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La prActica documental a examen

Jo Spence
Hay varias cosas que rescato del texto. La primera es la función de la fotografía
documental y cómo esta puede en realidad no ayudar al ser abordada
erróneamente. Y digo erróneamente porque creo que no existe un publico
“universal” con una “mente racional y sin complicaciones”. Al cual se le puede
persuadir o avergonzar para que cambien su actuar a partir del documental, como
lo menciona el texto.

En mi opinión, creer que esto es posible puede ser hasta un poco ingenuo. Tanto el
cine como la fotografía documental no deberían de buscar esta manipulación del
publico, sino la mera exposición de una problemática desde la visión del autor
(cargada evidentemente de una postura), aspirando a una comprensión del tema y
que en el mejor de los casos, el publico tome interés en él y saque sus propias
conclusiones.

Pues solo llevando a esta reflexión es


posible un verdadero cambio. Cambio
que probablemente no será como nos
gustaría. Pero seamos realistas, nadie
cambia por ver una fotografía. Pero si
puede cambiar a partir de las ideas que
surgen de esta fotografía.

Gritarle a la cara cómo deberían de actuar


y pensar los espectadores no solo puede
ser panfletista, pero creo es hasta
insultante. Pues vemos al espectador
como poco inteligente, sin capacidad de
razonar. Si yo hago un trabajo espero
dirigirme a un individuo complejo, que

me pueda argumentar de vuelta, no a una masa sin personalidad.

Como segundo tema a tratar, me gustaría abordar el rol del fotógrafo. Algo que me
gustó muchísimo es la reflexión de Spencer sobre el miedo a vernos a nosotros
mismos. En sus palabras: “En lugar de salir al exterior como asistentes sociales
culturales, quiz ser a til volver la mirada fotogr fica hacia la identidad de uno
mismo o de su propio grupo”. Es como la típica frase de “aprende a amarte antes
de querer amar a alguien más”. Y es que en cualquier caso, creo que es muy fácil
hablar de los demás antes que de uno mismo.

La verg enza y traumas nos llevan a un temor


enorme de querer retratarnos. Pues nunca
sabremos que podemos encontrar. Ponerse a uno
mismo en tela de juicio no es fácil, pero creo que
solo aquel que sepa quién es, sabrá lo qué quiere
y en lo que cree. Algo fundamental para abordar
las historias de otros. Pues ¿cómo representas a
alguien mas si ni siquiera sabes como retratarte
ante ti?

Ahora bien, tampoco se trata de un ejercicio de


egoísmo y banalidad como lo puede ser una
selfie. Como lo aborda Spencer, la fotografía, y
en este caso el autorretrato, se debe experimentar
con una conciencia de los cánones culturales que
nos rodean, de los usos mediáticos y sociales que
la misma fotografía perpetua.

Esto con la intención de encontrar qué lugar ocupamos nosotros, fuera de todo lo
preestablecido. Es, cómo lo veo yo, una búsqueda de identidad. Todos
pertenecemos a un contexto e historia, del cual no podemos escapar, pero eso no
significa que dejemos nuestra individualidad.






Las dos fotografías arriba mostradas, son autorretratos de Joe, que muestran su
proceso de sanción física y mental después de su cáncer de mama. Cómo se puede
apreciar, no están estilizadas y mucho menos glamurizadas. Por el contrario, las
fotografías visibilizan y representan este proceso de curación tan personal.

En la primer imagen, se puede ver el texto: “property of Joe Spence”. Esto es


característico del trabajo de la fotógrafa. Pues usaba a menudo el texto e imagen
juntos como método atípico de la fotografía como medio visual, destacando la
importancia del lenguaje en la configuración de nuestra comprensión del mundo.

En ambos retratos, Joe recrea el momento cuando una mañana, sin previo aviso, un
doctor nunca antes visito entró a la habitación y marcó una “X” en su pecho
izquierdo, diciéndole que tendría que ser extraído. A su vez, ella se dijo para si,
“No”.

A partir de aquí, empezó a trabajar en la fotografía terapéutica, la cual consistía en


invertir la relación tradicional entre fotógrafo y fotografiado. Tal como su historia
con el medico, en donde ella perdió el control sobre su propia imagen, el sujeto
tiene poco o nulo control sobre su propia representación. Es así que la fototerapia
busca reivindicar al fotografiado al darle el poder de la autoría y total
responsabilidad de su imagen.

Sumado a esto, es importante mencionar la relación de poder entre un fot grafo y


un fotografiado. Pues para Spence, el intercambio de conocimientos no es
equitativo.

Ya analizado el texto, es hora de abordarlo en mi contexto; el documental


mexicano. Para esto, y lo más importante a destacar es la auto representación. Creo
que México peca de quedarse en el papel de asistente social cultural. Sobre todo
con los documentales sobre culturas indígenas.

Para ejempli car esto hablaré de la película “Dioses de México” y “Teat Monteok:
el Cuento del Dios del Rayo”. La primera es del director Helmut Dos Santos,

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italiano, y el segundo de Elvira Palafox, mujer indígena de la comunidad ikoots de


San Mateo del Mar. Ambos hicieron películas sobre comunidades indigenas.

De izquierda a derecha, las


primeras tres imagines son de
Palafox, mientras que las otras
tres imágenes en blanco y negro,
son de Dos Santos.

Lo primero a abordar es la sobre


estilización de la imagen. En
aspectos técnicos, el uso del
1.85.1 de “Dioses de México” ya
ofrece una estética paisajista. Al
igual que el blanco y negro
refuerza una idea estilizada de la
realidad .
Sumado a esto, los personajes a diferencia de “Teat Monteok” son con puesta en
escena. Como lo explica Dos Santos en una entrevista1:
“De hecho, la manera en que trabajé con Dioses de México durante la fase de
escritura, de rodaje y de edición, fue como si se tratara de una película de cción.
Todo en la película es una puesta en escena y no hay nada que haya dejado al aire,
a pesar de que no había un guion como tal y las secuencias se desarrollaban día a
día.”

Si bien en el documental es normal usar la puesta es escena, en mi opinión,


utilizarla para embellecer la imagen es erróneo. El documental no debe de ser
bello, debe de re ejar una realidad, si se desea hacer lo contrario, se puede recurrir
a la cción o docu- cción.

Si decidí usar estas dos películas es porque retratan a una (o varias ) comunidades.
Ademas de que un apartado de “Dioses de México” es dedicado a puros retratos
estáticos. Esto, junto con el retrato de Palafox y su comunidad, ayuda a explicar
porque es importante el ejercicio de auto de nición.

Realmente creo que al ser extranjero, Dos Santos cayó en un acercamiento en


tercera persona hacia el retratado, es decir, las comunidades indígenas. Pues
embellecer y tratar la realidad ajena como una cción perpetua el documental que
yo llamo: “de objeto de estudio”. El cual mantiene la relación de poder ya
explicada de Spence del fotógrafo con el fotogra ado, donde el segundo jamás será
autor de su propia historia.

1Maceda L. F. (S.F.) IMCINE: https://www.imcine.gob.mx/Pagina/Noticia?op=6ce8f824-


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Cuando cuentas la historia de alguien mas, o en su caso lo retratas, estas jugando
con una identidad cultural, la cual siempre será entendida desde afuera. Nunca le
darás voz a alguien que no seas tu, lo máximo que puedes hacer es un eco.
“De entrada quería retratar a las comunidades indígenas de todo el país…”
“Retratar”. Creo que esta palabra es bastante engañosa. Porque ¿qué es retratar? En
teoría él lo hizo. La cuestión es si lo hizo bien.

Al ver la problemática de cómo se retrataba a las comunidades indigenas, el


director de cine Luis Lupone a través del Instituto Nacional de los Pueblos
Indigenas (INPI) encabezó un taller en donde se empezó a crear un legado
audiovisual de identidad. Se le dio equipo y nociones básicas de cómo lmar a las
mujeres tejedoras de la comunidad.

De esta forma no solo se usaba el cine como una herramienta para visibilizar
aquello de lo que no hablan quienes tienen el poder. Sino como una forma de en
realidad darle poder a esas voces negadas; dándoles a esas personas la cámara.

En un análisis comparativo de ambos lms, la diferencia es abismal. No solo en


cuanto a estética se re ere, sino también en cuanto a cual tiene mayor
representatividad.

Para ejempli car y explicar mejor estas diferencias, compararemos ambas


películas en puntos básicos cinematográ cos como lo son el plano, encuadre,
movimiento de cámara y sonido.

Sinopsis de “Teat Monteok: el Cuento del Dios del Rayo”: Una abuela cuenta una
historia para dormir, mientras la vida continúa en un lugar donde las historias
antiguas y la realidad se entrelazan. El cuento narra la historia de un hombre
devorado por una ballena, que después de mucho tiempo encalló en la arena, donde
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el hombre logró salir hallando un lugar desconocido junto al mar, en el cual se
originó el pueblo ikoots.2

Sinopsis de “Dioses de México”: Un documental que profundiza en formas de


resistencia a la modernización en el México rural, retratando la gran diversidad de
los pueblos originarios y afrodescendientes en todo el país. Es un homenaje al ser
humano, a su labor cotidiana, y a quienes luchan por preservar su identidad
cultural. Exploraremos esta “Atlántida Perdida” donde innumerables posibilidades
de existencia siguen resistiendo en la sombra de la modernización, contra el
llamado progreso que —marchando a toda velocidad— desplaza cualquier
consideración crítica sobre la dirección y los valores a seguir.3

Tipo de planos y encuadres: Los encuadres en “Dioses de México” en su mayoría


son Full Shot con una composición muy bien cuidada. De forma que todo esta
donde debe de estar para una armonía entre el paisaje y las personas. En algunas
ocasiones durante el lm, se usó contrapicados y top shots.
Para “Teat Monteok” mas que buscar un encuadre o planos muy bien pensados en
cuanto a lenguaje se re ere, se encuadró con la intención de seguir el movimiento
libre de las personas. Una mayor naturalidad puede ser encontrada aquí.

Tipo de Movimientos: En “Dioses de México” los retratos son estáticos. Y en los


movimientos que hay en otros capítulos, son con dolly u otro vehículo que permite
una estabilidad y limpieza impecables. Estos movimientos son muy lentos, con
naturaleza contemplativa y poética.
En su contraparte, “Teat Monteok” es todo con cámara en mano. Com
movimientos bruscos y rápidos. Carece de la limpieza contemplativa de su lm
antónimo.

2Sinopsis escrita por Encuentro Latinoamericano de cine de no cción: https://


corrienteno ccion.com/pelicula/teat-monteok-el-cuento-del-dios-del-rayo/
3 Sinopsis escrita por FICUNAM: https:// cunam.unam.mx/pelicula/gods-of-mexico/
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Creo que en este caso, el uso de la cámara en mano a comparación de la cámara
estable, logra un efecto de cercanía y de punto de vista en primera persona.
Mientras que el otro solo refuerza la contemplación y alejamiento. Establece el
punto de vista en tercera persona, como si de una pintura se tratara.

Sonido: La mezcla sonora de “Dioses de México” es simplemente impresionante.


En una sala 5.1 se puede apreciar el trabajo hecho para envolver al espectador para
que se sienta que está en el lugar.
Con recursos mucho más limitados y congruentes con el trabajo de “Teat
Monteok”, el sonido de la película es estéreo. Grabado con un solo micro, el cual
se centra en el sonido ambiental. Ademas, a diferencia de “Dioses de México” que
es prácticamente muda de diálogos, en el lm de Palafox podemos escuchar
constante la voz en off de la abuela (que ademas ayudó con el guión y la
iluminación) narrando el mito. Así mismo escuchamos los diálogos de quienes
aparecen a cuadro, ya sea en su lengua madre o en español.

Después de este pequeño análisis, no es inesperado llegar a la conclusión que la


película hecha por una mujer indígena retrata mejor la comunidad indígena a
comparación de como lo hace un italiano.

Esto no quiere decir que nunca podamos hablar de algo que no sea de nosotros
mismos en documental. Solo es una invitación a la re exión y búsqueda de nuestra
voz para poder ayudar a otros a ser escuchados.
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