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En las últimas décadas de los 1800 la industria azucarera dominicana estaba en pleno
renacimiento, gracias a las tendencias capitalistas, poderosos intereses financieros
(especialmente la cubana y norteamericana), y la intensificación y mejora en el proceso
de producción. Ya para el cierre del siglo 19 las principales instalaciones azucareras
estaban en manos de extranjeros: cinco era italianos, cuatro norteamericanos, dos
cubanos, y un británico.
c) Las causas y repercusiones de las devastaciones de Osorio en el devenir económico y
social de Santo Domingo durante el siglo XVI. Incluir opiniones personales. Subirlo a la
plataforma de la UAPA.
En 1605, las autoridades españolas, dirigidas en este momento por el monarca Felipe
III, perteneciente a la Casa de Austria, deciden a través de la Cédula Real de 1603
despoblar la zona noroeste. Esto se hizo con la finalidad de erradicar el contrabando.
Además, en las embarcaciones que contrabandeaban el cuero del ganado y otro
producto se introducían biblias luteranas, lo que era considerado una influencia nociva
por la metrópoli.
El gobernador Osorio puso en vigencia la Cédula Real que establecía que todas las
poblaciones de la banda del norte que se dedicaban a contrabandear tenían que ser
despoblada y es así como en 1605 se despoblaron las ciudades de Montecristi, Puerto
Plata, Bayajá y la Yaguana, trasladando a sus habitantes con sus pertenencias hacia el
este de la Isla donde se fundaran nuevas ciudades como serán, Monte Plata y Bayaguana
siendo estos nombres el resultado de las uniones de la ciudad de Puerto Plata y
Montecristi y de Bayajá y la Yaguana.
Las ciudades de Neyba y San Juan de la Maguana también fueron perjudicadas con la
medida tomada por el rey Felipe III, provocando ésta medida una transformación de
orden político, social y económico que afectaron toda la estructura de la colonia. Dentro
de las transformaciones tenemos que la población de la isla se redujo mucho, se
fundaron nuevas ciudades que se dedicaron a la agricultura y la ganadería para el auto
consumo, trayendo como consecuencia la pobreza en alto grado, se destruyeron los
ingenios azucareros, se perdió gran parte del ganado que tenía la isla y más aún se
quedó abandonada en la zona noroeste la cual se convertiría en el punto fuerte de
comercio ilícito entre las demás metrópolis. A partir de 1630 la Isla de la Tortuga se
convirtió en el punto clave de los corsarios ingleses, franceses y holandeses,
estableciendo de esta forma dominios en territorio que pertenecían a la Corona
Española.