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(1920-1958)
Sumario:
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A. Costa Rica: entre la crisis económica y las transformaciones


sociopolíticas (1920-1940)
B. Costa Rica en una época de transición: liberalismo,
reformismo y conflicto social (1940-1958)
Ejercicios de autoevaluación
Objetivos específicos
Al finalizar de estudiar el presente capítulo,
el estudiante estará en capacidad de:

1. Describir el proceso de agotamiento del modelo liberal du­


rante la primera mitad del siglo XX, con el fin de identificar
las respuestas emanadas por los distintos actores sociales y el
surgimiento de nuevas alternativas productivas.
2. Analizar las repercusiones experimentadas en Costa Rica tras
los sucesos de la década del cuarenta.

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Conceptos claves

• comunistas • Iglesia católica

• crisis • instituciones autónomas


• fraude electoral • Liberación Nacional
• garantías sociales • movimientos sociales
• guerra civil • sindicalismo
• huelga

1
A. COSTA RICA: ENTRE LA CRISIS ECONÓMICA Y LAS
TRANSFORMACIONES SOCIO-POLÍTICAS (1920-1940)

1. LOS NUEVOS CICLOS ECONÓMICOS Y LAS


CONTRADICCIONES DEL MODELO ECONÓMICO VIGENTE

£n la estructura económica costarricense de inicios del siglo XX se


hicieron evidentes algunos rasgos, entre ellos la acumulación de tie­
rras en pocas personas, la baja productividad, una mano de obra pro­
letarizada y desplazada, así como la concentración de los procesos
Tecnológicos en un pequeño grupo poblacional.

Tema 4
Estas realidades, según apunta Botey (2005: 2-37), estuvieron presen-
res en las distintas actividades económicas que para entonces se de­
sarrollaron en el país:

El cacao, en las llanuras del Caribe.

La ganadería, en las haciendas del Pacífico y la Zona Norte.

La minería, en los Montes del Aguacate y en el área de Tilarán y


Abangares.

La actividad azucarera, en las zonas de colonización tardía (con


una presencia más evidente en Alajuela, Cartago, Guanacaste,
Puntarenas).

La particularidad con estas actividades se halló en que su auge fue


relativamente corto. Así, por ejemplo, el cacao experimentó un incre­
mento en su actividad desde fines del siglo XIX y hasta la década de
1930 (Quesada, 1977: 65-100). (Consulte el mapa de actividades econó­
micas [figura 35], en el capítulo primero).

Su plantación se concentró en la zona Atlántico/Caribe (donde en la


época colonial ya se había desarrollado) y contó con el estimuló de
las autoridades del Estado, que alentaron a nuevos colonizadores a
ocupar aquellos espacios para dedicarlos a la actividad económica.

Lo anterior como respuesta al proceso de abandono que la United


Fruit Company (UFCO) estaba haciendo de aquella zona: el mal de
Panamá y el agotamiento de las tierras habían afectado a la planta­
ción bananera y la Compañía no tenía propósitos de invertir ni en la
recuperación de esas tierras ni en el desarrollo de otra actividad en
la localidad.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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Por ende, se fomentó el incremento de colonizadores nacionales,


pero sobre todo extranjeros (como norteamericanos, jamaiquinos, e
ingleses) para que ampliaran sus propiedades cacaoteras.

Sin embargo, un inconveniente se presentó al sacar la producción


para su exportación pues el ferrocarril estaba destinado para la acti­
vidad bananera, no para el cacao. Esta situación provocó que aque­
llas personas que contaron con un mayor capital para financiar este
rubro pudieron seguir en la actividad.

No obstante, durante la década del treinta, el nivel de exportaciones


del cacao cayó, y con ello disminuyó su influencia en la economía
nacional (Araya, 1982: 60).

La ganadería fue otra actividad que tuvo su auge entre ambos siglos.
Las regiones del Pacífico Norte y la Zona Norte fueron los espacios
donde se desarrolló, pero también debieron afrontar una serie de difi­
cultades para mantener las cabezas de ganado (figura 99).

Dichas situaciones iban desde la delimitación de las propiedades,


la falta de caminos, la carencia de pastos e incluso la búsqueda de
animales que resistieran las condiciones climáticas y geográficas de
la región. Las respuestas a las problemáticas mencionadas se fueron
hallando durante las primeras décadas del siglo XX:

• con la concentración de grandes propiedades en la forma de ha­


cienda (que dedicaron a la ganadería, pero también a la actividad
maderera, al azúcar y al arroz, entre otros);

• mediante la siembra de pasto artificial (para evitar su carencia


durante las prolongadas épocas de sequías);

• el cruce de los animales criollos para mejorar y hacer más resis­


tentes las bestias, como sucedió con la introducción del cebú (lo
cual permitió disminuir la mortalidad de los animales durante los
primeros meses, así como que engordaran de manera más rápida).

Sin embargo, la actividad afrontó otros problemas que persistieron


Fig. 99. Ganadería con el tiempo: la carencia de rutas para transportar el ganado, así
en Chomes (Puntarenas),
como el limitado acceso a la mano de obra.
en 1922.

Historia de Costa Rica


167

En el caso de esta última situación, debe recordarse que Guanacaste


era una de las provincias con menor cantidad de población y donde
su actividad económica estaba dirigida por propietarios ausentistas.

Es decir, sus dueños no habitaban en la localidad, sino que mayorita-


riamente residían en el Valle Central; tal situación los obligaba a dejar
a personas de su confianza a cargo de la actividad económica y de sus Fig. 100. Mina Tres Amigos
propiedades en Guanacaste, pero les dificultaba a los dueños la búsque­ en Abangares, Guanacaste.
da, la contratación y el control de los empleados (Botey, 2005:33-38). Fotografía de 1909 tomada
por Fernando Zamora.

También en Costa Rica se experimentó un segundo ciclo minero. Fue


una actividad que durante el siglo XIX los locales habían desarrollado

Tema 4
en los Montes del Aguacate y en la zona de Tilarán y Abangares (figu­
ra 100), pero de la cual desistieron por la falta de recursos.

Este segundo impulso se comprobó entre 1880 y 1940 gracias al capi­


tal transnacional, particularmente debido a la inyección de recursos
que hizo Minor Keith, quien decidió invertir en la actividad motivado
por las ganancias que esperaba obtener al exportar el oro y la plata
hacia Estados Unidos.

La opción que posible a Keith gracias a aquella concesión que las au­
toridades costarricenses le brindaron con el propósito que terminara
la construcción del ferrocarril al Atlántico, y en la cual se estipuló
podría elegir y explotar una importante cantidad de hectáreas en el
país; se trató de un beneficio que aplicó a la minería. Sin embargo, el
auge de este segundo ciclo minero experimentó una disminución en
sus exportaciones a partir de 1930 (Botey, 2005: 31-33).

Finalmente, la caña de azúcar fue otro producto que tuvo su auge en


las primeras décadas del siglo XX. La actividad se desarrolló en aque­
llas zonas de colonización tardía de Costa Rica, las cuales se pueden
localizar en espacios de Alajuela, Cartago, Guanacaste y Puntarenas.

A pesar de que durante sus primeros momentos el producto se proce­


só en trapiches, conforme transcurrió el tiempo y su auge se conso­
lidó, se recurrió al uso de maquinarías más complejas que solamente
algunas personas podían financiar, como los ingenios azucareros.

De manera paralela a la situación, se hizo evidente una importante


concentración de tierras en las proximidades a los ingenios, con el
propósito de que la caña fuera fácilmente transportada y procesada.

Tema 4
El acotamiento del modelo liberal, los nuevos ACTORES SOCIALES V LA GUERRA CIVIL en Costa Rica (1920-1958)
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Tales situaciones facilitaron la conformación de grandes haciendas,


las que en muchas ocasiones estuvieron en manos de inmigrantes po­
seedores de una gran capacidad económica. Ellas decidieron invertir
en la caña de azúcar (figura 101). Pero también en la actividad cafeta­
lera; como ocurrió por ejemplo con los hermanos jamaiquinos Cecil,
Stanley y Percival Lindo Morales en el sector este del Valle Central y
La crisis de 1929 y
su impacto en Amé­ en el Caribe costarricense (Quesada, 1977: 74).
rica Latina

la crisis de 1929 ini­


Estas inversiones hallaron su motivación en el auge que la produc­
ció en Estados Unidos ción de azúcar tuvo entre 1914-1924, gracias a que la Fábrica Nacional
y su momento más evi­ de Licores (de origen estatal) demandó una enorme cantidad de mie­
dente fue la caída de
la bolsa de valores de
les. Sin embargo, el auge azucarero percibió una disminución durante
Nueva York, a causa la crisis de la década de 1930, cuando su precio y su demanda
principalmente de la externa decayeron y, por ende, se limitó la expansión de la actividad
sobreproducción y la es­
peculación. En la déca­
en el país (Botey, 2005: 28-30).
da de 1930 dicha crisis
impactó a los países de En la Costa Rica del siglo XX, se hizo evidente una disminución en la
América Latina, gene­
rando una caída en las
cantidad de tierras destinadas al cultivo de productos para el consu­
exportaciones y un dé­ mo interno como los frijoles, los cereales y la harina.
ficit en los intercambios
comerciales. Además,
hubo una contracción
Esta situación obligó a importar dichos productos, lo que represen­
económica a causa de tó una pesada carga económica para las finanzas del país. Por otro
la disminución de los lado, en las zonas urbanas fue notorio un incremento en la industria
créditos provenientes de
Estados Unidos, lo cual
liviana de alimentos (pan, helados, hielo, jaleas, chocolates y confites
limitó las posibilidades entre otras), de químicos (jabones, candelas), de calzado, de textiles
de inversión y financia- (piezas de vestir) y de industria topográfica (imprentas y editoriales).
mienfo de actividades
productivas [Díaz, Via­
les y Marín 2012: 201- Asimismo, desde fines del siglo XIX se desarrollaron obras de infraes­
215). tructura que incluyeron en la zona urbana el tranvía (figura 102) en
San José, el establecimiento de la electricidad y del servicio telefó­
nico; mientras que en las zonas costeras y de comercio, los puertos
y las líneas ferroviarias. Tales condiciones que transformaron poco
a poco el panorama de la sociedad costarricense (Botey, 2005: 38-50;
Si baja, 1993: 65-91).

Pese a todas estas transformaciones y los intentos por implementar


otras actividades económicas en el país, las cuales experimentaron
cortos periodos de auge, la economía costarricense continuó siendo
Fig. 101. Ingenio azucarero típicamente agroexportadora y centrada en la producción de café y
Stanley Lindo, ubicado en banano (es decir, monoexportadora).
Juan Viñas, en 1922.

Historia de Costa Rica


La economía costarricense fue favorecida por el incremento en las
ventas de los productos agrícolas en la década de 1920, propiciada
por el aumento de los precios en el mercado externo, lo que a su vez
favoreció el desarrollo de la producción nacional.

Pese a la buena situación, es necesario precisar que la economía se


tomó dependiente de estos cultivos, lo cual la hizo susceptible a las
Fig. 102. Tranvía circulando
constantes fluctuaciones de los precios internacionales. por el Paseo Colón en 1922.

• •••
Costa Rica experimentó las consecuencias de las oscilaciones en los
precios de los productos precisamente a fines de la década de 1920,
cuando cayó el valor de sus exportaciones. Fue el resultado de la
inestabilidad económica y la especulación internacional. Entre 1927

Tema
y 1932, los precios del café en el mercado internacional disminuyeron
en 50 % (Araya, 1982: 48).

Como consecuencia de esta situación se produjo un descenso en el


valor de sus importaciones (de donde se cobraban los impuestos del
comercio exterior), lo que a su vez se tradujo en una crisis fiscal para
el país.

Estas condiciones se generaron durante la década del veinte; no obs­


tante, su impacto se percibió de manera más clara en los años treinta
a causa de una profunda y prolongada inestabilidad.

Fueron años económicamente difíciles que Costa Rica debió afrontar


al ser un Estado deficitario o deudor. Pero, ¿qué medidas implemento
el país para afrontar la crisis económica?

Desde el momento que en Costa Rica comenzó a percibir la dismi­


nución en las ganancias obtenidas por las exportaciones, adoptó la
estrategia de aumentar el volumen de ventas de sus productos.

Lo logró gracias a que expandió las tierras dedicadas a dichos culti­


vos, y en el caso del café también al mejorar su calidad; el objetivo era
no disminuir los ingresos económicos que hasta el momento había
venido obteniendo el país. La táctica que implemento en los produc­
tos base de su economía nacional, es decir, el café y el banano.

En el caso de la actividad cafetalera la crisis se comenzó a percibir de


forma más clara cuando el precio del grano descendió como resulta­ Fig. 103. Café listo para ex­
portar. Finca Keith, Sánchez
do de la sobreproducción de Brasil, entre 1927 y 1928. de Cartago, en 1922.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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Por su parte la UFCO, como la principal compañía controladora de la


actividad bananera, al vislumbrar el descenso en sus ganancias de­
cidió implementar ciertas medidas con el fin de reducir el impacto
negativo de la crisis que se avecinaba.

Por este motivo, optó por reducir el pago que hacía a los productores
locales, en ciertos casos disminuir su producción e incluso se dispuso
trasladar la empresa hacia el Pacífico Sur (Cerdas, 1993:117-159).

Para los habitantes del Atlántico/Caribe este traslado (figura 104)


vino a ensombrecer aún más el panorama económico pues para en­
tonces las tierras ya estaban afectadas por la enfermedad del mal de
Panamá, la cual se propagó como resultado del uso intensivo que se
le venía dando a la tierra desde finales del siglo XIX cuando se había
instalado el enclave. Tal circunstancia finalmente afectó la fertilidad
de las tierras.

Fig. 104. Caricatura sobre el En Costa Rica cada actividad gestó su respuesta para afrontar la cri­
traslado de la UFCO hacia sis. Pero también fue claro cómo eran distintas las circunstancias que
la zona del Pacífico Sur.
influyeron en el precio de ambos productos.
(©CENAP/CENPAS).

En el caso del café, el mercado internacional (por ejemplo, con el au­


mento en la producción de Brasil) lo determinó; en cambio, el precio
del banano lo estableció la UFCO, la cual asignó la cantidad de fruta
que podía exportar cada una de las naciones donde se encontraba
instalada la compañía.

La estrategia que la UFCO aplicó a toda la zona fue negociar de país


en país y no como región, con el fin de hacer a cada Estado más vul­
nerable ante su influencia y obligarlo a aceptar sus condiciones. La
estrategia fue complementada la empresa durante las épocas difíciles
mediante la exportación de algunos productos alternativos (como el
cacao) para no disminuir sus ganancias.

Historia de Costa Rica


La situación dejó entrever claramente cómo el país y también la re­
gión, además de ser sociedades mayoritariamente rurales, eran de­
pendientes de uno O dos productos (Bulmer, 1994: 255-323).

Un mundo cambiante

Luego de concluir la Primera Guerra Mundial el mundo experimentó


una reconfiguración de poderes. Como resultado del conflicto Europa
quedó devastada, mientras Estados Unidos emergió como la potencia
hegemónica. ¿Por qué sucedió este cambio? Porque Estados Unidos,

Tema 4
además de ser uno de los ganadores de aquella confrontación, no sufrió
destrucción material pues la guerra se desarrolló lejos de su territorio,
en otro continente. Esta situación ventajosa fue aprovechada por Es­
tados Unidos para concederles préstamos a los países europeos con
miras a su reconstrucción, lo cual le permitió consolidarse como el país
más fuerte de ese momento.

El cambio en los polos de poder mundiales también afectó las economías


latinoamericanas. Debe recordarse que hasta aquel momento, la región
había concentrado sus esfuerzos en venderle sus productos a Europa
(y en parte por eso se explica la especialización de sus economías en
unos cuantos productos); pero con las nuevas circunstancias, aquellos
mercados disminuyeron sus compras y los Estados experimentaron in­
gresos menores. Ante esta situación, los países latinoamericanos imple-
mentaron distintas medidas para afrontar la crisis, como incrementar
la inversión, desarrollar otras actividades y exportar prioritariamente
hacia Estados Unidos.

Costa Rica formó parte de esa realidad. En el contexto de crisis y en su


afán por no experimentar una reducción en los ingresos ante la caída
en el precio del café, las autoridades costarricenses decidieron, en un
primer momento, mejorar la calidad del grano y expandir la cantidad de
tierras dedicadas a la caficultura, en lugar de proponerse implementar
una diversificación económica en el país.

Tema 4
| El acotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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Las circunstancias influyeron en buena medida para que en el con­


texto de crisis de la década del treinta, el ejército y el autoritaris­
mo prevalecieran en Centroamérica (con excepción de Costa Rica).
Significó un retroceso social para la zona, respecto de lo que vivió
durante los años veinte.

En el caso costarricense, el Estado incrementó la inversión en obras


Fig. 105. Fotografía reciente
públicas durante los años treinta. Se llevó a cabo la ampliación en
de un "burrocarril". Un
vehículo similar estuvo insta­ la red de caminos y la construcción de una infraestructura escolar y
lado entre Penshurt, Puerto sanitaria (Bulmer, 1989: 61-112), obras que edificó gracias a que se re­
Viejo de Limón, y Cahuita destinaron aquellos recursos económicos reservados para financiar
(©Earl Clark).
al Ejército.

Fueron decisiones esenciales para afrontar la crisis que estalló en


1929, la cual impactó de manera más directa al país a partir de 1932; el
proceso de recuperación de Costa Rica inició en los años siguientes.

Una anécdota se recuerda sobre el desarrollo de la infraestructura en


el país:

Cuando era presidente de la República Ricardo Jiménez Oreamuno,


Ixi Gran Depresión
cierto día recibió un telegrama de parte del Jefe Político de una po­
La crisis del treinta fue blación que atravesaba el ferrocarril al Pacífico. El mensaje decía:
el resultado de la ines­ “El tren que iba para Puntarenas atropelló y mató a una vaca y el
tabilidad en el mercado
exterior; pero también
dueño de ésta exige su pago. ¿Qué debo hacer?”.
fue un desequilibrio que
se trasladó a Costa Rica. El presidente Ricardo contestó la interrogación de la siguiente ma­
nera: “Si la vaca se salió del potrero y se le metió al tren, no co­
Así, por ejemplo, las
exportaciones costarri­ rresponde pago alguno. Pero si el tren se salió de la vía, se metió al
censes fueron menores potrero y atropelló a la vaca, con gusto se la pagaremos al dueño...”
debido a la disminución (cfr. Hernández, 2009 o Morales, 2009).
en el consumo de sus
productos, lo que impli­
có una desvalorización
Esta recuperación se favoreció en importante medida por la acción
del trabajo en el país y, del Estado, que como se mencionó, procuró reactivar la economía al
a la vez, una crisis agra­ promover el gasto para que la población consumiera más, al mejorar
ria. De manera paralela
el pequeño comerciante
los salarios públicos (con la aprobación del salario mínimo para los
sufrió una pérdida de trabajadores urbanos en 1932 y tres años después lo extendió a los
capital pues debió ven­ trabajadores rurales) y al fortalecer las instancias relacionadas con la
der barato, pero sin lo­
grar comprar a esos pre­
protección social (Palmer, 1999: 99-117).
cios. Las circunstancias
implicaron que Costa Pero también se tomó conciencia de la necesidad de revalorar el tema
Rica no pudiese pagar de las exportaciones y el encarecimiento de las importaciones. En
su deuda externa.
tal sentido el Estado decidió fomentar la agricultura para consumo
interno e intensificar la manufactura, con el propósito que los cos­
tarricenses dejaran de importar algunos productos y adquirieran los
que se estaban comenzando a generar en el país (este es el conocido
modelo de sustitución de importaciones o MSI).

Historia de Costa Rica


Como parte de la política implementada por el Estado, era esencial
brindarle más dinero a la población para que pudiesen comprar y
demandar más bienes. Esto a su vez implicó el aumento de la pro­
ducción manufacturera y agrícola en Costa Rica, con su consiguiente
generación de empleo y reactivación de la economía.

Asimismo, con esta estrategia se valoró que disminuyera la impor­


tación de ciertos artículos (y con ella la fuga de dinero hacia otros
territorios) porque tales productos se estaban generando en el país.

Lo anterior permitió que hacia 1935 se iniciara el proceso de recu­


peración de la crisis, el cual sufriría un duro golpe a fines de la dé­
cada con el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El
conflicto se desarrolló en Europa y directamente no afectó a Costa
Rica, pero en el ámbito económico el país resultó perjudicado pues
parte de sus principales mercados compradores se hallaban en aquel
continente.

2. LA CULTURA POLÍTICA, LOS PARTIDOS POLÍTICOS


Y EL FRAUDE ELECTORAL.

La situación política en Costa Rica luego de 1920 tendió hacia la es­


tabilización. Luego de los sucesos ocurridos con Alfredo González
Flores, del lapso en que Federico Tinoco ostentó el poder y los meses
de transición hacia un orden posterior a la dictadura, se inició un
proceso de altemabilidad del poder.

Estas circunstancias sucedieron gracias al juego político-electoral y


la presencia de la oposición en el país, así como a la libertad de pren­
sa, pero también a la flexibilidad de la Constitución Política de 1871,
la cual permitió la inclusión de diferentes elementos como el voto
directo (en 1913).

La transición inició con la administración de Julio Acosta (1920-1924),


quien se encargó de derogar muchas de las medidas que Tinoco im­
plemento mientras permaneció en el poder. También afrontó el con­
flicto limítrofe que enfrentó al país contra Panamá en 1921, conocido
como guerra de Coto.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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f A
La guerra contra Panamá
Costa Rica y Panamá se enfrentaron en 1921 como consecuencia de
una diferencia sobre el establecimiento de sus límites territoriales. El
desacuerdo se originó tiempo atrás cuando, según la posición de Costa
Rica, la Gran Colombia (el entonces territorio limítrofe de Costa Rica
hacia el sureste) se apropió de sus tierras (Bocas del Toro en 1836 y
Punta Burica en 1880). Por la vía diplomática Costa Rica pretendió re­
cuperarlas, pero le fue imposible.
Cuando Panamá se independizó de Colombia (1903), ambos territori­
os buscaron la solución a estas diferencias fronterizas. Las partes en
cuestión aceptaron el fallo Loubet para el sector del Pacífico (desde
punta Burica hasta cerro Pando), y sometieron a arbitraje la sección
del Atlántico.
Sin embargo, el fallo White (1914) presentó problemas, ya que Costa
Rica lo aceptó pero Panamá lo rechazó. Esta diferencia desembocó en
el conflicto armado llamado la “Guerra de Coto” en 1921.
El enfrentamiento se desarrolló en dos puntos: Pueblo Nuevo de Coto
(donde los costarricenses perdieron), y Bajos del Toro, donde no hubo
enfrentamiento como resultado de la intervención norteamericana. En­
tonces, se exigió el cese de las hostilidades y a Costa Rica se le con­
cedió la potestad de ejercer su autoridad sobre Coto y Punta Burica;
una decisión que no fue reconocida por Panamá.
El diferendo finalmente se solucionó en 1941 durante las presidencias
del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia (Costa Rica) y del Dr. Amulfo
Arias Madrid (Panamá), “mediante la aceptación tácita por parte de
Panamá del fallo White, el cual fue modificado con un simbólico cam­
bio de tierras de igual extensión”.
FUENTES: Sibaja, 1969; Rodríguez, 2004; Cuestas, 1999 y Sáenz, 1995.

Fig. 107. Escenario de la Guerra de Coto, acaecida


entre febrero y marzo de 1921 (ilustración de Taichi).

Historia de Costa Rica


175 I

Julio Acosta (1920-1924) vetó en julio de 1920 la Ley de Recompensas


que el Congreso había aprobado con el fin de pagar a los soldados que
lucharon contra Tinoco o bien cubrir a sus viudas. El presidente Acosta
justificó su rechazo a la ley al considerar que si hay paga, no hay gloria:
¿Vamos a enseñarles a ellos que eso, que es espíritu, se puede pagar
con lo otro que es materia? Las cosas del espíritu solo se pueden pa­
gar con cosas del espíritu porque si no fuera así, se apagaría el fulgor
de lo único que engrandece al hombre. ¿Hubo gloria en la actitud asu­
mida por los que se enfrentaron al déspota? Entonces, no hay paga en
dinero. ¿Hubo paga? Entonces no hay gloria; que no se puede servir a

Tem a 4
dos señores. ¿Si hay paga quién ofrenda su vida? Lo único que invita
a la muerte es el ideal.
Sin embargo, la posición del presidente solamente recibió el apoyo de
la Confederación de Trabajadores; incluso, la ley fue resellada por el
Congreso.
FUENTE: Botey, 2005: 93 y Pacheco, 2010.

Fig. 108. Caricatura de Claudio Carozo sobre el presidente


Julio Acosta y la Ley de Recompensas (©EUCR).

Durante esos años se demostró una participación más activa de dis­


tintos sectores de la población. Así, por ejemplo, en 1923 Jorge Vo-
lio fundó el Partido Reformista (Volio, 1983), una agrupación que se
propuso velar por los intereses de los sectores populares y que en
consecuencia disfrutó del respaldo de la Confederación de los Tra­
bajadores.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
Este nuevo partido se presentó como una alternativa para las eleccio­
nes de 1924. Su fundador fue su candidato presidencial. Sin embargo,
Volio perdió por la cantidad de votos que recibieron las otras dos
agrupaciones participantes en la contienda: el Republicano (que pos­
tuló al expresidente Ricardo Jiménez Oreamuno) y el Agrícola (que
apoyó a Alberto Echandi).

Es importante rescatar algunas particularidades de aquel proceso de


1924 pues a partir de entonces se apreciaron algunos cambios en la
manera de hacer campaña política: fue evidente una mayor difusión
de las ideas y planteamientos de los candidatos, así como el uso de
vehículos para trasladar a las personas que presenciaban los debates.

Además de estas novedades, aquella práctica de crear acuerdos entre


diferentes sectores políticos no faltó durante el proceso en cuestión.
Durante esta elección Ricardo Jiménez y Jorge Volio establecieron
una alianza (Salazar y Salazar, 1991: 59), la que entre otros puntos convi­
no que Jiménez asumiría la presidencia mientras Volio sería el Segun­
do Designado (hoy segundo vicepresidente) y podría nombrar a dos
de los ministros.

¿Por qué sucedió esta alianza? Para atraer un mayor caudal electoral.
Pero también porque las propuestas de ambos partidos no resulta­
ron tan diferentes; no obstante, se ha considerado que este pacto le
significó un alto costo político al Partido Reformista, el cual nunca
alcanzó la presidencia de la República.

Una vez que el abogado Ricardo Jiménez asumió la presidencia,


continuó con su idea de mantener la estabilidad política en el país.
Para lograrlo prolongó aquel proceso de implementación de distintas
transformaciones en Costa Rica, en este caso mediante la reforma a
la Constitución en procura de la inclusión de dos artículos:

• el primero de ellos para permitir el voto secreto en el país y

• el segundo para reconocerle a la mqjer su derecho a ejercer el


sufragio.

Sin embargo, de estas medidas únicamente la primera fue aceptada


en 1925 (figura 109). Se trató de una disposición que finalmente se
Fig. 109. Caricatura de Paco
Hernández, de 1923, sobre
complementó con el voto directo que había aprobado en 1913 por el
el voto femenino (©EUCR). mismo Jiménez.

Historia de Costa Rica


De manera seguida, en 1927 el mandatario propuso otra reforma a
ia legislación, con la cual pretendió combatir el fraude y restaurar la
credibilidad de los ciudadanos en los comicios, por medio través de
la creación del Registro Cívico y el Consejo Nacional Electoral (Moli­
na. 2009b: 88).

Según lo consideran Molina y Lehoucq (1999), con el voto secreto


los partidos políticos experimentaron un menor control sobre los
•• otantes, mientras que la creación del Registro Cívico y el Consejo
Nacional Electoral significaron que el Estado sería el encargado de
suministrar las papeletas electorales. Se limitó así la influencia de las
agrupaciones en esta materia y aumentó el poder del Ejecutivo, una
medida duramente criticada por los sectores opositores.

En términos generales, las disposiciones electorales promovidas duran­


te esta administración (1925 y 1927) fueron cuestionadas persistente­
mente por aquellos sectores que resultaron perdedores durante las elec­
ciones siguientes, que consideraron que el fraude persistía en el país.

La situación se mantuvo como consecuencia de las fallas en la legis­


lación de dicha materia, aunada a la posposición de la identificación
fotográfica, y por una dinámica política que permitía al Poder Ejecu­
tivo manipular las leyes electorales en favor de sus partidarios y en
contra de sus opositores (Molina y Lehoucq, 1999:133).

Así entonces, durante la década del veinte en Costa Rica quedó cons­
titucionalmente dispuesto que el sufragio fuese secreto. La disposi­
ción se complementó con el voto directo aprobado años atrás, en
1913, durante el primer mandato de Jiménez.

De este modo se sentaron las bases de la democracia electoral con la


práctica del voto directo y secreto en el país. Tales condiciones, luego
de un proceso de inclusiones, de avances y retrocesos, han perdura­
do hasta la actualidad.

Una vez que Jiménez concluyó su administración, llegó al poder el


también representante liberal Cleto González Víquez (1906-1910 y
1928-1932). Cuando era mandatario por segunda vez, debió afrontar
una situación económica acuciante en el país, debido al impacto de la
caída de la bolsa de valores en Estados Unidos en 1929 y las repercu­
siones que este acontecimiento generó durante la década del treinta.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
í’
178

Para enfrentar la situación, González Víquez decidió establecer más


impuestos directos, pero no introdujo mayores transformaciones ni
en el ámbito económico ni el político del país.

Es importante rescatar que para entonces, pese a la situación eco­


nómica poco favorable, en Costa Rica se vivió un proceso en el que
nuevos actores políticos participaron de la dinámica nacional.

En tal sentido se conformaron nuevas agrupaciones, tal y como ocu­


rrió con el Partido Republicano Nacional (mayo de 1931), quien po­
seyó una ideología liberal pero con ciertas tendencias al reformismo,
las cuales se hicieron más evidentes conforme transcurrió el tiempo
desde su fundación.

Por otro lado, en junio de 1931 surgió en Costa Rica el Partido Co­
munista, el cual fue fundado por un grupo de jóvenes intelectuales
que cuestionaron el orden capitalista de la sociedad costarricense,
inspirados en las ideas socialistas que circulaban por Europa y Amé­
rica Latina.

Su principal dirigente fue Manuel Mora Valverde (figura 110); se pro­


pusieron implementar una serie de transformaciones que beneficia­
ran a los sectores populares pues consideraron que eran los grupos
tradicionalmente desprotegidos por la ideología liberal que gobernó
el país desde fines del siglo XIX. En tal sentido, la agrupación contó el
apoyo de los trabajadores urbanos, los artesanos y los obreros de la
zona bananera.

Además de estos nuevos actores sociales, otro acontecimiento se


presentó durante la administración de González Víquez: el intento de
golpe de Estado liderado por Manuel Castro Quesada y apoyado por
Jorge Volio, conocido con el nombre de El Bellavistazo (febrero de
1932).

No obstante este plan lo sufrió el entonces mandatario González Víquez,


la intentona no iba dirigida contra él, sino contra el monopolio eléctrico
y contra Ricardo Jiménez, con el fin de evitar que ganara las elecciones
y alcanzara, por tercera vez, la presidencia de la República.

Fig. 110. Algunos miembros Sin embargo, la acción no rindió los frutos esperados por sus autores,
fundadores del Partido y poco tiempo después precisamente el presidente González declaró
Comunista de Costa Rica.
una amnistía o perdón para los presos políticos que participaron en
Destacan Manuel Mora (en
el centro) y Carmen Lyra este suceso, con el fin de apaciguar los ánimos entre quienes defen­
(segunda de derecha a dieron la intentona y quienes sufrieron las consecuencias, y facilitar
izquierda) (©CIHAC). el retomo a la tranquilidad en Costa Rica.

Historia de Costa Rica


179

El Bellavistazo
En 1931 se conformó el Partido Republicano Nacional. Esta agrupación se
inscribió para las elecciones de 1932. Ricardo Jiménez Oreamuno fue su can­
didato. La condición fue oficializada por Jiménez una vez que sus antiguos
adversarios (Alberto Echandi y León Cortés, del Partido Demócrata) lo apo­
yaron.
En esas elecciones el Republicano Nacional se enfrentó contra Partido Unión
Republicana mediante de su candidato Manuel Castro Quesada y el Partido Na­
cionalista, con Max Koberg. Sin embargo, ninguno obtuvo el mínimo de votos
requeridos para reconocerse como presidente electo, lo cual implicó una se­
gunda ronda electoral entre los dos aspirantes que habían obtenido la mayor

Tema 4
cantidad de votos: Jiménez y Castro.
Ante la posibilidad de no alcanzar la presidencia, Castro organizó un intento
de golpe de Estado y llamó a los rebeldes a tomar el Cuartel Bellavista. “El
Bellavistazo”, que produjo 15 muertos y 36 heridos, finalmente fracasó y Castro
renunció a su aspiración presidencial. De este modo Ricardo Jiménez fue, por
tercera vez, mandatario de Costa Rica.
FUENTES: Molina, 2009b: 10-41; Molina y Lehoucq, 1999:112.

En términos generales con esta situación se comprobó que, aunque


a partir de la década del veinte se experimentó un respeto a la alter-
nabilidad del poder en el país, este respeto no se creó de la noche a
la mañana, fue un proceso que implicó tiempo, y que poco tiempo
después sería puesto a prueba y demostraría no ser infalible.

La nueva administración de Ricardo Jiménez (1932-1936) contó con


algunos rasgos distintivos y situaciones dificultosas que afrontar. Por
ejemplo, Jiménez Oreamuno y González Víquez coincidieron en que
ambos gobernaron durante el periodo más fuerte de la crisis econó­
mica en Costa Rica: el año 1932.

La difícil situación económica, que se reflejó tanto a nivel internacio­


nal como nacional, incidió para que en Centroamérica se expandie­
ran las dictaduras, mientras que en Costa Rica se generaban algunas
tensiones de índole política y socioeconómica.

Respecto de los asuntos políticos, Centroamérica experimentó las res­


tricciones derivadas de la mano dura que gobernaba los distintos países
de la región. No obstante, el presidente Ricardo Jiménez, en Costa Rica,
permitió que la oposición formara parte del proceso electoral.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
El ejemplo más claro se presentó cuando los jóvenes comunistas lo­
graron participar en la dinámica electoral, pese a que algunos secto­
res de la sociedad no consideraran adecuada su presencia.

Sobre este tema es importante destacar que la administración Gon­


zález Víquez rechazó la inscripción electoral de los comunistas para
los comicios de 1932, en los que se elegía al presidente y los represen­
Fig. 111 . Calle principal de
Puerto Limón en 1922.
tantes del Congreso. Empero, una vez que Jiménez Oreamuno resul­
tó elegido, decidió permitir la inscripción de la agrupación y de este
modo los comunistas participaron en las votaciones municipales de
fines de 1932.

A pesar de que durante la administración de Jiménez se generó una


ampliación en la participación electoral, en el ámbito socioeconómi­
co el país debió sortear una serie de problemas y conflictos.

Sobre el asunto valga destacar el descontento de la población ante


la difícil situación económica y la inestabilidad en las condiciones y
seguridades laborales, las constantes demandas populares y la orga­
nización de huelgas en diferentes lugares del país apoyadas por dis­
tintos sectores.

Estas situaciones obligaron a iniciar un proceso de negociaciones, de


creación de instituciones y de reformas legales en aras de estabilizar
el país. En la dinámica, el Estado pasó a jugar un papel fundamental
como articulador de respuestas. Quizás uno de los retos más fuertes
en este sentido fue la denominada huelga bananera de 1934 en el At-
lántico/Caribe (Acuña, 1984).

Una vez que concluyó su tercera administración, a Ricardo Jiménez


le sucedió en el puesto su ministro de Obras Públicas, quien también
se convirtió en el candidato del partido Republicano Nacional: León
Cortés Castro (1936-1940; figura 112) (Calvo, 1982: 69-161).

Con este mandatario, quedó más claramente marcada aquella tran­


sición que se venía gestando del liberalismo del siglo XIX respecto al
liberalismo del siglo XX, ya antecedido por González Víquez y Ricardo
Jiménez; es decir, para fines de la década del treinta fue evidente el
“agotamiento” del liberalismo en Costa Rica.

Durante su administración, León Cortés tomó una serie de medidas en­


Fig. 112. León Cortés Castro,
tre las que destacaron por ejemplo ser implacable contra el alcoholis­
presidente de Costa Rica de
1940 a 1944 (©Asamblea mo, la drogadicción y la prostitución, y defender ciertos valores esen­
Legislativa). ciales en el ser humano como la puntualidad y la responsabilidad.

Historia de Costa Rica


Asimismo, buscó el desarrollo de la infraestructura para satisfacer las
necesidades del Valle Central (como sucedió con la construcción de
escuelas [figuras 113a y 113b] y dispensarios), al igual que formas de
movilizar la producción nacional.

PARA SABER MÁS...

Un aeropuerto para Costa Rica

Desde la segunda mitad del siglo XIX el Llano de Mata Redonda, cono­
cido como La Sabana, comenzó a utilizarse para actividades recreativas Figs. 113a y 113b. Escuela
y deportivas. República de Colombia, ubi­
cada en Naranjo, Alajuela
En enero de 1912, por la cercanía con la ciudad de San José y por lo (fig. 1 13a) y Escuela Cecilio
plano y descampado de la franja norte de La Sabana, se intentó hacer Lindo Morales, ubicada en
Juan Viñas de Jiménez, Car-
el primer vuelo público, en el país, de un aeroplano. Aunque no resultó
lago (fig. 1 1 3b). Nótese el
exitoso, muchos otros vuelos posteriores probaron que La Sabana era
estilo arquitectónico art decó
apropiada para campo de aterrizaje. en ambas edificaciones,
característico de las obras
Con el desarrollo de la aviación comercial se hizo necesario construir civiles levantadas durante la
un aeropuerto formal, con pistas de aterrizaje y un edificio adecuado. administración
Durante el Gobierno de León Cortés, en 1936, se decidió construir el de León Cortés
primer aeropuerto internacional del país en La Sabana. El arquitecto (fotografías de la figura
José María Barrantes diseñó el edificio. La construcción se inició en 1 1 3a proporcionadas
1938 y se concluyó en 1940. Se inauguró el 7 de abril, un mes antes de por los autores).
que terminara el periodo presidencial de León Cortés Castro.

FUENTE: texto elaborado por Vivían Solano Brenes.

Fig. 114. Aeropuerto Internacional de La Sabana.


El edificio alberga actualmente al Museo de Arte Costarricense
(fotografía cortesía de Vivían Solano Brenes).

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
182

León Cortés se preocupó especialmente por la construcción de in­


fraestructura. De hecho, al igual que los presidentes que lo prece­
dieron, no era comunista. Pero Cortés era del pensamiento que la
medicina contra el comunismo se hallaba en crear fuentes de trabajo
y de construir obras públicas (particularmente en el Valle Central y
vinculadas a la actividad cafetalera).

En tal sentido, se comprende por qué a este gobierno se le conoce


como la administración “del cemento y la varilla” pues durante los
cuatro años de su mandato edificó escuelas y tuvo la voluntad para
destinar recursos al sector salud, y para crear más instancias sanita­
rias y de atención a sectores específicos de la población (como los
de tuberculosis, de la niñez, ya que utilizó vagones ferroviarios para
llevar vacunas).

Pese a lo anterior, a León Cortés se le reconoció por su mano dura:


además, se le criticó la formación de una clientela política gracias a
la construcción de dicha infraestructura. En tal sentido a Cortés se le
acusó de no atender los grandes problemas sociales, de perseguir a
sus enemigos y despedirlos de sus trabajos; sin olvidar además las de­
nuncias de nepotismo pues colocaba a sus familiares en los puestos
de mando (Salazar, 2002:183).

En esta perspectiva de avances y retrocesos, se emprendió el camino


hacia 1940, cuando se llevaría a cabo un nuevo proceso electoral en
Costa Rica. En este contexto, el Partido Republicano Nacional procu­
ró organizarse para postular un candidato que tuviera posibilidades
reales de triunfar en las elecciones y acceder al poder, como efecti­
vamente lo habían logrado en 1932 Ricardo Jiménez y en 1936 León
Cortés.

Historia de Costa Rica


El Sanatorio Duran y las monedas horadadas

En Costa Rica, antes de 1940 se destinaron muchos recursos para la


prevención de la salud y hospitalaria. En 1908 el Estado emprendió una
campaña contra la anquilostomiasis, parásito intestinal que causaba
anemia y agotamiento; y más tarde contra la tuberculosis.

El Io de noviembre de 1918 el sanatorio para la tuberculosis Dr. Carlos


Durán, en Los Horcones, en Cartago, abrió sus puertas con un total de
60 camas. Pero las obras nunca terminaron: en 1928 el Sanatorio contó
con alumbrado eléctrico; hacia 1930-1931 se fomentó el neumotorax y
se incorporó el tratamiento “cura de trabajo” con el que desarrollaban
la crianza de cerdos, de ganado, de cuilos, etc. Durante el gobierno de
León Cortés, en medio de una campaña nacional contra la tuberculosis,
se amplió a 270 el número de camas y se construyeron pabellones.

Posiblemente algunos pacientes recibían salario a cambio de sus labo­


res. Por eso, el Estado controló el uso de la moneda que era manipulada
por los tuberculosos mediante una disposición de 1944 en la que horadó
(perforó) monedas existentes de cupro-níquel para la circulación inter­
na de los pacientes. Se creía que la tuberculosis se propagaba por medio
de gérmenes que se recogían en la superficie de las m onedas.

Este es un caso único en la historia de Costa Rica en el que se controló


la moneda por razones “higiénicas” y cuyo uso se limitó en su uso entre
un determinado grupo de personas.

FUENTE: Solano, 2008.

Fig. 115. Moneda horadada de 50 céntimos para el uso


por parte de pacientes con tuberculosis (©FMBCCR).

Tema 4
El acotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
Ante este panorama surgió el nombre del médico Rafael Ángel Calderón
Guardia como candidato de dicho partido (figura 116), quien llegó a esa
posición gracias a su trayectoria política pero también por el respaldo
que le brindó Cortés, quien esperó que el joven doctor continuara con la
visión de gobierno que había establecido en ese momento.
El respaldo fue a cambio de que, en las elecciones presidenciales si­
guientes, apoyara nuevamente su nombre, para que Cortés pudiera
acceder por segunda ocasión a la presidencia de la República.
CALDERON GUARDIA ES La propuesta de Cortés se cumplió a medias. En los comicios, efec­
SÜAMIGO. . . . . . . tivamente, resultó elegido Calderón Guardia, quien asumió el poder
entre 1940 y 1944 (Acuña, 1997: 13); sin embargo, durante ese tiempo
Fig. 116. Afiche de la cam­ las circunstancias internacionales y nacionales, la ideología social-
paña presidencial de Rafael
Angel Calderón Guardia en
cristiana del joven galeno -ya no liberal-, así como los pactos que se
1940 (imagen proporcio­ forjaron entre distintos sectores sociales en Costa Rica, produjeron
nada por los autores). que el plan de Cortés no se consumara en su totalidad.

3. LOS NUEVOS ACTORES SOCIALES: SINDICATOS Y


MOVIMIENTOS DE TRABAJADORES
Desde fines del siglo XIX en Costa Rica se percibió un incremento en
los movimientos sociales, una tendencia que se profundizó durante
el siglo siguiente. En tal sentido, resultó notorio cómo distintos gru­
pos de población, en el campo o en la ciudad, se organizaban para
luchar por sus derechos, mejorar sus condiciones de vida, y defender
la democracia y la soberanía en el país.

Los movimientos sociales


Cuando se habla de actores sociales, se hace alusión a aquellos gru­
pos presentes en una sociedad. Estos sectores en algunos momentos
actúan de manera individual y en otras oportunidades lo hacen como
bloque; pero indistintamente de cómo lo hagan, en la vida diaria estos
grupos se relacionan, establecen alianzas e incluso se distancian entre
sí. Esa interacción finalmente repercute en cómo las autoridades pue­
den o deben gobernar la localidad o el país.
Si bien es cierto en la historia tradicional se tiende a favorecer el estu­
dio de algunos grupos sociales (como ocurre con los gobernantes o la
elite comercial), la presencia de todos los sectores resulta determinan­
te para comprender la dinámica de una sociedad.
Por ejemplo, a inicios del siglo XX en Costa Rica se pueden mencionar
algunos grupos sociales, como los obreros, los artesanos, los traba­
jadores bananeros, los intelectuales, los mineros, los campesinos, las
mujeres y los panaderos, entre otros.

Historia de Costa Rica


¿Por qué estos grupos sociales mostraron mayor activismo? Por su
contexto. La Costa Rica de fines del siglo XIX estuvo influida por el
liberalismo, el cual impactó tanto en la ideología como en el modelo
económico vigente en el país.

Para citar un caso, el liberalismo económico promovió en Costa Rica


la exportación de sus productos (y se consolidó como una economía Fig. 117. Telar "El Laberinto",
netamente agroexportadora), pero también hubo un incremento en ubicado en San José, en
los bienes que el país importó. 1922. Ejemplo de pequeña
industria urbana de la prim­
era mitad del siglo XX.
Los productos comprados se destinaron a cubrir las necesidades; em­
pero, también se constató un incremento en la cantidad de bienes di­
rigidos a satisfacer los deseos de aquellos sectores que ambicionaban
asemejarse a la cultura europea que tanto patrocinó el liberalismo.

Tal realidad evidenció dos situaciones. Por un lado, se comprobó que


las importaciones representaron un gasto creciente en el país; por
otro lado, demostró un incremento en los ingresos de los habitantes,
quienes estaban dispuestos a gastar más.

Entonces las autoridades decidieron fomentar el desarrollo de ciertas


actividades en el país, como sucedió con el área artesanal a fines del
Almacén "El Gallito"
siglo XIX, y la expansión de la industria alimentaria y liviana a inicios
del siglo XX. Fue creado en 1909 por
el ¡oven de 17 años Raúl
Odio Herrera y se ubicó
La promoción de estas actividades fue tal que en Costa Rica se contó a un costado del merca­
con la tabacalera, la Fábrica Nacional de Licores, el almacén “El do central en San José.
En sus inicios vendía
Gallito”, la producción de zapatos y las industrias textiles (figura
café molido, pero luego
117), entre otras. empezó a producir y
vender chocolates y con­
fites hasta que en 1947
Aunque debe destacarse que en el país ciertas actividades continua­
la fábrica se trasladó a
ron en manos extranjeras, como sucedió con los transportes y las Guadalupe con el fin de
comunicaciones, la actividad minera, la bananera, el ferrocarril al At­ aumentar su producción.
lántico, el tranvía, la electricidad (el caso del alumbrado público) y el En la segunda mitad del
teléfono. siglo XX, la empresa ex­
pandió sus ventas a Cen-
troamérica y luego otros
¿Qué implicó la implementación de estas actividades en Costa Rica? países de América Latina
Favoreció el movimiento de la economía local, al tiempo que una y Europa. En 1993, la
parte de aquellos bienes que antes se compraban en el exterior se compañía "El Gallito"
fue vendida a la trans­
comenzaron a producir en el país, lo que a su vez favoreció el creci­ nacional Philip Morris,
miento del sector obrero y artesanal en Costa Rica. que administra también
otras marcas comerciales
como Kraft y Milka (Pie-
rre, 2008: 83).

Tema 4
El acotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
186

Paralelo a esta dinámica económica, los liberales fomentaron la ex­


pansión del sistema educativo así como el uso de la razón y la criti-
cidad.

Esta lógica favoreció la formación de nuevos cuadros profesionales


e intelectuales en el país, quienes se integraron al mercado laboral,
pero que también gozaron de una mayor información sobre los suce­
sos internacionales (ya fuera por los periódicos o por la experiencia
obtenida de los viajes realizados).

Tales cuadros, en última instancia, los influyeron en su forma de pen­


samiento y los convirtieron en personas más críticas de las circuns­
tancias nacionales.

Estas condiciones facilitaron que algunos de esos sectores se radica­


lizaran e iniciaran un proceso de organización para demandar mejo­
ras en su nivel de vida y también en sus condiciones laborales. Tanto
para favorecer a su grupo pero también a sectores más amplios de
la sociedad, sin que fuese extraño, por ejemplo, que algunos de ellos
incluso llegaran a cuestionar el sistema político vigente en el país.

Yolanda Oreamuno Unger

Una de las personas más críticas en la década de 1930 en Costa Rica fue
una mujer: Yolanda Oreamuno Unger (1916-1956). Esta escritora desar­
rolló una visión diferente de la política y la economía costarricenses, al
denunciar el patriarcado y la verticalidad de las instituciones, que re­
producían espacios de exclusión en los cuales tanto las mujeres como
los sectores más pobres de la sociedad eran marginados; las primeras
de la participación política, y los segundos de las oportunidades para
conseguir una vida digna. Oreamuno criticó la democracia a la tica, al
considerarla patriarcal, autoritaria y excluyente, alejada de la verdad­
era democracia que pudiese ofrecer igualdad y solidaridad (Solís, 2008:
113-114).

Historia de Costa Rica


La Generación Nacionalista

En el arte, frente a los conceptos estéticos académicos y de influen­


cia europea del siglo XIX, se fue consolidando en la década de 1930
un grupo de jóvenes artistas que, influidos por el arte vanguardista del
momento, se centraron en estudiar las raíces de nuestro patrimonio cul­
tural. Así, surgió el grupo de la Generación de los años Treinta, Nueva
Sensibilidad o Generación Nacionalista.

Tema 4
En este movimiento participaron escultores que se inspiraron en la
cultura aborigen y usaron materiales como piedra volcánica y maderas
nacionales. En pintura, elaboraron paisajes con más contrastes de color
y emplearon amplias pinceladas cargadas de pigmentos. Estos artistas
se inspiraron en las obras de los pueblos precolombinos y los pintores
rescataron el paisaje rural con la casa de adobes.

Una de esas pintoras fue Margarita Bertheau Odio (1913-1975), quien


realizó célebres retratos de personajes importantes de su círculo de
amigos, artistas e intelectuales, como el de la escritora Yolanda Orea-
muno.

Fig. 118. Yolanda. Retrato en acuarela de Yolanda Oreamuno, elaborado por


la pintora Margarita Bertheau en 1943 (©MAC).

Así, de manera lenta pero constante, en Costa Rica se evidenció una


mayor organización de los diferentes grupos poblacionales, entre
quienes se fomentó la creación de una conciencia de la necesidad de
demandar mejores condiciones de vida.

El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
La dinámica que inició en el siglo XIX y se profundizó durante la cen­
turia siguiente, particularmente durante los años veinte cuando se
incrementó este tipo de organizaciones debido a las circunstancias
económicamente difíciles que afrontó el país.

Lo anterior se tradujo en repercusiones sociales, como ocurrió con


los mayores niveles de desempleo, la disminución en los salarios, el
deterioro en las condiciones de higiene presentes en los lugares de
trabajo, la carestía de viviendas para los sectores populares y el in­
cremento en las migraciones (particularmente desde aquellas zonas
dedicadas a los productos de exportación, como lo fue la región del
Atlántico/Caribe).

Estas inconformidades facilitaron que estallaran las huelgas, como


las de la década de 1920 y la de 1934, eventos en los cuales destacó
el activismo de ciertos sectores. Precisamente sobre este asunto se
refieren Acuña y Botey en cada uno de sus estudios, cuando señalan
la existencia de dos tipos de grupos dentro de los movimientos socia­
les: las minorías activas y las mayorías discretas (Acuña, 1993: 255-323).

¿Qué significan cada una de estas categorías? Los autores consideran


que las mayorías discretas las conforman aquellas personas que per­
tenecen a los grupos emergentes, quienes pese a estar organizados,
no tienen una participación tan constante como sucede con las mino­
rías activas. Tal es el caso de las mujeres, los negros, los indígenas y
los campesinos, así como las capas medias.

Por su parte, las minorías activas las integran aquellos sectores que,
pese a ser numéricamente pequeños respecto de la población total
del país, se caracterizan porque sus acciones son más organizadas
y sistemáticas; por ejemplo los trabajadores del enclave bananero,
los mineros, los trabajadores de la red ferroviaria y portuaria o, en el
sector urbano, los artesanos y obreros (Botey, 2005: 67-68).

Sobre las mayorías discretas, las mujeres son un caso representativo


pues se encontraron generalmente invisibilizadas y expuestas a las
arbitrariedades de la sociedad patriarcal. Durante las primeras dé­
cadas del siglo XX, las mujeres eran objeto de diferentes formas de
agresión física, psicológica y sexual.

Historia de Costa Rica


Muchas mujeres que fueron internadas en el hospital psiquiátrico
(Asilo Chapul) refleja eran víctimas abusos constantes como violen­
cia doméstica, agresión sexual, discriminación, burlas, entre otros,
los cuales eran en ocasiones legitimados por la propia institucionali-
dad, que las catalogaba como enfermas mentales o las culpabilizaba
por la violencia recibida (Flores, 2013: 211-246).
La historiadora Patricia
Alvarenga documenta
A pesar de la adversidad, conforme transcurrió el tiempo se incre­ casos de abuso sexual
mentó la participación social y política de las mujeres en el país. En contra niñas entre 6 y
tal sentido, aquella imagen construida en el modelo patriarcal, en el 12 años, durante las dé­
cadas de 1910, 1920
cual a las damas se les asignó el rol de mujer-madre-esposa, se co­ y 1930. En algunos de
menzó a desdibujar. estos casos, aun com­
probándose la violencia
sexual contra las niñas,
Distintos factores colaboraron en este cambio, entre ellos valga men­ los abusadores salieron
cionar su activa participación en las luchas por sacar a Tinoco del absueltos o recibieron
poder; en la ampliación de su papel dentro de la sociedad, el cual se penas menores:

ensanchó más allá de las labores domésticas o de actividades especí­ "En los casos de viola­
ficas como la de maestras o telegrafistas; o bien, en aquellos deseos y ción, estupro y abuso
deshonesto, existe una
luchas de las mujeres de la clase alta y algunas del sector medio por tendencia a desestimar
obtener el derecho al sufragio. la denuncia cuando se
comprueba que el hi-
men de la víctima está
Esta última pugna inició gracias a la influencia de aquellos movimien­ intacto. La violencia fí­
tos desarrollados en Europa y Estados Unidos, los cuales se conocie­ sica y sexual ensayada
ron y difundieron en importante medida gracias a la expansión de la contra las niñas meno­
res de 12 años pare­
prensa en el país. ciera carecer de impor­
tancia cuando el valor
Las mujeres emprendieron una ardua lucha por alcanzar el derecho primordial atribuido a
la mujer: la virginidad
al voto; para ello, recurrieron a la organización de marchas y a la pre­ antes del matrimonio,
sentación de sus demandas a las autoridades, con el fin de obtener permanece incólume" .
su beneplácito e implementar las reformas a la ley correspondientes. (Alvarenga, 2012: 250).

Sin embargo, para las mujeres costarricenses los anhelos de inclusión


electoral no se consolidaron hasta la creación de la Constitución Po­
lítica de 1949.

Tema 4
El ACOTAMIENTO DEL MODELO LIBERAL, LOS NUEVOS ACTORES SOCIALES V LA GUERRA CIVIL EN COSTA RlCA (1920-1958)
190

PARA SABER MÁS...

Las sufragistas

Muchas Huyeres en estas primeras décadas del siglo xx reivindicaron


sus derechos y demandaron el acceso al voto. No obstante, esta última
lucha no les fue otorgada hasta años después de la guerra civil de 1948.

La artista y escritora de la época, Emilia Prieto (1902-1986), con irom'a


y cierta amargura se refiere en este grabaado a lo conseguido por las
mujeres en sus luchas y movimientos hasta la década de 1930.

¡Juzgue usted!

Fig. 119. Los derechos que conquistan.


Xilografía de la artista Emilia Prieto, c. 1930 (©MAC|.

Por su parte, entre las minorías activas de las zonas urbanas deben
mencionarse a los obreros y artesanos. Dichos actores sociales inicia­
ron su proceso de organización desde el siglo XIX, cuando entre otras
medidas conformaron las “asociaciones mutualistas” para promover
la solidaridad entre sus miembros, particularmente durante los mo­
mentos acuciantes como los casos de enfermedad o muerte.

Historia de Costa Rica


Años más tarde, y ya en el siglo XX, abrieron paso a las “asociaciones
de trabajadores” con el fin de luchar por una jomada de ocho horas y
mejorar las condiciones laborales. Otra característica del movimien­
to obrero costarricense fue el establecimiento de alianzas con secto­
res estratégicos de la sociedad.

Así convinieron con los intelectuales para fundar el Grupo Germinal Fig. 120. Interior de una
(1911) e instruir a los trabajadores, mientras que dos años después fábrica calzado. Fotografía
darían vida a la Confederación General de Trabajadores (CGT). de 1909 tomada por
Fernando Zamora.

Otra alianza de este tipo, la establecieron los obreros en 1923, cuando


se aliaron con el Partido Reformista, y ocho años después nuevamen­
te lo harían pero con el Partido Comunista.

El sindicalismo en Costa Rica

Los sindicatos surgieron en Costa Rica en la primera década del siglo XX;
sus organizaciones y tendencias fueron diversas. Según lo acota Elizondo:
Por ejemplo la Confederación General de Trabajadores, fundada en 1913, al
observar las condiciones de las viviendas y que los montos de los alquileres
no podían ser pagados por muchos inquilinos pobres, asumió el llamado a la
primera huelga de no pago de los alquileres en julio de 1920. Esta no obtuvo
mucho respaldo y al poco tiempo se diluyó como movimiento. Pero un segundo
llamado en febrero de 1922 sí obtuvo respaldo, extendiéndose con manifesta­
ciones en las calles y hacia el Congreso, logrando la aprobación de la primera
ley de inquilinato (Elizondo, 2005:162).
Dicha organización se desintegró con la creación del Partido Reformista. Pero
años más tarde, con la fundación del Partido Comunista surgieron otros grupos
sindicales, los cuales organizaron actividades y contribuyeron en la elaboración
de demandas por parte de la población.
Juan Rafael Morales muestra cómo se desarrolló aquella dinámica sindical en la
Costa Rica de inicios del siglo XX:
Yo conocí la historia del movimiento obrero oyendo los discursos políti­
cos de Jorge Volio. Yo no estudié esa historia. Tampoco la de Costa Rica.
Libros antes de iniciarme en el sindicalismo, no estudié ninguno. Después
sí, cuando ya conocí el movimiento sindical. Me pareció que los trabajado­
res de Grecia debíamos de participar y organizamos como un punto his­
tórico, como un punto de historia. Después sí llegaban las conferencias y
las enseñanzas de los dirigentes como Víctor Mora. Él era más estudiado.
Había cursado toda la escuela y gran parte del colegio. A mí los zapateros
me corregían. No asistí a cursos que daba el partido, pero sí nos llegaban
las Resoluciones del Partido, recibía el periódico y entonces leía todo eso.
Así conocí cómo llegó la compañía bananera a tener grandes territorios a
ambos lados de la h'nea, desde Alqjuela a Limón (Morales, 2000: 65).
FUENTE: Elizondo, 2005 y Morales, 2000.

Tema 4
| El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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Por su parte, en las zonas rurales los trabajadores del enclave con­
formaron otro sector de las minorías activas. Aquí particularmente
las condiciones laborales eran bastante difíciles, y a ellas se le agregó
el complejo medio geográfico, que los trabajadores fueran hombres
solos (las mismas condiciones del lugar no podían llevar a vivir a su
familia); asimismo, la segmentación étnica o segregación que experi­
mentaron pues tanto para habitar en la zona como para desempeñar
cualquier labor específica, las jerarquías siempre estaban presentes
(no era lo mismo quien “abría montaña”, a quien le brindaba man­
tenimiento a la línea ferroviaria y quien manejaba la maquinaria o
trabajaba en las bananeras).

Fig. 121. Caricatura sobre la Tales circunstancias favorecieron la movilidad ocupacional de la re­
huelga bananera de 1934
(©CENAP/CENPAS).
gión; pero incentivaron a los trabajadores a construir su propia iden­
tidad de clase y de organización para afrontar la explotación. No obs­
tante, el movimiento bananero, al menos en la década del veinte, no
logró superar la falta de planificación ni la represión que se daba por
parte de la Compañía.

Pese a lo anterior, en la zona bananera no eran extrañas las luchas y


las huelgas pues los trabajadores demandaban mejores condiciones
laborales y de vida (Hernández, 1995: 69-125). Una de las más reconoci­
das fue la huelga de 1934 (figura 121), cuando estos sectores hallaron
un aliado en el Partido Comunista.

Para entonces fue tal la presión y la difusión que sobre el suceso se


generó, que el gobierno de Ricardo Jiménez debió intermediar. A par­
tir de entonces fueron más evidentes las regulaciones por parte del
Estado con respecto a aquella relación patrón-obrero. Implicaron un
proceso de eliminación de los cupones, de la defensa de un salario
pronto y cumplido y de medicinas para los trabajadores (Viales, 1998:
125-179).

Tal vez la mejor forma de comprender el porqué de estas luchas


es leer el siguiente testimonio del autor literario y líder comunista
Carlos Luis Fallas (Calufa):

En las inmensas bananeras del Atlántico, en aquel tiempo, no exis­


tía un solo Dispensario ni se conocían servicios médicos de ninguna
clase, exceptuando el Hospital de Limón; más en las lejanas bana­
neras el trabajador tenía que comprar de su propia bolsa hasta las
ínfimas pastillas de quinina que necesitaba. Vivíamos en pocilgas,
no se conocían los servicios higiénicos. Los “comisariatos”, a través
de los cuales la United ejercía el absoluto monopolio del comercio

Historia de Costa Rica


en toda la región bananera, vendían todos los artículos de la calidad
que se les antojaba y los precios más escandalosos, a pesar de que,
con la tolerancia de nuestros gobiernos, la Compañía no pagaba
por la importación de esos artículos impuestos de ninguna clase.
¡Infames, pero jugosas ganancias realizaba entonces la millonaria
United Fruit Company -y ha vuelto a realizar ahora- exprimiendo
a los trabajadores en sus famosos ¡comisariatos!” (Fallas, 2008: 246).

4. LAS IMPLICACIONES SOCIOECONÓMICAS


DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia (1940-1944) tuvo que


hacer frente a la difícil situación económica generada por la Segunda
Guerra Mundial.

Los ingresos del gobierno disminuyeron considerablemente a raíz de


la merma en las importaciones y las exportaciones. Las circunstan­
cias dificultaron las posibilidades del Estado para invertir y la situa­
ción de crisis económica encarecieron los precios de los productos
de consumo.

El costo de la vida aumentó pues muchos productos subieron de pre­


cio y fueron más difíciles de adquirir para la población; entre ellos,
alimentos básicos como maíz, arroz, frijoles, pan, carne, azúcar y sal.

Los productos importados como los combustibles, el trigo, el cemen­


to y la maquinaria de diversos tipos también se encarecieron y difi­
cultaron la inversión productiva en diversos campos de la economía.

Las implicaciones económicas señaladas reflejan la precaria situa­


ción que atravesó el llamado modelo agroexportador en Costa Rica,
ya que las crisis anteriores ya habían puesto en evidencia los riesgos
de una economía tan dependiente del café y el banano para exportar.
Por consiguiente, las dificultades acarreadas por la Segunda Guerra
Mundial no hicieron sino confirmar la crisis de las agroexportaciones
tradicionales, y propiciaron a su vez los intentos de diversificación
económica por medio de la industria, que tuvieron un impacto bas­
tante limitado.

La situación de crisis llevó al gobierno de Calderón a intentar mante­


ner a flote la economía del país, conservando el gasto social y buscan­
do recursos para el Estado.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)
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La política económica calderonista orientó al país hacia un déficit


fiscal acelerado y un encarecimiento de las condiciones de vida, ade­
más de la molestia de los grupos económicamente poderosos que no
aceptaban la posibilidad de contribuir más al fisco ni de desarrollar
el seguro social.
Saqueos en San José Antes de la guerra, sin embargo, Costa Rica experimentaba un relati­
El saqueo de las propie­
vo auge económico, y exportaba la mitad de sus productos agrícolas
dades y negocios de los a Inglaterra y Alemania. Por ende, el desarrollo del conflicto afectó
extranjeros tuvo su punto de manera considerable al país cuando se cerraron dichos mercados;
máximo la noche del 2
de julio de 1942, cuan­
entonces, Estados Unidos emergió como el destino lógico hacia el
do la ciudad de San José cual redirigir los productos.
fue testigo de un enorme
asalto llevado a cabo Empero, el cambio supuso una desmejora en los precios del café y
contra los negocios de restricciones sobre la importación de banano, ya que las condiciones
los alemanes, italianos y
españoles en la capital.
de exportación hacia los Estados Unidos no eran tan favorables (Moli­
na y Palmer, 1997a: 10).
Conocidos apellidos jose-
finos -entre los que desta­ La crisis que provocó la guerra ayudó también a que se consolidaran
caban las familias Feoli,
lehmann y Musmanni,
los movimientos de trabajadores que veían en el capitalismo un sis­
entre otras- fueron vícti­ tema opresor que no les permitía tener condiciones de vida dignas
mas de la violencia y el y que, adicionalmente, en momentos de crisis mostraba claramente
hurto de sus bienes, a
manos de turbas descon­
que los más perjudicados siempre eran aquellos de menores ingresos.
troladas e incitadas por
la famosa "lista negra" '
El periodo de la Segunda Guerra Mundial también implicó para Costa
en la cual se ubicaban Rica una mayor participación de los Estados Unidos en los asuntos
las personas extranjeras, internos del país, ya que al desarrollarse el conflicto global, la poten­
que por su nacionalidad,
se consideraban ahora
cia del norte debía posicionarse con fortaleza y requería asegurarse
enemigas, a pesar de el apoyo de los países de América Latina; así, estos se plegaron a los
que muchos de estos ciu- | intereses norteamericanos.
dadanos no tenían víncu- I
los ni simpatizaban con No obstante la cercanía con las políticas estadounidenses, algunos
di rr-i er~ i c rv-t
políticos y comerciantes en Costa Rica sentían simpatía por la Ale­
mania de Hitler y la consideraban una nación fuerte con un gran de­
sarrollo industrial y que había logrado reponerse adecuadamente de
la debacle que significó la Primera Guerra Mundial. Uno de los perso­
najes que fue señalado como seguidor del nazismo en la época fue el
presidente León Cortés (Solís, 2008:117).
A raíz de la presión estadounidense y de la necesidad de Costa Rica
de definir su posición de manera oficial, en 1941 el gobierno de Calde­
rón le declaró la guerra a Japón y luego a Alemania e Italia, en parte
como apoyo a la declaratoria de guerra realizada por Estados Unidos.
Como consecuencia de la entrada de Costa Rica en la guerra, en el
Fig. 122. Almacén Steinvorth país se creó un ambiente de intolerancia principalmente contra los
Hnos., en la Avenida Central
de San José, en 1922.
alemanes (figura 122) y los italianos, que se acrecentó con el hundi­
El inmueble fue propiedad miento de un barco llamado “San Pablo” en Limón en 1942, lo cual
de dicha familia de origen. provocó el saqueo de varios negocios en San José.

Historia de Costa Rica


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La declaratoria de guerra llevó a las personas italianas y alemanas


residentes en Costa Rica a solicitar apresuradamente su naturaliza­
ción para intentar evitar las persecuciones y odios provocados por el
ambiente bélico.

El conflicto significó un reordenamiento de las fuerzas políticas en


Costa Rica, que comprendieron la necesidad de mantener la línea dic­
tada por los Estados Unidos y llevar a la práctica un juego político
hábil en una situación tan compleja. Además, el gobierno de Calderón
Guardia llevó a cabo deportaciones de algunas personas hacia Esta­
dos Unidos, acusadas de ser fascistas, y la confiscación de propieda­
des de extranjeros, que benefició a partidarios del gobierno.

Tema 4
Luchando contra la crisis
La circulación del dinero se consideró como la mejor medida para afron­
tar una crisis económica La misma lógica se aplicó en el país durante la
crisis de los años treinta, y para entonces, en el contexto de la Segunda
Guerra Mundial, se pensó oportuno implementarla
Esta oportunidad se presentó en 1937 con la construcción de la carretera
interamericana o panamericana, una vía clave para Estados Unidos dentro
de aquella estrategia de defensa continental contra el fascismo y el nazismo
de los países del Eje. De este modo, para la potencia del norte resultó fun­
damental mantener una vía de contacto directo con el Canal de Panamá,
la que al mismo tiempo favoreció geográficamente a Costa Rica pues sería
incluida dentro de su trazado.
En esta construcción de la vía, Costa Rica propuso que fuese paralela a su
costa pacífica; sin embargo Estados Unidos decidió construirla por entre
las montañas debido a la necesidad de protegerla ante las condiciones de
guerra. Pero, indistintamente del trazado de la anhelada ruta, este proyec­
to le significó a Costa Rica una buena posibilidad para que su mano de
obra fuese ocupada y contratada, tanto para la construcción de la carretera
como para otras actividades conexas a la actividad (como obtener arena,
piedra, la venta de comidas, etc.), además de lo que significaría su conclu­
sión: la mayor y mejor circulación de personas, animales y mercancías.
No obstante, en 1948, los recursos de la primera etapa se agotaron, cuando
la vía se prolongaba hacia San Ramón de Alajuela en el noroeste y de Car-
tago hasta San Marcos de Tarrazú en el trecho sur; es decir, aún faltaban
muchos kilómetros para unir la capital con las fronteras.
FUENTE: Botey, 2005:4647; González, 2005:67.

Tema 4
El agotamiento del modelo liberal, los nuevos actores sociales y la guerra civil en Costa Rica (1920-1958)

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