0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
0 vistas3 páginas
El documento discute la relación entre la filosofía y la historia, la ciencia y la sociedad. Explica que la filosofía tiene un carácter histórico porque los filósofos se basan en problemas y soluciones planteadas por pensadores anteriores. También destaca que la filosofía se diferencia de la ciencia en que es una disciplina crítica, no empírica, pero que debe considerar los datos de la ciencia para no ser mera especulación. Además, señala que los filósofos a menudo han entrado en conflic
El documento discute la relación entre la filosofía y la historia, la ciencia y la sociedad. Explica que la filosofía tiene un carácter histórico porque los filósofos se basan en problemas y soluciones planteadas por pensadores anteriores. También destaca que la filosofía se diferencia de la ciencia en que es una disciplina crítica, no empírica, pero que debe considerar los datos de la ciencia para no ser mera especulación. Además, señala que los filósofos a menudo han entrado en conflic
El documento discute la relación entre la filosofía y la historia, la ciencia y la sociedad. Explica que la filosofía tiene un carácter histórico porque los filósofos se basan en problemas y soluciones planteadas por pensadores anteriores. También destaca que la filosofía se diferencia de la ciencia en que es una disciplina crítica, no empírica, pero que debe considerar los datos de la ciencia para no ser mera especulación. Además, señala que los filósofos a menudo han entrado en conflic
3 ¿La filosofía como saber Reflexión, Historia, Critica y Social?
La historia de la filosofía le proporciona al filósofo los problemas
fundamentales a los que tiene que enfrentarse y las soluciones que se han intentado dar a los mismos. El filósofo intentará su propio camino teniendo en cuenta lo que otros han pensado antes, criticándolo, mejorándolo o superándolo. Ningún filósofo se puede entender fuera de la historia de la filosofía: no sería comprensible un Aristóteles sin todo el pensamiento que le precede, ni tampoco la filosofía marxista de la praxis se podría entender sin Hegel y Feuerbach, por ejemplo. No hay filosofía que surja de las nubes, fuera de la misma historia de la filosofía; en esto consiste uno de los aspectos de ese carácter histórico de toda filosofía.
La filosofía tiene un carácter rigurosamente histórico, y no advertir esto
puede conducir fácilmente al dogmatismo. La filosofía es histórica, en primer lugar, porque, al observar el modo de proceder de los filósofos, pronto caemos en la cuenta de la importancia que la misma historia de la filosofía precedente tiene y ha tenido siempre en todo intento de un auténtico filosofar. Ningún filósofo ha hecho su filosofía de espaldas a los que pensaron antes que él. La filosofía necesita de su misma historia, de su propio pasado, para llevar a cabo su tarea.
En toda sociedad humana nos encontramos, en principio, con dos tipos o
modos fundamentales de actividad. En primer lugar, tenemos todas aquellas actividades que están orientadas al dominio y a la transformación de la naturaleza. En todo grupo humano una actividad fundamental es la que va dirigida al sometimiento de la naturaleza en orden a la sobrevivencia y al desarrollo del ser humano. La caza, la pesca, la agricultura, etc. son formas en las cuales el trabajo humano se organiza para someter el mundo natural a los intereses del hombre. El trabajo es, ante todo, una forma de actividad dirigida a la transformación y a la apropiación humana de las cosas naturales. Esta actividad laboral, por supuesto, se organiza de modos muy distintos en cada sociedad humana y va evolucionando a lo largo de la historia.
La vinculación de la filosofía con las tareas humanas de liberación y su
carácter crítico ha sido fuente de conflicto permanente entre los filósofos y sus respectivas sociedades. Ninguna sociedad admite fácilmente a un hombre que, dotado de un profundo sentido crítico, pretende reformar más o menos radicalmente la vida humana. Bástenos con pensar en Sócrates, uno de los grandes filósofos griegos, condenado por las autoridades a beber la cicuta por su falta de respeto a los dioses y a la "democracia" ateniense. Otros muchos filósofos han pagado con la cárcel, el destierro o la marginación su crítica y su desacuerdo con las sociedades en las que les ha tocado vivir. El filósofo es hombre que lleva a cabo una actividad que, aunque aparezca con frecuencia como abstracta y desligada de los intereses inmediatos de los hombres, suele ser bastante molesta para las autoridades políticas y culturales de una sociedad determinada.
4 ¿Relación de Filosofía y Ciencia?
la filosofía, aunque no es de hecho una ciencia, debería llegar a constituirse
como tal; es decir, debería de trabajar con los mismos métodos, el mismo rigor y exactitud que son propios de las ciencias positivas. Y no les falta razón a estas posturas en cierto sentido: la filosofía verdadera se ha caracterizado siempre por un deseo de rigor y de exactitud. Los que la confunden con la poesía o con la literatura difícilmente pueden ser considerados auténticos pensadores. Ahora bien, el que en filosofía no sirve el mero discurso literario o propagandístico no quiere decir que la ciencia y la filosofía sean una misma cosa.
La filosofía, como hemos visto, no pertenece a las ciencias positivas de la
naturaleza o del hombre, sino a las ciencias críticas. Esto no quiere decir que el filósofo puede prescindir en su trabajo del conocimiento de las leyes que descubren las ciencias positivas. Una filosofía que no tenga en cuenta los datos de las ciencias se convierte inmediatamente en una mera especulación vacía. Muchos filósofos, al tratar por ejemplo del mundo natural, cometieron verdaderos disparates, fruto de su ignorancia del estado de las ciencias en su época.
la filosofía de la naturaleza de Hegel es buen testimonio de ello. Pero una
filosofía que quiere tener bien anclados sus pies en la tierra ha de tener muy en cuenta esa fuente inagotable de conocimientos sobre el mundo real que las ciencias positivas representan. Ahora bien, la filosofía, por su carácter crítico, aunque deba tener muy en cuenta los datos y las leyes de la ciencia positiva, se diferencia muy notablemente de aquellas: la filosofía como hemos dicho tiene unos caracteres —radicalidad, desenmascaramiento y voluntad emancipadora— que la diferencia notablemente de las ciencias positivas.