Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE MEDELLIN

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ECONOMÍCAS


PROBLEMAS DE HISTORIA POLIÍTICA DE COLOMBIA
DOCENTE: JUAN ANTONIO ZORNOZA BONILLA
ESTUDIANTES: KAREN VELEZ MOTOHA – ALEJANDRO FIERRO BRICEÑO – LAURA SOFIA
ORTEGA GARCIA

RESUMEN DEL INFORME DE LA COMISION DE LA VERDAD EN NARIÑO Y EL SUR DEL CAUCA

Informe final comisión de la verdad “Nariño y cauca Sur” analiza el por qué, él cómo, cuándo y dónde
del conflicto armado de la región, se analiza también las estructuras de poder, sistemas de autoridad, la
presencia del estado, economía, política y cultura, descubriendo conflictos por poder y control de
territorio. Alfredo Molano bravo investigador homenajeado dice “la historia es una voz llena de timbres
y de acentos de gente anónima “con ello introduciéndonos al conocimiento del conflicto armado su
contexto social, características propias y semejantes a otras regiones ya que al ser Colombia un país
pluricultural y diverso genera analogías entre regiones. Escuchar e identificar tanto responsables como a
víctimas es el objetivo principal con la búsqueda de paz, se realizaron 36 diagnósticos participativos en
el país 14.953 testimonios 13.703 individuales y 1.250 colectivos y 25 procesos de reconocimiento. El
territorio no es simplemente el espacio sino también las relaciones humanas, él territorio de Nariño y
cauca sur es una zona de paramos y volcanes ya que se encuentra, La cordillera de los Andes, 1.200.000
personas habitan en ese territorio uno de cada cinco es indígena, la zona es conformada por 59
municipios de Nariño y 19 de cauca Sur, La ola de violencia se presenta más en sus fronteras cómo
Argelia, Patía, etc., se realizaron 974 entrevistas. La historia inicia con el colonialismo y su violencia
bastante para ese territorio, ya que se encontraban diversas comunidades indígenas entre ellas Awa y
Pastos, fue una región complicada por bajo desarrollo a comparación de otras regiones en ese entonces,
por lo tanto el comienzo de ciertos proceso fueron más tardíos. inicio de los años sesentas, se generan
luchas por la tierra y movilizaciones cívicas en toda esta región, organizaciones sociales reclamaron
públicamente el conflicto entre élites bipartidistas por la pelea de poder, violando los derechos humanos,
la persecución bipartidista, la apropiación de tierras, no educación y sin presencia del estado en muchas
zonas de difícil acceso por las mismas vías. Iniciaron movilizaciones cívicas, de estudiantes en Nariño y
movimiento indígena de recuperación de tierras. A finales de los 80s la presencia de guerrillas en esta
región comienza, FARC, ELN, ente otras, su despliegue fue por zonas, se crea la UP movimiento para
la recuperación de tierras junto ANUC pero con el paso del tiempo también toman un giro de ideología
política y social para reivindicar los derechos del campesinado e indígenas, se desenlaza la persecución
política a estos movimientos; las influencias ideológicas por parte de los grupos armados también eran
muchas, en este territorio porque la reclutación de jóvenes fue fácil, se sentían identificados con la
situación y discurso izquierdista ya que demostraba la desigualdad y el abandono del estado generando
un fenómeno de control territorial y de gobierno “La ley del monte”.

Entre 1978 y 1990 había un gran auge entre las movilizaciones sociales y el posicionamiento de las
guerrillas en la región, comenzó una estigmatización hacia las personas que formaran parte de
movimientos sociales a pesar de las amenazas, detenciones, señalamientos y asesinatos de lideres y
lideresas sociales, las movilizaciones en esta década continuaron. Las manifestaciones dibujaron un
territorio que demandaba acciones de parte de un Estado que incumplía, estigmatizaba y militarizaba los
territorios de comunidades que se encontraban en medio de la confrontación armada. Comenzaron
también los secuestros y desplazamientos por parte de las distintas guerrillas como una forma de control
territorial, también estos grupos guerrilleros iniciaron incursiones armadas con el fin de expulsar a la
policía de los municipios, provocar caos en las instituciones y liberar presos, así como apropiarse de los
recursos de los bancos y obtener armas y municiones. Entre 1996 y el 2002 la policía no tenia presencia
en ocho de los 40 municipios del departamento del cauca y para 1999 se había retirado de 16 de los 64
municipios del departamento de Nariño. Las tomas guerrilleras fueron escalando en crueldad y
contundencia como lo relatan los distintos testimonios a lo largo del documento que expone la Comisión
de la Verdad, la violencia era tan fuerte que de los 42 alcaldes que regían en los municipios, 32
terminaron gobernando desde Popayán, esta era la única forma de mantener el estado por que se
derrumbaba totalmente. La primera década del siglo comenzó con la entrada del paramilitarismo, así
como con la expansión de los cultivos de coca sobre la cordillera del Patía en el cauca y el occidente de
Nariño. Entonces, mientras el paramilitarismo avanzaba en estos departamentos también producía una
grave crisis humanitaria y los planes del Gobierno central de avanzar con la aspersión aérea con
glifosato causaron un grave impacto ambiental y de salud pública. Pero, sobre todo, no tuvieron en
cuenta la problemática estructural de pobreza, marginalidad, exclusión y falta de tierras para las
comunidades rurales, para las que la economía cocalera empezaba a se su principal sustento. Una de las
principales consecuencias de la incursión paramilitar en la región fue la alianza entre representantes de
lideres locales de los partidos tradicionales y los grupos paramilitares para contener ese avance electoral
que había logrado los nuevos partidos políticos y los movimientos sociales, campesinos e indígenas.

Luego se habla de la llegada de la coca y la serie de transformaciones por las que paso las FARC entre
1990 y 2000. Las zonas donde había cultivos de coca y grupos armados fueron los lugares donde se
vivieron los primeros hechos de violencia vinculados al conflicto, la vida campesina se vio muy afectada
ya que se vieron en la necesidad de salir de sus territorios a trabajar, siendo así que; el desplazamiento
forzado, la desaparición forzada y la violencia sexual fueron algunos de los hechos de violencia narrados
en estos municipios. Este proceso fue escalonando con la inserción de las insurgencias en la economía
de la coca, pues el involucramiento de los grupos insurgentes en el negocio del narcotráfico cambió de
manera drástica su vínculo con las comunidades, algo muy importante que se debe resaltar en este
proceso es la llegada de las columnas móviles de las FARC, (esto fue una ampliación de la estructura
ofensiva de esta guerrilla con el fin de consolidar el control sobre las rutas hacia el océano Pacífico y la
frontera con el Ecuador) yo ubicados en Nariño, Las columnas llevaron a cabo la distribución territorial
con el frente 29. Así mismo, la llegada de dos columnas permitió la expansión territorial y bélica de esta
guerra, tanto la frontera con Ecuador como los ríos principales del Pacífico fueron corredores centrales
para el narcotráfico.

Empezaron a verse confrontaciones por parte de las FARC y el ELN, No por ideologías políticas, sino
por territorios. Todo esto debido a que los acuerdos de no agresión y distribución territorial que se
habían establecido entre las dos guerrillas se rompieron en estos años y se desató una fuerte
confrontación. Se relata también que para inicios del año 2000 se dio un periodo nefasto para nuestra
historia, al que se le llamo la década del terror y el miedo, ya que para ese momento llegó el
paramilitarismo a la región, con una campaña de terror por agentes paramilitares apoyados por el
Estado. Masacres, desmembramientos, desaparecidos, cuerpos flotando en los ríos, muertos en las calles,
violencias sexuales, familias desplazadas que perdieron todo. La llegada de las AUC a la región marcó
un giro en el conflicto, el giro coincidió no solo con el incremento de los cultivos de coca, sino también
con la industrialización de esta producción. Sólo hasta este momento se construyeron laboratorios para
la cristalización de la cocaína que permitieron completar la cadena productiva y se consolidaron los
canales de comercialización de la cocaína que salía por los principales puertos del Pacífico. La disputa
entre las guerrillas y los paramilitares por el control de los territorios codiciados por el mercado de las
drogas, a las que se sumó la intervención militar del Estado, desató nuevas fuentes de violencia:
Instalación de minas antipersona, ataques aéreos, crecimiento en número y armas tanto de las fuerzas
militares como de paramilitares y guerrilla. A este crudo escenario de confrontación se sumaron también
los señalamientos, las amenazas y los asesinatos de líderes campesinos, indígenas, estudiantiles y
sindicalistas.

También podría gustarte