
rigurosamente obligatoria y se dictaban por motivos de interés general; que su aplicación
no admitía libertad de apreciación y que no tenían en cuenta los límites de los verdaderos
Estados y, por lo tanto, se imponían a los jueces.
El control de orden público es un mecanismo de evicción, de saneamiento, llamado a
intervenir, llegado el caso, cuando el contenido del derecho extranjero elegido por la
norma de conflicto violenta alguno de los primeros principios que inspiran nuestro
ordenamiento. Las normas del foro que nos ocupan, en cambio, no se interesan por el
contenido de la ley extranjera eventualmente aplicable, son normas que están dotadas de
una imperatividad que conduce a su inmediata aplicación, las anima un interés de orden
público o que el Estado está interesado en tutelar y se ha dicho de ellas, que son la
expresión positiva del orden público ya que brindan una solución y no conducen a una
exclusión.
En efecto, el hecho de que sean consideradas de aplicación necesaria, torna inútil
examinar la procedencia de una norma material o de conflicto bilateral, el mecanismo de
la aplicación inmediata produce una suerte de "economía de razonamiento": en lugar de
partir de la situación de hecho para determinar la ley aplicable, el juez declara aplicable la
disposición de policía en función de lo que él estima que es su fin y su voluntad de
aplicación, el enfoque es unilateral.
Entre nosotros, Boggiano generalizó la expresión norma de policía que es la terminología
que cuenta con mayor aceptación, la Comisión redactora del nuevo CCCN, sin embargo,
prefirió adoptar, en el art.2599, la expresión normas internacionalmente imperativas,
utilizando para nominar esta categoría normativa, de uno de sus rasgos específicos. La
reforma, sin dudas, tiene el gran mérito de haber receptado en nuestro derecho positivo la
categoría normativa y de haber indicado las pautas para su funcionamiento y para la
apertura del sistema a normas de policía de otros Estados.
El art.2599 en su primer párrafo capta conceptualmente la tipología, expresando que las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho argentino
son las que se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la voluntad y excluyen la
aplicación del derecho extranjero elegido por las normas de conflicto o por las partes.
Boggiano explica, para atribuirle un contenido conceptual que precise su alcance con
algún rigor, que la norma de policía capta en su tipo legal un caso jusprivatista
multinacional y lo somete al derecho material propio delimitando expresamente su
ámbito de aplicación espacial y menciona como ejemplo el art.604 de la ley 20.094, de
la navegación. Esta norma dice que "las disposiciones de esta ley que regulan la
responsabilidad del transportador con respecto al pasajero y a su equipaje, se aplican a
todo contrato de transporte de personas por agua celebrado en la República o cuyo
cumplimiento se inicie o termine en puerto argentino, sea el buque nacional o extranjero, o
cuando sean competentes para entender en la causa los tribunales de la República" ,
siendo de destacar las conexiones alternativas con el territorio argentino que llevan a la
aplicación de la ley 20.094.
Entre los rasgos característicos de la norma de policía se subraya que presenta la
estructura de una norma indirecta, pues elige un derecho aplicable, pero no se trata de
una captación neutral, el derecho elegido es siempre el propio sistema, el derecho del
legislador, de ahí que se sostenga que en todo caso, sería asimilable una norma de
conflicto unilateral inderogable, no bilateralizable, que remite normativamente al derecho
propio, de modo exclusivo, excluyente e inflexible. No hay lugar para el derecho extranjero
ni para la autonomía de las partes.
Desde otro sesgo, las normas de policía son especiales en el sistema normativo del DIPr.
desplazan por ello a las normas de conflicto generales y excluyen absolutamente la
posibilidad de la aplicación del derecho extranjero en el aspecto que rigen. Son normas
excluyentes de toda otra regulación.

JURISDICCION
Una norma de jurisdicción puede estar tanto en una fuente interna como en una
internacional. Cada Estado es soberano y dentro de esa soberanía esta la soberanía
jurisdiccional. Por este motivo, el principio general es que cada Estado juzga los casos
que suceden dentro de su territorio, pero hay excepciones.
¿Por qué es importante el contexto jurisdiccional? Por 2 cuestiones:
1. Para saber que jurisdicción es competente. Quien será el juez que atenderá en el caso; y
2. Para saber cuál será el derecho aplicable.
El primer interrogante que habrá que plantearse en estos casos se referirá a la jurisdicción
competente. Esto es, la determinación del tribunal ante el cual ocurriremos a plantear el
litigio (forum), casi inmediatamente, una segunda inquietud nos llevará a preguntarnos
sobre el derecho de fondo aplicable al conflicto (ius).
Para responder a estas cuestiones es aconsejable examinar, con un enfoque global y
totalizador, cuáles son los criterios atributivos de jurisdicción de cada uno de los Estados
vinculados al caso, a fin de evaluar cuáles de ellos son los que se abocarían al
conocimiento de la cuestión; examinar el criterio con el que cada país responde al
problema del derecho aplicable, y optar, luego, por aquel foro que nos asegure una mayor
efectividad si llega la hora de tener que ejecutar coactivamente para el cumplimiento de
una eventual sentencia favorable. Así, el DIPr, aparece comprensivo de las normas de
fondo (conflicto, materiales y de policía) el cual es llamado a decidir si debe aplicarse una
norma especial, el derecho local o uno extranjero para solucionar el caso y, en este último
supuesto, cuál sistema de derecho extranjero es competente para hacerlo.
Los criterios para fijar la jurisdicción en el sentido de “poder de los tribunales de un
determinado país para conocer en un litigio que le es sometido” pueden ser diferentes y
dar lugar a "conflictos jurisdiccionales" positivos o negativos. Los primeros se producirían
cuando dos o más jueces, por ejemplo, de otros tantos países se consideran competentes
para conocer el mismo caso, y los segundos, cuando ambos o todos se consideran
incompetentes.
El art. 2604 CCyC nos da la solución a los conflictos jurisdiccionales positivos:
“Cuando una acción que tiene el mismo objeto y la misma causa se ha iniciado
previamente y está pendiente entre las mismas partes en el extranjero, los jueces
argentinos deben suspender el juicio en trámite en el país, si es previsible que la decisión
extranjera puede ser objeto de reconocimiento. El proceso suspendido puede continuar
en la República si el juez extranjero declina su propia competencia o si el proceso
extranjero se extingue sin que medie resolución sobre el fondo del asunto o, en el
supuesto en que habiéndose dictado sentencia en el extranjero, ésta no es susceptible de
reconocimiento en nuestro país”.
Jurisdicción Internacional, Criterios Clasificatorios: Directa e indirecta. Exclusiva y
concurrentes. Jurisdicción General y particular.
El conflicto de jurisdicciones se da en los casos con elementos extranjeros que puedan
justificar la intervención de los tribunales de distintos países, siendo las reglas de
competencia internacional las que resuelven cuál Estado debe proveer el tribunal.
Corresponde analizar la jurisdicción internacional en sus diversos aspectos:
• El poder del Estado para entender en una controversia que le es sometida: en esta
hipótesis el juez o el árbitro se plantea el interrogante si es competente para dirimir una
determinada desavenencia (Jurisdicción Internacional Directa).
•El poder de un tribunal extranjero de producir una decisión o un pronunciamiento en
condiciones de ser reconocido o ejecutado en otro, y la facultad del tribunal local para
intervenir respecto de cuestiones que están bajo la competencia del tribunal extranjero.
En este supuesto nos hallamos frente a la cuestión de la colaboración judicial
internacional y al reconocimiento o ejecución de sentencia y laudos (Jurisdicción
Internacional Indirecta).
El concepto que damos de jurisdicción directa es el siguiente: Aquella jurisdicción que
ejercita el juez que se comporta como director del proceso, del proceso principal.
Jurisdicción indirecta es aquélla que ejercita el juez que hace lugar a un pedido de
asistencia internacional. Este juez no se comporta como director del proceso. Lo más
importante de esto es la virtualidad que tiene es el reconocimiento de los efectos de una
sentencia dictada por un juez extranjero. La competencia puede además ser concurrente
o exclusiva, según se admita o no la competencia internacional de los tribunales de varios
países:
•Competencia exclusiva: Artículo 2609: Jurisdicción exclusiva. Sin perjuicio de lo
dispuesto en leyes especiales, los jueces argentinos son exclusivamente competentes
para conocer en las siguientes causas:a) en materia de derechos reales sobre inmuebles
situados en la República; b) en materia de validez o nulidad de las inscripciones
practicadas en un registro público argentino; c) en materia de inscripciones o validez
de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos industriales y demás derechos
análogos sometidos a depósito o registro, cuando el depósito o registro se haya solicitado
o efectuado o tenido por efectuado en Argentina.
El artículo 1° del Cód. Proc. Civ. Y Com. De la Nación no permite el acuerdo de elección
de foro en los casos de jurisdicción exclusiva. Excepcionalmente, encontramos casos de
jurisdicción exclusiva cuando por la materia, el Estado no admite otra jurisdicción que la
de sus propios órganos jurisdiccionales, y excluye en consecuencia la jurisdicción de
cualquier otro Estado.
Entonces la jurisdicción exclusiva se da en aquellos casos en que el ordenamiento
jurídico trata de proteger ciertos intereses. La norma habilita la posibilidad de que leyes
especiales dispongan otros casos de jurisdicciones exclusivas (El art 2635, consagra la
jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos respecto de la declaración en situación de
adoptabilidad, la decisión de guarda con fines de adopción y para el otorgamiento de una
adopción en caso de niños con domicilio en la República).
Los foros exclusivos son excepcionales y de interpretación restrictiva, en consecuencia,
los jueces argentinos no deberían asumir este tipo de jurisdicción si no existe una
disposición que expresamente lo indique.
•Competencia concurrente: Cuando no están presente estos bienes que el derecho
quiere tutelar, como sucede en la competencia exclusiva, por ejemplo, en materia
contractual, que rige el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, qué más da
que intervenga uno u otro juez. En este caso los ordenamientos disponen dar libertad a
las partes, y dejan en sus manos la posibilidad de que puedan elegir que con la misma
eficacia intervenga un juez u otro juez. Cuando existe la posibilidad de que intervenga un
juez u otro juez, la jurisdicción se denomina concurrente, es decir, concurren a la solución
éste o aquél, con la misma función de decidir el conflicto, en definitiva. La jurisdicción
general consiste cuando se den a conocer todas las controversias que se planteen en los
límites que le corresponden a un juez o magistrado en su nivel federal o local. La
jurisdicción particular surge con el objeto de especializar a los juzgadores por rama del
derecho, es por ello por lo que en algunos Estados de la República vemos juzgados y
tribunales especializados por materia (civil, penal, administrativa, etc.)
Foro de necesidad:
En ciertos supuestos excepcionales, será necesario que los tribunales se aparten de la
regla de incompetencia que marcan las normas del rito aplicables al caso. Ello ocurrirá
cuando se advierta que admitir la jurisdicción argentina es el único medio de evitar una
denegación internacional de justicia que comprometa la garantía de defensa en juicio (arg.
Art.24, inc. 7º, dec. 1285/1958). Así, por ejemplo, en supuestos en los que se diere o
verosímilmente pudiere plantearse una efectiva contienda negativa de jurisdicción entre
jueces de países que no tienen un tribunal superior común que dirima la cuestión, pues
ello originaría un conflicto insoluble de jurisdicción (arg. art.9º, ley 4055).
El art.2602, CCCN haciéndose eco de la elaboración pretoriana y de la doctrina surgida
en torno a esta problemática, introduce el concepto de foro de necesidad y faculta a los
jueces argentinos, en forma excepcional, a intervenir en la resolución de un caso
iusprivatista multinacional, aun cuando por las reglas de atribución de jurisdicción
previstas por nuestra legislación no sean competentes, si con ello se persigue evitar la
denegación internacional de justicia.
Esta regulación de la apertura de la jurisdicción argentina en estos supuestos es de
excepción. Esta facultad ya había sido reconocida a nuestros tribunales por la CSJN para
preservar esos valores involucrados en el caso de interés superior, con sustento
normativo en una vieja jurisprudencia que permite una interpretación extensiva del art.9º
de la ley 4055 a otros conflictos insolubles de jurisdicción entre jueces.
Este es un tema interesante que dio lugar en 1960 a un fallo de la CSJN conocido como
“Caso Vlasov”.
El caso se trata de que el señor Vlasov se casa con una señora en Rumania y luego se
vienen a vivir a Argentina. Este señor era un comerciante muy importante que tenía la
distribución de varios productos por lo que viajaba mucho a Europa. Un día, no estando
bien las cosas con su esposa, se plantea la necesidad de hacer la separación.
En Argentina regía en esos años la ley de matrimonio civil, la cual no contemplaba el
divorcio y además tenía a la mujer como una incapaz relativa de derecho, por lo tanto, sus
bienes eran administrados por su marido. Esta ley contemplaba sólo la separación
personal, que mantenía subsistente el vínculo y solamente extinguía la sociedad
conyugal. Pero también la ley tenía una normativa acerca de la jurisdicción: Establecía
que el juez competente es el juez del domicilio del marido. El sr Vlasov conociendo la ley,
se va a Europa y no vuelve a fijar domicilio, con lo cual no se podía establecer quién era
el juez competente en el caso. La mujer plantea este hecho a un tribunal de Bs As, el cual
resuelve que no es competente, ya que era claro que su esposo no tenía domicilio en la
Argentina. La mujer apela esta decisión, pero la Cámara decide ratificar la sentencia de
primera instancia.
Finalmente, el caso llega a la CSJN, la cual decide que, si se sigue con el hecho de que
los tribunales argentinos no son competentes para resolver en el caso, se estaría
agravando el estado de indefensión de la mujer. Es necesario darle un juez competente
de forma urgente, aunque la ley así no lo consagre. Lo que ve este fallo es la situación de
vulneración de la mujer, por lo que la Corte sostiene: “En nada se va a modificar el
espíritu de la ley si se sigue la pauta procesal de entender para encontrar la justificación
de que son competentes los jueces argentinos.
Medidas provisionales y cautelares
Ámbito de aplicación.
El art. 2603, CCCN, regula los casos en los cuales los jueces argentinos pueden disponer
medidas cautelares y provisionales, sin perjuicio de las disposiciones especiales que
resulten de los tratados y convenciones vigentes de aplicación en la materia. Dispone la
norma como criterio general que los jueces argentinos estarán facultados para disponer
medidas de este tipo cuando sean competentes en el proceso principal, sin importar que
los bienes o las personas se hallen o no en la República. Esta facultad constituye
precisamente una derivación de su competencia en el proceso principal, ello, sin perjuicio,
obvio es decirlo, de que la efectividad en la traba de la medida, si las personas o bienes
se encuentran fuera del país, siempre dependerá del acogimiento que los jueces
extranjeros le brinden a la medida dispuesta.
Prevé así el art.2603, inc. c), que estas medidas pueden ser decretadas a pedido de un
juez extranjero competente o en casos de urgencia, cuando los bienes o las personas se
encuentran o pueden encontrarse en el país, aunque carezcan de competencia
internacional para entender en el proceso principal. Se supera con esta disposición una
tradicional reticencia a aceptar medias cautelares decretadas por tribunales de otro
Estado, lo cual representa un paso importante en la línea de la cooperación y del auxilio
procesal internacional.
Al disponerse que la medida sea decretada "a pedido de juez competente" sin otra
precisión, se está reservando a nuestros tribunales, como Estado requerido, el ejercicio
de una facultad de control de ese aspecto de la jurisdicción indirecta, de modo general.
También se contempla la traba de medidas cautelares en casos de urgencia, lo cual no es
más que una derivación de la admisión del foro de necesidad admitido en el art.2602,
CCCN, y para su concreción son de aplicación los mismos principios a los que ha de
ajustarse ese instituto, ya explicados supra.
Estas medidas pueden ser decretadas cuando los bienes o las personas se encuentran o
pueden encontrarse en el país, aunque se carezca de competencia internacional para
entender en el proceso principal, y encuentran también su correlato en la regulación de
las acciones preventivas introducidas en el derecho interno con el criterio contemplado
por el art.1711 del CCCN.
Ergo, que procederá el dictado de estas cautelares en el país cuando una acción u
omisión antijurídica haga previsible la producción de un daño, su continuación o su
agravamiento, casos en los que, incluso, no sería exigible ningún factor de atribución
estando legitimados para reclamar quienes acrediten un interés razonable en la
prevención del perjuicio (art.1712). El nuevo Código Civil y Comercial incluye a la
prevención, como función propia de la responsabilidad civil, constituyendo el soporte en el
que se asienta el sistema de responsabilidad en el derecho privado patrimonial (véase el
art.1708, CCCN). La tutela preventiva que permite, en ciertos y excepcionales supuestos
conjurar la producción de un daño, su continuación o agravamiento, ante actos u
omisiones antijurídicas, como correlato del deber de prevención de daño que aparece en
los supuestos de responsabilidad civil (art.1710), ya sea evitando causar un daño no
justificado o adoptando medidas razonables para evitar que se produzca, para disminuir
su magnitud o, para no agravarlo si ya se produjo.
Sin embargo, estas medidas deben ser concedidas y mantenidas con prudencia por parte
de los tribunales, pues, si son provisionales, no pueden mantenerse sine die si es que la
cuestión no se judicializa debidamente.
Admisibilidad. Trámite. Contracautela. Gastos
La admisibilidad de la medida cautelar se halla regulada por las leyes del Estado
requirente y ha de ser resuelta por los jueces o tribunales de ese país, sin embargo, le
incumbe al tribunal requerido adoptar las providencias necesarias para su efectivización,
de acuerdo con la ley del lugar donde están situados los bienes o residan las personas
objeto de la medida. La ejecución de la medida cautelar, normalmente, exigirá la
contracautela o garantía respectiva que serán examinadas y resueltas, en su caso, por los
jueces del tribunal requerido según sus leyes (véase art.6º, Protocolo de Ouro Preto).
Cartas rogatorias: recaudos:
La solicitud de medidas cautelares será formulada a través de exhortos o cartas
rogatorias que se transmitirán por vía diplomática o consular, a través de la autoridad
central o por las partes interesadas. En los tres primeros casos, no se exigirá legalización;
si la transmisión se hiciera por intermedio de la parte interesada, deberá procederse a la
legalización por agentes diplomáticos o consulares, salvo que los Estados requirente o
requerido hubiesen suprimido este requisito o lo hubiesen sustituido por otra formalidad
(la apostille, prevista por la Convención de La Haya de supresión de legalización del 5 de
octubre de 1961 —ley 23.458—, por ejemplo).
El cumplimiento de estas medidas no se halla sometido ni condicionado por trámite
alguno de reconocimiento o ejecución de sentencias ni a otro procedimiento
homologatorio.
Las cartas rogatorias contendrán: a) la identificación y el domicilio del juez o tribunal
que impartió la orden; b) copia autenticada de la petición de la medida cautelar y de la
demanda principal, si la hubiere; c) documentos que fundamenten la petición; d) auto
fundado que ordene la medida cautelar; e) información acerca de las normas que
establezcan algún procedimiento especial que la autoridad jurisdiccional requiera o solicite
que se observe; f) indicación de la persona que en el Estado requerido deba atender a los
gastos y costas judiciales debidas.
Cuando las circunstancias lo exijan, las rogatorias informarán sobre existencia y domicilio
de defensorías de oficio competentes. En todo caso, estas piezas se redactarán en el
idioma del Estado requirente con traducción, además, en el idioma del Estado requerido.
Las costas y gastos serán responsabilidad de la parte solicitante de la medida cautelar.
En diferente situación en punto a la exigencia de exequatur se encontrarían las
ejecuciones sobre medidas cautelares decretadas, por ejemplo, en el marco de los
Tratados Bilaterales de Inversiones en los que se hubiese renunciado expresamente a
ese requisito previo, sin embargo, cabe dejar a salvo una posible objeción de orden
público
Litispendencia
Las normas que regulan las cuestiones de litispendencia (lis pendens, lis alibi pendens) y,
eventualmente, la conexidad, tienen por objeto evitar la existencia de sentencias
contradictorias entre los tribunales de los distintos Estados miembros que tengan el
mismo objeto y se refieran a las mismas partes.
Sólo se contemplaba la litispendencia como una excepción susceptible de ser opuesta
con éxito, dentro del trámite del exequatur, frente al pedido de reconocimiento y ejecución
de una sentencia extranjera. Esto implicaba que, con el consiguiente dispendio
jurisdiccional, de esfuerzos, tiempo y dinero, sólo ante el planteo de un pedido de
exequatur, en el art.517, inc. 5º, CPCCN, y en general en los códigos procesales de
provincia, se previese que la parte demandada pudiera oponer la litispendencia si la
sentencia que se pretendía reconocer resultaba incompatible con otra pronunciada, con
anterioridad o simultáneamente, por un tribunal argentino.
El Protocolo de Las Leñas de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en Materia
Civil, Comercial, Laboral y Administrativa, suscripto el 27/6/1992, en su art.22 también
contempla, de modo coincidente con el art.517, CPCCN, que cuando se tratare del
reconocimiento y ejecución una sentencia o de un laudo arbitral entre las mismas partes,
fundada en los mismos hechos y que tuviere el mismo objeto que el de otro proceso
jurisdiccional o arbitral en el Estado requerido, su reconocimiento y ejecutoriedad
dependerán de que la decisión no sea incompatible con otro pronunciamiento anterior o
simultáneo recaído en tal proceso en el Estado requerido.
Asimismo, contempla el Protocolo en una medida preventiva de prácticas abusivas que no
se reconocerá ni se procederá a la ejecución cuando se hubiere iniciado un procedimiento
entre las mismas partes, fundado en los mismos hechos y sobre el mismo objeto, ante
cualquier autoridad jurisdiccional de la parte requerida con anterioridad a la presentación
de la demanda ante la autoridad jurisdiccional que hubiere pronunciado la resolución de la
que se solicite el reconocimiento.
Artículo 2604: Litispendencia. Cuando una acción que tiene el mismo objeto y la misma
causa se ha iniciado previamente y está pendiente entre las mismas partes en el
extranjero, los jueces argentinos deben suspender el juicio en trámite en el país, si es
previsible que la decisión extranjera puede ser objeto de reconocimiento. El proceso
suspendido puede continuar en la República si el juez extranjero declina su propia
competencia o si el proceso extranjero se extingue sin que medie resolución sobre el
fondo del asunto o, en el supuesto en que, habiéndose dictado sentencia en el extranjero,
ésta no es susceptible de reconocimiento en nuestro país.
La litispendencia, tiene lugar cuando existen varios procedimientos sobre el mismo objeto,
la misma causa y con identidad de partes, y tiene por finalidad procurar que sobre una
misma controversia sometida a un órgano judicial de un país se produzca otro litigio
posterior con posibilidad de que se produzcan resoluciones contradictorias.
Acuerdo de elección de foro
Artículo 2605: Acuerdo de elección de foro. En materia patrimonial e internacional, las
partes están facultadas para prorrogar jurisdicción en jueces o árbitros fuera de la
República, excepto que los jueces argentinos tengan jurisdicción exclusiva o que la
prórroga estuviese prohibida por ley. La denominación prórroga de jurisdicción permite,
bajo tales circunstancias, elegir el foro judicial o arbitral que las partes deseen. Cualquier
cláusula de elección de foro, para ser válida deberá ser válida de acuerdo al derecho
internacional privado de, Estado designado por las partes y por el derecho del Estado
cuyos tribunales sean requeridos o ante quienes se solicite el reconocimiento y/o
ejecución de la sentencia.
Carácter exclusivo de la elección de foro.
Artículo 2606: Carácter exclusivo de la elección de foro. El juez elegido por las partes
tiene competencia exclusiva, excepto que ellas decidan expresamente lo contrario.
Atribuir carácter exclusivo a los acuerdos de elección de foro implica que el tribunal
designado por las partes será competente para conocer de un litigio al que se aplique
dicho acuerdo, salvo que el acuerdo sea nulo según la ley del Estado. En ningún caso,
podrá declinar el ejercicio de su competencia fundándose en que el tribunal de otro
Estado debería conocer del litigio. A su turno, un tribunal distinto al elegido debe rechazar
la demanda.

Principios de la Jurisdicción Internacional:


 Independencia: Cada estado en forma independiente del otro decide en que casos
interviene. Los Estados van a reclamar para si jurisdicción exclusiva sobre algunos temas.
La excepción es la jurisdicción exclusiva: cuando un Estado decide que en determinados
casos solo pueden entender sus jueces nacionales. La independencia jurisdiccional puede
dar lugar a conflictos jurisdiccionales positivos.
 Interdependencia: Es la contracara del principio de independencia. Es el límite que
ponen los Estados para reconocer las sentencias de los otros Estados. Se justifica en que
no hay tribunales supranacionales que diriman estas diferencias. Litispendencia
internacional: cuando dos jueces de distintos Estados se declaran competentes en un
mismo caso (mismas partes, misma causa, mismo objeto), como no hay un tribunal
superior, puede generar conflictos jurisdiccionales positivos.
 Derecho de Defensa del Demandado: Ninguna persona puede agraviarse si es juzgado
ante los jueces de su domicilio. Si el demandando es juzgado por una jurisdicción de la
cual no puede prever que sería juzgado se viola su derecho de defensa, no solo en el
proceso sino también de manera sustancial (fondo). Todos los países aceptan que los
jueces del domicilio del demandado reconozcan jurisdicción. El domicilio del demandado
es universalmente aceptado como jurisdicción. Este principio puede dar lugar a conflictos
de jurisdicción negativos: Ningún Estado dice que va a entender en el caso. Se viola el
derecho de acceso a la justicia, a una tutela judicial efectiva.
 Eficacia: La sentencia que alcancemos debe ser eficaz y eventualmente poder ser
reconocida en el Estado que necesitamos que lo haga. Cuando se cumplen los principios
anteriores debo poder solucionar el caso de manera eficaz.
Criterios Atributivos de Jurisdicción: ¿Con que criterio vamos a decir que un juez tiene
jurisdicción?
 Domicilio del Demandado: Excepto disposición particular, las acciones personales deben
interponerse ante el juez del domicilio o residencia habitual del demandado. Es una norma
de jurisdicción residual.
 Foro de Necesidad: El art.2602 del CCyC introduce el concepto de foro de necesidad y
faculta a los jueces argentinos, en forma excepcional, a intervenir en la resolución de un
caso iusprivatista multinacional, aun cuando por las reglas de atribución de jurisdicción
previstas por nuestra legislación no sean competentes, si con ello se persigue como
finalidad evitar la denegación internacional de justicia. Esta facultad requiere como
condiciones/requisitos:
 Que no sea razonable el inicio de la demanda en el extranjero,
 Que la situación litigiosa presente contacto suficiente con el país,
 Que se garantice el derecho de defensa en juicio y
 Que se atienda a la conveniencia de lograr una sentencia eficaz.
La finalidad de evitar la denegación internacional de justicia es recaudo necesario,
pero NO suficiente, para habilitar a los jueces argentinos a intervenir en la resolución de
un caso iusprivatista multinacional ya que, además, deben darse los demás requisitos
establecidos, los que equilibran esta intervención excepcional con otros extremos
relevantes y exigibles de la jurisdicción internacional.
 Jurisdicción Exclusiva: La legislación dice cuando solo un juez tiene jurisdicción. Sin
perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, los jueces argentinos son exclusivamente
competentes para conocer en las siguientes causas: a) en materia de derechos
reales sobre inmuebles situados en la República; b) en materia de validez o nulidad de las
inscripciones practicadas en un registro público argentino; c) en materia de inscripciones o
validez de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos industriales y demás derechos
análogos sometidos a depósito o registro, cuando el depósito o registro se haya solicitado
o efectuado o tenido por efectuado en Argentina.
 Prorroga de Jurisdicción: El CCyC sigue el criterio de la autonomía de la voluntad como
criterio atributivo de jurisdicción internacional en materias disponibles para las partes. Así
las partes, pueden acordar otorgarle jurisdicción a un juez extranjero o a un árbitro, no
obstante si el caso es ABSOLUTAMENTE INTERNO la jurisdicción es improrrogable.

Cláusula de prorroga voluntaria de jurisdicción: Son aquellas cláusulas de  contratos


o convenciones modificatorios de la competencia internacional por los cuales las partes
interesadas prevén la posibilidad de someter un litigio ya producido, o bien un litigio futuro
y eventual, a la competencia de un tribunal específico o a los tribunales de un Estado
elegido. 

En cuanto a las convenciones derogatorias de la jurisdicción, sólo proceden cuando la


competencia internacional es facultativa, cuando las partes pueden disponer del tribunal
competente, eligiendo los tribunales de otro Estado. Esto sólo tiene eficacia dentro de los
límites de un Estado que admita este tipo de acuerdos, pero serán ineficaces si el Estado
en cuestión se considera con jurisdicción internacional exclusiva en determinadas
cuestiones y no admite la derogación de su competencia, ni unilateralmente, ni por
acuerdo de partes.
Artículo 2607: Prórroga expresa o tácita. La prórroga de jurisdicción es operativa si
surge de convenio escrito mediante el cual los interesados manifiestan su decisión de
someterse a la competencia del juez o árbitro ante quien acuden. Se admite también todo
medio de comunicación que permita establecer la prueba por un texto. Asimismo, opera la
prórroga, para el actor, por el hecho de entablar la demanda y, con respecto al
demandado, cuando la conteste, deje de hacerlo u oponga excepciones previas sin
articularla declinatoria.
En ambos casos cabría sancionar la infracción con la invalidez del pacto y con la
consecuencia de que resurgirían las reglas subsidiariamente aplicables en la materia de
que se trate, en cuanto a los criterios de atribución de jurisdicción de fuente interna o
internacional vigentes.
El art. 2606 CCyC consagra el carácter exclusivo de la elección de foro estableciendo que
el juez elegido por las partes tiene competencia exclusiva, excepto que ellas decidan
expresamente lo contrario. La carga de la prueba, es claro, siempre estará a cargo de
la parte interesada en uno u otro planteo.
El art. 2607 CCyC contempla tanto la prórroga expresa como la tácita. Allí se indica que la
prórroga de jurisdicción es operativa si surge de convenio escrito mediante el cual los
interesados manifiestan su decisión de someterse a la competencia del juez o árbitro ante
quien acudan. Se admite también todo medio de comunicación que permita establecer la
prueba por un texto.
Artículo 2607: Prórroga expresa o tácita. La prórroga de jurisdicción es operativa si
surge la prórroga, para el actor, por el hecho de entablar la demanda y, con respecto al
demandado, cuando la conteste, deje de hacerlo u oponga excepciones previas sin
articular la declinatoria.
 Prorroga expresa: La prórroga puede ser expresa, hecha por escrito, ya incluida como
cláusula inserta en el mismo contrato que vincula a las partes, ya pactada en un
instrumento separado con referencia a él (compromiso, por ejemplo). En tal caso, las
partes convienen, explícitamente, su decisión de someterse a la competencia del juez al
cual habrán de acudir. Hay regímenes que imponen la forma escrita (Austria, Italia), pero
no es el supuesto de nuestro derecho.
 Prorroga tacita: Es necesario la certeza de que la voluntad de las partes en este sentido
es real, no es suficiente una voluntad hipotética, debe constatarse la existencia de una
voluntad real de las partes. La prórroga tácita siempre se produce, para el actor, por el
hecho de entablar la demanda y, para el demandado, cuando la contestare sin interponer
excepción de jurisdicción. En estos casos, la actitud de una o de la otra parte tiene como
resultado sustentar la opción por la competencia internacional del Estado delante del cual
el proceso ha tenido lugar, vedando que más tarde pueda replantearse la cuestión de
competencia, por ejemplo, para cuestionar el exequatur de la sentencia que se pronuncie.

Tiempo del acuerdo: En cuanto al momento en el que puede realizarse el acuerdo, surge
de lo precedentemente señalado que cabe, tanto la convención previa, por escrito, antes
del litigio (ante litem natam), como la posterior, expresa o tácita (post litem natam).

Requisitos:
 El carácter patrimonial del litigio: Esto tiene justificación en el carácter disponible que han
de tener las materias que sean susceptibles de acuerdos de este tipo entre las partes. En
efecto, las cuestiones de familia, o relativas al estado civil o capacidad de las personas,
involucran intereses superiores cuya regulación no puede quedar librada al solo arbitrio de
los interesados
 La índole internacional de la controversia: Nuestra legislación nacional, siguiendo una
tendencia generalizada, sólo admite el desplazamiento de la soberanía jurisdiccional de
nuestros tribunales ante el carácter multinacional del diferendo. Así las partes, pueden
acordar otorgarle jurisdicción a un juez extranjero o a un árbitro, no obstante si el caso es
interno la jurisdicción es improrrogable.

Ventajas de la prorroga:
 Se eliminan las dificultades que por lo general acompañan a la determinación del tribunal
competente ante un litigio dado, lo que es especialmente valorado especialmente en el
ámbito del comercio internacional.
 Otorga certeza: sobre la jurisdicción internacional, eliminando el peligro de posibles
conflictos positivos o negativos entre jueces de diversos Estados nacionales.
 Neutralidad: Entre otros beneficios, la prórroga también permite que la elección recaiga en
tribunales de terceros Estados que puedan considerarse "neutrales". Se busca, con ello,
garantizar una imparcialidad deseable, tanto cuando nos enfrentarnos a posibles
conflictos entre partes de similar poder económico, como cuando prevemos la disparidad
de situaciones desde tal punto de vista.
 Previene fórum shopping: las cuestiones de litispendencia y el dictado de sentencias
contradictorias y facilitar la pre-constitución de garantías del cumplimiento de la sentencia
en el territorio del foro prorrogado (foro de patrimonio bilateralmente acordado). 

En definitiva, la cláusula de prórroga de jurisdicción facilita la certeza y la previsibilidad


que constituyen uno de los ejes del desarrollo del comercio internacional. La cláusula de
prorroga es autónoma, es independiente al contrato. La nulidad que una parte pueda
plantear al contrato, no afecta esta cláusula. El derecho que rige es el derecho del lugar
donde se va a cumplir la prórroga. Cada juez evalúa si tiene competencia según su propio
derecho. Las partes incluso pueden prorrogar en un foro de patrimonio acordado (pactar
una prorroga en un país donde ambas partes tienen bienes).
1. Foro de Patrimonio: Las acciones sobre la prestación alimentaria, si fuese razonable
según las circunstancias del caso, pueden interponerse ante los jueces del lugar donde el
demandado tenga bienes. Este criterio esta tanto en una fuente internacional como en
una fuente interna.
 Forum  (foro)  Causae  (derecho aplicable): Van a tener jurisdicción los jueces cuyo
derecho sea el derecho aplicable. El forum causae, como criterio de jurisdicción
internacional principal o concurrente, conduce a atribuir el conocimiento de la causa a los
jueces del país cuyo derecho, según las normas de conflicto del foro, resulta aplicable
para resolver el fondo del asunto. Esta posibilidad, en teoría, tiene la ventaja de que
permite la coincidencia entre derecho aplicable y tribunal competente. En nuestro
derecho, los Tratados de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1889 y 1940
(art.56, en ambos), dentro del contexto de las reglas de derecho uniformes de esos
Tratados consagran un supuesto de forum causae de base legal, para acciones
personales, previsto de modo concurrente con los tribunales del domicilio del demandado.
Esta norma establece la jurisdicción de los jueces del lugar a cuya ley está sujeto el acto
jurídico materia del juicio. Este criterio puede traer dudas interpretativas y falta de
efectividad en la sentencia.
 Forum Non Convinient  (foro no conveniente): Los jueces evalúan si es conveniente
que ellos entiendan en determinado caso. argentina decidió no regular este criterio.
 Forum Actoris: Se usa usualmente para juicios de alimentos. Sirve para evitar la
denegación de justicia. Es un supuesto excepcional. Se le da al actor una tutela jurídica
específica porque se lo considera vulnerable.
 Forum Shopping: NO es un criterio de atribución. Será una jurisdicción que tiene como
criterio el forismo. Frente a un caso iusprivatista internacional ellos analizan la jurisdicción
y si tienen jurisdicción, tratan el caso como si fuera un caso interno. Esto le trae
problemas al demandado porque se encuentra con un derecho que no esperaba. Vulnera
el derecho a la defensa (principio de jurisdicción) y como viola ese principio no puede ser
un criterio atributivo. También puede pasar que en otros países no te reconozcan la
sentencia. Es una jurisdicción exorbitante. Un modo de prevenirlo por ejemplo puede ser
la prórroga de jurisdicción en cuestiones patrimoniales.
RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE SENTENCIAS EXTRANJERAS
El juez nacional ha de analizar, en primer término, su propia jurisdicción internacional
(directa), en materia de reconocimiento y ejecución de sentencias, a fin de determinar si le
corresponde disponer las providencias necesarias para que el fin perseguido con el
pronunciamiento pueda realizarse en su circunscripción. Así será, si allí se localizan el
sujeto, objeto de la ejecución o de la condena o los medios para efectivizarla. Cabe
también preguntarse si corresponde, en un segundo grado de análisis, exigir como paso
previo a un reconocimiento o ejecución que el juez extranjero del que emana la sentencia
haya tenido, a su vez, jurisdicción para resolver el caso (examen de la jurisdicción
indirecta). La respuesta positiva a este interrogante nos lleva a indagar sobre los métodos
de control de la jurisdicción indirecta, esto es, de la jurisdicción del juez extranjero. En la
postura más liberal bastará que un juez extranjero resulte competente según las normas
procesales de su propio país, en la inteligencia de que sólo el derecho extranjero decide
sobre la competencia e incompetencia del juez que ejerce la jurisdicción de conformidad a
las leyes de su Estado. Es una postura prescindente, que se conforma con que el juez
extranjero unilateralmente informe afirmando su propia competencia y que renuncia a
mayores exámenes (unilateralismo).
En una respuesta intermedia, el juez nacional que recibe un pedido de ejecución de una
sentencia extranjera se contentará con controlar, en el más exigente de los casos, con
que la jurisdicción internacional propia no haya sido invadida —si es exclusiva— y que la
jurisdicción extranjera no carezca de toda razonabilidad (unilateralismo doble).
Entre nosotros, el art.517, CPCCN, impone al juez nacional que recibe un pedido de
ejecución de una sentencia extranjera, un criterio estricto de control de la jurisdicción
internacional indirecta previo a la conversión de una sentencia extranjera de condena en
título ejecutorio.
En efecto, establece en su inciso 1º que, en defecto de tratados, entre otros requisitos que
luego analizaremos, habrá de requerirse que el instrumento emane "de tribunal
competente según las normas argentinas de jurisdicción internacional". En el punto,
nuestras normas de derecho procesal internacional que contienen reglas atributivas de
jurisdicción manejan soluciones legislativas con contactos de concepción más o menos
rígidas (art.2650, CCCN, por ej.), que la doctrina y la jurisprudencia han interpretado con
mayor o menor amplitud. El caso habrá de pasar pues, por un doble filtro, en un principio,
el control jurisdiccional del tribunal de origen y luego, deberá confrontarse con las normas
de jurisdicción internacional vigentes en el tribunal requerido y satisfacer ese control. Este
criterio de examen se conoce con el nombre de bilateralismo.

Control de orden público. Reciprocidad


La sentencia dictada por los tribunales extranjeros en nuestro país no se halla sometida a
control o revisión sobre el fondo o sustancia del asunto por parte del tribunal ante el que
se la invoca. En principio, el reconocimiento debe ser otorgado sin examinar posibles
errores de derecho o de apreciación de los hechos contenidos en el fallo.
Sólo cabe el control material de la solución que brinde ese pronunciamiento,
comparándolo con los primeros principios generales de orden público que constituyen el
espíritu que anima nuestra legislación (véase: art.517, inc.4º, CPCCN, y la cláusula
general de reserva de la legislación contenida en el art.2600, CCCN, antes, art.14, inc. 2º,
CCiv.).
Se ha discutido mucho sobre si el reconocimiento de las sentencias extranjeras debía
hallarse sometido o depender de la reciprocidad. Muchos países de la Europa continental
exigen tal recaudo. En los Estados americanos, en cambio, se ha insistido en que "los
tribunales deberán obligar" a un "reconocimiento incondicional de las sentencias
extranjeras o, más bien, de los derechos adquiridos en el extranjero que la sentencia tiene
por probados"(112). En nuestro país habrá de consultarse la legislación procesal
pertinente y las exigencias de los tratados vigentes con el Estado del que provenga la
sentencia. El CPCCN no exige reciprocidad.
Entre nosotros, en principio, no se autoriza otro análisis que el relativo al control material
de la solución con los principios de orden público, ejercido por el tribunal local, cuyo
derecho se vuelve, así, fiscalizador de la solución de fondo del caso.
Finalmente, deberá efectuarse el control de la litispendencia, la sentencia extranjera no ha
de ser incompatible con otra pronunciada con anterioridad, o simultáneamente, por un
tribunal argentino (inc. 5º). Esta disposición establece una suerte de principio de
prevención a favor de la sentencia más antigua, entre varias dictadas sobre el mismo
asunto, por otros tantos tribunales extranjeros que se atribuyan competencia, inclinándose
a favor del fallo de tribunales propios en supuestos prioridad o de "simultaneidad" de la
sentencia dictada en el país, con respecto a aquella que se quiere reconocer.
INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN Y EJECUCIÓN
Abordar el tema torna necesario situar el tratamiento de la inmunidad de jurisdicción y
ejecución de Estados extranjeros en el derecho comparado y en nuestro medio.4
Son conocidas las dos posturas clásicas enfrentadas en el problema: la inmunidad
absoluta vs. la inmunidad restringida. La teoría de la inmunidad absoluta fue
ampliamente sostenida por los autores y tribunales durante el siglo XIX debido,
probablemente, al desarrollo que tuvo en la práctica de los Estados. Se sustenta en las
ideas de soberanía, independencia, igualdad y dignidad de los Estados. Es una
referencia clásica mencionar como ejemplo, el fallo de la Corte Suprema americana en
"The Schooner Exchange v. Mc. Faddon" (1812) con el voto del juez Marshall, que refiere
al mundo compuesto por distintos Estados soberanos, poseedores de iguales derechos e
igual independencia.
En esta línea de ideas, la jurisdicción de un Estado dentro de su propio territorio surge
como "necesariamente exclusiva y absoluta", atributo de su propia soberanía, que no le
confiere sin embargo, poder extraterritorial, por lo que no se contempla la soberanía de
Estados extranjeros ni sus derechos soberanos dentro de los objetivos jurisdiccionales del
propio Estado, pero sin admitir tampoco la degradación, que para la dignidad de una
nación, representaría colocarse a sí misma o colocar sus derechos soberanos bajo la
jurisdicción de otro estado.
En este marco, puede someterse a un territorio extranjero sólo bajo una expresa
autorización o en la confianza que las inmunidades pertenecientes a su soberana
independencia, aunque no hayan sido expresamente estipuladas, se le extenderán y le
serán implícitamente reservadas.
La síntesis sería: perfecta igualdad y absoluta independencia de soberanía, en un marco
de interés común, que obliga a un mutuo intercambio de buenos oficios y que da origen a
una clase de casos, en los cuales se admite la renuncia al ejercicio de una parte de esa
completa y exclusiva jurisdicción territorial que se predica como un atributo de cada
nación, juegan para ello, los principios de soberanía y de no intervención en los asuntos
internos de otros Estados.
En esta postura, cada Estado es soberano, no justiciable y se proclaman, como principios
de derecho internacional público, la extraterritorialidad y la independencia jurisdiccional de
las respectivas soberanías, resultando beneficiarios de las inmunidades estatales, por
extensión y por necesidades funcionales, los jefes de Estado, los embajadores las
dependencias coloniales, las agencias estatales, los órganos subordinados del estado, las
divisiones políticas de los Estados, las corporaciones públicas, los barcos del Estado, los
barcos de guerra, los inmuebles de Estados extranjeros, las tropas visitantes.
Las soluciones del derecho positivo argentino
Nuestra Constitución no contemplaba el tema de inmunidad de jurisdicción en lo referente
a Estados y representantes diplomáticos extranjeros.
Con respecto a los Estados extranjeros, la cuestión fue prevista en el art.24, inc. 1º,
párrafo 2º, del dec.-ley 1285/1958, ratificado por ley 14.467, del 23/9/1958, que rezaba:
"No se dará curso a la demanda contra un Estado extranjero sin requerir previamente de
su representante diplomático, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y
Culto la conformidad de aquel país para ser sometido a juicio", y ésa fue línea clásica
seguida por muchos años en nuestra jurisprudencia.
Se dice así, que la presentación de los Estados extranjeros ante los tribunales argentinos
para invocar la inmunidad de jurisdicción no debe interpretarse como aceptación de
competencia, que la interposición de la defensa de inmunidad jurisdiccional suspenderá el
término procesal del traslado o citación hasta tanto dicho planteamiento sea resuelto
(art.4º) y que los jueces, a pedido del Estado extranjero, podrán ampliar prudencialmente
los plazos para contestar la demanda y oponer excepciones (art.5º).

NORMA DE CONFLICTO: EL PROBLEMA DE LAS CALIFICACIONES


LexFori> la ley del juez. // LexCausae> derecho aplicable al caso determinado por la
norma de conflicto.
En primer término, la utilización del método auxiliar de análisis y la aproximación al
problema y a los casos que lo expresan para su mejor estudio y solución mediante un
examen de las circunstancias de hecho, reflexionando sobre ellas de manera que permita
al intérprete la categorización de las diversas manifestaciones de esos problemas,
distinguiendo los distintos aspectos que en un mismo caso se puede presentar.
Entendemos por categorización, el encuadramiento de los hechos que se revelan en el
caso, dentro de las categorías o institutos jurídicos del derecho privado. Para lograr ese
objetivo, en una primera aproximación, se puede intentar la utilización de las categorías
jurídicas del derecho privado propio (lex fori). Este ensanchamiento comparativo de las
categorías de análisis de la lex fori con las de los derechos conectados al caso. Han de
ensancharse entonces esas categorías de análisis nacionales con las categorías jurídicas
de los sistemas jurídicos de los países vinculados al caso, a fin de hallar el debido
encuadramiento normativo dentro del sistema de derecho de la lex fori, es decir, las
normas del DIPr que, en la lex fori, permitan alojar el caso y dar respuesta al problema.
Calificar Implica DENIFIR los términos empleados en esa norma de conflicto para verificar
la corrección del encuadramiento que se ha realizado. Esto conlleva definir, comprender
cabalmente el significado, de los términos empleados en el tipo legal, en la consecuencia
jurídica y, finalmente, en el derecho elegido.
Para un debido encuadramiento y en búsqueda de la solución justa, es menester
examinar cuidadosamente la pertinencia de la subsunción de los hechos del caso dentro
de la norma de DIPr que contemple el instituto en cuestión y para ello, deben
categorizarse los hechos y debe definirse el alcance de la norma. Cabe aproximarse
primeramente al tipo legal de la norma aplicando, en principio y con "carácter provisional"
—como diría Boggiano, las calificaciones de los términos de la misma que proporciona el
derecho privado propio (lex fori), que es aquel al que la norma pertenece (calificación lex
fori). Luego, sin embargo, dado que el caso es multinacional, cabrá controlar ese
encuadramiento con las calificaciones que hacen de los hechos del caso los otros
derechos conectados, a fin de confirmar, o no, dicha calificación lex fori. Debe realizarse
pues el "ensanchamiento" del concepto, recurriendo a las categorías jurídicas de los
derechos conectados al caso de manera relevante. Esos derechos conectados se extraen
de las normas de conflicto de la lex fori que se estiman aplicables, son los derechos
elegidos por sus consecuencias jurídicas (lex causae). Si todos esos derechos
categorizan y califican los hechos del caso, a su vez, de la misma manera, la
calificación lex fori se confirmará y también la norma de conflicto aplicable.
Ejemplo: Planteado el fallecimiento de una persona física y categorizado el problema
como un problema sucesorio, se identifica como aplicable en el sistema de la lex fori la
norma contenida en el art.2644, CCCN. En efecto, el tipo de esa norma prevé la sucesión
por causa de muerte, la calificación lex fori de ese tipo contempla, abarcativamente, todo
tipo de sucesión mortis causae y se estima de aplicación esa norma, en una primera
aproximación. A su vez, el art.2644 plantea como derecho conectado al caso el domicilio
al tiempo del fallecimiento. En este marco, cabe el ensanchamiento de la calificación lex
fori con la del derecho conectado (el domicilio al tiempo del fallecimiento) y si, yendo a
ese derecho, este caso también fuera encuadrable como un caso de sucesión mortis
causae, según la calificación lex causae, ante las calificaciones coincidentes y confirmada
la calificación lex fori, el intérprete volverá a su sistema para encuadrar el caso en el tipo
legal del art.2644, CCCN, que resultará ser la norma de aplicación.
¿Cómo se resuelve la duda de subsunción?
 Estableciendo cuál es la calificación lex fori, si hay alguna posible, y procediendo a su
ensanchamiento con las calificaciones de los otros derechos conectados por las normas
de conflicto de posible aplicación al caso, en los tres primeros casos o,
 Explorando las calificaciones que proporcionan los países extranjeros que aparecen
conectados al caso, para volver al propio sistema y ensancharlas, a fin de calificar los
términos de las normas de DIPr en la lex fori, con el fin de hallar la posible norma en la
que quepa encuadrar esa institución desconocida y encontrar así el derecho aplicable.
Se tendrá presente para ello la idea de lo que se ha dado en denominar "el equivalente
funcional", es decir, que se buscará en el propio derecho una figura jurídica que "funcione"
de manera semejante para encuadrar el caso en ella, por analogía. Esto significa, que
cabrá considerar comprendidos dentro de los conceptos normativos generales, todas
aquellas figuras que en el derecho comparado desempeñan roles o funciones
equivalentes y que, en consecuencia, resultan subsumibles bajo una misma solución
posible (problema de subsunción normativa).
El resultado de esos ensanchamientos puede ser:
 La confirmación de la calificación lex fori, que se ve ratificada por todos los derechos
conectados al caso luego de efectuar el ensanchamiento (si en el caso de la aceptación
en la donación: todos los sistemas conectados: la lex fori, la ley del lugar de celebración
del acto y la del lugar de complimiento del contrato, coincidiesen en calificar el problema
dado, como de fondo, se lo calificará de ese modo y se aplicará el art.2652, CCCN).
 Que todos los derechos conectados a la solución del caso por las posibles normas de
conflicto de aplicación entre las que se duda coincidan entre sí, en una calificación del
casodiferente con la calificación de la lex fori, por ej.: si la lex fori califica un problema
contractual como cuestión de fondo, pero se duda entre si cabe calificar ese mismo
problema, en un caso internacional, como un problema de fondo (caso en que se aplicaría
la ley del lugar de cumplimiento), o de forma (caso en que se aplicaría la ley del lugar de
celebración) y, practicado el ensanchamiento, tanto el país X del lugar de cumplimiento,
como el país B, del lugar de celebración, coinciden en calificar el caso como un problema
de forma, mientras que el país de la lex fori  (tercer país, por hipótesis, el del domicilio del
demandado), no coincide con la calificación de ninguno de los derechos conectados y lo
califica como problema de fondo. En tal caso, habrá de estarse a la calificación
coincidente de los derechos conectados al caso que las normas de conflicto indican y se
calificará el problema como de forma, aplicándose el art.2649, CCCN.
 Los derechos conectados por las posibles normas de conflicto de aplicación discrepan
entre sí en la calificación del caso, pero uno de ellos coincide con la calificación lex fori.
Ante la divergencia entre los posibles derechos conectados y la coincidencia parcial de
uno de ellos con la definición del propio sistema, el intérprete podría hacer prevalecer
aquella calificación que es coincidente con la de la lex fori, dándole mayor prevalencia.
Ejemplo: el país X califica el problema como de fondo y el país B como de forma y uno de
ellos coincide con la calificación lex fori. El intérprete podría optar por la calificación que
concuerda con su calificación lex fori y encuadrar el caso en el art.2652 CCyC. Ésta es,
sin embargo, una propuesta doctrinaria y podrían existir motivos valederos para adoptar
otra subsunción. Una vez que el intérprete ha adoptado una posición frente a la
subsunción del caso dentro del tipo legal de una norma determinada, deberá abordar la
calificación de los conceptos contenido en la consecuencia jurídica y consecuentemente
resolverá el caso.
Cuando el operador jurídico determina el derecho nacional aplicable para disponer la
solución de fondo del caso, debe dirigirse a ese derecho e interpretar los términos que
utiliza en sus normas y obviamente, no debe hacerlo con los criterios y conceptos de su
formación nacional, sino que es deber del operador jurídico aproximarse al derecho
extranjero y aplicarlo como lo harían los ciudadanos de ese país habilitados para ello, es
decir, como lo interpretarían y aplicarían los jueces del país a que ese derecho pertenece,
si tuvieran jurisdicción así lo que prescribe la teoría del uso jurídico, introducida en nuestro
país por la doctrina, gracias a la prédica del profesor Werner Goldschmidt. La idea es
aplicar el derecho extranjero como un "todo sistemático", es decir, que deberán tomarse
en cuenta y aplicarse todas las reglas de ese sistema. Wolff señalaba también que "por
consiguiente, un juez que aplica derecho interno extranjero está obligado a aplicar todas
aquellas reglas extranjeras que resultan de la calificación comprendida en aquel derecho
extranjero y a abstenerse de aplicar determinadas reglas jurídicas extranjeras que serían
aplicables si la calificación fuera otra”.
La calificación como creación autónoma de las partes (solo en materias disponibles): Para
la autonomía de la voluntad de las partes, las partes también podrían crear sus propias
calificaciones del contrato o del negocio que las vincula, pese a que en el derecho interno
pudieran existir normas coactivas que les prohibieran esa facultad, incluso, en cuestiones
contractuales en principio disponibles. Ello se justifica en la facultad de las partes de
desplazar las normas coactivas del derecho interno, aun en el elegido por ellas, mediante
el ejercicio de la autonomía material de la voluntad de las partes y a través de una norma
material expresa en sentido contrario. Así lo autoriza ahora expresamente el art. 2651 inc
c, cuando dispone que "las partes pueden establecer, de común acuerdo, el contenido
material de sus contratos e, incluso, crear disposiciones contractuales que desplacen
normas coactivas del derecho elegido", con lo cual se viene a convalidar también la
facultad de las partes de crear, de modo autárquico, sus propias calificaciones materiales
en cuestiones de contrataciones internacionales.
TEORÍA DEL USO JURIDICO: Cuando un derecho extranjero resulta aplicable el juez
establece su contenido, y está obligado a interpretarlo como lo harían los jueces del
Estado al que ese derecho pertenece, sin perjuicio de que las partes puedan alegar y
probar la existencia de la ley invocada. Si el contenido del derecho extranjero no puede
ser establecido se aplica el derecho argentino. El juez tiene que tratar de imitar la
sentencia que haría el juez de ese derecho. Hay que ver TODO el derecho. Por ejemplo:
El juez alemán tiene que aplicar todo el derecho de Tennessee como lo haría el juez de
Tennessee.
 
PUNTOS DE CONEXIÓN
El punto de conexión es el concepto que en la consecuencia jurídica elige y determina el
derecho aplicable al supuesto contemplado en el tipo legal. Se podría decir que es el
corazón de la consecuencia jurídica. A través de él, ya se lo ha señalado, el legislador
concreta la elección justa del derecho más próximo, del mejor derecho, el más
estrechamente relacionado o vinculado con los hechos del caso. La característica
principal del punto de conexión es la neutralidad. Esto implica que el derecho que elige la
norma de conflicto a través del punto de conexión no se identifica con ningún país
determinado. Así en consonancia con esto es que, el derecho elegido será el de aquel
Estado donde se cumplan las condiciones previstas conceptualmente en la elección, en
aquel concepto sede de la elección.  Por lo tanto, es neutral en la medida en que no
resulta de ella el contenido sustancial o de fondo del derecho designado, pero está
conectada estrechamente con la sociedad a la que se dirige y en particular, con los
principios de base del derecho sustancial que rigen esta sociedad, para la que se redacta
la norma de conflicto. Su característica secundaria es que es indeterminado. Por esto, el
punto de conexión no es lo mismo que la conexión, ya que este si es determinado. A partir
del punto de conexión, el legislador elije el derecho aplicable.
El punto de conexión puede determinar el derecho aplicable de 2 maneras:
 Variable: La norma indirecta describe el derecho aplicable mediante características que,
sólo frente a un caso concreto, llegan a individualizarse e identificarse con un derecho
nacional: domicilio, lugar de cumplimiento, lugar de celebración. Hay varios puntos de
conexión.
 Determinable: Se indica nominativamente el derecho aplicable. La conexión indica el país
cuyo derecho es aplicable.
Clasificación:
 Según su objeto de referencia: Esta clasificación, muy básica y elemental, tiene en
cuenta los elementos extranjeros del caso y es, por ello, que la clasificación, con miras al
objeto, coincide con la de los elementos extranjeros del caso (elementos personales,
reales y conductistas):
 Personales: Contemplan cualidades abstractas de los sujetos (por ejemplo, la
nacionalidad, el domicilio, la residencia, etc.).
 Reales: Se refieren a los bienes del caso (como, verbigracia, la situación de inmuebles y
de muebles, el lugar de inmatriculación de un buque, una aeronave, un automotor, de la
propiedad intelectual, de la patente, etc.).
 Conductistas: enfocan los sucesos, el hacer de las partes (como, por ejemplo, el lugar de
la celebración o del cumplimiento de un contrato, puerto de salida o de destino, acuerdo
de las partes referente al derecho aplicable a un contrato).
 Según el carácter de la conexión: Es decir, según resulte aplicable uno o más puntos de
conexión, a un mismo caso o aspecto del caso.
 No acumulativos: Se aplica un solo derecho. Pueden ser simples o condicionales.
 Simples: Consiste en que se aplica desde el principio una sola ley a determinado aspecto,
por ejemplo, a derechos reales sobre muebles con situación permanente, el derecho de
su situación (art.2629, CCCN).
 Condicionales: Este a su vez establece que el punto de conexión puede ser subsidiario o
alternativo.
 El subsidiario: consiste en que la norma indirecta emplea un solo punto de contacto; pero
acude a un segundo, en caso de que el primer punto de conexión fracasase. Por ejemplo,
se declara aplicable el derecho del domicilio y, no existiendo domicilio, el sistema prevé
como aplicable el derecho de la residencia; o se declara aplicable el derecho elegido por
las partes, y no habiendo elegido las partes ningún derecho, se dispone la aplicación del
derecho del lugar del cumplimiento del contrato y aun, en defecto de éste, la ley del lugar
de celebración.
 El alternativo: consiste en que la norma indirecta ofrece varios puntos de contacto, entre
los cuales la elección debe llevarse a cabo a fin de aplicar uno, ya sea por la libre
voluntad de las partes o en virtud de un hecho determinado, previsto por el legislador, la
regla general es favorecer la aplicación de aquel derecho que es más beneficioso, en un
cierto aspecto, o sea que tiende a favorecer la validez del acto (favor legis). Es decir, la
norma prevé varios derechos aplicables y se elige uno buscando que el acto sea válido.
Ej.: El art.2645, CCCN, sobre la forma testamentaria, dice que "el testamento otorgado en
el extranjero es válido en la República según las formas exigidas por la ley del lugar de su
otorgamiento, por la ley del domicilio, de la residencia habitual, o de la nacionalidad del
testador al momento de testar o por las formas legales argentinas", es clara allí la apertura
de opciones para favorecer la aplicación del derecho más favorable a la validez formal del
testamento.
 Acumulativos: Son aquellos que aplican varios derechos a un mismo caso o aspecto del
caso. A su vez, pueden ser iguales o desiguales.
 Iguales: Los iguales consisten en que la misma cuestión es sometida a diferentes
derechos que la resuelven cada uno con independencia del otro: sólo el acuerdo entre
todos los derechos aplicables permite llegar a una solución positiva. Es decir, se aplican
los derechos en conjunto. Se busca seguridad jurídica. Así, por ejemplo, resulta la
adopción sólo válida, si lo es tanto según el derecho domiciliario del adoptante como del
adoptado (art.23, Trat. de Der. Civ. Int. de 1940). Son puntos de conexión muy exigentes
con los que el legislador quiere blindar el caso y evitar actos claudicantes.
 Desiguales: consisten en aplicar a una cuestión un derecho, que, no obstante, resulta
completado o disminuido por otro derecho, que funciona junto con él, como su límite
mínimo o máximo. Como límite máximo procede, verbigracia, el art.15 de la ley 11.723,
que dispone que "la protección que la ley argentina otorga a los autores extranjeros, no se
extenderá a un período mayor que el reconocido por las leyes del país donde se hubiere
publicado la obra; si tales leyes brindan una protección mayor, regirán los términos de la
presente ley".
 Según el sistema jurídico:
 Rígidos: Aquellos que están redactados con base en conceptos más o menos bien
determinados, que poseen un núcleo firme/duro, fácil de aprehender en el sistema del
legislador. Suponen la previsibilidad como característica esencial particularmente
apreciada a nivel internacional: domicilio, lugar de cumplimiento, lugar de registro, etc. Así
son la mayoría de nuestros puntos de conexión.
 Flexibles: El derecho anglosajón en cambio, siendo un sistema no codificado con una
tradición en la búsqueda de la solución en equidad, ha construido un sistema de
conexiones flexibles y ha deferido al juzgador la determinación del derecho aplicable, en
el caso concreto (judges made law), a veces con una mayor o menor orientación material
sobre el resultado buscado, otras, de un modo muy abierto. Se busca una adaptación a la
realidad en ciertos casos que excepcionalmente lo requieran, pero en un marco general
de previsibilidad. Éste es el campo del principio de proximidad, que inspira la necesidad
de adaptación y armonización de los derechos a aplicar.
 Cláusula de excepción o escapatoria: A nivel internacional, la necesidad de armonizar
sistemas diversos ha generado, como recurso técnico de flexibilidad, la elaboración de las
denominadas cláusulas escapatorias o cláusulas de excepción, frecuentes en
convenciones internacionales, que habilitan al juzgador y al intérprete a apartarse de la
solución rígida de la ley indicada por la norma de conflicto, en los casos en que ésta
pierde suficiente justificación para su aplicación al caso. Permiten al juez en determinados
casos apartarse del derecho elegido por la norma de conflicto para aplicar el derecho más
conectado.
1. Cláusula de excepción general: En la Argentina, el art. 2597 CCyC, incluyó con carácter
general una cláusula de excepción entre las disposiciones generales del sistema de DIPr.
Se dice allí, que "excepcionalmente, el derecho designado por una norma de conflicto no
debe ser aplicado cuando, en razón del conjunto de las circunstancias de hecho del caso,
resulta manifiesto que la situación tiene lazos poco relevantes con ese derecho y, en
cambio, presenta vínculos muy estrechos con el derecho de otro Estado, cuya aplicación
resulta previsible y bajo cuyas reglas la relación se ha establecido válidamente. Esta
disposición no es aplicable cuando las partes han elegido el derecho para el caso".
2. Cláusula de excepción contractual: También en materia de contratos, el art. 2653 CCyC,
reitera la cláusula de excepción, pero sólo aplicable cuando las partes no han hecho uso
de su autonomía de voluntad en sentido conflictual y no han elegido el derecho aplicable.
En tales supuestos, "excepcionalmente, a pedido de parte, y tomando en cuenta todos los
elementos objetivos y subjetivos que se desprendan del contrato, el juez está facultado
para disponer la aplicación del derecho del Estado con el cual la relación jurídica presente
los vínculos más estrechos. Esta disposición no es aplicable cuando las partes han
elegido el derecho para el caso".
Ambas previsiones legales, con sus recaudos de excepcionalidad a cumplir y que deben
justificarse, alejan la solución de todo designio arbitrario o caprichoso y brindan, en
cambio, sustento legal y respaldo suficiente para que el tribunal pueda apartarse de la
regla rígida, de manera que adapte y armonice los derechos aplicables.
 Según su duración o tiempo:
 Instantáneos: Se agotan en el mismo acto. Por ejemplo: se celebró el matrimonio y
finalizo.
 Continuados: Perduran en el tiempo. Por ejemplo: domicilio de una persona. A su vez los
continuados se dividen en:
 Permanentes: Son permanentes los que se mantienen constantes, como la "situación de
un inmueble" o "la situación de los muebles inmóviles", es decir, muebles de situación
permanente. Sólo un cambio de soberanía podría afectar esta permanencia.
 Variables: Son variables, en cambio, aquellos en los que los elementos de la situación
fáctica se han constituido bajo un sistema jurídico, pero en los que se puede abandonar
aquella localización espacial y constituirla bajo otro sistema, y de éste, mudar a otros
nuevos o retornar a los anteriores, hasta el de origen, incluso. Por ejemplo, la
nacionalidad, el domicilio, la residencia, la situación de "muebles móviles", sean éstos
muebles de exportación o de uso personal. Estos elementos continuados, variables,
pueden generar los llamados "conflictos móviles" (salvo que el legislador lo resuelva en la
misma norma).
 
APLICACIÓN DEL DERECHO EXTRANJERO Y CUESTION PREVIA
1er problema: El derecho extranjero se interpreta con la TEORIA DEL USO JURIDICO
(Teoría que prima por excelencia). Según esta postura, la norma de colisión, al declarar
aplicable el derecho extranjero, se refiere a la probable sentencia del juez extranjero
sobre la cuestión incluida en el tipo legal de la norma de conflicto, calificada debidamente.
La teoría del uso jurídico sostiene que la norma de colisión conduce a la referencia de la
necesidad de imitar la sentencia probable que distaría el juez extranjero del país cuyo
derecho es elegido por la norma de conflicto para resolver el caso.
2do problema: ¿Qué parte del derecho extranjero se aplica? Para contestar este
interrogante, existen 3 teorías: Cuando una norma de conflicto se refiere al derecho de
otro Estado, lo hace en consideración al derecho interno o si alude a las reglas de DIPr
extranjero puede aparecer la cuestión del reenvío.
1. Teoría de la referencia mínima: Se aplica el Derecho Privado. Esta postura rechaza el
reenvío. Para este modo de resolver la cuestión, puede ocurrir que el ordenamiento
jurídico de un Estado dado contenga una disposición que indique al intérprete, como
pauta general, que cuando la norma de conflicto remita a un derecho extranjero debe
entenderse que resulta aplicable el derecho privado interno del país en el que recaiga la
elección. En este escenario el reenvío es imposible. En esta postura el DIPr del juez
indica inmediatamente el derecho privado como aplicable al caso.
2. Teoría de la referencia media: Se aplica el Derecho Internacional Privado extranjero
siempre y cuando me conduzca a su derecho privado. De lo contrario se puede desistir y
luego dirigir directamente al Derecho Privado. La regla del DIPr de juez se refiere al
derecho internacional privado extranjero y al derecho privado, pero se requiere que la
norma de derecho extranjero acepte la remisión y declare aplicable su derecho privado,
de lo contrario se entiende que habrá “desistido”, y el juez no puede aplicar un derecho
que no quiere ser aplicado. En síntesis esta teoría afirma que cuando el DIPr del juez
indica como aplicable un derecho extranjero, se entiende que sólo ha dispuesto aplicable
en el caso el derecho privado de ese país, pero que es necesario, en primer lugar,
consultar el DIPr de ese Estado para saber si éste considera que su derecho privado es
aplicable, pues no podría aplicarse el derecho privado de ese país, si su propio DIPr no lo
considera aplicable, la competencia del juez para ello sería limitada por la soberanía de
los otros Estados. Si este último considera aplicable su propio derecho privado, éste se
aplica. Si, al contrario, el DIPr extranjero estima inaplicable el propio derecho privado, se
estima que ningún derecho privado tiene existencia jurídica más allá de los límites que le
fija el DIPr correspondiente y sin que interese qué derecho le parezca aplicable, se
desiste, se lo abandona. Si ante el desistimiento, el derecho privado designado por el DIPr
del juez no puede ser aplicado, ¿cuál se aplica entonces? En esta postura se brindan dos
respuestas: Se puede buscar en el propio DIPr del juez un punto de conexión subsidiario,
si éste existe. En su defecto, puede entenderse que el juez puede crear la norma
subsidiaria ante su deber de fallar. O, por otro lado, se ha sostenido que el juez, en último
lugar, debe acudir al propio derecho privado.
3. Teoría de la referencia máxima: Siempre debo ir al DIPr y hacer todos los reenvíos y
remisiones hasta llegar al Derecho Privado. (Art. 2596 CCyC). Surge en la jurisprudencia
francesa con el caso "Forgo". Recientemente en la Argentina, la reforma introducida en el
art.2596, CCyC, en la línea de la referencia máxima, establece, que "cuando un derecho
extranjero resulta aplicable a una relación jurídica también es aplicable el derecho
internacional privado de ese país". Conforme a esta postura, combinada con la teoría del
uso jurídico, se interpreta que si el DIPr indica como aplicable un derecho extranjero,
también resulta aplicable el DIPr de ese derecho extranjero, pues se acepta el reenvío. En
consecuencia, el juez argentino deberá resolver el caso como lo haría un juez de ese
país, y si para ese juez el caso fuese un caso internacional, resultará aplicable el DIPr de
ese derecho extranjero y luego, el derecho que aquel ordenamiento indique, conforme a la
teoría del uso jurídico, que puede ser de nuevo un DIPr (el tercero) o un derecho privado,
si el DIPr de ese ordenamiento no acepta el reenvío. Cabe analizar las posibilidades del
reenvío, combinadas con la teoría del uso jurídico. El CCyC dice que Argentina sigue esta
teoría.
3er problema: ¿Qué naturaleza jurídica tiene el derecho extranjero? En base a la
respuesta de este interrogante, dependerá quien lo aplica y quien lo prueba. El problema
está en el ACCESO a ese derecho extranjero. Ej: art 3 LCT (norma de conflicto de forma
unilateral).
 ¿Qué es el derecho extranjero?
 ¿Cómo lo invoco?
 ¿Cómo lo pruebo?
 
Naturaleza jurídica: El derecho extranjero es un derecho como cualquier otro. Como
Estado debo garantizarme una vía en que los demás Estados puedan informarme del
contenido de ese derecho. Las partes pueden colaborar con ello. El derecho extranjero es
derecho y no un simple hecho y que la circunstancia de que no esté vigente en nuestro
país, no lo priva de su carácter de derecho. Mas es derecho extranjero y continúa
siéndolo, por lo cual el tribunal debe aplicar respetuosamente ese derecho extranjero,
como lo aplicaría un tribunal de aquel país al que el mismo pertenece, interpretando su
contenido y procurando acercarse, con el máximo grado asequible de probabilidad, al
pronunciamiento que emitiría un juez —ciudadano habilitado para "decir" el derecho— en
ese país elegido, por nuestra norma de conflicto o por las partes, para regir el caso. Esto
es, conforme a la idea rectora de la teoría del uso jurídico. Conforme a ello, Goldschmidt
sostiene que el juez deberá imitar "la sentencia de fondo que con el máximo grado
asequible de probabilidad dictaría el juez extranjero sobre el particular sometido a su
derecho en la hipótesis de que le hubiere tocado resolverlo". En conclusión, el derecho
extranjero es derecho, mas no derecho vigente en el país, sino que es el derecho,
llamado al caso, por imperio del legislador —de fuente convencional o nacional— o por el
designio de las partes.
¿Cómo lo invoco, como lo pruebo?: Sostener que el derecho extranjero es un hecho,
llevaría a sostener que, como tal, debe probarse  (posición de Vélez), o sostener que es
un hecho notorio, nos llevaría a suponer que debería ser aplicado por el tribunal aunque
no haya sido probado. Para que esto no suceda, el interrogante es si sosteniendo que el
derecho extranjero es derecho: ¿debe ser aplicado de oficio por el juez?, y en tal caso,
¿dicha aplicación es obligatoria?, esto es, ¿es un deber? En principio, no hay que olvidar
que la reciente legislación civil argentina, en el art 5 CCyC, precisa los alcances de los
arts 1 y 4 CCyC, los cuales, en el ámbito del derecho interno, no tornan obligatorias las
normas jurídicas sino después de su publicación y desde el día en que se determine o, en
caso en que no se designe tiempo, ocho días después de su publicación en el Boletín
Oficial. Es claro que con las normas del derecho extranjero resulta imposible tal publicidad
y es por ello —quizás— que se mantuvo tantos años en el Código Civil de Vélez la vieja
fórmula del art.13, que sostenía que el derecho extranjero era un hecho y como tal debía
probarse. La critica a esta postura de Vélez es que: la idea de imponer la obligación de
aplicar de oficio el derecho extranjero (porque es considerado como un hecho) conlleva el
poder proveer al intérprete de los instrumentos para hacerla efectiva, mediante la
obligación de los Estados de brindar la cooperación necesaria para la información sobre
las normas de derecho a aplicar y su correcto uso jurídico, lo cual no aparece factible
como obligación abierta, dirigida a todos los países del mundo, al menos actualmente,
debido a sus barreras idiomáticas entre otras cuestiones.
Solución que brinda el CCyC: En el DIPr argentino de fuente interna, la reforma
introducida en el art.2595 inc a de CCyC vino a sentar criterio sobre cómo ha de
encararse la aplicación del derecho extranjero. Dice la norma que "Cuando un derecho
extranjero resulta aplicable el juez establece su contenido, y está obligado a interpretarlo
como lo harían los jueces del Estado al que ese derecho pertenece, sin perjuicio de que
las partes puedan alegar y probar la existencia de la ley invocada. Si el contenido del
derecho extranjero no puede ser establecido se aplica el derecho argentino". Este articulo
quiere decir que, si el derecho extranjero resulta aplicable, porque la materia es
indisponible; si se lo ha invocado y no se lo ha probado o, incluso, si no se ha invocado el
derecho extranjero, pero se han invocado institutos de los que resulta su aplicación, el
juez tiene la atribución de establecer el contenido de ese derecho y está obligado a
interpretarlo conforme a la teoría del uso jurídico comprometiendo en ello, su mayor
esfuerzo, ya sea mediante la aplicación de oficio si lo conoce, ya sea indagando a fin de
obtener la información necesaria por los medios procesalmente habilitados. En esa tarea
debe procurar arribar, con el mayor grado asequible de probabilidad, a la aplicación de
esas normas que harían los jueces del Estado al que ese derecho pertenece, sin perjuicio,
claro está, de que las partes puedan alegar y probar la existencia de la ley invocada. La
directiva final del texto legal, sin embargo, también es clara: si el contenido del derecho
extranjero no puede ser establecido, se aplica el derecho argentino. Esta solución se
ajusta a la idea de un sistema con reglas que proveen normativamente el complemento
necesario para la convergencia y la armonía en el diálogo entre las posibles fuentes de
aplicación.
4to problema: ¿Que sucede si el derecho aplicable extranjero al caso tiene
cambios/modificaciones en el lapso que tramita el caso? ¿Qué pasa si nos encontramos
con derechos co-vigentes?
 ¿Que derecho aplico en el caso de derechos co-vigentes?: Art. 2595 inc b: Las reglas de
ese Estado me va a decir cómo resolver. Excepcionalmente, se aplicara el derecho más
estrecho al caso.
 ¿Qué pasa si ese derecho extranjero sufre modificaciones? ¿Se aplica lo nuevo o lo
anterior?
En muchos casos se presentan países que mantienen varios ordenamientos normativos
co-vigentes y en otros muchos se suceden en un país varias legislaciones durante el
tiempo crítico del desenvolvimiento del caso. El supuesto de co-vigencia de varios
ordenamientos normativos abarca tanto el caso de varios derechos espacialmente
coexistentes y separados (España, Estados Unidos de América, Suiza, etc.), como el
supuesto de diversos derechos, distintos entre sí, en atención a los sujetos destinatarios
(por ejemplo, diferentes derechos para ciudadanos y para los que no lo son, o para los
miembros de comunidades religiosas diversas o de razas distintas: Egipto, Palestina). En
otro sector de supuestos problemáticos se encuentra el caso de la vigencia temporal
sucesiva de varios derechos en el país cuyo ordenamiento normativo resulta aplicable.
Cabe referir aquí dos posturas doctrinarias: la de la petrificación del derecho extranjero,
que sostendría que el derecho extranjero declarado aplicable se inmoviliza en el momento
indicado por el punto de conexión, y, por otro lado, la postura de la alterabilidad o
mutabilidad de dicho derecho, que remite al derecho vigente en el país competente y a
sus normas de derecho transitorio que rigen la vigencia de la ley con relación al tiempo. El
art 2595 inc b del CCyC, prevé actualmente, tanto el caso co-vigencia como el de
sucesión temporal del derecho aplicable, a la vez, prescribe una solución armonizadora,
abierta, para el supuesto en que el diálogo de las fuentes de aplicación se muestre
rebelde a un debido encuadramiento técnico. Establece que si existen varios sistemas
jurídicos co-vigentes con competencia territorial o personal, o se suceden diferentes
ordenamientos legales, el derecho aplicable se determina por las reglas en vigor dentro
del Estado al que ese derecho pertenece y, en defecto de tales reglas, por el sistema
jurídico en disputa que presente los vínculos más estrechos con la relación jurídica de que
se trate. La última línea de la disposición legal indica al intérprete la necesidad de recurrir
subsidiariamente a la adaptación de la solución del caso conforme a las pautas del
derecho que presente lazos de mayor proximidad con la situación fáctica. Nuevamente,
anima la solución la búsqueda de reglas de coherencia para identificar
complementariedades, convergencias y armonías entablando un indispensable diálogo de
fuentes.
5to problema: Cuestión previa. En el planteo de los casos multinacionales, como en el de
cualquier problema jurídico, no es raro que se presenten, dentro de un mismo caso,
distintas cuestiones a resolver, las cuales se encuentran concatenadas unas con otras.
Muchas veces, se advertirá que estas cuestiones guardan entre sí una relación de
condicionante a condicionada, es decir, que corresponde establecer una de ellas, de
modo previo, antes de abordar la otra (necesito resolver una primero para poner resolver
la otra, por ejemplo primero se deberá resolver una adopción y luego la sucesión). El
interrogante es si un solo derecho debe aplicarse a todo el caso y si esto es así, cuál es
ese sistema jurídico único o, si es posible, en cambio, un tratamiento individualizado de
cada cuestión. La doctrina ha elaborado varias respuestas posibles ante este problema,
en particular: las teorías de la jerarquización y de la equivalencia y también se ha puesto
el acento en la necesidad de atender, de modo especial, a la armonía internacional e
interna en las soluciones que han de brindarse al caso.
¿Qué Derecho le aplico a estas cuestiones? 2 Teorías:
1.      Teoría de la jerarquización: Hay una cuestión principal. Por lo tanto, el derecho que
rige la cuestión principal va a regir la cuestión sometida a ella.  Según GOLDSMITH:
Dicha teoría tiene "por denominador común jerarquizar las cuestiones concatenadas y
someter unas al Derecho aplicable a otras". Ello lleva a establecer una de ellas
como cuestión principal (dice que una cuestión va a ser más importante que la otra) y a
atar las otras cuestiones al derecho elegido para decidir esa cuestión principal. Para saber
cuál es la cuestión principal hay 2 criterios:
 Criterio Real: La cuestión principal es el objeto de la demanda. Este criterio considera
cuestión principal a aquella que es el objeto o el tema de la petición en la demanda,
mientras que todas sus condiciones no serían sino cuestiones previas. Desde este punto
de vista, sería cuestión principal en un juicio sucesorio el problema de la vocación
sucesoria y todas las cuestiones de las cuales aquélla dependiese, serían, al contrario,
cuestiones previas sometidas, estas últimas, al Derecho que impera sobre aquélla.
 Criterio Ideal: La cuestión principal es aquello que debo resolver primero. El criterio ideal
estima cuestión principal aquella que constituye la condición de otra: la cuestión
condicionante priva sobre la condicionada.
A modo de crítica, debe tenerse en cuenta que cuando el legislador de la lex fori manda
aplicar el derecho elegido por la norma de conflicto a una cuestión descripta en el tipo
legal, lo hace por razones que no son exportables a también a otra cuestión —previa o
incidental— de diferente naturaleza, que muy probablemente esté descripta en el tipo
legal de otra norma de conflicto de su sistema jurídico, que elige otro derecho aplicable a
ese tipo de casos
 Predominio: Hay que ver el predominio del derecho que voy a aplicar. Puedo aplicar tanto
el Derecho Internacional Privado como el Derecho Privado. Según el predominio que yo le
dé, aplico uno u otro.
2.      Teoría de la equivalencia: No se debe jerarquizar las cuestiones. Se debe aplicar a
cada cuestión el derecho que le corresponda. Primero se resuelve una y luego se debe
resolver la otra.  La teoría de la equivalencia sostiene pues, que cada problema se rige
invariablemente por su propio derecho, que es aquel que el DIPr del juez indica en cada
supuesto. Esta doctrina es también la que impera en buena parte de la doctrina y la
jurisprudencia.  La solución debe construirse ordenando lógicamente las cuestiones en el
orden del conocimiento y sin olvidar la aproximación que ya hemos hecho a la "teoría de
uso jurídico. Por ende, el juez ha de resolver la cuestión previa (primera en el orden del
conocimiento) aplicando el derecho elegido por la norma de conflicto de la lex fori para
resolver la cuestión previa, como lo haría el juez del país al que ese derecho pertenece
(imitando su probable sentencia) y, con ese resultado y conforme a él, el mismo juez
habrá de resolver la cuestión condicionada (segunda en el orden del conocimiento)
aplicando el derecho elegido por la norma de conflicto de la lex fori prevista para resolver
el mismo tipo de cuestiones que la condicionada, como lo haría el juez del país a que ese
derecho pertenece, tomando en consideración la solución dada a la cuestión
condicionante (imitando su probable sentencia). El legislador argentino adopta esta teoría
de manera implícita (Art. 2595 inc c)àlos derechos deber ser armonizados; esto se
relaciona con el método de comparación y creación.
El legislador adopta la teoría de la equivalencia de manera implícita a través del art. 2595
inc c, considerando que los derechos deben ser armonizados. Dicho artículo capta la
situación en que, como consecuencia del funcionamiento del sistema de DIPr, para
solucionar un caso dado, deben aplicarse varios derechos a un mismo aspecto de una
relación jurídica (porque la norma de conflicto contiene puntos de conexión acumulativos,
iguales o desiguales) o, cuando para componer la solución final a un problema, deben
aplicarse varios derechos a distintas relaciones jurídicas involucradas en un mismo caso.
Ello implica que han de aplicarse en conjunto partes de distintos derechos que no han
sido pensados para funcionar juntos. El método de comparación, como auxiliar del
intérprete, permite evidenciar esas situaciones. Para tales supuestos, el art 2595 inc c,
prevé que, si diversos derechos son aplicables a diferentes aspectos de una misma
situación jurídica o a diversas relaciones jurídicas comprendidas en un mismo caso, esos
derechos deben ser armonizados, procurando realizar las adaptaciones necesarias para
respetar las finalidades perseguidas por cada uno de ellos. En esos casos, la solución
legislativa indica un camino al intérprete: buscar la armonización normativa antes que la
exclusión de alguna de las normas de aplicación. Ha de procurarse adaptar las normas
para reelaborar la solución del caso con una "coherencia derivada o restaurada",
procurando realizar las adaptaciones necesarias para respetar las finalidades perseguidas
por cada una de ellas.
 
FRAUDE A LA LEY Y ORDEN PUBLICO
Pueden darse algunas circunstancias que obsten al normal funcionamiento de la norma
de conflicto, ya porque puede afectarse el correcto encuadramiento en su tipo legal, ya
porque pueden impedir el regular funcionamiento de la elección prevista en la
consecuencia jurídica, de modo que si ellas se verifican en el caso, la norma se alterará y
no funcionará correctamente. Ésas son las llamadas condiciones o características
negativas, tanto del tipo legal como de la consecuencia jurídica. La condición o
característica negativa del tipo legal, es el fraude a la ley y la condición o característica
negativa de la consecuencia jurídica es la objeción de orden público.
FRAUDE A LA LEY:
El fraude recae sobre la segunda característica positiva del tipo legal de la norma
indirecta, es decir, sobre los hechos subyacentes en los puntos de conexión y consiste en
su manipuleo fraudulento por las partes interesadas. Goldschmidt decía que resultaba útil
caracterizar el fraude a la ley aplicable como el intento de los interesados de vivir en un
país con la legislación de otro, la cual les permite lo que aquél les prohíbe. El fraude opera
sobre aquellos hechos o actos jurídicos que el legislador no ha dejado librados a la
voluntad de sus protagonistas, que no han quedado en principio disponibles para la
autonomía de la voluntad de las partes o a lo querido por ellas, de modo que pueden
organizar los hechos de modo tal que se desencadene la consecuencia deseada por
ellos. Por otra parte, con respecto a los negocios jurídicos, si el legislador deja la cuestión
abierta a la autonomía de las partes, normalmente no habrá fraude: las partes declaran
qué derecho desean que se aplique al contrato, y por esta razón se ordena la aplicabilidad
del derecho elegido. Se ha dicho en esta línea de ideas, "que el fraude a la ley aplicable
consiste en que los protagonistas trasforman los puntos de conexión de la norma de
conflicto que el legislador no concibió como negocio jurídico, en negocio jurídico, el fraude
consiste en el intento de las partes de convertir la relación de causa y efecto en una
relación de medio y fin". Las personas aparentan cumplir con el derecho aplicable al caso
pero en realidad manipulan los hechos y hacen que el caso se rija por otro derecho. El
gran problema de alegar el fraude es probar la parte subjetiva.
Dispone el art. 2598 CCyC, que en tales casos "para la determinación del derecho
aplicable en materias que involucran derechos no disponibles para las partes no se tienen
en cuenta los hechos o actos realizados con el solo fin de eludir la aplicación del derecho
designado por las normas de conflicto".
Para acreditar la existencia de fraude, debe inferírselo indiciariamente de la conducta
exterior de las partes. Y los indicios más importantes de la intención fraudulenta se ha
dicho que son la expansión espacial y la contracción temporal (las personas recorren
largas distancias en poco tiempo). Los protagonistas del caso generalmente aparecen
realizando actos en un país en donde no tienen ninguna razón para actuar y suelen llevan
a cabo actos en un lapso mucho más corto que el normal. La certidumbre del fraude no
puede ser absoluta, sólo cabe exigir una razonable certeza, se reitera, mediante
presunciones graves precisas y concordantes, atendiendo a las circunstancias de las
personas del tiempo y del lugar.
Tipos de Fraude:
 El fraude simultáneo: que falsea los hechos ya al llevarlos a cabo, a fin de esquivar
consecuencias inmediatas del acto perpetrado en la realidad de los hechos. En el mismo
momento obtengo los beneficios.
 El fraude retrospectivo: se comete para eludir las consecuencias de un acto que se realizó
en el pasado con total sinceridad. Al principio actuó de buena fe pero luego me doy
cuenta que no me conviene y cambio todo para así poder beneficiarme.
 El fraude a la expectativa: conociendo la norma, manipulo los hechos para en un futuro
poder obtener beneficios y que esta norma no interfiera. Manipula los hechos, porque se
teme que en el porvenir puedan darse ciertas secuelas que por ello (previsora y
eventualmente), las partes resuelven apartar. No se obra por cometer fraude respecto del
acto que inmediatamente se realiza, sino porque ese acto, sincero por el momento,
produciría consecuencias mediatas que se desea descartar.

¿Cuál es la sanción del fraude a la ley? Aplicando el derecho que corresponde, luego el


derecho aplicable me dirá la solución. La prevención del fraude a la ley no es un problema
exclusivo del DIPr, sino común a todas las disciplinas jurídicas y en todas ellas se procura
prevenirlo y perseguirlo. Es que la inexistencia del fraude es el presupuesto y condición
de la aplicación del derecho conectado, y la existencia del fraude a la ley provoca la
ineficacia de las consecuencias fraudulentas perseguidas por las partes, por ende, la
consecuencia jurídica del DIPr que corresponde a la realidad del caso, se aplicará a los
hechos esquivados y el acto o hecho instrumental del fraude ha de caer también. Para la
determinación del derecho aplicable en materias que involucran derechos no disponibles
para las partes no se tienen en cuenta los hechos o actos realizados con el solo fin de
eludir la aplicación del derecho designado por las normas de conflicto.
CONTROL DE ORDEN PÚBLICO:
Cuando aplico el derecho extranjero, este debe pasar por el control de orden público.
Hace a la consecuencia jurídica de la norma de conflicto. Se compara la solución con
los primeros principios de la LEX FORI. El control lo hace el juez, no aplica la norma
extranjera sino que primero ejerce el control. La excepción de orden público permite no
aplicar una disposición de la ley extranjera elegida por la norma de conflicto cuando, en
concreto, la solución material que da al caso ese derecho, confrontada con los principios
de orden público del foro, conduciría a un resultado contrario a éste. Sin embargo, ese
orden público al que se alude es el orden público en el sentido del derecho internacional
privado, el orden público internacional, que es concebido de una manera más restrictiva
que el orden público interno, éste se suele identificar con el conjunto de normas coactivas
del derecho interno, que son indisponibles para las partes. El actual art. 2600 del
CCyC bajo el acápite "Orden público", dice lo siguiente: "las disposiciones de derecho
extranjero aplicables deben ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles
con los principios fundamentales de orden público que inspiran el ordenamiento jurídico
argentino". No basta pues, la contradicción con una norma o disposición particulares si no
se contradice un principio inalienable del ordenamiento jurídico propio. Es cierto que el
ordenamiento jurídico no proporciona un cartabón de los primeros principios que lo
inspiran, sin embargo, éstos pueden rastrearse e identificarse con certeza en la parte
dogmática de la Constitución Nacional. Los principios declarados en la Constitución
Nacional y los tratados de derechos humanos incorporados a ella con rango constitucional
pueden resultar excluyentes de soluciones foráneas que los desvirtúen. Encontramos así:
el principio de la libertad inherente a la dignidad humana, el principio de la igualdad ante
la ley; de la igualdad entre los sexos; de profesar libremente el culto; del respeto a la
propiedad privada; la influencia del principio de defensa en juicio, sobre las limitaciones al
acceso a la jurisdicción o en la distribución irrazonable de la carga de la prueba o en el
respeto del valor de la cosa juzgada; el derecho de trabajar; de enseñar y aprender; de
asociarse con fines útiles; de desplazarse, de navegar y comerciar, etc. Si una aplicación
de un derecho extranjero afectase un principio constitucional argentino, infringiría la
cláusula de reserva de nuestra legislación. Así como hoy el art. 2600 CCyC constituye la
cláusula general de reserva de la legislación en el ordenamiento argentino de fuente
interna, porque se caracteriza por el alto grado de generalidad con que abarca a la
realidad de los casos que se presenten bajo su órbita de aplicación, también, la mayoría
de los ordenamientos particulares de fuente internacional suelen incluir en sus
disposiciones generales normas que contienen las cláusulas de reserva de cada tratado o
convención, las que garantizan el respeto del orden público de los Estados parte, sin
perjuicio de que pueda haber, además, otras referencias especiales inspiradas en el
mismo sentido, dentro de cada instrumento.
La actualidad y la relatividad del orden público: La actualidad del orden público, señala
que es necesario situarse en el momento en el que es necesario apreciar el orden público
internacional, se lo confronta con el estado actual del orden público internacional del foro.
Asimismo, se ha señalado que si se trata de apreciar una situación nacida cuando otras
concepciones prevalecían en el foro, es necesario tener en cuenta la opinión que
prevalece cuando el tribunal haya de resolver, pues éste no puede tener dos
concepciones de orden público en un mismo Estado.
Fallo Solá: En el caso "Solá, Jorge Vicente s/sucesión ab intestato", en 1996, la Corte
Suprema de la Nación, con cita de Battifol-Lagarde, sostuvo: "...cabe señalar que el orden
público internacional no es un concepto inmutable y definitivo sino esencialmente
variable, pues expresa los principios esenciales que sustentan la organización jurídica de
una comunidad dada, y su contenido depende en gran medida de las opiniones y
creencias que prevalecen en cada momento en un estado determinado. De allí que la
confrontación debe hacerse con un criterio de actualidad, noción que es ampliamente
recibida en el derecho comparado". Sin embargo, dado que su aplicación es una
alteración del funcionamiento normal de la regla de conflicto, su aplicación debe ser
responsable y restrictiva. La defensa de los valores de los derechos fundamentales debe
combinarse, lo más armoniosamente posible, con la coordinación entre los ordenamientos
jurídicos que es objetivo propio del DIPr., de ahí, la utilidad de la noción de orden público
de proximidad.
Reglas del control de orden público: Las cuestiones de forma no violentan el orden público
argentino; no se pueden confundir los principios con las normas; las diferencias del
quantum en si no vulneran el principio salvo que lo desdibuje.
COOPERACION JURISDICCIONAL
Art. 2611 CCyC: “Cooperación jurisdiccional. Sin perjuicio de las obligaciones asumidas
por convenciones internacionales, los jueces argentinos deben brindar amplia
cooperación jurisdiccional en materia civil, comercial y laboral”. > La Argentina es parte de
un considerable número de tratados y convenciones internacionales que prevén diversas
formas de cooperación internacional en diversos ámbitos, en particular, en el ámbito
procesal. Sin embargo, en defecto de fuentes internacionales, resultaba necesario
consagrar una pauta general que contenga la obligación de prestar cooperación en su
más amplia expresión y asistencia o auxilio procesal internacional, en particular. Es así
como la Reforma al Código Civil y Comercial ha introducido los artículos 2611 y 2612. La
cooperación jurisdiccional internacional ha sido entendida como toda actuación procesal
desplegada en un Estado al servicio de un proceso incoado o a incoarse en otro. En esta
inteligencia, este tipo de cooperación resulta vital en asuntos con aristas de
internacionalidad en los que, por definición, los casos toman contacto con otros Estados.
Por lo tanto, este recurso posibilitará que los procesos fluyan superando las dificultades
que trae aparejada la necesidad de realizar actos procesales más allá de las fronteras
estatales. Así, coadyuvará a que se materialice el derecho de acceso a la justicia. Es
fuente de este artículo el art. 1° del Protocolo de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional,
Las Leñas.
Tipos de Cooperación: 
Cooperación de 1er Grado o de Mero Trámite: Por ejemplo, pedido de informe. Art.
2612 CCyC: “Asistencia procesal internacional/exhorto. Sin perjuicio de las obligaciones
asumidas por convenciones internacionales, las comunicaciones dirigidas a autoridades
extranjeras deben hacerse mediante exhorto. Cuando la situación lo requiera, los jueces
argentinos están facultados para establecer comunicaciones directas con jueces
extranjeros que acepten la práctica, en tanto se respeten las garantías del debido
proceso. Se debe dar cumplimiento a las medidas de mero trámite y probatorias
solicitadas por autoridades jurisdiccionales extranjeras siempre que la resolución que las
ordena no afecte principios de orden público del derecho argentino. Los exhortos deben
tramitarse de oficio y sin demora, de acuerdo a las leyes argentinas, sin perjuicio de
disponer lo pertinente con relación a los gastos que demande la asistencia requerida”.
Así entonces este artículo pregona la celeridad, por lo que establece que se debe dar
cumplimiento con celeridad a las medidas de mero trámite y probatorias solicitadas por
autoridades jurisdiccionales extranjeras, siempre que la resolución que las ordena no
afecte principios de orden público del derecho argentino o demande gastos que deban ser
atendidos de modo especial. Así lo hizo en su reforma el Código Civil y Comercial que
incluye una directiva general en este sentido, al establecer que los exhortos deben
tramitarse de oficio y sin demora, de acuerdo con las leyes argentinas, sin perjuicio de
disponer lo pertinente con relación a los gastos que demande la asistencia requerida.
Cooperación de 2do Grado: El Estado tiene compromiso mayor. Ejemplo, medidas
cautelares. El Estado va a cerciorarse de que se cumplan requisitos para darnos su
cooperación. Esto no implica reconocer jurisdicción del otro juez. Art. 2603 CCyC:
“Medidas provisionales y cautelares. Los jueces argentinos son competentes para
disponer medidas provisionales y cautelares: a) Cuando entienden en el proceso
principal, sin perjuicio de que los bienes o las personas no se encuentren en la
República;  b) A pedido de un juez extranjero competente o en casos de urgencia,
cuando los bienes o las personas se encuentran o pueden encontrarse en el país, aunque
carezcan de competencia internacional para entender en el proceso principal; c) Cuando
la sentencia dictada por un juez extranjero debe ser reconocida o ejecutada en la
Argentina”.
Cooperación en 3r Grado: Reconocimiento y Ejecucion de Sentencias.
Requisitos para reconocer una sentencia de fuente extranjera:
1. Control de Jurisdicción: El art. 517 CPCyC impone al juez nacional que recibe un pedido
de ejecución de una sentencia extranjera, un criterio estricto de control de la jurisdicción
internacional indirecta previo a la conversión de una sentencia extranjera de condena en
título ejecutorio. En efecto, establece que, en defecto de tratados, entre otros requisitos,
habrá de requerirse que el instrumento emane "de tribunal competente según las normas
argentinas de jurisdicción internacional". Con estas ideas Boggiano preconiza un
bilateralismo relativamente abierto, al que llama multilateralismo crítico, en el que debe
controlarse que el foro extranjero posibilite la efectiva defensa de los derechos
controvertidos. Si en el foro extranjero no es posible un justo juicio por razones
jurisdiccionales, el juez extranjero carecería de jurisdicción pues el foro debe ser
apropiado para realizar los fines de la justicia.
2. Autoridad de Cosa Juzgada: El art. 517 CPCyC además impone que la sentencia haya
pasado en calidad de cosa juzgada en el Estado en que se ha pronunciado; esto importa
que se encuentre firme; que sea definitiva y, por ende, insusceptible de ser atacada por
vía de recurso ordinario. Estimamos que la sentencia que brindase el reconocimiento o
concediese elexequatur a una sentencia extranjera podría ser objeto de impugnación por
la vía del recurso extraordinario si aquella sentencia fuese arbitraria en su contenido de
fondo y esa arbitrariedad no hubiese podido plantarse como defensa ante los tribunales
del país de origen, pues habría en ello una afectación del principio constitucional de
defensa en juicio, que brindaría justificación federal para el planteo a fin de examinar la
procedencia de la ejecución. La hipótesis sería por cierto excepcional y debería ser
examinada con suma estrictez.
3. Derecho de Defensa del Demandado: También se exige el resguardo y garantía del
acabado ejercicio del derecho de defensa en juicio, y que la parte demandada haya sido
personalmente citada. Desde este punto de vista, se ha objetado la validez de la citación
por edictos o de citaciones fictas.  Debe ser citado de manera personal, tiene que ser por
cedula o por edicto.
4. La sentencia que quiero reconocer no debe afectar los principios de orden público del
derecho argentino. En principio, el reconocimiento debe ser otorgado sin examinar
posibles errores de derecho o de apreciación de los hechos contenidos en el fallo. Sólo
cabe el control material de la solución que brinde ese pronunciamiento, comparándolo con
los primeros principios generales de orden público.
5. Finalmente, deberá efectuarse el Control de Litispendencia: La sentencia extranjera no
debe ser incompatible con otra pronunciada con anterioridad, o simultáneamente, por un
tribunal argentino. Esta disposición establece una suerte de principio de prevención a
favor de la sentencia más antigua, entre varias dictadas sobre el mismo asunto, por otros
tantos tribunales extranjeros que se atribuyan competencia, inclinándose a favor del fallo
de tribunales propios en supuestos prioridad o de "simultaneidad" de la sentencia dictada
en el país, con respecto a aquella que se quiere reconocer.

Procedimiento de Reconocimiento Involucrado y del Exequátur: Las sentencias


extranjeras declarativas o constitutivas no requieren ejecución, por ende, no cabe
someterlas al trámite del exequatur cuando se las invoque en juicio, sin embargo cuando
en juicio se invocare la autoridad de una sentencia extranjera, ésta sólo tendrá eficacia si
reúne los requisitos del art. 517 CPCyC. El magistrado interviniente deberá pues proceder
al análisis del instrumento y de su contenido con estos recaudos, como exigencia previa al
otorgamiento de eficacia que se pretendiera al presentarlo. Toda sentencia extranjera de
condena que pretenda hacerse efectiva en nuestro país exigirá, en cambio, la tramitación
del exequatur para el cual está establecida en la ley del rito, la aplicación de las normas
de los incidentes. El impulso será, en principio, a instancia de parte, salvo tratado que
imponga el impulso de oficio o una tramitación diferente. Normalmente, se iniciarán las
actuaciones a partir de un exhorto del juez extranjero que irá acompañado de los
recaudos formales ya referidos.
Arbitraje
El juicio arbitral o arbitraje es un método de solución de controversias al que las partes
acuden de común acuerdo, o en ocasiones, por disposición del legislador. Supone una
controversia o conflicto de intereses entre partes, las que en ejercicio de su autonomía de
voluntad, recurren a la decisión de un tercero/s (árbitro/s) a quien le dan el carácter de
juez para que resuelva el litigio, debido a que les merece confianza por su rectitud e
imparcialidad.
El arbitraje es una jurisdicción especial, admitida como alternativa al ejercicio de la
jurisdicción a través de los órganos del propio Estado, tanto en el orden interno como en
el orden internacional. En nuestro medio el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación exige que la cuestión a resolver por esta vía sea de índole patrimonial, y para
admitir la prórroga de jurisdicción en árbitros extranjeros requiere, además, la naturaleza
internacional de la controversia.
En el nuevo Código Civil y Comercial se ha incorporado, al tratar los contratos en el
derecho interno de fondo (arts.1649 a 1665), una regulación del contrato de arbitraje, en
sí mismo, quizás innecesaria y bastante controvertida, en cambio, entre las Disposiciones
de Derecho Internacional Privado, en particular en el capítulo sobre Jurisdicción
internacional, no se ha introducido el tratamiento del arbitraje internacional como medio
alternativo de solución de controversias, en el entendimiento de que dicha materia
requería un tratamiento especial a través de una legislación específica. Al respecto, ha
habido varios proyectos tendientes a lograr una Ley nacional de Arbitraje Comercial
Internacional, que no llegaron a buen fin.
El art.1649 del CCCN define con una amplitud de espectro respecto de la materia
arbitrable o que puede ser objeto del contrato de arbitraje, diciendo que "hay contrato de
arbitraje cuando las partes deciden someter a la decisión de uno o más árbitros
todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas
respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no contractual, de
derecho privado en la que no se encuentre comprometido el orden público".
Sin embargo, a continuación, en el art.1651 excluye expresamente ciertas controversias,
diciendo que "quedan excluidas del contrato de arbitraje las siguientes materias:
a. las que se refieren al estado civil o la capacidad de las personas;
b. las cuestiones de familia;
c. las vinculadas a derechos de usuarios y consumidores;
d. los contratos por adhesión cualquiera sea su objeto; e. las derivadas de relaciones
laborales.
El árbitro arbitrador o amigable componedor es aquel que decide o resuelve ex aequo et
bono una controversia en la que las partes no pretenden una determinada tutela jurídica,
sino en la que se debaten cuestiones de hecho que son resueltas con prudencia y
equidad, según su leal saber y entender y sin sujeción a formas legales (véanse, por
ejemplo, arts.766 y 769, CPCCN), salvo las que las partes pudieran haber establecido en
el compromiso.
En la Argentina, el art.1652, CCCN, también se refiere a las clases de arbitraje y dispone,
para nuestro derecho interno, que "pueden someterse a la decisión de arbitradores o
amigables componedores, las cuestiones que pueden ser objeto del juicio de árbitros" y
que " si nada se estipula en el convenio arbitral acerca de si el arbitraje es de derecho o
de amigables componedores, o si no se autoriza expresamente a los árbitros a decidir la
controversia según equidad, se debe entender que es de derecho", es de destacar que
esta solución invierte la regla contenida en el orden procesal interno, también se dice que
pueden ser sometidas al juicio de amigables componedores las cuestiones que puedan
ser objeto del juicio del árbitro, sin embargo ahora se invierte la regla respecto al caso en
que falte una expresa estipulación, si nada se hubiese estipulado en el compromiso
acerca de si el arbitraje ha de ser de derecho o de amigables componedores o si se
hubiese autorizado a los árbitros a decidir en equidad, pues en el art.766, CPCCN, se
entiende que es de amigables componedores, en vez de derecho.
Arbitraje prohibido: Hay casos en los que la ley prohíbe el arbitraje. En nuestro derecho
procesal se señala expresamente que no pueden comprometerse en arbitraje, bajo pena
de nulidad, las cuestiones que no pueden ser objeto de transacción (art.737,
CPCCN), lo cual claramente tiende a colocar dentro del arbitraje solamente aquellas
cuestiones que se encuentran dentro de la esfera de materias disponibles para la
autonomía de la voluntad de las partes y se debe ejercer el control, a nivel internacional,
en este aspecto, del contenido de los laudos de tribunales arbitrales extranjeros cuya
ejecución se solicite.
En efecto, el juez nacional competente, en el exequatur o al tiempo de realizar un
reconocimiento involucrado, verificará que las cuestiones que hayan constituido el objeto
del compromiso no se encuentren excluidas del arbitraje, conforme a lo establecido por el
art.737 de la ley ritual (cfr. art.519 bis, inc.2º, CPCCN), como condición para su admisión
para el trámite de la ejecución de sentencia.
Ventajas e inconvenientes del arbitraje
El arbitraje privado tiene aceptación favorable, en particular en materia de contratación
internacional.
Si bien en nuestro país fue lenta la introducción de este instituto, pese a que se lo conoce
de antigua data, en nuestros días se advierte una fuerte corriente, sobre todo de
profesionales interesados en impulsar y generalizar su práctica. Se refieren como
argumentos a favor y en contra del arbitraje, los siguientes
:a) Favorece un trámite flexible, más sencillo y relativamente informal, para la solución de
las controversias, lo que permite una rapidez y agilidad que aparecen como remedio
eficaz para conjurar la lentitud del procedimiento ordinario, sobre todo en el arbitraje
nacional.
b) Permite garantizar la neutralidad de quien ha de decidir, a través de métodos y
controles establecidos para la selección del árbitro.
c) Permite una mayor especialización e idoneidad en la persona del árbitro que habrá de
resolver, adecuadas a la índole del litigio. Se evita, así, la necesidad de recurrir a peritos o
"testigos expertos" que ilustren al juez sobre las peculiaridades propias del thema
decidendum.
d) En la medida en que su origen sea un acuerdo privado entre las partes, permite una
mayor confidencialidad del proceso, evitándose la publicidad indeseada.
e) La inclusión de una cláusula arbitral en el contrato, a menudo, exterioriza el interés de
las partes en su debido y adecuado cumplimiento.
f) Cláusulas de este tipo permiten prevenir el forum shopping y limitar o evitar
procedimientos como el denominado pre-trial discovery, propio de la legislación
norteamericana.
g) El arbitraje suele proporcionar una situación más conveniente para arribar a la solución
de las eventuales controversias
h) El laudo arbitral, muchas veces, es más fácilmente ejecutable que una sentencia
extranjera que condene al pago de una suma de dinero.
i) Procesos de este tipo, finalmente, suelen ser objeto de recursos mucho más limitados
que una sentencia ordinaria.
j) A veces, según los países, el laudo arbitral permite la elusión fiscal

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