OPERACIONES DE BANDERA FALSA EN LA FRONTERA NORTE DEL ECUADOR

1.- Una escalada de violencia terrorista se viene produciendo de manera sorpresiva en los
cantones fronterizos de la provincia de Esmeraldas, que ha causado, desde el 27 de enero
pasado -cuando ocurrió el atentado con un coche bomba al cuartel de la policía de San
Lorenzo- un saldo trágico de 7 personas asesinadas, dos secuestrados, la destrucción de dos
cuarteles y una torre de energía eléctrica, la huida de cientos de pobladores de la zonas y el
amedrentamiento de la población ecuatoriana orquestado por las redes sociales y por los
medios de comunicación, dedicados a hacer apología de estos hechos.

2.- Estos acontecimientos divergen radicalmente de la situación de relativa calma en que se

mantuvo la frontera del lado ecuatoriano, durante las más de cinco décadas del conflicto
armado interno colombiano, entre las fuerzas gubernamentales y los grupos insurgentes; pues,
durante este largo período de violencia, únicamente se presentaron incidentes esporádicos de
intimidación contra la población civil ecuatoriana, enfrentamientos de las fuerzas de seguridad
ecuatorianas con grupos insurgentes colombianos, o episodios recurrentes de ingreso a
territorio ecuatoriano de refugiados provenientes del lado colombiano. Cabe insistir que este
escenario no se modificó ni aún durante la ejecución del Plan Colombia en los años 90,
estrategia financiada y coordinada por EEUU, que incrementó sustancialmente la presencia y
las operaciones militares del ejército colombiano en la frontera.

3.- A raíz de la desmovilización y desarticulación de las FARC, producto de los acuerdos Paz
alcanzados el año pasado, se ha creado un escenario de vacío de poder en la región, que no ha
sido ocupado por el Estado colombiano, ni con sus fuerzas de seguridad y menos aún con
acciones de atención humanitaria o desarrollo económico, social y fortalecimiento
institucional. Tal ausencia injustificable, ha dado lugar a la ocupación de grupos ligados al
narcotráfico y al crimen organizado, algunos de cuyos miembros pudieron haber sido
miembros de las FARC que se resistieron a la desmovilización y que se mantienen como grupos
mercenarios a órdenes de los carteles transnacionales de la droga; tal es el caso del alias
“Wacho”, que sorpresivamente salió del anonimato para convertirse en la mayor noticia de los
medios de comunicación en los últimos dos meses.

4.- A raíz del anuncio de los diálogos de Paz, varios estudiosos de la situación de la frontera
norte señalaron públicamente que la crisis de poder en el territorio fronterizo daría lugar a una
escalada sanguinaria e indiscriminada de violencia de grupos criminales vinculados y que se
requería desarrollar con bastante antelación una estrategia de fortalecimiento integral del
cordón fronterizo, tanto por parte del gobierno de Colombia, como del Ecuador. Por lo que
habiendo sido predecible la presente situación, ha existido lentitud de los gobiernos para
anticiparse a los hechos que estamos lamentando.

5.- Es así que a pesar del Plan Colombia y de las siete bases militares norteamericanas
existentes en territorio colombiano, en los territorios de Tumaco y Nariño se ha duplicado la
superficie de los cultivos de hoja de coca (alrededor de 30.000 hectáreas) y una vez procesada,
esta se moviliza por la frontera norte de Ecuador -representando alrededor del 23% del total
de la cocaína producida en Colombia-. La droga internada en territorio ecuatoriano se envía
hacia las provincias costaneras para trasladarse luego a la costa este de los EEUU. Esta cadena
de producción y distribución criminal de acuerdo a varios expertos en seguridad estaría
financiada y dirigida por los cárteles mexicanos de la droga, para lo cual han contratado a
grupos residuales de la violencia colombiana.
6.- Además cabe señalar que en el territorio ecuatoriano se lava una buena parte de los
dineros de la droga en la circulación de billetes El fenómeno del narcotráfico… que no solo está
en las fronteras sino a lo largo del continente…que incluye la comercialización, consumo y
principalmente el lavado del dinero producto de la venta de la droga.

7.- El cordón limítrofe que a lo largo de 570 kilómetros forma la epidermis territorial del norte
del país, está conformado por una frontera aislada y de difícil acceso que se extiende a través
del anchuroso río Mataje, las intrincadas selvas del Choco y Amazónica y por los accidentados
páramos norteandinos; constituye un territorio imposible de ser blindado metro a metro a
través de seguridad policial o militar,

8.- Para un análisis en profundidad de esta situación que