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DESCRIPCIÓN DE LOS DIFERENTES MODELOS SANITARIOS:

El concepto de modelo sanitario corresponde al ámbito de la política y la sociología y engloba la


definición de prestaciones que se van a dar, población receptora de las mismas, financiación,
actuaciones y competencias de salud pública y autoridad sanitaria, criterios de planificación y
gestión sanitaria, etc.

Se reconocen tres modelos sanitarios puros: liberal, socialista y mixto.

Los sistemas sanitarios son los instrumentos operativos de que se dotan los diferentes países para
cumplir con sus “modelos” teóricos diseñados por la autoridad política y en la práctica habitual es
frecuente la confusión entre modelo (teoría) y sistema (práctica).

Los componentes más destacados de un sistema social son las llamadas “funciones sociales”, o
conjunto de actividades dirigidas a satisfacer las necesidades de la sociedad, y las instituciones o
estructuras que tienen por finalidad desempeñarlas.

Independientemente del tiempo, el lugar y las características generales del sistema social, aparecen
como una de las instituciones, y funciones sociales más constantes y de mayor complejidad las
relacionadas con la atención a la salud, las cuales conforman lo que podemos denominar “sistema
sanitario”.

Desde la perspectiva de la sociología, Field ha definido el sistema sanitario como el conjunto de


mecanismos sociales cuya función es la transformación de recursos generalizados en productos
especializados en forma de servicios sanitarios de la sociedad. Por otra parte la Organización
Mundial de la Salud (OMS) lo ha definido más recientemente como “un conjunto de elementos
interrelacionados que contribuyen a la salud en los hogares, los lugares de trabajo, los lugares
públicos y las comunidades, así como en el medio ambiente físico y psicosocial, y en el sector de la
salud y otros sectores afines.

Como vemos, la definición de la OMS es una definición muy amplia, que permite que los tentáculos
de los sistemas sanitarios lleguen casi a cualquier parte, en su misión de conseguir incrementar los
niveles de salud en todos los aspectos y situaciones de la persona, aislada y/o en sociedad y se
corresponde con el concepto de salud de la OMS (1946): “Estado de completo bienestar físico, metal
y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Los sistemas sanitarios se
convierten así en uno de los más importantes indicadores para analizar el estado de bienestar de
una sociedad y su nivel de desarrollo.

Todos los sistemas sanitarios son además complejos y sólo parcialmente descriptibles, dado el
elevado número de componentes y la falta de información adecuada sobre algunos de estos
sistemas y sus componentes. Algunos autores llegan a compararlos con la caja negra de una
compleja máquina con funcionamiento desconocido.

Los sistemas sanitarios son además abiertos e interrelacionados con factores determinantes de
otros sistemas, como el político, el fiscal o el educativo; En este sentido todos los responsables de
los sistemas sanitarios demandan que el político priorice el interés por el sistema sanitario
correspondiente, dedicándole la mayor cantidad posible de recursos financieros y a la vez
intentando educar a la población para que haga un adecuado uso del mismo, con objeto de
optimizarlo y de que cumpla la principal misión que es el mantenimiento y la mejora del nivel
sanitario de la población que cubre.

Según la OMS, a cualquier sistema sanitario que pretenda ser óptimo se le deben exigir las siguientes
cualidades:

1. Universalidad, o cobertura total de la población sin ninguna distinción.

2. Atención integral, significa que el sistema sanitario debe atender no sólo a la “asistencia” sino en
conjunto amplio, a la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación.

3. Equidad en la distribución de los recursos.

4. Debe ser eficiente, es decir, mejores prestaciones y mejor nivel de salud al menor coste.

5. Flexibilidad, con objeto de poder responder ágilmente a las nuevas necesidades.

6. Participación real de la población en la planificación y gestión del sistema sanitario.

Un axioma común a todos los sistemas sanitarios es que tienen una limitada capacidad de producir
salud, aproximadamente un 11%, frente al 89% de capacidad que tienen la carga genética, los estilos
de vida y el medio ambiente. Esto significa que no por invertir grandes cantidades de recursos en
un sistema, el nivel de salud de la población necesariamente aumenta en la misma proporción, sino
que, paradójicamente, incluso puede disminuir. Como es el caso de algunas zonas de USA, donde
tienen el mayor gasto sanitario del mundo en relación con su PIB, y sin embargo tienen
enfermedades, como las ligadas al exceso de consumo de calorías, con incidencias y prevalencias
mayores que países más pobres.

Tenemos que considerar también, que el fin de la asistencia sanitaria no es sólo salvar vidas, sino
reducir la incapacidad del enfermo, mitigar su dolor, hacer lo más llevaderas posibles sus
enfermedades, resolver las incertidumbres que se le planteen en cuanto a su estado de salud actual
y futuro, disminuir la inquietud física y emocional de los enfermos, proporcionarle incluso confort y
sobre todo generando en el enfermo la mayor cantidad de confianza posible en “su” sistema
sanitario.

De lo anterior se deduce lo difícil que es comparar objetivamente sistemas sanitarios entre sí, ya
que los indicadores que se barajan actualmente no son sólo los clásicos, como disminución de las
tasas de mortalidad de sus diferentes grupos (edades, sexos, trabajos, etc.) o el aumento de la
esperanza de vida, sino también variables más complejas como el descenso de las incapacidades a
lo largo de la vida y los años de vida ajustados por incapacidad.

Por otra parte, los cambios en la estructura y en las relaciones de los sistemas sanitarios son
continuos. En todos los países desarrollados de nuestro entorno, el sistema sanitario, sus problemas
y sus posibles transformaciones es uno de los temas prioritarios del debate político y social siendo
lo más relevantes lo siguiente:

1. Definir el papel del estado en el sistema sanitario.


2. Definir las relaciones entre las instituciones del sistema sanitario (centralización-
descentralización, competencia entre centros, etc.).

3. Definir el papel de los destinatarios de los servicios sanitarios.

4. Definir claramente criterios de calidad del sistema y controles correspondientes.

5. Definir cuándo, cómo y dónde se incorporarán nuevas tecnologías.

6. Definir concretamente la forma de financiación del sistema.

7. Definir qué demandas nuevas van a satisfacerse y cuales no, ya que la aparición de
enfermedades nuevas como el SIDA ha exigido verdaderas revoluciones en las planificaciones
estratégicas.

8. Definir y analizar las relaciones con otras instituciones (asuntos sociales, ayuntamientos, etc.)

Para entender y mejorar los sistemas sanitarios es necesario utilizar categorías de análisis que
permitan tener en cuenta todas estas cuestiones anteriores, sin minusvalorar la influencia del
sistema de valores o de los sistemas de valores prevalentes en cada país.

Además, en todos los sistemas sanitarios podemos identificar cuatro elementos actores principales:
la población, los proveedores de servicios, las agencias aseguradoras y el gobierno y están
relacionados funcionalmente de cuatro maneras: por la regulación, la financiación, la gestión y la
provisión de servicios.

Las características de los elementos y de sus relaciones funcionales determinan en cada país los
resultados del sistema, siempre dependiendo del entorno político, social, cultural y económico en
que se desenvuelve.

Las peculiaridades básicas de los tres principales modelos de sistemas sanitarios son:

A) MODELO LIBERAL:

También llamado modelo libre mercado. Es el modelo que impera en los Estados Unidos y tiene las
siguientes características:
✓ La salud es considerada como un bien de consumo, que no necesariamente tiene que estar
protegida por los poderes públicos en toda su amplitud. Hay problemas de salud claramente
objetivos, como traumatismos, infartos, etc. y hay una gran cantidad de problemas de salud
que son definidos y priorizados por los propios pacientes, que demandan servicios en
función de sus deseos y disponibilidades económicas.

✓ El estado (o los diferentes estados en USA) realiza una contribución a la asistencia sanitaria
comparativamente muy pequeña. Prácticamente lo invierte todo en atender a grupos
desfavorecidos y/o marginales sin recursos; las clases medias y altas se pagan íntegramente
sus asistencias, mediante el pago directo o a través de seguros con primas muy altas.
✓ El usuario realiza directamente el pago al proveedor, sin intermediarios de ningún tipo o
más frecuentemente a través de compañías privadas de seguros. La regulación se limita a
establecer unas condiciones para el ejercicio (licencias profesionales y otras) y la utilización
de los servicios se basa en la ley de la oferta y la demanda.

El modelo sanitario liberal tiene a su favor una serie de ventajas:

1º La alta competitividad existente entre los diferentes proveedores para captar clientes hace
que la tecnología, y la investigación científico-médica avancen notablemente. Con todas las
críticas que hacemos a este sistema desde Europa, en innegable que la medicina americana está
a la cabeza del mundo, aunque no así la salud de la población, que como decíamos antes
responde en un alto porcentaje a otras variables (hábitos alimenticios, formas de vida, etc.) que
no se contemplan como componentes de actuación en los sistemas sanitarios que responden al
modelo liberal.

2º La existencia de usuarios muy exigentes y que “pagan” lo que haga falta por recibir buenos
servicios ha hecho que las compañías de seguros voluntarios afinen al máximo en el coste por
proceso, con objeto de que los médicos no las arruinen utilizando desmedidamente pruebas
complementarias, exceso de medicamentos, prolongadas estancias, etc. En este sentido los
sistemas de análisis de costes, (como los grupos de diagnósticos relacionados GDR y otros) de
los americanos, están siendo aplicados en el resto de sistemas sanitarios para hacerlos más
eficientes.

3º El sistema liberal USA capta a los mejores cerebros médicos de todo el mundo, porque ofrece
más dinero; se puede decir que todos los demás sistemas son “discípulos” de él y parasitan de
sus conocimientos y técnicas.

Tiene también una serie de inconvenientes:

1º Alto coste para la sociedad: En USA están por encima del 12% de gasto sanitario del total del
PIB nacional.

2º Necesariamente deben tener redes de beneficencia que atiendan a los que no pueden pagar
directamente o no tienen seguros que les cubran ampliamente. Esto genera situaciones graves
de falta de equidad y discriminación.

3º El estado o más bien la sociedad en su conjunto, gasta prácticamente todo el dinero dedicado
a la salud, en sanidad asistencial olvidándose de la prevención y de la educación sanitaria para
obtener hábitos saludables. No obstante, hay que decir que, precisamente por ser ciudadanos
muy exigentes los americanos, cuando evidencian y se sensibilizan ante un problema que ellos
entienden puede afectar a su salud presionan a sus políticos y obtienen medidas que aborden
este asunto.

Una variante del Modelo Liberal es el Modelo Singapur, que ha introducido en los sistemas
sanitarios el concepto de capitalización individual. La financiación se genera en una Central
Provisora de Fondos (20% salario del trabajador + 20 % empresarios). El 6-8% va a una cuenta
Medisave. Cada individuo puede retirar dinero de esa cuenta para cubrir gastos sanitarios.
B) MODELO SOCIALISTA:

El modelo sanitario socialista o estatalista se caracteriza por propugnar una financiación en su


totalidad por los presupuestos generales del Estado, por ofrecer cobertura universal y gratuita
a la población, así como la completa gama de prestaciones sanitarias sin excepción. Todo lo que
está en la cartera de servicios del sistema se presta en condiciones de equidad, gratuidad y
universalidad a la población. El modelo socialista puro es incompatible con ninguna estructura
sanitaria de tipo privado o de seguros. El modelo socialista puro solo se ha dado en los países
comunistas, de los que los únicos ejemplos que quedan en la actualidad son Cuba y Corea del
Norte.

Ventajas del modelo socialista puro:

1º La búsqueda de la eficiencia hace que el estado apueste por la medicina preventiva y la


educación sanitaria para incrementar los niveles de salud en detrimento de la creación de
servicios asistenciales y medicaciones costosas. Esta estrategia, de hecho funciona, pues los
niveles de salud, al menos en sus parámetros básicos como mortalidad en sus diferentes
variedades (infantil, absoluta, etc.), morbilidad de enfermedades infecto-contagiosas
vacunables, enfermedades hídricas, etc. de por ejemplo Cuba, son comparables a los de
cualquier país occidental, cuando no claramente superiores.

2º El estado hace hincapié en la salud pública: abastecimientos de agua a poblaciones,


depuración y eliminación de residuales, salud laboral, atención a grupos vulnerables, etc.

Inconvenientes:

1º Alcanzado un determinado nivel de salud, los ciudadanos quieren acceder a medicinas y


métodos diagnósticos y terapéuticos más sofisticados, que no sólo los curen, sino que lo hagan
en breve tiempo, con comodidad y con garantías. Esto no se consiguió en los sistemas socialistas
puros, ya que los procesos con índices pequeños de incidencia no eran adecuadamente
atendidos, como tampoco los de difícil diagnóstico, lo que, aunque no incidía en el global de
salud de la población, afectaba notablemente a los individuos.

2º Los ciudadanos, al obtener todo gratis, no valoran realmente lo que cuesta la sanidad,
perdiéndose entonces el factor más apreciado a priori, la eficiencia.

C) MODELO MIXTO:

De alguna forma este modelo es el que está impregnando actualmente a todos los sistemas
sanitarios de Europa Occidental, sobre todo en lo que refiere a su gestión, teniendo diferente
participación el sector público y privado según los países, en su financiación y provisión y
diferentes formas de funcionamiento en su globalidad y en sus diferentes niveles.

Los sistemas del modelo mixto tienen dos componentes:

1º Componentes estructurales, que a su vez contienen cuatro elementos:


✓ La atención primaria (del médico de cabecera al centro de salud).
✓ La atención especializada (hospitales y centros de diagnóstico y tratamiento).
✓ La salud pública (salubridad, higiene, prevención de la salud, educación sanitaria).
✓ La planificación y gestión.

2º Componentes socioeconómicos: los ligados a la estructura propia del país (PIB, porcentaje de
gastos sanitarios, estructuras, superestructuras, etc.).

Los sistemas sanitarios europeos derivan de dos modelos mixtos:


➢ El de Bismark; es el más antiguo, y en su época el más avanzado del mundo; el estado
garantiza las prestaciones mediante cuotas obligatorias; La red de salud pública queda en
manos del estado, que se constituye asimismo en autoridad sanitaria. En principio este
modelo garantizaba la asistencia sólo a los trabajadores que pagaban el seguro obligatorio,
teniendo que constituir redes paralelas de beneficencia para los trabajadores que no
“cotizaban”. Los países que tienen sistemas que derivan de esta variante del modelo mixto
son principalmente Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Luxemburgo y Holanda.

Actualmente todos los ciudadanos de estos países gozan de una sanidad universal, gratuita
y en condiciones de equidad.

➢ El de Beveridge. Es más moderno (desde 1.948) y es el que dio origen al Sistema Nacional
de Salud en diferentes países, Reino Unido, Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca, Italia,
España y Portugal. La financiación de la sanidad es pública, procediendo de los presupuestos
generales del Estado y prestada asimismo en condiciones de universalidad, equidad y
gratuidad. La planificación y la salud pública quedan en manos del Estado y
descentralizadamente en comunidades autónomas y municipios. Estos estados y
comunidades hasta el nivel de descentralización que se decida, elaboran planes de salud,
con objetivos definidos, claros y evaluables, que son además de obligado cumplimiento.

España, Italia, Portugal, aunque tienen Sistemas Nacionales de Salud, siguen manteniendo
una cuota obligatoria en los trabajadores para financiar en parte el Sistema Nacional.
Coexisten compañías privadas que prestan asistencia algunas veces en régimen de
concertación con el Sistema Nacional. Toda la normativa sanitaria emana del Estado o de
los órganos políticos descentralizados (comunidades autónomas y municipios) en régimen
de obligado cumplimiento y revistiéndose la Administración política (en sus diferentes
variantes) como la máxima autoridad sanitaria.

El gran debate que se está produciendo en los sistemas sanitarios derivados del modelo
mixto es que el alto coste de las prestaciones (con especial atención a los fármacos y resto
de tratamientos) van a hacer inviables económicamente estos sistemas a medio plazo. Por
ello se están poniendo en práctica importantes medidas para mejorar la gestión de las
prestaciones, para optimizar recursos (descenso de estancias en los hospitales, control de
prescripciones, etc.), para introducir nuevos modelos de gestión manteniendo la
financiación pública, concertar con la privada diferentes formas de provisión de servicios,
etc. y sobre todo, una medida, que aunque se presta al ataque demagógico, es esencial:
Definir los límites del sistema en cuanto a prestaciones se refiere.

https://b.se-todo.com/pravo/11015/index.html
Caracterización de Modelos Sanitarios y Sistemas Sanitarios
Durante mucho tiempo las personas cubrieron el tratamiento de sus enfermedades con recursos
propios, acudiendo a las distintas alternativas que podían encontrar. Los acontecimientos
históricos fueron modificando profundamente la estructura de la sociedad, sus costumbres, su
cultura y entre ellos el concepto de salud; de ahí que se forjaran profesiones sanitarias y
aparecieran diversos dispositivos asistenciales. Los poderes públicos tomaron conciencia de la
necesidad de establecer determinadas garantías a favor de la población, principalmente las que
se referían al desarrollo de las medidas higiénicas, la medicina preventiva y el saneamiento
ambiental.
Publicada el 26 DE JULIO 2011

Esta situación originó distintas visiones ideológicas y políticas respecto a la asistencia sanitaria en
los distintos países, dependiendo de la conformación de las características sociales, políticas,
económicas e históricas de cada uno de ellos. Tales características dieron origen a modelos como el
Liberal, el Socialista y el Mixto.
Es común en la literatura especializada que se utilice el concepto de modelo y sistemas como
sinónimo. Por ello es importante remarcar la diferencia entre ambos para no confundirlos:
El Modelo hace al ámbito de la política y se lo puede definir como “el conjunto de criterios o
fundamentos doctrinales e ideológicos en los que están cimentados los sistemas sanitarios”, en él
se determinan aspectos como: población receptora, quién financia el sistema, prestaciones que se
van a dar, actuaciones y competencias de la salud pública-autoridad sanitaria.

Mientras que el Sistema hace a la operatividad y ejecución del Modelo, pero al momento de
definirlo aparecen distintas maneras de conceptualizarlo propio de las características y
complejidades que guarda.
La Organización Mundial de la Salud los relaciona con el Concepto de Salud en su aspecto más
amplio “como un conjunto de elementos interrelacionados que contribuyen a la salud en los
hogares, los lugares de trabajo, los lugares públicos y las comunidades, así como en el medio
ambiente físico y psicosocial, y en el sector de la salud y otros sectores afines”.

Asimismo, la OMS visualiza los distintos actores que lo componen al explicar que “sistema es el
conjunto de todas las actividades, oficiales o no, relacionadas con la prestación de servicios de salud
a una población determinada, que debe tener acceso adecuado a la utilización de dichos servicios.
Integrado por todo el personal de la salud disponible, los procedimientos de formación de este tipo
de personal, las instalaciones sanitarias, las asociaciones profesionales, los recursos económicos que
por cualquier motivo u origen se pongan al servicio de la salud y el dispositivo oficial y no oficial
existente”.

Y añade que “todo este conjunto debe armonizarse en un sistema homogéneo que permita utilizar
los recursos habilitados para el logro de la máxima satisfacción de los objetivos prefijados: garantizar
el derecho a la salud no sólo como un derecho universal, sino como un recurso para el desarrollo
social, económico e individual de una persona”.

Si bien todo sistema se encuentra incluido en uno mayor, el suprasistema, están quienes consideran
que los sistemas de salud son una variante de los sistemas sociales, y como tales aparecen como
una de las instituciones y funciones sociales más constantes y de mayor complejidad en la sociedad.
Desde la sociología se ha definido al sistema de salud como “el conjunto de mecanismos sociales
cuya función es la transformación de recursos generalizados en productos especializados en forma
de servicios sanitarios de la sociedad”.

A) Modelos Sanitarios
1. Liberal: La salud en este modelo es considerada como un bien de consumo, que no
necesariamente tiene que estar protegida por los poderes públicos en toda su amplitud. La
responsabilidad del Estado queda resumida a atender a grupos más carenciados y vulnerables a las
contingencias de la enfermedad, con mínima contribución financiera al sistema por parte del Estado.
Los otros grupos poblacionales (medios y altos) se adhieren a compañías de seguros privados o
contratan directamente al proveedor de prestación médica, sin intermediarios. La utilización de los
servicios se basa en la ley de la oferta y la demanda.

Este modelo está presente en el Sistema Privado de Estados Unidos, siendo el referente entre otros
países. Aspectos relevantes del modelo:
• Los proveedores de servicios desarrollan sus dispositivos de acuerdo a los planteamientos
de rentabilidad económica. La alta competitividad existente entre los diferentes
proveedores para captar clientes hace que la tecnología, y la investigación científico-médica
avancen notablemente y atraigan a los mejores profesionales.
• Algunas características de este sistema están siendo aplicadas en otros sistemas sanitarios,
como el análisis de costes por proceso (utilización desmedida de pruebas complementarias
en los diagnósticos y exceso de medicamentos) para hacerlos más eficientes.
• Su financiamiento descansa sobre las empresas que cofinancian un contrato de seguro de
salud con organismos privados, esta situación genera desventajas y desigualdades para los
distintos segmentos de la población. Dos tercios de los empleados reciben esta cobertura.
Los trabajadores autónomos, los de tiempo parcial o los que tienen pequeñas empresas
deben contratar pólizas individuales mucho más caras, por lo que a menudo las rechazan.
Fuera de la empresa no hay derechos. Los jubilados de más de 65 años tienen derecho a
una cobertura mínima, para aquellos que no entran en estas categorías: la nada.
• Una variante del Modelo Liberal es el Modelo Singapur, que ha introducido en los sistemas
sanitarios el concepto de capitalización individual. La financiación se genera en una Central
Provisora de Fondos (20% salario del trabajador + 20 % empresarios). Entre el 6-8% va a una
cuenta. Cada individuo puede retirar dinero de esa cuenta para cubrir gastos sanitarios.

2. Socialista o Estadista: su característica más relevante es que las prestaciones se dan en


condiciones de equidad, gratuidad y universalidad para todos los segmentos de la población. Es
financiado en su totalidad por presupuestos generales del Estado. El sector privado es inexistente.
De este modelo derivan dos tipos:

a) Modelo Semashko. Comenzó en la antigua URSS y los países del bloque soviético después
de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1990 Rusia y todos los países comunistas de Europa
han abandonado el sistema centralizado, totalmente controlado y operado por el Estado.
b) Modelo Público Unificado. Aplicado en Cuba y Corea del Norte, en este sistema el estado
toma un papel relevante en garantizar el acceso a la salud financiando y suministrando
servicios de salud directamente a través de un sistema único e integrado verticalmente. La
cobertura se otorga con criterios de equidad, gratuidad y universalidad a toda la población.
La priorización de la salud pública es a través de la medicina preventiva y la educación
sanitaria para incrementar los niveles de salud en detrimento de la creación de servicios
asistenciales y medicaciones costosas, como así también la inversión en servicios públicos
ha sido una de las características más relevantes e imitadas por otros países. Este sistema
es poco eficaz en lo referente al individuo, excluye las opciones de prestaciones bajo el
control del consumidor y limita la representación efectiva de los usuarios en la organización
del servicio.

3. Mixto. Es común en muchos países europeos y latinoamericanos. Se define por la contribución


que tiene el sector público y privado en la gestión del sistema. Según el país, difiere la participación
de ambos sectores dándole características propias en la financiación, en los modos de provisión y
en la funcionalidad, como así también en los distintos niveles de asistencia.

Dos modelos europeos le dieron origen: Modelo Seguridad Social–Bismarck. Es el más antiguo y el
más avanzado del mundo, inspirado en la legislación social de Alemania en 1883.
• El estado garantiza las prestaciones mediante cuotas obligatorias.
• El modelo garantiza la asistencia sólo a los trabajadores que pagaban el seguro obligatorio, teniendo
que constituir redes paralelas de beneficencia para los trabajadores que no “cotizan”.
• Los profesionales son retribuidos mediante acto médico y las instituciones hospitalarias reciben un
presupuesto global.
• La red de salud pública queda en manos del Estado, que se constituye asimismo en autoridad
sanitaria.
• Actualmente todos los ciudadanos de estos países gozan de una sanidad universal, gratuita y en
condiciones de equidad.

En segundo lugar, el Modelo Impuesto–Beveridge, inspirado en el informe Beveridge de 1942, que


formalizó la organización adoptada por Suecia en la década de 1930, y dio origen al Sistema Nacional
de Salud en diferentes países.
• La Financiación es pública a través de impuestos y mediante presupuestos estatales.
• La prestación se da en condiciones de universalidad, equidad, gratuidad y libertad de acceso de toda
la población.
• La planificación y la salud pública quedan en manos del Estado y des centralizadamente en
comunidades autónomas y municipios que deciden y elaboran planes de salud evaluables y de
cumplimiento obligado.
• Amplio control parlamentario sobre el sistema.
• Los medios de producción son estatales, aunque existe una parte del sector privado, los pacientes
participan en el pago.
• Tiene un presupuesto global limitado para las instituciones hospitalarias.
En tercer lugar, cabe mencionar que en Latinoamérica surgieron otros modelos parecidos, pero con
características históricas y sociales propias de la región.

1- Modelo Segmentado: Es el modelo más frecuentemente utilizado en América Latina. Coexisten


tres sectores en el sistema:
–Sector Público: representado por el Estado, quien se ocupa de brindar asistencia a aquellos
individuos excluidos del mercado, es decir a quienes pertenecen a los grupos sociales más
carenciados y vulnerables y sin cobertura social. Se financia con recursos fiscales que pueden
provenir de las finanzas generales o bien de impuestos con afectación específica a esta finalidad. A
su vez es el estado es prestador de servicios a través de su red sanitaria.

–Sector Seguridad Social: su organización se descentraliza en entidades intermedias no


gubernamentales, pero con alta regulación por parte del estado. La financiación se efectúa a través
de aporte de los trabajadores y contribuciones de los empleadores, recursos que tiene el carácter
de obligatorios. Por definición, sólo cubre a los aportantes al sistema y su grupo familiar.

–Sector Privado: la prestación de servicios de salud se realiza a través de prestadores privados en


el mercado. La financiación la efectúa el usuario demandante mediante el sistema denominado
prepago. En general los seguros se contratan individualmente, aunque pueden ser contratados
colectivamente. En Argentina lo que debe aportar cada usuario se calcula en base al riesgo de
enfermar y de estar enfermo (es decir, a través de las tasas de incidencia y prevalencia de las
diferentes enfermedades) y al tipo de servicio.
Estos tres sectores financian el sistema, pero dos de ellos también son prestadores de servicio: el
Público y el Privado. Este último brinda servicio a seguros privados como a seguros sociales.
Los problemas que presenta esta conformación le imprimen al área de la salud una lógica peculiar
puesto que implica la coexistencia desarticulada de cada uno de estos subsistemas, que difieren
respecto a su población objetivo, los servicios que brindan, el origen de los recursos con que cuentan
y nivel de decisión en el sistema. A ello hay que sumar la existencia de serios niveles de
fragmentación en cada sector.
La interdependencia económica de los tres sectores, la duplicidad de funciones, la ineficiencia en el
manejo de recursos y las diferencias importantes de prestación de servicios entre los diversos
segmentos de población en relación a su cobertura dan como resultado falta de equidad y
discriminación en la prestación del sistema, es decir marcadas ineficacias.

2- Contrato Público (ejemplo de esta modalidad lo representaba Brasil)


• El financiamiento público se combina con una creciente participación privada en la provisión de
los servicios de salud, mediante la contratación de servicios.
• La población tiene mayores opciones y los proveedores encuentran más oportunidades para la
autonomía y la competencia.
• El presupuesto público global se asigna a un conjunto plural de proveedores en función de ciertos
criterios de productividad y calidad.
• Este modelo conduce a la fragmentación de la provisión y complica el control de la calidad y los
costos.

3- Pluralismo Estructurado (Es una nueva modalidad que se encuentran transitando Colombia,
México, Argentina y Brasil)
Representa un punto intermedio entre los dos polos (público y privado) en los que han funcionado
los sistemas de salud, lo que evita los extremos del monopolio en el sector público y la atomización
del sector privado. Esta nueva alternativa busca que el sistema ya no esté organizado por sectores
sociales sino por funciones. Juegan aquí un rol importante los Ministerios de Salud de cada país
asumiendo funciones de rectoría y regulación del sistema y procurando la conducción estratégica,
en lugar de ser un proveedor más de servicios de salud.
• La Seguridad Social se convierte en la responsable principal de la financiación y se amplía
gradualmente a fin de alcanzar una protección universal, guiada por principios de finanzas públicas.
• La provisión directa de servicios quedaría abierta a todo un esquema pluralista de instituciones,
tanto públicas como privadas.
• En las áreas urbanas fomentaría la competencia entre proveedores, y en las áreas rurales otras
innovaciones para fomentar el pluralismo serían las cooperativas organizadas y empresas solidarias
de salud. En todo caso el reto es incrementar las opciones para los consumidores y los proveedores,
con reglas claras que minimicen los conflictos potenciales entre equidad y eficiencia.
En conclusión, se podría afirmar que de todos los modelos descriptos sintéticamente han ido
variando en el tiempo y generando cambios en busca de nuevas alternativas para ser más eficientes
y guardar mayor equidad en la prestación.

El siguiente cuadro muestra la transición que a nuestro criterio han teniendo y hacia dónde van:

La percepción generalizada es que no hay ningún modelo concreto único y puro que permita
resolver todos los problemas de salud de la población en nuestro entorno. El modelo sanitario ideal
no existe, cualquier modelo que elijamos tiene defensores y detractores por sus propias
características y complejidades. La salud en su concepción tiene una dimensión ética que se apoya
en valores sociales, políticos y religiosos entrecruzados con distintas visiones ideológicas e intereses
de todo tipo que no siempre tienen apreciaciones comunes.

La salud, objetivo de todo sistema, es un bien esencial para la vida, para el bienestar y la economía
de un país. La OMS sostiene que la misión de todo sistema es conseguir incrementar los niveles de
salud en todos los aspectos y situaciones de la persona aislada y/o en sociedad, por lo que su
funcionamiento es condición para establecer indicadores de medición de bienestar y de nivel de
desarrollo de una sociedad.

La salud y los servicios sanitarios son una responsabilidad pública y un derecho social. El Estado debe
garantizar su protección, promoción y acceso a los servicios de salud de una manera adecuada y
oportuna independiente de su clase social, nivel de ingreso, inserción laboral, genero, etnia o edad.

Es común a la mayoría de los modelos descriptos definir a las políticas de salud más allá de los
Ministerios de Salud, ya que las consideran intersectoriales abarcando todas aquellas acciones
destinadas a mejorar la salud.
B) Características de los Sistemas de Salud comunes a todos los modelos
• Los sistemas de salud son instrumentos operativos diseñados por la autoridad política de los
diferentes países para cumplir con sus modelos teóricos sanitarios.
• El rasgo más específico de todos los sistemas salud es su carácter profesional. El médico es el eje
del sistema, el tomador de decisiones fundamental (en nombre del paciente) con gran autonomía
en sus decisiones.
• Las decisiones médicas en los sistemas de salud determinan la calidad y eficiencia de estos.
• Los sistemas sanitarios permanentemente deben alinear la práctica médica (con sus incentivos e
intereses) con la misión y valores del sistema sanitario, articulando la gestión administrativa con la
gestión clínica colegiada basada en la autoridad profesional.
• Los determinantes más importantes de la salud individual y colectiva no dependen del sector
salud. Este tiene una limitada capacidad de producir salud, aproximadamente un 11%, frente al 89%
(que comprende la carga genética, los estilos de vida y el medio ambiente).
• El sector salud es cada vez más relevante en los indicadores macroeconómicos de un país, esta
cantidad de recursos genera poderosos intereses en actores económicos con gran influencia en
decisiones sanitarias. Ejemplo de ello: Industria farmacéutica, equipamiento médico, profesionales,
seguridad social, etc.
• El crecimiento del empleo sanitario respecto a otro tipo de empleo, dan al sector una gran
capacidad de presión social y laboral, cuya gestión es en especial problemática. Por ej.: enfermeros,
residencias asistidas, servicios socio-sanitarios, cuidados de enfermos crónicos, profesionales
concentrados en un mismo empleador (hospitales), un mix de categorías profesionales distintas con
diferentes intereses, entre otros.

Los sistemas sanitarios además de ser complejos como se ha descrito se caracterizan por ser
parcialmente descriptibles por el gran número de componentes y relaciones que guardan entre las
partes hacen que lo comparen, con la caja negra de una compleja máquina con funcionamiento
desconocido.

Los sistemas sanitarios, además son sistemas abiertos y por ende interactúan con otros sistemas: el
político, el fiscal, educativo y el económico guardando con estos relaciones de interdependencia, es
decir el sector salud depende del accionar de éstos, cualquier variación en alguno de ellos tiene
fuerte impacto en su ejercicio, tal es el caso del sistema fiscal (recaudador) el proveedor de recursos
financieros o la falta de definición y de apoyo del sistema político deja al sistema de salud sin rectoría
sobre el todo sanitario. El educativo, pieza fundamental al momento de acompañar en la prevención
educando a la población a través de sus métodos sistemáticos y parasistemáticos; y por último,
quizás el más relevante el sistema económico que produce fuertes impactos en los distintos sectores
cuando tiene desequilibrios relevantes como es el caso de la variaciones en empleo (desempleo).

Mantener el equilibrio en las interacciones de estos sistemas conlleva al mantenimiento del sistema
y a mejorar el nivel sanitario produciendo los resultados esperados en la población que se cubre en
un país.

A su vez, los sistemas social y ambiental (suprasistemas) contienen al sistema de salud e interactúan
permanentemente condicionándolo en su funcionamiento en cuanto al impacto que generan, como
así también en su capacidad de dar respuesta a las demandas constantes que presenta el medio,
midiendo su capacidad de retroalimentación en términos de eficacia y de eficiencia, es decir,
producir los mejores resultados (prolongar la vida, minimizar las enfermedades, las discapacidades,
promover el bienestar- satisfacción interna, etc.), en definitiva la satisfacción de los usuarios.
C) Funciones y componentes de los Sistemas de Salud
Los componentes se podrían definir como las partes internas del sistema, que en su accionar
determinan el equilibrio operativo del sistema. Los componentes son:

Las partes se relacionan a través de funciones: financiación, regulación (legislación), provisión y


gestión (planificación y control del sistema).

D) Estructura organizativa asistencial de los Sistemas de Salud


La organización de la asistencia médica es fruto de la estructura sociopolítica y económica de la
sociedad en la que actúa. (Modelo-Sistema).

En los países europeos la atención de salud es bajo la modalidad de dispositivo asistencial, sometido
directamente al poder del Estado y gestionado por autoridades y organismos que representan a
dicho poder, es lo que se ha denominado servicio nacional de salud. En este sistema los servicios se
estructuran dentro del esquema de asistencia integrada con una total planificación estatal, tanto en
el aspecto de la distribución geográfica del dispositivo asistencial como en la definición de las
prestaciones y en las modalidades de actuación del personal de salud, que quedan reguladas
mediante detalladas reglamentaciones. La acción gubernamental comprende la definición de los
puestos de trabajo necesarios en el campo sanitario y la creación de los centros de salud y sus niveles
de equipamiento, y tiene como objetivo la extensión de las prestaciones a toda la población.
Los países socialistas adoptaron este esquema con carácter general para sus dispositivos de salud,
pero también algunos otros países como los latinoamericanos han estructurado esquemas hasta
cierto punto similares compartidos con el sector privado.

Tal es el caso que debido a medidas de racionalización económica y la creciente evolución de la


asistencia han permitido que, en los últimos años, en muchos países europeos parte de la población
se oriente hacia la atención médica ofertada por centros sanitarios privados, generando un
desarrollo importante de seguros médicos privados y dando lugar al cambio de visión sostenido por
muchos años del Sistema Nacional de Salud.
Evidentemente en casi todos los países se avanza hacia modelos mixtos descriptos anteriormente
variando algunos de ellos en la modalidad de gestión, esto es, distinta participación del sector
público y el privado en la financiación y provisión de servicios.

Podemos afirmar que existe una gran diversidad en relación a la estructura organizativa de la
sanidad, los cuales son el resultado de combinar los dos elementos básicos de los que se constituyen
todos los sistemas sanitarios:
1. Fuentes de financiación: recursos económicos
2. Proveedores: médicos, hospitales, farmacias, etc.

La estructura asistencial común a la mayoría de los sistemas es:

A pesar de los avances terapéuticos, el constante incremento del costo de la salud, la demanda
masiva de asistencia, las repetidas reformas y las desigualdades en la atención médica siguen a la
orden del día, tanto entre los países como en el interior de ellos. Numerosos factores inciden en ello:
medio ambiente, alimentación y trabajo, las costumbres, entre otros. Pero los sistemas de salud y
los modos de financiamiento también generan consecuencias que a diferencia de las anteriores se
pueden mejorar interviniendo en sus defectos, como son la burocratización, la ausencia de
regulación, la falta de equidad – accesibilidad, la eficiencia tanto micro como macroeconómica; en
definitiva “sistemas de salud que garanticen la satisfacción de la población en lo referente a la
promoción, prevención, protección y restauración de la salud de los individuos y las comunidades de
un país” (OMS).

En conclusión, el presente documento ha intentado hacer una descripción conceptual y general de


los distintos modelos y sistemas vigentes en gran parte de los países; describir características
comunes y complejidades propias del sistema considerado el más complejo de todos los sistemas
sociales.

Bibliografía:
-“Informe sobre la salud en el mundo 2009”, Organización Mundial de la Salud (OMS), Ginebra.
- Alonso J., Calderón C., Duque F., García P., Ortuño I., Organización y Gestión Sanitaria. Anexos.
2001.
-Bernaldo L, Bandow D, Tannen M, Corona J, Goodman J, Musgrave G, Alternativas de reforma para
la sanidad pública. Madrid: Circulo de
Empresarios; 1998. Boletín 63.
- Dr, José Manuel Freire El Sistema Nacional de Salud Español en Perspectiva Comparada Europea:
Diferencias, Similitudes, Retos y Opciones.
Departamento de Salud Internacional, Escuela Nacional de Sanidad-Instituto de Salud Carlos III.
Madrid.
- CEPAL Serie de Políticas Sociales Nª 121 “La reforma al Sistema de Salud Chileno desde la
perspectiva de los Derechos Humanos. Marcelo Drago. Santiago de Chile 2006
- Documento La Salud como Sistema Dr Hernán Omar Caballero. Mendoza, 2002
- Sojo, Ana. Reformas de gestión de salud en América Latina: los cuasimercados de Colombia,
Argentina, Chile y Costa Rica, CEPAL, Chile, 2000.
- WWW. Sistemas Sanitarios –uah.wikispaces.com
- De Los Sistemas de Salud de Mercosur y Chile Daniel Olesker, Director Instituto Cuesta Duarte
P.I.T. -- C.N.T
- Investigaciones Web Los sitios para el análisis internacional comparado de los sistemas sanitarios
son, entre otros: El European Observatory on Health Systems and Policies
(http://www.euro.who.int/observatory) impulsado por la OMS, varias instituciones y gobiernos
europeos (entre ellos España); el International Network Health Policy & Reform
(http://www.healthpolicymonitor.org/) que cuenta con un excelente sistema de seguimiento y
análisis de reformas sanitarias; la OCDE (www.oecd.org) cuyos datos sobre el sector sanitario son el
estándar de referencia para las comparaciones internacionales.

http://politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/caracterizacion-de-modelos-sanitarios-y-
sistemas-sanitarios

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