Está en la página 1de 35

Revista Izquierda N° 109

Miradas de coyuntura

18 DE FEBRERO DE 2023
CONTENIDO

ESPACIO CRÍTICO EDICIONES Director


Publicación auspiciada por Jairo Estrada Álvarez
Espacio Crítico Centro de Estudios Jefe de redacción
www.espaciocritico.com Jesús Gualdrón Sandoval
Consejo editorial
ISSN-2215-8332 Víctor Manuel Moncayo Cruz,
Carolina Jiménez Martín,

109 María Teresa Cifuentes Traslaviña,


Sergio De Zubiría Samper,
Ricardo Sánchez Ángel,
FEBRERO DE 2023 Daniel Libreros Caicedo,
BOGOTÁ, COLOMBIA Jorge Gantiva Silva,
José Francisco Puello-Socarrás

Consejo asesor internacional


Beatriz Stolowicz (México),
Las opiniones emitidas por los autores Julio Gambina (Argentina),
no comprometenal Consejo Editorial Ricardo Antunes (Brasil),
de la Revista.
Antonio Elías (Uruguay),
Marcello Musto (Canadá)
Todo el contenido de esta publicación
puede reproducirse libremente, Diseño y diagramación
conservando sus créditos.
Andrea Daniela Donoso Méndez

Programador
Juan Sebatian Gaitán Zapata

¿Por qué contratacan las derechas?


Los progresismos en aprietos
 febrero 18, 2023  109

No se detiene el viento con las manos


Séneca

Porque no hay nada más peligroso que las ilusiones


Lenin
 

Nadie sensato puede imaginarse una derecha sentada en su sillón esperando a Godot. Las derechas no descansan, no tienen ni paz, ni tranquilidad. Destruyen
procesos emancipatorios (nazifascismo), desatan carnicerías (guerras civiles y cataclismos mundiales), establecen el “Estado de Excepción permanente” como
lógica, estrategia y sistema del capital. Desde la revolución francesa hasta nuestros días no han hecho sino desbaratar la idea de la emancipación e impedir la
marcha libre y autónoma de los pueblos y de los trabajadores. Se han valido de todas las formas abiertas y encubiertas, violentas y cínicas para imponer los
regímenes de terror, los poderes reaccionarios, las contrarrevoluciones, los imperios y las dictaduras. En América Latina es ya conocida la historia de despojo,
invasiones y violencia. Con todo, los pueblos no han cesado de resistir y luchar por su liberación. El Imperio/capital recompone su lógica de dominación, tolera en
el marco de su dominio ciertos cambios para maquillar su sistema de acumulación, devasta el cambio cuando desafía su estructura dominante; y mucho menos
acepta que la transformación toque el modelo económico y político. Esta ha sido la constante en la experiencia de los gobiernos progresistas de América Latina y
España. En Madrid no se tocan la monarquía, ni los presupuestos de guerra, ni la participación en el con�icto en Ucrania, ni el poder de los magnates españoles.
En el primer ciclo del progresismo sólo alcanzaron algunas conquistas en el marco del capitalismo y del poder imperial. Esta tendencia histórica está signada por
el dominio del Imperio/capital y la hegemonía granburguesa. Evidentemente se trata de la poderosa lucha de clases que tantos los liberales como la mayoría de
los progresistas niegan en las sociedades contemporáneas. El desdeño e indiferencia respecto de la validez de este principio histórico conlleva desvaríos,
derrotas e ilusiones que trastocan los procesos del cambio democrático. Son conocidos las experiencias de América Latina, el imperio impone bloqueos,
desencadena golpes de Estado, orquesta invasiones, establece sanciones y organiza la desestabilización de los gobiernos no afectos a su política imperial, amén
de las desapariciones y las violaciones contra la vida, la naturaleza, el trabajo y la dignidad de los pueblos. 

Los gobiernos progresistas de América Latina juegan una “segunda partida” en medio de una mayor debilidad y el espectro de la “tormenta perfecta” de crisis
mundial, pobreza, desigualdad y el chantaje imperial. Colombia no escapa a esta ley de la historia. Un país de larga trayectoria reaccionaria, violento, de rancio
conservadurismo y larga experiencia contrainsurgente, ha sido reacio a emprender grandes transformaciones histórico-sociales. Ni la reforma democrática de los
artesanos, ni el liberalismo social de Uribe Uribe y Gaitán, ni los alcances del constitucionalismo social, ni los acuerdos de paz han convencido a la oligarquía y al
imperio para respetar y reconocer el inmenso anhelo de los colombianos de alcanzar la democracia social, el bienestar, la soberanía y la justicia social. Las
reformas sociales propuestas por el gobierno de Gustavo Petro buscan desatar los nudos de la desigualdad y la injusticia; sin embargo, no logran modi�car
sustancialmente las estructuras de explotación y dominación que sustentan dichos sistemas. Basta el anuncio de algunas de ellas, para que la oligarquía y la
oposición de derechas se aferren a sus monopolios y generen la ola de desestabilización y miedo; no aceptan ni siquiera cambios parciales; por el contrario,
arman la matriz del “neocomunismo”, el pánico social, la guerra civil y las consabidas consignas de desprestigio, odio y mentiras. Para el progresismo colombiano
estos momentos signi�can su “bautizo” o mejor el inicio de su curso de “primero de primaria” de acoso sistemático, sabotaje, campañas de odio y desinformación
a la usanza de la experiencia de los gobiernos progresistas del primer ciclo. Ahora bien, son diversos los reparos en relación con su proyecto político: el tipo de
alianzas políticas con sectores reaccionarios y desleales que ya “sacaron las uñas”, el estilo de gobernabilidad (caudillismo), la precariedad del proyecto político
(debilidades del Pacto Histórico), la falta de pedagogía política, las comunicacionales y las fragilidades del movimiento sindical y social. 

A la luz de las dos décadas transcurridas de los progresismos en América


Latina revelan las inconsistencias, ambigüedades y contradicciones. El inicio
del segundo ciclo no es nada halagüeño. Los gobiernos de Chile, Argentina y
Perú comenzaron con el pie izquierdo. No solo por la “impopularidad” de sus
gobiernos, sino el vertiginoso proceso de desilusión popular. Argentina sigue
sumida en la profunda crisis económica, no logra una credibilidad del gobierno
peronista. Lo de Perú es la prueba fehaciente de que el Imperio/capital está al
frente de los golpes de Estado y no admite traspasar los límites de su
hegemonía. Con cierta relevancia, López Obrador de�ende una política exterior
independiente, se opone al bloqueo a Cuba y rechaza la participación en la
guerra internacional, respeta los protocolos internacionales en defensa de los
derechos humanos, mantiene los sobrevivientes logros sociales que durante
décadas los gobiernos anteriores imperialistas y neoliberales quisieron
eliminar; además tiene un compromiso muy activo en el proceso de paz en
Colombia que adelanta en México el ELN y el gobierno nacional. En su
conjunto, es imprevisible aún el cauce que tomarán las corrientes renovadoras
en América Latina. Sobre su horizonte se cierne la sombra de la “tormenta
perfecta” que amenaza al mundo: la crisis económica y climática, la guerra
internacional, el despotismo imperial de USA, las migraciones, el autoritarismo
y la desigualdad. Para los progresismos será fundamental saber leer la crisis
epocal del capitalismo y enfrentar mancomunadamente como bloque regional
independiente las tendencias de la devastación y de la barbarie (Luis
Arizmendi). En particular, la clave estratégica será rede�nir las posibilidades de
construir una línea de hegemonía popular que sustente los alcances del
cambio, maneje la intensidad de los con�ictos y la superación de las
adversidades y acechanzas de adversarios y “amigos” desleales. En este
sentido, el dilema se tornará más agudo: o avanzará la profundización de las
reformas o se quedará en la contemporización con el Establecimiento. El
proverbio popular lo dice todo: “Soldado prevenido no muere en guerra”. 
https://www.elespectador.com/colombia/protestas-hoy-en-bogota-oposicion-anuncia-plantones-contra-gobierno-de-petro-puntos-de-concentracion/

Las derechas han recurrido históricamente a la descali�cación del pensamiento crítico y en general lo asocian con la ideología de las izquierdas y propenden su
descrédito para desarmar los espíritus, silenciar y demoler las fuerzas contrarias que luchan contra el régimen del capital. Así desprecien la ideología no dejan de
usarla para fortalecer el statu quo, erosionar la potencia del sujeto y desvirtuar el sentido de la creación del mundo de la vida, del trabajo, del conocimiento y de la
subjetividad. Con frecuencia, a los promotores, creadores y difusores de las visiones de mundo, de las expresiones culturales, de las prácticas alternativas de
saber y de las formas simbólicas y culturales, se les trata con recelo e indiferencia, y pretenden, o bien cooptarlos, o bien subsumirlos en la estrategia del
marketing cultural y la “servidumbre voluntaria”. Con el descrédito que las sometió el positivismo burgués, el estructuralismo y las �losofías de la posmodernidad,
las ideologías tienen la mala fama de moverse en el mundo de lo “irrazonable”, lo “oscuro”, lo “falso” y lo “anticientí�co”. De hecho, se difunde el slogan común de
la descali�cación de la ideología para desaparecer cualquier búsqueda de la verdad, defensa de los principios y valores de las alternativas anticapitalistas. El
capital condena todos los fundamentos, con excepción, su propio fundamento: la acumulación de riquezas. Como si se tratara de un fantasma demoníaco, la
democracia y la civilización de Occidente acostumbran a despreciarla y pretenden convertirla en la antagonista de la ciencia y del conocimiento. Su “inutilidad” es
la forma como se despoja al Otro de su identidad, resistencia y “sentido común”. En las distintas fases de la historia del capitalismo, la burguesía recurre a las
ideologías para encubrir/destruir las luchas, las resistencias y las utopías de los trabajadores y de los pueblos. El fascismo y el neoliberalismo hicieron de modo
perversa el trabajo de demolición de la memoria y de la historia, del trabajo, de la naturaleza y de la cultura. La hegemonía del capital apuntala a legitimar la forma
ideológica de la “destrucción creativa” y del “trabajo muerto”. 

La guerra ideológica permanente del capitalismo cultural hace parte de las disputas por la hegemonía en el contexto de los gobiernos progresistas. Precisamente
la propaganda, los medios de comunicación, las redes, los dispositivos educativos y sociales impusieron un código de representación, legitimaron el “orden”, el
control, la manipulación, el “lavado de cerebro” y a la fatalidad del Imperio/capital. De manera desvergonzada, el viejo mantra de la neutralidad, la armonía y la
conciliación disimula las formas de la explotación, la guerra, la muerte y el aniquilamiento del sujeto. De hecho, la burguesía repudia la ideología precisamente
cuando más la necesita para imponer, justi�car y reproducir su modo de vida y sentido de libertad. El caso más elocuente es el uso de la “teoría de la lucha de
clases” que condena, pero utiliza a las mil maravillas. Zizek recuerda la frase de Warren Buffett, uno de los superricos más poderosos del mundo quien sostiene
que “Hay una guerra de clases, de acuerdo, pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa guerra, y vamos ganando”. A propósito, Marx decía que él no
había inventado la teoría de la lucha de clases; reconocía por el contrario que la burguesía liberal y sus ideólogos la habían inventado y practicado mucho más
antes que él. En carta a Joseph Weydemeyer (1852), Marx anotaba que su aporte consistía en haber demostrado que las clases están relacionadas con
determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; que la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado y que dicha
dictadura es un tránsito hacia la abolición de todas las clases sociales y hacia una sociedad sin clases. 

A partir de la contraofensiva mundial del capital y los fracasos del “socialismo real” el eje ideológico ha consistido en desmantelar la teoría de la lucha de clases.
En la lucha contra los progresismos, las clases dominantes acuden a este mantra o estribillo para descali�car las posibilidades de adelantar reformas auténticas.
dictadura es un tránsito hacia la abolición de todas las clases sociales y hacia una sociedad sin clases. 

A partir de la contraofensiva mundial del capital y los fracasos del “socialismo real” el eje ideológico ha consistido en desmantelar la teoría de la lucha de clases.
En la lucha contra los progresismos, las clases dominantes acuden a este mantra o estribillo para descali�car las posibilidades de adelantar reformas auténticas.

Hipócritamente, en la fase del capitalismo transnacional la máquina de muerte ha destruido el “trabajo vivo” de millones de seres humanos, arrasado la naturaleza
y eliminando pueblos enteros; para ello se valen de los mantras o consignas de justi�cación del “orden”, la violencia, la discriminación, la resignación, la fatalidad y
la posverdad. La ideología se asienta en la materialidad y en la discursividad de las prácticas sociales y los “sentidos comunes” de la acumulación capitalista. El
neoliberalismo como proyecto de despojo y destrucción de la vida y del trabajo se instala como proyecto ideológico para refrendar su poder, mantener la
explotación, demoler la consistencia de los oprimidos, destruir/cooptar las culturas populares y liquidar/absorber la creatividad de comunidades, resistencias y
alternativas. Sus dispositivos hegemónicos adquieren formas discursivas, prácticas simbólicas y conformismos culturales. En períodos de crisis o momentos de
“transición” recurre a multiplicidad de “cánones”, “mantras” y patrones de consenso y aceptación del modo de vida y poder de la hegemonía burguesa. El
“capitalismo cultural” refrenda estos delirios delincuenciales y destructivos. Las derechas de América Latina y en Colombia, en particular, gobiernos autoritarios
como Uribe, Bolsonaro, Lasso, Vox de Ayuso y PP en España, fundaciones para la libertad de Vargas Llosa, Duque, Macri, ma�as y medios de comunicación se
mueven en el mundo de la ideología de las derechas, las Fake News, las “posverdades” y el consentimiento del “pensamiento políticamente correcto”.

Sorprende, sin embargo, la confusión de las izquierdas al caer en el delirio


neopositivista y pragmático de desvirtuar el papel de las ideologías, de la moral
y de las ideas e imponer un régimen de verdad. Los progresismos en general
actúan de manera desprevenida y silenciosa en relación con el mundo de las
ideologías, el pensamiento y las culturas, esto es, en el ámbito de creación de
la hegemonía; y reaccionan de manera negativa y refractaria. Algunas
izquierdas se ruborizan o rechazan la centralidad del con�icto de clases como
una “conquista” del proyecto social liberal. En Colombia ha sido sistemático su
uso para desmoralizar, fraccionar y despojar a las izquierdas de su historia y de
su potencia liberadora. Sin rubor las derechas han recurrido a los mantras,
ideas y discursos para demoler el espíritu creativo y liberado de los pueblos y
señalar la “insensatez de la lucha de clases” que las fuerzas del cambio
promueven, señalándolas de producir la polarización, crear la perversidad de la
“ideología de género”, difundir la futilidad de las revoluciones y los descalabros
de la paz social. Según Zizek “La ‘ideología” es precisamente esta reducción a
la simpli�cada “esencia” que convenientemente olvida el “ruido” de fondo” que
proporciona la densidad de su signi�cación real. Una eliminación como esta
del “ruido” del fondo” es el mismo centro del sueño utópico”. (Zizek, Viviendo en
el �nal de los tiempos, 2012, p. 20)

https://www.eldiario.es/internacional/colombia-prepara-nueva-jornada-protestas-dia-indepencia_1_8151978.html
Preguntaron al sabio: “¿Cómo escaparemos 
del ardor de las llamas?” Él respondió: 
Id directamente hacia el fuego”
Aforismo chino
 
La pregunta alude a una paradoja vivencial en estos tiempos turbulentos; una suerte de ironía que percibe la catástrofe y convoca a salir del atolladero en el cual
se encuentran las perspectivas emancipadoras. La “tormenta perfecta” de la crisis epocal del capitalismo, los límites de los progresismos y las fragilidades de las
izquierdas desafían el tiempo histórico. Se abre el horizonte para revelar que la transformación del mundo reclama la política profana, la estrategia liberadora y la
fuerza creadora del pueblo y de las comunidades. En el cruce de estos caminos, o si se pre�ere en el interregno de estas corrientes y contracorrientes, las fuerzas
del cambio del gobierno de Petro enfrentan tres (3) complejas dimensiones críticas que ponen en cuestión su decurso en medio de agudas tensiones y evidentes
fragilidades. : i) la incomprensión del tiempo histórico y la potencia liberadora del reconocimiento del antagonismo y su expresión en la lucha de clases ; ii) la
carencia de un proyecto cultural y de pensamiento crítico que sustente la hegemonía popular y iii) la ausencia de una estrategia política de transformación
liberadora que despierte el “espíritu creativo popular” y la potencia de las comunidades. En este sentido, es preciso admitir como punto de partida el
reconocimiento de los acumulados históricos y políticos, los logros del democratismo social y los avances de las experiencias transformadoras en los diversos
ámbitos de la creación y de la resistencia: procesos de paz, luchas sociales, propuestas alternativas, saberes y prácticas culturales. 

Sobre esta base habrá que disponerse a desplegar el campo de la creación,


superar las ambigüedades y confusiones y asumir los retos en los campos del
saber, la cultura, la administración, el conocimiento, el poder y la comunicación.
Ante esta magnitud de desafíos, tal vez la mayor tentación, será navegar a
contracorriente de las ilusiones. Sin caer en el pragmatismo que exaltan tanto
las derechas como ciertas izquierdas, habrá que entender la política en el
gobierno del cambio como un campo de batallas, disputas de sentidos y
creaciones alternativas en medio de las borrascosas tormentas que suscita
enfrentar el neoliberalismo y la oligarquía transnacional y hacendataria. En esta
perspectiva no hay batalla por pequeña que sea que no tenga toda su validez y
signi�cación para consolidar la estrategia del cambio. Como dice Walter
Benjamin “hay salvación en los pequeños saltos”, siempre y cuando tengamos
conciencia de que vivimos “la catástrofe continua” del Imperio/capital. O como
plantea Zizek no hay otra forma de librarnos del opresor/destructor, sino sobre
la base de organizar el “contragolpe”.

La Paz Total: entre esperanzas, falacias e


imposibles
 febrero 18, 2023  109

El gobierno de Petro se ha concentrado en la construcción de un mecanismo que permita la desactivación de los múltiples con�ictos armados que aquejan a la
sociedad colombiana. Pero en un país como Colombia hablar de procesos de paz se ha convertido prácticamente tanto en un lema de campaña como en una
política de cada gobierno. Por ello ese anuncio no despierta mayor fervor ni atención entre los ciudadanos; al contrario, la discusión sobre las implicaciones de la
iniciativa de Petro parece reducida a los círculos cerrados de la gran política, a los corrillos de la gran prensa y a los sectores más encarnizados de la oposición al
gobierno. Para el ciudadano de a pie hablar de paz nuevamente es una simple retahíla, un galimatías de lo más alambicado, cuando las preocupaciones del día a
día le señalan que la economía, la seguridad ciudadana y los problemas ambientales son los temas más relevantes. Así las cosas, el Gobierno Nacional no ha
logrado orientar la atención pública hacia esa política, y la prensa se ha dedicado a desinformar detallando solo los elementos más polémicos de las acciones
emprendidas en torno a ella. Este artículo intenta ubicar tanto la necesidad de esa iniciativa, los ataques aleves que recibirá desde todos los puntos, como las
falacias e imposibles que va a experimentar. 
https://www.elsoldemexico.com.mx/mundo/mexico-gestionara-la-paz-de-colombia-9504063.html

https://www.elsoldemexico.com.mx/mundo/mexico-gestionara-la-paz-de-colombia-9504063.html

En la historia colombiana, el con�icto armado hunde sus raíces a profundidades distintas según la naturaleza de la violencia que se pretenda reseñar. Para
algunos analistas la violencia del siglo XIX no tuvo tregua, estuvo soterrada hasta �nales de la primera mitad del siglo XX y explotó con furia con el asesinato de
En la historia colombiana, el con�icto armado hunde sus raíces a profundidades distintas según la naturaleza de la violencia que se pretenda reseñar. Para
Jorge Eliécer Gaitán, el caudillo liberal cuya muerte catalizó la guerra política que aún se vive en el país. Otros ubican el inicio del con�icto con ese magnicidio y
algunos analistas la violencia del siglo XIX no tuvo tregua, estuvo soterrada hasta �nales de la primera mitad del siglo XX y explotó con furia con el asesinato de
suponen que laJorge
violencia
Eliécerdel XIX elnada
Gaitán, tiene
caudillo quecuya
liberal ver muerte
con loscatalizó
enfrentamientos políticos
la guerra política del
que aún sesiguiente siglo.
vive en el país. La ubican
Otros génesis del con�icto
el inicio armado
del con�icto semagnicidio
con ese inicia para
y otros con
la violencia insurgente desarrollada
suponen que porXIX
la violencia del losnada
grupos
tieneguerrilleros deenfrentamientos
que ver con los primera generación hacia
políticos mediados
del siguiente deLalos
siglo. añosdel
génesis sesenta.
con�ictoIncluso
armado para desarrollar
se inicia para otrosla historia del
con
la violencia
con�icto actual, algunosinsurgente
ubican ladesarrollada por los grupos
espiral de violencia másguerrilleros
amplia haciade primera generación
los años ochentahacia mediados
e inicios dede
loslosnoventa,
años sesenta.
con elIncluso para desarrollar
genocidio del partidola historia
políticodelde

izquierda Unióncon�icto actual, algunos ubican la espiral de violencia más amplia hacia los años ochenta e inicios de los noventa, con el genocidio del partido político de
Patriótica y la consolidación del paramilitarismo. Todas esta acotaciones y análisis tienen en común la identi�cación de una violencia cuyos tintes
izquierda Unión Patriótica y la consolidación del paramilitarismo. Todas esta acotaciones y análisis tienen en común la identi�cación de una violencia cuyos tintes
más marcados son de corte político, un proceso que algunos han cali�cado como un con�icto político, económico, social y armado que ha tenido como
más marcados son de corte político, un proceso que algunos han cali�cado como un con�icto político, económico, social y armado que ha tenido como
protagonistas al Estado y sus fuerzas militares, las insurgencias de diferente orientación política, las organizaciones paramilitares, muy in�uenciadas por el
protagonistas al Estado y sus fuerzas militares, las insurgencias de diferente orientación política, las organizaciones paramilitares, muy in�uenciadas por el
narcotrá�co, y narcotrá�co,
una sociedad civil
y una entre víctima
sociedad civil entreyvíctima
participe estratégica
y participe de los
estratégica de enfrentamientos.
los enfrentamientos.

Unlargo
Un con�icto tan con�icto tan largomúltiples
ha tenido ha tenido múltiples
intentos intentos de negociación.
de negociación. Algunos
Algunos en en
el marco del reconocimiento estatal del carácter político ‒tanto de la
el marco del reconocimiento estatal del carácter político ‒tanto de la
confrontación como de sus actores‒ han permitido la reinserción social y
confrontación como de sus actores‒ han permitido la reinserción social y
política de los combatientes y algunos proyectos de reformas, más o menos
política de los importantes,
combatientes y algunos proyectos de reformas, más o menos
de la estructura del Estado. En otras ocasiones, las negociaciones
importantes, de
sela estructura
han della Estado.
llevado bajo impronta En
del otras ocasiones,
sometimiento lassinnegociaciones
a la ley reconocimiento

se han llevado político,


bajo laaunque
impronta
con del sometimiento
garantías a hacia
importantes la leyun
sintrato
reconocimiento
benigno de los
delitos
político, aunque con cometidos. En muchas otras
garantías importantes oportunidades
hacia las negociaciones
un trato benigno de los se han
suspendido, terminado o abortado de manera unilateral, casi siempre por el
delitos cometidos. En muchas otras oportunidades las negociaciones se han
gobierno de turno, ante el arreciamiento de las dinámicas de la guerra. En
suspendido, terminado o abortado de manera unilateral, casi siempre por el
todas las ocasiones, al �nalizar las negociaciones, podría decirse que las
gobierno de turno, ante
causas el arreciamiento
estructurales de las dinámicas
que han generado de la no
la confrontación guerra.
se hanEn
superado, o
todas las ocasiones,
que los al �nalizar
acuerdos quelas negociaciones,
están podría decirse
destinados a desarrollar que lasno se
esos cambios
tramitanque
causas estructurales ni con la celeridad
han generado ni la
conconfrontación
la profundidad necesarias
no se hanpara acabar con
superado, o la
violencia. Así que cada proceso de paz ha despertado cada vez menos interés
que los acuerdos que están destinados a desarrollar esos cambios no se
entre los colombianos, más zancadillas y tropiezos con los factores reales de
tramitan ni con la celeridad ni con la profundidad necesarias para acabar con la
poder y la clase política y, tras ellos, sin importar su desenlace, una
violencia. Así que cada proceso de paz ha despertado cada vez menos interés
desesperanza que invade a los �rmantes y a las comunidades que apostaban
entre los colombianos, más zancadillas
por una transformación real deysu
tropiezos condelos
condiciones factores
vida, y lo másreales de
preocupante,
poder y la clase
el política y, tras
reciclaje de ellos,cada
violencias sin importar su desenlace,
vez más degradadas, una más
con vínculos

desesperanza estrechos
que invadecon la ilegalidad del narcotrá�co, la minería ilegal, el contrabando, la
a los �rmantes y a las comunidades que apostaban
trata de personas y otros �agelos propios de la violencia común. La violencia
por una transformación real de su condiciones de vida, y lo más preocupante,
no cede, la paz se convierte en una especie de proyecto, y ante la imposibilidad
el reciclaje de violencias cada vez más degradadas, con vínculos más
de derrotar a los violentos, la negociación se vuelve a posesionar como el
estrechos con camino
la ilegalidad del narcotrá�co,
más expedito hacia ella. la minería ilegal, el contrabando, la
trata de personas y otros �agelos propios de la violencia común. La violencia
no cede, la paz se convierte en una especie de proyecto, y ante la imposibilidad
de derrotar a los violentos, la negociación se vuelve a posesionar como el
camino más expedito hacia ella.
https://www.rcnradio.com/colombia/comision-de-paz-citara-al-gobierno-para-que-explique-su-estrategia-frente-al-eln

En la actualidad, con la reinserción a la vida civil de la mayor y más antigua organización guerrillera de América Latina, las FARC-EP, y con la mezcla de nuevos
móviles y actores más alejados de la política y más cercanos a las dinámicas de multicrimen internacional, se vuelve más complejo el inicio de un proceso de
diálogo. En el caso del ELN, otra guerrilla de primera generación con la que se han desarrollado diversos procesos de diálogo más o menos exitosos, el horizonte
parece claro: se reconoce en ella a una guerrilla con móviles políticos, con la que se puede desarrollar un proceso de paz que puede incluir la revisión de la
estructura de Estado y del funcionamiento de la democracia. Incluso estas características podrían predicarse de los mayores reductos de la FARC-EP que o no
entraron a la negociación o que, alegando incumplimiento de los acuerdos, se marginaron de su cumplimiento y volvieron a la confrontación. Pero al interior de
esas disidencias también existen reductos dedicados de forma casi exclusiva a las actividades derivadas del narcotrá�co, la minería ilegal y las rentas extorsivas. 

Aún más alejadas de este espectro político están todas las estructuras
delincuenciales que usan la violencia para fortalecer su participación en los
mercados ilegales. Todas las bandas, tanto las que actúan en las ciudades
como las que extienden sus tentáculos hacia el mundo rural controlando el
microtrá�co, la prostitución, la comisión de robos, atracos, la extorsión al
comercio y las actividades productivas en su zona de in�uencia, no tienen �nes
políticos, no se les puede tratar con la benevolencia que se trata al delincuente
político, con ellos no se pueden acordar reformas al Estado, participación
política, reconocimiento de su in�uencia social en los territorios. Justamente
en esa distinción estriba la mayor di�cultad. El cariz actual del con�icto implica
la existencia de actividades y organizaciones multicrimen con nexos
internacionales. La incapacidad del Estado para brindar condiciones de vida
digna a las poblaciones que habitan las regiones donde se presentan los �ujos
de ilegalidad, convierte a sus habitantes en víctimas de la violencia, pero en
muchas ocasiones los vuelve actores del con�icto cuando engrosan las �las de
esas estructuras delictivas: tanto los jóvenes de las barriadas como los
campesinos sin posibilidades económicas son, a la vez, víctimas de una
violencia económica y social que los margina y posibles combatientes al
servicio de la criminalidad más despiadada. 

Si el trato es diferenciado y, con ello, más amable con los delitos políticos, ¿a quiénes se puede incluir, a quiénes excluir? ¿Dónde terminan las actividades ilegales
Si el trato es diferenciado y, con ello, más amable con los delitos políticos, ¿a quiénes se puede incluir, a quiénes excluir? ¿Dónde terminan las actividades ilegales
ligadas a la lucha política y empieza la simple criminalidad? ¿Hasta qué punto es válido que un representante del Estado se siente a negociar con un delincuente
común? ¿Qué puede negociarse, y con quién? Y, aún más importante, ¿Cómo ligar o desligar la violencia armada que victimiza a las poblaciones de la violencia
dirigida contra el Estado y sus agentes desarrollada por esas mismas poblaciones convertidas en carne de cañón de la guerra? Tal vez no exista un solo con�icto
sino múltiples, y la guerra que se vive ahora amerita una nueva forma de negociar la posibilidad de paz. 

https://es.wikipedia.org/wiki/Di%C3%A1logos_de_Paz_Entre_el_Gobierno_de_Colombia_y_el_Ej%C3%A9rcito_de_Liberaci%C3%B3n_Nacional

El gobierno de Petro se enfrenta a una tarea titánica. Primero tiene que ambientar en la opinión pública la necesidad de un nuevo proceso con mayores
complejidades: más y nuevos actores con móviles políticos cada vez más tenues. En segundo lugar, debe fortalecer el apoyo al proceso en medio de los ataques
más enconados de una derecha política inmersa en una oposición irre�exiva y caníbal contra el gobierno, y una izquierda que, aunque cobijada bajo la sombrilla
del Pacto Histórico, no presenta unidad ni consensos claros a su interior. Tercero, debe alinear las presiones y los apoyos internacionales para que el tratamiento
penal y el manejo del problema del narcotrá�co no genere aislamiento o sanciones de la comunidad internacional. 

El gobierno inicia con casi todo en contra. La matriz de opinión generada desde los medios de comunicación ha satanizado la iniciativa presentándola como una
�esta a la impunidad, un premio a la delincuencia común y una claudicación del Estado. El ciudadano de a pie, hastiado de los procesos de paz, inconforme con la
supuesta reincidencia de la violencia luego de la desmovilización de las FARC-EP y bajo la presión de una posible crisis económica, no tiene oídos para un nuevo
intento de negociación con esos actores que no se sabe si son luchadores políticos o simples bandas de narcotrá�co. La derecha recalcitrante ha hecho causa
común contra el proceso y empieza a construir un ambiente de autoritarismo y desconocimiento de la institucionalidad ante cada medida que se adelanta. De
lado de la coalición de gobierno, los partidos tradicionales unidos de manera pragmática y burocrática en torno al gobierno no van a acompañar de manera
decidida a Petro en estas iniciativas, y al núcleo duro de la coalición, los partidos de izquierda y las fuerzas progresistas, que están atomizadas y no han atinado ni
siquiera en la gestión coordinada de la agenda de gobierno, tal vez les resulte más difícil hacerlo en una iniciativa tan polémica. Finalmente, la comunidad
internacional, Estados Unidos en particular, ha asistido de forma muy re�exiva y crítica, sin entusiasmo, a respaldar el proceso. 

La paz es un derecho y un deber constitucional. La paz es el insumo básico para la civilidad, para el respeto de los derechos. Sin paz no hay crecimiento
económico, no hay estabilidad jurídica. El �n del Estado mismo no es otro que la búsqueda de la paz. Petro ha abrazado con fervor una causa que debería seguir
moviendo al país. Tal vez ante esa lucha habría que decirle al gobierno lo que Cervantes ponía en boca del Caballero de la Triste �gura: lo grande con intentarlo
basta. 

Reformismo o transformación radical de


la Educación Superior en Colombia
 febrero 18, 2023  109

Desde la década de los setenta del siglo veinte hasta nuestros días, las luchas estudiantiles y profesorales en Colombia han interpelado la naturaleza de la
educación, sus sentidos y su función social. Dos niveles han sido transversales en estas décadas de insubordinación e impugnación del orden social existente, a
saber: uno interno, referido a los cuestionamientos al tipo de autonomía y al aporte a la construcción de equidad en las instituciones educativas, y uno externo,
que expresa la preocupación por las problemáticas económicas, sociales, políticas y culturales de nuestro país, el continente y el planeta. El movimiento
estudiantil colombiano, tanto a nivel secundario como universitario, ha sido muy sensible a las problemáticas pedagógicas, así como a la justicia social
latinoamericana y planetaria. Se ubica en el legado y la trayectoria de la Reforma de Córdoba de 1918.

El presente escrito intenta elaborar una contraposición sistemática entre


“reformismo” y “transformaciones estructurales” en el campo de la educación
superior, como también explorar algunos ejes para desplegar las mutaciones
radicales y necesarias en la educación colombiana. Se compone de tres partes.
El radicales
Enpresente
la primera y necesarias
establecemos
escrito en la educación
algunas
intenta elaborar colombiana.
distinciones
una Se
teóricas
contraposición compone
clásicas de
sistemática tres partes.
entre
entre
En la primera
reformismo,
“reformismo” reformasestablecemos algunas
no reformistas
y “transformaciones distinciones
y cambio
estructurales” teóricas
social.
en el clásicas
En la segunda
campo entre
de la educación
reformismo,
exploramos
superior, como reformas
las también
profundas no reformistas
limitaciones
explorar algunos y cambio
delejes parasocial.
proyecto En lalas
de reforma
desplegar segunda
amutaciones
la educación
exploramos las profundas limitaciones del proyecto de reforma a la educación
superior presentado
radicales y necesarias recientemente porcolombiana.
en la educación algunos parlamentarios
Se componey deacogido
tres partes.
superior presentado recientemente por algunos parlamentarios y acogido
parcialmente
En la primera por el Gobiernoalgunas
establecemos Nacional. La tercerateóricas
distinciones parte está dedicada
clásicas a ubicar
entre
parcialmente por el Gobierno Nacional. La tercera parte está dedicada a ubicar
algunas temáticas
reformismo, ineludibles
reformas para lograr
no reformistas que brote
y cambio unaEntransformación
social. la segunda radical
algunas temáticas ineludibles para lograr que brote una transformación radical
en la universidad
exploramos contemporánea. 
las profundas limitaciones del proyecto de reforma a la educación
en la universidad contemporánea. 
superior presentado recientemente por algunos parlamentarios y acogido
Consideramos que la construcción de contrahegemonía pasa necesariamente
parcialmente por el Gobierno
Consideramos Nacional. de
que la construcción La contrahegemonía
tercera parte está dedicada
pasa a ubicar
necesariamente
por pensar
algunas a fondo
portemáticas
la problemática
ineludibles
pensar a fondo
cultural,
para lograr
la problemática
ética
que brote
cultural,
y educativa.
éticauna
La
transformación
y educativa. La radical
transformación de lasderelaciones
transformación de poder
las relaciones no debe
de poder concebirse
no debe concebirsecomo
comounun
en la universidad contemporánea. 
“copamiento” o “captura”
“copamiento” de las
o “captura” deinstituciones estatales,
las instituciones sino
estatales, como
sino lala
como
construcción
Consideramos deque
construcciónunala“dirección
de moral
una “dirección
construcción econtrahegemonía
moral
de intelectual” (A.(A.
e intelectual” Gramsci). Esta
Gramsci).
pasa Esta
necesariamente
“dirección”
por pensar puede
a fondotener
“dirección” puede distintos
tener destinos,
cultural,grados
distintos
la problemática ética yy educativa.
destinos, grados temporalidades, pero,
y temporalidades,
La
pero,en
en
términos
términos analíticos,
analíticos, fundamentalmente
fundamentalmente existen
existen dos.
dos. En En el primer
el primer casosesepuede
caso puede
transformación de las relaciones de poder no debe concebirse como un
denominar
denominar una una “revolución pasiva”
y enyelensegundo
el segundo caso una “hegemonía
“copamiento” o “revolución
“captura” depasiva”
las instituciones caso
estatales, una
sino “hegemonía
como la
expansiva”
expansiva” (M. Svampa).
(M.deSvampa). Podemos
Podemos denominar
denominar al primer
al primer destino
destino una especie de
una
construcción una “dirección moral e intelectual” (A. Gramsci). Estaespecie de
“transformismo” o “gatopardismo”, al neutralizarse o modi�carse los
“transformismo”
“dirección” puedeotener
“gatopardismo”, al neutralizarse
distintos destinos, grados yotemporalidades,
modi�carse lospero, en
verdaderos intereses de los sectores subalternos en esa “dirección
verdaderos interesesfundamentalmente
términos analíticos, de los sectores subalternos en En
existen dos. esael“dirección
primer caso se puede
hegemónica”. Se trata de un proceso de transformación “desde arriba”, en el
hegemónica”.
denominar unaSe trata de unpasiva”
“revolución proceso deel
y en transformación
segundo caso “desde arriba”, en el
una “hegemonía
que se recupera una parte modi�cada de las demandas de “los de abajo”, pero
que se recupera
expansiva” una partePodemos
(M. Svampa). modi�cada de las demandas de “los de abajo”, pero
despojándolas de toda iniciativadenominar al primer
autogestionaria, destino
generando una especie
“consenso” de
pero
despojándolas
“transformismo”deo toda iniciativa autogestionaria,
“gatopardismo”, al neutralizarsegenerando “consenso”
o modi�carse los pero
sin otorgar poder político popular autónomo. Para el segundo rumbo, por el
sin otorgar poder
verdaderos político
intereses deun popular
los autónomo.
sectores Paraen
subalternos el esa
segundo rumbo, por el
“dirección
contrario, se logra consenso que permite una voluntad nacional popular
contrario, se logra
hegemónica”.
como “cemento
un consenso
Se trata delaun
de
que
proceso
unidad
permite una voluntadUna
de transformación
ideológica”
nacional
(M. Svampa).“desde
popular
arriba”,
hegemonía en el
como
que se“cemento
recupera de
“expansiva”
una laparte
que unidad
amplía laideológica”de(M.
las Svampa).
alianza anticapitalista
modi�cada demandas Una
hacia hegemonía
la “los
de abolición plena pero
de abajo”, de la
“expansiva” quede
amplía
explotación
despojándolas del lahumano
alianzayautogestionaria,
seriniciativa
toda anticapitalista
la naturaleza. hacia la abolición
generando plena pero
“consenso” de la
explotación
sin del ser
otorgar poder humano
político y la naturaleza.
popular autónomo. Para el segundo rumbo, por el
contrario, se logra un consenso que permite una voluntad nacional popular
como “cemento de la unidad ideológica” (M. Svampa). Una hegemonía
“expansiva” que amplía la alianza anticapitalista hacia la abolición plena de la
explotación del ser humano y la naturaleza.

https://www.semana.com/nacion/articulo/aumento-de-medio-billon-en-el-presupuesto-primer-efecto-de-la-protesta-estudiantil/586377/

https://www.semana.com/nacion/articulo/aumento-de-medio-billon-en-el-presupuesto-primer-efecto-de-la-protesta-estudiantil/586377/
La polémica teórica sobre reforma, revolución y cambio social tiene una larga tradición en el pensamiento crítico. Constituye un hito de esta disputa la obra juvenil
de Rosa Luxemburgo Reforma o Revolución (1898). La estructuración de “corrientes reformistas” en el seno del movimiento obrero y socialista europeo, a partir de
la década de los ochenta del siglo XIX, lleva a la joven dirigente revolucionaria a elaborar una polémica substantiva contra Eduard Bernstein, in�uyente político del
Partido Socialdemócrata Alemán.

El interrogante que abre su texto se re�ere a la existencia de una oposición entre “reforma” y “revolución”, a la que responde de forma negativa: no existe un
antagonismo central entre ambas. Todo depende del tipo de reforma, del modo y alcance con que se afecten y transformen las relaciones de poder existentes.
Existen reformas sociales que contribuyen de forma de�nitiva a las transformaciones revolucionarias y reformas epidérmicas que recomponen y estabilizan el
orden social dominante. Las reformas que no han abandonado el horizonte revolucionario impugnan la lógica de acumulación de capital, los poderes fácticos, el
orden liberal-estatal y consolidan un poder popular autónomo. A las primeras las podemos denominar “reformas no reformistas” (A. Gorz) y a las segundas
“reformismo puro”.

Para Luxemburgo, el “reformismo”, representado por Bernstein, conforma un camino teórico para el “revisionismo” y el “oportunismo”. La primera es una
concesión teórica hacia el abandono del marxismo y el segundo una forma de práctica política. Para la pensadora polaca, la concepción de las relaciones entre
reforma y revolución, como también el tipo de “reformas sociales”, son determinantes para transitar al revisionismo y el oportunismo. En su obra dedica tres
acápites a su develamiento: el método oportunista; el oportunismo en la teoría y en la práctica, y el carácter y consecuencias prácticas del revisionismo. Las tesis
del “reformismo” expuestas por Rosa son las siguientes: (a) Desvaloriza el �n último y sobrevalora exclusivamente los “medios”, al convertir la “reforma” en el �n
mismo de la acción política; es decir, suprime la pregunta por los objetivos estratégicos. Por ello, el punto de vista de Bernstein se concreta en la a�rmación: “Para
mí, el �n sea cual sea, no es nada; el movimiento lo es todo”; (b) Abandona o subestima tanto la lucha ideológica como la lucha de masas, buscando los espacios
de menor resistencia “para avanzar” gradualmente (E. Sader) sin tocar el tema central de las relaciones de poder; (c) Desecha la teoría de la “crisis sistémica o
general” del capitalismo y la suplanta por la implantación de reformas y ampliación de derechos que a través de etapas graduales van llevando al “socialismo”; (d)
Culmina aceptando la “ley capitalista del salario” y solamente propende por “conseguir que la venta de la fuerza de trabajo se cotice al precio mayor que
consientan las circunstancias del mercado” ( Luxemburgo, 2015, p. 42); (e) Termina rindiendo culto a una política estadocéntrica cuya aspiración determinante es
la “democratización” del Estado y el culto fetichista a las constituciones existentes.

V. I. Lenin publica en 1913 su ensayo Marxismo y reformismo, el cual constituye un mani�esto para develar la incidencia reformista que ha venido cooptando a
muchos partidos de la Segunda Internacional. En la misma estela de la Luxemburgo sobre los nexos intrínsecos entre reformismo, revisionismo y oportunismo, el
dirigente bolchevique establece un conjunto de severas críticas, tales como: (a) Los reformistas circunscriben directa o indirectamente los anhelos y las luchas de
los trabajadores exclusivamente a las reformas; (b) Las burguesías liberales conceden reformas con una mano y las retiran con la otra, las reducen a la “nada” y
las utilizan para subyugar o dividir a los obreros; (c) Los reformistas apartan a los trabajadores de la lucha de clases, abandonan en la práctica el marxismo y
culminan sustituyendo su “política social” por una de tinte plenamente burgués; (d) El liberal cree y con�esa que “gracias a Dios, tenemos Constitución”, y por ello
rinde un culto desmesurado a la “legalidad” existente.

https://www.colombia.com/actualidad/nacionales/por-que-estan-protestando-docentes-de-colegios-publicos-entraron-en-paro-por-incumplimientos-372588
La tradición crítico-revolucionaria no postula una oposición entre reforma/revolución, pero acorde con la polémica de la Segunda Internacional, establece unos
requisitos muy estrictos para evitar el “reformismo” y trabajar en vía de “reformas no reformistas”. Las re�exiones de Rosa, Lenin y Gramsci tienen una relevante
vigencia para tomar distancia del “reformismo”. 

La noción de “cambio social” contiene profundas di�cultades para su de�nición y proviene de enfoques ideológicos muy divergentes de la teoría social. No
necesariamente se ubica en el debate entre reforma y revolución heredero del pensamiento crítico. En esta perspectiva el horizonte es la disolución de la
esclavitud asalariada y la abolición del capitalismo. Tal vez, el único acuerdo general cuando hablamos de “cambio” es que evoca una situación social donde algo
“no permanece”, pero experimenta grandes di�cultades para discernir qué cambia y qué no, como también la determinación de los grupos sociales que deben
intervenir, los criterios para evaluar la naturaleza del cambio, los factores determinantes para un cambio social, entre muchos otros. Los interrogantes quedan
bastante abiertos: ¿Qué es lo que está cambiando? ¿En qué dirección? ¿Tendrán los cambios consecuencias relevantes? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué
los hace socialmente signi�cativos? En medio de semejante diáspora de di�cultades y preguntas, dos factores se pueden convertir en relevantes: en primer lugar,
si los cambios afectan o no la totalidad social de las relaciones de poder; en segunda instancia, si se trata de efectos de larga duración o de una �uctuación leve e
irrelevante. 

La penumbra conceptual que comporta y la inexistencia de criterios rigurosos para su valoración pueden convertir la palabra “cambio” en algo vacío o en un
simple comodín de la jerga política. Para esta visión indeterminada se pueden establecer “cambios” que no afectan la totalidad de las relaciones sociales,
también “cambios” para que todo permanezca igual (“gatopardismo”) y “reformas” que simplemente mejoran o “desarrollan” el capitalismo. El gobierno
progresista actual ha introducido, a partir de su “programa de gobierno”, el término “cambio” de manera reiterada; llama la atención que la primera frase de este
documento sea “llegó la hora de cambiar” y su pretensión consista en ser reconocido como “gobierno del cambio”.

A seis meses de la posesión del gobierno progresista, las incertidumbres, contradicciones y vacíos sobre el horizonte de expectativas de ciertos “cambios”
estructurales es cada día mayor. Hemos subrayado que en cinco campos son notables las contradicciones emergentes del progresismo en el gobierno: (a)
Pactismo versus identidad política; (b) Tiempo gubernamental versus expectativas de cambio; (c) Seguridad policiva versus convivencia territorial; (d) Desarrollo
capitalista versus alterdesarrollos o más allá del desarrollo; (e) Paz total versus Paz posible. Para las gentes del común estas contradicciones se plasman en
experiencias vitales que producen desconcierto: la petición del desmonte de�nitivo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) ha sido respondida con una
propuesta de mera simulación; la excarcelación de los dirigentes juveniles de la protesta social ha caído en la enredadera legal del poder constituido; la supuesta
“reforma política” que se tramita en el Congreso es un remedo, y completamente inocua; el “plan de choque contra el hambre” que sería “desplegado desde el
primer día de nuestro gobierno” brilla por su ausencia y sigue atado al asistencialismo de los gobiernos neoliberales; la “reforma agraria y acuaria” es aún una
promesa quebrantada; etc.

El poder constituido, el parlamentarismo y los medios monopólicos de comunicación quieren cercenar la agenda de “lo público” a tres reformas legales: salud,
laboral y pensional. Diversos intereses del poder fáctico intentan limitar la lucha social autónoma y la potencia plebeya. La hipertro�a del dirigismo
gubernamental, el encapsulamiento en el “parlamentarismo legalista” y la instrumentalización por el tiempo de los medios comunicativos tienen consecuencias
en la contención de la lucha social autónoma, el sometimiento a las leyes que garantizan la permanencia del orden heredado y la persecución al disenso crítico.

https://www.eltiempo.com/vida/educacion/las-razones-detras-de-la-movilizacion-estudiantil-por-la-universidad-publica-279354
Desde la formulación del “programa de gobierno” del Pacto Histórico sorprende la insigni�cancia otorgada a la educación superior en la construcción de
hegemonía. En sentido estricto, las referencias a este campo educativo son cuantitativamente escasas, sin fundamentación y no constituyen un eje central de la
acción progresista. En el contexto del acápite titulado “jóvenes con derechos”, se dedican tres párrafos a la “educación superior” y se a�rma que será “pública,
gratuita y de calidad”. Ninguno de estos adjetivos es trabajado con profundidad, aunque se plantean unas acciones: (a) Mejorar el “acceso” en todos los niveles de
educación; (b) Crear un sistema de educación superior pública; (c) Elevar el presupuesto público; (d) Fortalecer los procesos de formación, actualización y trabajo
del personal docente; (e) Fortalecimiento de las políticas de bienestar estudiantil y de sus familias; (f) Creación de nuevas universidades en el territorio nacional;
(g) Transformar la lógica bancaria del Icetex.

Sin embargo, no se encuentra alusión alguna a la Ley 30 de 1992, que es la que desata el neoliberalismo educativo en Colombia y conforma un sistema dual en el
ámbito universitario. Silencio pleno sobre las relaciones de poder del sistema universitario, la concepción de la autonomía universitaria, sus campos de acción, la
tipología de las IES, el sistema de acreditación, la visión de la investigación y la institucionalidad creada por una legalidad que desarrolla la educación como un
“servicio”: Un gesto de sometimiento a leyes que garantizan la prevalencia del orden heredado. Unas medidas minimalistas, comparadas con las luchas de más de
un siglo en América Latina para transformar su universidad, y, además, muy concentradas en asuntos de recursos �nancieros. 

Han sido múltiples las advertencias del error o ceguera de iniciar o fundamentar una reforma a la educación otorgándole centralidad al dinero, empezado por las
agudas a�rmaciones de la gran �losofía moderna sobre la idea de universidad y las pedagogías críticas latinoamericanas. En efecto, en sus escritos Sobre
Pedagogía, Kant postula como “el poder y el dinero no crean nada, cuando más, facilitan algo”; el ensayista Ernesto Sábato llama a evitar “el error fundamental de
reformar la educación como si se tratase de un problema meramente técnico y no el resultado de la concepción del hombre que le sirve de fundamento”.
Consejos re�exivos de gran calado por cuatro motivos profundos: (a) Toda inversión de los medios en �nes y viceversa, contiene procesos de enajenación; (b)
Reducir un problema global y complejo a un asunto exclusivamente técnico, solo contribuye a fomentar conductas y pensamientos tecnocráticos; con P. McLaren
“un problema particularmente serio de la mentalidad tecnocrática es su apariencia de objetividad y de neutralidad axiológica” (2005, p. 318); (c) Se tiende a
convertir en el predominio de la racionalidad instrumental en el campo educativo; (d) Limitar los asuntos pedagógicos a medidas �nancieras promueve la
fetichización y la mercantilización de la educación, como si la educación fuera un asunto de mercado.

El 20 de julio de 2022, cinco parlamentarios radican un proyecto de ley para modi�car los artículos 86 y 87 de la Ley 30, el cual profundiza la estela de la
centralidad del dinero y la evasión de la prolongada crisis estructural de la educación superior en Colombia. Con una raquítica “exposición de motivos”, que
invisibiliza la larga tradición de luchas del movimiento estudiantil y profesoral como también los profundos aportes de las pedagogías críticas colombianas, se
pretende a través de una fórmula tecnocrática establecer el “nuevo modelo de �nanciamiento” para todas las instituciones de educación superior públicas. Ese
dispositivo garantizará las condiciones de “alta calidad”, el “acceso” a la educación superior y solventará las “necesidades no atendidas de funcionamiento e
inversión”: el dinero convertido en el “nuevo talismán”. Como si la compleja problemática de la calidad, la equidad y las necesidades educativas fuera
exclusivamente un asunto de racionalidad �nanciera. No sabemos si se trata de ingenuidad o predominio inconsciente del neoliberalismo. La ley 30 de 1992, con
sus 144 artículos, permanece incólume; se trata ahora de acumular más recursos �nancieros para su más e�caz funcionamiento. En palabras más
desconcertantes: expandir los recursos para mejorar la praxis neoliberal. Una dimensión central del neoliberalismo educativo para J. Estrada es “organizar la
educación pública de acuerdo con las reglas del cálculo económico” (2002, p. 22). 

Transitamos el sendero develado por la Luxemburgo: se sobrevaloran exclusivamente los “medios”, al convertir la “reforma” en el �n mismo de la acción política;
se suprime la pregunta por los objetivos estratégicos. Un tipo de “revolución pasiva” o “reformismo puro” en el campo educativo, que cabalga sobre las
expectativas de superar la crisis de la educación superior colombiana, diagnosticada históricamente con profundidad por Antonio García, pero que culmina
sepultando las esperanzas de las clases subalternas.

Dos pensadores colombianos, ya fallecidos, han dedicado muchas horas a


pensar la crisis y la misión estratégica de la universidad en el contexto
colombiano. El �lósofo R. Gutiérrez Girardot subraya que “el respeto a la
autonomía universitaria y a la libertad de enseñanza son las primeras
condiciones para esbozar un “sistema educativo” adecuado a la tarea y función
de la Universidad en una sociedad democrática, es decir, un sistema educativo
que ponga el acento no en el lucro, sino en la preparación e�ciente –no en la
producción de cartones– de los diversos profesionales que requiere la
sociedad (…) Tan sólo entonces cabrá hablar de una relación entre la
Universidad y la sociedad, y tan sólo entonces será oportuno proyectar una
Universidad e�caz, con ethos universitario, en la que los estudiantes y
profesores colaboren y diriman entre sí las inevitables discordias de toda
agrupación social, en la que no solamente se produzca efectivamente ciencia,
sino se dé ejemplo de paz, solidaridad social y libertad” (1986, p. 74). El

profesor G. Hoyos Vázquez considera “es misión de la Universidad conservar el


espacio de re�exión crítica, fomentar la cultura y contribuir a la formación de la
conciencia nacional: por eso es un absurdo político cuando se evalúa la labor
de la Universidad en términos sólo cuantitativos de rentabilidad económica. La
empresa encomendada a la Universidad no por un partido político
determinado, ni por la industria, ni siquiera por el Estado, sino por la sociedad
misma, no es para arrojar resultados medibles cuantitativamente sino para
aportar como la más, a la formación de la conciencia cultural y política de los
colombianos” (1983, p. 33).
colombianos” (1983, p. 33).

https://www.elpais.com.co/colombia/luego-de-la-marcha-masiva-universidades-publicas-entraron-en-paro-inde�nido.html
https://www.elpais.com.co/colombia/luego-de-la-marcha-masiva-universidades-publicas-entraron-en-paro-inde�nido.html

Para estos autores la universidad debe ser pensada y transformada desde sus �nalidades; la re�exión sobre su misión es la condición sine qua non de su
transformación estructural.
Para estos autores Propuestas
la universidad sesgadas
debe ser a la
pensada �nanciación ydesde
y transformada a asuntos exclusivamente
sus �nalidades; técnicos
la re�exión debesuser
sobre vistases
misión con sospecha.sine
la condición Gutiérrez Girardot
qua non de su insiste
en las relacionesestructural.
transformación entre universidad y sociedad,
Propuestas como
sesgadas a laen el papel central
�nanciación de la autonomía
y a asuntos y la libertad
exclusivamente de enseñanza;
técnicos Hoyos
debe ser vistas conVázquez destaca
sospecha. la misión
Gutiérrez de insiste
Girardot
consolidar el pensamiento
en las relaciones crítico y ylasociedad,
entre universidad cultura política
como de en una sociedad;
el papel centralA.de
García enfatiza yenlalalibertad
la autonomía conciencia de la crisis,Hoyos
de enseñanza; el problema dedestaca
Vázquez la autonomía y losdediferentes
la misión
modelos históricos
consolidar de la universidad
el pensamiento crítico y lacolombiana.
cultura política de una sociedad; A. García enfatiza en la conciencia de la crisis, el problema de la autonomía y los diferentes
modelos históricos de la universidad colombiana.
Existe un legado intelectual y de luchas sociales para pensar a fondo la transformación radical del sistema de educación superior en Colombia. Una tradición
culturalunque
Existe rememora
legado la Reforma
intelectual de Córdoba,
y de luchas socialeselpara
Mayo del 68alatinoamericano,
pensar la luchasradical
fondo la transformación estudiantiles y profesorales
del sistema de 1970,
de educación la MANE
superior y la insubordinación
en Colombia. Una tradicióndel
21N. Son
cultural temáticas
que transversales
rememora la Reforma ede
ineludibles,
Córdoba, eltanto
Mayopara
delsalir de la crisis estructural
68 latinoamericano, prolongada,
la luchas como
estudiantiles para construir
y profesorales deuna educación
1970, la MANEsuperior a la altura de del
y la insubordinación
nuestros
21N. Son sueños.
temáticas transversales e ineludibles, tanto para salir de la crisis estructural prolongada, como para construir una educación superior a la altura de
nuestros sueños.
Para B. De Sousa, la triple crisis (hegemonía, legitimidad, institucional) que experimenta la universidad latinoamericana exige reformas creativas en las siguientes
dimensiones: (a) Una
Para B. De Sousa, democratización
la triple en el “acceso”,
crisis (hegemonía, queinstitucional)
legitimidad, no se confundaquecon “masi�cación”
experimenta o “cobertura”,
la universidad y asuma conexige
latinoamericana rigorreformas
una evaluación crítica
creativas de siguientes
en las los
actuales procedimientos
dimensiones: para dicho “acceso”;
(a) Una democratización (b) Otorgar
en el “acceso”, queuna nueva
no se centralidad
confunda a la actividades
con “masi�cación” de bienestary asuma
o “cobertura”, y servicio
cona rigor
las comunidades; (c)crítica
una evaluación Construcción
de los de
modelos alternativos de investigación/acción/participación,
actuales procedimientos para dicho “acceso”; (b) Otorgar unaque reformulen
nueva los nexos
centralidad entre intereses
a la actividades investigativos
de bienestar e intereses
y servicio sociales, y que
a las comunidades; transformen las
(c) Construcción de
actuales
modelos relaciones
alternativosentre universidad y sociedad; (d) El fomento
de investigación/acción/participación, que de una rigurosa
reformulen ecología
los nexos deintereses
entre los saberes, que posibilite
investigativos diálogossociales,
e intereses horizontales entre
y que los
transformen las
académicos
actuales y otros entre
relaciones saberes, tales como
universidad los populares,
y sociedad; tradicionales,
(d) El fomento de unacampesinos, de los pueblos
rigurosa ecología y comunidades
de los saberes, étnicas,
que posibilite no-occidentales,
diálogos etc.;
horizontales (e) Revincular
entre los la
educación superior
académicos y otros con la educación
saberes, básica,
tales como especialmente
los populares, en un tema
tradicionales, estratégico,decomo
campesinos, es el saber
los pueblos pedagógico;étnicas,
y comunidades (f) Asegurar que la comunidad
no-occidentales, etc.; (e)cientí�ca nola
Revincular
pierda la dirección
educación superiorde la la
con agenda de investigación
educación en todos los
básica, especialmente enámbitos;
un tema(g) Asumir formas
estratégico, como más
es el“densas” de responsabilidad
saber pedagógico; social,
(f) Asegurar quecomo expresión
la comunidad de su no
cientí�ca
autonomía
pierda y libertad
la dirección deacadémica, pero
la agenda de que no se confundan
investigación con
en todos los el funcionalismo,
ámbitos; (g) Asumirelformas
dirigismo
máso“densas”
la instrumentalización. Todas
de responsabilidad las reformas
social, anteriores
como expresión desolo
su serán
posibles
autonomíabajos dos condiciones
y libertad académica,imperativas:
pero que nolaseprimera, la creación
confundan de una nueva institucionalidad
con el funcionalismo, universitaria pública,Todas
el dirigismo o la instrumentalización. y la segunda, la rede�nición
las reformas delsolo
anteriores tiposerán
de
regulación
posibles del sector
bajos privado. imperativas: la primera, la creación de una nueva institucionalidad universitaria pública, y la segunda, la rede�nición del tipo de
dos condiciones
regulación del sector privado. 

Para el Grupo de Trabajo de CLACSO “Universidad y Sociedad para la reforma


radical
Para el de las universidades”,
Grupo existen “Universidad
de Trabajo de CLACSO actualmente posibilidades de la reforma
y Sociedad para
transformaciones
radical profundas en
de las universidades”, la región
existen en un contexto
actualmente colmado
posibilidades dede
contradicciones e profundas
transformaciones incertidumbres. Este Grupo
en la región en un“reivindica la actualidad
contexto colmado de de los
fundamentos de elaincertidumbres.
contradicciones Reforma de Córdoba como“reivindica
Este Grupo principios la actualidad para
orientadores de losla
transformación
fundamentosyde radical de la de
universidad: Nos referimos alorientadores
gobierno para la
democrático al la Reforma
pluralismo Córdoba
político, a la como principios
autonomía, la libertad de pensamiento
transformación radical de la universidad: Nos referimos al gobierno
y expresión, el co-gobierno, el acceso universal, la naturaleza pública de los
democrático y al pluralismo
procesos institucionales” político,
(2010, a la autonomía,
p. 371). Es necesariolarea�rmar
libertad de pensamiento
esta agenda
yaún
expresión, el co-gobierno,
incumplida el acceso
y la introducción universal,
de nuevos la naturaleza
elementos, pública
tales como la de los
existencia
procesos
de Estados institucionales”
plurinacionales,(2010, p. 371). equitativa
la presencia Es necesario rea�rmarculturas
de pueblos, esta agenda
y
aún incumplida
clases, y la introducción
la digni�cación del trabajodedocente,
nuevos la
elementos, tales
crítica a los como la
sistemas deexistencia
de Estados productivistas
evaluación plurinacionales, la presencia equitativa
y privatizadores, de pueblos, culturas
la internacionalización no y
clases, la digni�cación
mercantilista y distantedel
de trabajo docente,
los acuerdos de la crítica
libre a los sistemas
comercio, la funcióndesocial de
evaluación
las productivistas
universidades, y privatizadores,
los desafíos epistémicosladeinternacionalización
la interculturalidad,no
el perenne
mercantilista
problema y distante
de la de los
autonomía, acuerdos de
la supresión de la
libre comercio,
educación la función
como social de
un “servicio”,
las universidades,
entre muchos otros.los desafíos epistémicos de la interculturalidad, el perenne
problema de la autonomía, la supresión de la educación como un “servicio”,
entre muchos otros. 
El programa del gobierno progresista y el proyecto de ley para la educación superior, comentados anteriormente, transitan en vía contraria o no constituyen
proyectos de transformación estructural del campo educativo en nuestro país. Los maestros, los estudiantes y las comunidades tienen la palabra para impedir
que esta nueva oportunidad sobre la tierra se convierta en un mero espejismo de “cambio”.

https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/nueva-marcha-de-universitarios-en-colombia-en-vivo-293652

De Sousa Santos, B. (2004). La universidad del siglo XXI: por una reforma democrática y emancipatoria de la universidad. Bogotá: Corporación Viva la Ciudadanía.

Estrada, J. (2002). Política educativa y neoliberalismo. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

García, A. (1985). La crisis de la universidad. Bogotá: Plaza & Janes.

Gutiérrez Girardot, R. (1986). “Universidad y Sociedad”. En: Argumentos No. 16/17. Bogotá: Fundación Argumentos.

Marxismo, diversidad cultural, saberes


indígenas y América Latina: un diálogo
con Alfredo Gómez-Muller
(Primera parte)
 febrero 18, 2023  109

Alfredo Gómez Muller es profesor emérito de Estudios Latinoamericanos y de Filosofía de la Universidad de Tours (Francia) y miembro del grupo de
investigación Teoría Política Contemporánea (TEOPOCO) de la Universidad Nacional de Colombia. De familia colombiana y francesa, nació en
Bogotá, donde vivió una parte de su niñez y juventud. Reside en Francia desde la edad de 25 años, adelantó estudios de �losofía en el Instituto
Católico de París (ICP), en donde obtuvo un Doctorado con una tesis sobre La alienación como inautenticidad en Martín Heidegger; por otra parte,
obtuvo un Doctorado de Habilitación para Dirigir Investigaciones (HDR) en la Universidad de Estrasburgo, así como una Maestría de la Universidad
Sorbona-Nueva (Instituto de Altos Estudios de América Latina) con una tesina sobre el anarcosindicalismo en Colombia. Es autor de numerosas
obras en las áreas de la ética y la �losofía política, entre las cuales se cuentan Nihilismo y capitalismo (Bogotá, 2016); La reconstrucción de Colombia:
escritos políticos (Medellín, 2008); Sartre, de la náusea al compromiso (Bogotá, 2008); Ética, coexistencia y sentido (Bogotá, 2003); Alteridad y ética
desde el descubrimiento de América (Madrid, 1997), y Anarquismo y anarcosindicalismo en América Latina (París, 1980; Medellín, 2009). Su obra más
reciente ha sido publicada en castellano y en francés: La memoria utópica del Inca Garcilaso: comunalismo andino y buen gobierno (Buenos Aires,
2021; Santiago de Chile, 2021); Communalisme andin et bon gouvernement. La mémoire utopique de l’Inca Garcilaso (Montreuil, 2022).
Por otra parte, además de sus labores de investigación en Filosofía y Estudios Latinoamericanos, participa en las actividades de la Universidad
Popular de la Tierra de Tours, un colectivo de re�exión y de educación popular inspirado en parte por la experiencia de la Universidad de la Tierra
(México), vinculada al movimiento neozapatista.

Conocí al profesor Alfredo a raíz de una conferencia que dictó en la sede parisina del Partido Comunista Francés, en 2013, época en la que yo realizaba una
pasantía doctoral en el Centro Nacional de Investigación Cientí�ca (CNRS). Él hablaba del socialismo agrario de los incas, un tema sobre el cual yo venía
investigando en el marco de mi trabajo de tesis. En su presentación expuso una perspectiva que coincidía en numerosos aspectos con mis propias re�exiones
sobre el tema. Después de la conferencia tuvimos ocasión de intercambiar sobre diversas cuestiones relacionadas con América Latina. 

Desde ese encuentro mantenemos una colaboración académica, especí�camente en el marco de los proyectos en educación popular y en formación política del
Núcleo Praxis de la Universidad de São Paulo. En el transcurso de este diálogo enriquecedor que con el tiempo se ha venido desarrollando, hemos tocado en
especial un tema, ya presente en Mariátegui, en el cual convergen nuestras perspectivas sobre el socialismo contemporáneo: el de la urgencia de una praxis
socialista que sea capaz de juntar los aportes de los saberes ancestrales y de los saberes modernos –de esa modernidad restringida que, aunque fruto del aporte
universal de los pueblos, sigue limitada en sus posibilidades por la perspectiva eurocéntrica hegemónica. La entrevista fue realizada entre �nales de 2021 y los
primeros meses de 2022, inicialmente por videoconferencia, y luego a través de intercambios de textos, hasta el mes de abril de 2022.

http://eljineteinsomne2.blogspot.com/2008/05/tahuantinsuyo-el-peon-la-mujer-la.html

1- [YMF] En estos tiempos insalubres que una modernidad extraviada nos ha legado, me alegra verte de nuevo, aunque sea virtualmente, con buena
salud. Para comenzar, quisiera que me contaras algo de tu itinerario biográ�co, y en particular de las experiencias que han podido contribuir a tu
formación como socialista y como intelectual. Me gustaría también escucharte hablar sobre tus trabajos teóricos, sobre los libros y actividades
políticas que adelantas en la actualidad.

[AGM] Las vivencias que mencionas son en realidad vivencias que mucha gente ha tenido y sigue teniendo. Tienen que ver con el poder del dinero en el mundo
que vivimos, y con un cierto sentimiento de discriminación y de injusticia social. Puedo evocar un ejemplo de esas vivencias. En uno de los colegios donde
estudié, en Bogotá, se leía cada mes, ante todo el alumnado reunido en el patio antes de entrar a clase, la lista de los alumnos que quedaban excluidos
temporalmente por no haber cancelado la matrícula mensual. Alguna vez, o varias veces, mi nombre �guraba en la lista, y tenía entonces que regresar a la pensión
donde vivía. Andando por las calles mientras mis condiscípulos estudiaban, sentía una especie de sentimiento de injusticia. ¿Por qué el dinero determina
�nalmente quién puede ir a estudiar y quién no? Esta y muchas otras vivencias parecidas son vividas diariamente por la gran mayoría de la gente, niño/as y
adolescentes, adulto/as y anciano/as. Son vivencias bastante banales en el mundo capitalista, que lo ponen a uno a pensar. En esa época de adolescencia
algunas lecturas me ayudaron a pensar; Dostoyevski, por ejemplo, me impresionó mucho. También me ayudaron a pensar algunas personas. Mi abuelo, que vivía
pobremente en un inquilinato en el centro de Bogotá, era un librepensador crítico del sistema; junto con un amigo escribió libros como El imperio de la Standard Oil
en Colombia, en 1963, y, posteriormente, Imperialismo y Oligarquía en Colombia. Yo lo visitaba con cierta frecuencia, y me hablaba con pasión de sus luchas contra
la oligarquía. Luego viajé un poco por el mundo, conocí en algunos países diversas formas del “socialismo real”, trabajé en la agricultura y, a mi regreso a
Colombia, participé en diversas actividades políticas durante algunos años, principalmente en Boyacá. Junto con mis compañero/as de actividad militante, que
eran en su mayoría estudiantes, adelantamos sobre todo un trabajo de organización y de formación con grupos de campesinos y mineros. Teníamos en Tunja, la
capital de Boyacá, un pequeño colectivo que se llamaba Marcha, que fue parte de las Ligas Socialistas.

Con el tiempo fui tomando conciencia, junto con otro/as, de los efectos negativos del vanguardismo en la lucha social (dogmatismo, autoritarismo interno y
externo, sectarismo, fragmentación, esterilidad política…) y nos fuimos acercando a formas de pensamiento y práctica política más horizontales y pluralistas. En
lo teórico, la crítica de Rosa Luxemburgo y del comunismo de consejos (Pannekoek, Rühle, Mattick)2 a la concepción leninista del partido como máxima expresión
de la conciencia de clase del “proletariado”, nos proporcionó herramientas para reinterpretar la política y lo político. A partir de estas nuevas referencias teórico-
políticas y de algunos referentes políticos más contemporáneos, relacionados con las experiencias sociales y políticas que se desarrollaban en Europa en la
primera mitad de la década de los setentas (por ejemplo, en Francia, la toma de la fábrica Lip por los obreros y su experiencia de autogestión, la lucha campesina
del Larzac, el movimiento de la Izquierda Proletaria), algunos de nosotro/as comenzamos a descubrir las ideas ácratas y la tradición histórica del anarquismo.
Lanzamos entonces en 1974 un periódico que tuvo una corta existencia: Base Obrera (dos números), así como una revista aún más efímera (Frente Libertario, un
solo número, en 1975). A �nales de ese año viajé a Francia, donde me formé en �losofía, en estudios latinoamericanos y en ciencias de la educación. De entonces
para acá trato de asumir la dimensión crítica de esos estudios y, al mismo tiempo, de colaborar con iniciativas asociativas que trabajan en una perspectiva
horizontal y pluralista. 

2- [YMF] En tu libro Nihilismo y capitalismo (2016) abordas el tema de la crisis de la civilización capitalista, que no es solo económica sino también
cultural. Con su racionalidad meramente instrumental, orientada hacia la acumulación y dominación sobre el ser humano y la naturaleza, el capitalismo
produce un modelo de individuo que se imagina separado de los otros y de la materialidad que condiciona su sobrevivencia; en este sentido, consideras
que el régimen capitalista es incompatible con la cultura entendida como “cultivo de lo humano”. Poniendo en relación el concepto de “subjetividad
posesiva” (MacPherson) con el concepto marxiano de “alienación”, anotas que la alienación del individuo bajo el capitalismo destruye la posibilidad de
una común identi�cación humana, de manera que la existencia humana se encuentra vacía de sentido en la medida en que la subjetividad pierde su
capacidad de “reconocerse en el otro”. En su ensayo “El hombre y el mito”, Mariátegui 3 sostiene que la civilización capitalista es escéptica: padece la
falta de un mito, de una fe, de una esperanza; ya no tiene ni ideal ni razón de ser. Pero, según él, los humanos sienten la necesidad del mito, porque el
escepticismo radical es estéril y vacuo. Y, a pesar del progreso técnico moderno, “ni la Razón ni la Ciencia” pueden satisfacer la necesidad de in�nito
que hay en el hombre. Aquí, el pensador peruano señala un aspecto cultural que diferencia a la “burguesía” del “proletariado”: el mito. La burguesía es
“nihilista”, su mito “liberal renacentista” ha envejecido, se ha vuelto la “miseria de la �losofía” de la que hablaba Marx; por el contrario, quienes no
poseen nada pueden disponer al menos de un “mito”, de una “fuerza espiritual” que es la idea de la “revolución social”. Los “motivos religiosos se han
desplazado del cielo a la tierra”: ya no son divinos sino humanos, sociales. ¿Cuáles son las principales relaciones que percibes entre el nihilismo y el
capitalismo? ¿Cómo construir una utopía posible, es decir, una sociedad en la que el pensamiento ético-político y la práctica social posibilitarían el
reconocimiento de la humanidad de cada ser humano? 

http://eljineteinsomne2.blogspot.com/2008/05/tahuantinsuyo-el-peon-la-mujer-la.html

[AGM] Mariátegui caracteriza en efecto a la burguesía como “nihilista”, y asocia este término a la incapacidad de creer: “La burguesía no tiene ya mito alguno. Se
ha vuelto incrédula, escéptica, nihilista”. En este sentido, el nihilismo de que habla Mariátegui corresponde a lo que Nietzsche llama el “nihilismo pasivo”, que es
como una pérdida de la capacidad del espíritu de creer, crear, a�rmar valor y sentido, asignarse �nes que transciendan el consumo de la materialidad existente. En
la visión del mundo de la “burguesía” caben solo �nalidades pero no �nes: las �nalidades son susceptibles de cálculo y evaluación, y se relacionan en última
instancia con la posesión privativa de la materialidad, la acumulación de capital y el poder sobre los otros; los �nes no son objeto de cálculo sino de creencia, y se
relacionan en particular con la posibilidad de construcción de un mundo más justo, en el cual la interacción humana y de los humanos con lo no humano es fuente
de sentido y de valor. Las �nalidades obedecen a una racionalidad estratégica; los �nes a un modelo alternativo de racionalidad en el cual cabe la creencia, el
sentimiento, la emoción y la (com)pasión. Las �nalidades son probables; los �nes son posibles. 

Frente a la burguesía que no tenía ya “mito alguno”, Mariátegui veía en el “proletariado” de su época a un grupo que era precisamente grupo porque era capaz de
creer: “el proletariado tiene un mito: la revolución social”, y su fuerza “no está en su ciencia” sino “en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es una fuerza religiosa,
mística, espiritual”. Lo que Mariátegui denomina “mito” es como un horizonte utópico que con�ere sentido a los actos de la vida y a la vida entera: “sin un mito la
existencia del hombre no tiene ningún sentido histórico”. Es cierto que, según Mariátegui, con el marxismo los motivos religiosos se han desplazado “del cielo a la
tierra”, de manera que los “motivos de la revolución” no son “divinos” sino “humanos”. Sin embargo, Mariátegui no concibe lo humano como una mera síntesis de
determinaciones socioeconómicas. Distingue en el ser humano una “necesidad de in�nito” que emana de su “yo profundo”, esto es, de su subjetividad, y entiende
que “el mito, la fe, la esperanza” son la relación que lo humano establece con esa necesidad “metafísica”. Superando la concepción positivista, cienti�cista y
eurocéntrica del marxismo como “socialismo cientí�co”, Mariátegui se orienta hacia una lectura del marxismo en la cual la ciencia no excluye lo “metafísico” o lo
“espiritual”, y donde la necesidad de justicia social se articula con la “necesidad de in�nito”. Una lectura que tiende a dislocar la dicotomía entre lo “material” y lo
“espiritual”, que ha estado tan presente en la historia del pensamiento occidental. El horizonte utópico que Mariátegui denomina “mito” revela lo posible de la
justicia. Posible en el sentido lato de algo que puede ser, de una potencialidad que los humanos inscriben en el presente.

3- [YMF] Partiendo de esta concepción de la revolución socialista como una construcción de sentido para la existencia humana, ¿cuál sería la
importancia del aspecto “romántico” del marxismo, de esa faceta “subjetiva” que es fundamental en Mariátegui pero que a veces es soslayada en los
debates socialistas? Me re�ero a ciertas posiciones in�uenciadas todavía por el cienti�cismo, que solo conceden importancia al aspecto objetivo de las
realidades sociales.

https://alponiente.com/el-quipu-la-forma-artistica-de-comunicacion-entre-los-incas-en-ollantay/

[AGM] La palabra romanticismo ha sido desacreditada por toda una tradición ideológica, racionalista y positivista, que considera los sentimientos y pasiones como
algo negativo o insigni�cante. En realidad, el romanticismo puede expresar formas de pensar y de sentir que resultan incompatibles con la lógica materialista y
reductora del capitalismo. Hay una dimensión profundamente revolucionaria en el romanticismo, que ha sido estudiada por autores como Henri Lefebvre y, más
recientemente, Michael Löwy. Una traza de esta forma de “romanticismo” se encuentra en el propio Marx, en su conocido esbozo de carta a Vera Zasulitch, una
revolucionaria que deseaba conocer su posición con respecto a la actualidad política de la tradicional comuna rural rusa. Los “marxistas” rusos estimaban que la
comuna rural era “arcaica”, y la rechazaban a nombre de la ideología del “Progreso”. En su primer esbozo de carta, Marx responde diciendo que “no hay que
dejarse asustar por la palabra arcaico”, y cita una frase del antropólogo L.H. Morgan en la cual éste señala que el nuevo modelo de sociedad podría ser un renacer,
en una forma nueva, de “un tipo social arcaico”.

En el pensamiento de Mariátegui hay asimismo una dimensión romántica, visible en su concepción del pasado como memoria viva que sustenta el presente.
Desde su perspectiva, el presente y el futuro se construyen como una especie de recreación de lo pasado; el acto político es aquí un acto de memoria, una
rememoración que es recreación de posibles de justicia. En esta concepción del pasado como memoria viva que sustenta el presente se expresa a mi modo de
ver lo esencial de lo que llamas el “aspecto romántico” del pensamiento de Mariátegui. La utopía de la justicia se construye socialmente, recogiendo la memoria
utópica de las construcciones pasadas. El “mito” de la revolución social no surge de la nada, ni es una simple especulación intelectual. Es una memoria social y
cultural que interviene en la construcción de futuro, como aquella memoria cultural andina que Mariátegui como muchos otros en su época denominaba el
“comunismo inca” o el “socialismo inca”, y que corresponde a la forma comunitaria tradicional del ayllu. 

En mi reciente libro La memoria utópica del Inca Garcilaso. Comunalismo andino y buen gobierno 4, intento explorar el sorprendente impacto de esa memoria
cultural en la historia política y cultural no solo de América Latina sino igualmente de Europa. El relato del Inca Garcilaso sobre el “buen gobierno” incaico, en el
libro quinto de los Comentarios Reales sobre el Perú de los Incas (1609), constituye una de las fuentes culturales del socialismo moderno, en sus diversas
variantes libertarias y estatales. Elementos de esta memoria larga de las culturas andinas, estudiada en nuestros días por autores como Silvia Rivera Cusicanqui,
siguen estando presentes en los modos de vida de diversas comunidades, en las cuales adquieren un nuevo sentido político y ético en el contexto de la pregunta
por el “Buen vivir” 5. Del Buen vivir entendido como una alternativa al modelo capitalista de desarrollo y como una crítica de la idea moderna hegemónica de
“desarrollo” 6. En países como Ecuador y Bolivia, gobiernos “progresistas” han construido una retórica ambivalente a propósito del Buen vivir, la cual, si bien
expresa un cierto reconocimiento público de los componentes andinos de la cultura de esos países, no se traduce concretamente en los hechos a través de la
integración de modelos alternativos de economía. Bien al contrario, los gobiernos de esos países descartan todo modelo económico que no corresponda a la
ideología moderna capitalista del “desarrollo” y al modelo de explotación de la “naturaleza” basado en el extractivismo, que parece poco compatible con la idea del
Buen vivir. 
“humano”? ¿Cómo situarse de cara a los particularismos posmodernos, a la perniciosa idea de post-verdad – como aquella que se observa en los
Buen vivir. 
discursos que reducen la historiografía a una forma de literatura �ccional?
4- [YMF] En tu artículo “El anarquismo peruano y el nacimiento del «comunismo inca»” 7 , anotas que durante “las tres primeras décadas del siglo XX el
ideología moderna capitalista del “desarrollo” y al modelo de explotación de la “naturaleza” basado en el extractivismo, que parece poco compatible con la idea del
anarquismo y el marxismo constituyen dos corrientes importantes de pensamiento crítico y dos proyectos de emancipación que promueven la igualdad
Buen vivir.
y la justicia social”. Sin embargo, agregas que “paradójicamente, en ambas corrientes se mani�estan prejuicios culturales y étnicos asociados al

eurocentrismo, los 4-cuales
[YMF] En tu artículo “El anarquismo peruano y el nacimiento del «comunismo inca»” , anotas que durante “las tres primeras décadas del siglo XX el
reproducen esquemas de dominación colonial”. ¿Consideras que esos prejuicios de tipo eurocéntrico han sido
anarquismo y el marxismo constituyen dos corrientes importantes de pensamiento crítico y dos proyectos de emancipación que promueven la igualdad
su�cientemente superados en losSin
y la justicia social”. medios socialistas,
embargo, marxistas y anarquistas,
agregas que “paradójicamente, a lo se
en ambas corrientes largo del siglo
mani�estan XX? culturales
prejuicios Al trataryel temaasociados
étnicos de la necesidad
al de una dialéctica
entre los saberes “occidentales”
eurocentrismo, losycuales
“orientales”
reproducen(término
esquemas que utiliza en
de dominación el sentido
colonial”. de “no
¿Consideras queoccidental”), Mariátegui
esos prejuicios de nos han
tipo eurocéntrico recuerda
sido la importancia de la
su�cientemente superados en los medios socialistas, marxistas y anarquistas, a lo largo del siglo XX? Al tratar el tema de la necesidad de una dialéctica
“solidaridad” comunal de los incas, que alimenta su “esperanza” de emancipación. ¿Cuáles serían los principales aportes de los saberes ancestrales,
entre los saberes “occidentales” y “orientales” (término que utiliza en el sentido de “no occidental”), Mariátegui nos recuerda la importancia de la
indígenas y campesinos – portadores
“solidaridad” deincas,
comunal de los sentido existencial
que alimenta y de valores
su “esperanza” humanistas
de emancipación. – serían
¿Cuáles que deberían seraportes
los principales asimilados por laancestrales,
de los saberes crítica socialista
contemporánea? Sostienes que “la pretensión
indígenas y campesinos – portadoresuniversalista del anarquismo
de sentido existencial y el marxismo
y de valores humanistas ha tropezado
– que deberían con
ser asimilados porel hecho
la crítica de la diversidad cultural”. Frente a
socialista
contemporánea? Sostienes que “la pretensión universalista del anarquismo y el marxismo ha tropezado con el hecho de la diversidad cultural”. Frente a
este “universalismo” etnocéntrico marcado por el positivismo evolucionista del siglo XIX, ¿cómo podríamos repensar hoy día el universalismo de lo
este “universalismo” etnocéntrico marcado por el positivismo evolucionista del siglo XIX, ¿cómo podríamos repensar hoy día el universalismo de lo
“humano”? ¿Cómo “humano”?
situarse ¿Cómo
de cara a losdeparticularismos
situarse posmodernos,
cara a los particularismos posmodernos,aa la perniciosa
la perniciosa ideaidea de post-verdad
de post-verdad – como
– como aquella que seaquella que
observa en los se observa en los
discursos que reducen la historiografía
discursos a una forma
que reducen la historiografía a unade literatura
forma �ccional? 
de literatura �ccional?

https://www.historiacultural.com/2009/04/organizacion-social-inca-nobleza-y.html
https://www.historiacultural.com/2009/04/organizacion-social-inca-nobleza-y.html

[AGM] La crítica del eurocentrismo y de toda forma de etnocentrismo es siempre insu�ciente. Creo que sigue siendo una tarea actual, no solo en política sino en
todas las esferas de la vida. Con respecto al encuentro que mencionas entre saberes “occidentales” y “orientales”, me parecen muy útiles las comillas que anotas
y que indican un cierto distanciamiento crítico frente a esos términos. Son en efecto términos muy imprecisos, que remiten a realidades extremadamente
complejas y diferenciadas. No resulta fácil precisar lo que se entiende realmente por “Occidente” o por “Oriente”. Hay un uso meramente ideológico de esas
palabras, que tiende a simpli�car esas realidades y a hacer de ellas una caricatura. Pero ni “Occidente” ni “Oriente” son bloques macizos con un sentido unívoco y
absoluto. En vez de ontologizar a “Occidente” y a “Oriente”, como lo hacen hoy ciertas expresiones simplistas del discurso “decolonial”, creo que hay que
pensarlos históricamente. En el terreno concreto de la historia se observará que “Occidente” es un proceso en el cual se enfrentan, por ejemplo, formas
capitalistas y anticapitalistas, colonialistas y anticolonialistas, etc. El hecho que una forma tenga un carácter hegemónico en determinado momento histórico no
debería hacernos perder de vista la complejidad. Lo hegemónico no es el todo.
https://www.historiacultural.com/2009/04/organizacion-social-inca-nobleza-y.html

Volviendo al encuentro dialéctico entre saberes “occidentales” y “orientales”, y utilizando todas las comillas necesarias, yo preferiría caracterizar ese encuentro en
términos de un diálogo dialéctico, para distinguirle de la dialéctica mecanicista que predominaba en esa época y que al totalizar reducía en cierta forma la
multiplicidad. En la perspectiva del diálogo dialéctico se reúne provisoriamente sin totalizar, manteniendo la multiplicidad, como en la dialéctica “decapitada” de
Sartre: una dialéctica que no parte de un punto de apoyo previamente establecido, y cuyos puntos de apoyo son el producto de la praxis. Es el diálogo que
mantiene abierta entre los dialogantes la tensión entre lo cercano y lo lejano, o entre la semejanza y la diferencia, y, sobre todo, que lleva esta tensión al interior de
cada dialogante, de manera que cada dialogante puede desplazar en sí mismo los puntos a partir de los cuales de�ne lo que lo acerca o lo aleja del interlocutor.
cada dialogante, de manera que cada dialogante puede desplazar en sí mismo los puntos a partir de los cuales de�ne lo que lo acerca o lo aleja del interlocutor.

Pongamos un ejemplo, recordando de nuevo a Mariátegui. A su manera y en su época, Mariátegui “dialogó” con la memoria comunal andina, en la cual subsistían
elementos que él caracterizaba como “socialistas” o “comunistas”. Con esta caracterización Mariátegui no solo asimila una serie de esos elementos, sino que
replantea el sentido mismo de la idea del “socialismo”. A partir de su reconocimiento del valor político, social y cultural actual de esos elementos, Mariátegui
piensa que la idea socialista no se reduce a la socialización de la propiedad y la redistribución de la riqueza social, como se tendía a pensar en el marxismo
predominante de su época, sino que es también y fundamentalmente un cierto modelo de relaciones sociales basadas en la cooperación, la ayuda mutua, la
reciprocidad, la participación de todos en la de�nición de las tareas comunes, etc., según la referencia histórica del ayllu. Más aún, Mariátegui entiende que en esa
memoria lo comunal es ante todo una manera de “ver” el mundo, en la cual la tierra tiene el signi�cado de Madre común de todos y todas. El “trabajo” adquiere
entonces un signi�cado totalmente distinto que, en el capitalismo, en la medida en que la asociación, la cooperación y la solidaridad están presentes no solo en
las relaciones entre los humanos sino también en la relación entre los humanos y lo viviente en general. A este respecto, él habla de los “elementos espirituales de
la economía comunitaria”. En síntesis, el encuentro con los saberes indígenas contribuye en Mariátegui a una reconstrucción de la idea socialista, rehabilitando
las dimensiones ética y cultural del socialismo, que el marxismo de su época tendía a soslayar o a supeditar a lo político y a lo económico. 

Sobre la cuestión de la universalidad, hay que distinguir en qué plano estamos hablando. En el plano antropológico se puede observar una universalidad de la
condición humana en el mundo, conforme a la cual todos dependemos unos de otros, todos necesitamos acceder a determinados bienes materiales e
inmateriales para subsistir, etc. Pero la universalidad de la condición no excluye la multiplicidad de lo humano. En el plano epistémico –que incluye diferentes
saberes–, creo que hay diversos espacios de universalidad y de objetividad que son siempre rede�nibles. A estos espacios pertenecen, por ejemplo, los datos de
la arqueología y de la lingüística que han podido contribuir a la reapropiación de formas culturales olvidadas parcial o totalmente, como la escritura maya. En este
campo resulta posible deslindar lo verdadero históricamente de lo meramente imaginario. Tenemos por verdadero históricamente, según Paul Ricœur, aquello que
puede ser establecido como un hecho a partir de un determinado sustrato “material” que comprende datos y “archivos”, y que constituye la base del trabajo de
interpretación. La invasión europea de “América”, por ejemplo, es una verdad histórica –y puede ser interpretada diversamente. La objetividad en las ciencias
humanas no es un atributo atemporal, sino una exigencia autocrítica a través de la cual las personas que investigan van asumiendo una distancia siempre relativa
frente a sus propios determinantes ideológicos. Se trata pues de una objetividad en proceso, relativa y progresiva. 

En el plano ético y político, el encuentro dialógico entre diferentes saberes y memorias culturales me parece ser la única vía para construir en común algo que
podría ser aceptado por todos en el plano de las normas de acción. Ese “algo” normativo debería articularse con la universalidad de la condición humana,
integrando, por ejemplo, el hecho que todos necesitamos acceder a determinados bienes materiales e inmateriales para subsistir. 

1
Ha realizado estudios posdoctorales en Ética y Filosofía Política (FFLCH-USP) y en Historia, Cultura y Trabajo (PUC-SP). Es autor, entre otras obras, de Marx na
América: la práxis de Caio Prado e Mariátegui (Alameda/Fapesp, 2018), y es miembro de la coordinación general del Núcleo Práxis de Investigación, Educación
Popular y Política de la Universidad de São Paulo. Dirección electrónica: yurim�@usp.br.

2 Ver: Anton Pannekoek, Los consejos obreros (1936); Otto Rühle, La revolución no es un asunto de partidos (1920); Paul Mattick, Integración capitalista y ruptura
obrera (1972).

3 José Carlos Mariátegui (1894-1930), �lósofo, pensador político y crítico literario y de arte peruano, fundador de la revista Amauta (1926) y miembro fundador del
Partido Socialista del Perú (PSP) en 1928. Su proyecto político articula de manera inédita lo social y lo cultural, sobre la base del reconocimiento de las memorias
comunales de las culturas andinas del presente. Mariátegui “no es solo el más importante y el más inventivo de los marxistas latinoamericanos, es asimismo un
pensador cuya obra, por su fuerza y originalidad, posee un alcance universal” (Michael Löwy).

4 Publicado en Argentina (Buenos Aires, Tinta Limón Ediciones) y en Chile (Santiago, Lom Ediciones) en 2021.

5 Buen Vivir, traducción castellana habitual del kichwa sumak kawsay o del aimara suma qamaña. Estas nociones surgen a inicios de la década 2000 en el seno de
ciertos movimientos indígenas de América Latina, en especial en Ecuador y Bolivia. Designan una diversidad de pensamientos y prácticas relativas a un convivir
ético-social, que han sido integradas en las nuevas Constituciones de esos dos países en el 2008 y el 2009. En su Preámbulo, la Constitución del Ecuador se
propone contribuir a la tarea de “construir una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el Buen vivir, el
sumak kawsay”.

6 Sobre este tema, ver el texto de AGM: “El Buen Vivir: una crítica andina de la modernidad capitalista”, Ciencia Política, Universidad Nacional de Colombia, vol. 13,
n° 25 (enero-junio de 2018), pp. 197-220.

7 Brazilian Journal of Latin American Studies, Prolam, Universidad de Sao Paulo, vol. 20, n° 39 (enero-junio de 2021), pp. 54-73.

Una evocación a cincuenta años de la


rebelión universitaria de 1971-1972 1

 febrero 18, 2023  109

Hace ya casi veinte años, alcanzamos a preparar un trabajo sobre los acontecimientos universitarios de comienzos de los años setenta, como parte del conjunto
de textos que, desde la Rectoría de la Universidad Nacional de Colombia, publicamos sobre personajes muy ligados a su historia como Alfonso López Pumarejo,
Gerardo Molina y Camilo Torres, sobre la génesis y reconstitución de nuestra alma máter, y sobre momentos especí�cos de su historia como los procesos de
organización estudiantil entre 1954 y 1966 2. Pretendíamos precisamente, en continuidad con el último ensayo de Manuel Ruíz Montealegre, titulado Sueños y
Realidades (2002), dejar memoria de ese movimiento universitario de 1971-1972, pretensión que se vio interrumpida a raíz de nuestra desvinculación de la
coordinación general de la Universidad en abril de 2003.

En ese momento veíamos esos acontecimientos como “una enriquecedora experiencia de participación y organización de la comunidad universitaria” 3. Hoy, con
la distancia del tiempo histórico, la vemos más grande, ciertamente agigantada, hasta el punto de que la hemos considerado como una verdadera Rebelión
Universitaria en búsqueda de una ruptura sistémica, como un caldero efervescente de tendencias y orientaciones teóricas, políticas e ideológicas.
dictadura de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957). Éramos muy jóvenes, casi
niños; iniciábamos los primeros años del bachillerato
En en
eseelentonces
centenario Colegiopresente el recuerdo cercano de los años de la
teníamos
Académico de Buga; marchábamos por las calles del pueblo de
dictadura gritando
Gustavo ¡“libros
Rojassí,
Pinilla (1953-1957). Éramos muy jóvenes, casi
En ese entonces teníamos presente el recuerdo cercano de los años de la
fusiles no!”. El referente inmediato era la lucha contra la dictadura,
niños; iniciábamos en los
medio de años del bachillerato en el centenario Colegio
primeros
dictadura
En ese entoncesde Gustavo
teníamos Rojas Pinillael(1953-1957).
presente Éramosdemuy
recuerdo cercano los jóvenes,
años de casi
la
formulaciones y consignas que empezaban a cocinar Académico de Buga; marchábamos por las calles del pueblo gritando ¡“libros sí,
la “restauración
niños; iniciábamos los primeros años del
dictadura de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957). Éramos bachillerato en el centenario Colegio
democrática del Frente Nacional”. En realidad, no sabíamos, fusilesmuy no!”. jóvenes,
ni El
casi
referente
entendíamos inmediato era la lucha contra la dictadura, en medio de
Académico de Buga; marchábamos por las calles del pueblo gritando ¡“libros sí,
niños; iniciábamos los primeros años del bachillerato en el
formulacionescentenario Colegio
mucho lo que sucedía, pero sí que el país había atravesado por unyviolento
consignas que empezaban a cocinar la “restauración
fusiles no!”. El referente inmediato era la lucha contra la dictadura, en medio de
Académico de Buga; marchábamos por las calles del pueblo gritando
democrática ¡“libros
delapreciar
Frente sí,
Nacional”. En realidad, no sabíamos, ni entendíamos
con�icto bipartidista, cuyas huellas de desplazamiento se podían en
formulaciones y consignas que empezaban a cocinar la “restauración
fusiles no!”. El referente inmediato era la lucha contra la dictadura,
mucho lo en medio perode
las calles y los hogares
democrática del Frentede Nacional”.
Buga, por los cuales des�laban
En realidad, no sabíamos, losque sucedía,
migrantes
ni entendíamos
sí que el país había atravesado por un violento
formulaciones y consignas que empezaban a cocinar la “restauración
con�icto
forzados
muchodelolasquecercanas
sucedía, montañas
pero sí quedel Tolima,
el país lindante
había conbipartidista,
atravesado nuestro cuyas huellas de desplazamiento se podían apreciar en
municipio.
por un violento
democrática del Frente Nacional”. En realidad, no sabíamos, lasdecalles ynilos
entendíamos
hogares de Buga, por los cuales des�laban los migrantes
con�icto el
Celebramos 10 de mayo
bipartidista, de 1957
cuyas el derrocamiento
huellas de desplazamiento lasedictadura, y
podían apreciar en
mucho lo que sucedía, pero sí que el país había atravesado forzados por de las un cercanas
violento montañas del Tolima, lindante con nuestro municipio.
abrazamos
las callessin mayores
y los hogares re�exiones los los
de Buga, por vientos “democráticos”
cuales des�laban losimpulsadosmigrantes por
con�icto bipartidista, cuyas huellas de desplazamiento Celebramos
se podían el 10 de mayo
apreciar ende 1957 el derrocamiento de la dictadura, y
los dirigentes
forzados de delas
loscercanas
partidosmontañas
tradicionales, hasta participar,
del Tolima, lindante con sinnuestro
tener lamunicipio.
las calles y los hogares de Buga, por los cuales des�laban abrazamos los sin mayores re�exiones los vientos “democráticos” impulsados por
migrantes
mayoría de edad,elen
Celebramos 10eldeplebiscito del 1.º
mayo de 1957 el de diciembre dede1957
derrocamiento que
la dictadura, y
forzados de las cercanas montañas del Tolima, lindante los dirigentes
con nuestro de los partidos tradicionales, hasta participar, sin tener la
municipio.
constitucionalizó
abrazamos sinelmayoresrégimenre�exiones
político dellos Frente Nacional
vientos durante 16
“democráticos” años, conpor
impulsados
Celebramos el 10 de mayo de 1957 el derrocamiento mayoría de edad, eny el plebiscito del 1.º de diciembre de 1957 que
de la dictadura,
todas
lossus limitaciones
dirigentes de losasociadas a la alternación
partidos tradicionales, hasta enparticipar,
la Presidencia de los
sin tener la
abrazamos sin mayores re�exiones los vientos “democráticos” constitucionalizó el régimen
impulsados porpolítico del Frente Nacional durante 16 años, con
partidos liberal
mayoría y conservador
de edad, y a la organización
en el plebiscito paritaria
del 1.º de diciembre de en1957 losqueaparatos
los dirigentes de los partidos tradicionales, hasta participar, todas sussin limitaciones
tener la asociadas a la alternación en la Presidencia de los
constitucionalizó el régimen político del Frente Nacional durante 16 años, con
estatales.
mayoría partidos liberal
quey conservador y a la organización paritaria en los aparatos
todasde susedad, en el plebiscito
limitaciones asociadasdel a1.º
la de diciembre
alternación endela 1957
Presidencia de los
estatales.
constitucionalizó
partidos liberalely régimen político
conservador y a ladel Frente Nacional
organización durante
paritaria en los16 años, con
aparatos
todas sus limitaciones asociadas a la alternación en la Presidencia de los
estatales.
partidos liberal y conservador y a la organización paritaria en los aparatos
estatales.

https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html
https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html

https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html
Ya en la Universidad, quienes proveníamos de la provincia enfrentamos una verdadera avalancha de expresiones políticas y de manifestaciones subversivas que
Ya en la Universidad, quienes proveníamos de la provincia enfrentamos una verdadera avalancha de expresiones políticas y de m
empezaron a �orecer, como lo tratan de demostrar empezaronlos ensayosa y�orecer,
documentos de la obra de próxima publicación. Al llegar a la Facultad de Derecho una de
como lo tratan de demostrar los ensayos y documentos de la obra de próxima publicación. Al llegar a la Fa
Ya en la Universidad, quienes proveníamos de la provincia enfrentamos una verdadera avalancha de expresiones políticas y de manifestaciones subversivas que
nuestras primeras aproximaciones a otra realidad lanuestras experimentamos en la confrontación
primeras aproximaciones a otracon el Rector
realidad Mario Laserna en
la experimentamos en lael confrontación
Aula Máxima por con parte de elocuentes
el Rector Mario Laserna en el Aula
empezaron a �orecer, como lo tratan https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html
de demostrar los ensayos y documentos de la obra de próxima publicación. Al llegar a la Facultad de Derecho una de
y audaces líderes estudiantiles. Luego vinieron las marchas
y audacesalíderes
la Plaza de Bolívar que
estudiantiles. con�uyeron
Luego enmarchas
vinieron las una nueva ley
a la parade
Plaza la Bolívar
Universidad (la ley 65 de
que con�uyeron en1963); el ley para la Univer
una nueva
nuestras primeras aproximaciones a otra realidad la experimentamos en la confrontación con el Rector Mario Laserna en el Aula Máxima por parte de elocuentes
gobierno de Lleras Restrepo y sus políticas antiuniversitarias;
gobierno deelLleras
aniquilamiento
Restrepo ydesuslapolíticas
Federación Universitaria Nacional;
antiuniversitarias; el aniquilamiento de ladel
la supresión ConsejoUniversitaria
Federación Superior Nacional; la supres
y audaces líderes estudiantiles. Luego vinieron las marchas a la Plaza de Bolívar que con�uyeron en una nueva ley para la Universidad
Ya en la Universidad, quienes proveníamos de la provincia enfrentamos una verdadera avalancha de expresiones políticas y de manifestaciones subversivas (la ley 65 de 1963); el que
Estudiantil, y la eliminación de la representación estudiantil enyellaConsejo
Estudiantil, Superior
eliminación de la Universitario.
representación estudiantil en el Consejo Superior Universitario.
empezaron a �orecer, como lo tratan de demostrar los ensayos y documentos dede
gobierno de Lleras Restrepo y sus políticas antiuniversitarias; el aniquilamiento lala Federación
obra Universitaria
de próxima Nacional;
publicación. la supresión
Al llegar del Consejo
a la Facultad Superior
de Derecho una de
Estudiantil,
nuestras y la eliminación
primeras de la arepresentación
aproximaciones estudiantil
otra realidad la en el Consejo
experimentamos en laSuperior Universitario.
confrontación con el Rector Mario Laserna en el Aula Máxima por parte de elocuentes
y audaces líderes estudiantiles. Luego vinieron las marchas a la Plaza de Bolívar que con�uyeron en una nueva ley para la Universidad (la ley 65 de 1963); el
En mi caso personal, después de vivir esos años sesenta y luego de una pausa formativa académica en la Universidad de Lovaina, regresé a mi Universidad en el
preciso momento en que empezaron a desencadenarse los sucesos de 1970 y 1971, vinculándome al movimiento profesoral de los Claustros que, como lo
señalamos en la obra, era una novedosa y activa organización profesoral, así como a las tendencias genéricamente llamadas socialistas. 

Muy rápidamente el giro de los acontecimientos evidenció que no estábamos solo en presencia de un movimiento reformista de la universidad colombiana que
proclamaba los principios de Córdoba, reclamaba acceso universal a la educación superior y participación en las de�niciones centrales de la vida universitaria,
sino de un propósito de fortalecimiento de la Universidad Pública para erigirla como un espacio crítico, tal y como lo planteó el movimiento de los Claustros, que
se anticipó en sus propuestas a lo que posteriormente vino a ser el Sistema de Universidades Estatales (SUE), hoy descaecido y sin ningún protagonismo político.
Pero, sobre todo nos develó que ese movimiento, como otros tantos antes y después, exigía la ruptura del orden capitalista del cual forma parte la Universidad.

Lo que vino después fue lo que en esta obra hemos descrito y analizado. La estrategia reformista de Pastrana y Galán, combinada con la política represiva que se
encarnó en los “rectores policías”, entre quienes se destaca, como uno de los principales ‒si no el principal‒ Santiago Fonseca en la Universidad Nacional,
derrotado gracias a la fórmula del cogobierno provisional que tuvo que aceptar el Gobierno Nacional, aun cuando, por circunstancias también analizadas en estos
escritos, tuvo una breve existencia, sucedida por una acción represiva abierta por parte del ministro Juan Jacobo Muñoz y su rector, Luis Duque Gómez. Es la fase
de la resistencia que, más allá de la ocupación militar de los campus universitarios, del riguroso control policivo al ingreso, del desmonte de los sistemas de
bienestar, del seguimiento a los dirigentes estudiantiles y profesorales hasta en las inmediaciones de sus domicilios, de la expulsión de profesores y estudiantes,
del aniquilamiento de sus organizaciones y de la represión académica, pudo perseverar durante todo el año 1972, para cuali�car aún más la signi�cación de la
Rebelión Universitaria que, aunque derrotada una vez más como tantas otras, pudo identi�car y revelar la verdad de la Universidad, su indisoluble vínculo con la
sociedad capitalista y, sobre todo, la signi�cación de las luchas universitarias como parte del conjunto múltiple y heterogéneo de las tentativas, que algún día
serán exitosas, de trascender el orden social vigente.
La contribución de estos escritos, por consiguiente, no es sólo aportar a la memoria, como en efecto lo hacen, sino hacer posible que experiencias como las
analizadas puedan recrearse y prolongarse con otros contenidos y signi�caciones, como ya lo hizo el movimiento de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE),
hace algunos años, o más recientemente las movilizaciones sociales y comunitarias de 2019 y 2021.

Estos textos, por lo tanto, invitan a no sumergirse en las prácticas académicas cediendo ante el pensamiento ingenuo de que la Universidad es externa a la
sociedad y que solo establece con ella relaciones de comunicación, ni mucho menos en la proclamación de que la Universidad es el mundo privilegiado de la
academia, de las ciencias y tecnologías, del saber, de la cultura y de las artes, repitiendo que es la esfera por antonomasia de la libertad de pensamiento y de
expresión y el reino máximo de la tolerancia y del reconocimiento del pluralismo, olvidando que por la Universidad cruzan los problemas y contradicciones
sociales y que es posible, en ella y desde ella, intervenir aportando visiones críticas, a partir de lo que ella representa.

https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html

festaciones subversivas que


ad de Derecho una de
xima por parte de elocuentes
Ahora
d (la ley 65 de bien,
1963); el la sociedad contemporánea a la Universidad de hoy no es la misma de hace cincuenta años, pero por ello mismo la Universidad tiene que estar
comprometida con los cambios que se vienen esceni�cando en esta época histórica del capitalismo que estamos viviendo. No se trata de meras
del Consejo Superior
transformaciones de coyuntura, sino de una reorganización profunda de la organización social productiva, que ha hecho obsoletos los mismos paradigmas
explicativos o críticos que quizás fueron válidos en otros momentos.

Uno de los puntos centrales de esa reestructuración toca con la rede�nición del trabajo, cuyos nuevos per�les han permitido hablar de la difusión del mismo en la
sociedad, pues ya no depende de un agregado de horas, ni responde a una actividad mecánica, ni está focalizado en un lugar autónomo y cerrado, en sitios
fabriles y en o�cinas, sino que se despliega en cualquier espacio, en todos los intersticios de las relaciones sociales. Al mismo tiempo, hay que señalar que ya la
producción no está determinada por el trabajo material, que el Estado ha cambiado de misión, que nuestras mismas individualidades se interrogan de manera
múltiple más allá de las categorías simples de hombre y ciudadano, y que las nuevas formas del trabajo han desplegado al tiempo nuevos espacios de esclavitud
y de libertad.

Desde otro ángulo, el orden global del Imperio4 ha hecho desaparecer la anterior misión de los Estados nacionales, que subsisten solo como estructuras jurídico-
formales, pero que ahora nada tienen que ver con la reivindicación de tradiciones, historias, culturas o etnias nacionales, y que han quedado desposeídos de la
soberanía que antes proclamaban sobre el territorio, sus riquezas, sus pueblos, su moneda y su orden jurídico, y los ha subordinado a las estrategias del
capitalismo global de�nidas en novedosos espacios del poder imperial, de los cuales son un ejemplo las organizaciones mundiales de comercio, que buscan
integrar la educación como bien mercantil.

Todos esos rasgos o características del mundo contemporáneo que hemos abordado en otros momentos5, tienen repercusiones en el campo de la educación
superior. Ya no se reconoce, por ejemplo, que el Estado tenga una especial responsabilidad frente a las universidades que él mismo había organizado y protegido,
y que incluso reclamaba para fortalecer la idea nacional, como es el caso de la Universidad Nacional de Colombia, sino que ellas deben comportarse como
cualquier otra institución de idéntico género en el mismo mercado en el cual actúan, y su reconocimiento y acreditación deben ser resultados de cómo pueden
competir en él con éxito.

De igual manera, como se han transformado el trabajo y también las exigencias de cali�cación profesional, y ya no existen las perspectivas y necesidades de
vinculación laboral de otrora, deben concluir las ahora llamadas rigideces de las saberes, disciplinas y profesiones, para abrir paso a las competencias múltiples,
�exibles y asociativas demandadas hoy, que, además, no se suministran de manera exclusiva por las Universidades, sino también en otras instancias privadas o
públicas. Y claro, como se trata de un comportamiento de típica connotación mercantil, de manera progresiva el Estado tiene que abandonar a su propia suerte el
�nanciamiento de las Universidades estatales, en forma semejante a como lo viene haciendo en otros sectores de la educación, en la salud o en la seguridad
social.

En medio de ese abigarrado y complejo panorama en el cual nos encontramos, el movimiento universitario tiene ante sí un reto mayúsculo para trascender los
límites de su universo, y aspirar a situarse frente al nuevo orden capitalista, muy similar al que tienen también hoy otros sectores sociales. Su nuevo horizonte ya
no pasa por reivindicaciones como las que estructuraron el Programa Mínimo de 1971, ni por el debate teórico-político sobre la sociedad capitalista que �oreció
en aquel entonces, que ya no es el mismo. Las nuevas luchas que, con certeza, se focalizarán alrededor de otros problemas surgidos de las transformaciones
propias de la fase actual del capitalismo, podrán erigirse otra vez como rebeliones en búsqueda de rupturas, y podrán enlazarse de manera interseccional con
otras que no dejarán de producirse.

https://agoradeldomingo.com/muchas-cosas-trajo-el-ano-1971/

El recorrido cronológico e histórico-social que hemos intentado, nos ha conducido de aquel momento de los últimos años de la década del sesenta, en el cual la
movilización estudiantil estuvo subordinada a la lucha contra el régimen militar, instituido por los propios partidos tradicionales que se habían enfrentado
violentamente durante muchos años y que esos mismos partidos y los sectores económicos decidieron interrumpir luego de un breve lapso de cuatro años, a una
época distinta de la organización capitalista que empezó a con�gurarse bajo el sistema seudodemocrático del Frente Nacional, que múltiples sectores sociales
época distinta de la organización capitalista que empezó a con�gurarse bajo el sistema seudodemocrático del Frente Nacional, que múltiples sectores sociales
dominados por ella, incluidos los asociados a la población estudiantil, empezaron a descifrar y a controvertir políticamente.
dominados por ella, incluidos los asociados a la población estudiantil, empezaron a descifrar y a controvertir políticamente.

La explicación de ese viraje no puede desligarse de lo que podríamos llamar una perspectiva sistémica. En efecto, la rebeldía del movimiento universitario de los
La explicación de ese viraje no puede desligarse de lo que podríamos llamar una perspectiva sistémica. En efecto, la rebeldía del movimiento universitario de los
años 1971-1972 que, en este caso, es nuestro objeto de análisis, no puede entenderse a partir de una combinación aleatoria de elementos, relativamente
años 1971-1972 que, en este caso, es nuestro objeto de análisis, no puede entenderse a partir de una combinación aleatoria de elementos, relativamente
independientes, desligados del proceso histórico, sino privilegiando la realidad del capitalismo como referente necesario de los acontecimientos que suceden en
independientes, desligados del proceso histórico, sino privilegiando la realidad del capitalismo como referente necesario de los acontecimientos que suceden en
nuestra sociedad, sin apelar a determinismos mecánicos ni a causalidades de distinto tipo, incluidas las atribuibles a comportamientos voluntarios y deliberados
nuestra sociedad, sin apelar a determinismos mecánicos ni a causalidades de distinto tipo, incluidas las atribuibles a comportamientos voluntarios y deliberados
de sujetos individuales o grupales movidos por intereses de todo orden.
de sujetos individuales o grupales movidos por intereses de todo orden.

Obviamente, no desdeñamos la importancia que tienen en la génesis del con�icto y en su desarrollo, factores asociados a las tendencias ideológico-políticas de
Obviamente, no desdeñamos la importancia que tienen en la génesis del con�icto y en su desarrollo, factores asociados a las tendencias ideológico-políticas de
la llamada modernización del sistema capitalista, surgidas en nuestro ambiente político cultural o inducidas desde el exterior por la injerencia norteamericana; a
la llamada modernización del sistema capitalista, surgidas en nuestro ambiente político cultural o inducidas desde el exterior por la injerencia norteamericana; a
los discursos y conceptualizaciones sobre la función social de la Universidad; a las transformaciones poblacionales y al proceso de urbanización; a los rasgos
los discursos y conceptualizaciones sobre la función social de la Universidad; a las transformaciones poblacionales y al proceso de urbanización; a los rasgos
ciertamente anquilosados de nuestro sistema universitario y a su funcionamiento desordenado y antitécnico; a la in�uencia de múltiples expresiones de
ciertamente anquilosados de nuestro sistema universitario y a su funcionamiento desordenado y antitécnico; a la in�uencia de múltiples expresiones de
controversia subversiva o no del orden establecido; al impacto de personalidades u organizaciones que de alguna manera alteraron la normalidad; o a los
controversia subversiva o no del orden establecido; al impacto de personalidades u organizaciones que de alguna manera alteraron la normalidad; o a los
acontecimientos que en la globalidad de entonces se esceni�caban a partir del enfrentamiento de los países desarrollados de occidente a los pueblos enlazados
acontecimientos que en la globalidad de entonces se esceni�caban a partir del enfrentamiento de los países desarrollados de occidente a los pueblos enlazados
por la perspectiva entronizada por el comunismo soviético o por las tendencias de la revolución maoísta. En �n, no podemos desconocer todos esos elementos
por la perspectiva entronizada por el comunismo soviético o por las tendencias de la revolución maoísta. En �n, no podemos desconocer todos esos elementos
que, de manera apretada, exponemos en el texto al considerar la realidad contextual de los primeros decenios de la segunda mitad del siglo XX. 
que, de manera apretada, exponemos en el texto al considerar la realidad contextual de los primeros decenios de la segunda mitad del siglo XX.

Es indudable que en ese entorno se adelantaba una transformación del sistema capitalista que incidía en todas las dimensiones de nuestra sociedad. El
Es indudable que en ese entorno se adelantaba una transformación del sistema capitalista que incidía en todas las dimensiones de nuestra sociedad. El
desarrollo de la industrialización avanzaba introduciendo progresivamente el sistema salarial aunque no en términos cuantitativos muy amplios; la transición
desarrollo de la industrialización avanzaba introduciendo progresivamente el sistema salarial aunque no en términos cuantitativos muy amplios; la transición
agraria se debatía entre el reformismo y el cambio hacia la empresa capitalista; los vínculos externos de dependencia económica y política se ampliaban y
agraria se debatía entre el reformismo y el cambio hacia la empresa capitalista; los vínculos externos de dependencia económica y política se ampliaban y
profundizaban sobre todo respeto de los Estados Unidos de América; las organizaciones sindicales �orecieron, aunque marginales como siempre han sido; el
profundizaban sobre todo respeto de los Estados Unidos de América; las organizaciones sindicales �orecieron, aunque marginales como siempre han sido; el
sistema político y los aparatos estatales, incluidos los ligados a la fuerza pública, empezaron a rede�nirse y readecuarse; y aparecieron los primeros ensayos de
sistema político y los aparatos estatales, incluidos los ligados a la fuerza pública, empezaron a rede�nirse y readecuarse; y aparecieron los primeros ensayos de
participación del Estado en la reproducción humana (salud, educación, seguridad social) y en elementos materiales de la producción (infraestructura, energía,
participación del Estado en la reproducción humana (salud, educación, seguridad social) y en elementos materiales de la producción (infraestructura, energía,
comunicaciones). Y, obviamente, en medio de esos procesos también se destacaba la atención estatal y privada a las instituciones y políticas ligadas a la
comunicaciones). Y, obviamente, en medio de esos procesos también se destacaba la atención estatal y privada a las instituciones y políticas ligadas a la
formación educativa y a la apropiación y desarrollo de orden cientí�co y técnico, entre las cuales se destacaban las relativas a la Universidad como núcleo
formación educativa y a la apropiación y desarrollo de orden cientí�co y técnico, entre las cuales se destacaban las relativas a la Universidad como núcleo
principal de la educación superior. 
principal de la educación superior.

https://www.colombiainforma.info/a-medio-siglo-del-movimiento-estudiantil-colombiano-de-1971/
https://www.colombiainforma.info/a-medio-siglo-del-movimiento-estudiantil-colombiano-de-1971/

Todo ello en medio de las características de nuestra sociedad capitalista, que aún se conservan aunque transformadas, tales como injusticia, inequidad,
Todo ello en medio de las características de nuestra sociedad capitalista, que aún se conservan aunque transformadas, tales como injusticia, inequidad,
desigualdad, pobreza y miseria, corrupción, clientelismo, clases subalternas o dominadas, clases y fracciones dominantes, élites dirigentes, poderes nacionales,
desigualdad, pobreza y miseria, corrupción, clientelismo, clases subalternas o dominadas, clases y fracciones dominantes, élites dirigentes, poderes nacionales,
regionales o locales, desorden , fractura o ilegitimidad del Estado o de sus aparatos institucionales, sistemas y mecanismos privados de seguridad, vicios e
regionales o locales, desorden , fractura o ilegitimidad del Estado o de sus aparatos institucionales, sistemas y mecanismos privados de seguridad, vicios e
imperfecciones del sistema representativo, injerencia extranjera, desequilibrios regionales, etc., a las cuales hemos hecho alusión en múltiples oportunidades, en
imperfecciones del sistema representativo, injerencia extranjera, desequilibrios regionales, etc., a las cuales hemos hecho alusión en múltiples oportunidades, en
especial con ocasión del informe de la Comisión Histórica del Con�icto y sus Víctimas, CHCV 6 .
especial con ocasión del informe de la Comisión Histórica del Con�icto y sus Víctimas, CHCV 6 .

Es la sociedad capitalista colombiana, con sus transformaciones de época, ya inserta en la denominada modernidad, signada por una heterogeneidad que
Es la sociedad capitalista colombiana, con sus transformaciones de época, ya inserta en la denominada modernidad, signada por una heterogeneidad que
incorporó rasgos de momentos históricos precedentes sin disolverlos plenamente, que para algunos es una imperfección o anomalía que debe solucionarse para
incorporó rasgos de momentos históricos precedentes sin disolverlos plenamente, que para algunos es una imperfección o anomalía que debe solucionarse para
alcanzar una verdadera modernidad, cuando la realidad nos enseña que ya tiene sus rasgos esenciales tales como la existencia de un pueblo nacional, la
alcanzar una verdadera modernidad, cuando la realidad nos enseña que ya tiene sus rasgos esenciales tales como la existencia de un pueblo7 nacional, la
subjetividad que le es propia, el territorio, el Estado, el mecanismo representativo, la soberanía y las formas jurídico-políticas correspondientes . Es nuestra
subjetividad que le es propia, el territorio, el Estado, el mecanismo representativo, la soberanía y las formas jurídico-políticas correspondientes 7. Es nuestra
modernidad, entre las múltiples surgidas bajo el capitalismo, que lejos de la perspectiva iluminista, con toda su hibridación que la hace heterogénea, no es un
modernidad, entre las múltiples
proyecto incompleto surgidas
o inacabado, sino bajo el capitalismo,
que precisamente porque
su lejos de la perspectiva
complejidad iluminista,
a veces oculta con toda
y desdibuja su hibridación
la lógica esencial delque la hace heterogénea, no es un
conjunto.
proyecto incompleto o inacabado, sino que precisamente por su complejidad a veces oculta y desdibuja la lógica esencial del conjunto.
Pues bien, en el momento de la rebelión universitaria 1971-1972, soplan, casi
Puesenbien,
formaenhuracanada,
el momentoesos
de lavientos
rebelión
deuniversitaria
modernización 1971-1972, soplan,
que claman por casi
en forma huracanada,
perfeccionar esospara
el sistema vientos de modernización
garantizar su “desarrolloque claman que
civilizado”, por han sido
perfeccionar
expuestoselen
sistema para
el ensayo degarantizar su “desarrollo
Hernán Darío civilizado”,
Correa incluido queTratándose
en la obra. han sido
de la Universidad
expuestos sonde
en el ensayo lasHernán
orientaciones que seincluido
Darío Correa encadenan al obra.
en la Informe Atcon, al
Tratándose
de laPlan Básico, a son
Universidad la reforma Patiño y a muchas
las orientaciones que se manifestaciones e intenciones
encadenan al Informe Atcon, al
Planmodernizantes o reformistas.
Básico, a la reforma Patiño ySon, por lo tanto,
a muchas iniciativas que
manifestaciones e pretenden
intenciones
alcanzar lo que
modernizantes podrían llamarse
o reformistas. “niveles
Son, por de modernidad”,
lo tanto, de pretenden
iniciativas que
perfeccionamiento
alcanzar lo que podríandel orden capitalista
llamarse “niveles deenmodernidad”,
función de mejorar
de su despliegue
operativo.
perfeccionamiento del orden capitalista en función de mejorar su despliegue
operativo.
El movimiento estudiantil, no sin contradicciones y con múltiples disensos,
advierte en esas tendencias la reorganización del aparato ideológico educativo
El movimiento estudiantil, no sin contradicciones y con múltiples disensos,
en su dimensión universitaria, y se organiza y lucha para detenerlas,
advierte en esas tendencias la reorganización del aparato ideológico educativo
coincidiendo en esa práctica con otras expresiones que en escenarios
en su dimensión universitaria, y se organiza y lucha para detenerlas,
diferentes también aprenden a controvertir el mismo sistema capitalista al cual
coincidiendo en esa práctica con otras expresiones que en escenarios
están también sometidos otros actores. No se trata, sin embargo, de un
diferentes también aprenden a controvertir el mismo sistema capitalista al cual
direccionamiento exclusivo ni mucho menos explícito. Por esa razón, las
están también sometidos otros actores. No se trata, sin embargo, de un
reivindicaciones estudiantiles van acompañadas de evocaciones de la Reforma
direccionamiento exclusivo ni mucho menos explícito. Por esa razón, las
de Córdoba, de la participación en el gobierno universitario y en las políticas
reivindicaciones
académicas yestudiantiles vande
administrativas, acompañadas de la
la aspiración de evocaciones de la
ampliación del Reforma
acceso, del
de Córdoba,
rechazo ade
la la participación
injerencia en elagobierno
extranjera través de universitario y eny las
apoyo crediticio políticas
de Fundaciones,
académicas y administrativas,
de la no mercantilización de la aspiración
agenciada de la ampliación
por las Universidades del acceso,
privadas, del
y de la libre
rechazo a la injerencia
organización extranjera
de profesores a través deyapoyo
y estudiantes crediticio
la garantía de susy manifestaciones
de Fundaciones,
de lay no mercantilización
protestas. agenciada
E igualmente, por las Universidades
no son extrañas a perspectivasprivadas, y de
que tienden la libre
hacia un
organización de profesores
horizonte superior y estudiantes
representado y la garantía
por la aspiración de sus manifestaciones
de ruptura del orden
y protestas.
existente,Een
igualmente, no sonanticapitalista.
una perspectiva extrañas a perspectivas que tienden hacia un
horizonte superior representado por la aspiración de ruptura del orden
existente, en una perspectiva anticapitalista.

https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html
https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html

Por lo expuesto, no
Pores fácil decantar
lo expuesto, losdecantar
no es fácil resultados de la Rebeldía
los resultados Universitaria
de la Rebeldía Universitaria�nalmente reprimida
�nalmente reprimida física,física, disciplinaria
disciplinaria y académicamente.
y académicamente. En tal sentido, algunas
En tal sentido, algunas
https://labagatelaptc.blogspot.com/2018/10/movilizacion-y-protesta-estudiantil-en.html

Por lo expuesto, no es fácil decantar los resultados de la Rebeldía Universitaria �nalmente reprimida física, disciplinaria y académicamente. En tal sentido, algunas
proposiciones en esa dirección podrían ser las siguientes:

1. El sistema político identi�có la verdadera signi�cación del con�icto.

Más allá de todos los avatares de los acontecimientos sucedidos, no hay duda que el sistema reconoció el real sentido y el alcance de la protesta. Siempre
consideró que se trataba de una irrupción subversiva que superaba las reivindicaciones puramente reformistas, que debía rechazar y conjurar de manera e�caz.
Son muchas las expresiones explícitas en este sentido en boca del Presidente Pastrana, de sus ministros, de los rectores designados para cumplir sus
orientaciones, de los voceros del sector privado y de los medios de comunicación, como las que se mencionan a lo largo de la obra.

2. La utilización de la clásica pareja represión-cooptación.

Es indudable que el sistema acudió, como siempre, a la utilización de las alternativas represivas y de cooptación. Para el efecto represivo, durante todo el proceso
empleó el mecanismo del Estado de Sitio, a�nando y perfeccionando sus medidas restrictivas de la libertad, y de control policivo, militar y judicial, al mismo
tiempo que utilizó directa y abiertamente las armas en desarrollo de planes especí�cos y de acciones inmediatas en calles y plazas. Desde el punto de vista
integrador, acudió a la formulación de una reforma universitaria, al manejo disuasivo, a las iniciativas de los rectores impuestos y, �nalmente, al experimento
provisional del Cogobierno en las principales universidades del país.

3. Los mecanismos estatales fracasaron.

En ningún momento el Gobierno pudo controlar físicamente el movimiento, como lo reconoció expresamente en los Decretos que conformaron los Cogobiernos
como medida provisional. Tampoco pudo hacerlo con posterioridad a su supresión, pues la con�ictividad se mantuvo activa durante todo el año 1972, a pesar de
las fuertes medidas represivas a estudiantes y profesores, al control de los campus mediante su ocupación militar, a los sistemas de vigilancia e inspección para
el acceso a ellos, a los cierres y suspensiones de los períodos académicos, y a la eliminación de los servicios de bienestar estudiantil.

4. La destrucción de las formas organizativas de profesores y estudiantes.

A pesar del fracaso a que hemos hecho alusión, las medidas tuvieron como secuela negativa la desaparición de las formas organizativas que aportaron vitalidad
al movimiento. Del lado estudiantil, los cuerpos representativos, especialmente en la Universidad Nacional, dejaron de funcionar, y el funcionamiento de las
instituciones se impuso de manera autoritaria. Esto condujo, sin embargo, a una nueva actitud del movimiento que se volcó hacia las organizaciones políticas que
se activaron durante el con�icto u otras nuevas, o hacia otras modalidades de base como las impulsadas en su momento por Armando Correa como presidente
del CSE. En cuanto a los docentes, la novedosa experiencia de los Claustros llegó a su �n y dio paso a la Asociación Sindical de Profesores Universitarios,
organizada desde unos años antes, perdiéndose de alguna manera la perspectiva teórico-política que alcanzó a iniciarse.

5. La efervescencia del caldero ideológico-político.

Un salto sin duda positivo son los resultados ideológico-políticos que se produjeron a largo de todo el movimiento y más allá de él, como lo evidencia el texto de
Hernán Darío Correa incluido en la obra. El movimiento de�nitivamente hundió las vulgatas soviética y maoísta, y abrió las compuertas para un debate
anticapitalista riguroso y enriquecedor, que ha jalonado los desarrollos teóricos posteriores y que aún aviva los contemporáneos. Ese momento fructífero puede
decirse que no tiene parangón alguno con los movimientos que desde entonces se han esceni�cado entre nosotros.

6. La interseccionalidad de las luchas para intentar un asalto al cielo.

Como lo señalamos en el texto, esta rebelión universitaria se anticipó a las expresiones de protesta a las cuales asistimos en nuestra contemporaneidad,
evidenciando que quienes concurren a las luchas anticapitalistas tienen orígenes diversos y pueden unirse en la heterogeneidad, para intentar, como en efecto
ocurrió, un asalto al Cielo. Fue un ensayo o experiencia, derrotada como tantas otras, que �oreció en múltiples lugares de todo el territorio y que dejó importantes
legados en todos esos espacios críticos que de�nitivamente representan las universidades.

7.La identidad crítica de la Universidad.

Finalmente, la movilización en rebelión de los años 1971-1972, signi�có una identi�cación de la Universidad como espacio crítico8, que aún sigue siéndolo, para
comprenderla en medio del con�icto propio de toda sociedad capitalista, sin aislarla de las transformaciones contemporáneas del Estado, del régimen político y
de la Sociedad, ni de lo que representa el orden global. Ahora, como en esos tiempos de hace medio siglo, la experiencia de entonces nos enseña que la
Universidad no es sólo la institución por excelencia del conocimiento, sino uno de los espacios críticos, entre otros muchos, para analizar, discutir y también
rechazar el contenido material de las relaciones sociales vigentes. Por ello hay que lograr que existan condiciones para que la Universidad no deje de ser ese
espacio crítico.

1  Este artículo reúne algunas palabras preliminares y un intento evaluativo de la obra de próxima publicación por parte de la Universidad Nacional de Colombia
bajo el título La rebelión universitaria de 1971-1972: una búsqueda de ruptura. Moncayo, Víctor Manuel y Correa, Hernán Darío.

2  Universidad Nacional de Colombia (2001-2002). Serie Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Unibiblos. (Coordinada y orientada por el
historiador Mario Aguilera)

3  Moncayo, V.M. (2005). Universidad Nacional: espacio crítico. Ediciones Aurora.

4  Utilizamos
   Recomendados
esta expresión en el sentido asignado por la obra teórica y política de Toni Negri.

5  Moncayo, V.M. (2002). El Leviatán derrotado. Editorial Norma Bogotá, y reedición Ediciones Aurora Bogotá, 2018. (2018). Éxodo. Editorial Aurora. 

6  Moncayo, V.M. (2015). “Hacia la Verdad del con�icto: insurgencia guerrillera y orden social vigente”, en Con�icto social y rebelión armada en Colombia. Gentes
del Común.

7  
Esta problemática se ha abordado en Víctor Manuel Moncayo, El Leviatán Derrotado (segunda edición) y Éxodo. Bogotá, Ediciones Aurora, 2018.


 Moncayo, V.M. (2011). “Defendamos la Universidad como espacio crítico y común”, en Revista Izquierda, Separata.

Davos frente a la “policrisis” del


capitalismo global
 febrero 18, 2023  109

El reporte del Foro Económico Mundial (FEM – 2023) titulado Los riesgos globales advierte sobre la “policrisis” que enfrenta el mundo. Esta se explicaría por la
con�uencia de viejos y nuevos riesgos. Entre los pretéritos se destacarían: in�ación, bajo crecimiento, alto costo de vida, salidas de capital de los mercados
emergentes, guerras comerciales, con�ictos geopolíticos y movilización social. Por su parte, entre los nuevos se encontrarían: niveles insostenibles de deuda, baja
inversión global, cambio climático, crisis energética, manejo inadecuado de las nuevas tecnologías y disminución del desarrollo humano con un consecuente
aumento de las vulnerabilidades sociales 1. 

Entre algunas de las expresiones más alarmantes de esta crisis se destacan: el bajo crecimiento tendencial del PIB de los EE.UU 2. (ver grá�co N.° 1), unas tasas
de miseria próximas a las de la década de los 80, advirtiendo sobre una pérdida de cuatro décadas en lucha contra la pobreza (ver grá�co N.° 2) y el incremento
de las condiciones de desigualdad social y concentración de la riqueza reportados por OXFAM (ver grá�co N.° 3).
Grá�co N° 1. Crecimiento del PIB de EE.UU.

Grá�co N.° 2. Tasa de miseria en las economías más importantes

Grá�co N.° 3. Incremento de la riqueza de los milmillonarios entre 1987 y 2022


La policrisis correspondería al desajuste simultáneo de diversas dimensiones del sistema social, esto es, a una serie de crisis mundiales superpuestas, pero no
sería una expresión de una crisis totalizadora del capitalismo global. De ahí que, pese a los riesgos advertidos, la gestión y solución de la misma se propondría
dentro de los márgenes del orden social existente.

Para la elite económica mundial, reunida en Davos, el mapa de 2023 es de mucha incertidumbre. Aunque destacan las tendencias a la caída in�acionaria, el
mejoramiento de las perspectivas del crecimiento en China (4,4 %) y el cambio de actitud de las economías de la defensiva hacia la ofensiva, alertan, entre otras
cosas, sobre una tasa de crecimiento aún muy baja para resolver la crisis; una presión in�acionaria derivada del crecimiento chino y su mayor demanda de energía
y materias primas; el alto nivel de endeudamiento de los países; el calentamiento global; los altos niveles de desigualdad social, y los riesgos geopolíticos en Asia
y Medio Oriente. 

Las respuestas para gestionar la policrisis serían: un papel activo de los


bancos centrales para la estabilización de los precios y el manejo de la deuda;
el estímulo a la competencia de las tecnologías de energía renovable; la
promoción de la transición digital; los estímulos �scales para la inversión en
las áreas de IA y la descarbonización, y la aceleración de los subsidios a las
empresas privadas que desarrollen la industria del hidrogeno,
semiconductores, paneles solares, energía nuclear y renovables, entre otros
asuntos 3. 

La fórmula sería Contener la crisis: Crecimiento económico + lucha contra el


cambio climático + neutralización geopolítica de las amenazas. Esto se lograría ‒ ‒
a través de la subida en las tasas de interés, la �nanciación pública a la
iniciativa privada comprometida con la transición energética y digital y una
nueva gobernanza global que garantice la cooperación internacional en
múltiples frentes para así neutralizar la emergencia de bloques económicos
rivales, especialmente del chino. 

https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-57291419

Para el caso especí�co de China, su viceprimer ministro destacó que su país se centraría en 2023 en la expansión de la demanda nacional, en garantizar que las
cadenas de suministro funcionen bien, en la promoción del desarrollo del sector privado, la atracción de la inversión extranjera, el �n de la economía plani�cada y
la promoción de la competencia justa 4. 

De esta manera, la policrisis, especialmente la denominada “crisis energética”, se podría resolver sentando los cimientos para avanzar hacia la transición
energética y digital, la cual se soportaría en un apoyo decidido de las �nanzas públicas hacia el gran capital. Esta, aparentemente, resolvería el peak oil y el
calentamiento global, mientras que a través de la “lógica del derrame” se podría neutralizar el malestar social de “los marginados”.

En este planteamiento no se pone en cuestión la relación del trabajo y sus condiciones de explotación, el proceso de acumulación de capital, la totalización del
planeta y su sistema de relaciones en mercancía, entre otros asuntos nucleares para explicar la crisis civilizatoria existente. Caffetzins ha hecho una magistral
crítica al respecto: 

La verdadera causa de la crisis del capital en la última década es el trabajo, o más precisamente, la lucha contra el trabajo. El nombre adecuado para esta
crisis es, pues, “crisis del trabajo”, o mejor aún, “crisis del trabajo/energía”. El problema que enfrenta el capital no es la cantidad de trabajo en sí misma, sino
la relación de ese trabajo con la energía (o fuerza de trabajo) que lo crea. (…) A pesar de que el ciclo eterno de la realidad capitalista es la transformación de
energía en trabajo, su problema es que a menos que se alcancen ciertos niveles cuantitativos, la relación expresada en la proporción trabajo/energía
colapsa. Si la entropía se incrementa, si la disponibilidad de la clase trabajadora para el trabajo decrece, entonces el apocalipsis amenaza. (…) Los sistemas
que en apariencia renuevan la energía están, a la larga, destinados al fracaso; sistemas como la máquina de vapor o el capitalismo que transforma la
energía en trabajo (energía “llevada a un grado superior”) están constantemente amenazados por el desastre, los accidentes y las catástrofes de invasión
entrópica. (…) Por supuesto, la idea capitalista no es acabar con la mierda sino controlarla, verterla en lugares desolados e inobjetables, sobre poblaciones
que no protesten o sean invisibles. Con la crisis de la energía viene la pena de muerte 5. 
https://www.infobae.com/america/colombia/2022/07/14/wwf-pide-prevencion-ante-la-nueva-temporada-de-incendios-que-se-avecina-en-colombia/

Ahora bien, el carácter civilizatorio de la crisis reclama una profunda imaginación política. Las propuestas de transición sin cuestionar la forma de organizar la
producción de la energía/ la relación trabajo-energía, frente a la magnitud del problema, resultan ‒por decir poco‒ fangosas. 

Para el caso especí�co latinoamericano, experiencias como la CELAC, aunque


retóricamente sitúan, en algunos casos, elaboraciones críticas al capitalismo
neoliberal, no exhiben una posición política de contención del imperialismo de
los EE.UU. en la región que permitan impulsar una verdadera agenda

   Recomendados
alternativa. Estos gobiernos progresistas son liderazgos más de gestión que de
acción política subversiva. García Linera problematizó recientemente estas
experiencias cuando a�rmó que “una primera diferencia entre la primera y la
segunda ola de progresismos, es que en la segunda los liderazgos son ‘más
administrativos’”. Este tipo de dirigencias son “correctas para gobernar en
momentos de estabilidad, pero se vuelven incorrectas en momentos de
incertidumbre y de inestabilidad que hay ahora en el mundo”. Lo cual advierte
sobre el débil carácter rupturista y más estabilizador de estas nuevas
experiencias, las cuales se enfrentan a derechas reconstituidas y fortalecidas
que hoy se toman las calles, como vimos en Brasil con las manifestaciones
postelecciones, en México y en Bolivia. En resumen, como se puede apreciar se
trata
Leer de un>>escenario complejo, pero abierto para caminar en un horizonte
articulo Leer articulo >>

disruptivo que ofrezca posibilidades efectivas para la región. 

Leer articulo >> Leer articulo >>

1  Ver: World Economic Forum (2023), https://www3.weforum.org/docs/WEF_Global_Risks_Report_2023.pdf 

También podría gustarte