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Tanto para niñas como para niños de siete a 10 años de edad, la recomendación de energía es de
alrededor de 70 kcal/kg/ día. Conviene recordar que las necesidades de energía varían de un niño
a otro, de acuerdo con su propio ritmo de crecimiento, actividad física y tamaño corporal
(Bourges, Casanueva, y Rosado, 2008)
Macronutrientes
Según Mahan, Escott, y Raymond (2013), las proporciones energéticas sugeridas en la edad escolar
son:
Para la ingesta energética son del 45 al 65% en forma de hidratos de carbono, del 30 al
40% en forma de grasa y del 15 al 20% en forma de proteínas para niños de 1 a 3 años de
edad, manteniéndose la misma proporción de hidratos de carbono entre los 4 y los 18
años, edades en las que las necesidades de grasas oscilan entre un 25 y un 35%, y las de
proteínas entre un 10 y un 30%. Las cantidades recomendadas de proteína varían según
su digestibilidad y del contenido de aminoácidos esenciales. Las estimaciones de las
necesidades de proteínas hechas por organismos internacionales como la FAO y la OMS,
se han basado en el consumo de proteínas altamente digeribles y de muy buena calidad
(p. 390).
PROTEÍNAS
Cumplen la función plástica de conformar los tejidos del organismo, incluido el sistema
nervioso y cerebro, un deficiente consumo puede afectar su desarrollo. Tanto las
recomendaciones estadounidenses como las mexicanas coinciden en sugerir un consumo
de proteínas de alrededor de 1 gramo por kilogramo de peso corporal al día (p. 83).
A su vez, las recomendaciones para la población mexicana publicadas en 2008 señalan una
ingestión diaria recomendada de 1 g/kg/ día de proteínas para niñas y niños de uno a ocho años y
para varones de 9 a 13 años, así como 0.95 g/kg/día para niñas de nueve a 13 años (Bourges,
Casanueva, y Rosado, 2008).
LÍPIDOS
De acuerdo a la American Academy of Pediatrics (2000), las grasas o lípidos: son una fuente
concentrada de energía alimentaria; además, facilitan la absorción de las vitaminas A, D y E. Dado
que aún se desconoce el porcentaje de ingestión de lípidos necesario para un crecimiento y un
desarrollo adecuados y que a la vez reduzca el riesgo de ateroesclerosis, el Comité de Nutrición de
la Academia de Pediatría de Estados Unidos y la Asociación Estadounidense de Dietética, elaboró
recomendaciones para los niños mayores de dos años. De acuerdo con ellas, los infantes deben
adoptar de forma gradual una dieta que a los cinco años de edad tenga menos de 300 miligramos
de colesterol por día y que menos de 10% del total de la energía provenga de ácidos grasos
saturados.
Algunos estudios advierten que los lípidos totales en las dietas de niños y adolescentes no deben
estar por debajo de 30% de la energía total, ya que una cantidad menor puede producir falla en el
crecimiento. De igual forma sugieren que las dietas bajas en lípidos donde estos aporten menos de
30% de la energía pueden provocar que los niños tengan un consumo insuficiente de ciertos
nutrimentos. Por otro lado, un exceso en la ingestión de lípidos que proporcionen más de 35% de
la energía puede incrementar el riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares (Casanueva,
2008).
HIDRATOS DE CARBONO
Según Bourges, Casanueva, y Rosado (2008), las recomendaciones de los hidratos de carbono
deben estar entre el 55 y 63 % de la energía total que requiere el escolar. El 90% debe proceder
principalmente de polisacáridos, es decir los almidones, los cuales se degradan lentamente
durante la digestión y sus azúcares resultantes no se absorben tan rápido. El aporte de mono y
disacáridos puros, azúcares sencillos o refinados, debe ser lo más bajo posible, máximo un 10% de
los CHO de la dieta, ya que actúan como inyecciones de azúcar en sangre, es decir, elevan muy
rápidamente el nivel de glucosa en sangre, y además no producen sensación de saciedad.
De acuerdo a Tojo y Leis (2007), lo ideal son tres comidas principales: desayuno, comida y cena y
dos pequeñas colaciones, una a media mañana y otra a media tarde. Estas cinco comidas reparten
el aporte calórico diario. El desayuno el 20-25%, la colación de media mañana, aproximadamente
el 10%, la comida del mediodía, el 30-35%, la merienda aproximadamente un 10% y la cena el 20-
25%.
Referencias bibliográficas
Institute of Medicine of the National Academy of Sciences.(2002). Dietary reference intakes for
energy, carbohydrate, fiber, fat, fatty, acids, cholesterol, protein and amino acids
Mahan , K., Escott, S., y Raymond, J. (2013). Krause Dietoterapia. Madrid: Elsevier.
Tojo R., Leis R. (2007). Manual práctico de nutrición pediátrica: Alimentación del niño escolar.
Madrid: Ergon.