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Primer Parcial de Introducción a las Ciencias Políticas

Año 2022 - Cuatrimestre 1er

Consideraciones generales del examen (todas estas, en caso de no ser cumplidas,


restarán puntos del examen):
- El presente examen es de producción individual en base a los textos y libros trabajados en
clase. No se permite copiar de internet (copy paste).
- Este parcial tiene dos preguntas muy amplias, y tal vez no lleguen a destacar todas las
ideas trabajadas. Si esto sucede, deberán jerarquizar los conceptos, es decir destacar lo más
importante.
- Duración del parcial: inicio 14hs y culminación: 15.30hs. Pasado el tiempo de entrega se
restará puntos.
- La entrega se deberá realizar a través del correo interno de la plataforma virtual.
- Se deberán responder todas las preguntas.

Entregó 15´después

Nombre y Apellido: Sandra Vanesa Flores


Legajo: 21764

1) Desarrollar los puntos más importantes de la filosofía política de Maquiavelo,


relacionándolo con el contexto de producción histórica (Italia S. XVI). Esta deberá
relacionar y destacar los siguientes conceptos: proceso de secularización, poder,
principados, el Príncipe, las ideas y leyes medievales, “naturalismo”, religión,
humanismo, racionalismo, el renacimiento y Florencia
2) Desarrollar los puntos más importantes de la filosofía política de Hobbes,
relacionándolo con el contexto de producción histórica (Inglaterra S. XVII). Esta
deberá relacionar y destacar los siguientes conceptos: contractualismo, propiedad
privada, derecho natural, liberalismo. Absolutismo, capitalismo, igualdad, paz y
guerra, justicia, autoridad, miedo y castigo.
3) Si este parcial tuviese una autoevaluación: ¿qué nota se asignaría? (Nota numérica
del 1 al 10.
RESPUESTAS
La filosofía política de Maquiavelo surgió dentro del contexto político italiano del siglo
XVI, en un momento transicional entre la edad media y la edad moderna, propiamente en el
Renacimiento italiano, que se descubrió a sí mismo con una conciencia nueva de ruptura y
pérdida. Esta fue una época de grandes transformaciones, del paso de una visión y de una
mentalidad teocéntrica a una antropocéntrica del mundo, del desarrollo del humanismo,
donde el hombre se convirtió en el centro del mundo, de la recuperación y revalorización
del mundo antiguo y de la naturaleza, del ejercicio y el valor de la razón y la racionalidad,
de la secularización progresiva de la sociedad, del crecimiento urbano y de la burguesía
comercial, etc. Estos profundos cambios políticos, sociales, ideológicos, económicos,
religiosos, significaron enormes cambios en las mentalidades de la época.
Las ciudades italianas tenían determinadas particularidades a diferencia del resto de
Europa. Estas ciudades fueron centros de producción urbana, cuya organización interna se
basaba en gremios de artesanos, cuya división de trabajo y el nivel técnico de las industrias,
así como el transporte marítimo, habían tenido un ostensible desarrollo, Además estaban
profundamente separadas del mundo rural lo que obstaculizó el desarrollo de instituciones
feudales. En la mayor parte de estas ciudades aparecieron repúblicas urbanas con un amplio
sufragio forma y gobernadas por grupos restringidos de banqueros manufactureros,
mercaderes y terratenientes, cuyo denominador común ya no era el nacimiento, sino la
riqueza y la posesión de un capital fijo o móvil.
Florencia, el mayor centro manufacturero y financiero de la península, terminó en mano de
los Médici, con la protección diplomática de los Sforza de Milán y los papas Médici en
Roma. Surge así, un nuevo número de tiranías que se enredaron en intrigas y guerras
permanentes para lograr el dominio sobre Italia, pero ninguno de los cinco Estados más
importantes de la península _Milán, Florencia, Venecia, Roma y Nápoles_ tenía la fuerza
para superar a los otros y ni siquiera para absorber a principados y ciudades menores.
Estas signorie fueron incapaces de unificar la península y muchos menos establecer un
abstolutismo monárquico unitario. En este contexto surge la teoría política de Maquiavelo.
Maquiavelo fue el primer filósofo político moderno y padre de la ciencia política que en su
obra “El Príncipe” va a escribir un manual sobre el ejercicio del poder. Su pensamiento va a
significar una ruptura epistemológica y una ruptura moral.
Maquiavelo percibe que en el contexto de convulsión política en Italia la formación de una
comunidad unificada sólo podría ser el resultado de la actividad política de una figura
política que como agente político crearía un estado unificado.
En esta obra, el autor analiza distintas formas de organización de principados y establece
una clasificación en principados hereditarios, mixtos y nuevos, siendo su objetivo de
estudio los principados nuevos. El principado hereditario, es un tipo de principado en el
cual la autoridad política está fundada en componentes tradicionales, con una autoridad
legitimada en la religión y valores comunes compartidos por la comunidad. El principado
mixto es el caso de un territorio invadido que tiene un componente de legitimidad
tradicional, pero al mismo tiempo con otro componente de legitimidad nueva. Este es
precisamente el caso de Italia, en la cual sobre las comunidades políticas del lugar existen
las autoridades del invasor que se legitima por medios no tradicionales como la cohesión.
Los principados nuevos son aquellos que no reposan en elementos tradicionales ni
religiosos, ni tampoco en la fuerza del invasor. Esta forma de principado nuevo es el que
interesa al autor. El principado civil sería la mejor forma de gobierno.
La visión que este pensador tiene sobre los hombres es muy negativa. El hombre de
Maquiavelo es incapaz de constituir por sí mismo una unidad política: es egoísta,
individualista y poco solidario. En cuanto a la gestión política, esta es valorada en función
de su eficacia, de allí la célebre frase nunca dicha por Maquiavelo de “que el fin justifica
los medios”. Hay otra cuestión central en su pensamiento que es el concepto de “fortuna”,
como contingencia, como lo imprevisible o aquello que no se sabe cómo va a evolucionar.
Lo que un príncipe debe tener es “virtú”, entendida como una cualidad que se adquiere y se
aprende, precisamente se refiere a las capacidades de “varón”; por eso dice que el príncipe
debe poseer la doble lógica del centauro: mitad humano y mitad bestia. Como humano será
un hombre de leyes y como bestia: deberá ser león y zorro, es decir que deberá tener la
fuerza de uno y la astucia del otro. Si un príncipe tiene que gobernar una sociedad de
zorros y leones tendrá que poseer las mismas cualidades.
Este pensador también va a plantear lo que se conoce como “economía de la violencia”, es
decir, una dimensión del estado como una entidad que emplea la violencia que sin control
es peligrosa. Por este motivo el gobernante debe hacer un uso racional de ella y en este
sentido debe siempre buscar el consenso.
Maquiavelo llega al estudio de la masa, como conjunto indiferenciado de individuos, que
hay que saber captar para reproducir la autoridad política. Y aquí el gobernante astuto es el
que va a poder captar esta masa mediante la manipulación como forma de obtener
consenso. En el Capítulo XV de su obra, va a realizar una exhaustiva descripción de cómo
debe ser un príncipe y cómo debe comportarse estratégicamente. Más allá de todas estas
particularidades para este pensador existe comunidad si existe autoridad. El elemento
unificador de la sociedad va a ser la autoridad y el nacionalismo es el que puede lograr la
cohesión haciendo pertenecer a todos los individuos a una unidad nacional común.

2) El contexto político en el cual se va a desarrollar el pensamiento de Hobbes, es en la


Inglaterra del siglo XVII, dentro de una situación de tensión permanente entre el Estado, la
autoridad y la sociedad y la incapacidad de gobernar del absolutismo político inglés.
Desde el punto de vista religioso, la Iglesia del siglo XVII, es una iglesia fragmentada, en
donde el país está dividido en varios grupos religiosos. A esto había que sumarle las
consecuencias de la creación de la Iglesia Anglicana y la Reforma Protestante.
En este contexto tan convulsionado, Hobbes vio que la religión era un problema. Por esta
razón, su filosofía va a rechazar de plano a la religión, en tanto y en cuanto esta era un foco
de conflicto permanente.
El siglo XVII fue un siglo dominado por las guerras civiles y sus fracciones y disputas
religiosas. Tres períodos dominaron este siglo: el de los Estuardos (1603-1649), la
República (1649-1660) y la Restauración (1660-1688). En esta época se produjo la Guerra
de los Treinta Años, las Guerra Civiles de Inglaterra, las luchas de intereses entre el
Parlamento y el Rey, la confrontación entre la burguesía y la nobleza.
El punto de partida de Hobbes es el individuo y verá a la sociedad como un conjunto de
individuos unidos por sus aversiones y sus apetitos. Por esta razón este pensador va a negar
que la razón individual pueda construir el fundamento del orden social. La forma en que
cada individuo entiende el apetito y la aversión son diferentes, por lo tanto, la razón privada
no sirve para formar un orden social y político. Esto es importante para entender para qué
sirve la filosofía política, es decir, para establecer definiciones que sean aceptadas por
todos.
El contractualismo es un esquema o explicación conceptual y teórica del Estado de
Naturaleza, Hobbes describe este “estado de naturaleza” como un “estado de guerra de unos
contra otros”: si bien una sociedad está formada por individuos, estos por sí mismos no
pueden constituirse como comunidad. En este estado de naturaleza no existe la propiedad
privada. Es un estado pre político, anterior a la elección de la soberanía, y esta línea de
pensamiento se llamó filosofía del derecho natural o iusnaturalismo. El problema aquí es
saber si los individuos poseen o no derechos antes de verse dentro de una comunidad
política, por esto, el debate es saber si un habitante posee o no derechos aun antes de poseer
derechos políticos. Este estado de naturaleza tiene un alcance histórico, que es esa
Inglaterra del siglo XVII, una sociedad sin autoridad política, disgregada y fragmentada por
falta de estabilidad y, un nivel teórico que le sirve a Hobbes para decir, que no existe
comunidad ni sociedad, si no existe autoridad política. Esta situación de guerra tiende a
perpetuarse en Inglaterra, porque se considera que todos los hombres son iguales y poseen
la misma fuerza y los más débiles uniéndose a los más fuertes, tienden a perpetuar el estado
natural. Aunque Hobbes piensa que no ha existido un estado de naturaleza puro de guerra
de todos contra todos, sin embargo, han existido en todas las épocas reyes y personas
investidas de autoridad soberana en permanente enemistad.
La obra en la que Hobbes va a desarrollar su filosofía y su teoría política es el Leviatán y
allí va a estudiar al individuo en estado de naturaleza, cómo se sale de este estado y qué
involucra esta salida, saliendo de ese vacío político y lográndose la sociedad civil.
Esa sociedad en estado de naturaleza es un agregado de individuos egoístas que se mueven
por sus propios apetitos y aversiones: “el hombre es el lobo del hombre”, y para que haya
una verdadera comunidad tiene que haber una cesión de derechos, se debe encontrar algo
común que es el “temor” o el “miedo”, y en ese afán de contrarrestar este temor que se
traduce básicamente en el “miedo a la muerte”, se hará una transferencia de derechos a
largo plazo a través de un pacto o convenio. Es decir, ese pacto lo realizan todos los
individuos de la sociedad, entre todos ellos ceden sus derechos a través de su renuncia
voluntaria, instituyendo ellos mismos un soberano o autoridad política. Se necesita hacer
este pacto para lograr la conservación del hombre y para esto debe renunciar a cierta
libertad para garantizar la seguridad y el orden y el ejercicio de la propiedad privada. Para
Hobbes no se hace un pacto con un soberano, sino que lo que hay es una transferencia
simultánea de derechos a la autoridad: todos los individuos se ponen de acuerdo en ceder
estos derechos temporalmente a una entidad. Estos derechos a los que se renuncia son
transferidos a la soberanía, la cual exige obediencia.
Según Hobbes, en la guerra de todos contra todos, se da una consecuencia en que nada
puede ser injusto, ya que las nociones de derecho e ilegalidad, justicia e injusticia están
fuera de lugar, ya que en donde no hay un poder común, no existe la ley y si ésta no existe,
tampoco existe la justicia. En la guerra la fuerza y el fraude son las dos virtudes cardinales
y la justicia e injusticia no son facultades ni del cuerpo ni del espíritu.
El miedo tiene que ver con el poder coercitivo que tiene el estado sobre el individuo.
Hobbes dice que en un Estado civil donde existe un poder apto para constreñir a quienes, de
otro modo, violarían su palabra, dicho temor ya no es razonable, y por tal razón quien en
virtud del pacto viene obligado a cumplir primero, tiene el deber de hacerlo así. La causa
del temor que invalida semejante pacto, debe ser algo que emana del pacto establecido,
como algún hecho nuevo u otro signo de la voluntad de no cumplir: en ningún otro caso
puede considerarse nulo el pacto.
Hobbes dice que, de esta ley de Naturaleza, según la cual estamos obligados a transferir
aquellos derechos que, retenidos, perturban la paz de la humanidad, se deduce una tercera
ley que consiste en “que los hombres cumplan los pactos que han celebrado”. En esta ley de
naturaleza está la fuente y el origen de la justicia. Donde no ha existido un pacto, no se
transferido ningún derecho y por lo tanto todos los hombres tienen derecho a todas las
cosas y en consecuencia ninguna acción puede ser injusta. La definición de injusticia es en
definitiva el incumplimiento de un pacto, entonces lo que no es injusto es justo. La justicia
y la propiedad comienzan con la constitución del estado y aunque el origen de la justicia se
la estipulación de los pactos, no puede haber actualmente injusticia hasta que se elimine la
causa de tal temor, cosa que no puede hacerse mientras los hombres se encuentran en la
condición natural de guerra.
Esta transferencia no se hace en forma de contrato revocable, porque si así fuera habría una
inestabilidad política permanente y con ella sobrevendría la disgregación social.
El soberano es constituido para proteger a los individuos de su estado natural. La función
del estado es la seguridad y la protección. Así surge la sociedad civil, una sociedad
civilizada sujeta a reglas, en la cual se va a proteger la vida de los individuos la propiedad
privada, la cual no estaba protegida en ese estado de naturaleza.
El pensamiento político de Hobbes es contractualista en cuando desarrolla la idea del
contrato o pacto social, desarrollado por los hombres como garantía de la seguridad
individual y como forma de poner fin a los conflictos que por naturaleza generan estos
intereses individuales.
Se suele asociar a Hobbes a la defensa del absolutismo político, pero esto hay que
entenderlo dentro del contexto en que escribió el Leviatán.

3.-La nota que me pondría es 8 (ocho), porque no pude resolver el parcial en una hora y
media. Considero que son temas enormes para poder desarrollar en ese plazo. Hice mi
mayor esfuerzo. Hubiera podido ser muchísimo mejor. Saludos!

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