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Génesis 1-2
La Creación
(2-1) Introducción
La creación de Adán y Eva fue el punto culminante de la Creación en sí, pero
haga una pausa por un momento, para pensar en todo el proceso de la Creación.
El Padre estaba dirigiendo la formación y el establecimiento de un hogar para sus
hijos. Cuando hubo terminado, el registro dice con hermosa simplicidad: “Y vio
Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”
(Génesis 1:31), y así continuó siendo este mundo en los miles de años que han
transcurrido: La tierra es un lugar hermoso y lleno de riquezas, un lugar que se
renueva a sí mismo y que constantemente está creando nueva vida. Ha alojado a
billones y billones de personas, y todavía es capaz de mantener a muchos más.
Piense por un momento en Adán y Eva: sus antepasados. Los miles de años
transcurridos ¿han hecho que los imagine como a seres ficticios, como a los
personajes de una novela? Los dos son personajes reales y aún viven. Adán
volverá a la tierra antes del Milenio para presidir, bajo la autoridad de Jesucristo,
en el gran concilio de Adán-ondi-Ahman (véase Daniel 7; D. y C. 116), y dirigir
a los ejércitos del Todopoderoso para luchar contra las huestes de Satanás en la
última gran batalla de la tierra (véase D. y C. 88:112-15).
El mundo los pinta como primitivos y supersticiosos; dicen que provocaron la
Caída con su inmoralidad, o que son personajes imaginarios o mitológicos. Pero
cuando lea acerca de ellos, recuerde cómo el Señor los ve. Piense en las virtudes
especiales que deben haber poseído para haber obtenido el privilegio de ser los
primeros seres humanos que habitaron esta tierra.
Probablemente ha leído el relato de la Creación muchas veces, pero esta vez
medite acerca del significado actual que tiene para usted.
Instrucciones al alumno
1. Utilice los comentarios que siguen a continuación para ayudarse en el
estudio de Génesis 1-2.
2. Puesto que Moisés 1-3 y Abraham 4-5 contienen el mismo relato, sólo que
más completo, deben también ser estudiados junto con Génesis. (Los
libros de Moisés y Abraham son estudiados en detalle, en el curso de la
Perla de Gran Precio, Religión 327.)
3. Complete el Resumen Analítico según las instrucciones del Curso
individual supervisado. (Los estudiantes que tomen este curso deben
completar toda esta sección.)
COMENTARIOS SOBRE GENESIS 1-2
(2-2) Génesis 1:1. ¿Cuándo fue “En el principio”?
Por lo menos dos aclaraciones importantes deben hacerse acerca de estas palabras
con las que comienza la Biblia:
“El agua que estaba debajo de la expansión era el agua en estado líquido sobre la
tierra; y el agua que estaba sobre la expansión se refería al vapor de agua que se
acumula en las nubes, que forma parte de la atmósfera y se transforma en lluvia.”
(Keil and Delitzsch, Commentary, 1:1:53-54.)
“Y Dios separó la luz de las tinieblas”
(2-8) Génesis 1:11-12, 21, 24-25
Los principios de la genética, o las leyes de Mendel acerca de la herencia, fueron
establecidos durante la Creación; los tres relatos que cubren ese período hablan
de ellos. La expresión “según su especie” se repite en los tres (Génesis 1; Moisés
2; Abraham 4). Abraham lo explica mejor en el capítulo 4, versículos 11 y 12 de
su libro. Además, en el versículo 31 encontramos una afirmación de la
inmutabilidad de las leyes que el Señor dio a esta tierra (véase también D. y C.
88:36-38, 42-43). El profeta José Smith enseñó:
“Dios ha expedido ciertos decretos que son fijos e inalterables, por ejemplo: Dios
puso el sol, la luna y las estrellas en los cielos, y les fijó sus leyes, condiciones y
límites que no pueden traspasar sino por mandamiento de El; todo se mueve en
armonía perfecta en su esfera y orden, y nos son por luces, maravillas y señales.
El mar también tiene sus límites que no puede pasar. Dios ha puesto muchas
señales en la tierra así como en los cielos, por ejemplo: la encina del bosque, el
fruto del árbol y la hierba del campo son señales de que allí se ha plantado una
semilla, porque el Señor ha decretado que todo árbol, planta y hierba que lleve
semilla debe reproducir su propia especie, y no pueden nacer de acuerdo con
ninguna otra ley o plan.” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 238.)
(2-9) Génesis 1:21.
Una acepción de la palabra monstruo es animal enorme. “Monstruos marinos”
fue traducido de la palabra hebrea tannanim, que quiere decir “los grandes o
inmensos”, y es posible que se refiera a todos los grandes animales marinos,
tanto peces como reptiles y mamíferos.
(2-10) Génesis 1:26-27. “Hagamos al hombre a nuestra imagen”
Hablando del hecho de que Dios creó al hombre a su imagen, el presidente
Brigham Young dijo:
“El hombre fue hecho a imagen de su Creador,…es exactamente como El: Tiene
ojos, frente, cejas, nariz, mejillas, boca, mentón, orejas, tal como nuestro Padre
Celestial.” (Citado en Ludlow, Latter-day Prophets Speak, pág. 278.)
A pesar de que el presidente Young nombró sólo al hombre, la palabra se refiere
también, en este caso, a hombre y mujer. Algunos de los profetas de estos
últimos días han hablado de la existencia de una Madre en el cielo. La Primera
Presidencia (Joseph F. Smith, John R. Winder y Anthon H. Lund) declaró esta
doctrina en 1908 con las siguientes palabras: “Todos los hombres y las mujeres
fueron creados a la semejanza del Padre y la Madre universales, y son
literalmente hijos e hijas de Dioses.” (Citado en Clark, Messages of the First
Presidency, 4:203.)
El élder Joseph Fielding Smith, luego de citar Génesis 1:26-27, dijo: “¿No es
lógico pensar que los espíritus de las mujeres fueron creados a imagen de una
‘Madre Celestial’?” (Answers to Gospel Questions, 3:144.)
(2-11) ¿Cuál era la base de la potestad de Adán sobre la tierra?
“El sacerdocio fue primeramente dado a Adán; a él se dio la Primera Presidencia,
y tuvo las llaves de generación en generación. Lo recibió en la Creación, antes de
ser formado el mundo, como se ve en Génesis 1:26, 27, 28. Le fue dado el
dominio sobre toda cosa viviente. Es Miguel el Arcángel, de quien se habla en las
Escrituras.” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 182.)
(2-12) Génesis 1:28. ¿Qué significa “llenad”?
Tanto en el versículo 22 como en el 28 aparece la palabra mole del hebreo, la
cual se ha traducido al castellano como “henchid” en algunas versiones y como
“llenad” en otras. Ambas son correctas.
(2-13) Génesis 1:27-28. Cuando Dios creó al hombre también
creó a la mujer
“’Y yo, Dios, dije a mi Unigénito, el cual fue conmigo desde el principio:
Hagamos al hombre [pero no al hombre solo, sino al hombre completo, es decir,
al marido y la mujer] a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y fue
hecho.’ (Moisés 2:26.) El Señor unió a Adán y Eva por medio del matrimonio
eterno, el cual tiene validez más allá de la muerte. Todos deberían casarse de esta
manera…
“Luego de haberlos creado a imagen de Dios, se les dio el mandamiento:
‘Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla’ (Génesis 1:28).
Después de haber completado esta creación magnífica, los Dioses la
contemplaron y dijeron que era muy buena. Tan buena que los científicos de hoy,
aunque quisieran, no pueden mejorarla: el hombre creado para labrar la tierra,
mantener a su familia, y guiarla; la mujer creada para apoyarlo, cooperar con él,
tener hijos, criarlos y enseñarles. Fue una creación muy buena.
“Y de esa manera lo organizó el Señor. No lo hizo como un experimento; El
sabía muy bien lo que estaba haciendo.” (Spencer W. Kimball, “Speaking
Today”, Ensign, marzo de 1976, pág. 71.)
(2-14) Génesis 1:28. “Fructificad y multiplicaos”
Si tenemos en cuenta que el propósito más grande de Dios es “llevar a cabo la
inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39), de que sin un cuerpo
físico el hombre no puede obtener la plenitud de gozo (véase D. y C. 93:33-35) y
que venir a la tierra para probarnos es un requisito para lograr el progreso eterno
(véase Abraham 3:25), se puede decir sin temor a equivocarse que traer hijos al
mundo es una de las cosas de mayor importancia dentro del plan del Señor.
El presidente Spencer W. Kimball habló de la importancia de tener hijos:
“El primer mandamiento que se encuentra registrado en las Escrituras es
‘multiplicaos; llenad la tierra’; que a nadie le pase por la mente que se les mandó
tener hijos sin estar casados. Esa idea no tiene fundamento…
“Le he dicho a muchos jóvenes en muchas ocasiones, que no deben posponer el
matrimonio hasta que hayan terminado su educación. También les he dicho a
miles de jóvenes que después de casados no deben esperar a tener hijos hasta
después de haber salido de la universidad o de haber obtenido una buena posición
económica. El propósito básico del matrimonio es tener hijos, y cuando se
encuentra al cónyuge adecuado, no se debe esperar; deben casarse y dejar que
vengan los hijos.
“Parece haber una creciente tendencia a creer que el propósito del matrimonio es
legalizar las relaciones sexuales. Por el contrario, su propósito no es satisfacer los
deseos sexuales, como el mundo quiere hacernos creer, sino que su propósito es
tener hijos y formar una familia. Repito que cuando se ha encontrado el
compañero ideal, no se debe esperar. Las jóvenes esposas se deben preocupar de
tener y criar hijos. No conozco ningún pasaje de escritura que autorice a las
esposas a posponer el tener hijos para salir a trabajar y pagarle de esa forma los
estudios a su esposo. Hay miles de muchachos que se han pagado una carrera y a
la vez han mantenido a su familia. Aunque hacerlo así es más difícil, es posible
hacerlo.” (”Marriage Is Honorable,” en Speeches of the Year, 1973, págs. 262-
63.)
(2-15) Génesis 2:5. ¿Es lo que se relata en Génesis un registro de
la creación espiritual?
“El relato de Génesis sobre la Creación no trata de una creación de los espíritus,
sino que en sentido particular habla de la creación espiritual. Naturalmente, esto
requiere cierta explicación. El relato de Génesis, capítulos 1 y 2, se refiere a la
creación física de la tierra; el relato del establecimiento de toda vida sobre ella,
desde el principio hasta la caída de Adán, reseña, en un sentido, la creación
espiritual de todas las cosas, pero también fue una creación física. Cuando el
Señor dijo que crearía a Adán, no se refería a la creación de su espíritu, pues eso
ya había ocurrido muchísimo antes que El (Adán) estuviera en el mundo de los
espíritus y fuera conocido como Miguel. (Véase Moisés 2:26-28; Génesis 1:26-
28.)
“El cuerpo de Adán fue creado del polvo de la tierra, pero en aquel momento ésta
era una tierra espiritual. Adán tuvo un cuerpo espiritual hasta que la mortalidad
vino sobre él a través de la violación de la ley bajo la cual vivía, pero también
tuvo un cuerpo físico de carne y hueso.
“Y bien, ¿qué es un cuerpo espiritual? Aquel que es vivificado por el espíritu y
no por la sangre…Después de la Caída, la cual vino por la transgresión a la ley
bajo la que Adán estaba viviendo, el fruto prohibido tuvo el poder de crear sangre
y cambiar su naturaleza, y la mortalidad tomó el lugar de la inmortalidad, y todas
las cosas, participando del cambio, se tornaron mortales. Ahora repito, el relato
de Génesis, capítulos 1 y 2, es el relato de la creación física de la tierra y de todo
lo que hay sobre ella, pero la Creación no estuvo sujeta a la ley mortal sino hasta
después de la Caída. Por lo tanto, ésta fue una creación espiritual y así
permaneció hasta la Caída, en la que vino a ser temporal, o mortal. (Véase D. y
C. 77:6.)” (Smith, Doctrina de Salvación, tomo I, págs. 72-73.)
(2-16) Génesis 2:7. Adán fue la “primera carne” sobre la tierra
Moisés, en el capítulo 3, versículo 7, amplía el versículo 7 de Génesis 2, con
estas palabras: “…El hombre fue alma viviente, la primera carne sobre la tierra,
también el primer hombre.” El presidente Joseph Fielding Smith explica qué
quiere decir la primera carne.
“Adán fue el primer hombre sobre la tierra, de acuerdo con las palabras del
Señor, y también la primera carne. Este punto necesita cierta explicación.
“Adán no vino a esta tierra sino hasta que ésta estuvo preparada para recibirlo.
Los animales y las plantas ya estaban aquí; el Señor no lo trajo a un mundo
desolado. Se preparó todo en el orden que se menciona en las Escrituras, y
cuando estuvo todo listo, se trajo a Adán a la tierra.
“¿Qué quiere decir entonces que Adán fue la ‘primera carne’? Es sencillo una vez
que se comprende. Adán fue la primera de las criaturas que cayó y se transformó
en una persona de carne y hueso, o sea, que se convirtió en un ser mortal. En las
Escrituras, el Señor habla de la carne refiriéndose a nuestra existencia mortal;
Adán fue la primera carne, o sea, el primer mortal. No existía la muerte hasta que
él cayó, nos dicen las Escrituras. Está escrito, y es parte del Evangelio de
Jesucristo.” (Seek Ye Earnestly, págs. 280-81.)
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”
(2-17) Génesis 2:8. ¿Dónde estaba e l Jardín d e Edén?
“De acuerdo con las revelaciones dadas al profeta José Smith, enseñamos que el
Jardín de Edén se hallaba en el continente americano, ubicado donde la Ciudad de
Sión, o sea, la Nueva Jerusalén, va a ser construida.” (Véase D. y C.
116; History of the Church, 3:35-36.)”
Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Jardín, finalmente moraron en un
lugar llamado Adán-ondi-Ahman, situado en lo que hoy es el distrito de Daviess
en el estado de Misurí. Tres años antes de su muerte, Adán convocó a este sitio a
los de su posteridad que eran justos, y los bendijo; y es en este sitio donde se
sentará Adán, o Miguel, según leemos en el séptimo capítulo del libro de Daniel.
[Daniel 7:9-14, 21-22, 26-27.]” (Smith, Doctrina de Salvación, tomo III, pág.
70.)
El Diluvio y los cataclismos que se produjeron posteriormente cambiaron
drásticamente la topografía y geografía de la tierra. Los descendientes de Noé
evidentemente pusieron a los nuevos ríos y tal vez a algunos otros puntos
geográficos los mismos nombres de los que conocían antes del Diluvio. Esta
teoría explicaría por qué algunos ríos en la Mesopotamia tienen el mismo nombre
que algunos de los que originalmente estaban en el continente americano.
También es posible que algunos de los sistemas fluviales actuales sean parte de
los antidiluvianos que se encontraban en el único continente que existía en ese
entonces.
RESUMEN ANALITICO
(2-18) En Génesis, y en los relatos similares de Moisés y Abraham, encontramos
un breve registro de la creación de la tierra y del hombre que vendría a vivir en
ella. Es un relato sencillo y directo. Aunque no se nos dice exactamente cómo
creó el Señor todas las cosas, se nos enseñan varios conceptos fundamentales:
Primero, Dios, el Padre de todos los hombres, ideó la creación de este mundo
para que el hombre tuviera un lugar en el cual cumplir un período de probación
como mortal, y progresar en su camino hacia la eternidad.
Segundo, el hombre es literalmente el hijo de Dios.
Tercero, el mundo no fue creado por casualidad o accidente.
Cuarto, Adán fue el primer hombre y la “primera carne” en la tierra (véase el
encabezamiento 2-16 [Moisés 3:7].)
Quinto, Adán cayó del estado de inocencia e inmortalidad en que se encontraba,
y su caída afectó tanto a la tierra misma como a todas las criaturas que vivían en
ella.
Sexto, la expiación de Jesucristo fue planeada antes que el mundo fuera creado,
con el fin de que los hombres pudieran venir a una tierra corrompida debido a la
Caída, y en ella se superaran, vencieran el obstáculo de la muerte, y volvieran a
vivir con Dios.
Existe otra teoría en cuanto al comienzo de todas las cosas, que es muy popular y
se enseña en todo el mundo. Nos referimos a la teoría de la evolución, basada en
los libros de Charles Darwin, la cual expone conceptos distintos a los de las
Escrituras acerca del comienzo de la tierra y del origen del hombre. Citamos a
continuación las opiniones de varias autoridades de la Iglesia que hablan de la
posición de ésta con respecto a la Creación y al origen del hombre.
“Muchas personas creen que Adán no fue el primer hombre sobre la tierra, y que
el primer hombre evolucionó de especies inferiores en la escala. Esta, sin
embargo, es una teoría de los hombres. El Señor declara que Adán fue el ‘primer
hombre de todos los hombres’ (Moisés 1:34), y nosotros tenemos la
responsabilidad de considerarlo como el padre de la humanidad. Se le mostró al
hermano de Jared que todos los hombres fueron creados en el principio a imagen
de Dios; y si lo interpretamos como que quiere decir el espíritu o el cuerpo, o
ambos, nos lleva a la misma conclusión: El hombre empezó su vida como un ser
humano a semejanza de nuestro Padre Celestial.” (La Primera Presidencia
[Joseph F. Smith, John R. Winder, Anthon H. Lund], citado en Clark, Messages
of the First Presidency, 4:05.)
“Cualquier teoría que no reconozca que Dios es una persona y que actúa
voluntariamente, y que diga que todo sucedió por casualidad, no puede ser
aceptada por los Santos de los Ultimos Días…Es inconcebible creer que el
hombre y las demás cosas fueron creados por casualidad.” (Widtsoe, Evidences
and Reconciliations, 1:155.)
“Estoy agradecido de que, en medio de la confusión que existe entre los hijos de
nuestro Padre, se les ha dado a los miembros de esta gran organización la verdad
acerca del origen del hombre: que venimos del mundo de los espíritus donde
fuimos engendrados por nuestro Padre Celestial; que El formó a nuestros
primeros padres del polvo de la tierra; que los espíritus de ellos fueron puestos en
sus cuerpos; que el hombre vino a la tierra, no como algunos han creído, no como
otros han querido creer, derivados de seres inferiores, sino que nuestros
antepasados eran seres que vivían en las cortes celestiales. No somos producto de
un orden de vida inferior, sino que nuestro antepasado es Dios, nuestro Padre
Celestial.” (George Albert Smith, en Conference Report, octubre de 1925, pág.
33.)
“Naturalmente, pienso que aquellos que se aferran al punto de vista de que el
hombre ha surgido a través de esas épocas de la escoria del mar, a través de
billones de años, no creen en Adán. Honestamente no sé cómo pueden decir que
creen en él, y os voy a mostrar que realmente no creen. Hay algunos que intentan
hacerlo pero son incoherentes —absolutamente incoherentes— porque esa
doctrina es tan incompatible, tan extremadamente fuera de armonía con las
revelaciones del Señor, que el hombre no puede creer en ambas.
“Digo muy enfáticamente, no podéis creer en esta teoría del origen del hombre y
aceptar, al mismo tiempo, el plan de salvación tal como ha sido establecido por el
Señor nuestro Dios. Debéis elegir uno y rechazar el otro, pues se encuentran en
conflicto directo, y hay un abismo que los separa, el cual es tan grande que no
puede ser salvado, no importa cuánto se intente hacerlo.
De acuerdo con esta teoría, Adán, y con eso quiero decir el primer hombre, no
era capaz de pecar. No podía transgredir y acarrear la muerte al mundo
porque, según los evolucionistas, la muerte siempre había estado en el mundo. Sí,
por lo tanto, no hubo caída, no hubo necesidad de una expiación y, por lo tanto,
la venida del Hijo de Dios al mundo como el Salvador resulta una contradicción,
una cosa imposible. ¿Estáis preparados para creer una cosa semejante?” (Véase
Smith, Doctrina de Salvación, Tomo I, pág. 136-137.)
La Primera Presidencia (1901-1910): John R. Winder, Presidente Joseph F. Smith, Anthon H.
Lund
(2-19) Pero, ¿qué debemos pensar de la evidencia científica que parece
contradecir la opinión de la Iglesia? ¿No es también sumamente convincente la
evidencia de que la vida evolucionó de un mismo origen? Harold G. Coffin,
profesor de paleontología e investigación en el instituto de Investigación
Geológica de la Universidad Andrews de Michigan, expone su punto de vista del
comienzo de la vida. A continuación reproducimos partes de un folleto sobre la
Creación escrito por el Dr. Coffin.
“Ha llegado el momento de reevaluar los datos que Charles Darwin usó para
apoyar su teoría de la evolución, junto a una gran cantidad de información nueva.
Los que tienen el valor de penetrar ese mar de conjeturas que rodea la incógnita
del origen de la vida descubrirán que la ciencia puede probar que la Creación es
la mejor explicación que se puede dar al origen de la vida. Existen cuatro puntos
que nos llevan a sacar esta conclusión.
“1. La vida no puede ser generada espontáneamente.
“2. Las especies de animales complejos aparecieron repentinamente.
“3. En el pasado los cambios han sido pocos.
“4. En el presente los cambios son también muy limitados.
“Cualquiera que esté interesado en saber la verdad debe considerar seriamente
estos puntos. Ellos ponen en tela de juicio la teoría de la evolución y han causado
que muchos científicos contemporáneos, hombres inteligentes y sinceros,
cambien su opinión acerca del origen de la vida.” (Coffin, Creation: The
Evidence from Science, pág. 1.)
La vida no puede ser generada espontáneamentee
“El científico Homer Jacobson dice en la revista American Scientist, de enero de
1955: ‘Es muy poco probable que se puedan organizar los elementos del medio
ambiente para formar una sola molécula de aminoácido, teniendo en cuenta el
tiempo y el espacio disponible para el origen de la vida terrestre’.
“¿Cuánta mezcla orgánica, de la que algunos dicen que salió la primera chispa de
vida, sería necesaria para que se produjera espontáneamente una proteína simple?
Jacobson también contesta esta pregunta: ‘Solamente la más simple de estas
proteínas, tal vez, pudiera generarse si la tierra estuviera cubierta completamente
con una capa de aminoácidos de ochocientos metros de grosor, durante el
transcurso de un billón de años. Es muy difícil hacerse a la idea de que cabe la
posibilidad de que con los elementos actuales se genere una molécula de
aminoácido, y aún más remota es la posibilidad de que, por accidente, esta
molécula se transforme en un organismo protoplasmático capaz de reproducirse y
de desarrollar funciones metabólicas. [Homer Jacobson, “Information,
Reproduction and the Origen of Life”, American Scientist, de enero de 1955,
pág. 125.]
“Otro científico, impresionado ante las pocas posibilidades de que se puedan
generar proteínas espontáneamente, ha expresado su opinión al respecto: ‘Es
posible calcular la probabilidad de que el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el
oxígeno y el sulfuro se junten para formar una molécula, la cantidad de materia
inorgánica que se debe transformar, y el tiempo necesario para que este proceso
se complete. Un matemático suizo, Charles Eugene Guye, ha hecho el cómputo y
encontró que existe sólo una posibilidad en diez elevado a un ciento sesenta
potencia, o sea, diez multiplicado por sí mismo ciento sesenta veces, un número
que casi ni puede expresarse con palabras. La cantidad de materia orgánica que
debe agitarse para producir una sola molécula de proteína es millones de veces
mayor que la que se encuentra en todo el universo. Para que ocurra en la tierra, se
requerirían muchos, casi un infinito número de billones (10 243) de años.’ [Frank
Allen, “The Origin of the World—by Chance or Design?” en John Clover
Monsma, editado, The Evidence of God in an Expanding Universe, pág. 23.]”
(Coffin, Creation, pág. 3-4).
Las especies de animales complejos aparecieron repentinamente
“En 1910, Charles Walcott encontró, por casualidad, un día en que andaba a
caballo por las montañas rocosas canadienses, fósiles marítimos. De ese lugar se
ha extraído la colección más completa de fósiles del período cámbrico. Walcott
encontró animales de cuerpo blando que habían sido preservados en el lodo.
Varias clases de gusanos y crustáceos dejaron impresiones en la endurecida roca.
Entre dichas impresiones también se encuentran las de los órganos internos de
estos animalitos, tales como los intestinos o el estómago. Algunos de estos
animales estaban cubiertos de pelos, otros de espinas, otros con apéndices, pero
todos ellos tenían la estructura característica de los gusanos y los crustáceos.
“Examinando la parte dura y visible de los fósiles se pueden sacar varias
conclusiones acerca de los animales: Sus ojos y antenas indican que tenían un
buen sistema nervioso; las agallas muestran que podían extraer oxígeno del agua;
y para que el oxígeno circulara por el cuerpo, tienen que haber tenido un buen
sistema circulatorio.
“Su boca estaba compuesta de partes especiales destinadas a filtrar determinados
alimentos del agua. En resumen, no eran ni simples ni primitivos; eran muy
parecidos a los gusanos y los crustáceos que conocemos en la actualidad y, sin
embargo, se encontraban en las más antiguas de las rocas que se han hallado con
señales de vida animal. ¿Cuáles eran los antepasados de estos animales?…
“Estos datos no son nuevos; han causado dudas por lo menos desde la época de
Charles Darwin. Si la teoría de la evolución progresiva de las formas más simples
a las más complejas es verdadera, los antepasados de estos seres complejos en el
período cámbrico deben encontrarse; pero no se han encontrado y hay pocas
posibilidades de que se encuentren algún día.