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NOMBRE: JUAN SEBASTIÁN RAMÍREZ LÓPEZ

PROYECTO CURRICULAR: COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO


ASIGNATURA: POLÍTICA Y CIUDADANÍA
PROFESOR: JUAN CARLOS GARZÓN BARRETO

EL POLÍTICO Y EL CIENTÍFICO
LA POLÍTICA COMO VOCACIÓN

Según Max Weber, la política es la dirección o la influencia sobre la dirección de una


asociación política, por ejemplo, el Estado. Este Estado se ha otorgado a sí mismo el
derecho de fuerza física, por lo cual Weber afirma que la política también es la
búsqueda de una porción de poder o la intervención en la división de poderes o
personas dentro de un Estado.

Hay tres principios de legitimidad en la dominación política de un Estado:

- Legitimidad tradicional o consuetudinaria: Weber llama a este tipo de legitimidad


el “eterno ayer”, este concepto está basado en las costumbres patriarcales,
patrimoniales y tradicionales.

- Legitimidad carismática: También llamada la autoridad de la “gracia”, donde se


asocia el carisma, la entrega personal y la confianza, cualidades principalmente vistas
en profetas, demagogos y jefes de partidos políticos que llevan acción en el voto
popular.

- Legitimidad legal: Está basado en estatutos que son impuestos por funcionarios
públicos, esta autoridad es de total obediencia para todos los miembros de un Estado.

Max Weber también entra en detalle sobre la importancia del carisma y relación sobre
los líderes y las personas que hacen profesión en la política, enfatizando en países
como Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, pero también aplicando los ejemplos
de Francia, China, Roma y la antigua Grecia, Weber determina que las relaciones entre
políticos, partidos y burocracias son creadas por ellos mismos.

La descripción de político que da Weber, es la de alguien que necesita balancear la


“ética de convicción moral, que se refiere a las creencias e ideologías que un político
debe sostener siempre. En este balance también está la “ética de responsabilidad”, que
es el uso necesario del medio de la violencia de Estado con el fin de preservar la paz
para un bien común.
Weber cita la siguiente frase: “La política está hecha con la cabeza, no con otras partes
del cuerpo, ni con el alma", agregando que un buen político es aquel que puede jugar
con las emociones de la gente que lo sigue, mientras gobierne con un objetivo claro en
la cabeza, esto es una tarea que no todos pueden comprender debido a su
insustancialidad.

La vanidad crea problemas en los políticos ya que ellos controlan las herramientas de
violencia legítima, según Weber, existe la vanidad común, en la que los políticos están
tentados a tomar decisiones producto de las ataduras emocionales con sus seguidores,
lo cual lleva a una forma de gobernar injusta e inefectiva, esto es una característica
común entre los políticos. Los políticos de esta clase, ponen en peligro a la política por
medio de sus relaciones con los medios de violencia que son propios para el Estado, y
que pueden ser defraudados por un político vano, razón por la cual Weber insiste en
que el oficio de la política es muy difícil, y que aquel que solo busque la salvación por
este medio, no tiene opción ni con la práctica de la paz y la hermandad, poniendo como
ejemplo a la “Doctrina de los dos reinos” de Martín Lutero y a los “Upanishads”, que
son hindúes sagrados.

Por último volviendo al tema de las organizaciones políticas, es decir los Estados,
Weber identifica dos formas generales de estos mismos basándose en la relación que
hay entre las formas de administración:

- El primero es el patrimonialismo, que depende de la personalidad del gobernador y de


la lealtad de sus seguidores, así mismo esta forma se define como la enajenación de
los bienes públicos por parte de los que ejercen el poder, este medio de personal
administrativo por lo general es aristocrático y se divide en distintos estados.

- En el segundo, los gobernantes no poseen del dinero, los edificios y las


organizaciones que ellos dirigen, las decisiones ejecutivas son procedidas
generalmente por figuras políticas, así no tengan la habilidad técnica que los
administradores si poseen, un ejemplo de esto sería el ideal de Karl Marx de como el
proletariado debe estar separado de los medios de producción, sin medios de
organización patriarcal de deferencia y delegación.

BIBLIOGRAFÍA
WEBER, M. (1972). El político y el Científico (3.a ed.). Madrid: Alianza Editorial. “LA
POLÍTICA COMO VOCACIÓN”.

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