Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En lo que respecta al DIPr son las últimas dos clasificaciones las que interesan a la
materia.
Por su parte Boggiano, poniendo el asiento en el contexto jurisdiccional del caso atiende
como criterio de distinción al lugar donde son hacederas las conductas necesarias para
solucionarlo y partiendo de los dos últimos casos de la clasificación de Jitta los distingue
de la siguiente manera:
Casos totalmente multinacionales: Que exigen obrar en la jurisdicción de más de un
Estado Nacional para resolver todo el caso.
Casos parcialmente multinacionales: Aquellos que pueden resolverse íntegramente en el
territorio de un solo Estado nacional, aunque se deban aplicar diversos derechos para
resolver el problema o las distintas cuestiones involucradas en el.
Unilateralismo:
El unilateralismo muestra una cara interna y otra externa. La interna consiste en la
determinación del alcance de la aplicación de las reglas sustantivas de la lex fori y la
externa, en la determinación del ámbito de aplicación de los derechos extranjeros, por lo
que parte de la base de que cada Estado delimita el ámbito de soberanía de su propio
derecho y reclama que esta delimitación sea mutuamente reconocida por los otros
Estados. Sin embargo, bajo un enfoque unilateral, si la cuestión legal en debate no cae
bajo el alcance de una regla de la lex fori, la consecuencia sería que todos los órdenes
jurídicos del mundo entero que quisieran reclamar su aplicación al caso podrían hacerlo,
en una suerte de vocación universalista subsidiaria, aunque sólo para aquellos casos, se
reitera, en que el propio derecho no resultase aplicable.
El conflictualismo
A Federico Carlos de Savigny le cupo elevar la solución del conflicto de leyes al nivel de
derecho internacional y echar las bases del derecho internacional privado clásico.
Sostuvo que el derecho privado interno de las naciones que pertenecían a la comunidad
de "naciones civilizadas" debía ser considerado intercambiable y que la comunidad
internacional debía desarrollar soluciones de conflicto sobre bases uniformes a nivel de
derecho internacional privado de fuente interna, de manera de garantizar que una relación
jurídica, en caso de conflicto, recibiese una y la misma solución cualquiera que fuera el
país en el que el caso se plantease.
Para ello era menester el desarrollo de un consenso consuetudinario internacional que
coincidiese en la elección neutral de un mismo derecho para solucionar el caso y que se
plasmase en soluciones a nivel interno (principio de "la armonía internacional de
soluciones"), identificado con el derecho del lugar donde podía ubicarse la "sede" (sitz) del
caso. Esto es, que cada Estado, a nivel interno, previese, de manera coincidente, la
elección de aquel derecho que guardara una estrecha vinculación con la relación jurídica
de que se trate.
Se estructuró así la idea de un sistema abierto, en el que sobresale la norma de conflicto.
Esta norma, de estructura bimembre, no da la solución del caso iusprivatista
multinacional, indica cuál es el derecho que habrá de proporcionarla; describe un caso
iusprivatista multinacional en su tipo legal y, en su consecuencia jurídica, determina y
elige el derecho aplicable a través de conceptos neutrales contenidos en el llamado
"punto de conexión", como, por ej., la ley del lugar del domicilio o de la nacionalidad ante
los que estén en pie de igualdad la lex fori y el derecho extranjero, para requerir su
aplicación al caso. Ésta es la línea del conflictualismo desde una perspectiva nacional
que, pese a su invalorable mérito, sin embargo, fracasó en lograr la uniformidad de
soluciones con que soñó su creador.
Principios del Derecho Internacional Privado: La solución debe ser justa, con los
principios el juez logra concretar esta solución.
Principio de Uniformidad: Perseguir el objetivo de que la solución del caso sea una y la
misma, cualquiera que sea el país en el que el caso se plantee si hay que recurrir a
distintas jurisdicciones. Los tratados, por ejemplo, son una via para llegar a la uniformidad.
Principio de Integridad: También debe perseguirse como objetivo, la necesidad de
resolver todo el caso, esto implica procurar la integralidad de la solución aunque deba
obrarse en diversos Estados y es por ello que si esto ocurre, deben elaborarse
instrumentos eficaces a través de los cuales pueda lograrse que las sentencias dadas en
un país obtengan reconocimiento y ejecución en otros, para lo cual es menester trabajar
en el campo de la cooperación internacional, en los procesos interjurisdiccionales y en
mecanismos efectivos de auxilio procesal internacional. Se trata de que no se fraccione la
solución, porque en ese caso debería iniciar un juicio en cada jurisdicción.
Principio de Efectividad: Hace énfasis a la eficacia de las soluciones de los casos
iusprivatistas multinacionales. Así, la eficacia de la solución debe ser en buena parte la
medida de la acción para evitar decisiones abstractas, inejecutables e inútiles dispendios
de tiempo, costos y esfuerzos. Se debe poder cumplir fehacientemente la sentencia en
todas las jurisdicciones.
El problema de la norma material: Es una norma especial (deroga a norma general) que
se debe interpretar de forma restrictiva, no se puede aplicar por analogía sino que solo se
aplica ante el supuesto mencionado. Uno de los problemas que puede llegar a traer una
norma material si está en una fuente internacional es el fraccionamiento interpretativo (el
juez de un Estado la interpreta de una forma, el de otro Estado de otra forma, etc. y no
hay un tribunal supranacional que unifique ese criterio). Esto se soluciona recurriendo a
una norma de conflicto para que me le diga al juez como interpretar.
Norma de Policía o Norma de Aplicación Imperativa : la norma de policía autoelige para
resolver el caso iusprivatista multinacional descripto en el tipo legal, el derecho nacional
del propio sistema al que pertenece y, a la vez, autolimita, exclusivamente, la aplicabilidad
de ese derecho nacional al aspecto del caso multinacional descripto o captado en el tipo
de la norma.
Esa autolimitación se produce mediante la exclusiva y precisa referencia a circunstancias
que vinculan el caso al territorio del propio Estado y son esos contactos, precisos y
circunstanciados, los que permiten identificar las razones o los intereses superiores, de
orden social, político, económico, etc., que justifican esa autoelección del derecho
nacional propio y el apartamiento de la elección de la norma general de conflicto. Las
normas elaboradas con este método eligen nominativamente el propio derecho, no operan
la elección de un derecho competente indeterminado, con lo cual, la eventual aplicabilidad
de un derecho extranjero queda excluida, así como también la voluntad diversa de las
partes.
Dicha autolimitación se establece en virtud del análisis de las circunstancias vinculantes al
propio país que el caso multinacional pueda presentar, considerando irrelevantes otros
contactos extranjeros cuya importancia se desestima. Se observa que tampoco cuenta
que en otros países el caso sea sometido a otro derecho, pues la armonía internacional
de la solución del caso no preocupa al autor de la norma de policía, que no busca erigirse
en norma de validez universal para los Estados.
Es una norma indirecta, pues elige un derecho aplicable, pero no se trata de una
captación neutral, el derecho elegido es siempre el propio sistema, el derecho del
legislador, de ahí que se sostenga que, en todo caso, sería asimilable una norma de
conflicto unilateral inderogable, no bilateralizable. En el tipo legal describe un caso
marcando el contacto del caso con el territorio de ese Estado. En principio, esta norma
solo se encuentra en el derecho interno. Tiene carácter de exclusivas y excluyentes.
Hay intereses superiores, de orden social, político, económico, etc., que justifican esa
autoselección del derecho nacional propio y el apartamiento de la elección de la norma
general de conflicto, que remite normativamente al derecho propio, de modo exclusivo,
excluyente e inflexible. No hay lugar para el derecho extranjero ni para la autonomía de
las partes. En su tipo legal describe un caso, pero va a marcar el contacto que tiene el
caso iusprivatista internacional con la norma en específico (norma interna) con el derecho
propio. En su consecuencia jurídica va a autoelegir el derecho propio.
Son exclusivas porque excluyen toda otra regulación de la materia. Y son excluyentes
porque también se ocupan de autolimitar la esfera de aplicación espacial exclusiva del
derecho material propio, sin determinar las circunstancias que puedan hacer competente
a un derecho extranjero. Dicha norma utiliza el método de autoelección o autolimitación
(Art. 2599). No se aplica el DIPr.
Esta norma desplaza la norma de conflicto que aplica un derecho extranjero. También
desplaza la norma material. Opera este método solo el legislador nacional. Su método
de autoelección o autolimitación: Aparece, en la norma escrita, expresado coma una
norma unilateral, que describe un caso multinacional, pero que auto elige la lex fori para
solucionarlo. Se trata pues de una norma especial, susceptible de bilateralización. Esta
última característica, que se detecta por el contenido de los intereses involucrados en la
cuestión, permite su distinción con respecto a las normas de conflicto. La norma de
conflicto elige un derecho neutral, la norma de policía elige el derecho propio.
Boggiano generalizó la expresión norma de policía que es la terminología que cuenta con
mayor aceptación, la Comisión redactora del nuevo CCCN, sin embargo, prefirió adoptar,
en el art.2599, la expresión normas internacionalmente imperativas, utilizando para
nominar esta categoría normativa, de uno de sus rasgos específicos.
El art.2599 en su primer párrafo capta conceptualmente la tipología, expresando que “las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho
argentino son las que se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la
voluntad y excluyen la aplicación del derecho extranjero elegido por las normas de
conflicto o por las partes”. En su 2do párrafo dicho art establece que respecto de
las normas internacionalmente imperativas, que "cuando resulta aplicable un
derecho extranjero también son aplicables sus disposiciones internacionalmente
imperativas y que cuando intereses legítimos lo exigen pueden reconocerse los
efectos de disposiciones internacionalmente imperativas de terceros Estados que
presentan vínculos estrechos y manifiestamente preponderantes con el caso".
Se acoge así, tanto la aplicación de las normas de policía como consecuencia del normal
funcionamiento de la norma de conflicto, cuanto la llamada teoría de la "data". En el
primer caso, las normas de policía del DIPr extranjero se aplican como consecuencia del
normal funcionamiento de la norma de conflicto de la lex fori, esto es, si conforme a la
teoría del uso jurídico, en el derecho extranjero elegido (lex causae), esa norma resultase
aplicable al caso. El segundo supuesto es el que conduce a "tomar en consideración"
también las normas de policía o internacionalmente imperativas extranjeras del DIPr de un
ordenamiento que no es aplicable al caso, pero que presentan cierto carácter
indispensable y lazos preponderantes y tan estrechos con la situación jurídica de que se
trata, que no pueden ser soslayados so riesgo, de ignorar la realidad del caso y fracturar
la lógica de su solución legal.
El funcionamiento de las normas de policía o internacionalmente imperativas.
Distinciones necesarias: Las normas de policía del DIPr argentino, en tanto exclusivas y
excluyentes, son de interpretación restrictiva, por ende, su ámbito de aplicación se
encuentra determinado estrictamente por el tipo legal de la norma, tienen expresa
delimitación de su ámbito de aplicación y no son susceptibles de interpretación extensiva
o analógica. Dicho esto, la norma de policía no funciona como norma general para colmar
lagunas, no cabe pues, la elaboración analógica de normas de policía por los jueces. A
falta de normas de policía de naturaleza especial o en caso de lagunas, se debe aplicar
las normas de conflicto que son las normas generales del sistema.
Problema de la norma de policía: La norma de policía es especialísima, es decir, se aplica
de forma exclusiva y excluyente. Se interpreta de forma restrictiva. No se admite analogía.
Los demás Estados también tienen normas de policía y hay que respetarlas. También se
pueden aplicar normas de policía de terceros Estados vinculados al caso para lograr una
solución efectiva (salvo que esa solución vaya en contra del orden público argentino). Las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho argentino
se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la voluntad y excluyen la aplicación
del derecho extranjero elegido por las normas de conflicto o por las partes. Cuando
resulta aplicable un derecho extranjero también son aplicables sus disposiciones
internacionalmente imperativas, y cuando intereses legítimos lo exigen pueden
reconocerse los efectos de disposiciones internacionalmente imperativas de terceros
Estados que presentan vínculos estrechos y manifiestamente preponderantes con el caso.
Síntesis del Pluralismo: En síntesis, hoy en día podemos admitir que en materia de DIPr,
el pluralismo metodológico normativo es reconocido ya que este concede un pie de
igualdad si se quiere, a los tres tipos de normas: de conflicto, materiales y de policía,
individualizadas supra. Ello no importa, sin embargo, dejar de reconocer el rol que, como
norma general de la materia, cabe seguir atribuyendo a la norma de conflicto, y el carácter
especial que, junto a ella, asumen la norma material, con funciones complementarias y
suplementarias del sistema y la norma de policía, especial, exclusiva y excluyente de las
otras dos.
FUENTES DEL DIPr
La fuente puede ser internacional o interna. Si no está en un instrumento internacional
(tratado o convención), es una fuente interna, no importa el país desde el que se mire. Por
ejemplo: el código civil uruguayo es una fuente interna.
De acuerdo con lo sentado por el art 2601 CCyC, el criterio legal de prelación de normas
aplicable, al disponer que la jurisdicción internacional de los jueces argentinos, (no
mediando tratados internacionales y en ausencia de acuerdo de partes en materias
disponibles para la prórroga de jurisdicción), se atribuye conforme a las reglas del
presente Código y a las leyes especiales que sean de aplicación. Esto quiere decir que
ante la coexistencia de disposiciones de fuente interna e internacional vigentes en nuestro
país, prevalecerá la fuente internacional, de modo acorde con lo previsto en la
Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1986 de la que la Argentina es
parte (art.27) y con lo expresamente dispuesto por la Constitución Nacional, luego de la
reforma de 1994 (art.75, inc. 22) la cual incorporó a nuestra CN idéntico criterio sentado
pacíficamente por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Métodos Auxiliares: Los métodos auxiliares son los métodos de análisis y de
comparación. Ambos métodos permiten al intérprete (juez, legislador, árbitro, particular,
etc) aproximarse al caso iusprivatista multinacional, plantearlo correctamente para su
correcta interpretación y para arribar a la mejor o a la debida solución del fondo del
problema que se busca, es decir, se muestran como métodos auxiliares de uso
indispensables en esta disciplina.
Método de análisis: Es el 1er método que utilizamos frente a un caso. El análisis, puede
ser utilizado como un método en sí mismo, pero resulta ser la primera fase en el
procedimiento de comparación. Se fragmenta el caso, procurando distinguir en él, en sus
elementos componentes, los diversos institutos o categorías jurídicas involucrados. De
manera que dicho método estudia los hechos del caso para primero aproximarlo con las
categorías jurídicas del derecho propio (1ro hay que ubicarnos en nuestra jurisdicción) y
tratar de darle el encuadre jurídico y comparar con las categorías de los derechos
conectados y así corroborar cual es el instituto más próximo. Se estudian los hechos para
categorizarlos en el sistema jurídico donde el instituto jurídico trata de ser reconocido. El
operador nacional se aproxima a él con los elementos de que se dispone, con las
herramientas que conoce del derecho privado propio y éstas son las grandes categorías
jurídicas, su sistema, con el fin de distinguir el problema o los distintos problemas
involucrados. También se pueden consultar otros sistemas jurídicos. Aplicando las
categorías jurídicas de la lex fori, de su propio sistema, el intérprete procurará, en una
primera aproximación, el estudio y solución del caso, dividiéndolo, parcelándolo para
detectar el problema o los distintos problemas que se puede o pueden distinguir y
encuadrar los hechos en las categorías que correspondan en procura de las normas de
DIPr.
Método de comparación: La tarea de comparación presupone, con diferentes formas y
grados de intensidad, la aprehensión de elementos comunes. El método de comparación
requiere pues, en primer lugar, de institutos o términos a comparar y es condición de su
aplicación que esos términos pertenezcan a ordenamientos jurídicos diferentes, es decir,
una pluralidad de ordenamientos. Así partiendo de un caso concreto debemos
preguntarnos cómo han resuelto el problema los diferentes ordenamientos y, a fin de
precisar los términos a comparar y descubrir los elementos comunes, atienden: al modo
como se capta un problema dado entre los ordenamientos jurídicos que interesan, a fin de
detectar la unidad o diversidad de tratamiento. Este método es utilizado como método
auxiliar por excelencia, en lo que aquí interesa, tanto para la elaboración de normas
jurídicas como para interpretación y aplicación del derecho. Distintas funciones de este
método:
Cuando estudiamos el derecho comparado, esto lo utilizan el legislador de fuente interna
y el legislador internacional. Cuando se comparan los objetos o institutos que pertenecen
a ordenamientos jurídicos diferentes. En primer lugar, para tomar una decisión respecto
de cuál estructura normativa conviene utilizar, con base en las experiencias que
proporciona el propio ordenamiento, el derecho comparado y una prospectiva de las
soluciones factibles y sus posibles efectos y luego, para la selección de los conceptos que
han de ser utilizados al redactarlas
Cuando para solucionar el caso yo debo aplicar 2 o más derechos distintos países, con lo
cual debo armonizarlos y crear una sentencia de solución material. Comparar los sistemas
jurídicos y utilizar el método de creación (para la solución del caso concreto).Fruto de la
labor comparatista y de ese resultado, podrá surgir la necesidad de armonizar los
derechos en conflicto, de adaptarlos para hacer respetar los fines perseguidos por cada
uno de ellos y encontrar una solución justa, para el caso concreto, a través de una norma
material individual, de fuente judicial, especial para ese caso, que surgirá de la sentencia
individual, concreta, que produzca esa armonización y adaptación. Esta tarea es impuesta
al juez y al intérprete en general, por el nuevo art.2595, inc. c), del Código Civil y
Comercial argentino cuando dispone que "si diversos derechos son aplicables a diferentes
aspectos de una misma situación jurídica o a diversas relaciones jurídicas comprendidas
en un mismo caso, esos derechos deben ser armonizados, procurando realizar las
adaptaciones necesarias para respetar las finalidades perseguidas por cada uno de ellos"
que brinda sustento legal a esta labor del intérprete al receptar, expresamente, los
principios de armonización y adaptación de los derechos en conflicto.
Cuando la norma de conflicto elige un derecho aplicable pero esa solución la voy a
controlar con los primeros principios de la Constitución Nacional. Si la solución del
derecho extranjero no pasa este control, no se podrá aplicar. (Esto se llama control de
orden público). El intérprete, luego de haber proyectado la solución que le da para el caso
el derecho elegido por la norma de conflicto, antes de aplicarla efectivamente, debe
comparar esa solución material con los principios generales de orden público que
informan su ordenamiento jurídico. También en la nueva cláusula general de reserva de la
legislación contenida en el art.2600 CCyC que reproduce el mismo principio anterior,
cuando dispone: "Orden público. Las disposiciones de derecho extranjero aplicables
deben ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles con los principios
fundamentales de orden público que inspiran el ordenamiento jurídico argentino”.
Se trata entonces del control material de la compatibilidad de la solución de fondo que le
da al caso el derecho elegido con los primeros principios de orden público del propio
sistema. Se trata de un control a posteriori, pues siendo el orden público internacional el
conjunto de principios inalienables que inspiran el nuestro sistema jurídico, no cabe partir
a priori de ellos, dado que carecen de fuerza operativa. Esto significa que la solución
sustancial que el derecho extranjero le dé al caso debe ser compatible y en definitiva, un
desprendimiento de los mismos primeros y fundamentales principios de orden público que
inspiran el ordenamiento jurídico argentino, de lo contrario, se descartará la aplicación del
derecho elegido por la norma de conflicto.
Puntos de conexión
El punto de conexión es el concepto que en la consecuencia jurídica elige y determina el
derecho aplicable al supuesto contemplado en el tipo legal. Se podría decir que es el
corazón de la consecuencia jurídica. A través de él, el legislador concreta la elección justa
del derecho más próximo, del mejor derecho, el más estrechamente relacionado o
vinculado con los hechos del caso, y es por ello que se habla aquí de la justicia de la
elección y no aún, del derecho de fondo más justo o de la justicia de la solución.
Una característica del punto de conexión, su neutralidad. Esto implica que el derecho que
elige la norma de conflicto a través del punto de conexión no se identifica, no tiene "el
color" de ningún país determinado: el derecho se designa a través de un concepto que
capta un aspecto de la relación jurídica que es independiente del contenido material de
ese derecho, todos los Estados están en pie de igualdad y puede resultar elegido el
propio derecho o el de cualquier otro país de la tierra. El derecho elegido será el de aquel
Estado donde se cumplan las condiciones previstas conceptualmente en la elección, en
aquel concepto sede de la elección. Desde este ángulo, la norma de conflicto es la que
asegura la mejor coordinación posible entre ordenamientos jurídicos.
Este rasgo, el ser neutro, no implica sin embargo, que la elección que se practica por su
intermedio no resulte vinculada al Estado que la ha legislado, a su concepción de la
sociedad o a sus concepciones jurídicas, por el contrario, no está separada de esas
realidades, ya que cada elección contiene una opción axiológica que se evidencia cuando
se selecciona y que define el aspecto del caso que se considera el más significativo, más
gravitante o más estrechamente relacionado con su naturaleza misma, para regularlo —
v.gr., cuando se elige el lugar de celebración como derecho aplicable a la validez formal y
sustancial del matrimonio—.
La determinación del derecho aplicable, exigida por el método indirecto, se construye en
general de manera variable y determinable, en función de esas circunstancias del caso
que se captan mediante los puntos de conexión. Excepcionalmente, sin embargo, puede
mostrarse de manera estable y nominativa, mediante una conexión.
En el primer supuesto, la norma indirecta describe el derecho aplicable mediante
características que, sólo frente a un caso concreto, llegan a individualizarse e identificarse
con un derecho nacional: domicilio, lugar de cumplimiento, lugar de celebración; en el
segundo, en cambio, se indica nominativamente el derecho aplicable. La conexión indica
el país cuyo derecho es aplicable. En el DIPr. aparecen conexiones en las llamadas
normas indirectas unilaterales, en términos de Niemeyer, que determinan sólo la
aplicación del propio derecho (arts. 6º y 1209, CCiv. de Vélez)
La determinación abstracta, cuyo medio técnico de descripción del derecho aplicable es el
"punto de conexión", es la clásica, en principio, en el DIPr., se individualiza en atención a
las particularidades del caso dado que aquélla enfoca y es abierto el número de países
cuyo derecho puede resultar aplicable.
La conexión, en cambio, al formularse unilateralmente, mediante la elección del derecho
de un determinado país —el propio—, si bien puede parecerse a una norma unilateral
imperativa —norma de policía—, sin embargo, se diferencia de ésta porque resulta
susceptible de bilateralización y puede extraerse de ella la elección neutral o universal,
mientras que la norma de policía es exclusiva excluyente y de interpretación restrictiva y
no admite bilateralización. Los intereses que inspiran una y otra norma y también el juego
de las reglas del propio sistema, darán la pauta de la diferencia.
Las normas de policía captan un fenómeno que no es nuevo, pues ya ha sido advertido
desde los orígenes del DIPr. moderno, el mismo Savigny había percibido que existían
clases de leyes cuya naturaleza especial no admitía la independencia de la comunidad de
derecho entre diferentes Estados y que en presencia de estas leyes debía el juez aplicar
exclusivamente el derecho nacional, aunque el principio legal exigiera la aplicación del
derecho extranjero. De aquí, sostenía que resultaban una serie de excepciones muy
importantes, cuya determinación rigurosa era quizás la parte más difícil del problema a
resolver. Señalaba que ciertas leyes dentro de un Estado eran de una naturaleza positiva
rigurosamente obligatoria y se dictaban por motivos de interés general; que su aplicación
no admitía libertad de apreciación y que no tenían en cuenta los límites de los verdaderos
Estados y, por lo tanto, se imponían a los jueces.
El control de orden público es un mecanismo de evicción, de saneamiento, llamado a
intervenir, llegado el caso, cuando el contenido del derecho extranjero elegido por la
norma de conflicto violenta alguno de los primeros principios que inspiran nuestro
ordenamiento. Las normas del foro que nos ocupan, en cambio, no se interesan por el
contenido de la ley extranjera eventualmente aplicable, son normas que están dotadas de
una imperatividad que conduce a su inmediata aplicación, las anima un interés de orden
público o que el Estado está interesado en tutelar y se ha dicho de ellas, que son la
expresión positiva del orden público ya que brindan una solución y no conducen a una
exclusión.
En efecto, el hecho de que sean consideradas de aplicación necesaria, torna inútil
examinar la procedencia de una norma material o de conflicto bilateral, el mecanismo de
la aplicación inmediata produce una suerte de "economía de razonamiento": en lugar de
partir de la situación de hecho para determinar la ley aplicable, el juez declara aplicable la
disposición de policía en función de lo que él estima que es su fin y su voluntad de
aplicación, el enfoque es unilateral.
Entre nosotros, Boggiano generalizó la expresión norma de policía que es la terminología
que cuenta con mayor aceptación, la Comisión redactora del nuevo CCCN, sin embargo,
prefirió adoptar, en el art.2599, la expresión normas internacionalmente imperativas,
utilizando para nominar esta categoría normativa, de uno de sus rasgos específicos. La
reforma, sin dudas, tiene el gran mérito de haber receptado en nuestro derecho positivo la
categoría normativa y de haber indicado las pautas para su funcionamiento y para la
apertura del sistema a normas de policía de otros Estados.
El art.2599 en su primer párrafo capta conceptualmente la tipología, expresando que las
normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho argentino
son las que se imponen por sobre el ejercicio de la autonomía de la voluntad y excluyen la
aplicación del derecho extranjero elegido por las normas de conflicto o por las partes.
Boggiano explica, para atribuirle un contenido conceptual que precise su alcance con
algún rigor, que la norma de policía capta en su tipo legal un caso jusprivatista
multinacional y lo somete al derecho material propio delimitando expresamente su
ámbito de aplicación espacial y menciona como ejemplo el art.604 de la ley 20.094, de
la navegación. Esta norma dice que "las disposiciones de esta ley que regulan la
responsabilidad del transportador con respecto al pasajero y a su equipaje, se aplican a
todo contrato de transporte de personas por agua celebrado en la República o cuyo
cumplimiento se inicie o termine en puerto argentino, sea el buque nacional o extranjero, o
cuando sean competentes para entender en la causa los tribunales de la República" ,
siendo de destacar las conexiones alternativas con el territorio argentino que llevan a la
aplicación de la ley 20.094.
Entre los rasgos característicos de la norma de policía se subraya que presenta la
estructura de una norma indirecta, pues elige un derecho aplicable, pero no se trata de
una captación neutral, el derecho elegido es siempre el propio sistema, el derecho del
legislador, de ahí que se sostenga que en todo caso, sería asimilable una norma de
conflicto unilateral inderogable, no bilateralizable, que remite normativamente al derecho
propio, de modo exclusivo, excluyente e inflexible. No hay lugar para el derecho extranjero
ni para la autonomía de las partes.
Desde otro sesgo, las normas de policía son especiales en el sistema normativo del DIPr.
desplazan por ello a las normas de conflicto generales y excluyen absolutamente la
posibilidad de la aplicación del derecho extranjero en el aspecto que rigen. Son normas
excluyentes de toda otra regulación.
JURISDICCION
Una norma de jurisdicción puede estar tanto en una fuente interna como en una
internacional. Cada Estado es soberano y dentro de esa soberanía esta la soberanía
jurisdiccional. Por este motivo, el principio general es que cada Estado juzga los casos
que suceden dentro de su territorio, pero hay excepciones.
¿Por qué es importante el contexto jurisdiccional? Por 2 cuestiones:
1. Para saber que jurisdicción es competente. Quien será el juez que atenderá en el caso; y
2. Para saber cuál será el derecho aplicable.
El primer interrogante que habrá que plantearse en estos casos se referirá a la jurisdicción
competente. Esto es, la determinación del tribunal ante el cual ocurriremos a plantear el
litigio (forum), casi inmediatamente, una segunda inquietud nos llevará a preguntarnos
sobre el derecho de fondo aplicable al conflicto (ius).
Para responder a estas cuestiones es aconsejable examinar, con un enfoque global y
totalizador, cuáles son los criterios atributivos de jurisdicción de cada uno de los Estados
vinculados al caso, a fin de evaluar cuáles de ellos son los que se abocarían al
conocimiento de la cuestión; examinar el criterio con el que cada país responde al
problema del derecho aplicable, y optar, luego, por aquel foro que nos asegure una mayor
efectividad si llega la hora de tener que ejecutar coactivamente para el cumplimiento de
una eventual sentencia favorable. Así, el DIPr, aparece comprensivo de las normas de
fondo (conflicto, materiales y de policía) el cual es llamado a decidir si debe aplicarse una
norma especial, el derecho local o uno extranjero para solucionar el caso y, en este último
supuesto, cuál sistema de derecho extranjero es competente para hacerlo.
Los criterios para fijar la jurisdicción en el sentido de “poder de los tribunales de un
determinado país para conocer en un litigio que le es sometido” pueden ser diferentes y
dar lugar a "conflictos jurisdiccionales" positivos o negativos. Los primeros se producirían
cuando dos o más jueces, por ejemplo, de otros tantos países se consideran competentes
para conocer el mismo caso, y los segundos, cuando ambos o todos se consideran
incompetentes.
El art. 2604 CCyC nos da la solución a los conflictos jurisdiccionales positivos:
“Cuando una acción que tiene el mismo objeto y la misma causa se ha iniciado
previamente y está pendiente entre las mismas partes en el extranjero, los jueces
argentinos deben suspender el juicio en trámite en el país, si es previsible que la decisión
extranjera puede ser objeto de reconocimiento. El proceso suspendido puede continuar
en la República si el juez extranjero declina su propia competencia o si el proceso
extranjero se extingue sin que medie resolución sobre el fondo del asunto o, en el
supuesto en que habiéndose dictado sentencia en el extranjero, ésta no es susceptible de
reconocimiento en nuestro país”.
Jurisdicción Internacional, Criterios Clasificatorios: Directa e indirecta. Exclusiva y
concurrentes. Jurisdicción General y particular.
El conflicto de jurisdicciones se da en los casos con elementos extranjeros que puedan
justificar la intervención de los tribunales de distintos países, siendo las reglas de
competencia internacional las que resuelven cuál Estado debe proveer el tribunal.
Corresponde analizar la jurisdicción internacional en sus diversos aspectos:
• El poder del Estado para entender en una controversia que le es sometida: en esta
hipótesis el juez o el árbitro se plantea el interrogante si es competente para dirimir una
determinada desavenencia (Jurisdicción Internacional Directa).
•El poder de un tribunal extranjero de producir una decisión o un pronunciamiento en
condiciones de ser reconocido o ejecutado en otro, y la facultad del tribunal local para
intervenir respecto de cuestiones que están bajo la competencia del tribunal extranjero.
En este supuesto nos hallamos frente a la cuestión de la colaboración judicial
internacional y al reconocimiento o ejecución de sentencia y laudos (Jurisdicción
Internacional Indirecta).
El concepto que damos de jurisdicción directa es el siguiente: Aquella jurisdicción que
ejercita el juez que se comporta como director del proceso, del proceso principal.
Jurisdicción indirecta es aquélla que ejercita el juez que hace lugar a un pedido de
asistencia internacional. Este juez no se comporta como director del proceso. Lo más
importante de esto es la virtualidad que tiene es el reconocimiento de los efectos de una
sentencia dictada por un juez extranjero. La competencia puede además ser concurrente
o exclusiva, según se admita o no la competencia internacional de los tribunales de varios
países:
•Competencia exclusiva: Artículo 2609: Jurisdicción exclusiva. Sin perjuicio de lo
dispuesto en leyes especiales, los jueces argentinos son exclusivamente competentes
para conocer en las siguientes causas:a) en materia de derechos reales sobre inmuebles
situados en la República; b) en materia de validez o nulidad de las inscripciones
practicadas en un registro público argentino; c) en materia de inscripciones o validez
de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos industriales y demás derechos
análogos sometidos a depósito o registro, cuando el depósito o registro se haya solicitado
o efectuado o tenido por efectuado en Argentina.
El artículo 1° del Cód. Proc. Civ. Y Com. De la Nación no permite el acuerdo de elección
de foro en los casos de jurisdicción exclusiva. Excepcionalmente, encontramos casos de
jurisdicción exclusiva cuando por la materia, el Estado no admite otra jurisdicción que la
de sus propios órganos jurisdiccionales, y excluye en consecuencia la jurisdicción de
cualquier otro Estado.
Entonces la jurisdicción exclusiva se da en aquellos casos en que el ordenamiento
jurídico trata de proteger ciertos intereses. La norma habilita la posibilidad de que leyes
especiales dispongan otros casos de jurisdicciones exclusivas (El art 2635, consagra la
jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos respecto de la declaración en situación de
adoptabilidad, la decisión de guarda con fines de adopción y para el otorgamiento de una
adopción en caso de niños con domicilio en la República).
Los foros exclusivos son excepcionales y de interpretación restrictiva, en consecuencia,
los jueces argentinos no deberían asumir este tipo de jurisdicción si no existe una
disposición que expresamente lo indique.
•Competencia concurrente: Cuando no están presente estos bienes que el derecho
quiere tutelar, como sucede en la competencia exclusiva, por ejemplo, en materia
contractual, que rige el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, qué más da
que intervenga uno u otro juez. En este caso los ordenamientos disponen dar libertad a
las partes, y dejan en sus manos la posibilidad de que puedan elegir que con la misma
eficacia intervenga un juez u otro juez. Cuando existe la posibilidad de que intervenga un
juez u otro juez, la jurisdicción se denomina concurrente, es decir, concurren a la solución
éste o aquél, con la misma función de decidir el conflicto, en definitiva. La jurisdicción
general consiste cuando se den a conocer todas las controversias que se planteen en los
límites que le corresponden a un juez o magistrado en su nivel federal o local. La
jurisdicción particular surge con el objeto de especializar a los juzgadores por rama del
derecho, es por ello por lo que en algunos Estados de la República vemos juzgados y
tribunales especializados por materia (civil, penal, administrativa, etc.)
Foro de necesidad:
En ciertos supuestos excepcionales, será necesario que los tribunales se aparten de la
regla de incompetencia que marcan las normas del rito aplicables al caso. Ello ocurrirá
cuando se advierta que admitir la jurisdicción argentina es el único medio de evitar una
denegación internacional de justicia que comprometa la garantía de defensa en juicio (arg.
Art.24, inc. 7º, dec. 1285/1958). Así, por ejemplo, en supuestos en los que se diere o
verosímilmente pudiere plantearse una efectiva contienda negativa de jurisdicción entre
jueces de países que no tienen un tribunal superior común que dirima la cuestión, pues
ello originaría un conflicto insoluble de jurisdicción (arg. art.9º, ley 4055).
El art.2602, CCCN haciéndose eco de la elaboración pretoriana y de la doctrina surgida
en torno a esta problemática, introduce el concepto de foro de necesidad y faculta a los
jueces argentinos, en forma excepcional, a intervenir en la resolución de un caso
iusprivatista multinacional, aun cuando por las reglas de atribución de jurisdicción
previstas por nuestra legislación no sean competentes, si con ello se persigue evitar la
denegación internacional de justicia.
Esta regulación de la apertura de la jurisdicción argentina en estos supuestos es de
excepción. Esta facultad ya había sido reconocida a nuestros tribunales por la CSJN para
preservar esos valores involucrados en el caso de interés superior, con sustento
normativo en una vieja jurisprudencia que permite una interpretación extensiva del art.9º
de la ley 4055 a otros conflictos insolubles de jurisdicción entre jueces.
Este es un tema interesante que dio lugar en 1960 a un fallo de la CSJN conocido como
“Caso Vlasov”.
El caso se trata de que el señor Vlasov se casa con una señora en Rumania y luego se
vienen a vivir a Argentina. Este señor era un comerciante muy importante que tenía la
distribución de varios productos por lo que viajaba mucho a Europa. Un día, no estando
bien las cosas con su esposa, se plantea la necesidad de hacer la separación.
En Argentina regía en esos años la ley de matrimonio civil, la cual no contemplaba el
divorcio y además tenía a la mujer como una incapaz relativa de derecho, por lo tanto, sus
bienes eran administrados por su marido. Esta ley contemplaba sólo la separación
personal, que mantenía subsistente el vínculo y solamente extinguía la sociedad
conyugal. Pero también la ley tenía una normativa acerca de la jurisdicción: Establecía
que el juez competente es el juez del domicilio del marido. El sr Vlasov conociendo la ley,
se va a Europa y no vuelve a fijar domicilio, con lo cual no se podía establecer quién era
el juez competente en el caso. La mujer plantea este hecho a un tribunal de Bs As, el cual
resuelve que no es competente, ya que era claro que su esposo no tenía domicilio en la
Argentina. La mujer apela esta decisión, pero la Cámara decide ratificar la sentencia de
primera instancia.
Finalmente, el caso llega a la CSJN, la cual decide que, si se sigue con el hecho de que
los tribunales argentinos no son competentes para resolver en el caso, se estaría
agravando el estado de indefensión de la mujer. Es necesario darle un juez competente
de forma urgente, aunque la ley así no lo consagre. Lo que ve este fallo es la situación de
vulneración de la mujer, por lo que la Corte sostiene: “En nada se va a modificar el
espíritu de la ley si se sigue la pauta procesal de entender para encontrar la justificación
de que son competentes los jueces argentinos.
Medidas provisionales y cautelares
Ámbito de aplicación.
El art. 2603, CCCN, regula los casos en los cuales los jueces argentinos pueden disponer
medidas cautelares y provisionales, sin perjuicio de las disposiciones especiales que
resulten de los tratados y convenciones vigentes de aplicación en la materia. Dispone la
norma como criterio general que los jueces argentinos estarán facultados para disponer
medidas de este tipo cuando sean competentes en el proceso principal, sin importar que
los bienes o las personas se hallen o no en la República. Esta facultad constituye
precisamente una derivación de su competencia en el proceso principal, ello, sin perjuicio,
obvio es decirlo, de que la efectividad en la traba de la medida, si las personas o bienes
se encuentran fuera del país, siempre dependerá del acogimiento que los jueces
extranjeros le brinden a la medida dispuesta.
Prevé así el art.2603, inc. c), que estas medidas pueden ser decretadas a pedido de un
juez extranjero competente o en casos de urgencia, cuando los bienes o las personas se
encuentran o pueden encontrarse en el país, aunque carezcan de competencia
internacional para entender en el proceso principal. Se supera con esta disposición una
tradicional reticencia a aceptar medias cautelares decretadas por tribunales de otro
Estado, lo cual representa un paso importante en la línea de la cooperación y del auxilio
procesal internacional.
Al disponerse que la medida sea decretada "a pedido de juez competente" sin otra
precisión, se está reservando a nuestros tribunales, como Estado requerido, el ejercicio
de una facultad de control de ese aspecto de la jurisdicción indirecta, de modo general.
También se contempla la traba de medidas cautelares en casos de urgencia, lo cual no es
más que una derivación de la admisión del foro de necesidad admitido en el art.2602,
CCCN, y para su concreción son de aplicación los mismos principios a los que ha de
ajustarse ese instituto, ya explicados supra.
Estas medidas pueden ser decretadas cuando los bienes o las personas se encuentran o
pueden encontrarse en el país, aunque se carezca de competencia internacional para
entender en el proceso principal, y encuentran también su correlato en la regulación de
las acciones preventivas introducidas en el derecho interno con el criterio contemplado
por el art.1711 del CCCN.
Ergo, que procederá el dictado de estas cautelares en el país cuando una acción u
omisión antijurídica haga previsible la producción de un daño, su continuación o su
agravamiento, casos en los que, incluso, no sería exigible ningún factor de atribución
estando legitimados para reclamar quienes acrediten un interés razonable en la
prevención del perjuicio (art.1712). El nuevo Código Civil y Comercial incluye a la
prevención, como función propia de la responsabilidad civil, constituyendo el soporte en el
que se asienta el sistema de responsabilidad en el derecho privado patrimonial (véase el
art.1708, CCCN). La tutela preventiva que permite, en ciertos y excepcionales supuestos
conjurar la producción de un daño, su continuación o agravamiento, ante actos u
omisiones antijurídicas, como correlato del deber de prevención de daño que aparece en
los supuestos de responsabilidad civil (art.1710), ya sea evitando causar un daño no
justificado o adoptando medidas razonables para evitar que se produzca, para disminuir
su magnitud o, para no agravarlo si ya se produjo.
Sin embargo, estas medidas deben ser concedidas y mantenidas con prudencia por parte
de los tribunales, pues, si son provisionales, no pueden mantenerse sine die si es que la
cuestión no se judicializa debidamente.
Admisibilidad. Trámite. Contracautela. Gastos
La admisibilidad de la medida cautelar se halla regulada por las leyes del Estado
requirente y ha de ser resuelta por los jueces o tribunales de ese país, sin embargo, le
incumbe al tribunal requerido adoptar las providencias necesarias para su efectivización,
de acuerdo con la ley del lugar donde están situados los bienes o residan las personas
objeto de la medida. La ejecución de la medida cautelar, normalmente, exigirá la
contracautela o garantía respectiva que serán examinadas y resueltas, en su caso, por los
jueces del tribunal requerido según sus leyes (véase art.6º, Protocolo de Ouro Preto).
Cartas rogatorias: recaudos:
La solicitud de medidas cautelares será formulada a través de exhortos o cartas
rogatorias que se transmitirán por vía diplomática o consular, a través de la autoridad
central o por las partes interesadas. En los tres primeros casos, no se exigirá legalización;
si la transmisión se hiciera por intermedio de la parte interesada, deberá procederse a la
legalización por agentes diplomáticos o consulares, salvo que los Estados requirente o
requerido hubiesen suprimido este requisito o lo hubiesen sustituido por otra formalidad
(la apostille, prevista por la Convención de La Haya de supresión de legalización del 5 de
octubre de 1961 —ley 23.458—, por ejemplo).
El cumplimiento de estas medidas no se halla sometido ni condicionado por trámite
alguno de reconocimiento o ejecución de sentencias ni a otro procedimiento
homologatorio.
Las cartas rogatorias contendrán: a) la identificación y el domicilio del juez o tribunal
que impartió la orden; b) copia autenticada de la petición de la medida cautelar y de la
demanda principal, si la hubiere; c) documentos que fundamenten la petición; d) auto
fundado que ordene la medida cautelar; e) información acerca de las normas que
establezcan algún procedimiento especial que la autoridad jurisdiccional requiera o solicite
que se observe; f) indicación de la persona que en el Estado requerido deba atender a los
gastos y costas judiciales debidas.
Cuando las circunstancias lo exijan, las rogatorias informarán sobre existencia y domicilio
de defensorías de oficio competentes. En todo caso, estas piezas se redactarán en el
idioma del Estado requirente con traducción, además, en el idioma del Estado requerido.
Las costas y gastos serán responsabilidad de la parte solicitante de la medida cautelar.
En diferente situación en punto a la exigencia de exequatur se encontrarían las
ejecuciones sobre medidas cautelares decretadas, por ejemplo, en el marco de los
Tratados Bilaterales de Inversiones en los que se hubiese renunciado expresamente a
ese requisito previo, sin embargo, cabe dejar a salvo una posible objeción de orden
público
Litispendencia
Las normas que regulan las cuestiones de litispendencia (lis pendens, lis alibi pendens) y,
eventualmente, la conexidad, tienen por objeto evitar la existencia de sentencias
contradictorias entre los tribunales de los distintos Estados miembros que tengan el
mismo objeto y se refieran a las mismas partes.
Sólo se contemplaba la litispendencia como una excepción susceptible de ser opuesta
con éxito, dentro del trámite del exequatur, frente al pedido de reconocimiento y ejecución
de una sentencia extranjera. Esto implicaba que, con el consiguiente dispendio
jurisdiccional, de esfuerzos, tiempo y dinero, sólo ante el planteo de un pedido de
exequatur, en el art.517, inc. 5º, CPCCN, y en general en los códigos procesales de
provincia, se previese que la parte demandada pudiera oponer la litispendencia si la
sentencia que se pretendía reconocer resultaba incompatible con otra pronunciada, con
anterioridad o simultáneamente, por un tribunal argentino.
El Protocolo de Las Leñas de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en Materia
Civil, Comercial, Laboral y Administrativa, suscripto el 27/6/1992, en su art.22 también
contempla, de modo coincidente con el art.517, CPCCN, que cuando se tratare del
reconocimiento y ejecución una sentencia o de un laudo arbitral entre las mismas partes,
fundada en los mismos hechos y que tuviere el mismo objeto que el de otro proceso
jurisdiccional o arbitral en el Estado requerido, su reconocimiento y ejecutoriedad
dependerán de que la decisión no sea incompatible con otro pronunciamiento anterior o
simultáneo recaído en tal proceso en el Estado requerido.
Asimismo, contempla el Protocolo en una medida preventiva de prácticas abusivas que no
se reconocerá ni se procederá a la ejecución cuando se hubiere iniciado un procedimiento
entre las mismas partes, fundado en los mismos hechos y sobre el mismo objeto, ante
cualquier autoridad jurisdiccional de la parte requerida con anterioridad a la presentación
de la demanda ante la autoridad jurisdiccional que hubiere pronunciado la resolución de la
que se solicite el reconocimiento.
Artículo 2604: Litispendencia. Cuando una acción que tiene el mismo objeto y la misma
causa se ha iniciado previamente y está pendiente entre las mismas partes en el
extranjero, los jueces argentinos deben suspender el juicio en trámite en el país, si es
previsible que la decisión extranjera puede ser objeto de reconocimiento. El proceso
suspendido puede continuar en la República si el juez extranjero declina su propia
competencia o si el proceso extranjero se extingue sin que medie resolución sobre el
fondo del asunto o, en el supuesto en que, habiéndose dictado sentencia en el extranjero,
ésta no es susceptible de reconocimiento en nuestro país.
La litispendencia, tiene lugar cuando existen varios procedimientos sobre el mismo objeto,
la misma causa y con identidad de partes, y tiene por finalidad procurar que sobre una
misma controversia sometida a un órgano judicial de un país se produzca otro litigio
posterior con posibilidad de que se produzcan resoluciones contradictorias.
Acuerdo de elección de foro
Artículo 2605: Acuerdo de elección de foro. En materia patrimonial e internacional, las
partes están facultadas para prorrogar jurisdicción en jueces o árbitros fuera de la
República, excepto que los jueces argentinos tengan jurisdicción exclusiva o que la
prórroga estuviese prohibida por ley. La denominación prórroga de jurisdicción permite,
bajo tales circunstancias, elegir el foro judicial o arbitral que las partes deseen. Cualquier
cláusula de elección de foro, para ser válida deberá ser válida de acuerdo al derecho
internacional privado de, Estado designado por las partes y por el derecho del Estado
cuyos tribunales sean requeridos o ante quienes se solicite el reconocimiento y/o
ejecución de la sentencia.
Carácter exclusivo de la elección de foro.
Artículo 2606: Carácter exclusivo de la elección de foro. El juez elegido por las partes
tiene competencia exclusiva, excepto que ellas decidan expresamente lo contrario.
Atribuir carácter exclusivo a los acuerdos de elección de foro implica que el tribunal
designado por las partes será competente para conocer de un litigio al que se aplique
dicho acuerdo, salvo que el acuerdo sea nulo según la ley del Estado. En ningún caso,
podrá declinar el ejercicio de su competencia fundándose en que el tribunal de otro
Estado debería conocer del litigio. A su turno, un tribunal distinto al elegido debe rechazar
la demanda.
Tiempo del acuerdo: En cuanto al momento en el que puede realizarse el acuerdo, surge
de lo precedentemente señalado que cabe, tanto la convención previa, por escrito, antes
del litigio (ante litem natam), como la posterior, expresa o tácita (post litem natam).
Requisitos:
El carácter patrimonial del litigio: Esto tiene justificación en el carácter disponible que han
de tener las materias que sean susceptibles de acuerdos de este tipo entre las partes. En
efecto, las cuestiones de familia, o relativas al estado civil o capacidad de las personas,
involucran intereses superiores cuya regulación no puede quedar librada al solo arbitrio de
los interesados
La índole internacional de la controversia: Nuestra legislación nacional, siguiendo una
tendencia generalizada, sólo admite el desplazamiento de la soberanía jurisdiccional de
nuestros tribunales ante el carácter multinacional del diferendo. Así las partes, pueden
acordar otorgarle jurisdicción a un juez extranjero o a un árbitro, no obstante si el caso es
interno la jurisdicción es improrrogable.
Ventajas de la prorroga:
Se eliminan las dificultades que por lo general acompañan a la determinación del tribunal
competente ante un litigio dado, lo que es especialmente valorado especialmente en el
ámbito del comercio internacional.
Otorga certeza: sobre la jurisdicción internacional, eliminando el peligro de posibles
conflictos positivos o negativos entre jueces de diversos Estados nacionales.
Neutralidad: Entre otros beneficios, la prórroga también permite que la elección recaiga en
tribunales de terceros Estados que puedan considerarse "neutrales". Se busca, con ello,
garantizar una imparcialidad deseable, tanto cuando nos enfrentarnos a posibles
conflictos entre partes de similar poder económico, como cuando prevemos la disparidad
de situaciones desde tal punto de vista.
Previene fórum shopping: las cuestiones de litispendencia y el dictado de sentencias
contradictorias y facilitar la pre-constitución de garantías del cumplimiento de la sentencia
en el territorio del foro prorrogado (foro de patrimonio bilateralmente acordado).