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DOMINGO (UASD)
Nombre:
Matrícula:
100312526
Asignatura:
Inmunulogia General
Maestro:
Sección:
38
Tema:
Seminario de Citoquinas
INTRODUCCION
Es bien sabido que algunas proteínas pueden mediare interactúan entre diferentes células, por lo
que esta es la primera sectareferencia a las células que los producen; se habla de linfocinas,
monocinas o las interleucinas dependen de si son producidas por linfocitos, monocitos-macrófagos
oleucocitos polimorfonucleares.
Investigaciones posteriores nos permitieron determinar las sustancias son producidas por diferentes
tipos de células del sistema inmunitario (macrófagos,linfocitos T, NK) y células no inmunes
(fibroblastos, células endoteliales) Nombre más amplio: citoquina o citoquina.
Las citoquinas (o citocinas) son un grupo de proteínas de bajo peso molecular que actúan mediando
interacciones complejas entre células de linfoides, células inflamatorias y células hematopoyéticas.
Sus funciones son muy variadas, pero se pueden clasificar en unas pocas categorías:
En el pasado reciente hubo un cierto galimatías con la cuestión de su denominación. Así, muchas de
las primeras citoquinas se descubrieron como señalizadoras entre leucocitos, por lo que se
denominaron interleuquinas; otras eran secretadas por monocitos macrófagos, por lo que se
llamaron monoquinas.
Sin embargo, muchas de esas sustancias son producidas por otros tipos celulares, por lo que se
desaconseja el uso de esas denominaciones, para agruparlas a todas bajo el concepto de
citoquinas.
Las quimioquinas (o quimiocinas) son un tipo de citoquinas de pequeño tamaño, con papeles en la
respuesta inflamatoria y la quimiotaxis de fagocitos.
Las citoquinas son un grupo de proteínas secretadas de bajo peso molecular (por lo general menos
de 30 kDa), producidas durante las respuestas inmunes natural y específica.
Se unen a receptores específicos de la membrana de las células donde van a ejercer su función,
iniciando una cascada de transducción intracelular de señal que altera el patrón de expresión génica,
de modo que esas células diana producen una determinada respuesta biológica.
Las citoquinas son producidas por múltiples tipos celulares, principalmente del sistema inmune.
Dentro del sistema inmune natural, los macrófagos son de las células más productoras de citoquinas,
mientras que en el sistema específico lo son las células T colaboradoras.
La producción de las citoquinas suele ser breve (transitoria), limitada al lapso de tiempo que dura el
estímulo (es decir, el agente extraño).
En muchos casos ello se debe a que los correspondientes ARNm tienen una corta vida media, que a
su vez depende de que las zonas 3’ no traducibles son ricas en A y U.
Considerando las diversas citoquinas, éstas pueden exhibir una o varias de las siguientes
cualidades:
1. - antagonismo (inhibición o bloqueo mutuo de sus efectos). Por ejemplo, el IFN-g bloquea el
cambio de clase promovido por IL-4.
Las citoquinas ejercen su acción al unirse a receptores específicos para cada citoquina en la
superficie de la célula en la que ejercen el efecto. La afinidad de cada receptor hacia su citoquina
correspondiente suele ser bastante alta, del orden de lo femtomolar (10-15 M) a lo picomolar (10-12
M).
Utilizando la analogía de lo que ocurre con las hormonas del sistema endocrino, las acción de las
citoquinas se puede clasificar en:
De tipo autocrino.
De tipo paracrino.
En pocas ocasiones) de tipo endocrino.
Las citoquinas "controlan" el sistema inmune de varias maneras, que podemos agrupar de la
siguiente manera:
Las citoquinas son proteínas o glucoproteínas de menos de 30 kDa. Muchas de ellas pertenecen a
la llamada familia de las hematopoyetinas, y tienen estructuras terciarias parecidas: una
configuración a base de un conjunto de cuatro hélices a, con poca estructura en lámina b .
Aunque existen muchos tipos de células productoras citoquinas (ya hemos ido viendo unas cuantas
en los temas anteriores), los más importantes son los linfocitos TH y los macrófagos, ya que sus
citoquinas son esenciales para que se produzca la respuesta inmune una vez que se activan las
células T y B por el contacto con las correspondientes células presentadoras de antígeno.
Hay una aparente paradoja de las citoquinas que debemos explicar: ¿Por qué las citoquinas, que
son inespecíficas respecto del antígeno, pueden ejercer acciones de modo específico? Veamos
varios mecanismos:
Regulación muy fina de los receptores de cada citoquina: los receptores celulares
indispensables para que una citoquina ejerza su papel sólo se expresan en tipos celulares concretos
una vez que éstos han interaccionado con el antígeno (pensemos por ejemplo en los linfocitos
cebados con antígeno).
Corta vida media de las citoquinas en sangre y fluidos, lo que asegura que sólo van a actuar en
un estrecho margen de tiempo, en las cercanías de la zona donde se produjeron.
RECEPTORES DE CITOQUINAS
Familia de receptores de TNF: sus miembros se caracterizan por un dominio extracelular rico en
cisteínas. Ejemplos de ligandos: TNF-a, TNF-b, CD40.
La mayor parte de los receptores de citoquinas del sistema inmune pertenecen a la familia de clase I
(de receptores de hematopoyetinas).
Tras su porción transmembrana se encuentra una larga cola citoplásmica con ciertas tirosinas
susceptibles de fosforilación.
subunidad transductora de señal se necesita para formar el receptor de alta afinidad, y para
transducir la señal al interior. Ello se logra porque tras la unión, se fosforilan ciertas tirosinas de la
larga cola citoplásmica de la cadena transductora de señal.
Por ejemplo: consideremos los receptores de IL-3, IL-5 y GM-CSF, que como se ve, comparten el
mismo tipo (llamado KH97) de cadena b .
Redundancia: por separado, las tres citoquinas citadas, al tener sendos receptores que tienen el
mismo tipo de cadena b , provocan los mismos efectos biológicos: proliferación de eosinófilos y
desgranulación de basófilos.
Antagonismo: las tres citoquinas compiten entre sí por la unión de un número limitado de cadenas b
con las a específicas de cada receptor.
La subfamilia de receptores a la que pertenece el receptor de IL-2 (el llamado IL2-R) consta de
tres subunidades:
Esta versión trimérica de IL-2R es la que une IL-2 con mayor afinidad, pero en realidad, el receptor
para IL-2 no siempre aparece en esta forma, sino que existe una forma monomérica (IL-2Ra) de baja
afinidad, sin cadenas transductoras, y por lo tanto incapaz de reenviar la señal, y una forma de
afinidad intermedia (IL-2Rbg).
ANTAGONISTAS DE CITOQUINAS
Sustancias que inhiben la acción de las citocinas al unirse a ellas. Como ejemplo de un bloqueador
de receptores, tenemos un antagonista del receptor de IL-1 (IL-1Ra) que bloquea la unión de IL-1a o
IL-1b.
Los inhibidores de citocinas suelen ser versiones solubles de los receptores correspondientes (y a
menudo se denominan insertando una "s" antes del nombre del receptor): la alteración enzimática de
la porción extracelular libera un fragmento soluble que retiene la capacidad de unirse a la citocina.
Existen ejemplos de formas solubles de los receptores IL-2R, IL-4R, IL-7R, IFN-gR, TNF-aR, TNF-
bR. El más típico es sIL-2R (una versión soluble del receptor de interleucina 2), que se libera durante
la activación crónica de los linfocitos T y corresponde a los 192 aminoácidos N-terminales de la
subunidad α.
Este sIL-2R se une a la IL-2 y evita que interactúe con su verdadero receptor de membrana, que
controla la hiperactivación de los linfocitos T.
Este inhibidor en realidad se usa clínicamente como un marcador de activación crónica (p. ej.,
enfermedades autoinmunes, rechazo de trasplantes y SIDA).
Algunos virus han evolucionado (como parte de su mecanismo para evadir las defensas del
huésped) para producir proteínas que se unen a las citocinas y las inactivan.
CONCLUSION
Como sabemos, las citoquinas juegan un papel sumamente importante en el sistema inmunológico y
aunque aún no están completamente desarrolladas para uso médico directo, en el caso de las
interleucinas, participan en varias funciones internas del cuerpo y en todas las funciones. en el
sistema inmunológico, desde inducir la vasodilatación hasta estimular a los linfocitos para que
puedan realizar sus actividades diarias.
Hay muchas condiciones clínicas en las que las citocinas y sus vasos están alterados, lo que impide
una mejor comprensión de los procesos fisiopatológicos oscuros y la introducción de opciones de
tratamiento alternativas.
Las aplicaciones experimentales y clínicas de las citocinas están impulsadas por grandes avances
tecnológicos como la citometría de flujo y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que nos
permiten detectar citocinas intracelulares.
Creo que en un futuro cercano se descubrirán aplicaciones más importantes para combatir
enfermedades.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.ugr.es/~eianez/inmuno/cap_14.htm
J. R. Tisoncik, M. J. Korth, C. P. Simmons, J. Farrar, T. R. Martin, and M. G. Katze, “Into the Eye of
the Cytokine Storm,” Microbiol. Mol. Biol. Rev., vol. 76, no. 1, pp. 16–32, 2012.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12592293/