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Tema:
Filosofía de vida, filosofía de muerte
Año:2021
INTRODUCCIÓN:
El sentido de la vida constituye una problemática filosófica muy antigua, que aún no ha
perdido actualidad. Puede decirse que como motivo de reflexión es uno de los eternos
acompañantes del ser humano.
Desde el punto de vista teórico la temática del sentido de la vida constituye una de las
categorías pilares de las ciencias que estudian la conducta, y el tratamiento que se le dé
repercutirá profundamente en el tratamiento teórico que se dará luego a otras categorías.
Como teoría y práctica no pueden analizarse por separado, todo el sistema teórico en torno a
esta categoría se expresará en una determinada práctica formativa o reformativa de valores,
por lo que se trata de un concepto de obligado manejo para todos aquellos que en su
quehacer profesional formen o reformen valores, trátese de un profesor, de un
psicoterapeuta o de un reeducador en un centro penitenciario.
La relación con la vida y con la muerte. La primera, generalmente, propicia alegría, gusto,
celebración, pero la segunda, causa llanto, tristeza, desesperación y, no faltan casos de
renegación hacia la divinidad por lo que se considera el “arrebato” de un ser querido, sin
embargo, la experiencia en estudios de posgrado relacionados con la educación me ha
llevado a pensar, aunque aún no a sentir, la muerte desde otro punto de vista distinto al
cotidiano o empírico que es el que impera en los casos de muerte que he presenciado. Por lo
anterior, en este artículo expongo la forma en que se ha concebido la muerte desde la
filosofía y la forma en que percibo que los familiares de un difunto asumen el deceso de una
persona o de un ser querido.
FILOSOFÍA DE VIDA:
La filosofía es una ciencia muy interesante y de mucha profundidad del conocimiento. Existe
toda una historia de la filosofía a lo largo de la evolución de la humanidad; han existido
grandes filósofos a lo largo de esa historia, y con todas las teorías filosóficas, los
conocimientos han sido enriquecedores para los seres humanos en general.
A partir de esa ciencia filosófica tan útil, necesaria y profunda, puede derivarse una filosofía
cotidiana, personal y aplicativa de manera práctica. A eso denominaremos FILOSOFÍA DE
VIDA.
Cada ser humano tiene su propia filosofía de vida. Ella se va construyendo a lo largo de los
años, incluso desde la niñez, hasta el final de la vida. Muchas veces, en la medida que esa
filosofía se enriquece, se le refiere como “la sabiduría que dan los años de vida”.
Ella está permanentemente ligada en la vida de nosotros. Tenemos filosofía de vida ante la
enfermedad, ante la muerte, ante los hijos, ante el trabajo, ante los amigos, frente a los
buenos y malos momentos. Todo el tiempo está en nosotros.
Algunas personas no son conscientes de su filosofía de vida y, sin embargo, la tienen ahí,
permanentemente. Ahora podría ser un buen momento para pensar en nuestra filosofía de
vida. Puedes preguntarte: ¿Cuáles son los paradigmas en tu vida? ¿cómo ha evolucionado
tu filosofía de vida? ¿Cuán útil ha sido tu filosofía de vida? ¿Cuál es el lema de tu vida?
Algunos paradigmas provienen de la filosofía milenaria “ojo por ojo….” y otros tienen una
evolución no tan reciente. Por ejemplo, “el que estudia triunfa”, “time is money”, “haz el bien
sin mirar a quién”, o “piensa mal y acertarás”. El Doctor Barnard dijo “si crees que puedes,
podrás”. Los títulos de las películas alientan nuestra filosofía de vida: “Retroceder nunca,
rendirse jamás”, “La vida es bella”, “Lo que el viento se llevó”. Los libros, las canciones, los
refranes, las fábulas y las enseñanzas de los padres; todos ellos llevan filosofía de vida.
Una evaluación o una búsqueda de su propia filosofía de vida sería algo valioso para usted
como persona. Proponemos algunas sentencias más, sobre esa filosofía que está en nuestra
vida:
Usted puede creer en su filosofía de vida. También puede cambiarla, si es necesario, para
adaptarse a la vida. Puede profundizar en ella y debe enriquecerla, pero recuerde que
siempre es algo que le ha de pertenecer exclusivamente a usted.
Filosofía de vida es una expresión que se refiere a los principios, valores e ideas que rigen el
estilo de vida de una persona o de un grupo y orientan su comportamiento en busca de la
autorrealización.
La expresión toma el sentido de la palabra de origen griego “filosofía”, que significa ‘amor por
la sabiduría o el conocimiento’ y le suma el complemento “de la vida”. Por lo tanto, la filosofía
de la vida será el amor por la sabiduría de vivir.
Esta expresión se usa frecuentemente para describir el modo en que una persona o grupo de
personas percibe el modo de existir. Por ejemplo: “Mi filosofía de vida está en hacer el bien
sin mirar a quien”. También se usa de manera ligera como equivalente “estilo de vida”. Por
ejemplo: “Su filosofía de vida le resulta incómoda a la mayoría”.
Existen muchos tipos de filosofía de vida en la sociedad. Muchas provienen de las religiones
o espiritualidades como el cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el budismo, el taoísmo,
etc. Sin embargo, aunque toda religión encarna una filosofía de vida, no toda filosofía de vida
constituye una religión. También existen filosofías de vida de naturaleza agnóstica.
Todas tienen en común el hecho de que provienen del ejercicio crítico del pensamiento, pues
pretenden hallar el modo mejor de existir humanamente. Así, más que una interrogante
metafísica, una filosofía de vida es, pues, un código que orienta las actitudes humanas para
alcanzar la autorrealización, la paz y la justicia.
Interrogante esta realmente polémica ante la cual surgen dos bandos: los que opinan que
todo ser humano con adecuado funcionamiento de sus facultades mentales tiene un sentido
de la vida, y los que opinan que no todos llegan a tenerlo.
Se pudiera argumentar a favor del primer bando que cualquier persona puede tener metas
que le den algún tipo de justificación a su existencia, y por lo tanto funcionan como asideros
existenciales. Pero si esas metas son solo parciales y con ellas no se puede dar respuesta a
la pregunta: ¿para qué estoy en el mundo?", aunque constituyan asideros existenciales no
llegan a formar sentido de la vida.
No todo ser humano tiene un sentido de la vida, y ni siquiera todos llegan a tenerlo en algún
momento de su existencia. En la conformación del sentido de la vida participan tantos
factores esenciales, que uno solo que no tenga la calidad necesaria basta para que la
persona se demore en encontrarse a sí misma o simplemente no se encuentre nunca.
Antes de entrar a analizar la relación que existe entre estas categorías es necesario
definirlas. La orientación fundamental de un sistema ético-religioso o ético-filosófico es el
objeto, proceso o fenómeno que es considerado como portador de las cualidades más
valiosas, y cuya consecución, mantenimiento y defensa es priorizado por encima de
cualquier otra cosa. Esta orientación fundamental va a determinar desde la óptica de esa
ideología el universo de valores y disvalores.
¿Qué similitudes y diferencias existen entre los conceptos valor orientación fundamental,
valor fundamental y sentido de la vida?
Felicidad será definida como la manifestación psicológica de una tendencia al equilibrio bio-
psico-social, que aparece con la percepción de realización o de que se está en el camino de
satisfacer un sentido de la vida correcto desde el punto de vista ético moral.
Todo ser humano sano puede experimentar placer, este último depende de la satisfacción de
cualquier necesidad, pero no todos pueden experimentar felicidad. No todos los individuos
tienen un sentido de la vida, y no todo sentido de la vida conduce a la felicidad.
FILOSOFÍA DE MUERTE:
Desde su origen, la filosofía constituye una reflexión acerca de los principios de la realidad,
pero también se ha ocupado de reflexionar acerca de los últimos momentos de la naturaleza
humana. De acuerdo con Montiel, desde que el hombre es tal, la muerte ha sido objeto de
temor y de ritualidad. Reflexionar sobre nuestra muerte es reflexionar acerca de nuestra vida.
La muerte es una dimensión de la vida; ella es nuestra compañera más fiel, la única que
nunca nos abandona puesto que puede sobrevenir en cualquier momento. Rechazar la
muerte, hasta el extremo, es negarse a vivir. Para vivir plenamente hay que tener el coraje de
integrar a la muerte en la vida
Entre los filósofos presocráticos, Heráclito destaca por haberse ocupado tempranamente del
cambio de la materia. De él, la sentencia que expresa que nadie se baña dos veces en el
mismo río, es una de las más conocidas y, con ella, el apodado Oscuro, indicó que el cambio
de la materia es inherente a la materia misma y es la forma en que se expresa la Naturaleza
en sí (León, 2006). Sócrates fue primer mártir de la filosofía y fue, también, quien inauguró la
tradición del pensamiento hacia la muerte. El encuentro de Sócrates con la muerte está
documentado en el diálogo Fedón. Sócrates, reconocido por la consistencia entre su obrar y
su pensar, como se sabe, fue juzgado por no reconocer a los dioses atenienses y por,
supuestamente, corromper a la juventud. Con tales acusaciones, fue condenado a morir
ingiriendo una infusión de cicuta, potente veneno de la época.
La muerte de Sócrates, relatada por Platón en el diálogo Fedón, da evidencia de la forma en
que aquél asumió su injusta sentencia a muerte y la entereza con la cual se comportó. En el
diálogo mencionado, Fedón le expresa a Equecrates que, cuando él habló con Sócrates
antes de su muerte, le pareció un hombre dichoso y que creía que no dejaba este mundo,
sino bajo la protección de los dioses; que se le tenían reservada, en el otro mundo, una
felicidad tan grande, que ningún otro mortal había gozado jamás. En Sócrates, también debe
considerarse la posibilidad que Sócrates no solamente haya aludido a la muerte del cuerpo
como tal, sino al considerar a éste como un estorbo para que el alma pueda acceder al
conocimiento.
Por otro lado, a Platón se le ha considerado como el primero que concibió a la filosofía no
sólo como una reflexión del orden y la verdad del universo, sino como la búsqueda del
sentido de la vida de acuerdo con lo que se considera que es su final: la muerte. El ser
humano, despojado de su ropaje exterior, incluyendo sus sentimientos, sus anhelos, sus
frustraciones y sus expectativas es, finalmente, materia y, como tal, no puede escapar del
cambio incesante que caracteriza a la naturaleza misma.
Para Platón, la naturaleza del hombre no proviene de un Dios, sino que se trata de una
naturaleza semejante a la verdadera realidad, es decir la idea. El cuerpo del hombre, en
cambio, está regido por las imperfecciones y los cambios del mundo sensible y, aunque
Platón mantiene la concepción órfica de la relación psyché.sôma, considera que, el alma, al
participar de lo divino, es conciencia cognoscente llamada racional y, por otro lado, el cuerpo
no es sino la fuente de la irracionalidad, por sus demandas biológicas, sus pasiones y sus
fantasías sensoriales. Por todo lo anterior, el trabajo de cada hombre, consiste en
desembarazarse de las demandas corporales mediante una práctica de auto conocimiento,
moderación en las acciones y búsqueda de la verdad y, sobre todo, un sometimiento del
cuerpo al alma y de ésta a las normas del logos y del bien cuyo modelo es la idea.
Para Aristóteles, el alma no existe por un lado y el cuerpo por otro lado, sino que ambos
existen exclusivamente en la sustancia llamada hombre. Según Aristóteles, la distinción entre
alma y cuerpo existe sólo epistemológicamente, es decir, sólo puede ser pensada. Por lo
demás, el alma no puede existir sin el cuerpo, razón por la cual, para Aristóteles, el alma no
puede ser inmortal. El alma es concebida como “acto” de los cuerpos que poseen la vida en
potencia y como “forma” en tanto es la forma del cuerpo material. Así, en cuanto que acto, el
alma es forma y, en cuanto que forma, es sustancia, en el sentido de la forma de un cuerpo
que posee la potencialidad de la vida. La diferencia entre el ser ‘animado’ y el ser inerte es
que el primero realiza una serie de funciones o actos propios del vivir.
Díaz plantea que la mayoría de los seres humanos creen en un Dios (es decir no son
ateos) y, por tanto, en la mayoría de los casos creen en algún tipo de trascendencia y ésta es
una idea poderosa en cuanto ayuda a vivir, ayuda, de alguna manera, a soportar el temor a
la muerte y, por tanto, a hacer frente al sufrimiento y la desesperación. Con base en los
escritos de Nietzsche, Díaz considera que la muerte no nos deja descansar, es la pérdida de
la esperanza, entendiendo a ésta como la posibilidad, a secas, o como la posibilidad de otro
horizonte posible. La muerte es la ausencia de otro horizonte posible, dentro del horizonte de
la vida que es, al menos, nuestro límite, pero siempre hay posibilidad de otra mirada.
Por otro lado, puede decirse que Marx alude a una muerte que quizá podría denominarse
“política” de la población, propiciada por la explotación despiadada del hombre de ese tiempo
y, en varios pasajes de El Capital, enfatiza ese proceso diciendo, ejemplo, que el propietario
de la fuerza de trabajo es mortal y, por tanto, su presencia, debiendo ser continua en el
mercado –tal como lo presupone la continua transformación de dinero en capital–, el
vendedor de la fuerza de trabajo habrá de perpetuarse del mismo modo en que se perpetúa
todo individuo vivo, por medio de la procreación.
Desde el punto de vista médico, se dice que la muerte se produce al cesar las funciones
fundamentales: la actividad cardiaca y la actividad respiratoria y, esto, implica el cese de las
funciones cerebrales y, a su vez, con esto termina toda la existencia, pero debe tenerse en
cuenta que, actualmente , las investigaciones han mostrado que el cese de la actividad del
organismo no es muy fiable, pues ha habido casos en que se ha diagnosticado un cuadro de
muerte clínica, pero, aun así, fue posible una reanimación, por ejemplo, mediante respiración
artificial o masaje en el corazón, aunque esto último ha de producirse antes que haya daños
irreparables en el cerebro por la falta de oxígeno. La muerte biológica es la muerte cerebral,
es decir, la muerte central y, finalmente, la muerte de todo el organismo. (Montiel, 2003, p.
60).
Para el ser humano ordinario es difícil percibir la muerte de otra forma que no sea la
ausencia física del ser querido ya que los referentes que tiene en su conciencia le indican
que la muerte del cuerpo implica la desaparición total del ser querido y aunque, la iglesia y
sus representantes enfaticen, platónicamente, que el alma perdurará y que solamente el
cuerpo ha muerto, se da un profundo dolor, en el alma, por la ausencia del ser querido. En el
ser ordinario, la incomprensión de la muerte como un proceso natural, es decir, como un
proceso de transformación de la materia, puede propiciar que, en algunos, se piense en
culpar al personal médico o la institución hospitalaria por asistencia recibida o, inclusive, en
intentar preguntarle a la Divinidad ¿por qué ha sucedido tal deceso?
Sin embargo, aunque no pensemos en nuestra muerte o no queramos admitir que ella
llegará en un momento de nuestra vida, es un acontecimiento que no tiene alternativa y,
tarde o temprano, se presentará. Ante esto, podría intentarse una preparación personal para
concebir a la muerte de una forma distinta, pero también se requiere que la familia, los
amigos, los conocidos, estructuren su conciencia con referentes que propicien el pensar a la
muerte como parte de la vida, como parte de la naturaleza y no solamente como un proceso
doloroso. No obstante, es pertinente reconocer que propiciar que la conciencia de un
ciudadano con preparación académica o sin ella se constituya de una manera diferente es un
proceso complicado para el cual parece que lo único que se ha planteado es acercarle
referentes para que, si él decida, pueda pensar la vida de una forma diferente.
CONCLUSIONES:
Desde una óptica filosófica el sentido de la vida está constituido por el sistema de
objetivos que justifican a plenitud la existencia de un individuo, analizada en su
totalidad, ante sus propios ojos. Desde el punto de vista psicológico pudiera decirse
que el sentido de la vida está formado por los motivos que ocupan las posiciones más
elevadas en la jerarquía motivacional.
La investigación se realizo con la finalidad de conocer mas a fondo el campo tan extenso en
lo que concierne a la filosofía, en este caso especialmente como los filósofos desarrollaron
los temas sobre la filosofía de vida y la filosofía de muerte.
Siendo dos temas diferentes debido a que son dos etapas distintas expresan que en la vida
hay felicidad, se obtienen nuevos conocimientos y se viven todos los días experiencias
nuevas en cambio en la muerte se viven momentos de dolor desde la partida de un ser
querido, experiencias nuevas en cambio en la muerte se viven momentos de dolor desde la
partida de un ser querido, y hay tantas definiciones sobre lo hay más allá de la vida, para
algunos filósofos la muerte es un descanso eterno donde no hay nada y para otros es llegar
al paraíso donde se juzgara los actos que se realizaron en vida y otros que narran que es
como irse a dormir y nunca volver a despertar. Estas son etapas de la vida que marcan
muchas diferencias y que para la filosofía es algo extenso a estudiar y causante de tantas
incógnitas por lo tanto al realizar esta investigación conocemos sobre estos temas.
POSITIVO NEGATIVO INTERESANTE
a. Cada ser humano a. En la cotidianidad, en la a. La filosofía de vida,
tiene su propia mayoría de las nos permite, entre
filosofía de vida. ocasiones, la muerte de otras cosas: Dirigir
b. la filosofía de la vida una persona es un nuestra vida, tomar
será el amor por la suceso doloroso decisiones, resolver
sabiduría de vivir. b. Algunas personas no problemas, tener ética
c. Todo ser humano son conscientes de su y valores, interactuar
sano puede filosofía de vida y, sin con las personas
experimentar embargo, la tienen ahí, b. el hombre el único ser
placer, este último permanentemente vivo que puede llegar
depende de la c. pero no todos pueden a tener conciencia de
satisfacción de experimentar felicidad. lo qué es la muerte
cualquier necesidad No todos los individuos c. Existen muchos tipos
d. El sentido de la vida tienen un sentido de la de filosofía de vida en
es netamente vida, y no todo sentido la sociedad. Muchas
individual. Nadie de la vida conduce a la provienen de las
puede elegirlo por felicidad. religiones o
nosotros d. La muerte es un espiritualidades.
acontecimiento d. No todo ser humano
inevitable y universal; tiene un sentido de la
es un suceso por el que vida, y ni siquiera
todo ser humano tiene todos llegan a tenerlo
que pasar, en algún momento de
su existencia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Alesso, Marta. (2011). Qué son las potencias del alma en los textos de Filón.Circe de
clásicos y modernos 15(2), 11-26. Recuperado 16 de agosto de 2019.
Desde: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?co- digo=5411098