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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO

DOMINGO (UASD)

Nombre:

Massiel Lara Liriano

Matrícula:

100312526

Asignatura:

Inmunulogia General

Maestro:

Ricardo Ambiorix Vásquez Colon

Sección:

38

Tema:

Seminario de Citoquinas
INTRODUCCION
Es bien sabido que algunas proteínas pueden mediare interactúan entre diferentes células, por lo
que esta es la primera sectareferencia a las células que los producen; se habla de linfocinas,
monocinas o las interleucinas dependen de si son producidas por linfocitos, monocitos-macrófagos
oleucocitos polimorfonucleares.

Investigaciones posteriores nos permitieron determinar las sustancias son producidas por diferentes
tipos de células del sistema inmunitario (macrófagos,linfocitos T, NK) y células no inmunes
(fibroblastos, células endoteliales) Nombre más amplio: citoquina o citoquina.

Grupo con este nombre: interleucinas, quimiocinas, interferones, factoresFactor estimulante de


colonias, factor de crecimiento, factor de necrosis tumoral. Algunos autores consideran a las
citocinas como hormonas inmunitarias que actúan sobre las células Formas autocrinas o paracrinas
que producen una amplia variedad de efectos, entre ellos: Regula la respuesta inmune, el
crecimiento celular y la diferenciaciónHematopoyesis, regeneración tisular y angiogénesis, etc.
CITOQUINAS

Las citoquinas (o citocinas) son un grupo de proteínas de bajo peso molecular que actúan mediando
interacciones complejas entre células de linfoides, células inflamatorias y células hematopoyéticas.

Sus funciones son muy variadas, pero se pueden clasificar en unas pocas categorías:

Diferenciación y maduración de células del sistema inmunitario.


comunicación entre células del sistema inmunitario.
En algunos casos, ejercen funciones efectoras directas

En el pasado reciente hubo un cierto galimatías con la cuestión de su denominación. Así, muchas de
las primeras citoquinas se descubrieron como señalizadoras entre leucocitos, por lo que se
denominaron interleuquinas; otras eran secretadas por monocitos macrófagos, por lo que se
llamaron monoquinas.

Sin embargo, muchas de esas sustancias son producidas por otros tipos celulares, por lo que se
desaconseja el uso de esas denominaciones, para agruparlas a todas bajo el concepto de
citoquinas.

Las quimioquinas (o quimiocinas) son un tipo de citoquinas de pequeño tamaño, con papeles en la
respuesta inflamatoria y la quimiotaxis de fagocitos.

PROPIEDADES GENERALES DE LAS CITOQUINAS

Las citoquinas son un grupo de proteínas secretadas de bajo peso molecular (por lo general menos
de 30 kDa), producidas durante las respuestas inmunes natural y específica.

Se unen a receptores específicos de la membrana de las células donde van a ejercer su función,
iniciando una cascada de transducción intracelular de señal que altera el patrón de expresión génica,
de modo que esas células diana producen una determinada respuesta biológica.

Las citoquinas son producidas por múltiples tipos celulares, principalmente del sistema inmune.
Dentro del sistema inmune natural, los macrófagos son de las células más productoras de citoquinas,
mientras que en el sistema específico lo son las células T colaboradoras.

La producción de las citoquinas suele ser breve (transitoria), limitada al lapso de tiempo que dura el
estímulo (es decir, el agente extraño).

En muchos casos ello se debe a que los correspondientes ARNm tienen una corta vida media, que a
su vez depende de que las zonas 3’ no traducibles son ricas en A y U.

Considerando las diversas citoquinas, éstas pueden exhibir una o varias de las siguientes
cualidades:

pleiotropía (múltiples efectos al actuar sobre diferentes células.


redundancia (varias citoquinas pueden ejercer el mismo efecto.
sinergismo (dos o más citoquinas producen un efecto que se potencia mutuamente.
Por ejemplo, la acción conjunta de IL-4 e IL-5 induce en células B el cambio de clase para que
produzcan IgE.

1. - antagonismo (inhibición o bloqueo mutuo de sus efectos). Por ejemplo, el IFN-g bloquea el
cambio de clase promovido por IL-4.

Las citoquinas ejercen su acción al unirse a receptores específicos para cada citoquina en la
superficie de la célula en la que ejercen el efecto. La afinidad de cada receptor hacia su citoquina
correspondiente suele ser bastante alta, del orden de lo femtomolar (10-15 M) a lo picomolar (10-12
M).

Utilizando la analogía de lo que ocurre con las hormonas del sistema endocrino, las acción de las
citoquinas se puede clasificar en:

De tipo autocrino.
De tipo paracrino.
En pocas ocasiones) de tipo endocrino.

Las citoquinas "controlan" el sistema inmune de varias maneras, que podemos agrupar de la
siguiente manera:

regulando (activando o inhibiendo) la activación, proliferación y diferenciación de varios tipos de


células;

regulando la secreción de anticuerpos y de otras citoquinas.

ESTRUCTURA DE LAS CITOQUINAS

Las citoquinas son proteínas o glucoproteínas de menos de 30 kDa. Muchas de ellas pertenecen a
la llamada familia de las hematopoyetinas, y tienen estructuras terciarias parecidas: una
configuración a base de un conjunto de cuatro hélices a, con poca estructura en lámina b .

Generalmente actúan como mensajeros intercelulares que suelen intervenir en la maduración y


amplificación de la respuesta inmune, provocando múltiples actividades biológicas una vez que se
unen a los receptores específicos de las células diana adecuadas.

Aunque existen muchos tipos de células productoras citoquinas (ya hemos ido viendo unas cuantas
en los temas anteriores), los más importantes son los linfocitos TH y los macrófagos, ya que sus
citoquinas son esenciales para que se produzca la respuesta inmune una vez que se activan las
células T y B por el contacto con las correspondientes células presentadoras de antígeno.

FUNCIONES DE LAS CITOQUINAS

Principales tipos de respuesta mediatizados por la acción de las citoquinas

1. activación de los mecanismos de inmunidad natural:


activación de los macrófagos y otros fagocitos
activación de las células NK
activación de los eosinófilos
inducción de las proteínas de fase aguda en el hígado (ver tema 16, sobre el complemento).

Activación y proliferación de células B, hasta su diferenciación a células plasmáticas


secretoras de anticuerpos.

1. Intervención en la respuesta celular específica.


2. Intervención en la reacción de inflamación, tanto aguda como crónica.
3. Control de los procesos hematopoyéticos de la médula ósea.
4. Inducción de la curación de las heridas.

Hay una aparente paradoja de las citoquinas que debemos explicar: ¿Por qué las citoquinas, que
son inespecíficas respecto del antígeno, pueden ejercer acciones de modo específico? Veamos
varios mecanismos:

Regulación muy fina de los receptores de cada citoquina: los receptores celulares
indispensables para que una citoquina ejerza su papel sólo se expresan en tipos celulares concretos
una vez que éstos han interaccionado con el antígeno (pensemos por ejemplo en los linfocitos
cebados con antígeno).

Requerimientos de contactos estrechos célula a célula: la citoquina sólo alcanza


concentraciones adecuadas para actuar en el estrecho espacio que queda entre dos células
interactuantes; recordar por ejemplo las bolsas que se forman en el conjugado TH:B, donde se
alcanzan mejor esos niveles de citoquinas.

Corta vida media de las citoquinas en sangre y fluidos, lo que asegura que sólo van a actuar en
un estrecho margen de tiempo, en las cercanías de la zona donde se produjeron.

RECEPTORES DE CITOQUINAS

Familia de receptores de citoquinas de la superfamilia de las inmunoglobulinas, que poseen varios


dominios extracelulares de tipo Ig. Como ejemplo, el receptor específico para la IL-1.

Familia de clase I de receptores de citoquinas (=familia de receptores de hematopoyetinas).


(Veremos más detalles de esta familia un poco más adelante).

Familia de clase II de receptores de citoquinas (=familia de receptores de interferones).


Ejemplos de ligandos son los interferones no inmunes (IFN-a y b) y el IFN-g.

Familia de receptores de TNF: sus miembros se caracterizan por un dominio extracelular rico en
cisteínas. Ejemplos de ligandos: TNF-a, TNF-b, CD40.

Familia de receptores de quimioquinas: son proteínas integrales de membrana, con 7 hélices a


inmersas en la bicapa lipídica. Interaccionan, por el lado que da al citoplasma con proteínas de
señalización triméricas que unen GTP.

Ejemplos de quimioquinas que se unen a miembros de esta familia: IL-8, RANTES.

La mayor parte de los receptores de citoquinas del sistema inmune pertenecen a la familia de clase I
(de receptores de hematopoyetinas).
Tras su porción transmembrana se encuentra una larga cola citoplásmica con ciertas tirosinas
susceptibles de fosforilación.

subunidad transductora de señal se necesita para formar el receptor de alta afinidad, y para
transducir la señal al interior. Ello se logra porque tras la unión, se fosforilan ciertas tirosinas de la
larga cola citoplásmica de la cadena transductora de señal.

En los esquemas comparativos de distintos receptores se puede apreciar que algunos de


ellos poseen el mismo tipo de subunidad b . Este hecho permite explicar dos cualidades a las que
ya hemos aludido: la redundancia y el antagonismo.

Por ejemplo: consideremos los receptores de IL-3, IL-5 y GM-CSF, que como se ve, comparten el
mismo tipo (llamado KH97) de cadena b .

Redundancia: por separado, las tres citoquinas citadas, al tener sendos receptores que tienen el
mismo tipo de cadena b , provocan los mismos efectos biológicos: proliferación de eosinófilos y
desgranulación de basófilos.

Antagonismo: las tres citoquinas compiten entre sí por la unión de un número limitado de cadenas b
con las a específicas de cada receptor.

La subfamilia de receptores a la que pertenece el receptor de IL-2 (el llamado IL2-R) consta de
tres subunidades:

Cadena a específica de cada citoquina.


Dos subunidades (cadena b y cadena común gC) transductoras de señal.

Esta versión trimérica de IL-2R es la que une IL-2 con mayor afinidad, pero en realidad, el receptor
para IL-2 no siempre aparece en esta forma, sino que existe una forma monomérica (IL-2Ra) de baja
afinidad, sin cadenas transductoras, y por lo tanto incapaz de reenviar la señal, y una forma de
afinidad intermedia (IL-2Rbg).

ANTAGONISTAS DE CITOQUINAS

La actividad biológica de las citocinas está regulada fisiológicamente por dos


antagonistas:Sustancias que causan el bloqueo del receptor al unirse a los receptores:

Sustancias que inhiben la acción de las citocinas al unirse a ellas. Como ejemplo de un bloqueador
de receptores, tenemos un antagonista del receptor de IL-1 (IL-1Ra) que bloquea la unión de IL-1a o
IL-1b.

Desempeña un papel en la regulación de la intensidad de la respuesta inflamatoria. Actualmente se


está investigando su potencial clínico en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas.

Los inhibidores de citocinas suelen ser versiones solubles de los receptores correspondientes (y a
menudo se denominan insertando una "s" antes del nombre del receptor): la alteración enzimática de
la porción extracelular libera un fragmento soluble que retiene la capacidad de unirse a la citocina.

Existen ejemplos de formas solubles de los receptores IL-2R, IL-4R, IL-7R, IFN-gR, TNF-aR, TNF-
bR. El más típico es sIL-2R (una versión soluble del receptor de interleucina 2), que se libera durante
la activación crónica de los linfocitos T y corresponde a los 192 aminoácidos N-terminales de la
subunidad α.

Este sIL-2R se une a la IL-2 y evita que interactúe con su verdadero receptor de membrana, que
controla la hiperactivación de los linfocitos T.

Este inhibidor en realidad se usa clínicamente como un marcador de activación crónica (p. ej.,
enfermedades autoinmunes, rechazo de trasplantes y SIDA).

Algunos virus han evolucionado (como parte de su mecanismo para evadir las defensas del
huésped) para producir proteínas que se unen a las citocinas y las inactivan.
CONCLUSION

Como sabemos, las citoquinas juegan un papel sumamente importante en el sistema inmunológico y
aunque aún no están completamente desarrolladas para uso médico directo, en el caso de las
interleucinas, participan en varias funciones internas del cuerpo y en todas las funciones. en el
sistema inmunológico, desde inducir la vasodilatación hasta estimular a los linfocitos para que
puedan realizar sus actividades diarias.

Hay muchas condiciones clínicas en las que las citocinas y sus vasos están alterados, lo que impide
una mejor comprensión de los procesos fisiopatológicos oscuros y la introducción de opciones de
tratamiento alternativas.

Las aplicaciones experimentales y clínicas de las citocinas están impulsadas por grandes avances
tecnológicos como la citometría de flujo y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que nos
permiten detectar citocinas intracelulares.

Creo que en un futuro cercano se descubrirán aplicaciones más importantes para combatir
enfermedades.
BIBLIOGRAFÍA

https://www.ugr.es/~eianez/inmuno/cap_14.htm

J. R. Tisoncik, M. J. Korth, C. P. Simmons, J. Farrar, T. R. Martin, and M. G. Katze, “Into the Eye of
the Cytokine Storm,” Microbiol. Mol. Biol. Rev., vol. 76, no. 1, pp. 16–32, 2012.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12592293/

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