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Disertación sobre la existencia de Dios

El debate sobre la existencia de Dios es uno de los debates más antiguos y que más han
permanecido entre nosotros. Numerosos religiosos, filósofos y científicos han tratado de dar
respuesta a esta cuestión, sin embargo, nunca se ha llegado a un acuerdo común. La dificultad
de hallar una respuesta a esta pregunta radica en varios factores. En primer lugar, la fe de las
personas que afirman la existencia de Dios, que es superior a cualquier prueba empírica o
ausencia de pruebas que se pueda llegar a presentar. En segundo lugar, la propia ausencia de
pruebas plantea dos distintas posiciones que los teóricos pueden adoptar: a priori y a
posteriori.

En primer lugar, San Anselmo planteaba un argumento a priori, es decir, parte de unas
afirmaciones que cree verdaderas y a partir de ahí realiza un razonamiento del que se obtiene
una conclusión. En este caso, San Anselmo asume que todos, incluso los ateos, tenemos una
idea de Dios como lo más grande que podemos imaginar, es decir, existe en nuestro
entendimiento. También afirma que lo existente es más grande que lo imaginable, lo irreal. De
este razonamiento concluye que si nuestra idea de Dios es que es lo más grande que se puede
pensar, debe existir, ya que si no existiera, habría algo aún más grande que Dios. Este
argumento fue criticado por distintas personas. Como decía Kant, no se puede demostrar la
existencia de algo siguiendo este procedimiento, pues cualquier demostración de la existencia
de algo basada en afirmar una propiedad de la idea de esto, es una falacia. Además, “existir”
no puede formar parte del concepto de algo, sino que solo afirma la correspondencia del
objeto con el concepto.

Una de las críticas a este argumento más reconocidas fue la de Tomás de Aquino, que pese a
querer demostrar también la existencia de Dios, no acepta la posición y argumentación de San
Anselmo. Tomás de Aquino expone las “Cinco Vías” que parten de la observación de rasgos
reales del mundo, es decir, de la experiencia, y concluye con el razonamiento que afirma la
existencia de Dios. En este caso observamos una argumentación a posteriori.

Sin embargo, en la argumentación de las “Cinco Vías” se encuentran una serie de conceptos
que tampoco han sido demostrados por completo. En este sentido, por ejemplo en la vía del
movimiento, es cierto que según los sentidos hay cosas que cambian, sin embargo, la
afirmación de que todo lo que se mueve es movido por otro, no es algo completamente
verídico, pues realmente no conocemos todos los fenómenos del mundo tan en profundidad
como para afirmarlo. De igual manera, ese “primer motor no movido por nadie”, Tomas de
Aquino asume que es Dios, sin embargo, podría no serlo igualmente, ya que es tan lejano que
no tenemos certeza de que sea así.

En conclusión, es difícil afirmar o negar la existencia de Dios desde un punto de vista de la


experiencia dado que carecemos de pruebas empíricas, y por otra parte, si lo deducimos a
partir de la definición estaremos entrando en un paralogismo.

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