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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32809673/
https://scc.org.co/wp-content/uploads/2012/08/capitulo15.pdf
http://revistapediatria.com.ar/wp-content/uploads/2017/06/Num-265-PRINCIPALES-
PROCEDIMIENTOS-QUIRURGICOS-EN-CARDIOPATIAS-CONGENITAS.pdf
https://www.sac.org.ar/wp-content/uploads/2014/04/Consenso-de-Cardiologia-Pediatrica.pdf
Reseña histórica : Fue sugerida como una cirugía paliativa por Muller y Dammann en 1952,
para niños con cardiopatías congénitas con grandes cortocircuitos de izquierda a derecha
secundaria a CIV grandes o con fisiología de ventrículo único sin estenosis pulmonar.
Indicaciones: Originalmente fue indicada por Muller y Dammam, para pacientes con CIV de
gran tamaño y, también, para ventrículos únicos con aumento del flujo pulmonar.
Indicaciones actuales
— Transposición de grandes arterias (TGA) con CIV muy grandes que se manifiestan como
ventrículos únicos, sin estenosis pulmonar, TGA con múltiples CIV y con severas
malformaciones congénitas adicionales.
— Pacientes con D-TGA con septum interventricular íntegro que llegan tarde a la institución y
las presiones en el ventrículo izquierdo son menores del 50% de la sistémica, se practica el
procedimiento desarrollado por el grupo de Boston, Jonas y cols. en 1989 de un cerclaje de la
arteria pulmonar con una fístula sistémico pulmonar; de esta forma se mantiene el paciente
durante 7-10 días en la UCIP con el objeto de reentrenar el ventrículo izquierdo y poder hacer
la operación de Jatene-Lecompte.
— D-TGA con falla ventricular derecha posterior a cirugía de Mustard o Senning, con el fin de
reentrenar el ventrículo izquierdo y realizar una operación de Jatene-Lecompte.
— Pacientes con fisiología de ventrículo único sin estenosis pulmonar, ya que si el flujo
pulmonar no es restringido y la presión pulmonar no es reducida, continuarán
incrementándose las resistencias pulmonares, y los parámetros necesarios para realizar una
derivación cavopulmonar como presión media pulmonar de 15 mmHg, resistencias arteriolares
pulmonares < de 4 U/M2 no se obtendrán y no se podrá realizar la derivación cavopulmonar a
los 6 meses de edad, procedimiento indicado para este tipo de enfermedades
Randas Batista en 1997, planteó el cerclaje de la arteria pulmonar en pacientes con CIV,
hipertensión pulmonar severa y biopsia pulmonar grado IV, descendiendo las presiones
pulmonares a la mitad de la sistémica, llegando la saturación arterial de oxígeno a un 70%, la
cual mejora con el tiempo corrigiéndose la CIV al año, encontrándose una biopsia pulmonar
normal y unas presiones pulmonares que se mantuvieron en el 50% de la sistémica.
Técnica quirúrgica
Usualmente, se usa una toracotomía lateral izquierda a través del 3.er ó 4.º espacio
intercostal izquierdo, permitiendo ligar un ductus arterioso o corregir una coartación de la
aorta.
También, se puede realizar una toracotomía extrapleural anterior izquierda a través del 3.er
espacio intercostal en pacientes prematuros y lactantes desnutridos.
Diferentes materiales han sido usados para la realización del cerclaje, incluyendo cintilla
umbilical, dacrón tubular, cintilla de teflón o seda trenzada. Cuando se seleccione el material
para el cerclaje, se deben tener en cuenta dos factores: 1. La sencilla aplicación y ajuste. 2. La
facilidad con que se pueda retirar la banda
El largo de la cintilla depende del grado de mezcla intracardíaca, siendo para las cardiopatías
univentriculares 24mm + peso en mm y para las biventriculares 20mm + peso en mm (Regla de
Trusler).
En neonatos muy pequeños y algunos pacientes con lesiones cardíacas cianóticas, el grado de
estrangulamiento incrementará el grado de cianosis considerablemente, por tanto, hay que
planear un grado moderado de estrangulamiento, manteniendo una presión del 50% en la
arteria pulmonar distal y un monitoreo estricto de la saturación por oximetría de pulso y gases
arteriales, conservando una saturación del 80% y una presión de oxígeno no por debajo de 30
mmHg.
Una vez obtenido el grado óptimo de estrangulamiento, se espera un tiempo prudencial para
confirmar la estabilidad hemodinámica del paciente, y se pasa a realizar un segundo nudo en la
ligadura.
Se procede a retirar el catéter utilizado para medir la presión pulmonar, realizando una
hemostasia, y se cierra el pericardio dejando pequeños orificios en los extremos para drenarlo.
Complicaciones
Varias complicaciones han sido descritas: la banda puede cortar la arteria pulmonar generando
un sangrado fatal; si el grado de estrangulamiento es insuficiente, se puede no dar la
protección deseada y producirse una enfermedad pulmonar vascular obstructiva.
Los cambios en la pared y válvula de la arteria pulmonar han sido reportados, Freed en 1973,
observó obstrucción en el tracto de salida del VI ; Osborn en 1966, describió trombosis extensa
en la arteria pulmonar. También, se ha encontrado migración de la banda hacia la bifurcación
de la arteria originando distorsión y estrechamiento de una o ambas ramas pulmonares,
necesitándose mayor reconstrucción en el momento del reparo intracardíaco.
Cuidado posoperatorio
En los pacientes sometidos a cerclaje de la arteria pulmonar se buscan los mismos objetivos
planteados en la fístula sistemico-pulmonar. Sin embargo, se pueden presentar algunos
problemas adicionales relacionados con la anatomía cardiovascular, como son la distorsión del
árbol pulmonar, los cambios en la anatomía del ventrículo con incremento del grosor de sus
paredes que pueden conducir a estenosis subaórtica, particularmente en los casos en que el
flujo sistémico dependa de un pequeño defecto interventricular. Adicionalmente, la
regurgitación valvular de la válvula pulmonar puede ser un factor de riesgo para la
corrección paliativa definitiva (Cirugía de Fontan).
Sin embargo, en los pacientes con cerclaje de la arteria pulmonar que cursan con hipoxemia,
hay que tener particular cuidado, debido a que esto significa que con alguna frecuencia, la
presencia de un cerclaje muy ajustado, que no solo genera flujo pulmonar insuficiente, sino
que también, indica un elevado aumento de las presiones intracardíacas, que producen
isquemia miocárdica que se manifiesta inicialmente por bradicardia o arritmias
ventriculares. En este caso, se debe avisar urgentemente al cirujano con el fin de soltar
parcialmente el cerclaje. Este tipo de complicación es más frecuente en pacientes que tienen
cerclajes por largos períodos de tiempo y, especialmente, en neonatos en donde la zona
sometida al cerclaje se hace cada día más insuficiente, debido al rápido crecimiento del niño.
Al igual que la cirugía de fístula sistémico-pulmonar, la cirugía de cerclaje de la arteria
pulmonar son procedimientos de alta mortalidad, debido a que someten al corazón a un gran
trabajo, con alto riesgo de desarrollar complicaciones mortales. Por esta razón, son
procedimientos que han sido clasificados en categorías III y IV, con mortalidades que pueden
oscilar entre un 10-20% en publicaciones estadounidenses.