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Deje de separar la estrategia de la

ejecución: son lo mismo

Paul Leinwand, Cesare Mainardi y Art Kleiner presentaron en un reciente artículo,


algunas conclusiones de una encuesta. Sus resultados subrayan el hecho bien establecido
de que a muy pocos líderes (sólo al 8%, según su estudio) se les da bien tanto crear buenas
estrategias como ponerlas en práctica. Los autores parecieron, Pero ignorar casi por
completo otra conclusión realmente interesante de su investigación: los líderes que
mejores estrategias plantean también son los mejores a la hora de ejecutarlas. Hacer una
distinción entre ambos conceptos resulta inútil.

Estos son los resultados:

En esta tabla, el eje vertical de "ejecución" contiene la opinión de los encuestados sobre
los buenos resultados en el mercado. El eje horizontal mide si los encuestados creen que
los líderes proporcionaron un punto de partida útil en ese esfuerzo. La encuesta presupone,
por tanto, que lo que pase durante la ejecución puede ser separado de la estrategia.

El problema de esta separación provoca que la encuesta solo haya detectado una mala
ejecución en el 1% de los líderes valorados. Y, al contrario, sólo hay un 1% de grandes líderes
en ejecución de estrategia que sean malos al elaborarlas. Si existiese una distinción
significativa que se pudiera hacer entre la estrategia y la ejecución, se esperarían unas cifras
más altas en esos apartados.
Un análisis más profundo sólo confirma las sospechas de que la estrategia y la ejecución
no son distinguibles. Del 11% de líderes que calificados como unos geniales "ejecutores" (la
fila superior), el 73% de ellos también eran unos estrategas geniales. Y del 9% de los
calificados de malos estrategas, el 62% también eran unos "ejecutores geniales" mientras
que sólo el 8% eran unos "malos ejecutores".

De hecho, los encuestados relacionan la estrategia y la ejecución en todos los niveles de


calidad, lo que significa que la línea en diagonal domina las respuestas: un total del 35% de
los encuestados del apartado de calidad mala-mala, otro 23% en el apartado de neutral-
neutral y el 8% en el apartado genial-genial, para un total del 66% de las respuestas.

Está claro que, en las mentes de la mayoría de los encuestados, desatacar en estrategia
es sinónimo de destacar en la ejecución, no son variables independientes. Y eso resulta
interesante precisamente porque tantos expertos (incluidos, quizás, Leinwand, Mainardi y
Kleiner, dada la forma en la que diseñaron el estudio) parecen dar por hecho que los dos
conceptos son diferentes, y prosiguen a dar consejos sobre una "ejecución mejorada" en
base a esa suposición.

Conseguiríamos una mejor ejecución si dejáramos de utilizar el término y, en lugar de


ello, reconociéramos que todas las personas de una organización toman decisiones acerca
de qué hacer y qué no hacer. Calificar a algunas de estas decisiones como "ejecución"
contradice los hechos y podría dar paso a unas conclusiones contraproducentes porque
podría distraer a la gente de pensar en términos de decisiones.

El mejor liderazgo estratégico ayuda a la organización al completo a entender que el cúmulo


de todas sus decisiones forma la estrategia que los clientes experimentan, creando el marco
dentro del cual cada persona de la organización toma las decisiones que él o ella necesita
tomar.

Fuente
Martín, R. L. (12 de enero de 2016). Deje de separar la estrategia de la ejecución: son lo mismo.
Publicado en: Harvard Business Review en español. Recuperado de:
http://hbr.es/estrategia/10/deje-de-separar-la-estrategia-de-la-ejecuci-n-son-lo-mismo

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