Está en la página 1de 5

Génesis 1-2

La Creación

(2-1) Introducción
La creación de Adán y Eva fue el punto culminante de la Creación en sí, pero
haga una pausa por un momento, para pensar en todo el proceso de la Creación.
El Padre estaba dirigiendo la formación y el establecimiento de un hogar para sus
hijos. Cuando hubo terminado, el registro dice con hermosa simplicidad: “Y vio
Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”
(Génesis 1:31), y así continuó siendo este mundo en los miles de años que han
transcurrido: La tierra es un lugar hermoso y lleno de riquezas, un lugar que se
renueva a sí mismo y que constantemente está creando nueva vida. Ha alojado a
billones y billones de personas, y todavía es capaz de mantener a muchos más.
Piense por un momento en Adán y Eva: sus antepasados. Los miles de años
transcurridos ¿han hecho que los imagine como a seres ficticios, como a los
personajes de una novela? Los dos son personajes reales y aún viven. Adán
volverá a la tierra antes del Milenio para presidir, bajo la autoridad de Jesucristo,
en el gran concilio de Adán-(véase Daniel 7; D. y C. 116), y dirigir a los ejércitos
del Todopoderoso para luchar contra las huestes de Satanás en la última gran
batalla de la tierra (véase D. y C. 88:112-15).
El mundo los pinta como primitivos y supersticiosos; dicen que provocaron la
Caída con su inmoralidad, o que son personajes imaginarios o mitológicos. Pero
cuando lea acerca de ellos, recuerde cómo el Señor los ve. Piense en las virtudes
especiales que deben haber poseído para haber obtenido el privilegio de ser los
primeros seres humanos que habitaron esta tierra.
Probablemente ha leído el relato de la Creación muchas veces, pero esta vez
medite acerca del significado actual que tiene para usted.

COMENTARIOS SOBRE GENESIS 1-2


(2-2) Génesis 1:1. ¿Cuándo fue “En el principio”?
Por lo menos dos aclaraciones importantes deben hacerse acerca de estas palabras
con las que comienza la Biblia:

Primero, principio tiene un significado relativo y no quiere decir el punto de


comienzo de toda la eternidad, si es que puede existir tal punto. El Señor dijo a
Moisés que hablaría solamente acerca de esta tierra (véase Moisés 1:40). Las
creaciones de Dios son demasiadas para que el hombre pueda contarlas (véase
Moisés 1:37; 7:30), y muchos otros mundos ya han “dejado de ser” (Moisés
1:35). Por lo tanto, “en el principio” se refiere sólo al comienzo de esta tierra. El
presidente Brigham Young explicó:
“¿Cuándo hubo un principio? Nunca hubo tal cosa; si hubiera habido, también
tendría que haber un final; eso describe la eternidad. Cuando hablamos acerca del
principio de la eternidad, es sólo una forma de hablar, pues este concepto va más
allá de la capacidad de comprensión del hombre.”
Segundo, la creación de este mundo no fue el comienzo para los que vendrían a
habitarlo. Antes de la creación de la tierra, ellos vivían como hijos espirituales de
un padre y una madre celestiales, en una existencia premortal. El presidente
Joseph F. Smith dijo:
“¿De dónde venimos? Procedemos de Dios; nuestros espíritus existían antes de
venir al mundo. Formaban parte de los concilios de los cielos antes que la tierra
fuera creada…Cantamos de alegría con las huestes celestiales cuando se creó la
tierra y se diseñó el plan para nuestra existencia mortal y la redención que
habríamos de necesitar…No hay lugar a dudas que estábamos presentes en esos
concilios cuando esto sucedió…cuando Satanás se ofreció para ser salvador del
mundo si a él se le daba el honor y la gloria del Padre…Estábamos allí, sin lugar
a dudas, y tomamos parte en todos esos acontecimientos; estábamos muy
interesados en llevar a cabo esos grandiosos planes y objetivos; los
comprendíamos, se habían decretado para nuestro beneficio y van a ser
consumados.”
Por lo tanto, todos los hombres habían existido por un período indeterminado
antes que el mundo fuera creado (véase D. y C. 49: 16-17). El presidente Kimball
explicó:
“La vida se repartiría en tres divisiones o estados: preterrenal, terrenal e inmortal.
En la tercera etapa estaría comprendida la exaltación, a saber, vida eterna y
divinidad, para quienes magnificaran en forma completa su vida terrenal. El
comportamiento de uno de estos estados surtiría un efecto trascendental en el
estado o estados sucesivos. En caso de que una persona guardara su primer
estado, se le concedería el segundo estado…[es decir], la vida terrenal, como
período adicional de prueba y experiencia. Si magnificara su segundo estado, su
experiencia terrenal, lo esperaría la vida eterna. Para ese fin pasan los hombres
por las numerosas experiencias de la vida terrenal, ‘para ver si harán todas las
cosas que el Señor su Dios les mandare’. (Abraham 3:25.)
“Los seres mortales que ahora vivimos sobre esta tierra nos hallamos en
nuestro segundo estado. Nuestra presencia misma, con cuerpos terrenales,
atestigua el hecho de que ‘guardamos’ nuestro primer estado. Nuestra materia
espiritual era eterna y coexistía con Dios, pero nuestro Padre Celestial la
organizó en cuerpos de espíritu. Nuestros cuerpos de espíritu pasaron por un
intenso período de crecimiento, desarrollo y preparación, y habiendo pasado la
prueba con éxito, finalmente se nos admitió a esta tierra y el estado terrenal.”
Este “extenso período de crecimiento y desarrollo” debe haber tenido gran
influencia en el estado actual del hombre. Por ejemplo, el presidente Brigham
Young dijo que todos los nombres saben que Dios existe aunque algunos de ellos
hayan olvidado que lo saben:
“Quiero deciros, a cada uno de vosotros, que conocéis muy bien a Dios, nuestro
Padre Celestial, o sea, el gran Elohim. Vosotros lo conocéis muy bien, porque
todos habéis vivido en su casa y habéis estado con El año tras año; estáis
buscando conocerlo, cuando en realidad, la verdad es que simplemente habéis
olvidado lo que sabíais. No hay nadie que no sea un hijo o una hija de este Ser
Supremo.”
(2-3) La edad de la tierra
Aunque sabemos que el capítulo primero de Génesis no describe el comienzo de
todas las cosas, ni el comienzo de la humanidad, sino que describe solamente el
principio de esta tierra, no se puede decir con seguridad cuándo ocurrió ese
comienzo. En otras palabras, las Escrituras no dan suficiente información para
calcular la edad de la tierra. Por lo general, los que aceptan las Escrituras como
verdaderas se adhieren a una de las tres teorías básicas que tratan de determinar
la edad del mundo. Todas estas teorías se basan en las diferentes interpretaciones
de la palabra día, como se usa en el relato de la Creación.
La primera teoría dice que la palabra día quiere decir lo mismo que en la
actualidad y, por lo tanto, comprende 24 horas. De acuerdo con esta teoría, la
tierra fue creada en una semana, o sea, en 168 horas. Por lo tanto, la tierra tendría
ahora aproximadamente seis mil años. (Muchos eruditos están de acuerdo con
que transcurrieron aproximadamente cuatro mil años entre la creación de Adán y
el nacimiento de Jesucristo; y desde el nacimiento de Jesucristo a la época actual
han pasado casi dos mil años.) Muy pocas personas, tanto miembros de la Iglesia
como de otras religiones, aceptan esta teoría, puesto que hay muchas pruebas de
que se llevó a cabo en un período más largo.
La segunda teoría dice que Abraham recibió revelaciones por medio del Urim y
Tumim de que una revolución de Kólob, el astro que se encuentra más cerca de
Dios, es equivalente a mil años de los de la tierra (véase Abraham 3:2-4). En
otras palabras, podemos decir que un día del Señor equivale a mil años en la
tierra; otros pasajes de escritura también apoyan esta teoría (véase Salmos 90:4; 2
Pedro 3:8; Facsímili número 2 del Libro de Abraham, ilustraciones 1, 4). Si la
palabra día en Génesis fue usada en este sentido, entonces la tierra tendría
aproximadamente trece mil años (7 días de mil años cada uno para la Creación,
más casi seis mil años desde la caída de Adán). Algunos dicen que la sección 77,
versículo 12, de Doctrina y Convenios apoya esta teoría.

Sala de la Creación del Templo de Los Angeles


A pesar de que la mayoría de los geólogos, astrónomos y otros científicos creen
que aun este período más largo no es suficiente para explicar la evidencia física
que se encuentra en la tierra en la actualidad, hay un pequeño porcentaje de
reconocidos eruditos que no están de acuerdo. Estos últimos afirman que los
científicos malinterpretan las épocas geológicas y que tremendas catástrofes en la
historia de la tierra han acelerado el proceso que normalmente hubiera llevado
miles de años. Sacan sus conclusiones de datos que evidencian la idea de que
trece mil años no es una cantidad descabellada. Immanuel Velikousky, por
ejemplo, escribió tres libros presentando pruebas de que, en tiempos no muy
lejanos, han ocurrido terribles cataclismos, y refuta la idea de que los procesos
naturales, en especial los geológicos, se han producido siempre con la misma
velocidad, es decir, tomando la misma cantidad de tiempo. Estos tres libros se
llaman: Worlds in Collision (Guerra de los mundos), Ages in Chaos (Epocas en
caos), y Earth in Upheaval (Los cataclismos de la tierra). Dos científicos
mormones, Melvin A. Cook y M. Garfield Cook, también apoyan esta teoría en
su libro, Science and Mormonism (Ciencia y mormonismo).
La tercera teoría dice que la palabra día, en hebreo, puede referirse también a un
período indeterminado, a una era. La palabra día, del hebreo, tal como aparece en
el relato de la Creación, se ha traducido tanto como día, en el sentido literal,
como también se ha traducido por un período más largo de tiempo. En Génesis
40:4 se tradujo como días. En Jueces 11:4, una forma de la palabra se tradujo
como “andando el tiempo”. Abraham dice que los Dioses llamaron días a los
períodos de la Creación (véase Abraham 4:5, 8, 13, 19, 23, 31).
Si Moisés usó la palabra día con ese último significado, entonces el conflicto
aparente que existe entre las Escrituras y las evidencias que presentan los
científicos que le dan millones de años a la tierra dejaría de existir. Cada una de
las eras o días de la Creación podían haber durado millones o cientos de millones
de años, y la forma común de medir la edad geológica de la tierra podría ser
aceptada. Muchos textos de estudios universitarios explican esta última teoría.
Aunque es interesante estudiar estas teorías acerca de la edad de la tierra, la
Iglesia no ha aceptado ninguna de ellas. Por razones que sólo El mismo conoce,
el Señor todavía no ha encontrado apropiado revelar los detalles de la Creación.
Por lo tanto, aunque a los mormones se nos manda aprender de muchas fuentes
(véase D. y C. 88:77-79), no se justifica que nadie quiera establecer una teoría en
particular como la teoría oficial de la Iglesia.

También podría gustarte