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Grado: 9-1

Semana #4
UN POCO DE HISTORIA
La luz es la clave para la visión. Los fotones emitidos por una fuente de luz rebotan en los
objetos y, finalmente, llegan a tus ojos! Cuando un fotón llega al ojo pasa a través de la
córnea transparente y luego a travé del lente que refracta y enfoca la luz hacia la retina,
donde la luz es detectada selectivamente y absorbida por células fotorreceptoras
especiales: los conos y bastones. Una vez que estos fotorreceptores transforman la luz en
una señal eléctrica, los nervios llevan la señal a tu cerebro, donde ocurren procesos muy
complejos y sorprendentes que discutiremos en un experimento posterior.

¿Dónde comienza realmente la visión? La mejor respuesta sería decir en los fotorreceptores
de la retina, los bastones y los conos. La retina, que constituye la parte posterior de cada
ojo, está recubierta con aproximadamente ¡90 millones de bastones y 4,5 millones de
conos! Estos fotorreceptores reciben sus nombres en gran medida por su forma, y no por
sus descubridores (No existen un doctor bastón, ni menos un doctor cono). Sin embargo, en
1935 el Dr. Osterberg contó por primera vez 120 millones de bastones y 6 millones de
conos, pero en 1990 ese número se actualizó con los avances en microscopía.
Tus bastones y conos trabajan bien en conjunto, y eso es bueno para ti. Ambos tienen
diversas funciones, capacidades y ubicación en la retina. Los bastones muy buenos para
detectar movimiento, especialmente en situaciones de poca luz. Lamentablemente, no
pueden percibir colores o el enfoque muy bien. Por suerte, los conos tienen una alta
agudeza visual respecto al color y se centran muy bien, especialmente en condiciones de
mucho brillo. La mayoría de tus conos se centran alrededor de o en la fóvea misma, que es
una pequeña depresión en el centro de la retina. Cuando enfocas tus ojos, por ejemplo para
leer o hacer un experimento, la luz que entra al ojo se centra fundamentalmente en la fóvea.
La fóvea se compone de alrededor de treinta mil conos especializados que son ligeramente
más pequeños que los otros conos. También existen diferentes subtipos de conos: cada uno
afinado para absorber mejor una parte diferente del espectro de luz visible: longitud de onda
corta (azul), media (verde) y larga (rojo).

A continuación se muestran imágenes de la retina como si estuvieras frente a ella. Cada


imagen representa una parte diferente de la retina. Se divide en tres imágenes para facilitar
su visualizaci�n, pero en la realidad, las tres imágenes se solaparían. ¿½Podrías
determinar cual retina estás viendo? ¿Es la retina izquierda la derecha? ¿Cómo puedes
saberlo?
El disco/nervio óptico no tiene bastones ni conos, porque que ya está lleno de nervios que
viajan al cerebro. Las arterias suministran sangre fresca y nutrientes al ojo. La fóvea no
tiene bastones, pero está llena de conos.

¿Cómo logran los bastones y conos transformar la luz en señales eléctricas? Usan unas
proteínas especiales, llamadas opsinas, que convierten los fotones absorbidos por los
conos y bastones en señales electroquímicas específicas que son enviadas al nervio óptico
y, finalmente, al cerebro. Este proceso se llama Fototransducción y la visión humana tiene
cuatro tipo esenciales de opsinas: uno para los bastones y tres para los conos. En los
fotorreceptores (los conos y bastones), las opsinas están unidas a la vitamina A (que se
encuentra en las zanahorias). La vitamina A actúa como una molécula que absorbe luz;
después de absorber la luz su estructura molecular cambia y se separa de la opsina. Al
ocurrir esta separación, la opsina genera una señal eléctrica por un proceso bioquímico muy
complejo conocido como el ciclo visual.

Ahora que tienes una base de anatomía/fisiología ocular, vas a realizar un experimento con
un amigo tuyo. Este experimento ilustrará las diferentes especialidades de tus
fotorreceptores, así como su ubicación a lo largo de tu retina.

PARA LA PRÓXIMA CLASE DISPONER DE ESTOS


Materiales Para este experimento:
Cartel de cartulina blanca, tamaño o estándar (28 pulgadas x 22 pulgadas)
Regla de 30 cm
Marcador Sharpie
Un palo o trozo de madera de 30 cm
Cinta adhesiva
Recortes de cartulina (al menos 3 colores diferentes) del tamaño de una moneda de 10
pesos

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