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Inmunidad del Estado extranjero: hay dos posturas clá sicas respecto a esto:
1- Inmunidad absoluta: que se sustenta en las ideas de soberanía,
independencia, igualdad y dignidad de los estados. La jurisdicció n de un
estado dentro de su propio territorio surge como necesariamente
exclusiva y absoluta, atributo de su propia soberanía, sin admitir la
degradació n que puede implicar someterse a la jurisdicció n de otro estado.
La postura significa que cada estado es soberano, no justiciable y se
proclaman como principios de derecho internacional pú blico, la
extraterritorialidad y la independencia jurisdiccional de las respectivas
soberanías.
2- Inmunidad relativa: esta es la posició n mayoritaria en la doctrina y en la
legislació n de los diferentes estados, pues se distingue una dualidad de
personalidad del estado, pues por un lado tenemos los actos de gobierno
o iure imperii, es decir su actuar como poder político, y los actos de
naturaleza comercial o iure gestionis, que es cuando el estado actú a como
sujeto de derecho privado, denegá ndosele la inmunidad en este ú ltimo caso.
3- Inmunidad de ejecución: subsiste la cuestió n de inmunidad de ejecució n,
que es la adopció n de medidas coercitivas contra un estado extranjero, no
se le puede entonces aplicar la fuerza pú blica del foro de un estado, y
afectar gravemente la soberanía e independencia de otro. Por ende, no son
aplicables las soluciones de inmunidad de jurisdicció n a los casos de
inmunidad de ejecució n.
4- Renuncias: renunciar a la inmunidad de jurisdicció n no implica renunciar a
la inmunidad de ejecució n, de manera que solo se podrá tomar esta clase de
medidas coercitivas cuando el estado extranjero haya consentido
expresamente las mismas mediante un acuerdo internacional, por
convenio arbitral, por convenio escrito, por una declaració n ante el
tribunal cuando el estado haya afectado o designado bienes para la
satisfacción de la demanda objeto del proceso, o cuando los bienes sean
usados o estén destinados a ser usados para fines que no sean un servicio
público no comercial, se encuentren en el territorio del foro y tengan
relación con el objeto de la demanda.
Esto lo encontramos en el decreto ley 1285/1958, ratificado por la ley 14.4667,
que dice que no se dará curso a la demanda contra un estado extranjero, sin
requerir previamente de su representante diplomático, la conformidad de
ese país para ser sometido a juicio. Sin embargo el poder ejecutivo puede declarar
con respecto a un país determinado la falta de reciprocidad a los efectos por
decreto debidamente fundado. Y en ese caso el estado queda sometido a la
jurisdicció n argentina. Luego en el añ o 1995 la ley 24.448 recoge en ella la doctrina
del caso Manauta, que era jardinero de la cancillería, y se lo despide. Se prevé el
diferente tratamiento desde el punto de vista de la inmunidad de jurisdicció n, de
los actos de imperio y de los actos de gestió n de un estado. Con respecto a los actos
de imperio se sienta el principio general de inmunidad por el que los estados
extranjeros son inmunes a la jurisdicció n de los tribunales argentinos, y con
respecto a los actos de gestió n, se establecen excepciones, de manera que los
estados no pueden invocar la inmunidad en los casos de:
1- Cuando consienten expresamente a través de un tratado internacional, un
contrato escrito o de una declaració n en un caso determinado, que los
tribunales argentinos ejerzan jurisdicció n sobre ellos.
2- Cuando son objeto de reconvenció n ligada a la demanda principal que el
estado extranjero hubiere iniciado.
3- Cuando la demanda verse sobre una actividad comercial o industrial llevada
a cabo por el estado extranjero y la jurisdicció n de los tribunales argentinos
surgiere del contrato invocado o del derecho internacional.
4- Cuando fueren demandados por cuestiones laborales por nacionales
argentinos o residentes en el país, derivadas de contratos celebrados en el
país o en el exteriores y que causen efectos en nuestro país.
5- Cuando fueren demandados por dañ os y perjuicios derivados de delitos o
cuasidelitos cometidos en nuestro país.
6- Cuando sean acciones sobre bienes inmuebles que se encuentren en el país.
7- Cuando habiendo acordado por escrito someter a arbitraje todo litigio
relacionado con una transacció n mercantil, se pretendiere invocar la
inmunidad de jurisdicció n de los tribunales argentinos en un procedimiento
relativo a la validez o interpretació n del convenio arbitral, del
procedimiento arbitral o referida a la anulació n del laudo, a menos que el
convenio arbitral disponga lo contrario.
La presentació n de los estados extranjeros ante los tribunales argentinos para
invocar la inmunidad de jurisdicción no debe interpretarse como aceptación
de competencia, y ademá s, la interposició n de defensa de inmunidad suspenderá
el término procesal del traslado o citació n hasta que ese planteamiento sea
resuelto. Nuestra ley no trata la cuestión de inmunidad de ejecución, de manera
que rige el principio de inmunidad del derecho internacional pú blico clá sico, a los
fines de evitar un conflicto político internacional.
El amigo del tribunal: necesita la aprobació n de ambos litigantes y el tribunal, se
busca dar intervenció n al brazo político del propio estado argentino en cuanto al
manejo de las relaciones exteriores, a fin de que brinde su opinió n sobre alguna
cuestió n de hecho o de derecho. El ministerio de relaciones exteriores y culta
puede expresar su opinió n sobre algú n aspecto de hecho o de derecho ante el
tribunal interviniente, en cará cter de amigo del tribunal, materializando esa
opinió n en un memorial o alegato.
Inmunidad de las organizaciones internacionales: se reconoció la personalidad
jurídica internacional a entidades colectivas que no siendo estados, han sido
constituidas por ellas, mediante acuerdo entre estados, y gozan en su mayoría de la
inmunidad de jurisdicción.
Entes diplomáticos: los agentes diplomá ticos de un estado gozan de ciertas
inmunidades de jurisdicció n, no pudiendo ser sometidos en principio, ante los
tribunales de otro país. Estos beneficios e inmunidades se conceden no en
beneficio de las personas sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de
las funciones en las misiones diplomáticas, en calidad de representantes del
estado. No gozan de jurisdicció n fuera del á mbito de sus funciones.