Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cirugía cardíaca
La cirugía cardíaca es la especialidad quirúrgica que se ocupa del corazón o grandes vasos, realizada por
un cirujano cardíaco. Frecuentemente se utiliza para tratar complicaciones de la cardiopatía isquémica
(por ejemplo, mediante un baipás coronario), corregir malformaciones cardíacas congénitas, o tratar
enfermedades valvulares del corazón debidas a causas diversas, como la endocarditis. También incluye el
trasplante cardíaco.
Según el National Heart Lung and Blood Institute [Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la
Sangre, NHLBI], el injerto de revascularización coronaria (CABG) es el tipo de cardiocirugía más común
en los adultos. Durante esta intervención, se injerta (conecta) una arteria o una vena coronaria sana a
una arteria coronaria (del corazón) obstruida. Esto permite que la arteria injertada se desvíe de la
arteria obstruida y suministre sangre oxigenada al corazón (NHLBI).
Razones
La cirugía a corazón abierto puede hacerse para realizar un CABG, por ejemplo, en pacientes con
enfermedad de las arterias coronarias (EAC).
La EAC se produce cuando los vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón se
estrechan y endurecen. A menudo, esta afección recibe el nombre de arterioesclerosis,
la cual se produce cuando el material adiposo forma una placa en las paredes de las arterias coronarias.
Esta placa provoca el estrechamiento de las arterias y dificulta el paso de la sangre. Cuando la sangre no
fluye al corazón adecuadamente, puede producirse un ataque cardíaco.
reparación o reemplazo de las válvulas cardíacas para permitir el paso de la sangre al corazón
reparación de áreas dañadas o anormales del corazón
colocación de dispositivos médicos para ayudar a normalizar los latidos cardíacos
reemplazo de un corazón dañado por uno donado (trasplante cardíaco)
Cirugía
Según los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud], un CABG lleva entre cuatro y
seis horas. Generalmente, se siguen estos pasos básicos:
El paciente recibe anestesia general, lo que garantiza que esté dormido y no sienta dolor durante
la intervención.
El cirujano realiza un corte de 20 a 25 cm en el pecho.
Luego, corta el esternón, o una parte de este, para dejar el corazón al descubierto.
Una vez que se puede ver el corazón, es posible que el paciente sea conectado a un sistema de
circulación extracorporal, que desvía la sangre del corazón para que el cirujano pueda operar. En
algunas intervenciones quirúrgicas más modernas, no se usa este sistema.
El cirujano utiliza una vena o arteria sana para crear una vía nueva que se desvía de la arteria
bloqueada.
Luego, cierra el esternón con hilo y lo deja dentro del cuerpo.
A continuación, cose el corte original. (NIH)
A veces, se realiza una osteosíntesis esternal con placas en pacientes de alto riesgo, como pacientes de
edad avanzada o que se han sometido a varias intervenciones. Durante este procedimiento, el esternón
vuelve a unirse luego de la operación con pequeñas placas de titanio.
Riesgos
Entre los riesgos de un CABG, se incluyen los siguientes:
infección en la herida del pecho (más común en pacientes obesos o diabéticos o en aquellos que ya
se han sometido a un CABG)
ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
latidos cardíacos irregulares
insuficiencia pulmonar o renal
dolor en el pecho y fiebre baja
pérdida de memoria o confusión
coágulos sanguíneos
hemorragia
dificultad para respirar
Preparación
Informe al proveedor de atención médica sobre cualquier fármaco que esté tomando, incluso si se trata
de medicamentos, vitaminas o hierbas de venta libre. Infórmele también acerca de cualquier enfermedad,
entre ellas, un brote de herpes, un resfriado, una gripe o fiebre.
Durante las dos semanas previas a la intervención, el proveedor de atención médica quizás le pida que
deje de fumar y tomar medicamentos anticoagulantes como aspirina, ibuprofeno o naproxeno.
El día anterior a la intervención, tal vez deba lavarse con un jabón especial, que se usa para matar las
bacterias de la piel y disminuir la posibilidad de que se produzca una infección después de la
intervención. Posiblemente no deba comer ni beber después de la medianoche.
Quizás tenga vías intravenosas (IV) mediante las cuales recibirá líquidos.
Es posible que tenga un catéter (tubo delgado) en la vejiga que le permitirá eliminar la orina.
También estará conectado a máquinas que controlan el corazón. El personal de enfermería estará cerca
para ayudarlo si lo necesita.
Generalmente, debe pasar la primera noche en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Luego, lo
trasladarán a una habitación común donde permanecerá durante los siguientes tres a siete días.
A largo plazo
Es probable que la recuperación sea gradual. Pueden pasar hasta seis semanas antes de que comience a
sentirse mejor, y hasta seis meses antes de que sienta los beneficios de la intervención en su totalidad. Sin
embargo, el pronóstico es satisfactorio para muchas personas y los injertos pueden funcionar durante
muchos años.
De todos modos, la intervención no evita que una arteria vuelva a obstruirse. Para mejorar la salud del
corazón, puede tomar las siguientes medidas:
La cirugía cardíaca cambió significativamente después de la Segunda Guerra Mundial. En 1948 cuatro
cirujanos llevaron a cabo operaciones exitosas de estenosis mitral secundaria a fiebre reumática. Horace
Smithy (1914-1948), de Charlotte, retomó la intervención gracias al trabajo del Dr. Dwight Harken del
Peter Bent Brigham Hospital usando un punch para extirpar una porción de la válvula mitral. Charles
Bailey (1910-1993) del Hahnemann Hospital, Filadelfia, Dwight Harken en Boston y Russell Brock en el
Guy’s Hospital adoptaron el método de Souttar. Todos estos hombres empezaron sus trabajos
independientemente, en el rango de unos meses. Esta vez la técnica de Souttar fue ampliamente aceptada,
aunque hubo modificaciones.56
En 1947 Thomas Holmes Sellors (1902-1987) del Middlesex Hospital operó una Tetralogía de Fallot con
estenosis pulmonar, reparando la válvula pulmonar con éxito. En 1948, Russell Brock, probablemente
desconociendo el trabajo de Sellors, usó un dilatador especialmente diseñado en tres casos de estenosis
pulmonar. Más tarde ese mismo año diseñó un punch para resecar la estenosis del cono arterioso, que se
asocia frecuentemente a la tetralogía de Fallot. Se realizaron miles de estas operaciones “a ciegas” hasta
que la introducción del bypass cardiopulmonar hizo posible la cirugía con visualización directa de las
válvulas.5