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Los humanos que cazaron a los mamuts no eran muy distintos a nosotros

El estudio ‘Visual Science’ reconstruye la cara y la vestimenta de un niño y una niña que vivieron en
Siberia hace unos 30.000 años

DAVID RUIZ MARULL


09/10/2017 12:52Actualizado a 09/10/2017 14:08

En plena Edad de Hielo (o glaciación de Würm)


el mamut lanudo o de la tundra campaba con
su largo pelo enmarañado y sus colmillos
curvados por las frías estepas de Siberia. Cerca de Vladir (al oeste de lo que ahora es Rusia) estos
portentosos animales coincidieron hace unos 30.000 años con un niño y una niña, posiblemente
hermanos y que murieron con apenas 10 y 13 años de edad.

Los pequeños fueron enterrados juntos, con sus cuerpos decorados con ocre rojo. Y en la tumba se
guardaron decenas de regalos funerarios, un ajuar rico y abundante, que les hicieron los miembros de
su tribu, los Sungir, para hacerles más sencilla la vida en el más allá.

Sungir es uno de los registros más antiguos de Homo Sapiens modernos en Europa

El yacimiento arqueológico de Sungir es uno de los registros más antiguos de Homo Sapiens modernos
en Europa. Situado a unos 200 kilómetros al este de Moscú, cerca del río Klyazma, en este ‘pueblo’ se
han encontrado algunas de las primeras pruebas de ritos funerarios complejos en forma de ajuares
depositados junto a los cuerpos.

Los expertos contemplan que los miembros de esta tribu sean los antepasados de los actuales pueblos
del norte y el este de Europa. Sungir 2 y Sungir 3 (nombres con los que se conoce a los restos de los dos
niños) no tuvieron descendencia. Pero sus esqueletos están tan bien conservados que han permitido
reconstruir sus caras tal y como fueron en realidad.

El Estudio Visual Science ha trabajado codo con codo con el Instituto de Etnología y Antropología de la
Academia Rusa de Ciencias. Han escaneado con láser los cráneos del niño y la niña para poderlos
modelarlos en tres dimensiones y después han reconstruido el tejido facial, la piel y las facciones
siguiendo los datos étnicos y forenses de los cuerpos.
Sungir 2 (el niño) y Sungir 3 (la niña) fueron encontrados durante una excavación en la década de
1960. Cerca de ellos yacía Sungir 1, un hombre de mediana edad que tenía un ajuar similar, lo que lleva
a pensar que los tres formaban parte del mismo estrato social.

El equipo de investigadores contó en este proyecto con la ayuda de la suerte. Las ropas hechas con tejidos
naturales tiene a descomponerse con el paso del tiempo. En el caso de estos muchachos, sin embargo, no
fue así porque vestían prendas hechas de colmillos de mamut. Los expertos creen, precisamente, que
esta especie se extinguió a causa del insostenible ritmo de caza al que les sometieron los humanos.

El posición de estos huesos de mamut lanudo han permitido reconstruir cómo se hicieron los trajes. Los
cerca de 80.000 artefactos hallados en este antiguo campo de caza (cosas como figuritas zoomorfas,
grabados y joyas) han permitido ver que su utilizaron ropas de cuero y piel de zorro ártico como
vestimenta.

”El sitio de Sungir es un tesoro global”, asegura Ivan Konstantinov, CEO de Visual Science, en un
comunicado. “La ropa especial y los elementos decorativos sugieren un sorprendente nivel de desarrollo
cultural entre los Homo Sapiens que vivieron hace 30.000 años”, añade.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/cultura/20171009/431920743795/humanos-mamut-caza-
sungir-reconstruccion-facial-3d.html

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