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Código: A-03 F-04

INSTITUTO MADRE DEL BUEN CONSEJO Versión: 01

FECHA: Marzo de 2013


EVALUACIONES
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ASIGNATURA: ETICA Y VALORES HUMANOS FECHA: _______________


ESTRATEGIA EVALUATIVA: Trabajo en clase VALORACIÓN: __________
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: _________________________________ GRADO: OCTAVO
INDICADOR DE DESEMPEÑO: Argumenta sobre la importancia de tener una identidad definida, para una
mejor convivencia social.

TEMA: ¿Quién soy yo?

CONTENIDO:

“¿Quién soy yo?” es probablemente la pregunta más desconcertante,


profunda, difícil, emocionante e interesante que nos podemos hacer.

Es desconcertante porque a lo largo de todas las respuestas y las


definiciones que nos damos de nosotros mismos siempre terminamos
insatisfechos. Siempre hay algo más. Parece una pregunta simple, quizás la
más simple, y sin embargo nos deja desconcertados y confundidos.

Es profunda porque desde que recibimos el don de la conciencia, del sentido


del yo, es del mayor interés para nosotros. Desde el origen de pensar en el
ser humano nos hemos hecho esta pregunta y ha sido motivo de nuestras
reflexiones. Nada tiene mayor profundidad que la pregunta de quién es este
“yo mismo”, la conciencia que habita este cuerpo y que vive en esta hora de
la historia.

“¿Quién soy yo?” es la pregunta más difícil porque tiene miles de respuestas,
y más y simplísima porque abre un vasto campo de exploración ante
nosotros. Quiere decir que es una puerta hacia nuestra vida interior. Cuando preguntamos seriamente, en la
intimidad de nuestro ser, con honestidad total y objetiva, empezamos a descubrir mucho sobre quién somos.
¿Con qué nos identificamos? ¿De dónde venimos? ¿Qué limitaciones tenemos? ¿Cuáles son nuestros
prejuicios? ¿Cuáles son las definiciones que hacemos de nosotros mismos? ¿Cómo nos vemos a nosotros
mismos? Es sorprendente llegar a conocernos en profundidad.

Podemos acercarnos a la pregunta diciendo:

Yo soy un cuerpo. Todos tenemos un cuerpo y este aspecto de nuestro ser es el que más obviamente se ve.
Nuestro cuerpo tiene una variedad de características: ciertas fuerzas, ciertas debilidades. Necesitamos darnos
cuenta de sus diferentes aspectos y mantenerlo sano. Sin embargo también es obvio que somos algo más
que nuestro cuerpo porque si se le remueve una parte (por ejemplo, una extremidad), igual seguimos siendo
nosotros mismos; todavía queda un “Yo”. Yo soy un cuerpo, pero hay algo más...

Yo soy una persona que reacciona emocionalmente. Necesitamos conocer nuestras respuestas
emocionales, nuestros estados de ánimo, qué es lo que los causa. Necesitamos llegar a ser objetivos con
nuestras emociones, observar cómo reaccionamos. Yo soy mis emociones, pero hay algo más...

Yo soy una cultura. Todos estamos sumergidos en una cultura. Pero hay más...

Yo soy parte de una nación. La identidad nacional es una identificación muy fuerte. Nos identificamos con la
historia, el pueblo, las costumbres. Hay símbolos que nos vinculan a la nación incrementando nuestra
conexión emocional: “Soy Americano”, “Japonés”, “Chino”, “Francés”, “Chileno”-identificaciones fuertes. Pero
hay algo más...

Yo soy parte de una familia. La familia de la que venimos, la familia que soñamos, la familia que creamos.
Pero hay algo más...

Proyectó: Mg. Martha Lucía Mendoza Alba


Coordinadora Sede A Jornada Mañana
Código: A-03 F-04

INSTITUTO MADRE DEL BUEN CONSEJO Versión: 01

FECHA: Marzo de 2013


EVALUACIONES
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Yo soy el resultado de mi educación. Pero también...

Yo soy el conjunto de mis pensamientos. Pero también...

Yo soy el conjunto de mis defectos. Pero además...

Yo soy mis rutinas. Todos tenemos una rutina que se hace parte de nosotros. Nuestra conexión habitual con
ella nos hace difícil cambiarla. Es parte de nosotros. Pero hay algo más...

Yo soy un trabajador. Una persona que hace un trabajo. Esta es una de las identificaciones más fuertes que
tenemos. Fácilmente igualamos lo que hacemos para ganarnos la vida con lo que somos. Pasamos tanto
tiempo en nuestros trabajos que nos convertimos en ellos. Yo soy un maestro, un estudiante, un ingeniero, un
mecánico cuando en realidad yo soy una persona que enseña, que estudia, que practica ingeniería, que
arregla automóviles. Así es que hay en mí algo más que mi trabajo...

Yo soy alguien que aspira a una vida mejor. Todos los humanos aspiramos a la felicidad y a hacer un
mundo mejor…

Yo soy un conjunto de valores.

Yo soy amor…

Yo soy espíritu...

Yo soy misterio.

ACTIVIDAD

1. Lee la siguiente historia y escribe tu propia conclusión.

Había una vez en algún lugar que podría ser cualquier lugar y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo un
hermoso jardín con unos manzanos, naranjos, perales y rosales todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en
el jardín excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: No sabía quién era!
"Lo que le falta es concentración" le decía el manzano. "Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas
manzanas. Ve que fácil es".
"No lo escuches" exigía el rosal. "Es más sencillo tener rosas y ve que bellas son. Y el árbol desesperado intentaba
todo lo que le sugerían y como no lograba ser como los demás se sentía cada vez más frustrado.
Un día llego al jardín el búho la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol exclamo: "No te preocupes.
Tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu
vida a ser lo que los demás quieran que seas. Se tú mismo(a). Conócete y para lograrlo escucha tu voz interior". Y
dicho esto el búho desapareció.
¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme? Se preguntaba el árbol desesperado cuando pronto comprendió.
Cerrando los oídos, abrió el corazón y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tu jamás darás manzanas
porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer
grande y majestuoso. Estas aquí para dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una
misión. ¡Cúmplela! ". Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para la cual
estaba destinado. Así pronto lleno su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y solo entonces el jardín fue
completamente feliz.
Yo me pregunto al ver a mi alrededor: ¿Cuantos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer? ¿Cuántos son
rosales que por miedo al reto solo dan espinas? ¿Cuantos naranjos hay que no saben florecer? En la vida todos
tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar. No permitamos que nada ni nadie impida conocer y compartir
la maravillosa esencia de nuestro ser.

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Proyectó: Mg. Martha Lucía Mendoza Alba


Coordinadora Sede A Jornada Mañana

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