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Así como la definición del gobierno abierto es evolutiva y dinámica, pueden encontrarse
variaciones en cuanto a los ejes fundamentales que dan vida a este enfoque. No
obstante, desde sus inicios, ha existido un amplio consenso en el reconocimiento de 3
principios básicos del Gobierno Abierto: Transparencia, Participación y Colaboración; más
recientemente se incorpora la noción de un cuarto principio: Innovación Tecnológica.
Desde Transparencia Internacional, en aras de aportar nuevos elementos a la discusión
sobre los principios fundamentales que deben considerarse dentro del Gobierno Abierto,
se complementa el enfoque tradicional con algunos aspectos importantes y, sobre ellos,
elabora 4 principios:
Transparencia y rendición de cuentas
Sistemas anticorrupción
Para que el Gobierno Abierto sea efectivo, es vital que los gobiernos promuevan y
garanticen sistemas robustos de lucha contra la corrupción; es decir, promulgación de
leyes, normas, políticas y prácticas destinadas a erradicar los riesgos de corrupción
dentro de la administración pública. Ello implica un fortalecimiento de la institucionalidad y
la aplicación de controles anticorrupción, medidas para prevenir la impunidad y un sistema
de sanciones efectivos para los corruptos; a la vez que implica mecanismos de denuncia y
protección para víctimas y/o denunciantes de hechos de corrupción.
Por tanto, los gobiernos deben incorporar en sus planes de Gobierno Abierto el
compromiso de implementar estrategias nacionales anticorrupción. Esto incluye, entre
otras, algunas acciones vinculadas a:
Como se puede ver en estos seis puntos que se exponen, en que la pretensión es la
transformación de la relación administración-ciudadanía en el marco de un gobierno
abierto, cohabitan una serie de condiciones para que pueda darse ese cambio:
infraestructura, sistematización de la información, identificación de información
socialmente útil, formas pedagógicas de manejar la información, construcción de un
cultura colaboracionista, participativa y de crítica constructiva (Shirky, 2012: 149-177),
rendición de cuentas, evaluación, comunicación, etc.
Beneficios
Según la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés), los gobiernos
se enfrentan a grandes desafíos en la actualidad: mejora de los servicios públicos;
aumento de la integridad pública; gestión más eficaz de los recursos públicos; creación de
comunidades más seguras; y, el aumento de la responsabilidad corporativa. Frente a
ellos, el modelo de Gobierno Abierto genera una alternativa que facilita la implementación
de acciones dentro de la administración pública que pueden contribuir a modelar una
nueva forma de gestión.
En ese sentido, son muchos los beneficios que promueve la adopción del gobierno
abierto, como paradigma o como medio, y que se pueden resumir en palabras de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE):
Establecer una mayor confianza en el gobierno. La confianza es un resultado del
Gobierno Abierto que puede reforzar su desempeño en otros aspectos. Además, si
los ciudadanos confían en el gobierno y en sus políticas específicas, pueden estar
más dispuestos a pagar (tasas, contribuciones, impuestos) para apoyar y financiar
esas políticas.
Elevar los niveles de cumplimiento. Hacer que la gente sea parte del proceso les
ayuda a comprender los retos de la reforma y puede ayudar a asegurar que las
decisiones adoptadas sean percibidas como legítimas.